Lo notaba desesperado, pudo verlo en sus movimientos rápidos y torpes, Kazuki intentaba deshacerse de la chaqueta que vestía Rei, mientras todavía lo besaba desenfrenadamente a la vez que le restregaba la entrepierna con movimientos bruscos y continuos. Estaba dejándolo sin aliento porque literalmente no le estaba dando tiempo para algo tan básico como respirar.
Cuando no pudo tolerarlo más, Rei intentó apartarlo ligeramente, pero fue rápidamente embestido de vuelta contra la puerta y, aunque se había ganado de vuelta la mirada furiosa de Kazuki, por lo menos había conseguido que parara de besarlo y de restregarse contra él.
—Rei.
Ignoró el tono brusco de su voz, simplemente levantó las manos y bajó el cierre de su chaqueta bajo su atenta mirada, él pareció entender que no llegarían a ningún lado si seguía comportándose como un animal sin raciocinio, ya que Kazuki tragó saliva y luego, lentamente, lo ayudó a deshacerse de la prenda, pudo ver como sus dedos temblaban cuando rozó el borde de su camiseta y comenzó a levantarla hasta que terminó en el suelo también.
Kazuki lo tocó con sus manos; recorrió sus pectorales, los costados de sus costillas y luego lo agarró firmemente de la cintura y lo atrajo hacia él, besándolo, tanteando sus ángulos y la forma en que sus manos se amoldaban a él.
Rei no se consideraba alguien pequeño, en realidad estaba bien con una estatura promedio y Kazuki no lo pasaba por muchos centímetros, y ni siquiera se notaria la diferencia si Rei pasara más tiempo enderezado y con una buena postura, sin embargo, en este momento no pudo evitar notar que Kazuki era mucho más robusto que él, Rei era demasiado flaco y con solo la masa muscular justa para sobrevivir en el tipo de trabajo que hacían. Kazuki lo encerraba por completo con su cuerpo presionándolo contra la puerta, en realidad apenas recién era consciente del porqué era tan fácil para Kazuki cargarlo de un lado a otro en las misiones que no salían tan bien. Cuando Kazuki jugueteó con su oreja izquierda y Rei sintió algo más que cosquillas, se preguntó internamente por qué aquel dato le parecía tan excitante.
Kazuki lo jaló y empujó hasta lograr echarlo sobre la cama, no tardó en subirse encima y volver a besarlo, todo lengua, dientes y saliva. Honestamente Rei no pudo hacer nada más que quedarse quieto y aceptarlo.
Sintió las manos de Kazuki bajar a sus pantalones, lo desabrochó y bajó la cremallera, dejó de besarlo para comenzar a recorrer con su boca parte de su cuello y seguir bajando lentamente. Chupó sus pezones y con sus manos también los apretó y retorció ligeramente. Rei no sabía qué exactamente debería sentir con eso, pero no protestó porque Kazuki parecía bastante dedicado a ello. Con sus manos aun jugando en ese lugar, Kazuki siguió bajando y lamiendo hasta alcanzar la cinturilla de su pantalón.
Lo miró, como respuesta Rei le frunció el ceño.
Fue entonces cuando Kazuki decidió completar su trabajo y le quitó los pantalones junto con su ropa interior.
Rei se sintió expuesto, pero apaciguó rápidamente la sensación. Era Kazuki, después de todo, él ya lo había visto un par de veces desnudo y viceversa. Ya sea porque había solo un baño funcional para dos personas (ahora 3) en el departamento, o porque cuando resultaban heridos en el trabajo era el otro quien debía servir como cuidador, lo que involucraba en muchos casos hasta ayudar a bañarlo. Rei tuvo que recordárselo, no había nada de lo que sentirse avergonzado o inseguro, Kazuki era solo... Kazuki.
Seguía siendo el alfa espontáneo y muy alegre de siempre, incluso cuando se inclinó un poco y le dio un lengüetazo a su polla, la cual todavía no estaba del todo en esto, pero que parecía no tardar en afrontar la situación también.
Seguía siendo Kazuki, rubio, regañón y molesto, aun cuando se metió su polla en la boca y succionó maravillosamente.
Rei gimió y cerró los ojos.
Mierda, es bueno.
Él lamió y se llevó cuanto pudo dentro de la boca, succionó e incluso jugueteó con sus malditas bolas, apretando, acariciando y también succionandolas de vez en cuando. Rei estaba perdiendo la cabeza.
Este era Kazuki, su compañero de piso, su compañero de trabajo y su compañero en toda la cosa de la paternidad, mientras le retenía de las rodillas porque Rei se sentía tan, pero tan bien que la estimulación le resultaba inquietante y era demasiado para soportar.
Pero Kazuki, el mismo Kazuki de siempre, no le permitió cerrar la piernas y alejarlo, lo obligó a mantenerlas abiertas y recibir su atención, incluso cuando Rei sentía que estaba a punto de suplicar para que parase porque era demasiado.
Rei levantó la mano e intentó de nuevo alejarlo, pero fue imposible, Kazuki lo retuvo de la muñeca, su antebrazo impidiendo que la pierna liberada se alzará.
—Mierda, basta—Se retorció y se mordió el labio inferior para evitar que un sonido similar al sollozo saliera de su boca —. Harás que me corra antes de tiempo. Ya estoy excitado así que pasa al siguiente nivel.
Cuando Kazuki liberó su polla, Rei pudo recuperar la respiración y despejar un poco la bruma en su mente. Había pasado demasiado tiempo desde que había hecho algo en este ámbito de su vida, así que debería enfocarse más en satisfacer a Kazuki lo antes posible y librarse de esto, porque no estaba seguro de poder aguantar demasiado.
—Eres un beta—dijo Kazuki mientras se alzaba por sobre él para poder alcanzar el cajón de su mesa de luz —. Todavía tengo que prepararte.
Tenía un botella de lubricante en la mano y unos condones cuando volvió a su sitio.
Rei suspiró, había tenido sexo anal una sola vez en su vida, le había resultado incómodo, algo doloroso y después fue relativamente placentero. El inicio no le había gustado, por lo que decidió que se quedaría como una única experiencia en su vida, sin embargo, aquí estaba, dejando que Kazuki le levantará las rodillas hasta el pecho pidiéndole que las mantuviera ahí, y finalmente untando una buena cantidad de lubricante en sus dedos para comenzar a prepararlo.
Jodidamente incómodo.
Tenía el dedo de su compañero asesino metido en el trasero, quería alejarse de esa idea por lo que para entretenerse se dedicó a ver cómo Kazuki, ya completamente desnudo, se masturbaba pausadamente con su otra mano.
No fue un enfoque mejor, pero era definitivamente más apacible a la vista. Su polla era grande, larga y gruesa, estaba chorreando bastante y los ligeros gemidos que soltaba Kazuki eran bastante estimulantes para su propia polla, aunque en otro momento del día Rei se hubiera burlado de él porque parecía un perro sediento.
Permitiéndose verlo en todo su esplendor pudo notar por primera vez que, en realidad, Kazuki era un tipo bastante atractivo, bueno, él ya sabía eso de manera lejana y por comentarios ajenos, pero ahora podía verlo realmente. Tenía una cara amigable la mayor parte del tiempo, pero ahora con toda esa seriedad, rubor y excitación en todo su rostro, bueno... era muy caliente, y Rei no consideraba muchas cosas con esa palabra y en esa connotación.
Rei siseó de repente por un segundo dedo, Kazuki lo miró a la cara y se lamió los labios.
Este bastardo quiere verme llorar, se recordó mientras aguantaba los movimientos en forma de tijeras ahí abajo. Kazuki mantuvo su otra mano fuertemente apretada en su propia polla hinchada, también algunas venas en sus brazos y cuello comenzaban a marcarse, parecía más ansioso que antes.
—Oye —llamó Rei—, ¿estás en alguna cosa como el sadismo o algo?
—¿Por qué? ¿Te duele? —preguntó a la ligera, sin detenerse de todos modos.
—Solo me preguntaba si acaso debería tener alguna palabra segura en esto.
Rei se tragó un gemido repentino que subió por su garganta, y apretó las sábanas en puños, cuando Kazuki penetró más profundo con sus dedos y los curvó hacia su próstata, demostrando lo experto que era en esta mierda del sexo.
—Para alguien sin mucho interés en el sexo estás bien informado en algunas áreas.
Agregó un tercer dedo y Rei cerró los ojos con fuerza y gimió de dolor, pero a medio camino de transformó en un sonido de placer, Kazuki de nuevo apuntaba a su próstata.
Rei abrió los ojos de nuevo, abrumado por el placer, pero intentando concentrarse en la conversación a medias que llevaban.
Si Kazuki quería verlo llorar y suplicar lo más probable es que lo lograra, a cómo van las cosas, pero entre pedirle que se detuviera porque el placer era demasiado y pedirle que parara porque ya no quería hacerlo, existía una gran diferencia muy fácil de confundir en situaciones así. No es como si Rei hubiera mantenido relaciones de ese tipo, sin embargo, había escuchado sobre ello, y esos juegos +18 de rutas que jugaba cuando era un poco más joven le habían enseñado un par de cosas. No es algo que le diría a Kazuki, porque no era algo que él mismo quisiera escucharlo de su propia boca.
Además, Kazuki era un alfa, Rei podía confiarle su vida y dejarlo vivir con él bajo el riesgo de su seguridad (en una mente paranoica como la de él), pero todavía no lo había visto en su estado de perra en celo, el internet estaba lleno de rumores no muy favorables acerca de eso y Rei tenía que estar seguro de que, si decidía patearle el trasero y romperle la nariz, le estaba haciendo eso a un Kazuki dominado por sus feromonas.
—Honestamente no estoy en esas cosas, pero todavía quiero someterte de todas las formas posibles, si me dejo llevar realmente lo haré.
Cómo demostrando su punto hundió sus dedos con fuerza y precisión, Rei hizo un sonido demasiado vergonzoso, tuvo que llevarse la mano a la boca para aguantarse otro gemido, sintió sus ojos humedecerse y su rostro calentarse aún más, su otra mano apretó el brazo de Kazuki, intentando detener sus movimientos. Todavía estaba metido en la bruma cuando Kazuki le apartó la mano con un agarre de acero, lo tomó de la mandíbula y lo besó agresivamente por un buen tiempo, tan desesperado y tan ansioso, antes de respirarle en la cara y decir.
—Maldita sea, definitivamente necesitarás esa palabra de seguridad.
Tomó distancia solo para ponerse un condón rápidamente y luego se posicionó entre sus piernas de nuevo, para después sujetarle las rodillas de vuelta contra el pecho.
Alineó su polla a su agujero.
—¿Y bien? —Le dijo, pero no le dio tiempo de responder cuando se metió en él de una sola estocada.
—¡Ah! Mierda...
Rei cerró los ojos con fuerza y contuvo la respiración.
Dolía. Kazuki era un alfa y Rei era un beta, después de todo, él no estaba hecho para esto.
—Ahh... por fin —murmuró Kazuki respirando con dificultad.
Rei no se había dado cuenta que había dejado caer las piernas de su agarre, hasta que Kazuki las tomó y las mantuvo contra sus costados, jalando a Rei hacia su polla.
—¡Ah! Limón... Esa es la palabra, ¿escuchaste? —Se apresuró a escoger.
—Sí, lo escuché.
—Repítelo.
—Limón —Kazuki embistió de nuevo.
Los primeros cinco minutos fue solo Rei intentando aguantar la quemazón y gemir lo menos posible, retorcerse y maldecir las pollas alfas. Lo sentía arrastrarse dentro de él y golpear en lo profundo, su estómago se contraía ante la sensación y todo se sentía raro, pero había un cosquilleo de placer bajo el dolor, pero no era suficiente para distraerlo.
Kazuki siempre fue un hombre considerado y servicial, pero al parecer esa faceta no se aplicaba en la cama. O con Rei en la cama. Él siguió embistiendo incluso oyendo sus quejidos, y lo único que hizo para apaciguarlo fue besarlo con brusquedad y masturbarlo. Eso definitivamente estaba funcionando, pero Rei hubiera agradecido que fuera más lento o que al menos no llegara tan profundo para comenzar.
—Kazuki, más lento —dijo con los dientes apretados —. Oye, más lento!
—Ah, di mi nombre otra vez —dijo y lo penetró con tanta fuerza que Rei casi se mordió la lengua.
—¡Mierda, estás loco! —Rei le rodeó el cuello y lo atrajo hacía sí en algo parecido a un abrazo. Esto ayudaba a que Kazuki no pudiera tomar tanto impulso en sus embestidas, le restringía el movimiento y a la vez le daba a Rei la satisfacción de jalonearle el pelo como venganza. Con suerte al día siguiente a Kazuki le dolería el cuero cabelludo.
Como toda respuesta, Kazuki inclinó la cara y lo besó, todavía follándolo mientras se tragaba cada uno de los sonidos que hacia Rei.
Comenzaba a acostumbrarse a la posición y a la polla de Kazuki entrando y saliendo de él, el dolor iba aminorando y la estimulación en su próstata le dejaba difícil contener sus gemidos. El sexo se sentía bien, así que dejó libre a Kazuki de sus brazos, y éste no tardó en enderezarse para seguir penetrándolo como un salvaje, lo tomó de la caderas mientras lo hacía, Rei se vio con la parte inferior de su cuerpo al aire mientras su cabeza parecía apunto de fundirse con el colchón en cada embiste.
—Tanto tiempo sin sentirme así de bien... —murmuró Kazuki bastante ido en el placer —. Quiero meterme aún más profundo... si pudiera... ah, si pudiera te llenaría de semen.
Se inclinó hacia él otra vez, lo sostuvo de la mandíbula y lo obligó a abrir la boca con sus dedos y luego lo besó, Rei lo complació y le dejó dominar y hurgar en ella con su lengua.
Mierda, le gusta demasiado besar...
La mano de Kazuki bajó a su cuello, lo acarició y luego lo apretó un poco, Rei tosió tomado con la guardia baja, Kazuki aflojó la mano y repartió besos por sus mejillas susurrando "shh, lo siento" una y otra vez, todavía embistiendo, pero dejándose más tiempo en lo profundo de él antes de salir y volver a entrar, el cambio de ritmo no hizo que sus embestidas fueran menos duras, a Rei todavía le sacaba un gemido cuando llegaban con fuerza y rudeza.
—Te lo haría tragar y haría que me limpiaras la polla con esta boca. Lo harías, ¿verdad? —dijo y depositó un beso casto sobre sus labios, antes de arrancarle otro gemido desesperado —. Realmente quiero arruinarte, Rei.
Le dio una última embestida antes de salirse, enderezarse y darle la vuelta sobre la cama, de repente Rei tenía la cara hundida entre las sábanas cuando Kazuki lo levantó por la cintura, haciéndolo apoyarse de rodillas, y comenzó a penetrarlo de vuelta.
Rei se sintió terriblemente abrumado, no pudo contener sus gemidos, Kazuki siguió usándolo como un desesperado, una mano fuertemente sujeta a su cadera y la otra encargándose de mantener su cabeza contra el colchón, como si creyese que él intentaría huir de la nada. Sin embargo, Rei estaba demasiado ocupado disfrutándolo como para pensar en algo más que en su polla metiéndose una y otra vez en él con saña.
—Rei, di mi nombre... Maldita sea, deberías estarme agradeciendo por follarte así de bien, vamos, di mi nombre.
La mano que estaba en su cadera bajó hasta dar con su polla.
—¡Ah, no, mierda! No —Rei se mordió la mano, estaba demasiado excitado, que Kazuki comenzara a masturbarlo solo empeoraba su situación, simplemente era demasiado —. Para.
—Todavía no dices mi nombre.
—¡Kazuki, me voy a correr, para!
Rei sentía que no duraría más, comenzó a gimotear desesperado e intentar alejarse del contacto.
Kazuki lo levantó por el pelo hasta que su espalda se pegó a su pecho, entonces, lo tomó del mentón y lo besó en esa posición incómoda, Rei apenas pudo fruncir el ceño y corresponder, con Kazuki todavía clavándose en él y tocando su polla.
Cuando lo liberó del beso mantuvo dos dedos dentro de su boca, sosteniendo su mandíbula hacia abajo sin permitirle cerrarla. Rei siguió gimiendo sin poder contenerse mientras veía la otra mano de Kazuki masturbándolo, su estómago estremeciéndose, sentía los dedos de sus pies apretarse y oía a Kazuki gimiendo sobre su nuca. Para este punto había comenzado a lagrimear por el placer, se sentía abrumado, era demasiado para él.
Entonces, se corrió.
Su semen salpicó las sábanas y ensució aún más la mano de Kazuki, pero él no paró de masturbarlo, Rei sentía como le exprimía hasta la última gota, sin embargo, aun cuando Rei perdió fuerza y se inclinó hacia enfrente, Kazuki siguió en ello, lo dejó recostarse de vuelta en la cama sin soltar su pene y todavía satisfaciéndose a sí mismo.
Le liberó la boca, lo posicionó con el trasero en alto y no paró de embestirlo aun cuando podía escuchar a Rei sollozando contra las sábanas.
—Detente, es demasiado. ¡Ah! ¡Mierda, acabo de correrme, animal!
La sobreestimulación hizo que Rei hundiera la cara en una almohada recién encontrada. No importaba lo que acababa de decir, Kazuki siguió usándolo como si fuera un agujero que llenar. Rei no dejó de gemir y sollozar, su pene volvía a estar duro en la mano de Kazuki al poco tiempo, esto se sentía desesperante y demasiado bien. No sabía si patear a Kazuki lejos o levantar aún más el trasero para él.
—Ni siquiera me dejas pasar bien por el orgasmo —Se quejó incluso si había optado por la segunda opción y le entregaba mejor acceso a su trasero al alfa salvaje e idiota detrás de él.
Kazuki como toda respuesta lo folló aún más fuerte.
Lo cogió en esa posición hasta hacerlo correrse otra vez, pero luego le dio la vuelta, derramó un poco más de lubricante y siguió llenándolo, haciéndole apoyar las piernas sobre sus hombros, doblando a Rei por la mitad y embistiendo directamente sobre su próstata, e incluso cuando se corrió de vuelta en una cantidad mucho menor y menos espesa, Kazuki lo obligó a tomarlo de nuevo con solo la mitad superior de su cuerpo en la cama y con Kazuki parado fuera de ella penetrándolo aun con demasiada energía.
Para este punto Rei estaba demasiado cansado, con las lágrimas por todo el rostro, pero todavía gimiendo porque el maldito de Kazuki era demasiado bueno en el sexo, tanto como para evitar que Rei le hiciera caso a la voz en su cabeza que le decía que gritara la maldita palabra de seguridad y apartara a Kazuki de él. Pero Rei, a pesar de la bruma de la excitación y el dolor placentero que llenaba su cabeza, era consciente que Kazuki no se había corrido ni una sola vez. ¡Ni una vez!
¡¿Siquiera es posible?! Pensó mientras sintió que una vez más se corría. Se estremeció y se acurrucó contra sí mismo, este en especial se sentía diferente, tirando más hacia el dolor que al alivio de una liberación.
—¿Eso fue un orgasmo en seco? —Le preguntó Kazuki desde atrás, escuchó la tapa del lubricante cerrándose y luego tenía a Kazuki metiéndose una vez más en él, brusco y sin contemplación, lo estaba usando como si tuviera todo el derecho a hacerlo.
Mierda. ¿Orgasmo en seco?
—Oye —dijo, su voz le fallaba y ni siquiera podía controlar su respiración —, detente. Dame un respiro —pidió al notar que Kazuki no planeaba detenerse y sus movimientos no delataban ningún indicio de que estuviera cerca de correrse —. Esto es de locos, al menos... al menos déjame tomar agua.
—¿Quieres tomar agua?
De repente Rei tuvo miedo de responder, el tono de voz de Kazuki sonaba ligeramente divertido, y Rei inmediatamente temió que fuera uno de esos tipos con fetiches extremos que estaban metidos en eso de la orina y otras cosas desagradables. Eso definitivamente sería un limón a viva a voz.
Sin embargo, contra todo pronóstico Kazuki se detuvo y salió de él. Rei se desconcertó, pero agradeció a cualquier dios en el que la gente creyera.
Enderezó las piernas y los brazos para soportar su peso, y soltó un suspiro. Sentía raro ahí atrás, y ser consciente del lubricante deslizándose de su agujero lo estremeció ligeramente. Le dolía las caderas por el fiero agarre de Kazuki y, en realidad, todo el cuerpo por como Kazuki lo había manejado a su antojo, pero logró ponerse en pie, no sin soltar pequeños quejidos. Se dio la vuelta y miró a Kazuki, éste tenía una expresión satisfecha en el rostro mientras contemplaba como lo había dejado.
Rei frunció el ceño cuando la polla erguida y dura delante de él se sacudió un poco. Esa cosa había estado dentro de él, no es de extrañar que sintiera su cuerpo en pedazos.
Malditos alfas...
Dio un paso cuando sus piernas le fallaron, tenía una sensación de vacío en ellas, pero Kazuki rápidamente lo atrapó, aun con esa sonrisa molesta en su cara.
—Parece que necesitas ayuda —dijo, y Rei tuvo un mal presentimiento por su tono de voz.
Kazuki doblo un poco las rodillas para levantarlo de un tirón, Rei no tuvo más remedio que rodearle la cintura con las piernas y apoyar las manos en su hombro.
—¿A la cocina, entonces? —Todavía no sabía por qué Kazuki sonaba tan satisfecho y divertido con esto.
—Sí —respondió de todos modos.
Finalmente entendió la razón del porque Kazuki estaba tan conforme con la situación, cuando éste dio unos pasos hacia la puerta y metió su polla devuelta en él. ¡Como si fuera una maldita funda de pollas!
—¡Ah! ¿Qué mierda haces, Kazuki? —Rei hundió la cara en su hombro y se aferró fuertemente a él.
—Estamos yendo a tomar agua, es lo que querías, ¿no?
Kazuki siguió avanzando metido en él, con cada paso que daba Rei sentía que tocaba aquel manojo de nervios dentro de él, el placer se filtró de su boca, pero intentó bajar las piernas y alejarse. Kazuki no se lo permitió, sujetándolo fuertemente de sus muslos y, como si fuera una especie de castigo, lo apoyó de golpe contra la puerta y lo penetró duramente.
—¡Ah, mierda! ¡Kazuki, espera! ¡Kazuki! ¡Ah!
Siguió cogiéndolo contra la madera, unas duras embestidas que hicieron que Rei viera estrellas en sus parpados cerrados, lo maldijera y bendijera a partes iguales, pero no pudo alcanzar el clímax porque Kazuki paró abruptamente, se quedó quieto unos segundos enterrado en lo más profundo de él, hasta que exhaló el aire contenido de sus pulmones y abrió la puerta con una mano.
—Me pone muy caliente oírte tan desesperado —Le dijo antes de sacarlos de la habitación.
Rei estaba demasiado excitado de nuevo, por lo que cada paso que daba Kazuki le resultaba un consuelo rozando su próstata, haciéndole soltar un par de suspiros y sonidos apreciativos. Sin embargo, cuando Kazuki comenzó a bajar las escaleras lentamente, sus gemidos y jadeos se escapaban sin tapujos.
—Toma dos botellas —ordenó Kazuki. Rei apenas fue consciente de que tenía la nevera abierta frente a ellos. Rei alcanzó el agua con una mano temblante, estaban frías y sintió la garganta seca, puso las botellas entre ellos, y se burló internamente del siseo de Kazuki por el frío de éstas.
Kazuki comenzó a andar hasta apoyarlo casi recostado sobre una superficie, con su pene aun dentro de él abrió una de las botellas e hizo que Rei bebiera de ella, él tragó cuanto pudo, pero terminó tosiendo y derramando un poco sobre él, Kazuki aprovechó para tomar el resto y después abrió la otra, de nuevo le dio a Rei un poco, hasta que apartó la cabeza satisfecho, Kazuki acabo con lo sobrante. Aplastó las botellas y las dejó caer en el piso. Rei no se quejó porque no era él quien tendría que recoger la basura después.
—Listo —dijo Kazuki y Rei pensó que lo cargaría de vuelta para volver a la habitación, sin embargo, Kazuki lo jaló hacía sí y comenzó a embestirlo ahí mismo.
Rei soltó un sonido de sorpresa y luego vio a su alrededor. Se tragó sus gemidos y dijo.
—Sobre esta mesa comemos.
—Lo limpiaré bien.
—¡Eso no soluciona todo!
Rei no quería pensar en Miri en un momento así, así que ni siquiera la mencionó, pero definitivamente mañana iban a comer sobre esa mesa los tres juntos y no quería estar recordando como Kazuki lo follaba sobre ella.
—Compraremos otra.
—Maldita sea, eres un idiota.
Incluso si mentía y no compraban otra, Rei dejó de protestar y dejó que Kazuki siguiera follándolo, probablemente estaba perdiendo la cabeza. Sus bolas estaban vacías, ya no podía correrse más, pero todavía estaba disfrutándolo, gimiendo y jadeando, llamándolo por su nombre y dejando que hiciera de él un desastre.
En algún momento Kazuki volvió a subir las escaleras y depositarlo de vuelta en su cama, todavía metido en él.
Siguió penetrándolo, embistiendo y llenándolo perfectamente. La polla de Rei ya no estaba dura, sentía el placer todavía corriendo por su cuerpo, pero era físicamente incapaz de seguir con una erección, dejó que Kazuki siguiera usándolo a su antojo, era como una especie de juguete con un agujero bien lubricado para él, soltando gemidos débiles de vez en cuando. Kazuki parecía un toro furioso sobre él, intentando alcanzar el clímax desesperadamente.
—Rei —Lo llamó. Él lo miro —. ¿Puedo anudarte? Por favor, solo quiero anudarte, estoy llegando. En verdad lo quiero, di que sí. Por favor, Rei.
¿Anudarme? Rei buscó entre toda la información que sabía sobre los alfas y sus celos. Había leído sobre eso sin prestar mucha atención porque no era un tema que le interesaba, pero recordaba vagamente que era una hinchazón en el pene para mantenerse dentro de su pareja y llenarla de semen (con propósito de aumentar las posibilidades de un embarazo en omegas o mujeres). Básicamente un acto animal.
—¿Estás loco? No —Le echó un vistazo a la polla entrando y saliendo de él, se veía un poco más gorda en la base. Rei tragó saliva.
—Pero en verdad lo quiero.
—¿Quieres partirme en dos?
—Prometo que no me moveré una vez que tenga el nudo.
—¿Con lo excitado que estás debo creerte?
—Por favor...
—Me harás sangrar.
Kazuki dejó caer la cabeza a un lado de la suya, gimiendo y moviendo aun sus caderas, pero ya sin profundizar en sus embestidas. Tembló y sus brazos rodearon a Rei en un abrazo.
Rei se quedó quieto ahí, con el cuerpo temblante y caliente sobre él, esperando que Kazuki se liberara, no podía sentirlo ni mucho menos, pero estaba seguro que las feromonas del alfa estaban a tope, el celo después de todo era solo una excusa para que su cuerpo liberara el exceso de feromonas en él.
Rei suspiró cansinamente, se había metido en esto voluntariamente y había decido para sí mismo complacer a Kazuki en este celo.
—Está bien, pero si te mueves juro que voy a castrarte después.
Kazuki levantó la cabeza confundido.
—Dije que puedes anudarme, pero- ¡Mierda!
Rei se aferró a Kazuki cuando éste entró profundamente en él de repente.
—Ahh, lo siento, me dejé llevar.
—¡Mhm! Vete a la mierda...
Kazuki se movió dentro y fuera hasta que su polla comenzó a hincharse en la base, se quedó dentro de Rei en lo más profundo hasta que el nudo se formó y los atrapó a ambos en esa posición.
Rei no podría saberlo, pero Kazuki se sintió en las nubes, sentía un subidón en su cerebro semejante a la adrenalina, sentía ganas de moverse y arremeter contra Rei y forzarlo a aceptarlo una y otra vez con todo y nudo, lo haría gritar y sollozar y suplicar.
Podría hacerlo sentir tan bien llenándolo con él y su semen y su olor, esencia, feromonas, y todo lo que era Kazuki, lo marcaría de su propiedad y lo haría suyo para cualquiera que lo viera. Sabía que no debía, muy en el fondo de su mente, entre la bruma y el deseo y el anhelo corrosivo, sabía que no podía, por lo que se quedó quieto, disfrutando de la sensación que finalmente le daba el orgasmo.
Por mientras, Rei sentía un ligero escozor abajo, tenía a Kazuki sobre él todavía abrazándolo y gimiendo como si esto fuera lo mejor del mundo.
¿Cuánto tiempo toma esto? Pensó contemplando el techo con las piernas abiertas para Kazuki, la excitación en su cuerpo se iba despejando.
Le resultaba incómodo tener una polla metida en él ahora cuando todo había acabado, apretando a su alrededor podía sentirla dura todavía y Kazuki gimió ante ello, a Rei le causó risa, lo hizo un par de veces más solo para molestarlo un poco al tomarlo desprevenido.
Dos minutos después Kazuki comenzó a ablandarse finalmente, esperó lo suficiente para retirarse sin problemas de él. Se sentó aun metido entre sus piernas y se sacó el condón lentamente, con una expresión abrumada todavía en el rostro. Miró el contenido blanquecino en él y luego miró a Rei.
Y siguió mirándolo.
—¿Qué? —Se vio obligado a preguntar.
Kazuki no respondió al instante, miró de nuevo el condón y Rei solo pudo verse a sí mismo con las piernas abiertas para Kazuki todavía, estaba pensando en la manera de salirse de la cama sin que pareciera incómodo, cuando su compañero volvió a hablar.
—Sonaré como un loco psicópata o... totalmente estúpido, pero... —Dudó.
—¿Pero?
—Bueno, no hueles a feromonas.
—Soy un beta —Le recordó.
—Sí, lo sé, pero se supone que... bueno, luego de todo esto, incluso siendo un beta, pues, se supone que tú deberías, ya sabes, oler a feromonas. O bueno, tú tendrías que oler a... mí.
Rei frunció el ceño, esto se escapaba del escaso conocimiento que tenia sobre alfas y omegas, o personas en general. No dijo nada para no delatar su ignorancia.
—Quiero decir, hueles a mí, pero en mucha menor medida de lo que realmente deberías.
—¿Y es mi culpa o qué?
Siendo un beta sería el colmo que tuviera algún otro error genético en él. ¿Acaso era inmune a las feromonas?, ¿era un repelente o algo así?
—No, más bien del condón.
¿Era un condón defectuoso? Bueno, era de Kazuki, no fue Rei quien lo compró, así que eso ya no sería culpa suya.
—Entonces, cambia de marca —dijo dándole fin al problema, intentó levantarse para salir de la cama y alejarse de Kazuki finalmente luego de tanto sexo, pero el tipo puso una mano sobre su pecho y se lo impidió.
—Espera.
—Oye, si me dices que quieres volver a hacerlo voy a matarte —Su voz salió en un tono grave y precavido.
—No, no es eso, pero quiero pedirte algo.
—¿Qué cosa?
—¿Me dejarías... untar mi semen en ti?
Rei perdió el hilo de repente. No pudo decir nada y se lo quedó mirando con ojos de ciervo frente a un faro.
¿Qué mierda?
—Sé que eres un beta, pero seguro que lo sabes, ¿no? El rut de un alfa se trata más sobre impregnar de feromonas a la pareja y básicamente es una necesidad de pertenencia. Estuvimos sudando juntos, ya hueles a mí, pero todavía se siente demasiado distante, ¿entiendes? Necesito sentir... Ahm, ¿puedo?
No lo dijo, pero no tuvo que hacerlo para que Rei completara la oración en su cabeza.
Necesito sentir que me perteneces.
¿Por qué esta mierda de los alfas es tan turbia? Fue el pensamiento de Rei viendo el condón aun en la mano de Kazuki.
Más que nunca agradeció haber nacido como un beta que no tendría que pasar por todas esas cosas complicadas... claro, a menos que se metiera en esas cosas complicadas de manera voluntaria, como era el caso de ahora.
¿Por qué los alfas tenían como necesidad el llenar de feromonas a sus parejas sexuales durante el celo?
—Me parece asqueroso, ¿qué pasa si no lo haces?
Kazuki se desinfló en su sitio, bajó la mirada notablemente decepcionado, sin embargo, todavía intentó ocultarlo.
—Nada. Solo es una necesidad no satisfecha, ya sabes, como cuando tienes un antojo de un dulce y en su lugar solo tomas agua.
—¿Cómo cuando quiero tostadas francesas y en su lugar me das un plato lleno de arroz y verduras? —acusó Rei con los ojos entrecerrados.
Kazuki se rio y asintió, después se quedaron en silencio por un momento con una sonrisa agradable en los labios. Rei fue repentinamente consciente de lo fácil que era sonreír últimamente.
—¿Sabes qué? Olvídalo, ya se me pasó —Kazuki ató el condón y lo arrojó a un lado de la cama en el suelo —. Como agradecimiento, una vez que estemos limpios te prepararé tostadas francesas, ¿qué te parece?
—¿De verdad?
—Sí.
—... Genial.
Kazuki se salió de la cama, pero antes de que pudiera alejarse Rei lo sujetó del brazo, se sentó en la cama, la entrepierna de Kazuki frente a él, y antes de poder pensar mucho en ello, agarró con sus manos la polla blanda, lo limpio con sus manos y, bajo la atenta mirada de Kazuki, se llevó las palmas con el resto de lubricante y semen al cuello, lo frotó un poco y luego deslizó sus manos sobre su pecho.
Todavía se sentía asqueroso tal y como lo imaginó, pero no era la gran cosa, de alguna manera era mejor si lo hacía por sí mismo y sin usar el contenido espeso del condón. Sobreviviría.
—Eso basta, ¿no?
—Creo que me puse duro de nuevo.
Rei se obligó a no volver la vista a su polla y se levantó, a pesar de todavía temblar un poco pudo mantenerse en pie y alejarse.
—Será mejor que te encargues tú solo.
No recogió su ropa del suelo, sentía que si lo intentaba fracasaría, por lo que solo lo dejó ahí y se dirigió completamente desnudo escaleras abajo para darse una ducha bien merecida luego de tanto trabajo.
Finalmente, el celo de Kazuki había llagado a su fin.
Fue al día siguiente, cuando Kazuki le prohibió salir del auto para ir a recoger a Miri en la casa de Kyutaro, que se enteró que las malditas feromonas durarían en él un buen par de días y que eran demasiado fuertes, por lo que era mejor que Rei no se acercara a Kyutaro o descubriría lo que habían hecho.
Rei maldijo entre dientes. Pero como venganza, cuando Miri comenzó a preguntar por qué se la pasaba recostado todo el día en el sofá, por qué Kazuki limpiaba la mesa con tanto esmero, por qué desayunarían tostadas francesas como si fuera una especie de milagro, o por qué Kazuki lo complacía en todos sus pedidos sin chistar, había dejado que fuera el mismo Kazuki quien respondiera con su poco ingenio a la hora de mentir.
Principalmente porque la primera pregunta que hizo Miri al verlo fue que por qué olía a Kazuki más de lo normal.
Ya que al parecer ha estado apestando a Kazuki desde que comenzaron a vivir juntos (¡hace años!), porque sencillamente así funcionaban las malditas feromonas, adhiriéndose a todo lo que Kazuki tocara, y ya que era el encargado de tocar todo en la casa, obviamente todo olería a él, incluso el mismo Rei.
Así que, sí, que sufriera lo que tuviera que sufrir por no haberle informado sobre eso. Ojalá Miri siguiera haciéndole más y más preguntas que le dieran algún colapso nervioso.
Además, era gracioso ver su cara deformada cuando se inventaba algo por sobre la marcha.
Tontos alfas con sus ciclos y sus feromonas y sus sentidos agudos y toda esa mierda.
Beta.
En serio, no era tan malo ser uno en realidad.
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Nota:
Ulala finalmente sucedió.
Bueno, hasta aquí llegó esto, se supone que tengo que hacer un último capítulo en el que será narrado bajo la perspectiva de Kazuki, pero no estoy segura de cuánto tiempo voy a tardar en eso (retomaré mis estudios y trabajo todo el perro día así que tiempon't jajaja).
Pero les dejo lo que vendría a tratarse el cap 4 (edit: ya lo escribí 4 y 5!! pero igual dejo esto aquí porque siento que se explica mejor que en todo los siguientes capítulos jajaja) que es la explicación de que la sanación del duelo de Kazuki sucedió gracias a Miri, ya que su duelo fue por perder a su familia, y una vez que Miri llegó pues se formó nuevos lazos y una nueva familia (Miri (y Rei por consiguiente xD)). No, no fue como un "reemplazo" sino más como que permitirse avanzar y sentir de nuevo. Tienen que tomar en cuenta que no fue gracias a Rei sino a Miri, y pues básicamente todo los eventos que vimos en el anime actualmente (hasta el cap 7 que es cuando escribí esto).
Kazuki está enamorado de Rei (no lo reconoce como tal porque él todavía cree que no podrá amar de nuevo), Rei por otro lado le gusta Kazuki, básicamente se acostumbró a él y es inexperto en los sentimientos, le gusta, sí, pero piensa que es como "me agrada que esté cerca para solucionarme la vida". Pero le gustaaaa (por qué otra razón accedería a tener sexo con él??? Disque porque le da pena jajaja).
Ellos probablemente se den cuenta de que se aman cuando sean viejos y sigan viviendo juntos xD
Que alguien los golpee o que les pague la terapia, nomamen
Por cierto, en mi omegaverse los niños adoptados aunque no comportan lazos sanguíneos con sus padres logran crear otro tipo de "lazos familiares" que básicamente hace que los celos y las feromonas y demás weas raras no afecten al del otro extremo de esos lazos. Básicamente cuando Miri tenga su rut en la pubertad Kazuki lo bloquearía en su cerebro porque está dentro de los lazos familiares. (Lo explico porque si sería turbio que no pasara eso en el omegaverse y más si fuera el caso de que uno de ellos es Omega 🤨)
Otro dato: aunque el alfaxomega no es el estándar todavía sería raro ver que un alfaxbeta siendo pareja y teniendo una niña (básicamente algunos podrían actuar como los homofóbicos de la vida real 🤮, por eso todavía sería "raro" todo el rollo así como en el anime)
En fin, gracias por leer y síganme en Twitter que a veces hago fanarts de cosas que me obsesionan @darara