— Si te soy sincero, no creo que sea para tanto, no es como que sea claustrofóbico o algo por el estilo— Josh sonrió nervioso.
— Estar encerrado en un ascensor no parece tan cool ahora, ¿verdad?— dijo el chico que estaba con nosotros.
— Yo nunca tomo el ascensor, es horrible, se siente como si tus órganos se reacomodaran— respondió Josh temblando del miedo.
— Pues aún no me cuentan la historia del por qué terminaron aquí— dijo.
— Bueno— hablé—, así inicia la anécdota...
*** FLASHBACK ***
— Hoy es el día— dijo Sonny emocionada.
— Se ve tan linda cuando está feliz— susurré.
— Shhh, te va a escuchar— dijo Josh.
— No importa— hable con voz baja—, que el mundo entero sepa lo que siento por Sonny Gomez.
— Pues ve y díselo, te reto— Josh jugó con sus cejas.
— Bien— me levanté y me acerqué a ella—. Sonny, debo decirte algo.
Sonny no dijo nada, solo se me quedó viendo esperando a que yo hablara. Tragué saliva nervioso. Ella sonreía, mostrándome sus lindos hoyuelos que se formaban en sus mejillas. Sus ojos me atravesaban con la mirada, y yo me sentía vulnerable ahí, expuesto, de que ella viera en mi alma y supiera lo que siento.
— Tengo que decirte que no escuché lo que dijiste porque Josh me estaba molestando, ¿puedes repetir?— sonreí nervioso.
— Covarde— susurró Joshua.
— Claro, hoy hay 4x1 en los helados de Freezing, por lo que habrá mucha fila, y tenemos que llegar temprano. ¡Es perfecto! Porque somos cuatro, y solo pagamos uno— Sonny sonrió.
— Yo opino que Josh pague— dijo Tori.
— Habló la privilegiada del grupo— Josh la fulminó con la mirada.
— Nos iremos juntos de aquí— dijo Sonny—. Tomaremos el metro y...
— ¿El metro? A mis papás no les gusta que ande en metro— dije.
— ¿Lo harías por mí?— Sonny me miró con sus ojos bonitos y miradita de cachorro.
— No puedo— dije.
***
— "No puedo", dijiste— mencionó Josh en tono burlesco—. Yo te veo muy campante aquí sentado en el metro de Nueva York.
— ¿No viste cómo me miró? No pude resistirme a esos ojos— me defendí.
— Si yo te mirara así, estoy seguro que obtendría mangos— se quejó Josh.
— Ay Josh, sabes que siempre estoy para ti— le sonreí.
— Tu sonrisa no te va a ayudar hoy— miró enojado hacia un lado y yo borré mi sonrisa.
***
— No puede ser, la fila es inmensa— dijo Sonny.
Llegamos a la hora que teníamos programada, pero ya estaba una cola enorme en el centro comercial. NYC UP Mall siempre está lleno.
— Vamos a pasar hasta mañana, si es que alcanzamos helado antes de que se acaben— dijo Tori, desalentada.
— Atención clientes— habló una empleada por la bocina—. La promoción 4x1 sólo aplica a estudiantes que presenten su credencial escolar.
Al decir eso, mucha gente se quejó y se fue frustrada de la fila, dejando a muy pocas personas formadas.
— Wow, esos son milagros— dijo Tori asombrada.
— ¡Estamos a nada de pasar!— dije emocionado.
— Miren quienes están aquí— dijo Damon, el bravucón de la escuela—, Nerd Munroe y sus achichincles.
— ¡Hey, Niall es mi achichincle, no al revés!— exclamó Josh— Sin ofender, amigo.
— Déjalo— dije.
En eso, Damon, se metió a la fila, justo frente a mí, que era el que iba enfrente de mis amigos.
— ¡Hey, no hagas eso!— exclamó Sonny.
— ¿O qué?— se burló Damon.
Rápido Niall, haz algo, debes de mostrarle a Sonny que eres una persona valiente que se sabe valer por sí mismo.
— Lo pagarás— le dije a Niall. Mis amigos y él se quedaron callados. Josh se dio una facepalm.
— Niall, me das ternura, lo acepto, queriendo ser alguien en la vida— Damon me revolvió el cabello y se dio la vuelta para que lo atendieran.
— Al menos no te voló la nariz— dijo Josh.
— Creo que el helado lo soluciona todo— sonreí. Me di la vuelta y ya era nuestro turno de ordenar.
— Hola— le sonreí a la empleada—, quisiera cuatro helados, uno de chocolate, uno de pistache, uno de mango y uno de... uno de...
Me quedé pensando en qué debía ordenar para Sonny. Me giré para preguntarle pero me percaté de que ya no estaban las chicas en la fila formadas, sino de que estaban ya sentadas en una mesa.
— No sé que pedirle a Sonny.
— Pregúntale Niller, no tengo que resolverte todo— Josh rodó los ojos.
— ¡Oye Sonny, ¿de qué sabor quieres?!— le grité.
— ¡Sorpréndeme, confío en ti!— me respondió.
Abrí los ojos como platos y forcé una sonrisa. ¿Confía en mí? Por Dios, ahora debo de pensar meticulosamente en una elección de sabor de helado que pueda complacer el paladar de Sonny, lo cuál denotará lo mucho o poco que la conozco, y eso dirá mucho de mí, lo cuál puede demostrar qué tan interesado estoy en ella, y si elijo un sabor que no le guste, la decepcionaré y puede que arruine el día que tanto ha estado esperando y eso provocaría que...
— Pide de fresa— dijo Josh.
— ¿Qué?
— Te conozco, estás armando un lío en tu cabeza, pide de fresa. Confía en mí.
— Y uno de fresa, por favor— le dije a la empleada, algo dudoso.
— En seguida— nos sonrió.
— ¿Estás seguro de esto?— pregunté nervioso.
— Tu mejor amigo debe ayudarte a conquistar a la chica de tus sueños— Josh me sonrió—, pero no seré tu casamentero.
Esperé a que nos despacharan y ya cuando nos dieron los helados, pagué la oferta del 4x1. Caminamos justo hacia donde las chicas estaban sentadas, con la nieve de Sonny en mi mano. Estaba un poco nervioso de el sabor que había elegido para ella, con duda de si le gustaría.
Mientras caminábamos, sentí que el piso estaba algo mojado porque mis zapatos rechinaron, y fue cuando Josh y yo perdimos el equilibrio y caímos al suelo, pero no nos golpeamos duro porque algo amortiguó nuestra caída. O más bien, alguien.
— ¡¡TE VOY A M4T4R, MUNROE!!
Damon gritó con furia, Joshua y yo habíamos embarrado los conos de helado por toda su ropa. Nos paramos y nos pusimos a correr, mientras intentábamos agarrar equilibrio por lo resbaloso del suelo. Josh y yo salimos corriendo de la tienda, mientras que Damon nos perseguía.
— ¡¡VENGAN ACÁ, GALLINAS!!— gritó con furia.
— ¡No podremos perderlo corriendo— dije agitado—, es muy rápido para mí!
— ¡Hay que separarnos!— dijo Josh.
— ¡No, no me dejes solo!— dije mientras corríamos— ¡Tomemos el ascensor!
— ¡No, Niall, no quiero entrar ahí!
— ¡Vamos, es la única salida!
Tomé a Josh de su muñeca y corriendo, lo jalé hacia el ascensor, el cual recién iba saliendo una mujer de este. Aprovechamos a entrar y a presionar los botones para cerrar la puerta.
— Cierra, cierra, cierra...
— ¡Alto ahí, Munroe!— gritó Damon quien corría hacia nosotros.
Las puertas del elevador se cerraron y Damon no alcanzó a entrar. Solté un suspiro de alivio.
— Hola— habló una persona que estaba en el elevador.
Josh y yo nos exaltamos al escuchar su voz, de lo asustado que estábamos no nos habíamos percatado que alguien más estaba en el ascensor. Era un conserje del centro comercial.
— Hola— respondí, aún intentando recuperar el aliento.
— ¿Quieren ver un truco de magia?— dijo el chico.
— No gracias, no tenemos tiempo, por si no lo notaste, estamos huyendo de alguien— dijo Josh sonriendo.
— ¿No tienen tiempo?
El chico chasquea sus dedos y se escucha un rechinado horrible, aunado a un temblor por parte del ascensor.
— Ahora lo tienen— sonrió.
— ¿Qué hiciste?— dijo Josh.
— Un mago nunca revela sus secretos— sonrió juguetón—. Bueno, en realidad esta chatarra se atora mucho cuando pasa por este piso, sólo fue cosa de timing.
— ¿O sea que nos quedamos atorados en el elevador?— habló Josh, con la voz un poco temblorosa.
— Sí, no tardarán en sacarnos, ¡pero vean el lado positivo! Podré mostrarles un truco— sonrió—. ¿Quieren que les lea las cartas del tarot?
— Yo paso— contesté—. Oye, tu rostro me es muy familiar, ¿te he visto en algún lado?
— Sí, me estás viendo justo ahorita, en este elevador.
— ¡Ya sé, eres el sujeto que vende salchichas en la estación del metro!
— ¿Gary? Pero él es un señor... asiático— dijo Josh.
— No, la estación que tomamos cerca de la escuela.
— Ese era mi antiguo yo, pero ya no más, ahora soy... ¡Marknífico!— el conserje hace manos de jazz.
— Mira esos tatuajes, ¿no tienes que cubrírtelos?
— En este trabajo no me piden hacerlo— él levantó sus dedos pulgares y sonrió—. Entonces, ¿quieren que les lea las cartas?— insistió.
— No gracias, no somos creyen...— Josh es interrumpido por el chico.
— Veo que tienes algo muy bien guardado, un secreto profundo— decía mientras jugaba con sus cartas—, y él— me señala a mí— está involucrado.
— ¿Y de qué trata?— pregunté, curioso.
— Es sobre un sentimiento que no te ha confesado...
Volteé a ver y vi como Josh abrió los ojos como platos.
— Y es que, ¡no quería entrar aquí contigo!— exclamó Marknífico.
— ¿Por qué Josh?
— Permíteme aclarar tus dudas— respondió el chico—. La razón es que... ¡tiene miedo a los ascensores!— él hizo manos de jazz.
— ¿Eso es verdad, Joshua? Nunca me habías dicho nada al respecto, creí que siempre bajábamos por las escaleras eléctricas porque era divertido.
— ¿Divertido? Ay claro, sí, por supuesto, pfff, no inventes— dijo en un tono sarcástico—. Si te soy sincero, no creo que sea para tanto, no es como que sea claustrofóbico o algo por el estilo...
*** FIN FLASHBACK ***
— Y básicamente esa fue la razón— me quedo callado unos momentos, recapitulando lo que había dicho—. Oye, ahora que lo recuerdo, ya te habíamos dicho que estábamos huyendo de alguien.
— Todo fue por conveniencia del guión— Marknífico guiñó un ojo.
— Conveniencia del guión... ¿de qué estás hablando?— fruncí el ceño.
— ¡Agh! ¿Cuánto llevamos aquí?— dijo Josh desesperado.
— Como cinco minutos— contesté.
— Pues se sienten como seis— bufó.
En eso, el elevador comenzó a hacer un estruendo raro y comenzó a temblar de nuevo, de una manera un tanto brusca. Todos nos aferramos a las paredes y Josh apretaba sus ojos con fuerza.
— Señor Bigotes, al fin me reuniré contigo— dijo Marknífico mirando hacia el techo.
— ¡Niall, si vamos a morir ahora, debo de confesarte algo!— dijo Joshua con desesperación— Yo...
Mi amigo no termina de hablar porque las puertas del ascensor de abren, y así vamos la luz entrar al lugar. En la puerta estaba un bombero que había venido a sacarnos.
— ¿Están todos bien?— preguntó el bombero.
— Al fin iba ver al señor Bigotes, pero ahora tendré que esperar más, gracias— dijo el conserje enojado y se salió del elevador—. Suerte con Damon. Ah, y por cierto, sé lo que le hiciste a Glotón, Joshua. No tienes corazón— dijo volteando a vernos.
— ¿Cómo se supone que sabes eso?— dijo Josh anonadado.
— Soy Marknífico, lo sé todo— sonrió y se fue.
— ¡¡Munroe!!— Damon gritó mientras se acercaba al elevador.
— Oiga, señor bombero, ¿le importaría si nos vuelve a encerrar?— sonreí nervioso.
***
— A todo esto, ¿qué era lo que me ibas a confesar?— pregunté curioso por lo que había dicho en el elevador.
— Ah, eso— Josh se rascó la nuca—. Lo que pasa es que, el helado de fresa para Sonny, en realidad era para mí— sonrió nervioso—. Pensaba quitártelo antes de que se lo dieras.
— ¡Se supone me debes de ayudar! No ponerme piedras en el camino— me quejé.
Josh alborotó mi cabello y sonrió.
— Sabes que siempre puedes contar conmigo— me miró a los ojos—. Pero es que habías pedido sabores que no me gustaban— se rió.
— No puede ser Joshua— reí con él.