The Stripper Ꞝ Sahyo

By Ss0ulx

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❥. ᭄ 𝐒𝐚𝐡𝐲𝐨 ★ Adaptación ❝ ¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apues... More

Sinopsis
Capítulo 1- "Doble Vida"
Capítulo 2- "Regreso a Miami"
Capítulo 3- "La Stripper"
Capítulo 4- "Nueva presidenta"
Capítulo 5- "Primer día"
Capítulo 6- "Conversación y más tiempo juntas"
Capítulo 7- "El baile"
Capítulo 8 -"El beso"
Capítulo 9 - "Perdiendo el control"
Capítulo 10 - "Le Coffee"
Capítulo 11 - "Dulce ilusión"
Capítulo 12 - "Confusión"
Capítulo 13 - "Regalo, Paseo, Conversación"
Capítulo 14 - "Juegos perversos"
Capítulo 15 - "Llegada inesperada"
Capítulo 16 - "Reencuentro"
Capítulo 17 - "Conociendo a la familia"
Capítulo 18 - "Un día diferente"
Capítulo 19 - "Un baile"
Capítulo 20 - "Volviendo a la dura realidad"
Capítulo 21 - "La venganza"
Capítulo 22 - "Perdidas"
Capítulo 23 - "Arriesgarse"
Capítulo 24 - "Fuck You All The Time"
Capítulo 25 - "Caminos cruzados"
Capítulo 26 - "Peleas y reconciliación"
Capítulo 27 - "Nueva Alianza"
Capítulo 28 - "Un día diferente"
Capítulo 29 - "Momentos"
Capítulo 30 - "El descubrimiento"
Capítulo 31 - "Confrontación"
Capítulo 32 - "Torbellino de sentimientos"
Capítulo 33 - "Caer en tentación"
Capítulo 34 - "Negociaciones"
Capítulo 35 - "Cosas del pasado"
Capítulo 37 - "Propuesta"
Capítulo 38 - "Cuestión de saber"
Capítulo 39 - "¿Quién manda en este juego?"
Capítulo 40 - "¿Todo estará bien?"
Capítulo 41 - "¿Mentir, si o no?"
Capítulo 42 - "Sorpresa"
Capítulo 43 - "El vuelo"
Capítulo 44 - "Secretos"
Capítulo 45 - "Irse ¿Sí o no?"
Capítulo 46 - "Decisión"
Capítulo 47 - "Lap dance"
Capítulo 48 - "Jaque-Mate"
Capítulo 49 - "Estrategia"
Capítulo 50 - "La nueva era"
Capítulo 51 - "Ajuste de cuentas"
Capítulo 52 - "La pérdida"
Capítulo 53 - "Nuevos tiempos"
Capítulo 54 - "La boda"
Capítulo 55 - "El poder"
La familia - Epílogo pt.1
Dos lados - epílogo pt.2
Querida Stripper - Epílogo pt.3

Capítulo 36 - "Baile de máscaras"

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By Ss0ulx

Se recomienda para que tengan una mejor lectura, que reproduzcan las dos siguientes canciones cuando se les indique con un [...] "Sophomore" - Ciara y "Goddess" - Banks.

Disfruten su lectura <3

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Park Jihyo's point of view.

Me desperté más tranquila por la mañana, estar bien con Sana hace que todo sea mejor. Mi estado de ánimo, mi paciencia y estado mental. Todo muy tranquilo, no es como si todo estuviera perfecto, pues aun había muchas cosas por resolver, pero por algo se empieza

Me levanté de la cama, pisando de puntillas sobre el piso frío. Mientras me estiraba lentamente, apartando la pereza que nos ataca por la mañana. Caminé hacia el baño para luego hacer mi higiene matutina, vestirme rápidamente, y luego encontrar a Nayeon y Chaeyoung caminar como locas en el centro de la casa.

-La mañana comienza ya con entusiasmo en este apartamento, ¿eh?

Hablé mientras me servía el desayuno que Chaeyoung amaba tanto preparar.

-¡Obviamente, querida! Hoy tenemos fiesta la de cumpleaños de la hermana del todopoderoso, ¿o lo haz olvidado?

-¡Dios! El cumpleaños de Sakura. - Abrí mis ojos casi asfixiándome con el jugo.

-Veo que se te olvidó. - Chaeyoung dijo sonriendo.

-Por supuesto que se le olvidó, está en las nubes pensando en Sana.

-No es cierto, Im.

Nayeon sonrió, volviéndose hacia mí.

-Jihyo, mi amor, te conozco como la palma de mi mano. Sé que cuando estás siendo una idiota por alguien. Y por Minatozaki eres una idiota nivel maestro.

-Eres tan amorosa - Dije sarcásticamente.

Nayeon y Chaeyoung se rieron.

-Estoy muy feliz, siento que las cosas con Sana están empezando a prosperar.

-Que Dios te oiga, Ji.

-Amén.

-¿Oye, no vas a hacer las maletas? - Nayeon me miró confundida - Sakura dijo que tenemos que llevar otra ropa, nos quedaremos todo el fin de semana. Tu entrada en la familia de Minatozaki está siendo maravillosa.

Entrecerré mis ojos en burla, lo que hizo reír a Nayeon.

-Voy a empacar enseguida. Yo no quiero llegar tarde, después de todo vamos en helicóptero.

Chaeyoung intercambió una rápida mirada con Nayeon, y apareció una sonrisa traviesa.

-Lo siento si nuestras novias no tienen un helicóptero privado, ¿de acuerdo? Pero gracias a tu novia, vamos a disfrutar de esos caprichos.

-¡Ella no es mi novia!

-Pero lo será pronto.

Rodé los ojos. Las bromas no tendrían fin. A mis mejores amigas les encanta molestarme. Eso no era justo en absoluto.

-¡Dejen de ser idiotas! Me gustaría ir en coche, pero Sana prácticamente me ordenó ir de la forma que ella quería. Y eso las incluye a ustedes dos.

-¡Por supuesto! ¡Somos un paquete completo! - Sonrió Chaeyoung al poner algo de ropa en su pequeña maleta.

-Ella quiere que Jihyo llegue lo más rápido posible para estar con ella. - Nayeon dijo riendo.

-Sana, es muy reservada así que casi siempre está sola, me siento bien de estar con ella todo el tiempo.

-Lo imagino. Ella realmente parece no dejar entrar a muchas personas en su territorio.

-Sí, no lo hace.

-Pero parece ser una buena persona.

Nayeon gritó desde la parte de atrás mientras caminaba hacia nosotras con dos vestidos en la mano.

-¡Ella es maravillosa, chicas! Me está ayudando con la custodia de Sooyoung, la notificación incluso ha llegado a la casa de mi madre.

-¡Oh Dios! ¿De verdad?

Asentí con una sonrisa.

-¡Eso es increíble! Siempre quisiste que Sooyoung viviera contigo. - Chaeyoung dijo abrazándome.

-Sana es buena para ti, me gusta.

Dijo Nayeon con un tono de protección. Ella siempre se aseguró de darme consejos, y al ver que ella había aceptado a Sana fue un gran alivio.

-Espero que obtengas la custodia de Sooyoung, Hyo.

-Yo también, Chaeyoung, no va a ser fácil. Jiwoo fue muy clara que no va a dejar que se vaya fácilmente.

-Ella no puede hacer nada si la justicia decide darte su custodia.

-Ella va a jugar sucio contra mí.

-No lo dudo, después de todo, estamos hablando de Jiwoo.

-No quiero pensar en eso ahora, me voy a empacar mis cosas.

-Ve antes de que tu amada llame a otro acompañante. - Nayeon bromeó.

-Sana sólo me quiere a mi Nayeon, de eso no tengo ninguna duda.

Minatozaki Sana's point of view.

Los Ángeles, California - Estados Unidos de Ámerica 8:45PM

Yo ya estaba casi lista para esa noche. Sakura me pidió que fuera con el mejor traje para la mejor fiesta de Los Ángeles. Saku estaba en pura euforia por su cumpleaños que seguramente sería una de las fiestas más grandes que la familia Minatozaki había lanzado nunca. Sakura invitó a un billón de personas para presenciar su fiesta que tenía como tema "Baile de Máscaras".

Sonreí mientras terminaba mi maquillaje frente al enorme espejo. Desde el dormitorio la música procedente del exterior podía ser escuchada. Mi hermana decidió hacer su fiesta en el jardín de nuestra mansión que es la más grande que tenemos. Todo era increíblemente grande y hermoso.

Ella se encargó de preparar todo, ninguna de las opciones fue inadvertida por ella. Mientras que Sakura pasó la tarde trabajando duro, yo sólo disfrute el día junto a mi padre. El hombre también estaba entusiasmado por la fiesta, pero aún más emocionado de verme allí. Fue difícil para ambos estar lejos el uno del otro. Pero para mi salud mental lo necesitaba, necesitaba esa distancia. Porque su situación empeoraba con el tiempo, y no era esa imagen la que quería tener de él. Sus fallos de memoria eran cada vez más intensa con el paso del tiempo, y yo todavía no había aprendido completamente a vivir con ello. Pero no era el momento adecuado para pensar en ello.

Sacudí la cabeza abriendo los ojos, ya estaba lista y retrasada. Los invitados ya estaban llegando. Y yo sólo podía pensar en una invitada especial.

Jihyo.

Pasamos toda la mañana sin intercambiar una sola palabra, después de anoche. Nos quedamos un par de horas dentro del coche, entre besos y caricias. En contra de mi deseo, por supuesto, que yo quería mucho más de la sexy coreana. Pero ella me regañó diciendo que no era el lugar adecuado para ello. Como si no hubiésemos tenido sexo dentro de un coche.

Estaba feliz, feliz porque las cosas con Jihyo estaban entrando en su curso correcto. Fue muy difícil para mí pensar en todo, pero había tomado la decisión de que iba a hacer lo mejor para aceptarla con toda su historia de vida. Era eso o tendría que dejarla ir. Y estar sin la señorita Park no estaba en mis planes.

Agarré la pequeña máscara blanca de la mesilla de noche, poniéndola en mi cara. Finalmente lista.

Esa noche llevaba un vestido negro strapless con un escote considerable, era ajustado y muy sofisticado. Se moldeaba perfectamente bien a mi cuerpo, dejando mis muslos algo descubierto debido a su abertura. En los pies, zapatos de tacón alto con los detalles dorados. Mi cabello estaba completamente liso, y en mi cara una sencilla máscara blanca. Sonreí ante mi imagen frente al espejo, y modestia aparte, me veía muy atractiva.

Salí de la habitación caminando hacia el jardín de la mansión, al ver los fuertes movimientos de los huéspedes que llegaban al lugar de la fiesta. El camarero se acercó a mí rápidamente ofreciéndome una copa con los cócteles que Sakura había elegido.

-Dios no regresó, pero envió un hermoso regalo a los mortales, eh Minatozaki?

Escuché la voz de Momo y me volví hacia ella.

-¿A quién estás tratando de matar?

Le sonreí a la mujer que se veía hermosa. Momo llevaba un vestido azul marino ajustado y un poco corto. En su rostro una máscara del mismo color que el vestido.

-A nadie, Hirai, pero tu pareces querer matar a alguien, ¿eh?

-Duh, la fiesta es enorme, y ya me di cuenta que están lloviendo mujeres hermosas! ¿Has visto?

-No, acabo de bajar, ¡Momo! ¿Has visto a mis padres por ahí?

-¡Si los vi, estaba hablando con el tío Hiroshi! Esta todo elegante con su traje y corbata. Pero creo que alguien se olvidó de decirle que usara una máscara.

-No quería usar una. ¡Dijo que le molestaba!

Momo se rió, mientras que agarraba el vaso de mi mano, tomando un sorbo de la bebida.

-Sakura está muy entusiasmada con la fiesta.

- Está bailando con algunos amigos ardientes, mira.

Sonreí al ver a mi hermana en medio de la enorme pista de baile que había comprado para la fiesta. La decoración de Sakura era simplemente maravillosa, la parte que poseía varios ambientes para el deleite de todos. Obviamente, las personas mayores se quedaron en la zona más tranquila de la fiesta. El jardín fue completamente iluminado y decorado de la mejor manera posible.

-Ustedes realmente saben cómo organizar una fiesta.

-Siempre lo hemos sabido, Momo!

- Extraño tus fiestas, Sana.

-Ya pase esa fase, ya sabes.

-Cariño.

Oí la voz de Hiroshi acercándose. Mire al hombre que parecía muy elegante con su traje y corbata.

-Wow, Papá, ¿estás tratando de conquistar a alguien?

El hombre sonrió alegremente.

-No digas eso, cariño, si tu madre se entera me rompe el cuello.

-Mujeres siempre tan celosas.

-Sí, ustedes me entienden, ¿verdad?

-Por supuesto. - Momo y yo dijimos al mismo tiempo, riendo de como entendíamos a las mujeres perfectamente.

-¿Dónde está Yuta?

-Dijo que estaba por llegar, fue a recoger a su novia.

-Espero que no se inicie ningún problema aquí ...

-Se puede ser más prudente últimamente, Sana. - Hiroshi dijo con calma - Ja! Vi a tu prometida aquí!

Momo y yo nos miramos sin entender.

-¿Mi qué?

-¡Tu prometida, Sana! ¡Eunha!

-Papá, Ella ya no es mi prometida! ¿Y quién invitó a esa mujer a la fiesta? - Pregunté irritada.

-Yo, me la encontré el otro día. Y ella me dijo que ella era tu prometida.

Negué con la cabeza, respirando profundamente para no responder mal. Yo sabía que la situación de mi padre no era de las mejores. Y pelear con él por eso no estaba en mis planes para esta noche.

-Está bien, papá. Pero ella y no tenemos nada.

-¡Así es, ahora lo recuerdo! ¡Tu mujer es Jihyo! ¿Dónde está?

-Debe estar llegando. Sakura la invito a ella y sus amigas. Llegaran en cualquier momento.

-¿Le agrada la nueva novia de su hija? - Preguntó Momo.

-Momo ... - La regañe.

-¡Me encanta. Jihyo es realmente una mujer maravillosa! Ahora, si me disculpan, chicas, ya vuelvo. - Hiroshi dijo, caminando hacia un grupo de hombres que lo llamaban.

-¿De qué están hablando? - Eunha pidió unirse a la conversación.

-Estamos hablando de mi mujer. Jihyo.

La mujer que tenía una hermosa sonrisa en su rostro, se deshizo rápidamente.

-Me entristece ver el nivel en el que te encuentras, Minatozaki.

-He alcanzado el nivel de maestría, Jung. Encontrar una mujer con cualidades tan buenas como las de Jihyo no es muy fácil, lo reconozco.

-¿Qué estás haciendo aquí? - Momo preguntó a la mujer con rabia.

-No es tu asunto, Hirai.

-¡Por supuesto que es mi asunto! ¡No eres bienvenida aquí! ¿Qué pasó? ¿No hay comida en tu casa y viniste a llenarte el estómago aquí?

Aguante la risa. Momo siempre tan cariñosa con mis ex novias.

-¿Cómo puedes ser tan vulgar?

-¿Y cómo puedes ser tan falsa?

-Momo, Déjala. - Dije que sosteniendo el brazo de mi mejor amiga.

-Fui invitada por Hiroshi, ¿ok?

-Te aprovechaste de él, ¡eso es lo que hiciste! Lo cual no me sorprende.

Conté hasta cien para calmarme. Yo no quería peleas en la fiesta de Sakura. La chica se había tomado demasiado tiempo planeando esta fiesta para que yo la arruinara con peleas innecesarias.

-¿Tu noviecita no vendrá? Ella tiene que perder mucho tiempo tratando de verse mejor. El aroma a puta debe tomar mucho tiempo para salir de su cuerpo o probablemente lo está haciendo con algún cliente, ¿verdad?

Cerré los puños tratando de controlar la imperiosa necesidad de saltar sobre el cuello de esa mujer y darle lo que se merecía. Pero mis ojos se posaron rápidamente en alguien que acababa de entrar a la fiesta.

Jihyo.

En esa fracción de segundo todas las maldiciones y malas palabras que salieron de la boca de la mujer frente a mí se volvieron insignificantes. Sólo podía pensar en cómo la coreana se veía increíblemente maravillosa esta noche. Jihyo llegó con una sonrisa hermosa al lado de sus amigas y acompañantes. Llevaba un vestido de color rojo sangre cubierto por encaje que llegaba a la mitad de sus muslos. Se moldeaba tan bien sobre las curvas sinuosas de Jihyo. En los pies zapatos de tacón negros. Su cabello estaba perfectamente ondulado, y en su rostro la máscara negra.

Jodidamente atractiva eran las palabras exactas para esta mujer esta noche. Yo estaba fascinada, hechizada. O lo que sea que me estaba pasando, yo no podía apartar los ojos de la bella pelinegra por lo que acababa de llegar.

-Jihyo vino a poner fin a tu vida, Minatozaki.

Momo habló dando tres golpecitos en mi hombro. Ignorando por completo la presencia de Eunha junto a nosotras.

-Ya la termino hace mucho tiempo, Momo.

-¿Qué te hizo esa mujer, Sana? - Eunha preguntó con rabia.

- Me hizo feliz, Jung. Algo que ninguna otra mujer hizo.

-¡Y Apuesto a que ella hace cosas muy calientes en la cama también!

Solté una risa a Momo, dejándola atrás. Caminé hacia Jihyo que aún no se había dado cuenta de mi presencia. Ella estaba en el otro lado del jardín hablando con mis padres y Sakura. No me acerque más, y finalmente dejó que sus ojos barrieran el lugar hasta que aterrizaron en mí. Ella sonrió ampliamente algo susurrando en el oído de Sakura que sólo asintió. Luego se dirigió hacia mí con calma.

No sé si uno de esos cócteles ya podía estar teniendo efecto en mí. Pero pude ver claramente, aun de lejos y con una luz tenue, cada maravilloso detalle de Jihyo. Dios, se veía increíblemente maravillosa. Di unos pasos hacia la pelinegra y se detuvo a unos pocos centímetros de mí con esa sonrisa.

Nos miramos la una a la otra durante breves segundos que parecían no tener fin.

Te ves ... - las palabras murieron en mis labios.

-Me veo...?

-Increíble.

-También se ve increíblemente maravillosa, Señora Minatozaki. La máscara se ve muy bien en usted.

Jihyo asintió. Podía ver a través de la máscara sus ojos marrones tan misteriosos. Todo lo que daba vueltas alrededor de mis pensamientos de la parte más audaz de esa coreana.

-Sí, incluso pareces otra persona.

Sonreí.

-Y lo soy. Mi nombre es Kim Anna. Y usted, señorita? - Pregunté fingiendo seriedad. (Use el nombre inglés y apellido coreano de Sana)

-Soy Park Jisoo, un placer conocerla.

-Juro que la conozco de algún lado, señorita Park.

-¿Quién sabe, tal vez ya me ha visto?

Dejamos escapar una risa.

-Te ves increíblemente sexy. - Hablé tomándola de su cintura posesivamente.

-Sana ...

-shhh! Es Anna.

Jihyo sonrió y sacudió la cabeza.

-Tus padres están cerca de nosotros, Anna.

-Lo sé. Pero tengo con un gran deseo de besarte.

-¿sólo besarme?

La pelinegra preguntó mordiéndose el labio en burla.

-No hagas eso, no te burles de mí de esta manera.

-No estoy haciendo nada. Ven conmigo, vamos a unirnos a los demás.

-Sí, es mejor.

Jihyo volvió sobre sus talones caminando por delante de mí, dándome una vista maravillosa. El vestido de la pelinegra tenía una enorme falta de tela en la parte de atrás, dejando al descubierto completamente su espalda y sólo su delicioso trasero cubierto. El cuello llevaba un collar apretado, dando un toque más sensual a su atuendo.

-Si supieras como te estoy imaginando, habrías elegido otro atuendo.

-Lo elegí sólo para que pensaras esas cosas, Minatozaki. - Dijo guiñándome un ojo.

Maldita.

Me encantaron las burlas de esa mujer. Ella me dejó rendida sin ni siquiera darse cuenta. Al parecer, esa noche sería muy larga.

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La fiesta de Sakura estaba siendo un éxito. Todo iba según lo planeado. El jardín estaba prácticamente lleno de gente de todo tipo. La música que rodea hizo que los invitados bailen con entusiasmo. Sakura en cada instante sacó Jihyo a bailar junto con sus amigos más cercanos. Lo que no me importa, por supuesto, ver bailar a Jihyo fue siempre un placer para mí. Mientras que la pelinegra se divirtió al lado de mi hermana, me quedé en una conversación entretenida junto a Momo y Yeri junto con las amigas de Jihyo.

-¡Estos cocteles son increíbles! - Momo dijo para terminar de beber lo que quedaba en su vaso.

-¡Tómatelo con calma, que ya debe ser su quinta copa!

-Los cócteles contienen una gran cantidad de alcohol, señorita Hirai. - Dijo con calma Chaeyoung.

-Debes probarlos ¡Y ver lo buenos que son!

-No, Yo no bebo. - La más pequeña dijo con una breve sonrisa.

-¡Debieras! Vamos, prueba uno.

-Momo, la señorita Son no bebe.

-Beberá esta noche. ¡Ayúdame, Nayeonnie!

Nayeon se acercó a darse cuenta de lo que estaba pasando. Y en lugar de ayudar a su amiga, ella se puso del lado de Momo, alentado.

-¡Bebe, Chaeyoung! Venga.

-¡No, chicas!

-¡Venga!

Sonreí viendo la situación. Chaeyoung prácticamente estaba siendo acorralada por las dos mujeres para ir por mal camino.

-¿Divirtiéndose?

Todos los vellos de mi cuerpo se erizaron cuando sentí el cálido aliento de Jihyo en mi cuello. Me giré a la mujer que tenía una sonrisa atrevida.

-Sí. Veo que tú también, ¿verdad?

Ella asintió con la cabeza, tomando un sorbo de su bebida lentamente, a continuación, deslizo la lengua muy despacio sobre sus carnosos labios cubiertos por el lápiz labial rojo. Ella todavía parecía simplemente maravillosa a pesar de que algunas gotas de sudor empezaban a aparecer en su rostro.

-Mucho. Estaba bailando con Sakura y algunos amigos.

-La estaba viendo, señorita Park, y creo que es hora de calmarse con esto.

Hablé seriamente, agarrando el vaso de su mano.

-¿Vas a estar controlándome, Minatozaki?

El alcohol debe estar corriendo fuerte en el torrente sanguíneo de la mujer. Sus instintos más audaces comenzaron a afilar.

-Si tengo que hacerlo, lo haré. Deja de bailar con las chicas.

-¿Estás celosa?

Miré a ambos lados, dándose cuenta de que ya estábamos más lejos de las personas que nos rodeaban.

- ¿Crees realmente que tenga que estar celosa de esas niñas?

Susurré cada palabra en su oído.

- Ciertamente no.

-Bien entonces. Quiero que dejes de beber, que ya estás un poco alterada.

-Deja de controlarme. Mira, incluso Chaeyoung está bebiendo.

Mire hacia la mesa viendo a Chaeyoung bebiendo un coctel mientras Momo y Nayeon celebraban a su alrededor.

-Están llevando a su amiga por el mal camino, señorita Park.

Jihyo sonrió viendo la situación. Pero pronto me miró a mí.

-¿Qué pasa?

-Llévame también.

-¿Qué? -pregunté acercándome más a ella, para escuchar mejor lo que la pelinegra estaba diciendo.

Jihyo se acercó lentamente y susurro en mi oído.

-Llévame también por el mal camino, Minatozaki.

Juro que sus palabras salieron con una connotación sexual tan grande que podría excitarme solo con escucharlas. Jihyo estaba visiblemente alterada por la bebida, y eso solo estaba liberando su lado más salvaje.

-Jihyo, Jihyo... no me provoques delante de todos.

Nos miramos por largo tiempo sin despegar la mirada una de la otra. Estábamos en una intensa batalla sobre quien tomaría el control de la situación.

-Ji, vamos a bailar.- Se acercó Nayeon.

-Ya voy.- le dijo a Nayeon quien corrió al centro de la pista de baile con las demás -si quieres, ven a bailar conmigo.

[...] "Sophomore" - Ciara

Dijo la coreana y después se fue. La música fue cambiada a otra con un ritmo más envolvente. No, no había tiempo para eso. Me senté en una de las cómodas sillas, tomando un sorbo grande de whisky. Necesitaba eso para no perder la razón ante la visión de la mujer que estaba bailando delante de mí.

Era increíble como Jihyo tenía la facilidad de dejarse llevar por la sensual música que estaba sonando. En ese momento nítidas imágenes de Jisoo se hicieron presentes delante de mí. Y Dios, solo yo sabía cuánto me liaba.

La máscara en su cara hacia todo más real, más intenso. Había entrado a su juego de seducción sin siquiera darme cuenta. La pelinegra movía su cuerpo de forma sensual para mí. Jihyo obviamente sabía los límites a los que podía llegar, pero lo poco que me daba era suficiente para dejarme fuera de órbita.

Maldita stripper.

Se giró hacia mí, encarándome con una sonrisa retadora, sin detener su baile. La forma tan descarada en que estaba provocándome solo me hacía desearla más. Mi deseo en ese instante era de llevarla a algún otro lado y hacerla mía. Pero la razón gano, era la fiesta de Sakura. Sacudí la cabeza y tome un sorbo de mi bebida, haciendo sonreír a Jihyo.

Sus manos recorrieron su cuello hasta alcanzar su ondulado cabello. Moviéndose de una forma tan sexy que hacía que mi cuerpo se calentara. No sabía si el clima estaba caliente, o eran simplemente los efectos que Jisoo tenía en mí. Tomé el último sorbo de mi vaso y me levante, caminando hacia ella. Jihyo, al contrario de todos, estaba en la zona más oscura y alejada, prueba concreta de que estaba concentrada en provocarme. Me acerque a la mujer que estaba bailando con su espalda hacia mí, y peque mi cuerpo al suyo, el cual se enderezo instantáneamente cuando me sintió detrás de ella.

-Eres una provocadora, Jisoo.- susurré en su oído.

Ella no dijo nada, solo siguió bailando. Ahora dejando su cuerpo rozar en el mío de manera sensual. Cerré los ojos sintiendo a la pelinegra moverse contra mí.

-Espero que sepas lo que me estás haciendo.

-Lo sé muy bien, Minatozaki.

Se dio la vuelta, encarándome a través de su máscara negra. Mirándome a los ojos sin piedad ni misericordia. Estaba perdida, jodidamente perdida. Jihyo bailaba tan pegada a mí, prácticamente forzándome a bailar con ella. Mis manos se posaron en su cintura de una manera posesiva, uniendo fuertemente su cuerpo al mío. Y la pelinegra seguía moviendo su cuerpo contra el mío sensualmente. Estaba en algún tipo de aura de lujuria, como si estuviera hipnotizada por la coreana que se movía delante de mí, nada o nadie alrededor importaba, solo ella.

Jihyo se giró de espaldas hacia mí de nuevo, llevando su mano a mi nuca haciéndome besar su cuello. Y lo bese lentamente, deslizando mis labios de su cuello al lóbulo de su oreja donde mordí ligeramente.

-Me estas volviendo loca, Park.

Sonrió sin detener su baile. Su trasero se frotaba contra mí con la menor vergüenza. Por suerte o intencionalmente estábamos lo bastante lejos de todos en esa fiesta. Nos quedamos en una esquina oscura y vacía.

-Estoy caliente.- susurro con los ojos cerrados.

-Igual yo, ¡Estoy muy caliente!

Se liberó de mis brazos y sonrió abiertamente.

-Ven conmigo...

No dije nada solo seguía a la pelinegra que caminaba alejándose de donde estaban todos. Eran probablemente las tres de la mañana. Algunos invitados ya se habían ido, solo los más jóvenes seguían en la fiesta.

Jihyo caminaba cuidadosamente sobre el suave pasto, y yo solo la seguía.

-¿A dónde vas, Jisoo?

Me miro y guiño un ojo.

-Ven, Sana.

Nos distanciamos completamente del resto de la gente. Jihyo caminaba hacia el área más cercana a la mansión que por cierto estaba vacía. Entramos a la zona del muelle que estaba completamente desierta. Mire a la mujer que permanecía en completo silencio mientras caminaba a la piscina.

-¿Qué crees que estás haciendo?

[...] "Goddess" - Banks.

Jihyo siguió caminando hacia el otro lado de la enorme piscina. Nos quedamos una a cada lado. No creía lo que estaba a punto de hacer. Sus manos fueron a la máscara, quitando el pequeño accesorio, dándome una vista completa de su hermoso rostro. Para después bajar sus manos al cierre de su vestido.

No... No... No...

La pelinegra bajo lentamente el cierre, dejando el vestido de encaje rojo caer al piso. Dándome una vista completa de su jodidamente caliente cuerpo cubierto solo por pequeña lencería y tacones.

-¡No hagas eso! ¡Ponte la ropa! -dije rápidamente.

Sonrió e hizo una seña de negación su dedo.

-Jihyo...

-Ven conmigo, Sana...

Está ebria, no había otra explicación. Jihyo lentamente se quitó el sostén y después bajo las pequeñas bragas que estaba usando. Jesús, estaba completamente desnuda delante de mí. Juro que sentí todo mi cuerpo temblar solo por verla así. La luz tenue hizo todo más intenso y sensual. Maldije mis pensamientos que estaban perdiéndose en las deliciosas curvas del cuerpo de la pelinegra.

-No hagas eso, alguien puede verte. ¡Ven aquí!

La señorita Park se mordía el labio de manera traviesa, se quitó los tacones y se acercó a la orilla de la piscina. Para después lanzarse completamente desnuda. Podía verla nadando de su lado al mío. Lentamente Jihyo salió a la superficie, descansando los brazos en la orilla delante de mí, mirándome como si quisiera comerme. Lo que era bastante obvio.

-El agua esta maravillosa, ven. No me dejes aquí sola...

Su tono de voz era ronco, descarado. Jihyo nado de espaldas dejando visibles sus pechos, mostrándomelos. Hija de perra.

Sacudí la cabeza por mis futuras acciones. Pero era imposible resistirme. ¿Puedes imaginarte lo que es tener a Park Jihyo nadando completamente desnuda en tu piscina? Respiré hondo quitándome los tacones, y empezando a quitarme el vestido. Jihyo analizaba cada uno de mis movimientos con una mirada cargada de lujuria y deseo que solo servía para excitarme más.

Ya estaba completamente desnuda, quedaba solo la máscara blanca que me encargue de quitar. Me acerqué a la orilla, metiendo uno de los dedos del pie al agua, lo que hizo que mi cuerpo temblara.

-Te odio.- le dije, haciéndola sonreír.

Y entonces me sumergí. Nadando hacia el cuerpo de la pelinegra a través de la piscina. La brisa fría hizo mi cuerpo temblar tan pronto como Salí a superficie. Pero me encargaría de calentarme. Uní mi cuerpo al de Jihyo, que estaba de espaldas a mí de nuevo. Moví su cabello hacia un lado lentamente, depositando besos en su hombro.

-Debería matarte, Park.- le susurre, ella ladeo el cuello, indicando que debía continuar.

-Mátame, Sana. Pero mátame de placer.

Sonreí y moví la cabeza. Llevando mis manos a la cintura de Jihyo, la cual apreté fuertemente. Jadeó y sonrió traviesamente. Mis manos acariciaban su estómago ligeramente, levantándose a sus vivaces pechos, en los cuales comencé un lento y delicioso masaje. Jihyo mordió su labio, echando la cabeza hacia atrás cuando pellizque uno de sus pezones entre mis dedos

-Adoro pellizcarlos así, son tan deliciosos.- susurre al oído de la pelinegra, quien gimió suavemente.

La adrenalina de estar completamente desnuda con Jihyo en la piscina de la casa de mis padres era increíble. El miedo de ser atrapadas me encendía más. Baje una de las manos que estaban en los pechos de la pelinegra a su entrepierna, tocando su centro. Con el dedo índice y medio comencé a masajear su clítoris lentamente.

Jihyo arqueó la espalda nuevamente pero ahora buscando mis labios, no tarde mucho en tomar su boca en un beso intenso. Mi lengua se movía con la suya, de la manera traviesa en que deseaba hacerlo entre sus piernas. Y a ella parecía gustarle lo que estaba haciendo, su cuerpo comenzó a moverse lentamente, forzando un mayor contacto que el que le estaba proporcionando.

-¿Te gusta esto Jihyo? ¿Te gusta cuando te masturbo así?

La coreana cerró fuerte los ojos cuando aumente la velocidad a la que mis dedos se movían, en ambos lugares sus pechos, así como entre sus piernas.

-Oh...¡Si! Sigue, Sana...

Las palabras salieron casi gemidas de su boca, incrementando mayormente mi deseo de coger a esa mujer toda la noche. Jisoo me había provocado todo el tiempo, y ahora tendría su castigo. Con delicadeza separe sus húmedos pliegues, sintiendo el abundante líquido en mis dedos. La penetré con dos dedos al mismo tiempo, dejando que su interior se acostumbrara a su presencia.

-Dios, eres maravillosa, tan caliente y estrecha.

Jihyo gimió. Y entonces comencé a mover los dedos dentro de ella, bombeando dentro y fuera lentamente. Mientras con la otra mano apretaba fuerte su pecho. Mi cuerpo por mero impulso se frotaba en el de ella con cada embestida de mis dedos.

-Más rápido... más...

Gimió, poniendo las manos en la orilla de la piscina, inclinándose hacia adelante, y en consecuencia, presionando su trasero más fuerte contra mí. Incremente el ritmo de las embestidas en Jihyo, quien empezó a gemir con más fuerza. Mi cuerpo acompañaba el suyo que se movía cada vez más rápido. Estaba volviéndome loca, el trasero de Jihyo se frotaba más fuerte en mi centro. La brisa fresca ahora era bienvenida porque todo mi cuerpo estaba hirviendo de calor. Ni siquiera el agua en la que estábamos era suficiente para que la temperatura bajara.

Cerré los ojos mientras la follaba de la forma que tanto pedía entre gemidos.

-¡Oh Dios, Sana! ¡Así!

Los gemidos de Jihyo son lo más caliente que alguien podría escuchar. Roncos y sufridos. Continúe con mis atenciones hasta que sentí que se iba a correr. Sentí los dedos ser presionados fuerte en su centro, y continúe bombeando frenéticamente escuchando los gemidos desesperados de la pelinegra delante de mí. Su cuerpo que se movía rápido estaba comenzando a calmarse, e instantáneamente sentí gotear su esencia.

Jihyo bajo la cabeza con la respiración entre cortada. Con cuidado volteé su cuerpo para que me encarara, envolviendo sus piernas alrededor de mi cintura. La pelinegra me miraba con una sonrisa, y la bese.

-¿Ve las locuras que me hace hacer, señorita Park?

Pregunté, mirando sus intensos ojos. Lentamente la coreana sujeto mi cara, deslizando su pulgar amorosamente. Para después tomar mis labios en un beso lento.

-Quiero más... te quiero toda la noche, Minatozaki.

Park Jihyo's point of view

Entramos a la habitación en la que Sana se estaba quedando entre besos desesperados. Nuestros cuerpos no se desconectaban ni por un segundo. Sus manos me sujetaban firmemente de la cintura, haciéndonos caminar torpemente en la habitación. Sana cerró la puerta con dificultad para después inmovilizar mi cuerpo contra esta.

Liberó mis labios y me miraba de una manera tan intensa que me hacía sentir débil. Sus ojos eran melancólicos y oscuros de tanto deseo. Lentamente sus manos deshicieron el nudo de la bata que había tomado cerca de la piscina. Dejándome completamente desnuda ante ella. Podía sentir su mirada lujuriosa devorándome.

Llevé mis manos a su bata quitándola de su cuerpo, dejándola de la misma forma en la que yo me encontraba. Desnuda.

La tenue luz de la habitación hacia todo más intenso. Fuerte. Sana llevo una de sus manos a mi cuello mientras la otra permanecía en mi cintura. Acercando mi cuerpo al suyo. Jadeé contra sus labios tan pronto como nuestros cuerpos hicieron contacto. Y con deseo Minatozaki Sana tomó mi boca en un beso salvaje. Empujando nuestros cuerpos contra la puerta detrás de mí.

-¿Por qué tenías que hacerme esto Jihyo?

Preguntó mirándome con la respiración errática.

-¿Hacer qué?

-¡Esto, enamorarme! ¡Te odio, te odio!

Dijo Sana bajando sus manos a mis muslos donde los sujeto y levanto, forzando mi cuerpo a encajar con el de ella.

-Bueno, yo te amo, te amo, Sana.

Sonrió y me beso. Deslizando su lengua sobre la mía con tanta habilidad que podía encenderme con solo eso. Sana me llevo de su regazo a la enorme cama que estaba en el centro de la habitación. Me recosté en la cama, sintiendo su cuerpo caliente rápidamente amoldarse al mío. Su cabello estaba totalmente echado de lado dejándome una visión completa de sus intensos ojos marrones mirándome.

-También te amo, tal vez siempre te he amado. Desde la primera vez.

Sonreí y cerré los ojos sintiendo sus labios húmedos por mi piel necesitada de su toque. Su lengua se movía lentamente por mi cuello haciéndome jadear con deseo cuando sus dientes jalaron mi piel lentamente.

-Oh Sana...

Sus besos subieron al lóbulo de mi oído, en el cual decidió respirar profundamente, pesadamente. Dejándome completamente húmeda de deseo.

-Eres mi fin, Jihyo.

Susurro en mi oído, y entonces robo un beso de mis labios. Bajando a mi cuello, pecho hasta detenerse en mis pechos. Me levante apoyándome en los codos viendo a Sana mover su lengua habilidosamente hasta capturar uno de mis pechos con la boca.

-¡Oh si! -gemí, cerrando los ojos fuertemente, sintiendo su lengua caliente envolver el duro pezón.

La secuencia de lamidas que me daba era deliciosa. Su lengua se movía en perfecta sincronía rodeándome el pezón lentamente. ¿Sería demasiado pedirle hacer eso ahí abajo? Apreté con fuerza los ojos cuando su otra mano comenzó un delicioso masaje en el otro pecho. El sonido de succión estaba volviéndome loca, lleve mis manos al cabello mojado de Sana, forzando su cabeza contra mí, pidiéndole internamente que lo hiciera con más fuerza. Y lo hizo, Sana me chupaba ávidamente, deslizando la lengua glotonamente en mi sensible y duro pezón.

-Ahora chupa muy lentamente... -susurre.

Sana sonrió maliciosamente haciendo el mismo trabajo en el otro pecho. Dios, si pudiera correrme con solo eso. Mi cuerpo entero era como un volcán a punto de estallar en un orgasmo alucinante. Como un felino sediento descendió con besos por mi abdomen, mordiendo lentamente algunas áreas, hasta quedar frente a mi sexo.

-Abra las piernas para mí, señorita Park, y no las cierre hasta que yo lo diga.- dijo arrogantemente.

Solo asentí, desesperada por sentir su lengua llevarme del cielo al infierno. Gemí cuando la sentí besarme en la parte interna de los muslos, su lengua apresurada provocándome de la manera más tortuosa. Por puro impulso empuje la cadera hacia adelante buscando un mayor contacto, pero Sana me empujó hacia abajo de nuevo.

-Por favor, no me tortures. Chúpame de una vez por todas...

-¿Quieres sentirme aquí, Jihyo? -Susurro Sana llevando sus dedos a mi centro.

Sus dedos comenzaron un lento masaje en mi clítoris.

-Oh si, ahí. Más, Sana, más...

Gemí, enterrando las uñas en las sabanas en el momento exacto en que la lengua de Sana colisiono con mi centro. Dios, la sensación era indescriptible, apreté fuerte las sabanas cuando comenzó a mover la lengua en mí.

-¡Ah! ¡Así, Sana!

Empujé la cadera hacia adelante prácticamente ofreciendo todo lo que tenía a la mujer que me succionaba con tal devoción. Su lengua se movía lentamente en mi clítoris, rodeando el puñado de nervios con ganas. Rápidamente lleve una de mis manos a su cabello, manteniendo su cabeza ahí para que no se detuviera.

-No te detengas...chúpame, chupa así...

Sana me succionaba con tantas ganas que en cualquier momento me podría correr. Sus labios se movían en mi centro, mientras su lengua se encargaba de hacerme perder la razón con placer. Cerré fuerte los ojos, escuchando el fuerte ruido de succión. Mi cuerpo entero comenzó a moverse como si tuviera vida propia. Sana llevo una de sus manos a mi pecho el cual masajeo bruscamente acompañando el ritmo de sus violentas succiones. Estaba entrando en el proceso de un extasiado orgasmo.

-¡Aprieta tus pechos ahora! -ordenó y obedecí. Apretando mis pechos fuertemente y con ganas.

Su lengua se movía frenéticamente continuando con sus movimientos y para mi sorpresa sentí sus dedos invadirme.

-¡Joder! Sana...

Arqueé la espalda recibiendo sus embestidas y lamidas en perfecta sintonía.

-¡Mas fuerte! -grité.

Y Sana no me decepcionó. Me penetró más fuerte y me succionaba hasta la última gota del fluido de mi orgasmo que me había dado. Mi cuerpo se movía con fuerza en la cama, hasta que se calmó lentamente. La ojimarrón se movió hacia mí, sentándose en mi sexo. Mientras sus manos llevaban las mías arriba de mi cabeza en la suave cama. Podía ver las gotas de sudor corriendo por su jodidamente hermoso cuerpo. ¿Puedes imaginarlo, Minatozaki Sana completamente desnuda sentada encima de ti, sujetando tus muñecas con las manos mientras te analiza con esos ojos marrón oscuro y el cabello desordenado después del sexo? Increíble, lo sé

-Me corrí solo de darle placer, pero la quiero chupándome, Señorita Park.

Mordí mis labios y sonreí traviesa, haciendo a Sana negar con la cabeza.

-Ven, déjame probarte.

Sana cuidadosamente se movió a mi cara. Mi cabeza estaba entre las piernas de Sana quien estaba de rodillas en la cama, colocando las manos en la cabecera de la cama. Tenía una esencia tan exquisita y femenina.

-Eres deliciosa, Minatozaki.

Doblé las rodillas donde Sana se apoyaba con una de sus manos. Y con la otra abría sus húmedos pliegues, ofreciéndose a mí.

-Chupa -ordenó de manera sexy

Mire sus ojos profundamente e incline la cabeza hacia adelante, saboreando su delicioso sabor.

-¡Oh Dios, Jihyo!

Movía la lengua habilidosamente en su nudo de nervios. Lento e intenso. Sana con dos dedos dejo su sexo más expuesto para que la probara. Y lo hice, chupé el hinchado clítoris de la mujer que se mecía cuidadosamente sobre mi boca. Era increíblemente deliciosa, nunca podría cansarme, lamí y mordí justo como ella lo ordeno.

-¡Joder! ¡Así!

Dijo meciéndose más, forzando mi lengua contra su sexo. Y continúe, chupé su centro húmedo vorazmente haciendo que Sana se arqueara del placer que estaba sintiendo. Sus manos se movieron a mis pechos, masajeándolos fuerte y con urgencia, lo cual me puso completamente húmeda. Iba a correrme solo por verla tan satisfecha. Sana gimió con deseo, con placer. Y eso estaba dejándome completamente inerte. Tal vez el alcohol en mi cuerpo junto con el placer y esta situación serian mi fin. Estaba determinada a chuparla más y más, hasta que sentí su cuerpo moverse más fuerte. Estaba teniendo un orgasmo, porque su cuerpo entero comenzó a convulsionar.

-¡Ah, ah! ¡Ji! -se apoyaba en la cabecera de la cama, dejándome sentir su cuerpo temblar completamente mientras se contraía en mi boca.

Sana continuaba apoyándose en la cama, con la respiración cortada. Se soltó, dejando su cuerpo unirse al mío. Deslicé mis manos en su espalda sudorosa, regresando a su cara. Haciendo a un lado pequeños mechones de cabello desordenado que insistían en caer sobre su rostro. Para después jalarla delicadamente y tomar sus labios en un beso lento, haciendo a Sana probar su propio sabor.

-Eres tan buena en lo que haces, Dios.- dijo cerca de mis labios, haciéndome sonreír.

-En verdad, ni siquiera sé cómo explicarte lo que siento cuando estoy contigo.

-Si sirve de consolación, ni yo sé cómo explicar lo buena que eres para mí.

Nos quedamos en silencio por largos minutos, solo mirándonos. Era maravilloso como Sana y yo nos conectábamos con la mirada. Nos decíamos todo lo que necesitábamos a través de ellas. Lentamente acaricie su rostro, sintiendo lo suave y un poco sudorosa piel. Sana descanso la cabeza en mis pechos, tomando una profunda respiración. Era tan bueno tener su cuerpo pegado al mío después de todo lo que acabábamos de hacer. Sentir su corazón latir frenéticamente hasta calmarse con mis caricias. Su respiración entrecortada gradualmente volviendo a la normalidad. Pasé los dedos por su cabello húmedo, pensando en cuan buena era esta mujer para mí. Tal vez Sana a diferencia de todos los demás, despertaba la mejor parte m¡ que estuvo dormida por años. Con ella un tipo de alivio y paz tomo posesión de mí. Me sentía amada, querida y protegida. Como si nadie pudiera vencerme.

-Ya no sé cómo estar sin ti, Jihyo.- Susurro Sana calmadamente. Causándome una sonrisa involuntaria.

-¿No?.- pregunté buscando escuchar más de ella.

-No.- dijo levantando la cabeza para mirarme -No sé qué me hiciste. Pero simplemente ya no tengo fuerza para estar sin ti. Algo me retiene contigo, como un imán. Te mueves, y yo me muevo. Estamos totalmente conectadas todo el tiempo. Sé que todo es difícil ahora, pero no quiero estar sin ti. Nunca.

Escuchar esas palabras viniendo de sus labios en la manera más sincera hizo cálido mi corazón. En una manera reconfortante, transmitiendo todo lo bueno que estaba por venir. Había esperado que llegara este momento, que admitiera que estaríamos juntas, a pesar de todo. Sana era mía.

-¿Te quedas conmigo, Sana?

Sana entrecerró los ojos en mi dirección confundida.

-Estoy contigo, Ji.- dijo sonriendo, levantando su cuerpo para robar un rápido beso de mis labios.

-No, no entiendes. ¿Te quedas conmigo, sal conmigo, tú sabes?

Sana permaneció en silencio y después sonrió abiertamente.

-Estás pidiéndome...

-Si, Minatozaki. ¿Quieres ser mi novia?




_

¿Se imaginan que le diga que no?

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