Me senté al lado de David.
- Arranque por favor. - Anunció él. - Hola ___________, ¿lista para las fotos?.
Asentí. - Sí, estoy muy emocionada.
- Me alegro, ¿qué tal con los chicos?. - Preguntó.
Miré hacia el suelo. - Bueno... he tenido un problemilla con Tom.
- ¿Qué problemilla?. - Respondió él.
- Tal vez sea este el problemilla, señor. - Anunció el conductor dándole un periódico a David.
- A ver qué ha hecho el tonto este ahora. - Contestó mientras lo agarraba y lo comenzaba a mirar.
Asomé un poco la mirada hacia el periódico, era el mismo que el que yo había visto el día anterior, Tom escondiéndose entre personas o detrás de árboles o de calles mientras me vigilaba.
- No, no, no, este chico es tonto. - Comentó él quejándose. - Tenéis que dar la imagen de una pareja pero que todavía no ha sido confirmada. Si tú sales con tus amigos y Tom comienza a seguirte da la impresión de que es inseguro o algo así. Además, la prensa siempre se inventa cosas para tener más audiencia, por ejemplo, mira lo que pone aquí "¿Tom sigue a ___________ cuando ella se va con sus amigos porque es inseguro?, ¿o tal vez sean pareja?." la prensa se inventa cualquier mierda con tal de que les compren esta porquería. En fin, no te preocupes ___________ ya hablaré yo con él.
Asentí.
Llegamos al lugar y el conductor paró el coche.
- Mira, hay prensa, recuerda no responder a nada, ya hablo yo por tí. - Comentó David.
Asentí seria y bajamos del coche junto con el guardaespaldas.
Las cámaras se comenzaron a acercar a nosotros corriendo.
- ¿Tom y tú sois una pareja o tenéis algún tipo de relación?.
- ____________, ¿cómo te sientes al saber que Tom te estuvo persiguiendo ayer?
- David, ¿podrías confirmarnos la relación de Tom y ___________?
- Bueno, creo que eso sería algo que tendrían que definir los chicos, ¿no?. - Respondió David caminando rápido y sujetándome de los hombros para llegar lo más rápido posible.
El flash de las cámaras y las personas gritando preguntas unas encima de otras mareaban muchísimo.
Logramos cruzar aquel nido de abejas en el que estábamos metidos y logramos entrar en el lugar.
Ví a Daniel a lo lejos y nos saludamos con la mano. Él estaba haciendo cosas así que no podía acercarse.
Una mujer se acercó a David y a mí. - Acompañadme por favor, el fotógrafo y el estilista están arriba esperándoos.
- Vamos. - Anunció David.
Seguimos a la chica hasta el ascensor y subimos unos cuantos pisos. Cuando llegamos al piso que era salimos y caminamos unos pasos hacia una puerta rosa. Era la única que destacaba entre todas las puertas que había.
Tocamos un par de veces y dos chicos nos abrieron la puerta.
- ¡Hola!, por fin estáis aquí, pasar pasar. - Anunció un chico rubio con un moño en la cabeza.
Entramos al lugar.
- Vale ___________, te voy a explicar un poco lo que vamos a hacer hoy. Te vamos a dar esta ropa interior y detrás de ese biombo te la vas a poner. Luego vas a venir a este sofá y vas a empezar a posar mientras te hacemos fotos, iremos cambiando el decorado pero principalmente será aquí. Tendrás que cambiarte de ropa unas cuantas veces pero intentaremos que sea lo más agradable y llevadero posible, ¿tienes alguna pregunta?. - Comentó el otro chico que tenía los ojos azules y barba, parecía ser el estilista porque estaba colocando una ropa en un perchero mientras que el chico del moño miraba unas cámaras.
Negué con la cabeza. - Todo claro.
- Pues perfecto, toma esto y cámbiate ahí detrás. Por cierto, yo soy Manu y él es Álex. - Respondió Manu mientras me daba una bolsa pequeña.
Agarré la bolsa y me fui detrás del biombo para cambiarme. Me quité la ropa y saque lo que había en la bolsa. Era una ropa muy sexy de color blanco. Me la puse y salí un poco avergonzada de detrás del biombo.
- Ya está. - Anuncié sonriendo un poco incómoda.
- ¡Manu!, dale la bata a la chica. - Gritó Alex.
- Es verdad se me había olvidado perdón. - Respondió el chico agarrando una bata rosa y dándomela.
La agarré y me la puse, era bastante suave y se notaba la buena calidad.
- Ven, ponte aquí. - Anunció Manu señalándome a una silla. - Te voy a poner un poco de maquillaje aunque ya veo que no lo necesitas.
Me reí. - Gracias.
Me comenzó a maquillar y no tardó apenas cinco minutos.
- Lista, tienes muy buena piel que lo sepas. - Comentó Manu recogiendo el maquillaje.
- Gracias. - Respondí sonriendo.
Me levanté y seguí a Manu hasta el sofá que me dijo, un sofá muy bonito y elegante de color blanco.
- ¿Me siento?. - Pregunté.
- Sí por favor, ponte en varias posturas y yo te voy sacando las fotos. - Anunció Álex.
- Vale. - Respondí.
Me subí al sofá y comencé a posar mirando hacia la cámara. A veces apartaba la vista y miraba hacia otro lugar. Colocaba mis manos en diferentes partes de mi cuerpo y del sofá.
- Perfecto, pero qué preciosidad. - Comentó Álex mientras me hacía las fotos. - Qué talento tienes bonita.
Rompí la seriedad que había en mí cara y me reí.
En ese momento me hizo más fotos.
- Estas han quedado preciosas. - Anunció sonriendo.
Después de unos segundos terminó de hacer las fotos.
- Perfecto pues puedes ir a cambiarte. - Respondió.
Asentí y me levanté del sofá. Manu me dio otra bolsa y me fui detrás del biombo para cambiarme.
- Tiene demasiado talento, ¿eh?. - Susurró Álex.
David y Manu lo afirmaron.
Me puse el conjunto color rojo y cuando me lo coloque, salí.
Volví al sofá y Álex se preparó para sacarme las fotos.
Repetimos el mismo proceso de antes, yo posaba cambiando de posturas y el chico me fotografiaba.
Hicimos unos cuántos de cambios de ropa más, color azul, negro y rosa.
- Perfecto preciosa, pues ya hemos terminado, ahora vete a cambiar y toda esta ropa te la puedes quedar. También te vamos a dar unas copias de algunas fotos de los conjuntos por si las quieres ver luego. - Comentó Álex.
Asentí. - Perfecto, gracias. - Me fui detrás del biombo para cambiarme y guarde todos los conjuntos en las bolsas pequeñas. Manu dio una bolsa grande y las metí todas ahí para que sea más cómodo de llevar. Salí de detrás del biombo cuando ya estaba cambiada y me coloque al lado de David.
Alex me quitó el poco maquillaje que tenía y me puso una crema hidratante al terminar.
- Bueno, estas para tí y estas para tí. - Anunció Álex mientras nos daba unos sobres con las fotos a David y a mí.
David las usaba por si las tenía que usar de referencia para otras marcas. Yo las tenía porque quería tener fotos mías.
- Muchas gracias por las fotos, me lo he pasado muy bien y ha sido un placer haberos conocido. - Respondí sonriendo y guardando el sobre de fotos en la bolsa grande que me había dado Manu.
- De nada, el placer ha sido nuestro y espero volver a verte por aquí. - Comentó Manu.
Nos despedimos y nos fuimos.
Bajamos en el ascensor mientras hablamos sobre la sesión de fotos y si me lo había pasado bien.
Llegamos abajo y salimos del ascensor. Caminamos un poco por el lugar y Daniel se me acercó.
Nos saludamos y estuvimos hablando apenas treinta segundos. Nos despedimos y nos dirigimos hacia la puerta.
Antes de salir, David abrió la boca para decirme algo pero le corté. - Que sí, que yo no digo nada ya hablaras tú por mí.
- ¿Tanto lo repito?. - Comentó riéndose por haber dicho lo que él iba a decir.
- Un par de veces. - Respondí riéndome también.
Salimos del lugar y el guardia de seguridad se puso al lado nuestra. La prensa se acercó hacia nosotros y nos continuaron haciéndonos preguntas.
- ____________, ¿qué hacías ahí dentro?.
- Estaba haciéndose unas fotos para Victoria Secret, también se hará fotos para Calvin Klein y para la revista de Vogue. - Anunció David sonriendo mientras caminaba.
- Vaya, parece que puede existir una carrera como modelo, ¿lo cambiarías por la música?.
David me miró indicándome que podía responder a la pregunta.
Miré al periodista que me hizo la pregunta. - La verdad es que no, lo de modelo me lo tomo más como un hobbie pero no es lo que de verdad me apasiona.
- ¿Entonces no abandonarías a la banda por una carrera como modelo?.
Negué con la cabeza mientras seguíamos caminando.
Logramos llegar al coche y entramos. El conductor comenzó a conducir.
David sacó las fotos para que las veamos.
- Han salido muy bien, ¿eh?. - Comentó él.
- Pues sí, la verdad es que sí. - Respondí.
Pasó un rato y llegamos a casa. David y yo salimos del coche y nos dirigimos a la puerta. Tocamos el timbre y Gustav nos abrió.
- Hola, pasar. - Añadió el chico sonriendo.
David y yo entramos y nos dirigimos al salón.
Ahí estaban Tom, Bill y Georg. Entró Gustav después de nosotros.
David saludó a los chicos.
Nos sentamos en el sofá.
- Las fotos han salido genial, ¿queréis verlas?. - Anunció David.
Todos asintieron con rapidez y sonriendo, parecía que tenían muchas ganas de verme en ropa interior.
David sacó las fotos del sobre y comenzó a enseñárselas a los chicos.
Ellos las veían con la boca abierta.
- Uff esta, el rojo te queda. - Anunció Bill soltando aire con la boca, con los ojos cerrados y frunciendo el ceño.
- ¿A ver?. - Respondió Tom, que estaba viendo las fotos en las que salía con el conjunto azul.
Bill giró la foto y se la enseñó a Tom.
- Ahora es mía. - Comentó el chico de rastas agarrando la foto y guardándosela en un bolsillo.
- ¡Hala!, ¡mi foto!. - Reclamó Bill.
- Cuidado con lo que vayas a hacer con esa foto Tom, que nos conocemos. - Respondió David.
Los chicos se rieron.
Siguieron viendo las fotos por un rato largo.
- Bueno, ¿ya no?, qué vergüenza. - Comenté.
- Qué vergüenza no, si enseñar un cuerpo es lo más bonito que puede hacer el ser humano. - Contestó Bill.
- Pobrecita, vamos a guardarlas ya mejor. - Anunció David recogiendo las fotos. - Oye, aquí hay muy pocas. - Se quedaron todos callados. - Devolvermelas venga.
Bill, Gustav y Georg se sacaron las fotos que tenían escondidas y se las devolvieron a David.
Abrí la boca sorprendida.
- Perdón. - Comentaron ellos riéndose.
- Bueno venga, está la comida hecha ya, vamos a comer. - Anunció Bill.
- Yo me tengo que ir a hacer unos recados. - Respondió David.
- Yo voy a volver a mi casa, le quiero enseñar las fotos a mi madre. - Contesté.
- ¿Pero luego vienes no?. - Preguntó Gustav.
- Mmm, sí sí. - Mentí.
- Bueno vale, nosotros vamos a comer. - Respondió Gustav.
Nos despedimos de todos y salimos de la casa.
David se ofreció a llevarme a mi casa y acepté. Llegamos y salí, le agradecí y se fue con el coche.
Toqué la puerta y abrió mí madre unos segundos después.
- Ah tú, qué quieres. - Comentó ella.
- Venía a ver cómo estabas y a enseñarte una cosa. - Respondí.
Me miró de arriba a abajo y se alejó de la puerta. Entré a la casa y cerré la puerta detrás mía.
- Antes de que me enseñes nada me vas a hacer la comida, ya son las tres y media y tengo hambre. - Añadió mi madre.
- No tardo nada en enseñartelo, es solo un segundo. - Respondí sonriendo y acercándome a donde estaba ella sentada.
- ¡Que me hagas la comida primero!. - Gritó ella señalando a la cocina sin mirarme.
- Sí mamá. - Contesté yo. Fui a la cocina y le prepare un arroz con carne y una ensalada. Lo puse todo en un plato y se lo llevé. - Toma. - Lo dejé delante de ella. - ¿Te lo puedo enseñar ya?. - Pregunté.
- Cuando coma y me eche una siesta me lo enseñas.
Me quejé hacia mis adentros. Asentí y me fui a la cocina. Comí mi plato y regresé al salón, mi madre aún no terminaba. Fui al baño y me cepillé los dientes, luego, me dirigí hacia mi habitación para pasar toda la tarde ahí o por lo menos hasta que mi madre se despertase.
Estuve jugando con mis juguetes antiguos u ordenando un poco la basura que había dentro de los cajones.
Agarré mi diario azul y lo guarde en mi bolsillo.
Miré el reloj, las nueve y media, ya era de noche. Bajé.
Mi madre estaba despierta.
- Mamá, ¿ya puedo?.
- Qué pesada la niña, enséñame lo que me quieras enseñar pero que sea rápido. - Respondió enfadada.
Asentí sonriendo y me senté junto a ella con el sobre en mi mano. - El representante de la banda en la que estoy me ha conseguido un puesto de modelo en Victoria Secret y estas son las fotos que me he hecho hoy. - Anuncié sacándolas y dándoselas a ella feliz.
Las comenzó a ver y cada vez ponía una cara de asco más intensa.
- ¿Qué es esto?. - Preguntó enfadada. - ¿Esto sabes quiénes lo hacen?, ¡las putas!. - Respondió dándome un golpe en la cara.
Me salieron lágrimas de inmediato y me toqué con mi mano la parte de la cara que me había pegado.
- ¿Esto era la mierda que querías enseñar?, ¡quiero que te vayas de mi casa!, ¡no te quiero ver más!, ¡puta!. - Anunció dándome un puñetazo en el ojo.
Lo tapé con un nudo en la garganta. Recogí las fotos con una mano y las guardé en el sobre con rapidez. Me levanté del sofá y antes de salir por la puerta agarré las gafas que me había encontrado en la cocina. Salí de la casa con las gafas puestas a pesar de que era de noche. Caminé llorando hacia la casa y abrí con las llaves muy despacio.
Me limpié las lágrimas y caminé hacia el salón con las gafas puestas. - Ya estoy aquí. - Comenté intentando que no me temblara la voz.
- ¿Y esas gafas?. - Anunció Bill.
- ¿Eh?, ah, nada es que me las he encontrado en mi casa. - Respondí.
- ¿Estás bien?. - Preguntó Georg.
- Sí. - Tragué saliva intentando no llorar. - Sí estoy bien. Me voy a ir al jardín trasero un rato, quiero despejarme.
Los chicos asintieron.
Me fui al jardín y cerré la puerta. Caminé y me dirigí a la piscina, me senté delante de ella cruzando las piernas y contemplando el agua. Solté aire por la boca.
Pasó un rato, probablemente unos veinte minutos.
Noté cómo alguien se sentaba a mi lado. Giré mi vista, era Tom.
Suspiré y me levanté.
- No espera, siéntate un momento por favor. - Anunció agarrándome la mano.
Giré los ojos y me senté de nuevo.
- ¿Podemos hablar?.
Levanté los hombros.
- Bueno __________, quiero que sepas que no te seguí porque no confiase en tí, sino porque tenía miedo de que el chico ese te hiciera algo. Tú y Bill, a parte de Gustav y Georg, sois las únicas personas que me conocéis de verdad, y sois las únicas personas en las que confiaría mi vida si es necesario. Créeme por favor, confío en tí más de lo que piensas, en serio. - Puso su mano encima de las mías mientas sonreía.
Le miré.
- ¿Por qué tienes las gafas?, es de noche. - Preguntó el chico.
- Es que... me gustan mucho. - Respondí sujetándomelas.
- ¿Sabes que no te creo?. - Anunció él.
- ¿Otra vez desconfiando de mí?. - Giré mi cabeza.
- No no, solo es que actúas raro. - Respondió.
Encogí los hombros.
Sentí el zumbido de una abeja al lado de mi oído. Moví mi cabeza y mis manos alrededor de mi cara para espantarla. Las gafas se me cayeron.
Miré a Tom un segundo y cuando me acordé del moratón que tenía en el ojo, me lo tapé con la mano y agarré las gafas para ponérmelas.
Me las puse y me quedé mirando hacia abajo.
- ¿Puedo preguntar que qué tenías ahí?. - Comentó él.
Negué con la cabeza.
- No, sí, claro que sí. - Respondió. Sujetó mi cara y me la giró mirando hacia él. Me quitó las gafas y me miró el ojo. Se sorprendió y frunció el ceño.
Aparté mi cara y me preparé para levantarme. - Me tengo que ir. - Respondí.
- No, tú te quedas aquí. - Agarró mi muñeca y me sentó delante de él. Agaché mi cabeza. - ¿Qué te ha pasado?.
- Me he dado un golpe sin querer. - Respondí.
- Mjm sí, ¿me vas a decir lo que te ha pasado o me vas a seguir mintiendo?.
Le miré con los ojos llorosos.
- Oye oye, ¿qué te pasa?, ¿estás bien?. - Preguntó el chico preocupado.
Una lágrima corrió por mi mejilla.
Tom puso una mano por detrás de mí cabeza y la otra mano en mi espalda atrayéndome hacia él para abrazarme.
Rompí en llanto, no podía contenerme más la angustia que tenía dentro.
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Holaaa mis amores, espero que os guste este capítulo, perdón por tardar tanto pero cuando llevaba la mitad del capítulo se me eliminó de repente y lo tuve que reescribir de nuevo 💞 gracias por leer 💖