VIDA NOCTURNA.

De yuriivegaa

5.3K 1.3K 1.9K

No saber si lo que ves es real o un sueño, te hace más complicada la vida. No puedes confiar en cualquiera p... Mais

1. La primera noche de muchas.
2. Mala vestimenta.
3. Egypt
4. Peces.
+1. FELIZ SANT JORDI |EXTRA|
5. Brindis.
6. Nos vemos en Barcelona.
7. Posesión.
9. La pieza del rompecabezas.
10. Cámara secreta pero no de Harry Potter.
11. Los amantes.
12. Sofía Vega.
13. Es Channel.
14. Narra James.
15. Podría ser sangre.
16. Podría ser sangre (II)
17. Frío.
18. Extraña sensación.
19. Blanco yeso.
20. Narra James 2.0
21. La trinidad maldita.
22. Paseo en barco.
23. Delfines.
24. Medium.
25. Paz.
26. A pesar de todo.
27. Medusa
28. Felices 25.
29. La luz de un relámpago.
30. De principio a fin.
31. Feliz 26 cumpleaños.
32.La alternativa a las fresas. [Channel]
33.El destino caprichoso.[Chase]
34. Bombones. [Sofía]
35. No me equivoqué. [Renie]
36.No me fuí aquel día.[James]
37.Pobre criatura.[3 mosqueteros.]
38.Peores que yo están por llegar.[Ana]
39.Desde que renací.[Charlotte.]
40.Esto es solo el principio.[Matthew]

8. Viaje al otro barrio.

175 36 65
De yuriivegaa

Tenía ganas de llegar desde que entré en ese avión, pero ahora tenía ansias. Todo se estaba complicando, ya que al quedarme dormida, como es obvio, no pude darme cuenta en que momento fue que Mat salió del cuerpo de la señora del asiento de al lado.

Desperté con manotazos en los brazos, una mujer histérica y con Mathew riéndose gracias al show que habíamos montado sin querer.

-Que me quites a esta mocosa de encima.- le chillaba la mujer a la azafata.

La chiquilla, no mucho mas mayor que yo, me daba golpecitos en el brazo alternados con zarandeos, intentando así despertarme de mi letargo profundo.

Comprendiendo la situación, me encontraba con un espíritu burlón, una azafata angustiada, una señora de los nervios y yo, despertando en una vorágine de confusión, angustia y somnolencia.

-Disculpe, me debí quedar dormida y como compartí mi manta con usted, talvez me acurruqué por frío.- me disculpo con la mujer deshaciendo el enlace que había hecho con mis brazos en el suyo mientras dormía. Claro, suelo dormir abrazando la almohada, al parecer pensé que sería algo parecido y mullidito.

Ella, al darse cuenta de que tenía mi manta sobre sus piernas, relajó inmediatamente las facciones de la cara sin comprender.

-Gracias por esto.- coge la manta con delicadeza y se la aparta del cuerpo poco a poco. -Ya está, no te preocupes por nada, ya arreglamos nosotras nuestras diferencias.- se dirige ahora a la azafata con una sonrisa ladeada de superioridad.

La muchacha, asiente, me mira preocupada y se va por el pasillo a toda prisa. Antes de entrar en su cabina, mira con pena hacia donde estaba yo sentada.

¿Que habrá pasado mientras estaba durmiendo?.

-Niña tu me has cogido la tarjeta y te has gastado 120$ en comida, ¿No es cierto?.- me mira penetrante con sus ojos negros juzgadores.

-No.- contesto seca sin darle importancia acurrucándome hacia el otro lado de mi asiento.

-¿Y quién ha sido si no, mocosa?.- me agarra del brazo apretándolo con fuerza. Sus dedos estaban amarillos por la presión aplicada en el agarre y sentía los latidos de mi corazón en la palma de la mano.

La vista empezó a hacer de las suyas. Comenzó a oscurecerse todo a mi alrededor, haciendo ver pequeñas lucecitas chispeantes allí donde miraba. Da igual si tenía mis ojos abiertos, o si los mantenía cerrados. Esas graciosas luciérnagas inanimadas hacían que mi cabeza diera vueltas sin comprender nada. Hasta que la oscuridad se apoderó de todo, de mis pensamientos, de mi visión, de mis oídos. Dejé de escuchar, de oler y de ver.

"La negrura del lugar hacía que mi mente divagara por los rincones más raros de mi cabeza, preguntándome que estaba pasando. En mis pensamientos yo aún seguía en el avión, al lado de la señora refunfuñona con olor fuerte al Nenuco rancio y de ropas caras y rosas al completo.

De la nada, mis sentidos vuelven a estar en funcionamiento y poco a poco puedo ir viendo una tenue claridad, pero no estoy en el avión al lado de mi nueva mejor amiga, nótese la ironía.

Me encuentro caminando por pasadizos oscuros, húmedos y calurosos. Llenos de arena y de un raro aroma que se entrelazan de flores de lavanda, junto calcetines sudados de una semana entera.

Toco las paredes y están secas pero calientes, como si estuviese dentro de una hoguera. Como si yo fuese un pequeño pollito dentro de un enorme y calente horno.

Sigo mi camino inconsciente por el pasillo, hasta que llego a un amplio comedor. Sigue siendo caliente y agobiante, pero lo único en lo que se le diferencia del anterior escenario, es el techo alto, las librerías repletas de libros, una silla enorme con una serpiente de color dorado en su cabezal en lo alto de unas escaleras en la parte derecha de la salida del pasillo. La mesa del centro también color dorado y el suelo y las paredes arenosas de piedra, combinan a la perfección.

Caminaba por todos lados como si fuera mi propia casa, como si me conociera todos los pasillos, como si mi cuerpo tuviese vida propia y mi mente no fuese mía, si no de otra persona.

De la nada, freno delante de unos libros y los hago a un lado. En la pared, detrás de unos pergaminos antiguos color café con garabatos que no logro distinguir, hay una caja, la cual cojo y dentro de esta hay un cubilete frío y perfectamente tallado, sin ningún relieve. Lo hago mio con las dos manos y como si fuese mi pan de cada día, las giro en sentidos opuestos como cuando abres una botella de agua.

Al parecer, era el escondite de una especie de pequeña pieza de un puzle antiguo la cual llevaba de nuevo unas inscripciones que estaban fuera de los alcances de mi conocimiento.

Poco a poco, como al principio de todo, la vista se comienza a nublar de nuevo. Primero las lucecitas alocadas y libres tintineando como pequeños bichitos alborotados alrededor de una luz brillante. Seguidas de pequeñas manchas negras por todas partes de mi visión y por ultimo, la negrura absoluta."

Eso es lo ultimo que recuerdo antes de despertarme en una camilla ya en Egipto.

* * *

-Doctor ya está despierta.- dice una mujer que estaba vestida de blanco a mi lado mirando por una pantallita mientras al mismo tiempo alternaba miradas con un portafolios de madera con folios.

Parecía un loquero. Era todo blanco, paredes altas y camillas especiales. Cuando me incorporé y moví un poco el brazo donde tenia una sonda con lo que imagino que es suero, tintineó la luz como si se tratara de una película de terror cuando van a asesinar a alguien para darle emoción al asunto.

-Muy bien, veamos jovencita.- me dice el doctor apuntándome a los ojos con una mini linterna. -Cognitivo, bien. Reflejos.- hace una pausa y se saca del bolsillo un pequeño martillito mientras se acerca más y más a mis piernas. -Bien también.- me da golpecitos leves en las rodillas. Por un momento pensé que me iba a partir las piernas y se haría un caldo de sopa con ellos. No soy exagerada, soy realista. -Sentido del dolor. - al decir eso, mi cuerpo se tensa. Intentando mantener la calma y no armarla, respiro hondo y cierro los ojos cuando siento un pellizco seguido de otro.

-¿Porqué no se pellizca usted el escroto?.- le digo amablemente alzando un poco la voz y acariciando la zona dolorida por el último y más doloroso pellizco.

Estos se ríen y dejan escapar un gran suspiro de, ¿Alivio?.

-Está perfectamente de todo, del habla sobre todo.- le dice la enfermera al doctor y este le contesta con una risita asintiendo.

-¿Sabe por qué está aquí señorita Charlotte?.- me pregunta el doctor mientras la enfermera me palpa las piernas en busca de que se yo que cosa. Niego con la cabeza poco a poco para no arrancarme el oxigeno nasal que va metido por la nariz. -Se desmayó en el avión antes de aterrizar, hicimos el protocolo adecuado para estos casos y cuando estábamos llegando al hospital, empezaste a estar fría, muy fría. Pensábamos que te ibas para el otro barrio, pero al parecer tu corazón es fuerte como una roca.

¿En qué momento perdí el conocimiento?. No recuerdo nada más después de que la señora malhumorada sentada al lado mío en el avión me agarrara fuerte de la muñeca. Lo único que recuerdo es el sueño tan extraño que he tenido. No se si eran las ganas de llegar ya a Egipto las que me jugaron ese sueño, pero era muy vivido, como si se tratara de otra época y yo fuese una especie de faraona o algo por el estilo. Pero bueno, ¿Qué más da ?. Lo importante es que estoy viva, sana y lista para inspeccionar esta nueva tierra. Me esperan grandes hazañas y estoy segura de que las voy a conseguir.

Me parece raro no ver a Math por los alrededores merodeando. ¿Dónde se habrá metido ese chiquillo?.

-¿Cuándo me puedo ir?.- es lo primero que mi boca logra pronunciar al enderezarme en la cama.

-Si quiere, ahora mismo. Le traeremos su ropa. Al haber pasado medio día en observación, decidimos que sería mejor cambiarla para que estuviese más cómoda.- asiento y se acerca a mi para retirarme todos los trastos que me habían puesto. Me cura y me pone una tirita animada de Los Vengadores sobre el sitio de donde había quitado la aguja del suero. Mientras tanto, su ayudante, me traía mi ropa y mis Converse junto con unas toallas. -Mi compañera te dejará eso ahí por si quieres lavarte un poco antes de vestirte.- dice. Cuando este termina, me sonríe y se despide para que pueda vestirme en la cabina privada de al lado, que es una especie de baño.

Cuando salgo de dicho cubículo, tengo mi equipaje de mi viaje en la puerta, que imagino que lo trajeron en la ambulancia también. Salgo cargada con todos los bártulos y después de agradecer al personal y pagar una pequeña tasa por atención médica, salgo de allí agradeciendo al cielo por seguir queriendo aguantarme como humana y no como un fiambre.

-Por fin libre.- suspiro mas para mi misma que para que me oyera la gente y que se pensaran que me tenían retenida en la sección de psiquiatría.

-Por fin te veo peli-roja.- me dice una voz familiar detrás mío. Me giro y veo a Mathew recostado en la pared despreocupado, haciéndose el interesante mirando al frente. -Esperé fuera por respeto a ti, ya sabes que puedo ir y venir sin ser visto, pero soy legal, no he echado el ojo, tranquila.- levanta las manos de forma divertida exculpándose de los delitos que se ha cargado el mismo a su propia espalda.

Me río para mis adentros intentando que los agentes de seguridad que hacían guardia no sospecharan que de verdad se les había escapado una paciente.

-Oye... ¿Que fue lo que me pasó?.- susurro cuando ya estamos lo suficientemente lejos para que nadie pudiese oírme hablar sola. Como se había convertido ya en costumbre.

-Al parecer tu abuela no te contó todo sobre los espíritus.- me dice apenado aminorando el paso. -¿Donde estás yendo?, estoy seguro de que en tu vida has estado aquí y caminas por las calles como si se tratara de tu casa.- se extraña mirándome con la frente fruncida y cruzándose de brazos.

-Sígueme, es por aquí, no se por qué pero lo se. Mi cuerpo quiere ir en esa dirección y así vamos a hacer.- le contesto restándole importancia a las preguntas coherentes que me hace este. -Y no, al parecer no me contó la parte complicada de ver espíritus.-

Llegamos a una esquina en la que sentía dentro de mi que debíamos girar a la izquierda, lo cual era un poco raro, ya que por ese callejón, había un grupito de muchachos con pintas no muy buenas. Si, lo siento, he de admitir que aunque lo odie y lo esté cambiando de mi persona y mi personalidad, muchas veces suelo tender a juzgar a la gente. Lo odio y me odio cuando lo hago, pero no puedo evitarlo.

-En resumidas cuentas. Me estás diciendo que contra mas tiempo pase con un espíritu y la amistad o la unión sea mas fuerte y vaya a más, yo también me iré apagando poco a poco, es decir, que mi cuerpo en forma humana irá debilitándose hasta marcharme contigo. ¿És eso lo que estás intentando que entienda?

Éste asiente mirándome con un deje de pena en su cara. Tal vez mi abuela nunca pensó que me fuese a hacer amiga de un espíritu, por eso no tuvo la preocupación si quiera de contármelo.

Nos habíamos sentado en un muro de piedra un poco apartado después de comprar un helado de esos que son al completo, hielo con saborizante. Antes de subir al apartamento del hotel, quería entender el por qué me había desmayado y al parecer y por lo que me cuenta Mat, era normal en gente que podía comunicarse con el mas allá. Había gente que había sucumbido a la muerte y al pasar demasiado tiempo rodeada de estos seres, se había convertido en uno de ellos. Otros ejemplos menos locos, como los que bloqueaban su don para no morir, o los que fingían no ver nada para no hacerles favores, como disculparse con sus familiares por haberse portado mal cuando estaban con vida, por haberse suicidado y dejarlos solos o simplemente, agradecerles por lo que en vida hicieron por ellos.

-Es decir, que si paso más tiempo contigo, voy a morir.-

-En resumidas cuentas, si. Hay personas que tardan más en tener síntomas, pero tu te adelantaste. Al parecer tu don bloquea espíritus malignos. Alguno se te escapa, pero lo tienes a raya, domesticado-.

-¿Se puede hacer algo para ralentizar ese proceso por el cual no quiero pasar?.-

-No lo se, pero podría preguntar a amigos míos.- dice pensativo mientras juega con sus pies.

-No quiero irme sin averiguar por que te mataron y como.-

-Ni yo, quiero venganza sobre mi hermano. No quiero que se salga con la suya. Te necesito. Además, que me lo paso muy bien contigo, tanto que a veces se me olvida que estoy muerto.- me mira sonriente con un deje de pena en su mirada. Se pone de pie y me extiende una mano como si pudiera yo agárrala.

-Yo también me lo paso super bien contigo, pero me fastidia lo que me ocultó mi abuela. Este tema es realmente complicado, no es como si quisiera comerme una galleta de chocolate y no pudiese hacerlo por que me engordo. Es que si paso mas tiempo a tu lado, me moriré. No es que me apasione mi vida, ni que esté completa, es decir, no tengo novio, mi familia no me habla y están en Los Angeles, Channel está enfadada conmigo... Ahora mismo solo tengo la investigación de tu muerte, mi escritura y tú. Espero que a Channel se le pase rápido el enfado por que no creo que me separe de ti. Por la investigación de tu muerte, claro, no me mires así.- aclaro. -No quiero dejarme asuntos pendientes por si mañana ya no estoy.- me rindo dándome cuenta de que estoy siendo muy negativa y me levanto para ir tirando hacia el hotel.

* * *
-Hola, soy Charlotte Vega, la chica que le llamó el otro día para concertar una cita. La escritora. Me gustaría saber si está libre para hacer ahora la quedada dado que acabo de llegar a Egipto y no me gustaría perder tiempo.- hablo por mi teléfono esperando que me contesten por la otra línea.

-No hablemos  por aquí. Podrían estar vigilándome. Le mandaré la dirección. Esté atenta. - y cuelga.

El investigador que daba pie a que todo el caso de Mathew saliera al fin a la luz o almenos me ayudará a hacerlo,  estaba a punto de concederme una cita.

Quiera o no, mi viaje al lado de este hombre debian terminar.

Y los secretos son como los zombis, nunca mueren del todo.

-                          -                        -                  -

AUNQUE LLEGUE UN PAR DE HORAS TARDE, HE DE DECIR QUE SI TENIA PLANEADO SUBIRSE UN VIERNES. AUNQUE SEAN LAS 00:06 DE LA NOCHE .

NUEVA ACTUALIZACIÓN!!!!

Cómo en esta novela, también actualizaré en la de 'MyBoxingTeacher' por la mañana, cuando salga del trabajo.

Espero que os guste y que sigáis disfrutando capítulo a capítulo tanto como yo al escribirlos.

Dendle a la ⭐ y comenten 🦟 si llegaron hasta aquí.

Gracias!!!!.

-Emma🌸

Continue lendo

Você também vai gostar

427 297 6
Un libro el cual puede cumplir todos tus deseos, pero también puede destruir a la humanidad, Brujos, hombres lobo y Vampiros lucharan por mantener e...
3.1K 206 48
Yo era puro Caos, y tú un insufrible Cosmos. Llegaste para irte, igual que todos, la diferencia es, que a ti, quiero escribirte los versos que no se...
22.3K 493 20
Zona Libre - Autora: Paola Arenas Un día , Mafi encuentra entre sus contactos del CHAT a Peleador.Un tipo poco amigable al principio, pero luego, co...
3.5K 145 16
Informo que está historia va a tener algunos temas sensibles ⚠️ Emma D'Amelio una niña de 15 años que se tendrá que ir a vivir a Royal Wood's porque...