Depauperar

By _maga_machi

4.7K 416 413

Depauperar: Debilitar o extenuar el organismo o una de sus partes. Empobrecer. Eso hare con todos ellos, ahor... More

Sinopsis.
Epígrafe.
Venganza.
Prologo.
Capitulo 1 Inicia la cacería.
Capitulo 2 Los perros como tú, a mis pies.
Capítulo 4 Sentimientos apagados.
Capitulo 5 Experiencia, despedida, aprendizaje.
Capítulo 6. 1+1+?= Locura absoluta.
Capítulo 7 Dos si muerden y uno solo ladra.
Capítulo 8 Juguemos al "afecto y odio"
Capitulo 9 Un nuevo planeta, perverso negocio y una soltera.
†Capitulo 10 † El Riarek.
†Capitulo 11 † Apatía disfrazada de contrariedad.
†Capitulo 12 † Anfisbena
†Capitulo 13 † El retrato perfecto.
†Capítulo 14 † Climax.
†Capitulo 15† 365 Días.
†Capítulo 16† Felices para siempre.
†Capítulo 17† Inicio del fin.
†Capítulo 18† Que inicien los juegos del hambre.
†Capitulo 19† Tantos átomos en una sola molécula.
†Capitulo 20† Yo soy el cuervo perverso.

Capítulo 3 Seguridad privada WOFLYNN.

215 21 36
By _maga_machi


Bienvenidos a mi mundo irreal.


Son nuestras decisiones las que muestran quiénes somos realmente, más que nuestras habilidades. -J.K. Rowling (1965)



26 DE JUNIO DEL 2024.

Noche del día.

Mi puño impacta el rostro de aquel hombre, para mi mala suerte todo este mes simplemente he sido la que castiga, tortura, caza y asesina. Soy consciente de que mi madre lo ha ordenado, aún no llega de su dichoso viaje, lo cual me hace caer en cuenta; que lo que sea que esté haciendo, es importante.

No he podido seguir hurgando en los papeles, ni mucho menos he visto si mi padre ha creado algo nuevo, he estado distanciada de todos ellos. Cada que intento entrar sin ser vista se me dificulta, hay mucha vigilancia, debo admitir que el nuevo jefe de seguridad, o como me dijo que se llama: (Kai) es eficiente en lo que hace; pero ya tendré mi oportunidad.

Para colmo, Alfa azul está furioso porque no he conseguido que mi hermano me incluya en su viaje, aún me queda tiempo, pero este hombre es impaciente. Necesito encontrar la forma de que Darío me lleve, por lo poco que he averiguado, él va de paseo, cada que me acerco él me evade, sé que está furioso porque yo me fui, pero... no entiende que necesitaba alejarme de este sitio.

Es probable que nuestra relación empeore a que mejore, teníamos una unión, una buena hermandad, ahora él simplemente me odia y eso lo entiendo; le prometí que nunca sería esto, y ahora regreso siendo lo que prometí nunca ser. Creyó que regresaría por él, sé que eso lo enojó, sabe que volví para ser peor que nuestra madre, para vengarme de mis dos hermanos y el resto de la línea sanguinaria de esta familia: sé que esa es la razón de su decepción.

Hay muchas cosas que él no sabe y espero que nunca se entere, vivió en una burbuja creada por madre, cree que los odio por ser mafiosos, pero esa razón es una de las últimas y ni siquiera la incluiría.

También he estado protegiendo a mi pequeño hermano, hace unos días vi a mi otro hermano diciéndole cosas horribles tipo: "Otro que rompe la tradición de nuestro cabello", "con razón madre quería abortarte", "debiste haber muerto", "pequeño y asqueroso, mocoso". Estuve a punto de tomar un cuchillo y degollar su cuello, pero matar a uno no es válido, hay que matar a la cabeza de la serpiente, no a las partes de su cuerpo.

―A ver inepto, tienes dos opciones: o cooperas, o seguiré con los dedos de tus pies, no creo que quieras quedar definitivamente sin un dedo, mira que ya no vas a poder agarrar nada ―aquel hombre niega, ya me ha cansado y usaré el plan b: chantaje emocional.

Ya le he golpeado con bates y mis propios puños y alguna que otras ayudas, también le he latigueado, incluso quemado, no ha salido ni una sola palabra de su boca.

Me aproximo tapando su rostro para dejarlo a oscuras. Doy una señal a los hombres que me acompañan y a la vista se ve aquella mujer pelinegra de ojos verdes, es traída a rastras, intenta gritar, pero no puede, ya que está amordazada, las lágrimas son más que evidentes. Una lástima por ella, pero su hombre fue el que no cooperó.

―Jefa, ¿nos podemos divertir con ella? ―dice mirando morbosamente a la mujer.

Al instante me acerco desenfundando el arma, propinándole dos y tres disparos entre lo que cuelga en medio de sus piernas y un último impacto en su cráneo.

Cosa que odio es que usen el sexo como tortura o chantaje.

―El próximo que planteé ese tipo de pregunta, yo seré la encargada de divertirme con él, ¡me oyeron! ―todos dan un asentimiento de cabeza―. Recojan eso.

Mi vista se dirige hacia arriba donde está aquel hombre, ¿qué es lo que hace aquí? Sus ojos grises se encuentran con los míos, ni siquiera parpadea, ambos estamos en un duelo de miradas: si cree que cederé, está equivocado.

Recuerdo que después de volver del bar, unos días posteriores me enteré de que el desgraciado estaba bien, lo bueno de eso, es que mi padre ha mejorado su medicamento regenerativo, ¿lo malo?, no pude seguir burlándome de su desgracia. Nuestros encuentros han sido vistazos y refunfuños de fastidio por parte mía; en cambio, él me observa de una manera extraña, como si quisiera saber qué siento, qué quiero, qué espero

No logrará descifrarme, aprendí muchas formas de jugar con la mente de las personas y él está entrando en mi juego.

―Jefa, ya está ―el llamado de un hombre me hace voltear.

Sin embargo, nuevamente veo que el jefe de los guardias se reclina en la baranda y me observa, ¿qué es lo que espera para irse? Le doy mi atención a la mujer, ya la han preparado, está colgada de pies y ha sido despojada de algunas prendas quedando en interiores.

―Bueno... ―le quitó la lona que evita que el hombre vea y sus ojos se abren con sorpresa al ver a la mujer frente a él―. Te presento a... no es necesario, ¿cierto?, es tu esposa misteriosa que estaba oculta en las Bahamas. Le preguntaré una última vez más. ¿Quién.Quiso.Atacar.A.Darek?

El silencio reina, así que al instante tomó una ballesta y lanzó una flecha, ya que a la mujer la estaban moviendo como si fuera un pedazo de carne colgado: todo como un juego perverso. Yo estoy siendo considerada, si lo hicieran mis otros hermanos ya sería otra historia.

―Fallé ¿Otra vez? ¿O responderás? ―no habla y niega con los ojos llorosos viendo a su esposa.

No es esto algo que quiera hacer, pero tengo que, hay cosas en la vida que hacemos por obligación y los daños colaterales son inevitables.

Tomo la ballesta y lanzo sin parar muchas flechas, admito que trato de no dar en lugares que le afectan, no quiero ser yo la que la asesine, no me gusta cargar con tantos muertos. Los gritos ahogados de la mujer resuenan en el lugar, al igual que los abucheos y festejos de algunos presentes: el hombre le ruedan lágrimas por su esposa, ni siquiera cuando le corte sus dedos lloró, esto es amor verdadero al parecer.

―¡Ya detente! Lo diré... ―detengo los impactos de fechas―, son... Son los mexicanos, no... No quieren sus nuevos métodos modernos de pastillas sintéticas. Planeaban llevárselo, ver todo lo que ha creado y matarlo, ¡por favor!... Déjenla ir, se los pido, hagan lo que quieran conmigo.

―Así que los mexicanos ―la voz gruesa de mi hermano se hace presente.

Benyamin. Un ser perverso y misterioso, de pocas palabras, frío y déspota. Trae puesto ese traje que lo hace ver pulcro, pero está más sucio que el mismísimo estiércol. No le tengo ni un poco de cariño, no podría con semejante ser tan despreciable.

―¡Suéltenla! ―le ordenó al hombre, pero mi hermano levanta la mano en señal de negación.

Siempre creyéndose el jefe, y ni siquiera es el heredero.

―Déjala hermanita, una forma de morir espléndida, sáquenle las flechas y que muera desangrada, a él... ―lo observa con asco―. Quítenle la piel y muéstrenle como la fríen frente a él. Si es que vive hasta ese punto ―trago saliva, es un ser protervo, eso lo sé.

―¡No! ¡No tiene nada que ver! ¡Soy yo! ¡Mátenme a mí! ―ruega, pero se lo llevan a rastras y observo como a la mujer le empiezan a sacar las flechas, así que finjo no escuchar los gritos desgarradores.

Kai se ubica frente a mi hermano y charlan, sigo sin creer que lo incluyan tanto, aparentemente se ha vuelto la mano derecha e íntimo amigo de la familia.

Me acerco para escuchar, al fin y al cabo, ahora soy una espía.

―Quiero mandarles un saludo a los Mexicanos ―relata mi hermano.

―¿Una bomba en sus dichosas cocinas de coca?, o ¿una quema de sus plantas maravillosas? ―dice el hombre de ojos grises.

―Ambas. Daria ―finjo que no escuché y me acerco―, tu trabajo terminó ―asiento y empiezo a avanzar para alejarme―. Espera, madre te manda a decir que a partir de ahora tendrás a Kai ―observa al mencionado y al instante frunzo mi ceño―, de guardaespaldas.

―Ya tengo los míos.

―Te has escapado demasiado y es raro, necesitas protección ―su mirada me recorre, así que lo observo al momento en que sus ojos se posan en los míos desafiándolo.

―¡No! Mi madre quiere saber mis movimientos porque duda de mí, al igual que tú.

―Sí, dudo de ti, mocosa insolente, regresas aquí con el rabo entre las patas y creyendo que te recibirán con los brazos abiertos ―una sonrisa sale de mi boca.

―Estás en lo correcto, regrese aquí, y sí, me recibieron con los brazos abiertos, y eso es lo que te jode. ¿No será que te da miedo que supere tu dichosa inteligencia?, sabes que puedo quitarte el puesto con el simple hecho de hacer algo mejor que lo que tú has hecho, y eso es más que fácil para mí ―ríe con picardía.

Lleva las manos a su parte trasera y me apunta con su arma. Si fuera la yo de antes tendría miedo, ya me habían apuntado antes y sentí el terror de ver cómo mi vida dependía de un apretón al gatillo, pero para sorpresa de él, también le apunto con mi arma.

―¿Qué es lo que buscas? ―dice, con su voz altisonante y desafiante.

―Ganar, definitivamente, ¿ver perder a otros?, pues claro que sí, y más si eres tú. ―el desprecio es notorio en mi mirada.

―¿Crees que por venir con tu cabello teñido eres de la familia?

―Eso no lo sé. Dímelo tú, ¿lo soy o no? ―baja el arma y lo imito.

―Nunca lo serás, de eso me encargaré yo.

―Pero... ―me acerco a él y susurro cerca de su oído―: si antes quería que fuera tu mujer, enfermo ―me aleje y su mirada de rabia me deja con una sonrisa.

Lo que es mi hermano Cadmon y Dario, son las ligas menores, cero listos y se encargan del trabajo sucio, prácticamente son los psicópatas de la familia. En cambio, Adriel y Benyamin, son ligas mayores, el combo completo. Adriel es un creador de tecnología avanzada, es la magia del hackeo y la infiltración, el encargado de los fondos monetarios; a sus treinta años, se ha encargado de proteger el patrimonio de la familia, al igual que ha aportado ideas, de él proviene la idea de la droga adictiva pero no dañina. Porque la mayoría de las ideas tanto geniales, como perversas, son de mi madre. Benyamin es el de las armas, ha aprendido mucho de padre, y es el más despreciable de los cuatro, no cuento a mi hermanito menor, él nunca será parte de esto.

Ellos no saben muchos secretos de madre, yo tengo una ventaja en eso. Desde siempre me preparé y soy el paquete completo, andaba detrás de todos aprendiendo un poco de todo, y en la agencia reforcé mucho más.

Salgo de la cámara de tortura, dirigiéndome a mi cuarto, recordar y ver el rostro de mi hermano me provoca náuseas y algunos temblores involuntarios. Si quiero ganar esto debo tratar de dominar mis sentimientos, o al menos, no hacerlos tan notables.

La sonrisa de mi hermano pequeño me recibe, al instante corre y abraza mis piernas, como quisieron hacerle daño a un ser tan inocente. Esa mujer puede ser todo menos una madre.

―Mana, lado ―dice y beso su pequeña frente y masajeo su cabello rubio ondulado, como el de mi padre.

―Helado mi amor, pero... si ya has comido mucho, recuerda que no puedes comer en exceso ―un puchero se forma en sus labios, un pequeño manipulador se ha vuelto―. Si te portas bien y obedeces a Claudia, te traeré más helado.

―Pometido ―besa mi nariz y lo abrazo.

Me retiro del lugar dándole una mirada a su niñera donde le pido que lo cuide con su vida, siempre hay que estar prevenidos.

Mi atención se la lleva el sitio donde está Benyamin, que está siendo seguido por Kai. Con sigilo me acerco al sitio pero cierran la puerta, así que de mi bolsa saco una especie de sticker que pegó en la puerta, además del auricular que es compatible con el aparato: es para traspasar sonidos y decodificarlos en el audífono.

―¿Qué hay de su hermana?

―De ella me encargo yo, tú simplemente sigue los pasos, es la tarea que ha puesto mi madre.

Lo sabía.

―Su madre ha pedido que te encargues de los conejillos de indias de su padre, no pueden salir de la zona de prueba, dijo: que si son encontrados, los científicos podrían hacer estudios.

―Eso es lo que estresa, padre no da la cara, vive encerrado en ese maldito laboratorio, ¿qué es lo que madre hace? ¿Por qué tarda tanto en ese viaje?

―Sabe usted que no puedo darle esa información.

―¡Ya se, ya se!, vete inútil.

Guardó el audífono y despego la pegatina de la puerta empezando a avanzar, pero terminó doblando mi pie cayendo, los pasos se oyen más cercanos: no pueden ver que estoy aquí. Lo único bueno es que las cámaras son pocas y en las habitaciones y pasillos no están siempre grabando, solo cuando se presenta alguna situación de alto riesgo. Madre ama la privacidad incluso entre la familia.

Al levantar la vista no puedo quitarla de ese hombre, tengo que aprovechar la oportunidad.

―¡Dario! ―grito, él me observa y empieza a acercarse, me compongo y finjo no tener dolor, veo pasar al hombre que tiene una cicatriz en su barbilla observando con seriedad y desprecio.

―Daria ¿Dime que pasa? ¿Estás bien?

―Si, solo resbale ¿Cuándo vas a hablarme?, sé que me fui, y volví, te enoja que sea parte de esto, pero... no me queda más por hacer.

―Te fuiste y me dejaste, por un tiempo me enojé, pero... pensé: es lo mejor, mi pequeña hermana no debe ser parte de esto. Pero entonces regresas siento una asesina.

―¡Me juzgas!, con qué moral, ¿eh?, si tú eres peor ―le reclamo.

―Sí, lo soy, pero soy yo, tú... tú eras lo único bueno de esta familia.

―Ahora hay alguien mejor, Daren, nuestro hermanito.

―Pero ahora está aquí, ¿crees que no se untara de esto?

No lo hará, está aquí porque es mejor tenerlo cerca.

―No, de eso me encargo yo.

―Sigues siendo ingenua, al menos te queda algo en el fondo ―avanza, pero lo tomo de las manos―, por favor, eres el único aquí que puede tratarme bien, los demás me odian.

―Sabes que no podría nunca tratarte mal, eres mi melliza favorita.

―Soy la única que tienes, no podrías tener más.

No quiero usarlo de este modo, pero no me queda de otra, tengo que ir a rusia. Hubiera preferido seguir distanciados, así no me dolería cuando destruya a todos y posiblemente arrase con él.

―Te extrañé, pero... estaría más feliz si no estuvieras aquí.

―Lo sé. Podemos ir de viaje los dos, en tres días, que te parece ¿Hawái? ―propongo.

―No hermana, no puedo, ya tengo planes ―me encojo de hombros y finjo estar triste ―pero... iré a rusia, puedes unirte ―bingo, lo he conseguido.

―Si quiero ―sonrió de oreja a oreja.

Ahora me queda resolver lo de los conejillos de indias, tengo una tarea más y empezaré desde ya con la planeación.


...

30 DE JUNIO 2024.

(RUSIA)

Noche del día.

Lograr escapar de mi hermano fue difícil, y más de Kai, que un día después de aquella fecha en que escuche la conversación de mi hermano y del ya mencionado. Se ha vuelto mi sombra, y las pocas veces que me escape para buscar a Alfa estuvo a punto de atraparme, es bueno el maldito, pero no más que yo.

Me tocó buscar a un hombre, encerrarme en una habitación y emborracharlo para luego salir por la ventana. Termine partiéndome una uña y me golpee la cadera al bajar por la ventana de tres pisos: así que voy atrasada, ya que quede de reunirme con alfa. Me va a enseñar el perímetro en el que trabajaremos y también me dirá que es lo que yo tengo que hacer, lo que no entiendo es como el punto que ha puesto como encuentro está situado donde escuche que es un prostíbulo.

Casaremos a Omega mañana. Sigo sin saber como, no tenemos conocimiento de cómo es su rostro, pero ya me dirá, supongo. Ahora se ha vuelto reservado y no me comenta nada, es mi culpa, lo sé, lo ignoro y estamos siendo el peor equipo de trabajo, pero es su culpa al ser tan odioso.

Ingreso al evento, aparentemente es una subasta, pero en un burdel, ¿qué mierdas es esto? Ni siquiera sé cómo está el vestido. Las luces rojas le dan un toque sensual y más el puesto donde algunas bailarinas están mostrando su arte.

Todos parecen muy elegantes e impecables, pero sostienen que la suciedad no se puede quitar mientras que las manchas sí, y que esto hace que estas personas estén más dañadas a pesar de su apariencia. No son más que almas infestadas de podredumbre por sus pecados.

Traigo puesto un vestido negro de escote en v pronunciado, la espalda descubierta y guantes que le dan el toque de mujer fina y con clase, así como también una peluca de cabello negro azabache. Me recuerda a mi cabello natural. Unos lentes de contacto de color azul y por último un gorro con velo negro que cubre parte de mi rostro, se nos ha enseñado en la agencia que es importante cubridlo, así sea en ciertas facciones: mejillas, frente o barbilla. Así evitamos el reconocimiento facial.

Ingreso al lugar, tomando al instante una copa de champán, y luego otra, y otra, terminan siendo unas cinco. El tiempo pasa y las personas participan en la venta, me dedico a analizar cada artículo, algunas son piezas de museos, las falsas están en las galerías, las verídicas aquí.

Un deseo crece en mí, el de querer participar, pero no puedo, estoy en una misión. Sin embargo, no puedo sacarme la idea de tener el Nenúfar, Monet, amo los lirios y en especial el lirio negro: es curiosa la forma en la que es tóxico pero hermoso a su vez.

Examino a ese hombre, mis ojos se posan en el cuello: es él, los lunares me lo hacen saber. Me aproximo a pasos lentos porque está acompañado de una persona.

―Aquí está, ella es mi esposa, Katia ―me presenta y ofrezco la mejor sonrisa, tomó la mano del hombre y siento las manos de él en mi cintura, aprieto mis dientes al sentir un poco de dolor qué logro disimular.

Ellos siguen charlando mientras yo continúo bebiendo, también me fijo en mi celular, notando algunos mensajes de mis amigos, rio al ver las cosas con las que salen, resulta que: Brenda necesita saber si un chico que le atrae es gay, le está pidiendo a Aleix que se le insinúe y él se ha negado porque no sabe como reaccionar si el chico le corresponde.

―Agente ―susurra.

―Si Alfa.

―No me pude acercar a usted de antemano, pero note que llego tarde, qué irresponsable ―lo interrumpo.

―Llegar más tarde sería lo mejor, me habría evitado tener que escuchar como ese hombre se refiere al género femenino; ni mucho menos escuchar sus chistes misóginos. "La diferencia entre una hechicera y una bruja son cinco años de matrimonio, que nefasto el chiste" ―hago comillas con mis dedos―. Estoy en una misión, si permanezco aquí para ser un decorativo mejor búsquese una actriz, por ello están en la organización ―avanzo, pero soy detenida por él.

―Lo lamento, es parte del plan, le he sacado su teléfono y activé un arma de hackeo, lamento si la incomodo.

―Se está... ¿Usted se está disculpando?

―Sí, fue mi error no avisarle, tampoco imagine que este hombre fuera un ser despreciable, no es mi culpa, pero el que usted haya llegado tarde sí que es su responsabilidad.

―Ya no importa, hablemos de lo que nos compete, ¿por qué estoy aquí?, mi hermano y ese jefe... Kai ―mencionó su nombre con asco―, no me dejan respirar, ni sé cómo estoy aquí, es más, me preocupa que me haya seguido.

―El plan es simple, usted será una bailarina y llamará la atención de Omega, con este hackeo que realice obtendré información. Ese hombre repulsivo es el encargado de mantener incógnito a él objetivo. Sin embargo, ahora tenemos su celular que nos llevará a él. Buscaremos los registro de cámaras borrados donde omega ha estado, con eso sabremos por fin su aspecto y... también la registre como nueva bailarina, su trabajo es llamar su atención y estar a solas con él.

―Entendido, ¿Cuándo es?

―Mañana, me he encargado de buscarle una doble para que la supla con su hermano y guardaespaldas. Ahora ambos nos iremos a un hotel para empezar a planear, tenemos la disposición de algunos soldados y otros agentes, el objetivo es atrapar a Omega sin fallas. Pero antes... Bailemos, debemos fingir que somos una pareja feliz.

―Claro.

Sus manos me guían a la pista y el hombre me toma de la cadera mientras nos dejamos llevar por el ritmo, mi mirada se queda en su pecho para luego observar a los presentes mientras trato de reconocer a algún conocido. Pero entonces mis ojos se conectan con un hombre, ríe mientras tiene a dos mujeres en sus piernas. Mi pecho empieza a comprimirse mientras se empañan mi vista, no puedo ver bien.

Debes controlarte.

Detente.

No sentimientos, recuerda la causa.

Mi hermano, venganza, paz conmigo misma.

―Agente.

―Sí ―trato de que mi voz no suene débil y lo logro.

―¿Pasa algo?

―No.

―Al llegar al hotel mandaremos a su reemplazo, me acaban de informar que el guarda espalda aún está en la puerta.

― ¿Tenemos un plan B? ¿Qué pasa si no logro atraer a omega?

―Conmigo no hay planes de respaldo, siempre son perfectos y en este caso no será la ocasión. Lo hará bien, mañana la arreglarán perfectamente y podrá ganar su atención.

―Qué arrogante, para alguien que ha fracasado en otras misiones no se le ve bien verse tan confiado.

―Para alguien como usted también es raro ver en contra de la Mafia y no a favor.

―Qué está insinuando ―me empino para quedar cerca a su rostro.

―Los lentes que traes no favorecen la mirada de demonio que tienes, no me das miedo ―susurra en mi oído.

―¿Miedo?, es ridículo, prefiero causar dolor o remordimiento, es mejor que la daga te la entierres tú mismo a que lo haga alguien más.

―Metáforas... ¿Así qué buscas información sobre mis demonios?, me anticipe y ya conozco los tuyos.

―¿Si cree que usar a mis progenitores causa dolor en mí?, es un mal Alfa y deberían quitarle el puesto ―aprieto mis labios con rabia, pero entonces me gira y me aprieta pegándome a su pecho

―Te lo advertí, deja de meter tus narices y eludir mis barreras ―un quejido sale de mi boca sin control alguno al sentir lo fuerte que me comprimió de las caderas, al segundo me suelta y me observa analizando mi cuerpo ―¿La lastime?

―No es nada, un golpe que tengo desde hace días, y déjeme decirle que sus barreras no son irrompibles.

Nos desafiamos con la mirada sin ceder, mientras danzamos al ritmo de la música.

―Ya se lo dije y esta es la última advertencia, no se entrometa o no tendré tacto con usted.

Sus manos se posa en mi cintura y me guía a la salida, le sonríe a las personas y se despide de mano con el cretino de hace unos momentos. Un Lamborghini se posa frente a mí, ambos avanzamos y él me abre la puerta para que pueda ingresar: al momento en que se suben las ventanas y se cierra el convertible, empiezo a quitarme la peluca. Noto cómo él se despoja de un bigote y un peluquín.

Mi vista se pierde en aquel hotel, no es lo más decente que hay, de hecho está demasiado espantoso, pero entiendo que es por la situación en la que estamos.

―Entonces, señor y señora Ivanova, ya está su habitación ―dice aquella mujer de aspecto desaliñado: con cejas pintadas de forma distinta y labial rojo en sus labios y un poco en sus dientes.

―Son dos habitaciones ―dice, me fijo en aquellas maletas que trae.

―No hay.

―¿Cuántas camas tiene? ―lleva las manos a su barbilla y la masajea.

―Dos ―dice la mujer que se lima las uñas, qué pésimo servicio.

―La tomo ―él responde.

Le extiende la llave la mujer y empezamos a subir escalones, ni ascensor tiene este hueco, mucho menos botones que nos lleven las maletas. Ni hablaré de servicio a la habitación.

―Lamento que sea una sola habitación, no piense que yo quiero algo.

―Me quedó claro, no soy nada atractiva para usted, recuerde... "Me veía horrorosa con ese vestido de baño" ―él ríe y seguimos subiendo las escaleras ingresando al hueco.


...


Movía el pequeño cuerpo de mi hermano menor, estaba tranquilo y durmiendo, pero yo necesitaba hacerle preguntas, nunca me responden, no sabía si era por ser la menor y la más pequeña o el tema era por ser mujer, él siempre fue el único que me habló con la verdad.

―¡Despierta hermanito! ―abrió sus ojos dejándome ver la oscuridad de su mirada.

―¿Pasa algo?, ¿tienes miedo?

―No, escuche algo y quiero que me expliques, he visto a mamá y papá tenerlo, también a madre con otros hombres pero no entiendo.

―Muéstrame.

Ambos salimos de la habitación y yo lo guiaba hacia el punto, cuando mi hermano vio lo que ocurría quedó asombrado, dándome a entender que no sabía lo que sucedía. Sin embargo, nuestra madre se encontraba teniendo sexo con un hombre que no era padre, en ese entonces no sabíamos lo que pasaba. Ella estaba encima de él, cabalgándolo y dejando salir aquellos sonidos que no entendíamos.

Acontecieron unos minutos mientras mi hermano pensaba y supuse que trataba de deducir el que responder, siempre ha sido muy analítico. Mientras mi madre apuñalaba repetidamente a ese hombre en el pecho con un pequeño cuchillo que se había quitado del cabello, sentí las manos de mi gemelo cubriéndome los ojos y obstruyendo mi visión.

―¡No hermanita!, no veas eso, eso es...

―Asesinato, mama me lo explico: ya no respira más y muere.

―Cuando veas estas escenas debes irte.

―Pero... mi madre me advirtió que si no aprendo, podrían hacerme daño una vez más. Debo ver para aprender, así me llevarán con mis hermanos a sus paseos, yo quiero ser como ellos, no quiero estar sola.

―¿Ya lo viste antes? ―asentí con mi cabeza―. ¿Hace cuánto tiempo?

―Muchos años, la primera vez tenía cuatro años, pero lo otro no lo entiendo, por qué están desnudos y luego los asesina si con padre no hace lo mismo.

La verdad era que vi como mataban a mis cuatro años a mi nana y a los cinco me hizo madre matar a mi nueva nana, lo bueno de todo fue que nunca más me volvieron a obligar a asesinar.

―No sé qué hacen desnudos, lo averiguaré, pero... prométeme que nunca más te quedaras a seguir viendo, tú te irás. Eres un ángel negro perfecto, ¿lo sabes? ―el pelirrojo me llevaba de regreso, ambos tomados de las manos.

―Sí, y pronto seré un ángel puro y blanco ―sonreí y mi hermano besó mi cabeza llegando así a la cama.

Tenía diez años cuando empecé a hacer preguntas, mis hermanos o padres nunca responden. Únicamente mi madre, pero lo hacía de la forma más perversa posible.

Mis ojos se abren y siento el sudor en todo mi cuerpo, inició con las respiraciones lentas y pausadas para regular en mí el golpeteo elevado de mi corazón. Sin embargo, puedo escuchar lo que suena como un puño golpeando algo en la distancia, como si alguien estuviera siendo golpeado o estuviera en curso una pelea.

Al instante me pongo en alerta tomando mi arma que se encuentra debajo de la almohada.

Con sigilo salgo de la pequeña habitación, el sonido no se ha detenido: por consiguiente hago aparición en la pequeña sala notándolo a él, quien tiene unos guantes de lucha y está golpeando la pared. ¿Por qué lo hace?, eso sí que es raro.

―¿Qué está haciendo? ―reacciona por fin notando mi presencia.

―Entreno, ¿la desperté?

―No, pero ese sonido alertará a cualquier huésped.

―No pasará, revise el perímetro y somos los únicos aquí. Además, antes de que pregunte sobre los encargados... ellos estaban muy entretenidos fornicando, vuelva a dormir usted, mañana será un día complicado y espero que de lo mejor.

―Lo haré, pero... usted también debe descansar, la falta de sueño lo hará fallar, señor perfecto.

―No suelo dormir mucho, ya estoy acostumbrado. Deje de llamarme, señor.

―Me ha espantado el sueño, ¿podemos entrenar los dos?, así no tendrá que desquitarse con la pared, ¿no cree? Y le digo, señor, porque no sé su edad y... se ve mayor ―disimulo la risa al ver su ceño fruncido.

―Claro, está usando la manipulación para que le diga mi edad y no funcionara. Y será entretenido derrotarla ―busca, entres su cosa y me extiende otros guantes.

Necesito sacarle información, no me gusta que él conozca todo de mí y yo no sé casi nada.

―Qué le parece un trato, ¿si yo gano me dice su edad?, y si usted gana que lo dudo, veremos qué hacer.

―Es muy confiada.

―siempre, la confianza es algo que no todos carecemos, en mi caso me sobra.

Estoy preparada para atacar primero, y después de golpearlo en la cara, él se acerca y me inmoviliza contra el suelo. Lo empujó después de notar que se había quitado los guantes, pero rápidamente me agarra del brazo y me convierte en una llave inglesa.

―Se supone que es un combate de boxeo; eso es actuar de manera deshonesta.

―¿Cuándo dije eso? ―dice cerca de mi oído al pegarme a él e inmovilizarme.

Le planto un fuerte puñetazo en el rostro volteando su rostro y luego le doy una patada en su pierna haciéndolo caer.

Se levanta para intentar atacarme, pero lo detengo volteándome y dándole una patada en la espalda, haciéndolo inestable. Rápidamente, me quito los guantes. Me agacho y envuelvo con fuerza mis brazos alrededor de su cabeza para hacerlo girar sobre mi espalda, haciéndolo caer. Quiere jugar sucio, pues, con gusto me uno.

―Dígame Karim, ¿De qué parte de Francia es? ―pregunto.

―No le incumbe.

Golpea mi pecho y luego toma mi mano empujando mi cuerpo a la pared, dejando un dolor en mi cadera, en serio necesito revisar el golpe.

―No va a ganarme, no si está herida.

―Ganaré.

Saqué fuerza de donde pude y lo golpeé hasta donde mis brazos me dieron, esquivaba algunos; sin embargo, los que si lograba darle son certeros. Cuando logré tirarlo en el suelo, dejándolo inmóvil mientras estaba encima de él, me ofreció una sonrisa que nunca espere, una de picardía y seductora.

―¡Gané! ―menciono con entusiasmo.

Lo vi mientras me levantaba de su regazo y comenzaba a revisar sus pertenencias, temiendo que pudiera intentar lastimarme, mejor me preparo. Me puse de pie atenta a sus movimientos, no obstante me deja atónita lo que me extiende, una pomada.

―Tengo veinticinco años, y no triunfo, solo permití que ganara.

―¿Es su forma de afrontar sus fallas?, interesante. Si vamos a trabajar juntos y usted no quiere que lo investigue, ¿por qué no me habla de usted?, ¿Acaso oculta algo?

―No tengo padres ni familia, he estado en la agencia desde que tengo dieciséis años, no hay mucho que contar a excepción de las misiones, ¿contenta?

―Si ―miento.

No es cierto, investigue que tiene familia, de hecho un padre, no obstante no hay muchos registros.

Encubre cosas y la agencia lo respalda, la cuestión aquí es: ¿por qué seguridad privada WOFLYNN, protege a este hombre?


.

.

.

.

En que acabara Alfa y Daria, (se vienen cosillas)

Proximo cap, mision ahhhhh, estoy emocionada por ese cap.

Disculpen si me tardo, pero tengo mas historia publicadas y otras que tambien estoy escribiendo y aun no son publicas.

Parte favorita.

Pronto sabran mas sobre Wolfynn, y sobre la madre de ella.

Continue Reading

You'll Also Like

El Penitente By Steven Rojas

Mystery / Thriller

1.6K 158 22
Un grupo de chicos abusa sexualmente de una joven destrozando casi por completo su vida. Uno de ellos se da cuenta del gran error que cometió y en bu...
81K 14.6K 106
Mientras un joven Peter Quill muere lentamente de hambre en una celda de prisión en el barco devastador de Yondu, aparece otra alma y se fusiona con...
29.7K 6.4K 48
Al principio no entendía que estaba pasando conmigo, con las personas a mi alrededor, hasta que entendí que existían más secretos, engaños y mentiras...
163K 14.3K 16
¿Qué harías si el día en que piensas confesar tus sentimientos al hombre que te gusta te enteras de que es gay?, ¿Qué Pasaría si supieras que esa mis...