Sueños Distorsionados (Yaoi/G...

By sunimi

338K 20.4K 12.7K

Jet Creed es un chico de 17 años que vive en un amplio pueblo rodeado de un antiguo bosque, el cual cuenta co... More

Sinopsis
Capítulo 1 "Pesadilla"
Capítulo 2 ''Invisible''
Capítulo 3 ''Slow Death''
Capítulo 4 ''Monstruos Imaginarios''
Capítulo 5 ''El León y la Gacela''
Capítulo 6 ''Gracias''
Capítulo 7 ''La realidad supera la ficción''
Capítulo 8 ''Demonio de la muerte''
Capítulo 10 ''Frustraciones y arrepentimientos''
Capítulo 11 ''El chico de los cuervos''
Capítulo 12 ''Confía en mí''

Capítulo 9 ''Asedril''

21.7K 1.6K 1.1K
By sunimi

¡Hola! aquí os traigo el capítulo 9 de Sueños Mojados ( ͡° ͜ʖ ͡°)

Aquí es cuando las cosas se ponen juertes en todos los sentidos(?) *cejas cejas* No diré más por qué no quiero hacer spoiler, así que como siempre mejor leed la nota final ^^


-La foto del capítulo es de Asedril el misterioso personaje peliblanco y con cuernos, solo que aquí no sale con cuernos(?) de todas formas es una vaga idea del personaje.


-------


Cerré la boca lentamente, que hace tan solo unos segundos estaba abierta del asombro y tragué saliva con dificultad.


¿Qué yo le gustaba a Kriss? ¿A qué diablos se refería con eso...? ¿Le gustaba cómo amigo... no? No podía ser otra cosa. Pero espera... eso no tenía sentido alguno. ¿Desde cuándo nos llevábamos él y yo tan bien cómo para que me considerase un amigo?


¿Qué podía decir ahora? ¿Qué podía responderle de vuelta? ¡Maldita sea! Estaba completamente en blanco. De todas formas todo esto... tenía que ser una broma de Kriss. Era imposible que yo le gustara.


-¿Ah sí? -me crucé de brazos y levanté una ceja con una sonrisita arrogante -. Qué pena por qué a mi tú no me gustas para nada -remarqué mis últimas palabras.


La expresión de Kriss, en ese momento,, en vez de adoptar una de enojo tal y cómo esperaba, observé cómo las facciones de su rostro se endurecieron. Y me miraba tan fijamente y con un semblante tan serio, que me puse nervioso y enseguida aparté la mirada para otro lado.


Mi mirada de inmeadiato, se encontró en la dirección de dónde estaban los demás, quiénes se encontraban levemente sorprendidos.


Espera... entonces... ¿¡Kriss había ido en serio con esa confesión?!


-Nos veremos más tarde -se dirigió a ellos esta vez, lanzándoles una indirecta para que se fueran y nos dejaran a solas.


Volví a tragar saliva y di unos pasos hacia atrás tambaleándome un poco cuando vi que Kriss se estaba acercando peligrosamente a mí.


Supongo que rechazarle, y encima delante de todos había sido un golpe duro para su orgullo. Realmente se lo tenía merecido, pero tampoco es que hubiese estado bien de mi parte hacerlo de aquel modo.


Aunque de todas formas no es cómo si lo hubiese podido evitar. No me quedaba otra que rechazarlo, por qué era cierto que no odiaba del todo a Kriss tanto como decía hacerlo, pero... tampoco me gustaba. Ni de manera romántica ni de ninguna otra forma.


-Te felicito por lo que acabas de hacer... Creed -dijo sarcásticamente antes de aprisionarme contra la pared. Levanté la vista solo para encontrarme con su mirada y sus ojos azules grisáceos que habían adquirido un brillo peligroso -. Acabas de humillarme en frente de todos mis compañeros. Y lo peor de todo es que ni siquiera estoy seguro de que hayas captado bien mis palabras. Jet... ¿estás consciente de que acabo de confesarme?


Abrí los ojos de par en par. ¿Así que realmente había ido en serio?


-Por tu reacción veo que ahora te das cuenta -sonrió con sorna.


-N-No... -aparté mi mirada de la suya, sintiéndome de alguna manera avergonzado de lo cerca que estábamos uno del otro -. Te estás confundiendo -afirmé -, ¿seguro que no te gusto simplemente como un amigo?


-Jet, tú eres el que está confundido -murmuró sobre mis labios. Murmuro que hizo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo -. Me gustas de la forma en que pienso en ti constantemente y también de la forma en que me gustaría follarte tan duro hasta partirte en dos -me susurró provocativamente al oído y yo jadeé un poco.


Enrojecí violentamente por sus palabras y por el jadeo que yo mismo acababa de soltar. Kriss quién seguía cerca de mi oído, lamió y mordió suavemente el lóbulo de mi oreja, provocando en mi cuerpo una especie de corriente electrizante que me recorrió entero.


-En tus sueños -espeté-. Nunca habría manera de que eso pasara. Tu nunca me llegarás a gustar Kriss Hunter Evermore. Ni aunque fueras la última persona en la tierra.


Kriss sonrió cínicamente ante mi respuesta.


-Cuando quiero algo, lo consigo, y tú Jet Creed, no eres la excepción -me tomó del mentón acercándome a sus labios.


Sin saber yo mismo el por qué, cerré mis ojos automáticamente como esperando que me besara. Sin embargo, los segundos pasaron y no sentí el roce de sus labios contra los míos. Los abrí lentamente y me encontré con un Kriss soltando una carcajada fría.


-¿Qué? ¿Esperabas que te besara? -se mofó de mí y me soltó del mentón-. ¿Acaso no eras tú el que decía que nunca habría manera de que eso pasara? ¿Qué nunca te gustaría aunque fuese la última persona en la tierra? Dime, ¿por qué cerraste los ojos, eh?


¡Cómo se supone que iba a saber yo eso! No tenía ni idea. No entendía nada. ¿¡Por qué mierda mi cuerpo no se resistía a ese imbécil?!


-¡N-No lo sé!


-Mal -recalcó y me dio la vuelta, quedándome yo de cara a la pared.


-¿Q-Qué haces? -pregunté alarmado.


-Me humillaste hace unos minutos en frente de todos y ahora me diste una respuesta incorrecta. Mereces un castigo, ¿no crees, Jet? -sonrió como si nada y se pegó a mí, presionando su entrepierna contra mi trasero, creando una deliciosa y placentera fricción.


Sentí que mi cuerpo entero, sobre todo la parte de más abajo comenzaba arderme y también noté que la cabeza se me estaba nublando. Estaba a tan solo un paso de perder el control.


Una parte de mí, en el fondo, quería dejarse llevar y entregarse a él. Y pese a que me había mordido los labios, dejé escapar un gemido e inmediatamente me tapé la boca, rojo de la vergüenza.


-¡Ngh! P-Para... -pedí entre jadeos.


-¿Por qué he de hacerlo cuando lo estás disfrutando tanto? -sonrió socarrón.


-S-Seguro que estás usando el truco de la manipulación mental... -me justifiqué sabiendo yo mismo que estaba mintiendo.


-No necesito usar mi poder mental para poder hacerte gemir de placer, Jet -se acercó a mi nuca y depositó un beso allí, causando que temblara levemente.


-S-Suéltame de una vez... imbécil -me intenté zafar de él bruscamente.


Inesperadamente hizo como pedí, y aproveché aquel momento para pegarle un puñetazo en la mejilla derecha. Kriss se llevó una mano a su mejilla, adolorido, y escupió un poco de sangre. Y es que a pesar de todo eso, su expresión facial era inexpresiva, no había cambiado ni cuando lo había golpeado. Era como si no le hubiese infligido daño alguno.


Apreté los puños con fuerza.


-Te odio, ¿sabes? Al menos muestra un poquito de reacción... ¡Golpéame de vuelta o algo, maldita sea! -me quejé.


Necesitaba una razón. Una sola razón para poder excusar lo que acababa de hacer. Para excusarme a mí mismo que lo había golpeado por qué estaba asqueado y enojado, cuando en realidad había sentido algo cuando me había tocado de aquella manera. Algo que no era simple lujuria. Algo fuerte e intenso. Algo que nunca antes había sentido con nadie.


-Lo sé. Sé que me odias -bajó la mirada hacia el suelo por un momento -, pero a mí me gustas. Yo nunca podría hacerte daño, Jet-dijo esto último, sincero y mirándome de una forma intensa.


En ese mismo momento, sentí que mi corazón se había acelerado más de lo normal. Y no sólo eso, al notar la expresión dolida que había puesto Kriss segundos antes, había hecho que mi corazón se encogiera de dolor. ¿Qué me estaba pasando?


¿Era posible que me gustara Kriss? Pero... eso no podía ser. ¿Acaso no lo detestaba? ¿No lo odiaba? ¿No se supone que me caía mal? ¿Entonces... porqué...? ¿Por qué me habían hecho tanto efecto sus palabras?


Me dejé llevar por mis impulsos y corrí en su dirección. Lo tomé de ambas mejillas, y le robé un beso, cerrando fuertemente los ojos mientras saboreaba el sabor metálico de su sangre. Y fue un beso tan corto que no le dio tiempo ni siquiera de corresponderme.


Rompí nuestra cercanía, dando unos cuantos pasos hacia atrás y al volver a fijarme en él, vi que la cara de Kriss en este momento era todo un poema.


-Yo... -me quedé sin argumentos al recordar lo que acababa de hacer -. Será mejor que me vaya... olvidemos que esto haya pasado, Kriss -rehuí de su mirada y me llevé dos dedos a los labios.


Todavía podía sentir perfectamente el roce de mis labios contra los suyos.


-¿Y si no quiero? -repuso sombrío Kriss.


-Lo de antes... fue un completo error -me mordí el labio de la frustración, aún evitando su mirada -. Perdón, no tuve que hacer eso... -huí con prisas de su habitación.


-Estás equivocado -me siguió hasta fuera y me tomó del brazo, deteniéndome -. No fue un error. Lo que sentimos uno por el otro... no es un error -sentenció, envolviendo su mano alrededor de mi cintura.


Después de unos segundos de silencio que se me hicieron eternos, Kriss lamió mi labio inferior y acto seguido, capturó sus labios entre los míos. Cerré lentamente mis ojos y me dejé llevar sin cuestionarme nada. Solo aquel beso, la sensación de sus labios resbalando sobre los míos, y la de su lengua abriéndose paso dentro de mi boca, recorriendo cada rincón suyo y enredándola con la mía.


Solo nos separamos cuando nos quedamos sin aire. Entonces nos quedamos mirandónos mutuamente con deseo y con ganas de repetir otro beso más, hasta que finalmente reaccioné.


-M-Me tengo que ir ya...


Joder... ¿Pero qué acababa de hacer? Me acababa de besar con Kriss... y ni siquiera había opuesto resistencia alguna. ¿Era entonces cierto que él me gustaba?


-¿Sigues queriendo olvidarte de todo después de que hayamos compartido semejante beso? -me recordó Kriss con una sonrisa ladeada en los labios.


-Sigo y seguiré pensando que ha sido un error... -reafirmé balbuceando casi todo.


-Te demostraré lo equivocado que estás, Creed.


Sorpréndeme, Kriss.


-¿Ah sí? -me crucé de brazos -. ¿Cómo?


No hubo respuesta alguna de su parte, lo cual hizo que me pusiera molesto.


-Cómo tú quieras -lancé un suspiro -. Hasta luego... Kriss -me despedí de él. Esta vez de verdad. Y sin interrupción alguna de su parte y sin más besos.


Sin embargo, una parte de mí deseó con todas sus fuerzas que me lo volviese a impedir. Que me acorralase contra la pared y que nos besáramos como si no hubiese mañana. Que nos besáramos hasta que nuestros labios quedaran enrojecidos y ligeramente hinchados de tanto besarnos. Qué nos besáramos cómo si esta fuese la última vez. Me pregunto... ¿Desde cuándo había comenzado a sentirme de esta manera respecto a Kriss? ¿Cómo es que justamente ahora me daba cuenta?


Sea como sea, estos sentimientos que sentía por él, que no yo mismo comprendía todavía... eran algo que nunca dejaría hacérselos saber.





* * *



Teniendo ya todo listo para irme a dormir, me quité el collar que me había dado Kriss hace días y lo dejé sobre la mesita de noche que quedaba al lado de mi cama.


Ya sabía que él me había regalado aquel collar para protegerme de mis pesadillas, pero si no hacía nada al respecto... si detenía a la fuerza esas pesadillas, algo me decía que nada bueno saldría de eso. Además... que de esa manera jamás descubriría la verdad. Jamás descubriría que conexión tenía yo exactamente con La Nada y la anomalía que había provocado yo en Heaven's.


Respiré hondo, preparándome mentalmente para lo peor y me metí a la cama.



* * *



Abrí los ojos solo para encontrarme una vez más en aquel lugar de mis pesadillas: La Nada.


Siempre regresaba a salvo de vuelta a la realidad, a diferencia de las otras personas que morían asesinadas mientras estaban en este lugar. ¿Cuál era la razón por la qué yo siempre me salvaba? ¿Era acaso debido a la supuesta conexión que tenía con La Nada?


Miré hacia atrás por un momento, y como siempre, Los Custos estaban persiguiéndome. Eché a correr y no me detuve ni por un momento. Ni siquiera cuando me quedé sin aliento alguno.


Sin embargo, hubo algo que finalmente hizo que me detuviera.


En frente de mí se encontraba aquel chico peliblanco y con ojos del mismo color, pálido, con cuernos y símbolos extraños por su rostro y casi por todo su cuerpo. Me quedé mirándolo como no creyéndolo y él giró su mirada en mi dirección, sorprendido por verme.


-Eres tú... -murmuró acercándose cada vez más a mí -. Por fin... por fin... te encuentro...


¿Cómo qué era yo? ¿A qué se refería...? ¿Y por qué parecía conocerme de algo?


-¿Q-Quién eres tú? -me atreví a preguntar.


-¿Yo? -susurró para sí , confundido -. Yo soy Asedril. Al menos ese es el nombre que me diste tú.


¿El nombre que le había dado yo? ¿Qué...? ¿¡Cómo podía ser eso posible?!


-He estado buscándote desde hace años... siglos... y finalmente te encuentro -posó su mano sobre mi mejilla, causándome un gélido escalofrío.


Aparté su mano lentamente de mi mejilla.


-¿Qué eres?


Asedril tardó más de lo que esperaba en contestarme.


-Un mortuum.


Un silencio total inundó el ambiente, fue como sí el mundo y el tiempo se hubiese detenido a mí alrededor.


Sospechaba que era un mortuum... un demonio de la muerte desde que Kriss me había explicado que era un mortuum. Pero... ¿No se supone que los mortuum no eran más que una leyenda? Mi cabeza estaba hecha un lío. Incluso más de lo que ya estaba antes.


Volví a abrir mi boca, esta vez para preguntar algo más, pero de repente los Custos que me estaban persiguiendo finalmente aparecieron. Cuando giré mi mirada a Asedril en busca de ayuda, vi que este ya no estaba. Era como si se hubiese desvanecido en aquella niebla que envolvía el bosque. Como si no hubiese estado aquí en primer lugar.


Uno de los Custos, intentó apuñalarme apuntando mi pecho. Inmediatamente al darme cuenta de esto, lo esquivé, lo cual llevó a qué el Custo fallara y terminara hiriéndome con gravedad en el antebrazo. Me quejé del dolor y me tapé la herida con la otra mano, intentando detener de esta forma la hemorragia.


Despavorido, escapé de ellos tomando otro camino del laberinto, y seguí corriendo sin mirar hacia atrás ni una sola vez hasta que acabé chocando contra alguien.


Al levantar la mirada, me crucé con la de Kriss, quién estaba delante de Gerard, Raine, Sid, Kellan y Lisbeth. Me sentí aliviado al ver que eran solo ellos.


-¡¿Estás bien?! -exclamó un Kriss alarmado.


-¡Está sangrando mucho! -puntualizó esta vez Gerard.


-¿Tenéis algo para curarlo? -preguntó Raine a los demás. Estos negaron.


-E-Estoy bien... tranquilos...-logré murmurar comenzando a ver borroso-. O eso creo... -mis piernas flaquearon al sentir un repentino y fuerte dolor de cabeza, y caí al suelo.


-¡Jet! -gritó desesperado Kriss, tomándome entre sus brazos y colocándome la cabeza en su regazo.


La última cosa que escuché antes de perder por completo la consciencia fueron la de los cazadores de sueños y una voz en mi mente que no dejaba de repetir: ''Acaba con ellos. Acaba con todos. Destruye todo a tu paso''


KRISS


-Está bien, tan solo ha perdido mucha sangre y eso hizo que se desmayara -me intentó tranquilizar Kellan.


Si lo llegara a perder no me lo perdonaría nunca


-¡Joder no está bien, Kellan! ¡Tenemos que sacarlo de aquí cuánto antes! -ordené.


Todos asintieron en respuesta y cargué a Jet sobre mi espalda.


Nos encaminamos en la dirección de dónde había venido corriendo Jet y tras haber estado un rato caminando, finalmente nos cruzamos con Los Custos que habían herido y que habían estado persiguiendo a Jet.


Eran cuatro Custos en total, más de los que había normalmente. Era un milagro que tan solo le hubiesen herido en el antebrazo. Y también un alivio.


Dejé a Jet en manos de Raine y Gerard, y sin dejarles tiempo a los otros a que se unieran a mí, blandí mi espada y terminé con todos ellos de una sola estocada.


-¿Nos vamos ya?-anuncié despreocupadamente y cargué en mis brazos a Jet quién seguía inconsciente.


-Asombroso... -murmuró boquiabierto Gerard.


-Como siempre -corroboró con una media sonrisa Raine.


Gerard se sobresaltó un poco al darse cuenta que la mano de Raine seguía sobre la suya, desde que Kriss les había encargado de cuidar de Jet. En seguida la retiró, sorprendiendo a Raine por su acción.


-¿Te pongo nervioso o es mi imaginación? -levantó una ceja divertido Raine.


-S-Serán imaginaciones tuyas -murmuró Gerard no sabiendo si apartar su mirada de Raine o no, quién lo miraba fijamente.


-Mierda... -maldijo Raine.


-¿Qué ocurre? -interrogó el otro.


-No sirve.


-¿El qué?


-No puedo leer tu mente -se quejó fastidiado.


-Es por qué los dos somos vēnātum -informó Gerard -. Los vēnātum no pueden usar su poder en otro vēnātum. Me extraña que no lo supiera desde antes...


-Aún así sé que me estás mintiendo -cambió de tema Raine.


-¡Pero si no te estoy mintiendo! -se mostró incrédulo Gerard.


-Sí qué me estás mintiendo -insistió.


-No.


-Sí.


-¡Qué no!


-Que sí.


-Cállate ya -farfulló Gerard con un tenue rubor en sus mejillas.


-Me tomaré eso como un sí -sonrió de lado Raine.


-Hey, vosotros dos, tortolitos -los señaló Sid-. ¿Vais a dejar de pelearos como una pareja de recién casados para que nos vayamos de aquí de una vez?


-Básicamente queremos regresar, así que por favor, Gerard, los honores -sonrió sarcástico Kellan.


Gerard bufó y en unos segundos una luz nos engulló a todos trayéndonos de vuelta a la realidad.


JET


Abrí los ojos en medio de la noche, empapado en sudor frío. Todavía jadeando, me incliné velozmente sobre la cama, recopilando los hechos. Recordaba todo. Cada una de las cosas que habían ocurrido en mi última pesadilla antes de que cayera desmayado. Desde el mortuum de nombre Asedril hasta la herida profunda que me había hecho uno de los Custos que iba por mi vida.


Rápidamente clavé mi mirada en el antebrazo izquierdo, que es dónde me habían herido en La Nada, solo para darme cuenta que no había herida alguna. No se encontraba la herida o cicatriz. Era como si la herida nunca hubiese existido.


Por un momento pensé que había sido todo producto de mi imaginación. Que quizá había delirado un poco y que ni siquiera había tenido aquella pesadilla en primer lugar. De todas formas el otro día con Kriss tampoco había tenido alguna, ¿no?


Sin embargo, enseguida deseché esa posibilidad al ver que la ventana de mi habitación estaba semi-abierta, cuando la había dejado cerrada antes de irme a dormir. Y que también llevaba puesto el collar de Kriss.


Todo había sido completamente real.


Pero... ¿entonces por qué no estaba la herida ahí? ¿Por qué se había curado, así sin más? ¿Y por qué yo era la única persona que regresaba sana y salva de aquellas pesadillas, mucho antes de que los cazadores de sueños llegasen a Heaven's? ¿Y ahora encima desaparecía una herida en mí de esa profundidad y tamaño?


¿Cómo podía ser eso posible?


----------


En el anterior capítulo, ganó Kriss ♥ lo siento por los que querían trío, pero no puedo ser porqué Kriss tenía más apoyo y por qué a varias personas tampoco les gustó la idea del trío.


De todas formas las parejas y todo eso, es lo de menos, ¿no? Lo digo por qué si estas leyendo Sueños Distosionados es por la trama y por los personajes, etc... no realmente por quien se fosha a Jet, ¿no? :'l


En fin, espero que este capítulo os haya gustado(?) porqué planta nuevas dudas y creo que resuelve otras :)





Continue Reading

You'll Also Like

2.1K 335 12
Imagina ser alguien casi invisible para el resto de las personas... Estar ahí, pero que a nadie le importe o siquiera le sirva de algo tu presencia...
321K 19.5K 57
𝐁𝐫𝐨𝐨𝐤𝐥𝐲𝐧 𝐒𝐰𝐚𝐧 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐝𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐁𝐫𝐨𝐨𝐤 𝐒𝐰𝐚𝐧 𝐞𝐬 𝐥𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚 𝐦𝐞𝐧𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐈𝐬𝐚𝐛𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐒𝐰𝐚𝐧...
76.3K 3.4K 53
[T E R M I N A D A] E N E D I C I Ó N Tn Denbrough, nueva en Derry y con un gran sentimiento de culpa por haber sobrevivido al accidente que se llev...
95.3K 17K 110
Ji Ning es un viajero experimentado. Su tarea es enamorar a los protagonistas masculinos en varias novelas y dejar que su amor tenga raíces profundas...