AONUNG
❛hate to love you❜
Dedicado a loveshxts
LA MAYORÍA DE LA ESPECIE na'vi odiaba a los humanos. Loa metkayina no iban a ser a excepción. Desde que ellos se enteraron de que en la primera invasión, las personas del cielo casi acaban con el clan Anurai, decidieron evitar cualquier contacto con la especie invasora.
Aonung por alguna razón les tenía bastante rencor. Habían matado a la hermana espiritual de su madre junto con su cría, crearon una guerra innecesaria, mataron a bastantes tulkun como para luego dejarlos hundir hasta el fondo del mar. Eso y muchas cosas más.
Pero eso fue cuando era niño. Ahora, siendo ya un adulto joven de 22 años intentaba comprender y aceptar a ciertos humanos, pero eso no significaba que no les siguiera teniendo cierto odio. Una curiosa humana en específico.
O mas bien, una caminante de sueños. Aunque él no lo sabía.
Desde que Michelle era pequeña le fascinaba el mar. Solía escaparse cada que podía para correr hacia los acantilados del bosque de Pandora, admirando el enorme cuerpo de agua que parecía no tener fin.
Cuando obtuvo su avatar, se emocionó bastante al notar como este tenía las características necesarias para nadar; brazos y piernas fuertes, pulmones resistentes, una cola apta para el agua y un par de aletas en sus antebrazos.
Apenas tenía 20 años, siendo la menor de todos los científicos. Un día, decidió ir con Norm a visitar a Jake Sully y su familia a Awa'atul, cosa que la puso bastante feliz.
Su avatar era una copia exacta de los metkayina, a excepción de sus cinco dedos, claro.
──¿Eres una mestiza? ──pregunta Aonung inocente, tomando la muñeca de Michelle.
La femenina se encoge de hombros, respondiendo.
──Supongo que sí. ──miente, evitando los problemas que pudo ocasionar si decía la verdad.
El masculino camino alrededor de ella, observándola con detenimiento.
──Tu ropa es bastante extraña. Al igual que la de tu amigo. ──suelta con burla el metkayina.
Michelle suelta una ligera risa, señalando el taparrabos que el contrario traía──. Como si la tuya fuera normal.
Aonung sonríe negando con la cabeza. Se para frente a ella, tocando su frente para presentarse.
──Aonung. ──el avatar sonríe, imitando su acción.
──Michelle.
MICHELLE SE INSTALÓ CON EXITO en el marui de los Sully's. Obviamente toda la familia del antiguo Toruk Makto sabía que ella era un avatar. Pero de los metkayina, Tonowari era el único que estaba enterado.
En ese momento estaba sentada a la orilla de los marui, observando fascinada los brincos que los tulkun daban en mar abierto.
Dos manos se posaron a lado de ella, mientras que del agua salía el cuerpo del metkayina. No le dio tiempo de reaccionar cuando este ya la estaba besando. Al darse cuenta que se trataba de Aonung, no tardó en corresponder el beso, colocando sus manos en las mejillas del contrario.
Un chillido a sus espaldas los obligó a separarse. Ambos alzaron las orejas en dirección de donde provenía el ruido, solo para darse cuenta de que Tuk, Kiri y Rotxo estaban detrás de ellos. La mayor le tapaba los ojos a las más pequeña.
──¡Vamos! ──se queja Rotxo──. Hay demasiados lugares como para estar aquí.
Michelle suelta una risa nerviosa. Aonung rueda los ojos acariciando su cintura. Vuelve a entrar al agua, esta vez tomando la mano del avatar.
──Vamos. ──murmura el masculino.
Michelle lo sigue sin dudar. Empezando a nadar a quien sabe donde mientras era guiada por el mayor.
──Por Eywa. ──se queja Kiri destapando los ojos de su hermana menor.
──Sabes que si se lo que estaban haciendo, ¿no? ──pregunta Tuktirey con ironía──. Ya no soy una niña pequeña.
──Callate, niña de 15 años. ──sisea Rotxo mientras que Kiri la empujaba por la nuca.
Mientras que Aonung y Michelle, ambos se encontraban nadando. Disfrutando de la vegetación marina que el mar les brindaba.
La femenina era muy buena aguantando la respiración bajo el agua, cosa que le facilitaba bastante su vida el Awa'atul.
Pero cuando cerró los ojos por un momento, su corazón paró al ver que cuando los abrió se encontraba dentro de la maquina que la conectaba con su avatar.
──Maldición. ──murmura tomando una bocanada de aire antres de volver a cerrar los ojos. Conectando de nuevo con su avatar.
Cuando los volvió a abrir de nuevo, ya se encontraba en el mar, con Aonung frente a ella, preocupado.
──¿Estás bien? ──pregunta Aonung mediante el lenguaje de señas.
──Sí, solo estoy un poco cansada. ──responde Michelle con una pequeña sonrisa.
Aonung asiente──. Regresemos a casa.
Obviamente estaba cansada. Había estado más de cien horasseguidas conectada a su avatar. No había descansado, cosa que realmente le urgía.
Nadaba detrás de Aonung, intentando mantener sus ojos abiertos cada vez que estos se cerraban. Hasta que simplemente ya no pudo más, y termino callendo dormida.
Cuando Aonung volteó para revisar que su pareja siguiera atrás de él. Sus ojos se abieron al notar como el cuerpo de Michelle poco a poco se empezaba a hundir. Nadó rapidamente hacía ella, la agarró del brazo antes de tomarla por la cintura.
Llamó a un ilu, el cual los llevo a la orilla de los marui en tan solo un par de segundos.
──¡Tsireya! ──grita al verla a un par de pasos alejada de ella, junto con Lo'ak──. ¡Llama a mamá!
──¿Qué paso? ──pregunta su hermana preocupada.
──No lo sé. Veniamos de regreso y de repente solo se desmayo. Llama a mamá, Tsireya.
La mayor asiente corriendo hacia el marui de su familia, yendo tras la tsahik.
──Tal vez solo debe de estar cansada. ──suguiere Lo'ak con nerviosismo. Sabiendo lo que ocurría──. Decidió tomar una sisesta marina.
──No seas idiota. Ni siquiera nosotros tomamos siestas en el mar. ──contesta Aonung. Sus orejas se alzan al ver a su madre junto con su hermana caminar en su dirección──. La tsahik la sanará.
Lo'ak suelta un gemido frustrado observando como Aonung se llevaba el avatar de Michelle.
¿Cómo iban a salvar algo que no tenía alma?
CUANDO MICHELLE DESPERTÓ, TRADO EN acostumbrarse de nuevo a los sonidos de la playa. Sus orerjas crisparon mientras que sus ojos se movían viendo su entorno. Hasta que se detuvieron en Neytiri, quien preparaba la comida para la cena.
──Neytiri. ──llama Michelle. Las orejas de la omaticaya se alzan en su dirección.
──Despertaste. Te tardaste un rato. ──murmura la mujer sin dejar de hacer lo suyo.
Michelle suelta u gemido sentándose recta. Pasa sus manos por su cara, intentando despertar──. ¿Paso de nuevo?
Obviamente ya había pasado, pero había tenido la suerte de que solamente había sido cuando estaba con la familia de Jake Sully. Esta vez no hubo tanta suerte.
──Sí. Ya lo saben, Michelle. ──las orejas del avatar se alzan al escuchar aquello. Su corazón empieza a latir cpon fuerza──. Saben que eres un avatar.
Sin más tiempo se levanta del suelo corriendo fuera del marui. Su vista paso hacia el cielo, observando que ya casi ocurría el eclipse, los cazadores pronto saldrían por la comida.
Corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron, evitando las miradas que los metkayina le daban. Era obvio que ya medio clan sabía que ella era un avatar, los rumores eran bastante rápidos.
Soltó un suspiro tembloroso, sin dejar de correr. Sus ojos pasaron por todos los cazadores una vez que estuvo cerca de la orilla del mar, pero ninguno de ellos era Aonung.
──¡Rotxo! ──grita al ver al amigo de su pareja a unos metros de ella.
Las orejas del metkayina se alzan al escuchar su nombre. Voltea en dirección a Michelle, dándole una ligera sonrisa.
──Hola. ──murmura el varon.
──Rotxo, ¿sabes donde esta Aonung?
──¿Sabes? No creo que sea buena idea hablar con él en este momento. No ha estado del todo bien, y creo que ambos sabemos porque.
──Por favor, Rotxo. Enserio tengo que hablar con él.
El masculino suelta un suspiro. Señala al mar, Michelle tuvo que entrecerrar los ojos para observar una sombra que estaba lejos de ambos, probablemente montada en un ilu.
Michelle se adentró al agua llamando a un ilu que la pudiera llevar hasta donde Aonung se encontraba. Este no tardó en llegar.
Hizo el vínculo con el animal y sin perder tiempo le ordenó que nadar hacia donde estaba Aonung.
Intentó ser lo más sigilosa posible. Cuando llegó a lado de él, las orejas de Aonung se alzaron sra luego voltear en su dirección.
──¿Qué haces aquí? ──pregunta molesto.
──Vine a disculparme. ──murmura Michelle.
──¿Por qué? ¿Por haberme engañado todo este tiempo?
──No tenía otra opción. Si te decía la verdad, ¿me hubieras tratado como me tratas?
Aonung se queda callado. Sus orejas bajan un poco y aprieta sus labios y su agarre en la montura del animal se aprieta. Este chilla al sentir la tristeza de su jinete.
──Te odio. ──murmura Aonung sin voltear a verla.
Los ojos de Michelle se agrandan, sus orejas se pegan a su cráneo. Dolida de las palabras del metkayina, suelta un ligero "oh".
──Te odio porque haces que cada día de ame más. ──murmura volteando a verla.
Las orejas del avatar se alzan un poco. No puede evitar soltar una pequeña risa.
──Me importa poco que seas humana, ¿sabes? ──comenta acercándose más a ella. Toma sus manos entre las suya, acercandolas a su rostro para dejar varios besos en ellas──. Enserio no sabes como odio amarte. Me haces olvidar el odio que siento hacia las personas del cielo.
El metkayina toma por la nuca al avatar, sonriendo con cariño antes de unir sus labios en un beso. En el cual Aonung le demostró el amor que sentía por ella, a pesar del odio que le tenía hacia su especie.
He de admitir que escribir
este os fue algo incomodo.
Y no por la idea, de hecho,
me encanto💗✨, pero en
estos momentos, una morrita
llamada Michelle le esta
haciendo la vida imposible
a una de mis amigas...
So, el nombre realmente
no fue mi favorito 😰👍
Pero fuera de eso, ojala les
haya gustado este os!! A mi
en lo personal me gusto
bastante el resultado final.
Muchísimas gracias personita
bella, por haber pedido
tremenda obra.
Besos 💋✨