[⚰️]
muchos meses después
( 2022 )
Fridaigy, el Rabo de Gato más noble
《 ✿ ══ • ⋅◈⋅ • ══ • ● • ══ • ⋆★》
Desperté y lo primero que observé es que estaba encerrada en una pequeña jaula hecha de vidrio. Maullé como pude y traté de pedir ayuda, traté de pedir que me sacarán de allí, pero era inútil, pues nadie estaba allí para escuchar mis gritos de ayuda. Me oculté en mis piernas y comencé a llorar.
Estaba muy triste, pues creía que, como aquel otro lugar, nunca saldría de allí, y me quedaría en ese lugar por el resto de mis días.
La puerta se deslizó, dejando ver una figura que hizo que comenzará a llorar más fuerte. Lloré de felicidad y ladré para que se acercara hacía mí.
Era él, había vuelto.
—¡Fridaigy! ¡Te extrañé muchísimo!
Aullé bien en alto y me aproxime al cristal para rasguñarlo con fuerza.
—Ow, ¿Tú también me extrañaste?
Ladré y embestí el cristal, lastimándome levemente.
—¡Oh, Fridaigy! Te vas a hacer daño. No quiero que lo vuelvas a hacer.
Lloré de tristeza y traté de hacerle entender que quería salir.
—Quieres...
—¡¡Salir!!
Me miró, entristecido, y volteo la mirada, tratando de evitar la mía.
—¡R-ray...!
—Fridaigy, s-sabes que no puedes salir...
—¡¡P-por favor sácame de aquí!!
Lloré lo más fuerte que pude, me coloqué en posición fetal y traté de ocultarme, él era mi única esperanza, y se negaba a sacarme de aquel lugar de pesadilla.
—Ellos... ellos volverán a lastimarme... no quiero que me lastimen otra vez.
—Fridaigy... es por tu bien...
—N-no sé si me estás diciendo la verdad.
Tocó con su mano con el cristal, y la dejó deslizarse, denotaba mucha pena por mí. Dejó que terminara de llorar y se sentó a mi lado, siendo solo divididos por el cristal que me apresaba.
—Ellos... ellos me inyectan cosas... y me colocan algo en los dientes que duele mucho...
—Ellos, están intentando saber a qué cosas eres resistente... y el aparato que te colocan en tus dientes, es para succionar tu veneno... necesitan saber para qué puede ser útil.
No muy convencida con lo que me acababa de decir, me retraje en mis piernas y hombros, y me oculté de Ray. Él suspiró y me realizó una cálida y dulce sonrisa que trataba de calmar mi miedo y mi tristeza.
—Tengo algo para ti.
Entonces de la ranura donde me entregaban comida me extendió un plato que hizo que dejara de llorar al momento. Él sabía cómo hacerme feliz en tan solo un pequeño instante.
Maullé totalmente contenta cuando observé los restos de rata que se esparcían dichosamente por todo el plato. Me puse en cuatro patas y me lancé hacía el plato de comida, devorándomelo entero en tan solo unos instantes. Cuando terminé, tenía la boca llena de comida, y Ray se rio tiernamente al verme así, introdujo su mano en la ranura y con una servilleta me limpio la boca con especial cuidado. Yo sonreí y dejé que lo hiciera, ronroneando. Amaba cuando él me hacía eso.
—Eres solo una niña... No deberían de tratarse como si fueras un bicho raro...
—Nunca me lograrán adiestrar...
Él se paralizó al escuchar eso, y sacó su mano, suspirando de forma agitada. Sabía por qué había actuado así a consecuencia. Me paseé por el pequeño compartimento y lancé la personal pregunta.
—¿A ti te adiestraron igual que como lo quieren hacer conmigo?
Él calló, más, sin embargo, al ver cómo me asentía, pude saber que él ya había pasado por la misma situación en la que yo estaba.
—¿Y...? ¿...y así te trataron de mal?
Se dejó caer al suelo, y se llevó la mano a la boca, ansioso, observando para abajo y tratando de procesarlo todo.
—E-es más fácil si obedeces, Fridaigy... por favor, obedéceles... y así verás como todo terminará...
Una lágrima pequeña salió uno de sus ojos, para escurrirse en su mejilla y caer así de su barbilla. Se llevó la mano al ojo y se limpió rápidamente los restos de la lágrima. Pude notar que su respiración estaba entrecortada y preocupada.
Me puse de rodillas y traté de evitar seguirme sintiendo mal, él me sonrió y se acercó suavemente.
—Tengo otra cosa para ti, y esta es de parte de tía Aura.
Reí al oír sus palabras, si para él Aura era mi tía... entonces Ray era...
Dejo caer su regalo, sostuve el hermoso muñeco de trapo, un conejo blanco y muy bonito, de sonrisa amigable y ojitos chistosos. Lo admiré un rato, sin saber qué decir... lo llevé a mi pecho y sentí mis lágrimas volverse a escurrirse por mis mejillas.
—¿F-fridai-?
—S-sácame de aquí, papá... por favor...
Soltó una exclamación y retrocedió unos pasos, cayéndose de espalda con el suelo. Me vio con una expresión aterrada de no saber qué decir.
Vi como trataba de entender lo que yo le había acabado de decir. Al procesarlo, me sonrió tímidamente, y se acercó hasta mi vidrio para poner su mano en él. Yo hice lo mismo, y ambos estábamos de la mano, juntos.
—Haré lo que sea para sacarte de aquí.
Introdujo su mano en la ranura y me acarició suavemente, yo ronroneé y me reí tímidamente mientras aún no dejaba de llorar.
—Mi pequeña...
La puerta volvió a abrirse, y de ella entró un extraño sujeto. Ray se alarmó y se levantó inmediatamente de donde se encontraba. Me realizó unas señas y entonces me lancé al suelo para fingir estar dormida. Ya lo habíamos hecho antes y ahora existía un protocolo que solo nosotros dos sabíamos.
Miré a mi pequeño peluche, y sonreí de forma amena.
—Te llamaré Wolobis —Susurré, para después darle un pequeño beso en su frente.
—Caballero Ray, ¿Qué hace usted aquí? Se supone que debería estar vigilando el cuadrante no. 1 junto con Aura.
—¡S-señor Tormenta Cerebral...! ¡Y-yo...!
—Profesor Tormenta Cerebral para ti, si fueras tan amable. Por favor podrías volver a tu puesto y reincorporarte, llevaremos a cabo los experimentos de hoy con el espécimen #6.
—¿Habla de Fridaigy? ¿Qué tipos de experimentos realizarán ésta vez?
—Ejem... siento decirle que eso no es de su incumbencia, Ray. El espécimen "Fridaigy" es aún un proyecto confidencial que necesita tiempo para hacerse público. Necesito que sepa de esto el menor número de personas posible. Espero que comprenda.
Volteó a verme, lo noté por el rabillo del ojo, me dio una sonrisa que expresaba "Todo saldrá bien". Volteó de vuelta hacía el zombi y trató de convencerlo de nuevo.
—Por favor, no la vaya a lastimar.
El profesor tosió un par de veces, y luego se aclaró la garganta, un poco avergonzado e indignado.
—Tratamos en lo posible de no dañar al espécimen, Ray. Pero tiene que entender que es algo inevitable.
Él bajó su mirada. Noté la expresión enfadada tanto suya como del Profesor Tormenta Cerebral.
—Le he especificado que no se escabulla a esta sala solo para hablar con el sujeto de pruebas. Está cometiendo un grave error al encariñarse con ella, señor Ray, Está nublando su juicio por completo. Estoy muy decepcionado, por no decir asqueado con su actitud.
Solo mantuvo la mirada en bajo. Al parecer, su propio honor no era suficiente razón como para confrontarlo.
—Retírese, por favor, las pruebas comenzarán pronto, y no necesitaremos público presente.
Volteo a verme una última vez. Lágrimas comenzaron a escurrirse por sus mejillas, pero no dejó así que su superior lo notara.
Tomó un respiro extendido, y caminó rumbo hacía la salida.