Había olvidado lo que se sentía ser la novia del super estrella de futbol americano. Todas las chicas quieren ser como tú, y todos los chicos quieren contigo, aunque, no se acerquen y no lo digan por temor a Patric me doy cuenta por como me miran.
Mi relación con Patric comenzó apenas hace seis meses, para ese entonces yo comenzaba a llamar la atención, cursaba el segundo semestre de preparatoria y había dejado atrás esos feos anteojos. La relación que mantiene mi padre con Jennifer ha ayudado para que yo me vuelva mas femenina. Suplimos los feos anteojos por lentes de contacto, mejoramos mi corte de cabello y ademas, remplazamos casi todo mi armario. Tres simples cambios que han hecho que cambie mi vida. Según Jennifer yo soy demasiado bella, solo que mi armario, mis gafas y mi cabello no ayudaban a resaltarlo. Tal vez tenia razón, pues a partir de ese momento deje de ser invisible para los ojos de Patric y para todos los demás.
Es el segundo día de clases y yo ya siento la presión del semestre entero, la señorita Laurent nuestra tutora ya me ha elegido como jefa de grupo y como representante del alumnado. La verdad es que comienzo a dudar si su elección se debe a que soy la chica mas popular o por mis notas. Aunque pensándolo bien, si es por mis notas, es extraño, pues estas han bajado considerablemente desde que soy... conocida. Tengo que aceptar que esto de ser popular no se lleva bien con las buenas notas.
—Señorita Coleman ¿está usted de acuerdo? —dice la señorita Laurent —. Señorita Coleman...
Parpadeo confusa.
—¡Ah!... Si. Lo siento.
—No lo sienta señorita. Le pregunto ¿qué si esta de acuerdo?
—Si —digo recuperando la cordura.
—Pues, bien. Ya tenemos jefa de grupo y representante del alumnado.
Después de un par de clases me dirijo a la cafetería. El lugar que reúne a todos los chicos y chicas del instituto. Por un lado están los raros; qué son literalmente las personas más extrañas del instituto, comúnmente no suelen sacar buenas notas y son a los que les hacen bullying. Después están los ñoños; que son los que suelen sacar buenas notas y que viven literalmente para estudiar, a ese grupo pertenecía yo apenas hace seis meses. Después están los análogos; qué son todos aquellos que son iguales, son estudiantes que van y vienen sin llamar la atención, a este grupo pertenece la gran mayoría. Después están los sport; que son todos los jóvenes que practican algún deporte, pueden ser porristas, jugadores de fútbol, voleibol, basquetbol, rugby, etc. Después están los músicos; que como su nombre lo dice, son todos aquellos que tocan o practican algún instrumento. Después están los relax; son aquellos jóvenes que viven entre el tabaco, las drogas y el alcohol, comúnmente estos suelen ser los más expulsados. Y por ultimo, están los populares; que son literalmente los chicos y chicas mas populares del instituto, en este grupo suele haber diferentes singularidades, es decir, pueden ser deportistas, músicos, modelos o simplemente personas bonitas. A este grupo es al que perezco desde que salgo con Patric.
—¡Hey bebe! —dice Patric al verme llegar.
Patric ademas de ser super estrella del equipo de futbol americano también es rey del baile.
Cada año el instituto organiza un evento de bienvenida. En este evento existe una premiación que se hace a las múltiples nominaciones del evento. Una de ellas es el rey del baile. Patric es el último ganador de esta nominación.
—Hola Patric —respondo al tiempo que le doy un beso.
—¡Hola amiga! ¿Donde te habías metido? —pregunta Kim al tiempo que se levanta y me da un abrazo.
Kim es la afroamericana mas bella del instituto y mi mejor amiga desde hace seis meses.
—Estaba en clase...
—Me encanta tu estilo amiga, te ves ¡hermosa! —interrumpe Jeffrey.
Jeffrey es el chico más cool y mas a la moda de toda la escuela.
—Gracias —respondo sonrojándome mientras tomo asiento.
—Y bien, ¿qué evento organizaremos esta semana? —pregunta Brad dirigiéndose al grupo.
Brad es el chico mas guapo y rico del instituto, si no fuera por Patric estoy segura que él seria el rey, lamentablemente o afortunadamente el estatus que te da ser un deportista en la preparatoria es mucho mas grande que el estatus que te da la belleza o el dinero.
—¿Ya vieron a los chicos nuevos? —pregunta Kim apuntando a un par de ellos que van ingresando a la cafetería.
—Mi hermano acaba de entrar, creo que será un buen elemento para el equipo —dice Steven dirigiéndose a Patric.
Por alguna extraña razón, jamas podemos tener una conversación completa, siempre hablan todos a la vez y se interrumpen los unos a los otros con situaciones efímeras. Desconozco si solo yo noto aquella rareza.
—¡Les hablo! —grita Brad para acaparar la atención —¿Organizaremos la fiesta esta semana?
—Si —responde Jeffrey.
—Hagamos algo espectacular, algo grande, algo que sea recordado por la eternidad —dice Patric.
Brad y los demás chicos acostumbraban organizar dos fiestas por semestre. Una para celebrar el inicio del ciclo y otra para la culminación.
—Si, algo que mezcle la bienvenida con la diferenciación —dice Brad.
—¿Bienvenida con diferenciación? —pregunto ensimismada.
No entiendo lo que quiere decir.
—Si, me gusta —dice Jeffrey.
Antes de conocerlos me parecían un tanto... idiotas. Bueno, la verdad es que me siguen pareciendo de la misma forma. Solo que ahora que los conozco mejor, me doy cuenta de que su comportamiento es creado por un sistema de defensa que los protege contra las personas. En pocas palabras no les gusta verse vulnerables ante los demás, por eso es que se comportan como unos idiotas.
—Si. Imaginen —dice Brad —. Una fiesta espectacular en mi casa. Llena de luces, buena música, gente fina como nosotros y ademas, mucha diversión de todo tipo. Ahí podríamos hacer la novatada —toma un poco de aire y luego continua: —. Invitamos a todos...
—¿A todos? —interrumpe Bethany con cara de asombro.
Eso si que es raro, la mayoría de las fiestas a las que vamos son muy exclusivas. Solo va gente... ¿como decirlo? como nosotros.
—Si. A todos. Inclusive a los raros. Los dejaremos que se cuelen en nuestro mundo, los haremos participes de nuestra vida, los integraremos y les haremos creer que pueden ser parte de nuestro grupo...
—¿Qué?... —intento entender.
—Y después de un rato... —continua Brad —. ¡Pum! Marcamos la diferencia, entre ellos y nosotros.
No estoy entendiendo.
—¿Y cómo se supone que haremos eso? —pregunto desconcertada.
—Marcaremos una zona vip a la que solo nosotros tendremos acceso.
Cuando pregunte que: ¿como se supone que haremos eso? No me refería al "¿Como?" literal. Sino mas bien al hecho de que esa idea es descabellada, grotesca y horrorosa. ¿Cómo es posible que un ser humano trate de esa forma a otro ser humano?
—Imaginen —continua Brad —. Una fiesta vip dentro de otra fiesta vip, un lugar exclusivo solo para unos cuantos. Un lugar en el que haya de todos los placeres: musica, tabaco, drogas y alcohol. Un lugar que estará al alcance de todos —esboza una risita siniestra —pero, no por mucho. Después de la hora marcada los guarros sacaran a todas las personas que no cuenten con su pase vip. Piénsenlo... —hace una pausa —se quedara lo mejor de lo mejor.
«Lo mejor de lo mejor ¿es enserio? ¿qué le pasa a este tipo? ¿esta idiota o qué?» pienso en mis adentros.
—¡Wow! es fantástico —dice Patric dando un pequeño brinco de la emoción.
—¡Genial!—responden Kim y Bethany al mismo tiempo.
—¡Me encanta! —resopla Jeffrey.
«¡No puede ser, esto es una locura!» pienso al tiempo que me pongo de pie.
—¿A dónde vas bebe? —pregunta Patric.
—Ahora vuelvo —tomo mis cosas y salgo de la cafetería.
Todos están tan emocionados con su estúpido plan que ni mi novio ni mi amiga hacen por seguirme.
«Por hoy es suficiente» me digo a mí misma.
No quiero seguir escuchando planes que denigren a otros.