Hiromi
[ Desde que llegué a esta ciudad Kazuki y Rei- Kun me brindaron su ayuda y tranquilidad, me enseñaron que la familia y los lazos sanguíneos no importan, si no que cada quien elige a su familia.
Claramente tome las decisiones equivocadas que orillaron a esta feliz pareja dirigirse a un abismo.
Debo admitir que lo hice por envidia, tenía envidia de como eran una familia feliz, eran la familia que nunca tuve y jamás tendré.
Aunque nunca la tuvieron fácil eran felices, recuerdo que cuando decidieron tener hijos no la tuvieron fácil, el cuerpo de Rei- Kun rechazaba la gestación, recuerdo que paso por más de cinco abortos, incluso pensaron el rendirse y pensar en la posibilidad de adoptar.
Pero fue en ese entonces que un milagro sucedió, Rei-Kun por fin lo había logrado, logro quedar embarazado, así fue como la pequeña Miri llego a la familia.
Para mí fue algo lindo, pero a la vez doloroso pues si felicidad crecía, para una chica insegura y con poco autoestima fui callendo en la idealización de kazuki, poco a poco me enamore de él y aunque siempre supe que no me correspondía mis sentimientos eran fuertes.
Poco a poco kazuki cedió y por meses estuvimos juntos, aunque claro no era el único en mi vida, kazuki nunca quiso renunciar a su familia por lo que yo nunca fui su prioridad así que por eso buscaba compañía cunado el se iba, siendo así que quede embarazada.
Pero al ser abandonada por el padre de mi hijo, me aferre a la idea de formar una familia y por eso me aferre a él y arruine su matrimonio.
Aunque no fue para bien, me hice dependiente a él, aunque él me hizo volar tan alto y al final me hizo caer, yo realmente me veía con él pero no fue así, el siempre regresaba con Rei-Kun dejándome de lado.
Al final me interno en un hospital psiquiátrico, ahí me ayudaron a sanar mis problemas de abandono, mis inseguridades y todo lo mal en mi, claro que aún no termino, solo solicite mi salida y aunque no estaban seguros Kazuki voto porque era lo correcto.
Y ahora aquí estoy, en mi casa, tratando de llevar bien embarazo, así como notando como mi inseguridad realmente causo problemas, Rei no ha perdonado a kazuki y ahora este está en su peor momento ya que perdieron a los gemelos que rei esperaba.
Se que soy la culpable de todo, es por eso que estaré aquí, seré su soporte y trataré de que esa feliz familia se reúna nuevamente.]
Para kazuki perder a sus hijos fue un golpe doloroso, pero lo que más le dolía era el que rei no le contará sobre su enfermedad y sobre la posibilidad de que ese fuera el final.
Era cierto que desde que no conoció el pelinegro no era del todo sano, pero jamás se espero eso.
-. ¿Cuánto tiempo estarás así? - hablaba Hiromi señalando al rubio que solo se ahogaba en el alcohol.
Kazuki solo rodó los ojos estaba fastidiado de los reclamos, solo quería tener un momento de paz y tranquilidad pero no le era posible -. Que te importa - respondió con simpleza.
La mujer no tolero el verlo así y se acercó tomándole de la camisa -. Ya me tienes hasta, tu no eres así kazuki!!! -
-. Oye..-
No pudo terminar de hablar cuando sin darse cuenta había recibido una bofetada pro parte de la chica -. ¿En que momento te volviste patético?, ¿Dónde está el hombre que siempre tiene todo bajo control?, ¿El que no le teme a perderlo todo? -
El rubio solo se quedó en silencio mientras sentía como en sus mejillas resbalaban las lágrimas de Hiromi -. Ve y lucha por ellos, deja de ser tan idiota y patético -
Soltandole y dejándolo de rodillas en el suelo ella se dirigió a la puerta -. Cuando regrese no te quiero ver aquí - dijo cerrando la puerta.
Mientras lo hacía solo se dedicó a caminar, el viento movia su cabello castaño así como hacia que las lágrimas de sus ojos se perdieran con facilidad "Odio está vida" eran sus pensamientos.
Mientras tanto, kazuki seguía en el suelo, realmente se sentía patético, los recuerdos de si familia, su primer y único amor no le dejaban en paz, las lágrimas salieron de sus ojos así como las leves risitas -. ¿Cómo caí tan bajo? - dijo mientras se ponía de pie y tomaba sus cosas para salir en busca de rei.
Kazuki regreso a casa de Rei, estaba algo asombrado pues las luces estaban apagadas lo cual era raro ya que Rei siempre las dejaba así para que el pidiera estar un rato con Miri.
Después de pasar más allá de la entrada pudo sentir como había un ambiente muy pesado y deprimente por lo que sabía perfectamente que algo no estaba bien, camino hasta la mesa en dónde se topo con una carta la cual no tardó en tomar y leer.
[Hola Kazuki
Bueno si lees esto ya debes de haber llegado de la casa de Hiromi y etas confundido.
La verdad es que realmente estás semanas me di cuenta de algo, no puedes obligar a nadie estar contigo y mucho menos usando a los hijos.
Te regalo tu libertad, nuestro compromiso se rompió tiempo atrás, he decidido irme de tu vida muy lejos de ti, la verdad solo nos hicimos daño por no saber cómo hablar entre nosotros pero no podemos vivir en la costumbre y en el miedo.
Por Miri no te preocupes, las vas a ver tenlo por seguro, el día que quieras verla házmelo saber con Matsu o Kyutaro ellos sabrán dónde estaré y jamás te lo dirán.
En ese momento ellos te llevarán a un lugar medio para que la veas, mientras sea pequeña yo decidiré por ella, si crece y ella quiere estar contigo pues no intervendre, pero tú y yo jamás volveremos.
Es cierto que eres importante para mi y te seguiré amando, pues eres el amor de mi vida pero... El miedo pudo más que nosotros
Cuídate, come y se feliz ^_^]
Las lágrimas salieron de sus ojos, Kazuki solo empezó a titubear y a temblar, su actitud termino por alejarlo de sus dos personas más importantes.
Sin pensarlo salió inmediatamente hacía la casa de Matsu donde se topo que este estaba con Kyutaro, sin pensarlo tomo a Matsu tratando de obtener respuestas a la fuerza.
- Aunque me golpeés jamás te lo diré - hablo Matsu un poco fastidiado pero lleno de golpes.
Las manos temblorosas de Kazuki se aferraban a su camisa mientras su rostro estaba mostrando inferioridad, - Me Importa una mierda, habla ahora - advirtió más molesto.
La risa de Matsu solo mostraba sarcasmo mientras por dentro solo quería que su hermano fuera feliz nuevamente - Acaso eres sordo, no lo haré - respondió
Kazuki aflojo su agarre - Lo necesito, se que fue mi error pero lo necesito, los necesito - las lágrimas se hicieron presentes en el rostro de Kazuki mientras su voz se quebraba casa vez más
Matsu solo rodó los ojos algo irritado - Y a mi que... -
Kyutaro inteveno y los separó fuertemente mirando de rojo a Matsu para evitar una distracción y este golpeara al rubio - Parece que tendré que intevernir... Kazuki yo te llevo - dijo poniendose algo risueño.
- ¿Eh? -
- No me fastidies, sabes que Rei no lo aceptará - grito Matsu molesto sabiendo las intenciones del castaño.
Kyutaro se enderezo y acomodo su ropa para mirar de forma amenazante - Bueno, Rei ya no es mi amigo... kazuki si lo es - dijo mintiendo a todo lo que podía.
- ¿Tu sabes dónde está? - cuestionó kazuki preocupado pero contento
- Si, vamos - respondió
Matsu suspiro cubriendo su rostro y recordando a su hermano infeliz ante esta horrible situación, - Solo.. solo dejalos solo cuando lo encuentre -
- Si! - comento kyutaro subiendo al auto de Sanzu
Después de alrededor de 4 horas de camino, llegaron a una isla con un pueblo muy tranquilo, gracias a las indicaciones de una carta de Rei lograron llegar a la casa donde se encontraba Rei, un amigo del Omega fue a recibirlos de cierto modo estaba molesto pero no era alguien para comentar sobre eso, después de varios minutos Kazuki pudo entrar mientras Matsu y Kyutaro esperaban afuera.
- ¿Porque lo ayudaste? - Comento molesto Matsu
Kyutaro río - Porque jamás lo ví así de asustado, cuando se trata de Rei cambia totalmente, es mejor que ellos lo resuelvan frente a frente -
- Bueno, tiene un buen punto - respondió Matsu viendo la increíble vista del mar
Mientras tanto, Kazuki entro a la casa, solo noto como todo estaba muy ordenado y limpio, claro no era de esperarse, un paciente de lupus debía estar en las mejores condiciones de higiene, mientras llegaba a la entrada de una habitación cerrada una pequeña mano lo detuvo -. No, si quieres entras debes lavarte primero -
Al girarse noto a la pequeña Miri -. Miri, amor - dijo abrazándola fuertemente
-. Papá! - respondió la mejor correspondiendo el abrazo.