No podía creer todo lo que estaba pasando, mi cabeza no asimilaba este momento, todo era mucho para mi, no entendía como mi vida había cambiado tanto, esta no era la vida de una adolescente normal, todo adolescente normal se preocupa por su peso, su ropa, sus amigos, las notas, si tiene o no pareja, la vida de un adolescente normal en si ya es complica, pero es que la mía lo es más aun, y ni yo misma se lo que esta pasando, todo pasa tan rápido, todo esto esta pasando tan rápido.
-Bueno vasta ya de tanta charla, aquí ya se a acabado todo Samel.- Dijo el hombre que parecía el jefe de todo esto.
El hombre saco una pistola, una M16 parecía, aun que no estaba muy segura, pero si era así estaba segura de que iba a morir, las pistolas M16 son las más letales y las más seguras, con una sola bala deja a una persona muerta en cuestión de milésimas de segundos, es mas, no hace falta el arma para matar a una persona, con la bala la puedes matar, lanzas la bala en linea recta, y la persona muere desangrada.
¿Y desde cuando se yo esto? Enserio creo que si no muero hoy, voy a volverme loca, por que esto es mucho para mi.
Oí un disparo que callo justo en el estomago de mi hermano, el cual callo al suelo sin rodeos, yo solo veía como la sangre salia de su estomago, y el suelo se empezaba a poner rojizo, las lagrimas empezaron a caer de mi como el día en que me dijeron que murió, si antes no estaba muerto, ahora tenia claro que si, que el había muerto, había vivido la muerte de mi hermano ya dos veces, lo malo es que la segunda lo vi morir yo.
- Y ahora mi querida Samel es tu turno.- No sabía que hacían los demás mientras todo esto estaba pasando, yo solo podía mirar a ese hombre, vi como le quitaba el seguro al arma y me apuntaba a mi con la pistola, cerré los ojos con fuerza, y entonces oí como apretaba el gatillo y la bala iba hacia mi, todo era como si estuviese pasando a cámara lenta, lo sentía todo, escuche un grito lejano provenir de Rayden, y en ese mismo instante sentí como la bala dio contacto con mi cabeza.
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