Golpeé el lápiz una y otra vez con el cuaderno, con algo de ansiedad en el cuerpo. Obligo a mi mente a idear un plan para acercarme al equipo de football y hacerles una propuesta, pero mi mente se encuentra en blanco y ninguna idea buena llega a mi cerebro.
Solté todo el aire que tenían mis pulmones, y me dejé caer al mueble con cierta frustración encima.
De pronto, el timbre de mi departamento sonó indicando que alguien espera por mi del lado de afuera. Me puse de pie para acercarme a la puerta y abrir de la misma sin preguntar quien era, pues ya suponía quien esperaba por mi.
Y allí estaba July algo impaciente con una mueca que muestra confusión, pero al verme su expresión cambió, y una sonrisa de alivio apareció en su rostro.
-¡Si, es aquí! Pensé que me había equivocado-. Soltó un ligero suspiro para saludarme luego con un pequeño abrazo.
Me reí ligeramente y dejé espacio para que entrara al departamento, así lo hizo, y cerré la puerta enseguida detrás de mi.
-Si, es aquí-. La seguí y me lancé al mueble donde estaba hace unos minutos.-Bienvenida-. Tomé un cojín y lo puse en mis piernas y luego sobre el mismo, coloqué el cuaderno.
Observé a July, quien detalla el departamento discretamente, seguramente viendo que tan grande es.
-¿Has pensado algo?-. Preguntó July aún de pie al darse cuenta que la estaba viendo.
-¿Qué haces de pie? Sientate- solté una pequeña risa.
Sonrió tímida y se sentó en uno de los muebles delante de mi.
-¿En serio quieres jugar football americano? Digo, es que... no tienes cara de chica que le gustan esos deportes rudos-. Insistió escondiéndose de hombros para luego dejarlos caer suavemente.
-No quiero sonar grosera, pero... estoy cansada de oír lo mismo. ¿Quién dice que las chicas somos débiles?-. Pregunté tratando de mantener la calma.- Y le probaré a Justin que todos podemos jugar-. Golpeé la palma de mi mano izquierda con un puño formado en la mano derecha.
-Bien bien. No lo repetiré más. Pensemos que proponerle a Justin-. Suspiró.
•Al día siguiente.•
6:30AM
Caminar al instituto no es para lindo, y menos con todos los libros que llevo encima para colocarlos en mi nuevo casillero. La verdad no disfruto del aire fresco de la ciudad de New York, al contrario, parezco hacer ejercicio con todo esto encima.
Pero tengo la esperanza de que algún día llegaré. Tengo entendido que el bus escolar no trabajará hasta la semana que viene porque está en mantenimiento.
Unos 20 minutos después ya estaba en la entrada del instituto, algunas gotas de sudor resbalan por mi frente, quizás porque en ningún me detuve. Suspiré y sin pensarlo dos veces pasé recto entre todos los estudiantes que me rodean, mientras ellos susurraban algo y me miraban.
Junté mis cejas e ignoré el hecho de hayan estado hablando de mi, y me propuse a buscar mi casillero restandole importancia.
Caminaba por los pasillos cuando choqué con alguien estando distraída; como de costumbre, tumbando así mis libros al suelo.
-Lo siento-. Me disculpé en voz baja sin molestarme en ver a la persona y me agaché a recoger las cosas.
Mi humor no era el mejor el día de hoy.
-Fue mi culpa-. Escuché una voz masculina.
Elevé la mirada para ver a la persona y me encontré con unos grandes ojos observando los míos.
-La distraída soy yo-. Susurré sin molestarme en mover mi cuerpo, pues había quedado algo hipnotizada antes aquella mirada tan profunda que tiene el chico delante de mi.
Una corta sonrisa se asomó sobre la comisura de sus labios, y bajó su mirada al suelo mientras lame sus labios. También la bajé al reaccionar y terminé de recoger mis cosas. Me puse de pie y arreglé todo en mis brazos como estaba antes de que cayera.
-¿Te ayudo a llevar las cosas a tu casillero?-. Se ofreció el chico.
-No, gracias, puedo sola-. Sonreí cortamente para intentar seguir mi camino.
-No acepto un no como respuesta. Así que vamos-. Me sonrió tomando un par de libros de mis brazos y se dio media vuelta para caminar lejos de mi.
-Es por aquí-. Le informé mientras suelto una pequeña risa. Se volteó y me sonrió algo avergonzado.
-Ya lo sabía-. Contestó para seguirme.
Rápido llegamos al dichoso sitio y guardé mis cosas con su ayuda.
-Soy Maxwell. ¿Y tu?-. Se presentó en cuando cerré la puerta de mi casillero.
-Soy Kelly-. Sonreí de lado.
-Un placer, Kelly-. Extendió su mano y yo la tomé.- Soy nuevo.
-Pensé que era la única inscrita en el segundo período escolar-. Fruncí el ceño.-Y bueno... mejor voy a clases de ciencias-. Suspiré pesadamente.
-Para tu suerte, también me toca ciencias. Así que te acompañaré al aula 13-. Comentó con una leve sonrisa.
-Entonces vamos-. Comencé a caminar sin esperar mucho.
El me sonrió con mucha ternura y no esperó nada para seguirme y caminar juntos por los pasillos, hasta que llegamos al aula correspondiente y pasamos rápido buscando un asiento disponible para cada uno.
-Buenos días-. Dijimos en unísono Max y yo.
-Buenos días, alumnos, tomen asiento-. Contestó la profesora.
Encontré a July sentada en el medio de salón. Me acerqué a ella sin pensarlo y le sonreí en forma de saludo.
-¡Hola!-. Me senté a su lado, ya que por suerte había un asiento disponible.
-¿Y ese amigo?-. Susurró lanzándole una pequeña mirada a Max.- Es nuevo y muy lindo-. Lo miró con una sonrisa ladeada y detallando cada lado de su cuerpo.
Me giré a verlo y también comencé a detallarlo.
Es más alto que yo, tiene una gran espalda y se ve que hace ejercicio, sus músculos están algo marcados, no grandes pero si notables y se le ven bien. Su cabello es castaño claro y sus lindos ojos. Se puso de pie para pedir algo y pude ver sus glúteos apretables. Pero que guapo...
Alguien me chasqueo los dedos haciéndome caer en la realidad.
-¿¡Kelly!? Cometelo ... Creo que ya casi era tuyo con esa mirada-. Se rió July.
Bajé la mirada soltando una pequeña risa ante la vergonzosa situación.
-No inventes-. Cambié la mirada a la pizarra.
2 horas más tarde.
-¿Ya sabes que le vas a proponer al capitán del equipo?-. Preguntó July.
-Creo que si. Le voy a proponer un juego entre él y yo. Si gano yo, entro al equipo. Y si gana él ... También entro al equipo-. Respondí con la mirada totalmente perdida en un punto fijo de la pared.
July se rió ante lo que he dicho, quizás creyó que era un juego.
-No creo que acepte tu propuesta. Si gana él... pues...-. Se quedó callada pensando el negocio correcto.
-Podría darme una oportunidad-. Observé a July que aún piensa.-Bien, okay, no ingreso en ese momento pero sabe que no me daré por vencida-. Le resté importancia.
-¡Si! Podría ser-. Me miró rápidamente.-Vamos, aprovechemos que están en entrenamiento-. Sonrió July.
Asentí lento y sin quejarme la seguí al campo de Football.
Camino al campo nos encontramos al guapo de Maxwell apoyado de un casillero con el celular en la mano seguramente enviando un mensaje. Me detuve y me paré a su lado sin comentar nada. Elevó su mirada algo confundido, pero al verme solo sonrió.
-Hola-. Me saludó con su sonrisa encantadora.
-Hola.- Sonreí igual.
-¿A dónde van?.- preguntó viendo el desespero de July quien se encuentra detrás de mi.
-Al campo de football americano. Le haré una propuesta al mariscal de campo para ingresar al equipo-. Le respondí algo feliz.
-¿Tu?¿Kelly?¿Jugar football americano?
Me reí ante su reacción.
-Si, ¿que cosas no?-. Me crucé de brazos.
-¿Nos vamos ya?-. Habló July.-Nos vemos ahora-. Dijo ella por mi y tomó mi brazo para salir prácticamente corriendo.
Me despedí de Maxwell con la mano y miré a July quien no para de caminar rápido.
-¡Calmate!-. Exclamé riendo.
Finalmente llegamos al campo y nos detuvimos del lado de afuera para mirar el entrenamiento del equipo en el campo.
-Jop. Jop-. Se escuchaba de sus partes. Le hice señas a July para que nos sentaramos en una de las bancas vacías, bueno, en verdad todas las bancas están vacías.
Me entendió y me siguió hasta las mismas. Pasamos por los vestidores y llegamos hasta ellas y sentarnos a esperar a que terminen para acercarme a ellos.
•34 min después.•
-¿Entrenan todo el día?-. Alargué las palabras deseando escuchar el silbato del entrenador. Mi brazo derecho se encuentra sobre mis ojos para taparlo del molesto sol.
-Creo que terminaron-. Respondió July parándose con algo esperanza.
También me senté de golpe y miré a aquellos chicos riendo mientras se pasaban el balón. Hasta que el supuesto Justin, le hizo señas al equipo de que regresaba en unos minutos y corrió fuera del campo.
Todos se quedaron ahí aún jugando con el balón. Y un poco más allá, divisé al entrenador hablando por celular bastante entretenido.
-Este es mi momento-. Sonreí con satisfacción.
Miré a July para elevar mis pulgares y bajé de las bancas tratando de llegar a los vestidores, por donde desapareció Justin.
Al entrar corriendo, Justin entró en mi campo de visión poniendo su camisa. Retrocedí enseguida, y me di media vuelta con intenciones de salir y esperarlo afuera. Pero al parecer me sintió entrar a los vestidores.
-Hey-. Tomó mi atención. Cerré mis ojos con fuerza y apreté mis manos en forma de puño.
-¿Ya estás vestido?-. Pregunté.
-Claro. ¿Qué haces aquí?-. Fue al grano. Suspiré y me volteé a él para quedar cara a cara.
-Eres Justin, ¿no?-. Él asintió.- Si bueno. Soy Kelly. Ayer no me presenté como debía. Bien... eh... Quiero hacerte una propuesta, ya que quiero entrar al equipo y...
-No-. Me interrumpió negándose a la idea de tener una chica en el equipo, y me pasó por un lado simplemente empujándome.
Suspiré hondo para no perder los estribos, no quiero caer en el error de sobre pasarme, por lo menos no hoy.
-Es por ti-. Susurré para mi. Y tomé su hombro para voltearlo nuevamente hacia mi.- No me has dejado hablar aún. ¿Por qué no hacemos un juego sólo tú y yo? Si ganas tú, no ingreso al equipo. Y si gano yo. Me das una oportunidad-. Le ofrecí enseguida.
-Ya dije no-. Se mantuvo firme.
-¿Porqué todos los hombres son así? Tan superficiales rechazando lo que una chica puede lograr sin ayuda de nadie. "Oh las niñas no juegan. Son muy débiles. Esto no es para ti. Ve a la peluquería en vez de un campo de fútbol. Estás equivocada"-. Traté de imitar de forma grosera las respuestas de los hombres al una chica decir que jugará.-¡Basta!¡Paren de juzgar hasta donde puede llegar un chica!
Justin se giró aburrido sin hacerme caso en los absoluto, la verdad estaba comenzando a perder los estribos con este chico y su actitud. Y para el colmo él estaba dispuesto a salir dejándome sola, hasta que volví a hablar.
-¿O tienes miedo a que una chica te gane en el campo y quedes como una niñita débil? Gallina... Porque siquiera intentas a ver. Gallina-. Lo desafié.
Se detuvo, y se giró a verme con el ceño fruncido, y se acercó a mi rápidamente quedando a escasos centímetros de mi rostro.
-Está bien, señorita desafiante. Acepto. Mañana a las 4:00pm aquí. Y no lo olvides, si gano, despidete de esa tonta idea de entrar al equipo.
-Aún así, creo que debes saber que NUNCA me doy por vencida. La verdad que deberíamos hablar un poco más de mi personalidad-. Le respondí.- Pero está bien. Si quizás no llego a ganar. Que no lo se porque no soy vidente, no me dejarás entrar. Pero algo si debes tener en claro Justin. No me daré por vencida-. Le remarqué las últimas palabras para alejarme de él.
-Entiendo. Igual ten en cuenta que será la segunda opción-. Dicho esto si se dio media vuelta y desapareció de mi vista.
Suspiré he hice un movimiento con mis brazos algo emocionada.
Salí de los vestidores y visualicé a July hablando con Maxwell. Sonreí y me acerqué a ellos.
-Listo-. Informé.
-¿Cómo te fue?-. July me miró con algo de curiosidad.
-Al final aceptó porque le dije gallina-. Me reí.
-Ay Kelly-. July mordió su labio ligeramente mostrando nerviosismo.- Lo has desafiado... Ten cuidado cuando juegues con él. No lo conoces-. Comentó algo preocupada.
-Espera. ¿Es verdad lo de entrar al equipo?-. Max interrumpió lo que estaba a punto de decir.
-Si-. Sonreí.
-Vaya vaya... Una chica que quiere jugar al fútbol americano. Yo era capitán en el otro instituto donde estuve, si deseas puedo ayudarte a entrenar-. me ofreció.
-No juegues con mis sentimientos-. Lo miré a los ojos.
-No juego-. Rió.- Me cambié porque mis padres se mudaron para New York por otro tipo de razones-. Rascó su nuca.-Amo ese deporte-. Me sonrió con algo de tristeza.-Sin importar qué.
Algo no estaba bien, pero decidí no hacerle mente a ello.
-Genial. Plan en marcha señor Maxwell-. Le sonreí.
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NOTA:
Sé que es el comienzo, y somos pocos, pero pronto seremos muchos 😍
•Capítulo corregido•