—El gusto es mío me alegra que pueda conocer al amigo de infancia de Tahiel —comentó Daleth con una sonrisa estirando su mano
Tahiel observa la reacción de Gael por lo que vio de manera inmediata y de forma efusiva, estrecha la mano de Daleth.
—Veo que ambos se llevan bien, eso me alegra mucho —comentó Tahiel con una sonrisa.
—Sí —contestaron al unisonó.
Daleth sintió como la mano de Gael la estrechaba con más fuerza por lo que él no se quedaba atrás, también la estrechaba más fuerte, y así lo hicieron durante varios segundos comprobando quien tenía más fuerza.
—Bien —comentó Tahiel rompiendo la atmosfera de tensión en ellos dos. Ambos miraron a Tahiel con una sonrisa—. Vayamos por otro helado para Gael estoy seguro de que querrá probar de esos helados que hemos comido
—No lo sé Tahiel, puede que sea alérgico a la lactosa —comentó con una sonrisa
—No, para nada estaría encantado —Dijo Gael con una sonrisa triunfante—.Además... —comentó pasando una mano por el hombro de Tahiel quien no opuso resistencia y le sonrió—. Dirigirme donde está ese famoso puesto de los helados
—Pero, Daleth...—dijo girando por unos segundos la cabeza para mirar al de piel oliva.
—Tranquilo iré detrás de ti —dijo Daleth cerrando sus ojos y regalándole una sonrisa.
—¡No! ¡espera Gael! —Exclamó para parar y deshacer el agarre y ayudar a Daleth con las bolsas que habían dejado al lado donde se sentaron.
Daleth abrió sus ojos y sonrió de manera triunfal mirando a Gael.
«Daleth uno, Gael cero» pensó de manera triunfal
—He estado con Daleth, no lo puedo dejar, además ¿cómo cargara todas esas bolsas?, haremos algo, iré con él a mi casa dejamos las bolsas y te compro el helado.
—¿Y si vamos todos y me preparas esos emparedados que me hacías cuando me quedaba en la casa, estoy seguro de que la tía me encantará verme —comentó Gael
—Bueno es una oferta tentadora...—mencionó Tahiel luego miró a ambos y dio un suspiro.
—No puedo creer que estén ustedes dos, bueno de ti no tengo opción —comentó mirando Tahiel a Daleth
—¿Por qué no tienes opción con él? —preguntó curioso Gael con una sonrisa
—Es una larga historia, pero, mi madre tiene compasión de él, bueno sus padres fallecieron y no tiene a nadie
—Comprendo, la tía siempre es así ayuda a los más necesitados ¿recuerdas una vez que me escape y me diste asilo?
—Como no olvidarlo, luego nos llegó el regaño a ambos...luego mis padres me fueron a buscar, pero la diversión siempre estaba, siempre y cuando tu padre no se encontraba ya sabes...
—Si, eran buenos tiempos y, adelante esta es nuestra casa ahora y ¿Por qué estas aquí? —preguntó con curiosidad Tahiel mientras que Daleth se adelantó y pasó rápidamente
—Tiene malos modales ignóralo —comentó riéndose
—Bueno hace tiempo me decías que tenías un tío. Y quería conocer Dalcahue y me dije ¿Por qué no hacer una sorpresa a mi querido mejor amigo? Después de perder contacto contigo, no pensé que tu padre hiciera tales cosas, sabía que era borracho, pero de ahí a golpearlos...
Tahiel tenía un rostro que reflejaba la incomodidad en las palabras de Gael, hasta que escucha otra voz masculina.
—¿No vez que lo estas incomodando con recordar su pasado? —preguntó Daleth cruzándose de brazos.
—Daleth...no es necesario—comentó mirándolo y luego miro a Gael—. y mi tío falleció
—¡Oh! Lo siento... —comentó Gael llevando una mano a su nuca, señal de incomodidad
—Bien, ¿Qué les parece en vez de empardados hago papas fritas? —comentó cambiando de tema de manera drástica.
Daleth lo observó por unos segundos y dio un suspiro asintiendo, para ir hacia la cocina y sacar de las bolsas lo que habían comprado. Tahiel escuchó un maullido que vino directamente hacia el y se paseaba por sus piernas al igual que lo hizo con Daleth y se fue directamente ya que miró que abría las bolsas donde estaban las cosas de Niro.
Niro se metió como buen gato curioso que era a las bolsas de papel donde se suponía que tenían sus cosas, hasta que escuchó otra voz que no conocía y se asomó.
—¿Tahiel quieres que te ayude en algo? —preguntó Gael con una sonrisa.
Niro olfateo los zapatos de Gael los observo por un instante, pero engrifo todo su pelaje y camino hacia un lado viéndose gracioso y corrió hacia Daleth ocultándose.
Tahiel comenzó a reírse por el comportamiento de su minino.
—Niro, no seas así el es Gael mi mejor amigo, el no te hará nada malo.
Niro se asomó de la bolsa mientras dio un maullido, pero al sentir las caricias de Daleth comenzó a ronronear, incluso se dejó levantar por él.
—Disculpa a mi gato Gael, como no reconoce tu olor se comporta de esa manera.
—Tranquilo, ya se acostumbrara además estaré mucho tiempo contigo...bueno estaré viniendo seguido y además debemos de tener una grata conversación para ponernos al día—comentó mirándolo de pies a cabeza para luego sonreír.
—Bueno eso no lo discu...—mencionó Tahiel pero fue interrumpido
—Lo siento, pero que estes viniendo muchas veces va a hacer imposible, con Tahiel hemos hecho una promesa y el me seguirá mostrando los lugares —comentó mientras sostenía a Niro.
Tahiel lo miró para luego con una mueca asentir.
—Aunque no me gusta, le hice una promesa y debo de cumplirla
—¿Aunque no te gusta como es eso? —preguntó Gael cruzándose de brazos
Tahiel miró a Daleth por unos segundos para luego echar las papas que estaban congeladas en la sartén.
Tahiel soltó un suspiro.
—Mi madre me obligó
(...)
—¿Entonces quieres decir que Daleth es huérfano y la tía Diane lo acogió sin tu opinión? —preguntó Gael intentando de comprender mientras llevaba una papa en la boca junto a una salchicha frita.
—Así es, ¿algún problema? —preguntó Daleth mientras sacaba un puñado y comenzaba a comer y luego con la otra mano acariciaba a Niro quien lo tenía en su regazo.
Tahiel miró a Daleth con una ligera sonrisa, pero en el interior quería que se callara.
Gael miró a ambos con rostro reflexivo.
—Bueno viéndolo desde el punto de vista que soy tu mejor amigo de años, es normal de la tía Diane, ya que desde que se mudaron solos ella cambio y comenzó a centrarse en ti por lo que me contaron en esos años, e incluso siempre cuando traías a los demás compañeros de nuestra escuela los invitaba a dormir o si alguno de ellos tuvo conflicto con sus padres también les daba asilo. Me da gusto que Diane nunca haya cambiado eso
Tahiel lanza un suspiro con una sonrisa.
—Bueno mi madre esta igual de caritativa como la conociste
—Me alegra eso —comentó el chico de cabellos rojizos.
—Que bien y comenzaron a ignorarme —comentó Daleth cruzándose de brazos mientras que escuchó un maullido—. Bueno al menos tu no, Niro —dijo con una sonrisa mientras le veía el nuevo collar que Tahiel y él le habían comprado.
Daleth se levantó de la silla llevando el plato al fregadero y ver que Niro lo acompañó para luego maullarle y mientras se dedicaba en atender al minino oía que Tahiel estaba muy gustoso hablando con Gael de cosas que tenían en común y de experiencias pasadas. El de cabellos azules no dudo apretar su mandíbula, no quería que toda su atención se la llevara el susodicho que recién había aparecido de la nada. Tenía un extraño sentimiento en su interior y no sabia que era. Por un momento ejerció presión un poco en bandeja del lavavajillas escuchándose el sonido del metal que pronto podía colapsar y provocó la atención de ambos jóvenes que estaban sentados en la mesa.
—¿Daleth? —preguntó Tahiel ladeando su cabeza
—Solo quería saber ¿Dónde esta la comida de Niro? Es decir, ¿en que pocillo se lo guardo?
—Ah sobre eso —comento Tahiel—. hay un recipiente arriba de tu cabeza, queda muy poca leche en polvo tal vez mañana haga para el desayuno.
Daleth asintió agarró el recipiente, luego fue hasta la despensa para verificar algún recipiente para guardar la leche, lo lavó sacando el contenido restante y rápidamente hizo los cambios correspondientes. Busca en las bolsas restantes el comedero para Niro y le echa una buena cantidad para dárselo en donde seria el lugar de él.
El pequeño gato fue corriendo y maullando hasta callarse y comer de manera desesperada la comida.
—Come despacio, nadie te quitara la comida —comentó Daleth con una sonrisa.
—Bien, creo que me iré yendo estuvo muy rico la cena
—Que bueno que te vas —mencionó Daleth incorporándose.
—Daleth basta, no empieces.
—Tranquilo, no dije nada malo además necesito que me ayudes con las bolsas porque no se el lugar correspondiente —dijo con una sonrisa
Tahiel rodo los ojos y llevo una mano a su frente.
—Está bien, te ayudaré, pero a cambio acompaña a Gael a la puerta.
Daleth asiente con una sonrisa y acompaño a Gael hasta la entrada de la casa. Una vez que estuvieron solos la sonrisa del peli azul desapareció.
—Hay algo en ti que no me gusta.
—¿Celoso?
—No, no lo estoy
—Vamos es evidente que Tahiel solo centra su atención en mí —comentó con una sonrisa burlona
—Se qué escondes algo y lo averiguaré —comentó Daleth cruzándose de brazos.
—No tengo nada que esconder —mencionó Gael levantando los brazos y manteniendo la sonrisa—.Pero estoy lo bastante seguro que robaré la atención de Tahiel no tengo la necesidad de esforzarme.
—Eso lo veremos
—¿Me estas declarando la guerra? —Preguntó arqueando una ceja.
—Si así es como quieres llamarlo. Sí
Gael se acercó lentamente hasta invadir el espacio personal de Daleth estando muy cerca, cualquiera diría que estarían dándose un beso.
—Veamos, Gael Smith nunca pierde una batalla —comentó
—La tendrás y cuando lo hagas seré yo quien reirá primero.
Daleth y Gael se miraron. Pero en sus miradas había algo de tensión que rodeaba ambos cuerpos, una energía que se estaba acumulando y que pronto estallaría en cualquier momento.
En sus mentes pasaba una sola frase al momento de que uno de ellos dio media vuelta y el otro lo miraba fijamente su espalda y al unísono pensaron: «Que comience la guerra»