𝙼𝚎𝚒𝚜𝚜𝚊 // 𝚆𝚃𝙼

By -Shadow05

51.5K 4.2K 659

Lady Magic estaba furiosa, indignada, ¿Como se atrevía su gente a cambiar sus tradiciones? ¿Por qué las artes... More

𝙼𝚎𝚒𝚜𝚜𝚊
Acto 1.
Prólogo
Hogwarts
Beacon Hills
1 - 01
1 - 02
Descanso
1 - 04
1 - 05
1 - 06
1 - 07
1 - 08

1 - 03

3.7K 277 59
By -Shadow05




































¿Cuándo podremos comer? ―se quejó Malia. ―Ya tengo hambre.

―Sí, yo también. ―dijo Erica, y junto a Lydia, miraron de reojo a Meissa.

―Podríamos hacerlo después de este capítulo. ―sugirió Minerva.

―¡Genial! ―sonrió Meissa. ―Porque ya me están dando ganas de ir al baño.

La pantalla se iluminó una vez más.

Capítulo 3: El hombre del autobús.

Peter carraspeó, se alegraba que el hombre haya sufrido antes de morir.

Scott no parecía estar de acuerdo con sus pensamientos.

El frío hacía que mis huesos dolieran, las ramas bajo mis pies me causaban heridas. Sin embargo, yo seguí caminando, sentía que el bosque me llamaba, quería que me adentrara lo más lejos posible de Beacon, para no dañar a la pequeña población.

Los murmullos llegaban a mis oídos, esto me volvería loca, quería comenzar con los entrenamientos de una buena vez, no quería estar toda una vida sintiendo la muerte cada cinco minutos.

Bellatrix hizo una mueca. Si bien, ayudó a su ahijada con esos entrenamientos, no fue suficiente, ella no era una banshee, y agradecía la existencia de Meredith quién fue su otra entrenadora dentro de la casa Eichen.

No quería tener que vivir con la preocupación de lastimar a la gente a mi alrededor por mis gritos de banshee. Odiaba la sensación de vulnerabilidad, me sentía inútil, sentía un dolor en la garganta al no querer soltar el grito que pronto predeciría la muerte de algún pobre infeliz en el pueblo.

Las rodillas me dolieron cuando caí sobre las pequeñas piedras del bosque, mis manos se dirigieron a mis orejas para acallar aquellos murmullos y lamentos.

Y entonces... grité.

Grité tan fuerte que mi garganta ardió, grité, sintiendo como la muerte se aproximaba y venía a atormentarme. Grité, causando que los animales a mi alrededor huyeran despavoridos, pero algunos no tuvieron la suerte de huir.

Una vez más, en el gran comedor se cubrieron los oídos. Lori estuvo tentada a esconderse entre sus rodillas, solo para huir del grito banshee de la chica Black.

―¿Cora? ―el susurro de Meissa interrumpió el silencio que se creó en el gran comedor. ―¡Cora!

Meissa se levantó de un salto, arrodillándose delante de su novia, que la miraba, intentando tranquilizar sus nervios.

Tranquila, no es nada.

Pero era muy preocupante. Meissa recordó la vez que la sacaron de la casa Eichen. Mientras Stiles manejaba el Jeep, Scott de copiloto e Isaac con ella en los asientos traseros, soltó un grito de apenas un segundo, pero fue suficiente para dañar los oídos de su novio, recordó el horror que sintió cuando vio como la sangre caía de su oído izquierdo. Y ahora le tocó a su novia.

―Estoy bien. ―la miró, Isaac, Regulus y Stiles se encargaban de mirar a todos con gran frialdad, rentándolos a decir algo al respecto.

―No duele. ―le dijo, pero Meissa sabía que mentía.

―Ten. ―Bellatrix se levantó y le dio una poción a la Hale, a pesar de su sanación rápida, querían tranquilizar a Meissa.

―¿Ves?

―Tendré que darles tapones a todos ustedes. ―sentenció Meissa mirando a la manada, luego de ver la mueca de dolor que Brett intentó disimular. ―¿Están bien ustedes cinco?

―¡Sí! ―respondieron Liam, Lori, Brett, Mason y Corey al instante, tratando de no hacerla sentir mal.

Meissa se acomodó en medio de sus novios una vez más, tomando las manos de ambos, ignorando que todos a su alrededor miraban a la manada, preguntándose cuántas veces había sucedido tal incidente.

Los murmullos se detuvieron, pero un dolor de cabeza se hizo presente, la vista se me nubló y fue inevitable no caer a un lado, pero jamás logré tocar el suelo.

Escuchaba mi nombre, una voz conocida, pero no sabía de quién se trataba, una figura frente a mí se movía, no sabía quién era. Sentí unos fuertes brazos alzándome, el frío acarició mi rostro mientras lo único que podía ver eran los árboles que tapaban la vista hacia el cielo nocturno.

Sentía que me movía, pero no era yo. Esto de heredar un don que la familia Black le daba a las mujeres era un horror. ¿Por qué fui yo quién tuvo que tener esta maldición, como en el mundo mágico decían? Hubiera preferido mil veces ser metamorfomaga.

Tonks sonrió de lado.

Escuché susurros a mi alrededor, pero no aquellos que me atormentaban, y luego como esos fuertes brazos cambiaron por unos más acogedores, fue inevitable no acomodarme en ellos, escuchaba una pequeña voz chillona que curiosamente se parecía a la de Kreacher, también unas amenazas que no supe de quién eran y a quién se dirigían.

Pronto, mi espalda tocó una superficie blanda, cómoda. Mi cuerpo pronto tomó calor cuando me cubrieron hasta el cuello. Sentí caricias en mi cabello, un beso en mi frente, y una voz tranquilizante.

Ya estás en casa, pequeña estrella. ―el susurro de mi padre fue lo último que escuché antes de que el sueño me invadiera.

Tendría que considerar amarrarme a la cama.

James apretó la mandíbula ante el apodo, se supone que ella sería su pequeña florecita.

No estaba bien para manejar, así que mi padre conducía su auto mientras me llevaba a la escuela. Había despertado con un dolor de garganta insoportable, tuve que beber una poción para deshacerlo.

Resulta que lo de anoche, no fue un sueño. Fue completamente real. Caminé dormida, hasta lo más profundo del bosque, donde solté un grito, prediciendo la muerte de algún pobre individuo. Pero eso no era todo.

Fue Derek Hale quién me encontró y me llevó a la mansión Black, tía Bella estuvo apunto de darle un tiro, pensaron que me había hecho algo, pero no hizo nada más que ponerme a salvo.

―Lydia te llevará a casa, le dije que tu auto se descompuso, con suerte no preguntará porque no lo llevamos al mecánico con nuestra fortuna. ―me dijo mi padre. ―Supuse que no querías que Bellatrix te viniera a buscar en una patrulla.

Por supuesto que no. ―negué con horror. ―La última vez encendió las sirenas y estuvo apunto de darle tiros al aire. Se detuvo sólo porque recordó que era zona de estudiantes.

Noah negó con la cabeza mientras oía las risas de Bellatrix y Parrish. Estaba segura que si se seguían juntando, la mujer lo llevaría a la locura para cometer tales acciones.

¿Segura que quieres ir a la escuela? No te hará nada faltar un día, tienes excelentes notas.

Lily lo miró con ojos entrecerrados, ella jamás dejaría que Harry faltara a clases, y si fuera así, se encargaría de darle un castigo que no olvidaría.

Lo de anoche no fue nada. ―intenté convencerlo, imposible cuando yo misma lo intentaba conmigo. ―Supongo que de ahora en adelante, tendremos estos sucesos.

No con los entrenamientos. ―me dijo. ―Cuando Bella llegue de la estación comenzarán con tu entrenamiento.

¿Funcionarán? Tía Bella no es una banshee, y el último registro que tuvo la familia Black, fue hace unos cien años. Solo una banshee podía ayudar a una banshee.

Los susurros de mis compañeros me confundían, sus ojos tenían una pizca de miedo, ¿Acaso habrán escuchado algo de anoche? Esperaba que no, lo último que necesitaba es que la policía comenzara a indagar sobre lo sucedido, buscar un grito extraño que provenía desde lo más profundo del bosque de Beacon Hills.

Cuando sentí esa sensación de muerte, no pude evitar estremecerme, no podía soltar un alarido aquí, repleto de estudiantes que podrían sufrir las consecuencias del grito de una banshee novata.

Jamás había tenido un sueño como ese. ―Scott y Stiles se aproximaban.

Yo sí. Aunque terminan diferente.

Eres un cerdo, Stilinski. ―lo miré con disgusto.

Me-Meissa. ―tartamudeó. ―¿A qué no sabes? ―intentó cambiar el rumbo de la conversación. ―Scott tuvo un sueño con Allison

Miré a Scott.

Como se nota necesidad de querer hundirse. ―giré los ojos, escuchando como ambos me seguían.

Scott se colocó rojo al escuchar las risas en el gran comedor.

Primero, quise decir que nunca tuve un sueño tan real. Segundo, no me vuelvas a dar detalles de ti en la cama. Y tercero, tuve un sueño donde perdí el control y mataba a Allison en unos de los autobuses.

Eso lo explica todo.

Déjame adivinar.

No, ya lo sé. ―lo detuvo Scott. ―Crees que tiene que ver con que saldré con Allison mañana, perderé el control y le desgarraré la garganta.

No lo pudiste haber dicho mejor. ―le dije.

No, claro que no. ―dijo Stiles. Scott y yo volteamos a verlo con una ceja alzada. ―Sí, claro que sí. Oye, estarás bien, ¿Sí?

Si es que logra controlar sus sentidos. ―dije yo, tan pesimista.

Creo que manejas muy bien la situación.

¿Lo crees luego del partido?

Se controló.

Pudo haber matado a la gente ese día. Como a mí, tu, padre, la enfermera McCall... a ti. ―lo miré, se removió nervioso al escucharme.

―Ustedes son un dúo extraño. ―les hizo saber Neville.

―Gracias. ―ambos sonrieron con algo parecido al orgullo.

No hay clases de licantropía para principiantes.

No hay clases, pero quizá un maestro.

―¿Quisiste a Derek luego de enviarlo a prisión? ―Leonora alzó una ceja. Scott sonrió con vergüenza.

¿Quién? ¿Derek? ―inquirió Stiles incrédulo, luego golpeó la nuca de Scott para hacerlo recapacitar. ―¿Olvidas la parte en la que lo mandamos a prisión?

Ustedes lo hicieron. ―le recordé.

Sí lo sé, pero es que seguirla, llevarla al autobús, se sintió muy real.

¿Qué tanto? ―le pregunté.

Como si hubiera pasado.

Los chicos abrieron la puerta, dejándome pasar primero.

Pero la visión ante nuestros ojos no fue lo que esperábamos.

Un autobús frente a nosotros, con la puerta trasera toda rota, con marcas de garras y sangre por todos lados. La policía estaba ahí, también los médicos forenses, sacando fotos de la escena del crimen reciente.

Una muerte ocurrió aquí. Y fue la causante de mi grito de anoche.

Creo que sí lo fue. dijo Stiles.

Todos en el gran comedor soltaron suspiros sorprendidos. Las miradas se dirigieron a Scott, como si en cualquier momento se transformaría para atacarlos a todos.

Scott entró a la escuela, buscando desesperadamente a Allison. Stiles y yo lo seguimos por detrás, acordamos separarnos, pero Scott no parecía escucharnos, su preocupación y miedo se notaba a kilómetros de distancia, y cuando menos nos dimos cuenta, se separó de nosotros.

No confiaba en Allison, no podía decir que no era de mi agrado, no me di el tiempo de conocerla y tampoco quería hacerlo. Pero eso no significaba que la quisiera muerta. En realidad, le rezaba a Merlín que la chica estuviera aún caminando entre nosotros.

―¿Eres la razón por la que no está aquí? ―Ron preguntó mirando a Scott.

La pregunta desató diferentes reacciones en la manada. Scott se levantó furioso, Chris apretó el arma en su mano, diciéndose que era sólo un adolescente. Lydia parecía apunto de abofetearlo. Meissa lo miró gran enfado. Aunque las dos últimas solo reaccionaron por su imprudencia ante su suposición, considerando que estaba encerrado con criaturas sobrenaturales, algunos con grandes problemas del manejo a la ira.

Luego de saber todo que pasó Meissa al enterarse de todo lo sobrenatural, la relación de Lydia con Allison se volvió tensa, la rubio fresa había estado demasiado indignada, furiosa con la cazadora que se creía que tenía el derecho de golpear y exigir cosas a su mejor amiga.

Si no fuera porque no tenía más amigos que la quisieran, Lydia se habría alejado de la Argent al instante.

―¿Realmente te has atrevido a decir eso en una habitación cerrada llena de distintas criaturas sobrenaturales, en su mayoría hombres y mujeres lobos? ―Jackson alzó una ceja al mago, quién pareció percatarse de su pregunta insensible.

―Y-yo l-lo siento. ―tartamudeó el pelirrojo.

―Scott, ven. ―lo llamó Melissa con voz suave. Scott respiró profundamente, recordando que él no era ningún asesino, y tras darle una mirada a Isaac y a Liam, ambos lo soltaron.

Hubo un momento de silencio incómodo, sobre todo porque Scott parecía querer arrancarle la cabeza a Ron.

Oh dios. susurró Stiles cuando me vio voltear con brusquedad a una chica con cabello negro, de espaldas parecida a Allison, pero no era ella.

No, no eres. la solté, alejándome, mirando los rostros de cada chica con la que me topaba, con Stiles siguiéndome como un patito a su mamá.

Atención estudiantes habla el director. se escuchó la voz del hombre por los parlantes. Sé que se preguntan sobre el incidente ocurrido de anoche en uno de nuestros autobuses. Mientras la policía determina que pasó, las clases seguirán como siempre. Gracias.

¿Determinar que pasó? Stiles preguntó incrédulo. Es obvio que alguien fue asesinado.

No lo digas tan alto. le advertí, sonriendo con falsedad cuando un chico se quedó viendo a Stiles con extrañeza. Si quién lo hizo fue Scott, está en problemas. Solo reza para que no haya un cuerpo dentro.

¿Por qué?

Puede haber de su ADN en el bus. le dije mientras recorrimos cada pasillo de la escuela. Cabello, saliva... incluso la sangre puede ser suya. Tal vez luchó... y sus instintos hicieron otra cosa.

Espero que no, porque no podría con la culpa. me dijo él, mirando su celular. ¿Tú podrías?

Si la víctima fuera un completo hijo de puta que se quiso pasar de listo, me daría igual.

Stiles, Erica y Meissa se miraron de reojo, recordando aquella vez, juraron que guardarían todo con ellos, Boyd se había llevado el secreto a la tumba. Pero sus planes no servirían, porque eso también sería revelado y ellos lo sabían.

Él ya la encontró. ―me dijo, enseñándome un mensaje del chico lobo. ―Respecto a lo que dijiste antes...

¡Oh, el timbre! ―lo interrumpí. Stiles no tenía que saber que los Black no estaban precisamente cuerdos, por ende yo tampoco. ―Nos toca química con el imbécil de Harris.

Las miradas se dirigieron a los Black presentes. Era bien conocido que eran unos locos, y estaban preocupados de que tan loca estaba Meissa, considerando que su madrina era la misma Bellatrix Black, que tuvo su reputación tiempo atrás.

Siempre había un profesor menos querido en las escuelas, aquel arrogante, imbécil, que disfrutaba humillar a sus alumnos y que no aguantaban una sola falta de respeto.

Las miradas se dirigieron a Severus Snape, que parecía no importarle que fuera el menos favorito de sus alumnos.

Nosotros lo teníamos, el profesor de química, Adrián Harris, un completo arrogante e hijo de puta, era solo simpático con aquellos con padres adinerados. Como con Lydia, Jackson y conmigo, sin embargo a mí seguía sin agradarme, esa doble cara la conocía mi padre, así que no dudaba en hacerle la vida imposible cada vez que el profesor Harris iba a sus revisiones médicas.

Nos había cambiado de puesto.

Antes me solía sentar con Jackson, pero ahora me siento con Stiles, adelante de nosotros estaba Scott con una de mis porristas.

Tal vez la sangre en la puerta era mía. ―nos dijo Scott volteando.

Puede ser sangre de animal.

Como él. ―le recordé, anotando lo que Harris escribía en el pizarrón.

Como un conejo. ―acotó Stiles luego de darme una mirada.

O un lobo.

¿Y que les hice? ―preguntó Scott.

Te los comiste. ―le dije.

¿Crudos? ―preguntó con espanto.

No. ―ironizó Stiles. ―Te estuviste a cocinarlos en un horno de hombres lobo. No sé, tú eres el que no recuerda nada.

―Señor Stilinski. alzó la voz el profesor Harris. Si esa es su idea de hablar en voz baja, quítese los audífonos de vez en cuando.

¿Ahora entienden lo que he dicho?

Creo que usted y el señor McCall les convendría distanciarse un poco, ¿Sí?

No, estamos bien.

Con un gesto de manos, el profesor los hizo levantarse. Después de todo el cambio de asiento fue innecesario. Scott tomó sus cosas y caminó dos mesas por delante, Stiles caminó hasta la otra punta del salón.

Y háganme saber si la ansiedad por la separación es muy grande.

Stiles hizo un gesto de desagrado, pero no dijo nada mientras se sentaba en su nuevo sitio. Continué escribiendo lo del pizarrón, hasta que la voz de la chica a un lado de Scott me sobresaltó.

¡Oigan! ¡Parece que han descubierto algo!

Al instante todos en el salón nos levantamos de nuestros asientos, yendo hacia la enorme ventana para que nuestros ojos curiosos pudieran ver algo que nos aclarara que había afuera.

Me paré detrás de Scott y Stiles atrás de mí, recibí algunos empujones de mis compañeros para obtener un mejor lugar para ver algo de lo que afuera descubrieron.

Unos paramédicos empujaban una camilla con un hombre en ella. Era el hombre que predecí su muerte, podía sentir la muerte, como si ya estuviera sentenciado.

No fue un conejo y tampoco un lobo. nos dijo Scott.

Entonces el hombre se levantó, logrando asustarnos.

Todos el en gran comedor dieron un salto, los niños de primer año soltaron un grito asustados.

Stiles y yo retrocedimos cuando Scott lo hizo con gran pánico. Sus ojos brillaban con preocupación y horror mientras su vista no se apartaba de la gran ventana.

Eso es bueno. dijo Stiles. Se levantó, no está muerto.

Aún. susurré para mí.

Los muertos no hacen eso.

Chicos. nos miró Scott. Yo hice eso.

Yo me acerqué una vez más a la ventana, el hombre luchaba, intentaba quitarse de encima las manos de los aprendices mientras gritaba asustado, horrorizado.

Si predecí su muerte, ¿Por qué no ha muerto?

―Tal vez estás defectuosa. ―dijo Harry.

―O tal vez pronto morirá. ―Meissa lo miró con ojos entrecerrados, sonriendo al ver sus mejillas rojas por la vergüenza.

¿Te has golpeado la cabeza? me burlé de Lydia, caminando con la bandeja de comida en mano.

Hay que conocer a tus amigos y al novio de Allison, ¿No? inquirió. Scott es parte del equipo, está entrando a nuestro mundo. Pronto será uno de nosotros, tal vez también su amigo.

Compartí una mirada con Allison, ambas apretamos los labios para no reír.

No puedes cancelar toda tu vida. dijo Stiles. Lo resolveremos.

Lydia dejó la bandeja en la mesa, llamando la atención de ambos.

¿Qué resolverán? les preguntó, me quise reír de sus rostros sorprendidos.

Ah, solo la tarea.

Sí. le dio la razón Stiles, antes de inclinarse a Scott. ¿Por qué se sentó con nosotros?

Me senté a su lado izquierdo, Danny al derecho. Allison pronto tomó asiento a un lado de Scott, dejándolo encerrado entre ambas chicas.

Porque le dio la locura. le guiñé el ojo.

A un lado. ordenó Jackson a un jugador del equipo de Lacrosse.

¿Por qué no se lo pides a Danny? se quejó.

Porque no me le quedo viendo a su novia, y tampoco las piernas de las porristas en cada partido.

Danny era la razón por la que recordaba que aun habían hombres buenos y educados por ahí.

El chico bajó la cabeza, tomando su bandeja y levantándose, estuvo a punto de sentarse a mi lado hasta que vio mi bolso, y no tuvo más opción que sentarse en la otra punta de la mesa.

―Eso es grosero. ―dijo Hermione.

―¿Sí? No me importa.

Escuché que se trata de un ataque animal. dijo Danny. Quizá un puma.

O un león de montaña.

Un puma es un león de montaña. dijo Lydia, y al notar nuestras miradas volvió a hablar. ¿No es así?

Giré los ojos.

Lydia era demasiado lista, muy inteligente, odiaba que fingiera ser una chica sin cerebro solo para complacer a Jackson y no destruir su masculinidad.

―¡No me importaba! ―chilló Jackson indignado.

Lydia le sonrió para tranquilizarlo.

¿Qué importa? Quizá sea un vagabundo sin hogar que igual iba a morir.

De hecho sé quién es. Miren esto nos dijo Stiles, colocando su celular en el centro para que todos pudiéramos ver la información que logró encontrar. Pronto, el video comenzó a reproducirse.

El departamento de policía no especulará sobre detalles del incidente. en el video se mostraba al alguacil, a un lado de él se encontraba tía Bella. Pero confirmó que la víctima, Garrison Meyers, sobrevivió al ataque. Meyers fue enviado a un hospital local y sigue muy grave.

Conozco a este hombre. dijo Scott con sorpresa.

¿En serio? inquirió Allison.

Sí, cuando tomaba el autobús, vivía con mi papá. Era el chófer.

Scott ahora parecía que entraría en pánico. Stiles y yo lo mirábamos con la boca abierta.

¿Podemos hablar de algo más divertido, por favor? preguntó Lydia. Como, ¿Adónde irán mañana por la noche? se dirigió a Allison. Dijiste que con Scott irían de paseo mañana, ¿No?

Estábamos pensando que hacer.

Bien. asintió Lydia. No me quedaré de nuevo en casa viendo partidos de Lacrosse. Así que si vamos a pasear todos, haremos algo divertido.

Me ahogué con un pedazo de brócoli al escucharla.

¿Pasear? ¿Nosotros? Scott se dirigió a Allison. ¿Quieres pasear conmigo y con ellos?

Sí, eso creo. dijo Allison, aunque no parecía tan confiada. Suena divertido. ¿Quieren ir ustedes? se dirigió a Stiles y a mí.

No, Stilinski y yo tenemos otros planes. le dije, la mirada sorprendida de Stiles recayó sobre mí. Pero gracias por la oferta.

¿Sabes que suena divertido? dijo Jackson. Clavarme este tenedor en el ojo.

Yo te ayudo. le sonreí.

Meissa le sonrió a Jackson quien giró los ojos.

Sí, a pesar de los años, seguían sin tener una conversación decente donde no se incluyan comentarios sarcásticos. Al menos ahora se llevaban bien.

Lydia le quitó el tenedor frustrada.

¿Qué hay de los bolos? le preguntó al rubio. Eso te gusta.

Sí, con competencia de verdad.

¿Cómo sabes que no somos competencia de verdad?

Stiles y yo mirábamos entre ambas parejas, él comiendo papas y yo un palito de zanahoria.

¿Sabes jugar a los bolos? Allison se dirigió a Scott.

Más o menos. dijo Scott, aunque no parecía tan confiado.

¿Más o menos, o sí? presionó Jackson.

Sí. dijo ahora mas seguro. De hecho, juego muy bien.

Melissa soltó una risa divertida, ganándose la mirada indignada de Scott.

―Scott, hijo, eres pésimo para jugar a los bolos.

―No tenían que saberlo, mamá. ―dijo Scott mirándola con traición.

¿Qué harás con Stilinski? ¡Quería a mi mejor amiga mañana por la noche! Lydia hizo un puchero.

Preferí no ir a aburrirnos a ambos con dos parejas que harán incómoda la salida. le dije mientras caminábamos a su auto. Tal vez comeremos una hamburguesa con doble queso. Espero que no cambies de mejor amiga.

No seas tonta. me empujó por el hombro. Te conozco desde niñas, nadie cambiará tu lugar.

¡Meissa! ¡Meissa!

Ambas volteamos, Stiles venía corriendo con las llaves de su Jeep en mano, chocando con quiénes iban caminando delante de él, ganándose miradas enojadas.

Iré al auto, te espero. me dijo Lydia mientras se alejaba.

¿Deseas algo, Stilinski?

Eso que dijiste atrás. señaló a la escuela. ¿Qué planes tenemos y por qué yo no sabía nada?

Bueno, pensé que querrías saber más sobre mi mundo. me encogí de hombros, satisfecha al ver el brillo emocionado en sus ojos al escucharme. Pero si no quieres...

¡Sí! gritó, sobresaltándome en el proceso. Oh por dios, por supuesto que sí.

Bien. dije. Mañana a las seis en mi casa, tendremos una maratón de películas de Marvel luego de todo, además, Kreacher hace muy buenos bocadillos.

Solo... que no esté tan cerca de mí, por favor.

Tranquilo, no hará nada. le dije, alejándome de él. No si yo se lo ordeno.

¿Qué? ¿Qué quieres decir con eso? ¿Meissa?

Solté una risa al escuchar el miedo en su voz, pronto me subí al auto de Lydia y partimos en dirección a mi casa.

Lily le dirigió una mirada de decepción a su hija, ¿Por qué parecía gustarle asustar a los demás? Tendría que hacer un muy buen trabajo si quería moldearla a su manera.

Cuando Lydia se fue, me vestí para ir a correr al bosque. La casa aún estaba vacía, decidí ocupar una hora antes de que tía Bella llegue y comenzaramos con los entrenamientos.

Era ruda al respecto.

Me enseñó todo tipo de encantamientos y maldiciones, nos podríamos batir a duelo si mi magia no fuera débil. Pero sus puños eran fuertes, me golpeaba y daba tantos insultos creativos que me sorprendía. Gracias a ella aprendí a defenderme, ya que si no era con magia, era con mis propias manos.

Bellatrix sonrió satisfecha.

Así que me preparaba psicológicamente para el entrenamiento. Necesitaba aire fresco, aquel que golpeaba levemente mi rostro mientras trotaba en el bosque, buscando olvidar todo lo que ha pasado en las últimas dos semanas. Tratando de fingir que no hay un hombre lobo alfa que me mordió, tratando de fingir que no era un espíritu de lamento que soltaba alaridos cada vez que sentía una muerte cerca.

Tratando de fingir que no tenía una vida complicada desde que era una niña.

En la manada todos compartieron una mirada. Ninguno tuvo una vida buena, ni siquiera cuando eran niños.

Lydia y sus complicados padres, peleando a cada momento, gritando, y luego sufriendo el divorcio por medio de insultos.

Scott y su descuidado padre, aquel que lo empujó de las escaleras estando borracho, hasta que se fue de casa, quedando solo con su madre.

Stiles y la muerte de su madre, sin contar que su padre durante un tiempo estuvo demasiado pegado a la bebida alcohólica.

Erica y sus padres prefiriendo a su hermana sólo por ser normal como ellos decían, solo porque ella no tenía ataques epilépticos.

Los trillizos con la ausencia de su madre, luego la muerte de su padre, vagaron por las calles, fueron mordidos, fueron los omegas de una manada hasta que Deucalion los encontró.

Malia y la culpa de haber sido la causante de la muerte de su madre y hermana, quedó atrapada en el cuerpo de un coyote y casi es asesinada por su propio padre.

Tal vez Meissa tuvo mejor infancia que otros, pero sufrió cada día gracias a la debilidad de su magia, sintiendo como la debilitaba gracias a sus progenitores.

Y la lista con los otros miembros de la manada seguía y seguía.

Agradecía a Lady Magic por darme esta oportunidad. Pudo haberme ignorado, pero decidió velar por mí, salvó a mi padre y condujo a mi tía Bella por un buen camino. Era la Lady que no habíamos visto en años.

Era a quién mi padre, mi tía y yo solíamos agradecer y rezar cada noche en la cena.

Mira estas pisadas.

Aquella voz grave me impulsó a esconderme detrás de un árbol, con el corazón acelerado, pero por alguna razón sabía que no era por mi trote.

¿Algún hombre lobo? inquirió otra voz.

En el gran comedor le enviaron miradas preocupadas a Meissa, quien recibió apretones de manos de Isaac y Cora.

Será difícil averiguar. dijo otra voz. Pero es reciente, pasamos aquí hace media hora y estás pisadas no estaban aquí.

Me asomé con lentitud.

Eran tres hombres, cazadores evidentemente. En sus manos tenían grandes armas, miraban las pisadas que mi trote provocó, uno de ellos estaba inclinado, viéndolas con curiosidad. No identifiqué a ninguno, pero sabía que eran cazadores de los Argent.

Está cerca. Tal vez nos está acechando.

¿Por qué asumimos que es un hombre lobo?

Comencé a retroceder muy lentamente.

¿Por qué algún idiota vendría al bosque con algo ahí afuera? Mataron a esa mujer y quién fuera su verdugo, está por aquí.

Pisé una rama.

Ellos callaron.

Y yo sentía que me desmayaría en cualquier momento.

Hubo un momento de silencio, el árbol aún me tapaba de la visión de aquellos hombres, tal vez estaban mirando a otros lados mientras yo tendría mi oportunidad para escapar.

Pero no fue así.

Solté un pequeño grito cuando la bala impactó en el árbol que me escondía, entonces mis piernas actuaron por impulso, alejándome de ahí, corriendo mientras escuchaba los pasos de aquellos tres hombres siguiéndome, disparando sus armas para derribarme.

Regulus parecía que en cualquier momento se desmayaría. Miró a su hija con horror.

―¡¿Qué?! ¡¿Por qué yo no sabía esto?!

Lily y James bufaron, ese Black ni siquiera era capaz de ponerla a salvo. Sirius creía que su hermano no estaba capacitado para estar al cuidado de la hija de su hermano honorario, primero la secuestró, algo indignante al tener apellido Black, y segundo, se notaba que no estaba lo suficientemente segura con él.

Mientras corría no podía dejar de preguntarme, ¿Qué clase de cazadores comienza dispara sin antes estar seguros de que se trataba de algún hombre lobo?

Era una vergüenza.

―Lo es. ―masculló Chris, enfadado por aquellos tres incompetentes que ahora estaban con los calaveras cuando él renunció al negocio familiar. Estaría muy feliz de decirle a Araya que ninguno pensaba claramente.

Corría en zigzag, protegiéndome con los árboles mientras mis piernas se movían cada vez más rápido. Los disparos de los cazadores aún me perseguían, y también sus gritos.

¡Ven aquí, perrito, perrito!

Eran tan idiotas que creían que los hombres lobos eran la única especie en el mundo.

Tal vez me podía detener y tratar de hablar con ellos, pero sabía que en el momento que me detuviera, una bala estaría entre mis cejas.

Jamás me habían disparado, y una sola vez en mi vida había tocado un arma de fuego. Fue de la tía Bella, trató de enseñarme a disparar, pero decidió que era mejor enseñarme pelear con los puños.

Noah cerró los ojos frustrado. Bellatrix era otra incompetente como su hijo.

Solté un grito cuando sentí unas grandes manos sujetar mi cintura y apegarme a un cuerpo. Mi espalda chocó contra un arbol y una mano cubrió mi boca.

Mis ojos se encontraron con los de Derek Hale, quién se escondía de los cazadores que perdieron mi rastro y se detuvieron a unos metros de nosotros.

Se agachó, tomando un piedra que lanzó hacia nuestro lado opuesto, entonces los tres comenzaron a correr hacia la dirección donde fue a parar la piedra.

Derek tomó mi mano, juntos comenzamos a correr, esperando que nuestras pisadas no fueran escuchadas por esos cazadores. No soltó mi mano, seguimos corriendo mientras nos aferramos al otro.

Meissa acarició las manos de sus novios cuando ambos se negaron a ver la pantalla. Ellos sabían que verían el comienzo de su relación y la misma florecer, pero aún era incómodo.

Recordé esa noche cuando salvamos a Scott, ahora yo estaba en esa posición, la diferencia es que yo pude hacer recibido una bala en el cuerpo que me habría matado.

No fui consciente de que entramos a la antigua mansión Hale. Solo en ese entonces me solté de Derek mientras caía inevitablemente al suelo, demasiado cansada, con el corazón latiendo a una velocidad impresionante.

Jamás me habían seguido con armas, y mucho menos disparado. Creo que aquel sería un trauma con el que quedaría de por vida.

Meissa se removió en su sitio... oh, por supuesto que luego de aquella vez, la apuntaron con armas, y debía decir que no estaba precisamente cómoda cuando las veía, les tenía un terror absoluto.

Ten. ―una botella de agua apareció ante mí, la recibí, la bebí con desespero.

Gracias. ―le dije.

Como digas. ―le restó importancia. ―¿Puedo preguntar que hacías en el bosque?

¿Puedo preguntar que hacías tú?

Vivo aquí.

Pues yo también. ―alcé la mirada. ―Un poco más al sur, suelo salir a correr. Claro que era más seguro antes de que los Argent volvieran al pueblo.

Vi como los músculos de sus hombros se tensaban, su mandíbula cuadrada también se tensó, y puedo jurar que sus ojos oscurecieron ante la mención de la familia de cazadores.

Cora frunció el ceño furiosa, sabía quién fue la culpable del incendio, y a pesar de tener una relación complicada con su tío, lo felicitaba por haber cobrado toda esa venganza, aunque no al completo, ya que Kate aún seguía ahí afuera haciendo de las suyas.

Cora esperaba matarla algún día, así como la rubia hizo con su familia, matando a inocentes y a humanos que vivían dentro de esa casa.

Y ni siquiera Chris la iba a detener.

A Cora no le importaba el color de sus ojos.

Malditos idiotas. ―me puse de pie notando como las piernas me temblaban ligeramente. ―Quiero ver que pueden hacer sin esas armas.

¿Te defenderías si no te estuvieran apuntando con ellas?

¡Por supuesto! ―lo miré, fue inevitable no hacerlo con indignación. ―¿Crees que solo soy una simple cara bonita? Quiero que sepas que mis manos son letales, y con solo mis piernas te puedo quebrar el cuello.

Meissa se removió incómoda en su asiento, miró de reojo a Stiles y Erica, que se hundieron en sus sitios respectivos.

Lily la miró, juzgándola.

―No puedes simplemente matar a las personas. ―dijo James mirándola con decepción.

―¿No tengo derecho a defenderme? ―Meissa alzó una ceja, estaba harta de esos dos, también de Harry, que la miraba cada cinco minutos, como si fuera la próxima dama oscura. ―Mis manos no están limpias, y considerando que hubo una guerra mágica, sus manos tampoco lo están.

Los rostros de Lily y James enrojecieron.

Dumbledore estaba furioso, no se supone que las cosas debían terminar así para él. Hizo todo lo que hizo por poder, y terminó despojado de su magia gracias a la mujer que estaba detrás de todo esto.

Mi familia es paranoica. ―le dije, comenzando a caminar, escuchando como la madera bajo mis pies crujía. ―Y somos conocidos porque estamos locos.

Todos giraron para ver a todos aquellos que tenían sangre Black.

Así que te sugiero que no me tientes. ―me advertí. ―Después de todo, mi madrina es la más loca y cruel de mi familia.

Bellatrix soltó una risa que hizo que Melissa y Peter la miraran con una sonrisa amorosa

Es bueno estar informado. ―me dijo, aunque noté un poco de burla y sarcasmo en su voz.

Me acerqué con una sonrisa de lado a él, casi riendo cuando noté nuevamente su cuerpo tenso cuando mi mano acarició su pecho mientras lo miraba coqueta.

¿Crees que tengo manos delicadas? ―me puse de punta, riendo suavemente cuando se sobresaltó al sentir como mi nariz rozaba su mejilla.

Meissa carraspeó en el gran comedor, detuvo el impulso de cubrir los ojos de sus novios, pero se conformó con tomar sus manos.

Peter miraba con advertencia a Derek, quién no parecía feliz de ver a la chica Black en medio de su hermana y su primer beta.

Pues no las tengo.

Tomé su brazo, llevándolo detrás de su espalda, golpeé detrás de sus rodillas que lo hizo caer al piso, dejé que mi cuerpo cayera sobre su espalda, quedó boca abajo, me senté sobre ella mientras aún tenía sujetada su mano.

Soltó un gruñido cuando notó que podía romper su brazo fácilmente.

Recibió miradas en el gran comedor.

Meissa era pequeña, asi que era una sorpresa que pudiera derribar a un hombre lobo de unos treinta centímetros más alto que ella, en menos de dos segundos.

Si hago esto. ―hice un leve movimiento amenazante. ―Te rompería el hombro.

Regulus y Bellatrix la miraron con orgullo.

Creo que he entendido. ―me gruñó como un animal. ―Juzgué mal. ―dijo al ver que no tenía intenciones de soltarlo.

Es bueno escuchar eso. ―lo solté, levantándome de su espalda. ―Bueno Derek, gracias por salvarme hoy, pero ya es hora de irme.

Los cazadores podrían estar ahí afuera. ―me advirtió, mirándome muy mal por haberlo derribado.

¿Atacarían a una pobre humana indefensa? ―pregunté con miedo fingido.

Sé que no eres humana. ―me dijo. ―Lo que sucedió anoche, ningún humano lo podría hacer. No había visto nada así antes, y puedo decir que he visto a muchas criaturas diferentes. ¿Qué eres?

No importa. ―dije. ―Pero también te agradezco por lo de anoche, me salvaste de una hipotermia, y ahora de unos cazadores. Te debo dos.

No necesito que me salven.

Algún día lo vas a necesitar. ―le sonreí. ―Adiós, amargado.

Salí de su casa, escuchando el bufido que soltó.

Miré a mi alrededor, antes de comenzar a correr en dirección a casa para un entrenamiento con mi tía Bella.

Muchos suspiraron con Derek y Meissa, notando la tensión entre ellos, pero bufaron con decepción al ver que ellos no eran pareja.

Otros sin embargo no les gustaba como Meissa lo miraba, y tampoco la pequeña casi inexistente sonrisa de Derek al verla marcharse. Encontraban adorable al trío, y esperaban que nadie tuviera malas intenciones con ellos.

El entrenamiento con tía Bella me dejó exhausta, con un dolor de cabeza impresionante, pero eso no fue algo que fuera del interés de Scott y Stiles, me sacaron de casa y yo me encontraba en los asientos traseros del Jeep, rumbo a la escuela par obtener información de lo que sucedió anoche, y si era sincera, yo también quería saber si Scott había hecho más allá de llevar a ese hombre al hospital.

Solo yo iré. dijo Scott. Alguien tiene que vigilar, y vigilar a quien vigila.

¿Eso tiene algún sentido? miré a Scott.

¿Por qué siempre soy yo el que vigila? se indignó Stiles. ¿Por qué empiezo a creer que te sientes Batman y yo Robin?

¿Puedo ser Gatubela? ¡No! Mejor canario negro, traiganme a mi Oliver Queen, por favor.

¿No puedo ser Oliver Queen? inquirió Stiles, levemente ofendido.

Sin ofender, Stilinski, pero pareces más Steve Rogers antes del suero.

Fingiré que no estoy indignado. me señaló.

Un par de risas inundaron el gran comedor, aunque la mayoría de ellos no sabían de que estaban hablando.

―Puedes ser mi Oliver Queen. ―le susurró Leonora a su novio, quien le sonrió con amor antes de abrazarla por los hombros, obteniendo un giro de ojos de Isaac.

Nadie es Batman, ni Robin, ni Gatubela o lo que sea.

¿En ningún momento? Stiles lo miró incrédulo.

Solo quédense aquí. ordenó.

¡Vaya! lo miré con seriedad. Hubieras venido solo, mal agradecido. Ya vete, McCall, aquí te esperamos.

Scott bajó del auto, corrió hacia la reja la cual subió con gran facilidad, y saltó hasta pisar el piso del otro lado.

Solo quédense aquí. bufó Stiles, imitando infantilmente la voz de Scott. Tonterias, ¿Por qué siempre quiere tener el control? ¡Quiere ser la primera opción!

Scott miró a Stiles, jamás se había dado cuenta de eso, de como se sentía su amigo, siempre se centró en sí mismo y en sus parejas, sobre todo en Allison. Ahora entendía porque Meissa parecía adorar a Stiles, y como siempre lo ponía en primer lugar antes que a él.

Leonora besó la mejilla de Stiles, él siempre fue su primer opción.

Tranquilo, Stiles. dije, ignorando que lo llamé por su nombre. Recuerda que mañana irás a casa mientras Scott y los otros tendrán una cita incómoda. ¿A quién no le gustaría saber sobre la magia?

De pronto se mostró más emocionado.

Debes sentirte importarte. le dije. Tuve que tener una charla con la ministra de magia para hablarte sobre mi mundo.

¿En serio? preguntó con emoción.

Y tal vez podríamos hacerle una broma a tía Bella con alguna poción.

¿Poción? ¿A la agente Black? preguntó con horror. Podré ser inconsciente, pero tampoco tanto, ¿Sabes?

No hará nada. reí con burla. Si quieres podemos molestar a mi padre.

¡Menos! chilló con miedo.

¿Una poción de laxante a Jackson que dure dos semanas?

Nos estamos entendiendo. sonrió.

Jackson volteó a ver a ambos, ahora entendía porque ningún medicamento parecía funcionar para su estómago suelto.

McCall está en problemas. le advertí, señalando al otro lado de la reja. Una linterna paseaba por el lugar, algún oficial haciendo guardia.

Stiles tocó la bocina sin esperar más, tampoco le importó llamar la atención de aquella persona, solo le avisaba a Scott que salió corriendo del autobús la percatarse de una compañía indeseada.

Intentó parecer cool, saltó sobre un auto rojo hasta pasar la reja, girando por el suelo cuando llegó a nuestro lado.

¡Rápido! ¡Sube! ¡Corre!apresuró Stiles.

¡Eso hago! subió al Jeep. ¡Vamos, arranca!

Stiles dio reversa, antes de maniobrar y colocar el Jeep al derecho, alejándonos con rapidez de la escuela.

¿Funcionó? ¿Recordaste algo? le preguntó Stiles.

Sí, estuve aquí anoche. nos dijo. Gran parte de la sangre era mía.

Melissa pareció aterrada al escucharlo, antes de darle un vistazo a Scott, asegurándose de que realmente estaba presente.

Significa que no lo atacaste. dije.

No. Vi ojos resplandecientes en el autobús, pero no eran los míos. Eran de Derek.

Giré los ojos sin poder evitarlo, le había dicho que el cuerpo era de Laura Hale, no me creyó, también le dije Derek no era el alfa, tampoco me creyó. ¿Por qué Derek le diría que viniera a averiguar? ¿Por qué lo ayudaría?

Scott se tornó rojo, jamás lo había pensado así, solo buscaba tener un culpable para salir con Allison de una buena vez, sin peligro de por medio.

¿Y el chófer?

Creo que en realidad intentaba protegerlo.

¡Espera! ¿Para qué te ayudó Derek a recordar que él atacó al chófer? soltó Stiles incrédulo.

A eso me refería, al menos uno tiene un gran cerebro aquí.

Scott pareció ofendido.

Es lo que no entiendo. dijo Scott.

Debe ser algo de una manada.

¿A qué te refieres? le pregunté, esperando que mi orgullo por él no se fuera por la borda.

Una iniciación. dijo. Asesinan juntos.

¿Por qué desgarrar la garganta crea lazos afectivos?

Sí, pero no lo hiciste. negó Stiles. Significa que no eres asesino. Significa que...

Puedo salir con Allison. interrumpió con una sonrisa enorme. Giré los ojos sin poder evitarlo.

Melissa parecía querer esconderse de las miradas incrédulas a su hijo, y decidió fingir que no existía por el momento.

Iba a decir que no me matarás. dijo Stiles.

Oh, sí. Eso también.

Ustedes son los idiotas de los idiotas. les dije. ¿Alguien ha considerado que Derek no es quién te mordió? ¿Por qué te ayudaría en primer lugar? ¿Por qué no usar su estatus para obligarte a hacer lo que él quiere?

Tantas preguntas para que piensen, pero Scott me ignoró, sonriendo como idiota mientras pensaba en la cita que tendría.

Stiles fue más inteligente, se quedó pensando en mis preguntas, las cuales obtendrían sus respuestas al final de la noche de mañana.

Stiles sonrió, recuerda que al escuchar esas preguntas, no pudo evitar pensar que todo era muy raro y que Meissa podría estar pensando mejor que ellos dos. Era tanto misterio, que estuvo toda una noche despierto y dando vueltas, y cuando decidió que todo encajaba y que Derek no era el alfa, Scott se lo confirmó.

Aún así, siguió sin confiar en Derek, sobre todo luego de haberlo enviado a prisión.

¡Mira esa belleza! chilló Lydia acercándose a la tienda, manteniendo sus ojos en un hermoso vestido veraniego. Va a juego con mi cabello.

Lo puedes comprar. le dije al ver sus ojos emocionados.

No. negó. No puedo abusar de la confianza de tío Reg.

Sabes que a papá no le importa gastar su dinero en nosotras, Lyds. la miré con una sonrisa. Eres como otra hija, y no le importa mantenerte hasta que tengas la mayoría de edad.

Mi padre era asquerosamente rico, sin contar lo bien que ganaba en su trabajo, tenía unas diez bóvedas en Gringotts, de todos quiénes le dieron su fortuna al Lord Black, así que no le importaba gasta dinero.

Sirius Black bufó, se supone que él era el Lord de la familia Black, él debía manejar las bóvedas, y se suponía que todo eso sería de su heredero, en este caso, su ahijado, Harry.

Meissa lo miró con una ceja alzada, y decidió que era momento de molestarlo.

―Y cuando llegue el momento, yo seré la Lady de la familia Black. ―sonrió con suficiencia al ver el rostro indignado de Sirius.

―Oh, claro que lo serás. ―sonrió Regulus al ver lo que hacía su hija. ―Y Lydia, Meissa tiene razón, puedes comprarte lo que quieras.

Lydia le sonrió al hombre.

Al momento de cumplir mis diecisiete, tres de esas bóvedas serían mías, llenas de galeones, joyas, libros de magia avanzada.

Hermione alzó la cabeza al escuchar lo último, luego se giró para mirar a Meissa. Si tal vez hablara con Sirius para convencer a su sobrina de entrar a esas bóvedas...

Después de todo, ella no parecía ser tan poderosa para tener esos libros.

Adelante. la empujé levemente. No sucederá nada si te lo compras, es perfecto para ti.

Eso no evitará que le pida disculpas por gastar su dinero. me dijo Lydia mientras entrábamos a la tienda. Disculpe, quisiera probarme ese vestido veraniego que está en vitrina.

Mientras ella se iba con una sonrisa emocionada, yo comencé a dar vueltas por la tienda, tenía ropa hermosa, pero no la que yo solía usar, prefería caminar a unas cuantas tiendas más para gastar el dinero que mi padre me confió.

―No es bueno presumir. ―Hermione dijo, tratando de parecer amable para ganarse su confianza e ir tras esos libros.

―Me gusta presumir. ―le dijo Meissa. ―La que puede, puede, y la que no, es una verdadera lástima.

Hermione pareció ofendida.

Lydia iba feliz con su vestido, y yo con un nuevo conjunto del que me enamoré apenas lo vi. La gente nos miraba, sobre todo a mí, todos sabían muy bien que mi padre cumplía todos mis caprichos, que me daba dinero para comprarme ropa, que también gastaba en Lydia. Nos creían unas completas tontas y flojas, irrespetuosas con los mayores, y eso es porque no nos conocían.

Lydia tenía el sueño de ser arquitecta, se le daba muy bien dibujar, y planificar mientras le daba órdenes a sus empleados era su sueño. Y lo cumpliría, porque confiaba en ella, y simplemente porque era Lydia, si ella se proponía algo, lo cumplía.

Lydia sonrió, mientras salvaba a la gente, estudiaba arquitectura, nadie podría decir que era una tonta y buena para nada.

Yo por otro lado, soñaba con trabajar en el hospital junto a mi padre, ejerciendo de cirujana cardiotorácica. Me había prometido que sería la mejor del país, a quién recomendarían, ¿Sería una banshee capas de trabajar en un hospital, donde vivía rodeado de muerte? Seré el claro ejemplo de serlo.

Meissa sonrió de lado, ella también había comenzado a estudiar en la universidad. Ella y Lydia habían tenido la suerte de entrar a la misma universidad, donde milagrosamente se encontraban su carreras deseadas.

Había costado, estaban de un lado a otro salvando vidas sobrenaturales, yendo a los refugios, pero seguían estudiando para cumplir su sueño, para callar los comentarios negativos hacia ellas, para callar a todos quienes hablaron de un pobre futuro para ellas.

Ambas lo estaban logrando, y lo iban a cumplir.

Saldré de este pueblo y tendré un gran éxito con el cual me burlaría de esas mujeres que me miraban mal por mi vestimenta.

Regulus miró a su hija con orgullo, estaba realmente feliz por su mente decidida.

Confiaba en ella.

De hecho, confiaba en todos esos chicos, sabía que lograrían cumplir sus sueños, Stiles ya lo estaba cumpliendo.

Kreacher, por favor no asustes a Stiles. miré al elfo. No quiero que se desmaye porque apareces de la nada. Solo aparecerás cuando te llame, o si tienes algo importante que decirme.

Por supuesto, ama Meissa, Kreacher entiende. me dijo, aunque sabía que estaba disgustado por tener a Stiles en casa. Los prejuicios de mi abuela Walburga jamás se irían, Kreacher solía odiar a los muggles.

Bien, ya llegó. dije cuando escuché el timbre resonar por la mansión. Te puedes retirar, Kreacher.

Mientras Kreacher se iba, yo me dirigía a la puerta de la mansión. Mi padre llegaría dentro de poco, mi tía Bella dormía en su habitación, estaba descansando lo suficiente para volver al trabajo.

Stiles, veo que vienes preparado. lo miré. Tenía un cuaderno y un estuche, sus ojos color whisky brillaban con gran emoción y daba pequeños saltos en su sitio. Puedes entrar.

¡No tendré otra oportunidad como esta! exclamó mientras entraba, dando miradas cautelosas alrededor. ¿No está... ese elfo?

Pequeñas risas se escucharon en el gran comedor.

―Yo también pregunté eso cuando fui por segunda vez a su casa. ―dijo Aideth tratando de ser reconfortante.

Tranquilo. aguanté las ganas de reír. Tiene órdenes de no aparecer de la nada si yo no lo llamo.

Pareció relajarse, comenzó a caminar con más confianza mientras miraba alrededor con la boca ligeramente abierta.

¿Tienen un cuadro familiar? preguntó con sorpresa.

En el salón que era del tamaño del campo de Lacrosse de la escuela estaba colgado un gran cuadro en el que estábamos tía Bella, mi padre y yo. Yo sentada en una silla elegante, mi padre y tía Bella detrás de mí, ella con una mano en mi hombro. Los tres con la barbilla en alto, vestidos elegantemente.

¡¿Está hecho a mano?! exclamó al acercarse más.

El pintor tuvo que dejar su trabajo durante unos tres meses por los calambres. le dije. Estuvo alrededor de medio año haciéndolo. Hizo un gran trabajo.

¿Esa es una espada? preguntó aún más sorprendido, acercándose a un costado de la pintura, donde en una pequeña vitrina se encontraba una espada, forjada por un ancestro Black, el cuál utilizó para deshacerse de los humanos que rompieron su varita y quisieron pasarse de listos al querer asesinar a la sangre mágica.

Las miradas horrorizadas fueron a parar a los Black.

Está hecha de plata, nuestro ancestro la forjó cuando los muggles hallaron su escondite. le dije tomando posición a su lado. Rompieron su varita, en ese tiempo aparecerse en otro sitio aún era complicado sin entrenamiento, así que forjó una espada para protegerse de ellos.

Meissa tuvo un escalofrío, los tenía cada vez que pasaba por el salón frente a esa espada. Ella fue la primera en utilizarla luego de siglos encerrada en una vitrina, siendo una reliquia de la familia Black.

Recuerda sacarla, recuerda perfectamente cómo peleó contra esos Onis que buscaban al nogitsune, estaba sola en su casa, con cuatro de ellos, sin su varita, fue la única arma a la vista, y la primera en matar a un Oni, no fue tan inteligente en ese momento, si lo hubiera sido, Allison no se habría sorprendido, y posiblemente estaría ahí con ellos.

¿Quieres decir que está cubierta de sangre?

Así es. le dije, confundida, a estas alturas debería de estar corriendo a su jeep para alejarse de aquí, es lo que una persona normal haría.

¡Es fantástico!

Pero Stiles no era normal.

Scott no pudo evitar sentir celos. Stiles fue el primero en entrar a la mansión Black con la invitación de la heredera. Tenía más confianza con Meissa, solían hacer pijamadas donde reían hasta el amanecer, pero él no estaba con ellos dos.

Sabía que no podría tener esa relación que Meissa tenía con Stiles, y todo por una simple razón.

Él traicionó su confianza.

El humano siempre estuvo para ella, jamás la juzgó como lo hizo él, lloró en su hombro, fue el primero en conocerla a fondo aparte de Lydia. Tenían una relación de hermanos que Scott jamás podría tener con ella, porque la decepcionó, más de una vez... y también lo decepcionó a él.

Sabía que si Meissa alguna vez tuviera que escoger entre los dos, siempre escogería a Stiles. Y aunque Stiles intentara no demostrar su favoritismo, Scott sabía que desde que se hicieron mejores amigos, Meissa sería la prioridad de él.

Esto es genial, ¿Tienen calabozos de tortura?

―Ay dios. ―dijo Noah tocándose la frente.

Tía Bella intentó persuadir a papá, pero no hay nada de eso. le dije, aguantando la risa.

¿Entonces no hay cadenas y esas cosas?

Oh, eso sí tenemos. Tía Bella prefería estar asegurada, en vez de cuerdas, unas cadenas para quien se atreva a entrar, aunque es imposible. Aquellos que son una amenaza no pueden ver la mansión.

¿Como un campo invisible? preguntó alucinado.

Así es. Y mi padre sabe cuando alguien entra a la casa, al ser el Lord de la casa, sabe quién entra y quién sale.

Jamás había estado tan emocionado en mi vida. confesó. ¿Qué es eso de Lord?

En el mundo mágico existen los sagrados veintiocho, todos sangre pura, sin embargo eso no importa ahora, hay muchos más magos solo que son considerados mestizos, o traidores a la sangre, por eso no están dentro de los sagrados.

》Todos ellos son Lores o Ladys en sus familias, representan a su apellido, son poderosos en el ministerio de magia, mi familia, los Black, son los más influyentes... por supuesto que eso fue antes de que el idiota de mi tío tomara el puesto, aunque él no es Lord.

Sirius pareció indignado al escucharla.

Stiles escribía con rapidez en su cuaderno.

¿Sangre pura?

Magos que tienen su sangre limpia como ellos dicen. traté de explicar. No se mezclan con los muggles, muchos los odian, quieren mantener la pureza de su sangre, la magia intacta.

Entiendo. dijo, anotando lo que dije.

Luego están los mestizos, nacidos de bruja o mago con alguien muggle. O de un nacido de muggle con una bruja o mago.

¿Nacidos de muggles?

Con ancestros mágicos que se volvió squib, pasan los años hasta que llega el siguiente niño mágico. Un squib es un mago o bruja que viene de una familia mágica, sin embargo no tiene magia en sus venas. Yo soy casi una squib, pensaría que lo soy si no fuera porque tengo magia, es leve, pero está presente.

¿Y tú que eres? me preguntó curioso.

Sangre pura.

En el gran comedor la giraron a ver con gran asombro, se supone que ella era una mestiza, su madre Lily es nacida de muggle.

―¡No lo eres! ―chilló Lily.

―Lo soy.

―No lo eres. ―negó James, estaba cansado de la rebeldía de su hija.

Meissa solo apuntó a la pantalla, solo la serie aclararía esa duda.

Mi padre es un sangre pura, mi madrina es su prima así que también lo es. Cuando mi madrina me adoptó por sangre, mi sangre mestiza cambió a pura.

Los Potter le dirigieron una mirada de horror a Bellatrix... ellos le quitaron todo.

¿Adopción de sangre? ¿Eso existe?

Sí, pero eso es para otro día. le dije. No estaba preparada para decirle que era adoptada.

Y el elfo. dijo, mirando alrededor, esperando que Kreacher no apareciera. ¿Hay más como él?

Por todo el mundo mágico. Aunque no todos los tratan con amabilidad como nosotros tratamos a Kreacher. Muchos los torturan, los ven como si fueran seres inferiores, aunque son más poderosos que nosotros, siempre y cuando estén conectados a alguna familia.

¿Qué pasa si no lo están?

Sufren hasta que mueren. Ellos necesitan tener un amo, estar conectados a un lugar mágico o a nuestra magia para que la suya se vuelva más fuerte.

Hermione se colocó roja cuando sintió miradas sobre ella, para nadie era un secreto que se metió en las cocinas para intentar liberar a los elfos en navidad, dándoles de regalos algunas prendas que los elfos se la lanzaron a la cabeza con magia.

Neville lo recuerda, fue quién tuvo que intervenir cuando se dio cuenta de que el director no haría nada por los elfos. Tuvo que deshacerse de las prendas y soportar la furia e indignación de Hermione cuando todo desapareció, y pareció disgustada cuando los elfos le agradecieron al chico.

Sus pasos furiosos siguieron por los siguientes días, molesta porque nadie parecía estar de su lado más que Ron, Harry y algunos nacidos de muggles.

Todo sucedió por no estar lo suficientemente informada.

¿Pueden hacer magia sin varita?

Muy pocos magos son capaces de hacerla, deben tener un núcleo muy fuerte para lograrlo. En mi familia, ninguno lo ha logrado... digamos que no estamos precisamente cuerdos para eso. Tendrían que tener un buen corazón y ser signos de esa magia.

Muchos giraron para ver al director, ¿Por qué el no era digno de esa magia? Merecía tenerla.

Blaise giró los ojos al otro.

―¿No entendieron que manipuló a Voldy? ―preguntó a Theodore que parecía igual de disgustado que él.

Cuentame más de tu familia. me dijo, tomándome por sorpresa, yo esperaba que preguntara más sobre criaturas mágicas y eso.

Los Black tienen la tradición de nombrar a sus hijos como estrellas o constelaciones. También están muy locos. inicié. Todos con odio a los muggles, orgullosos de su sangre pura, solo unos cuantos se libran de eso. Como el tío Alphard, mi padre, tía Andy, mi tía Bella, aunque costó que esas ideas salieran de su cabeza, también está Sirius, pero él es un imbécil matón, jura ser mejor que nuestra familia, pero es un idiota total. Hacía bromas pesadas en la escuela, le hacia bullying a un chico de Slytherin solo porque a su estúpido mejor amigo le gustaba a una chica y porque eran de casas distintas, aunque según mi padre, era más una obsesión.

Las miradas fueron a parar a Sirius que estaba demasiado enfadado por la insolencia de la hija de su mejor amigo. Él sólo cortó lazos con su familia y disfrutó de su vida, no hizo nada malo.

James por otro lado, estaba furioso, ¿Como se atrevía su hija a hablar de ellos de tal modo? Él sólo pedía salir con la chica de la cual estaba enamorado, jamás se obsesionó.

No sé que habrá pasado con ese chico, pero debe tener una vida aburrida por haber sufrido tanto por cuatro idiotas. Uno de ellos obsesionado por una chica, la buscó por años, jamás entendió un no, era un acosador, debió de haberlo demandado, pero al parecer a esa chica le gustaba la atención de ese idiota.

James y Lily se avergonzaron. Harry abrió la boca con sorpresa, ¡Le dijeron que sus padres se enamoraron en el primer día del tren! No le creía a Meissa, seguiría pensando que sus padres tuvieron una historia de amor que comenzó en cuarto año.

Luego está el debilucho, el don nadie, la sombra de sus amigos que solo veían por su bien y no se molestaron en preguntar a su amigo si todo estaba bien en casa. Jamás se dieron cuenta de que secuestraron a su madre, razón por la que tuvo que cambiarse de bando en la guerra, sin embargo lo metieron a una celda especial es azkaban, sin juicio, todo por órdenes de Lord Potter. Ese chico ha pasado más de una década, y era inocente, porque actuó bajo amenazas.

―¡¿Están hablando de Peter Pettigrew?! ―chilló Madame Bones con sorpresa y furia, Meissa asintió en su dirección, de pronto pareciendo muy entretenida. Junto a Isaac, comenzaron a ver todo, deseando tener palomitas para que todo fuera mejor. ―¡¿Cómo que fue encerrado sin juicio?!

―Él se lo merecía. ―dijo James. ―¡Le dio nuestra ubicación a Voldemort!

―¡Bajo amenaza! ―le recordó la mujer sin dejarse intimidar, después de todo, ella tenía más poder que James Potter. ―¡Esto es vergonzoso! No es de extrañar que seamos considerados los peores magos. Y si vamos a hablar de quién tiene que estar en azkaban, usted está en esa categoría Lord Potter, el acoso estudiantil es considerado una aberración en el mundo mágico, lo que equivale a cinco años en azkaban. Y créame Lord, con todo lo que ha hecho hasta ahora, usted y su esposa estarían toda una vida en ese lugar por negligencia a una menor de edad, porque ustedes son la razón de la debilidad de su magia.

Los rostros de James y Lily se tornaron de un color pálido.

―Peter Pettigrew tendrá un juicio cuando termine esta temporada, y ustedes no estarán presentes. ―dijo Madame Bones mirando a James y a Sirius que parecían indignados.

Luego está el que quiere encajar. El que hizo de todo para tener amigos, el que ignoró las crueles bromas de sus amigos para no ser apartado. Aquel que hizo vista ciega cuando golpeaban a este chico que era su blanco de bromas. Un idiota si me lo preguntas, porque a pesar de querer encajar, no fue más que un cobarde.

Remus bajó la mirada, completamente avergonzado.

Lo siento, me desvíe del tema.

No es nada, pero ahora tengo más preguntas. ¿Qué es eso de Slytherin?

Una de las cuatro casas de la peor escuela de magia.

En el gran comedor se sintió la ofensa, todos giraron para ver a Meissa con una gran cara larga.

―¿Qué? Es la verdad. A lo largo de los años quitaron materias importantes, quitaron las tradiciones. Este lado del mundo mágico es visto como un chiste.

Los otros son Ravenclaw, que es donde están los inteligentes, serías uno perfecto. Está Hufflepuff, los que trabajan duro y son leales, y la mayoría del tiempo son realmente agradables, ayudando a otros, también serías uno. Está Gryffindor, para los valientes. Y por último, Slytherin, para los astutos y ambiciosos.

》A lo largo de los años, Slytherin y Gryffindor han tenido enemistad, algo tonto si me lo preguntas. Se supone que vas a aprender, no a insultar a otras casas por el logo en una túnica.

Las casas se miraron entre sí, estaban acostumbrados a darse tales insultos. No sabían cómo es que todo comenzó.

Dumbledore estaba furioso.

¿Tú fuiste a una escuela de magia?

No. le dije. Como te dije, mi magia no es la más fuerte, así que el ministerio no me detectó. Fui criada en casa, aunque por el día iba a la escuela como toda niña normal.

¿Y qué es azkaban?

Una prisión mágica, custodiada por dementores, seres horripilantes que te quitan la felicidad, y te pueden quitar el alma con el beso, como es llamado.

Espero no encontrarme con alguno de ellos.

Se puede defender de ellos. le dije. Aunque bueno... yo no puedo hacer un patronus, se necesita mucha magia para hacerlo.

Entonces el patronus de una serpiente se acercó a nosotros, Stiles miró con la boca bien abierta por el asombro como la serpiente se deslizaba a su alrededor.

Con eso te defiendes de los dementores. entró mi padre. Solo lo puedes invocar con recuerdos felices. El mío es cuando sostuve a Meissa en mis brazos por primera vez.

¡Es fantástico! exclamó Stiles.

Ambos reímos, Stiles estaba verdaderamente emocionado, me preocupaba que en cualquier momento se fuera a desmayar.

Cuéntenme más, por favor. nos miró como si fuera un niño. Mi padre y yo sonreímos, dispuestos a contarle todo sobre nuestro mundo.

Noah estaba feliz al ver la emoción de su hijo, desde que los Black aparecieron en su vida, todo había mejorado para Stiles, y el alguacil no podía estar más que agradecido con ellos.

Mi padre había decidido darle una visita a Derek, no se sentía seguro con un alfa suelto por ahí, y Derek no le agradaba, pero era mejor tener un hombre lobo de nuestro lado.

Derek miró a Regulus ofendido, pero el hombre lo miró con tal frialdad que lo hizo voltear a otro lado.

Así que mientras ellos hablaban, yo comencé a dar vueltas alrededor de la antigua casa Black. El olor a quemado era molesto, pero no dije nada por respeto. Podía sentir la muerte en el lugar, muchos sufrieron aquel día, murió gente que no debía, todo por el capricho de un cazador.

No quería imaginar la desesperación y el miedo que sintieron todos aquí, murieron sin tener la oportunidad de demostrar su inocencia. Y por eso y más razones, sigo pensando que los cazadores deberían tener merecidos castigos por creerse el balance de la naturaleza.

Meissa se removió, hasta el momento, el único cazador que era realmente de su agrado, era Chris, su padrastro. Con los otros que se cruzó, tuvo malas experiencias, podría decir que Chris es el único que podía ser salvado.

Los Hale bajaron la cabeza. Derek no estuvo dentro de la casa cuando se estaba quemando, él solo la vio arder, sintiendo un dolor inmenso en el pecho al escuchar los gritos suplicantes de su familia mientras el fuego los acariciaba. Para Cora fue más traumático, era una niña que logró huir gracias a Peter, quién fue consumido por su mente, volviéndose loco a medida pasaban los años.

Si fuera mi familia, comenzaría a buscar a los responsables de lo sucedido. No escaparían de mis manos, tomaría venganza por el daño provocado.

Muchos en el gran comedor estuvieron de acuerdo, oh, ellos serían capaz de quemar todo con tal de vengar a sus familias.

De cierta forma, Peter se sintió aliviado, por otro lado, el remordimiento de haber matado a su sobrina inconscientemente, aún seguía presente, incluso fuera del coma, aún tenía secuelas del incendio. Claro está el ejemplo de cuando se alió con Kate y llevó a todos a la iglesia mediante mentiras.

Solté un grito cuando mi padre apareció por detrás, tomándome por los hombros mientras me dirigía con rapidez hacia las escaleras.

¿Qué sucede? pregunté, deseando que la madera no se rompiera bajo mis pies, lo último que quería, era sufrir una caída vergonzosa delante del anfitrión.

Scott está aquí, y no está para nada contento.

Melissa solo esperaba que su hijo no cometiera una estupidez.

Nos ocultamos dentro de una habitación, a juzgar por la pequeña cama apenas visible, fue propiedad de una niña de unos diez años.

Entonces la puerta abriéndose con brusquedad llamó la atención de los tres.

¡Derek! ¡Sé que estás aquí! escuchamos la voz furiosa de Scott. ¡Sé lo que hiciste!

Yo no hice nada. respondió Derek con una voz dramática. Mi padre y yo compartimos una mirada.

¡Lo mataste! ¡Al hombre del autobús!

―¿Eres consciente de que si él hubiera sido el asesino, podría haberte matado por tu poca experiencia?

―No pensé en eso. ―confesó Scott. ―Estaba enojado por la muerte del hombre.

―¿Y por qué? No es cosa tuya si muere o no.

―Tenemos una regla, nadie mata.

―Tienes una regla. ―dijo Meissa, antes de mirar alrededor. ―Scott odia matar al peligro, pero otros no tenemos problemas en manchar nuestras manos.

Él murió.

¿Cómo tu hermana?

―¡Scott! ―Melissa lo miró con sorpresa.

Mi hermana estaba perdida.

La encontraste. dijo Scott, podíamos escuchar la madera de la escalera crujir.

¡La encontré en pedazos! gritó Derek con voz rota. La usaron de señuelo para atraparme.

Creo que mataste a ambos. negó Scott. Les diré a todos, empezando por el alguacil.

―¿Lo decías por qué creías que eras él, o por qué buscabas un culpable para salir con esa chica? ―inquirió Neville confundido.

―Lo segundo. ―confesó Scott.

No nos dimos cuenta cuando Derek salió de la habitación, porque lo próximo que escuchamos, fue un cuerpo caer escaleras abajo, y unas cuantas maldiciones de Scott por el dolor de los golpes.

Bastaron solo unos tres segundos para escuchar el caos en el piso de abajo, los rugidos furiosos de ambos y las paredes quemadas rompiéndose.

¿Están peleando? pregunté incrédula.

No puedo creer que se comporten como niños. bufó, saliendo de la habitación conmigo detrás de él.

Nos quedamos de pie en las escaleras, viendo cómo Derek le daba una paliza a Scott, descargándose por todas las acusaciones que el novato había hecho contra él y parecía no querer detenerse.

Scott sonrió a su madre con inocencia.

Uh, debió doler. rió mi padre cuando Scott envió a Derek al suelo quemado.

Sí, ¿Pero a quién? pregunté cuando Derek le dio una patada a Scott que lo envió contra uno de los muebles quemados. ¿Vas a esperar a que alguno tenga algún hueso roto?

A pesar de ser un idiota, Scott sigue siendo un chico y no me gustaría que alguien te golpeara, a Melissa mucho menos, ella me agrada.

Scott miró indignado a Regulus.

Alzó la varita y luego lanzó un hechizo a ambos. Los cuerpos de los dos hombres lobos salieron disparados en direcciones contrarias, no tan lejos del otro, pero lo suficiente como para que mi padre se pusiera en medio antes de que volvieran a pelear.

Derek se levantó, sin embargo Scott se quedó en su lugar, demasiado sorprendido por lo sucedido recientemente.

Yo no la maté. dijo Derek respirando con dificultad. Ninguno de nosotros. No es tu culpa, ni mía.

¡¿Esto?! ¡Esto es tu culpa! ¡Arruinaste mi vida! le gritó Scott. Quise decirle que no era del todo cierto, que aunque Derek hubiera sido el alfa, Scott no habría tenido lo que tiene sin la mordida. Jamás tendría la atención de Allison si no le hubiera dado ese lapicero el primer día gracias a su oído lobuno, ella no se habría interesado en él, y miraría con pena al chico asmático del equipo de Lacrosse sentado en la banca. Básicamente la mordida mejoró su vida, sin embargo decidió culpar a inocentes para sentirse mejor.

Muchos en el gran comedor asintieron ante la narración, era cierto lo que decía Meissa, Scott era así por Stiles y su curiosidad por un cadáver partido a la mitad, de otra forma, no sería nada.

Scott no pudo evitar sentirse indignado ante la narración de su amiga, lo hacía sentirse tan débil.

No lo hice. negó una vez más Derek, estaba segura que se aguantaba las ganas de volver a darle una paliza a Scott.

¡Tú me mordiste!

No fui yo.

¿Qué?

Yo no fui quién te mordió.

La compresión pareció golpear a Scott, dirigió la mano a su pecho donde las marcas de las garras de Derek habían sanado y solo quedaba su camisa rota.

Dio dos pasos hacia atrás, chocando contra un sofá que tía Bella no permitiría ni siquiera en el sótano de la mansión Black.

Hay otro. dijo Scott finalmente.

Se le llama alfa. le dijo mi padre, recordando a ambos nuestra presencia.

El más peligroso de su especie. agregé.

Tú y yo somos betas. dijo Derek. Esta cosa, es más poderosa y animal que nosotros.

Mi prima y yo lo hemos estado buscando. reveló mi padre. Como notas, no hemos tenido éxito.

Mi hermana vino a buscarlo. nos dijo Derek, mi padre y yo guardamos silencio, no le íbamos a decir que ya sabíamos la verdad desde hace semanas porque tía Bella leyó su mente. Y ahora lo estoy buscando, y al parecer no soy el único. Pero no creo que pueda sin ti.

¿Por qué yo?

Porque fue él quién te mordió. le dije. Eres parte de su manada, McCall.

Eres tú, Scott. dijo Derek. Eres a quién él quiere.

―Intenso. ―dijo Mason al término del capítulo.

―Habrá un descanso de una hora. ―dijo Madame Bones. ―A las cinco los quiero aquí para seguir con esto. Mientras tanto, tengo un juicio que agendar. ―miró de reojo a los antiguos amigos de Peter Pettigrew.

―Bueno, ¿Quién tiene hambre? ―sonrió Regulus. ―Vamos a las cocinas, ellos vienen. ―le susurró a su hija levantándose. ―Vamos mocosos, rápido, hay comida.

Solo bastaron esas palabras para que todos corrieran fuera del gran comedor. Regulus y Meissa caminaban con rapidez detrás de ellos, buscando perder a los Potter, Remus y Sirius entre la multitud de estudiantes sorprendidos.












Me gustaría dejar un pequeño mensaje...

Adoro escribir capítulos, adoro leer sus comentarios y adoro ver las vistas en esta historia, pero no me gusta aquellos que le preguntan cuando voy a actualizar, o que la siga, algunos parecen exigencias...

Y eso me pone demasiado nerviosa, es difícil hacer capítulos de estas historias, ver la serie, hacer que reaccionen, me demoro días en hacer un capitulo y esos comentarios me hacen sentir presionada...

Espero comprendan, amo escribir Meissa, pero me gustaría ir a mi tiempo...

Sin nada más que decir, espero que disfruten de este capítulo<3.

-Shadow05

Continue Reading

You'll Also Like

158K 12.9K 35
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...
73K 6.1K 40
Ella llega al Área sin saber nada de si misma. Sin recuerdos. Vacía. Su primer instinto fue buscar el cielo al verse en una caja encerrada. Luego -po...
502K 80.7K 34
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
588K 48.1K 167
~SINOPSIS DE LA 1ª PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepática niña, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del pr...