—¿que es lo que quieres Margaret? ¿Llevarme a la cárcel? Claramente eso no es. ¿Si tienes pruebas con las cuales incriminarme porque no empiezas un proceso judicial en mi contra? Pero no te interesa encarcelarme ¿cierto? Quieres algo más que eso—
La mirada de ella cambió y en cambio le otorgó una sonrisa y espetó
—siempre tan acertando mi querido Maxwell—
—puedes llamarme por mi nombre no te lo prohíbo al final seremos socios ¿no?—
Margaret hizo sonidos de ardilla y negó con su dedo mientras lo miraba fijamente
—nunca dije que quería ser tú socia todo lo contrario no puedo ser la socia de alguien que intentó matar a mi hijo—
—yo no mande a matar a tu hijo— negó
—son tus sicarios y lo sabes muy bien conmigo no quieras fingir conozco de lo que eres capaz, ahora quiero saber porque hiciste algo como eso ¿no es a ti quien le conviene tener a bruno a sus pies? ¿que mi hijo se despose de tu hija no sería un bien mayor para tu familia y tu apellido?—
Se reclinó en su silla y cruzo sus piernas le hizo una seña a un camarero y este rápidamente llegó hasta él
—sírveme el mejor whisky que haya en este lugar—
—entendido señor—
Unos minutos después de que el whisky halla sido servido tomó un trago largo y haciéndose el desentendido le hizo una pregunta a Margaret
—¿por qué crees que me conviene estar del lado de los giordanos? ¿Acaso no será a tu hijo el que le conviene estar entre mi familia ¿cuál es el punto de todo esto?—
—oh Maxwell Maxwell, tienes idea que no me importa ensuciarme las manos de sangre con tal de conseguir lo que quiero así como te las llenaste tú con la de mi hijo, que no te confunda mi hermoso rostro pero te daré varias oportunidades así que tú solito vas a decidir—
—me da un poco de risa creer que lograrás inculparme en algo. No tienes pruebas que avalen nada ¿dos matones en serio? ¿Crees que eso sería suficiente para incriminarme en el atentado a tu hijo? Tengo gente, relaciones y mucho dinero todo un monopolio a mi disposición, tendrías que esforzarte más Margaret ¿crees que me asusta que te llenes las manos de sangre? tú no tienes idea de cuantas veces yo me las he llenado; malos tratos, deudas sin pagar, juegos sucios, mentirosos, intento de desfalco. ¿Recuerdas aquella vez el empresario que apareció dentro de su vehículo con un disparo en su cabeza? Las noticias hicieron tanto eco de eso, me quiso jugar sucio así que la culpa lo hizo pegarse un tiro en las cien suena cruel jajajaja así que por favor trata de asustarme un poco más—
Margaret tenía una sonrisa de oreja a oreja pero nada de lo que él le contó le haría cambiar de opinión acerca de lo que ella quería ni siquiera la inmutó bien se sabe que nadie sube limpio
—Suena muy conmovedor créeme me dan hasta ganas de llorar tus historias de terrorismo ¡wow! He quedado sorprendida pero me importa una mierda! ahora te dire lo siguiente; tú preciada y única hija, hermosa toda una diosa está en mis manos la tengo comiendo de mi palma por el simple hecho de que quiere casarse con mi hijo y estoy dispuesta a unir nuestros apellidos por un bien mayor, ¿que pensaría la pequeña violeta si se llegara a enterar que su papi intentó matar al amor de su vida?—
—no te atrevas a decirle una mentira así a mi hija—
—tú no estás en condiciones de reclamar y sabes muy bien que nada de lo que digo es mentira así que guarda silencio porque apenas empiezo—
Sonrió y tomó un trago de vino viendo como la cara de él empezaba a cambiar a medida que le hablaba de su hija.
—ahora, si quieres que violeta viva o mejor dicho si tú familia quiere seguir siendo de alto valor para la sociedad y reconocidos como una familia impecable como hasta el momento, harás lo que yo te digo tengo fotos incluyendo videos de tu preciada princesa revolcándose con Tom, tienes idea de lo terrible que sería un artículo donde tu hija salga como una mujerzuela que se acosto con el mejor amigo de su novio y esa fue la verdadera razón por la cual terminaron, seria terrible caer tan bajo, mi hijo quedaría como la víctima y toda la atención seria para él mientras ella estará las sombras por ser la vergüenza de su familia—
El trago grueso está mujer era un enemigo terrible no tenía idea de quién era realmente esa mujer pero lo estaba descubriendo
—Entonces ahí saldrá a la luz el intento de homicidio contra mi hijo y yo con lágrimas en los ojos diría "intento matar a mi hijo porque no quiso casarse con su hija ya que ella lo había engañado" entonces cómo ya están en el ojo publico como una familia sin valor empezarían las investigaciones y descubrirían cosas, tú querrás comprar a muchos pero poco a poco tú fortuna se irá perdiendo y yo seguiré junto a mi hijo siendo la víctima dando entrevistas y dejándote mal parado no sé si vas entendiendo—
El desabrochó una poco su corbata y se tomó todo el whisky llamó nuevamente al mesero y pido la botella completa no habló pero Margaret seguía jugando con la cabeza de él volvió a tomar su teléfono y puso un video donde se escuchaban los gemidos de una mujer gritando el nombre de Tom pero no se lo mostró
—¡basta maldita sea!—
Golpeó la mesa sin hacer ruido y miró para ambos lados
—borra ese asqueroso video no tienes derecho a jugar con la dignidad de mi hija así...—
—calla por favor tú hija no tiene dignidad solo dinero ahora escúchame muy bien tengo otros métodos más fáciles alguien podría darle un susto a tu hija y mandarla al hospital con un brazo abaleado y yo iría al hospital con cara de dolor falsa te abrazaría fingiendo dolor mientras me burlo en tu espalda porque yo fui quien lo provocó y tú sabrás que fui yo pero te tocara fingir que no sabes mientras la cabeza te carcome lentamente sabiendo quien fue el responsable y no puedes decir nada porque el responsable vas a ser tú mismo—
Chasqueó con la lengua y suspiró antes de hablar pero ella lo interrumpió nuevamente
—si sabes que cuando una verdad se descubre las otras se van destapando poco a poco porque la gente querrá saber más y más y a ti no te conviene para nada que el FBI quiera investigar a fondo sobre ti y tu fortuna que puedo apostar a que no ha sido para nada limpia. Yo podría mover muchas piezas que están a mi favor para destruirte Maxwell solo ponme aprueba y verás de lo que soy capaz.—
La seguridad con la que le hablaba lo hizo flaquear sudo frío y recorrió un escalofrío por su columna Margaret tenía a su hija en su poder y eso era un punto a su favor
—jajajaja, vaya— siseo con sorpresa —tú eres la razón por la cual basilio se ha hecho rico me hubiese gustado una mujer como tú con esas agallas como las tienes, bien puestas retar a alguien como yo es de valientes— se hacia el fuerte pero Margaret sabía que lo tenía como quería.
—lo sé, todos quisieran una mujer como yo, soy perfecta pero no me interesa un hombre como tú mi marido es manipulable sin embargo tú eres un pobre infeliz que manipula a su mujer y puedo apostar a que le eres infiel con quien sabe cuántas mujeres más—
—dime Margaret Giordano ¿Que es lo que realmente quieres?—
—simple, el 70 por siento de tus bienes los pondrás a nombre de tu hija—
—¿que?—
—lo que acabas de oír quieres librarte de mi haz lo que te digo—
Tomó su cartera y se levantó de la mesa
—y más vale que lo hagas antes de la boda de mi hijo y tú hija y sin más nada que agregar por el momento pasa feliz resto de la noche tengo que ir al hospital por tu culpa—
Se marchó con calma dejándolo histérico y de muy mal humor
—maldita infeliz, si pongo todo a nombre de mi hija eso significaría que bruno tendría acceso a mis acciones y a mis empresas y eso es lo que busca esa maldita perra destruirme.