It's an Arrangement

By NocturnaIV

20.3K 2.4K 1.1K

«Helluva Boss» [Stolitz] [Divergencia de Canon/Matrimonio por Conveniencia] Blitzo tenía todo para traer a su... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21

Capítulo 8

916 124 86
By NocturnaIV

Temprano en la mañana, un fin de semana y las niñas estaban despiertas. Era un buen día para hacer jardinería. Perfecto clima, cero nubes y un creciente calor. Algunos demonios estaban aprovechando el buen clima en las casas aledañas. Por supuesto, Blitzø pensaba aprovechar para hacer todo menos lidiar con la jungla aterradora que habitaba en el jardín frontal. Por fortuna, él tenía la mejor excusa en todo el Infierno y pensaba aprovecharla al máximo.

Blitzø se apoyó contra su van, bajando sus gafas.

— ¿Estás seguro...? —Stolas abrazando protectoramente a Octavia contra su costado.

— Van a salirle raíces a Oct. —Blitzø repitió— Y solo vamos a ir al parque.

— Pero...

Blitzø dio una palmada a su pistola aseguraba a su cadera. Él la sacó, giró entre sus dedos y la volvió a guardar en el intervalo de dos segundos. Stolas lo miró impresionado y una pequeña sonrisa se formó en su pico. Él sonrió de lado y le guiñó un ojo a Stolas, quien se sonrojó visiblemente, desviando su cabeza a un costado. Octavia puso sus manos sobre el rostro de su padre y se rio entretenida por la expresión de este.

A veces Blitzø tenía el deseo de sacar su celular y tomar un par de fotografías de esos dos. Él se aclaró la garganta y se cruzó de brazos. Eso era una ridiculez.

Loona estaba parada junto a Blitzø y le empujó la cara, haciendo un sonido de arcada. Él tomó la mano de su hija y se rio al ver el fastidio en sus ojos.

— No es que no confíe en ti. —Stolas abrazó con más fuerza a Octavia— Se que podrías contra cualquier demonio.

— En realidad, él puede con un puñado de mafiosos. —Loona contribuyó, enmarcando su ceja— Pero conmigo podría con una mafia pequeña.

— ¿Ves? Ya oíste a Loony, con ella puedo contra un grupo organizado criminal. —Blitzø apoyó sus manos en sus caderas, inflando su pecho— Tavy no estaría en mejores manos.

Stolas se rio contra su mano.

— Estoy seguro de que pueden hacer eso y más. Pero la gente que intentaría ir por Octavia podría tener magia... —Él explicó, peinando las plumas de Octavia con extremo cariño.

— ¿Y ella no tiene un hechizo de protección de alta gama? ¿De esos que podría detener armas angelicales y todo eso conjurado por tu propio padre? —Blitzø miró a Loona y fingió susurrar— Un demonio muy atractivo pero que entiende menos del mundo real que Piernas aquí presente.

El cual parecía haber hecho su misión personal usar los pantalones más ajustados de todo el Infierno y a este paso Blitzø iba a necesitar llamar a Angel para otro cita. Si él planeaba vivir ahí en paz iba a tener que superar su debilidad por largas y torneadas piernas capaces de anclarse a sus caderas.

«Explosiones. Piensa en explosiones.»

— Eres tan injusto... —Stolas hizo un puchero, jugando con la mano de Octavia— Sí, ella tiene un hechizo protector, pero ustedes dos podrían salir heridos...

Blitzø y Loona rieron con burla y rápidamente sus risas se volvieron casi histéricas.

— ¡Hablo en serio! —Stolas golpeó el suelo con su pata.

Loona y él volvieron a reír. No ayudó cuando Octavia se unió a sus risas, ocasionando un sonido de indignación por parte de Stolas.

— ¡Oh! Ustedes son incorregibles.

— Debes confiar en nosotros. —Blitzø señaló a Loona y a él— Somos combatientes. Via va a estar a salvo con nosotros.

Su hija asintió con fuerza.

El expríncipe se arrodilló y bajó a Octavia al suelo. Él lucía derrotado pero con una pequeña sonrisa en su pico.

— Está bien... Confío en sus... habilidades. Pero tengan cuidado.

Loona no perdió la oportunidad de correr hacia Octavia y darle su mano. Blitzø se mordió la lengua para no chillar de pura emoción porque se suponía que era un adulto. Loona estaba tomándose muy en serio su rol en la pequeña manada que habían armado en esa casa. En especial cuando se trataba de proteger a Octavia. Y la pequeña búho la adoraba por sobre cualquier otra cosa. Blitzø había dejado de ser una novedad para Octavia cuando Loona llegó, pero a él no le molestaba. Después de todos los malos tratos y soledad que Loona había tenido entre sus pares, era lindo verla tan dedicada con alguien más.

Loona estaba llevando un vestido negro con fases de la luna rodeando su cintura. En contraste, Octavia llevaba un overol rosa chicle con una camiseta blanca por debajo. Stolas era partidario de dejar escoger a su hija qué podía usar y a veces terminaba con algo muy chillón para los delicados ojos de Blitzø. El expríncipe le puso a su hija una de esas mochilas con correa, esta de color amarillo chillón en forma de estrella, así que Blitzø iba a poder encontrarla aún en una estampida.

Loona tomó la correa con sonrisa burlona.

— ¿Aún tendrá que usar el baño o los arbustos estarán bien para ella?

— Oh, muy graciosa. —Stolas se cruzó de brazos sin estar realmente enojado— Pero si sigues actuando como una listilla, te conseguiré una mochila igual.

— ¿Ponerle una correa a un can infernal? Eso es discriminación. —Loona señaló a Stolas con su dedo y cuando notó la culpa en los ojos del otro demonio, ella rio con fuerza— Solo bromeo, relájate.

— Loony, no mortifiques a Stolas. Soy yo el que tiene que consolarlo después. —Blitzø se burló y dio unos golpecitos a la van— ¿Nos vamos a ir o qué?

— ¡Sí! —Octavia comenzó a jalar a Loona hacia la van.

Blitzø ayudó a subirlas y miró a Stolas, visiblemente nervioso pero con una sonrisa de ánimo. El sombrero de paja era algo ridículo sobre su cabeza y la camiseta roja de Loo Loo Land estaba tan desgastada que se caía por sobre su bonito hombro. Él quería morder a Stolas justo ahí porque la mayoría de ropa que el demonio usaba mostraba sus hombros.

Blitzø aclaró su garganta.

«Explosiones. Grandes y letales explosiones»

— Por favor, tengan cuidado. —Stolas rogó— Y si los vecinos dicen o hacen algo...

— Relájate, Piernas. El parque está aquí. Ni siquiera voy a sacarlas. —Blitzø levantó sus pulgares— Tú arregla el jardín para que Loona deje de contarme sobre fantasmas.

— ¡Aún si quita los cadáveres los muertos no se irán! —Loona gritó a su oído porque había bajado la ventana.

Blitzø dio un salto hacia el frente gritando a todo pulmón.

— ¡Loona! —Stolas apoyó sus manos sobre sus caderas.

— No eres mi padre. —Ella canturreó, con su mentón sobre el borde de la ventana— Ni mi agente.

Stolas giró los ojos y Blitzø levantó sus manos en señal de rendición.

— Solo... te lo suplico. Encárgate del jardín. —Él juntó sus manos y dio múltiples pasos hacia atrás rodeando la van— No quiero meterme con tu creatividad, pero ¿Qué tal algo lindo? —Blitzø comenzó— ¿Algo alegre? ¿Vivo?

— Se lo que hago, Blitzø. —Stolas arregló las plumas a la altura de su hombro descubierto— No tienes de qué preocuparte. —Le lanzó una mirada y una sonrisa sabelotodo se formó en su pico— El resultado final será de tu agrado.

Blitzø tragó y desvió la mirada.

«Grandes explosiones ¡Fuego! Propiedad pública destruida.»

— Lo sé. Lo sé. Yo también se lo que hago. Relájate. —Él saltó al asiento del conductor y arrancó la van.

Loona sentó sobre su regazo a Octavia para que pudiese despedirse de Stolas. A pesar de ser respondona y desafiante, era obvio que realmente no odiaba a Stolas. Claro, él no era Verosika Mayday, pero Stolas tenía sus buenas cosas, como muchísima paciencia, amor por la cocina, increíblemente afectivo y era lindo en su torpeza.

Bien, tal vez eso último era algo que Blitzø y no Loona tomaba a consideración.

— ¿Cómo crees que aprendió a cocinar? —Loona preguntó en voz alta— Jamás hubiese creído que alguien como él sabría preparar comida.

— ¿Alguien como él? —Blitzø preguntó, conduciendo lentamente y mirando todas las casas similares a la de Stolas.

Era una rutina diferente los fines de semana, él tendría que memorizarla para detectar cosas fuera de lo común.

— ¿Un ricachón de clase alta? —Loona señaló.

— Yo le enseñé algunas cosas cuando éramos niños y su mayordomo personal nos dejaba estar en la cocina cuando el chef preparaba algo. —Blitzø se encogió de hombros— Tal vez ahí aprendió.

Loona miró a Octavia sobre su regazo y la abrazó más protectoramente.

— ¿Era tan malo vivir en un palacio? Aunque ustedes dos tienen buenas anécdotas, siempre lucen tensos al hablar de esa época.

— Stolas fue lanzado en un compromiso arreglado con la madre de Octavia. —Blitzø se aferró al volante. Él aún recordaba el llanto desconsolado de Stolas y lo asustado que lucía después de cada «cita de juegos» con su prometida— Créeme, era como ver a un niño esperar su día de ejecución. Además, su padre despreciaba todo lo que hacía a Stolas ser, bueno, él. Paimon quería que su hijo fuese perfecto, un perfecto títere y que escondiese sus emociones. Todo el mundo esperaba que Stolas se convirtiese en un demonio aterrador y poderoso. Pero... —Blitzø se encogió de hombros— Obviamente no lograron transformar al niño nerd en un tirano.

— Entiendo... —Loona seguía mirando a Octavia— No creo que cualquier demonio abandonaría una vida de lujos para que su hija fuese libre.

Eso era nuevo ¿Acaso su Loony estaba interesada en la vida de Stolas...?

— Tendrías que preguntarle a él. —Blitzø se detuvo frente al parque y parqueó la van— ¡Bien! Hora de volver este lugar nuestra perr— —Él se detuvo, lanzándole una mirada a Octavia— Nuestro lugar.

— Sí, bien salvado. —Loona abrió la puerta y la pateó, ayudando a Octavia a llegar al suelo y saltando a su lado— Mano. —Ella ordenó.

Y Octavia se la dio. Loona se aferró bien, rodeando la muñeca de la niña de forma algo rara con su meñique.

El parque era amplio y bien cuidado, con diferentes juegos para niños y bancas para que los adultos se sentasen ahí.

El problema era que el lugar estaba rodeado de gente que Blitzø conocía bien. No, no personalmente, pero su tipo. Demonios que fueron en su momento importante y habían caído en desgracia. No totalmente como para terminar pidiendo dinero en Orgullo pero lo suficientemente bajo para quedar atrapados ahí, lejos de la mirada analítica de la fama y glamour. Algunos debían ser sucios secretos y otros las vergüenzas de sus familias. Ese tipo de exilio solía llevar a que compitiesen entre ellos para destruir a los otros en su propio juego de sufrimiento personal. Ser especiales entre los miserables.

Octavia, totalmente indiferente a las miradas pretenciosas y a la forma que otros parecían juzgarlos, corrió hacia los juegos, jalando consigo a Loona. Blitzø se mantuvo a la distancia y vigilando a su alrededor. Tres adultos en diferentes áreas lanzaron miradas despectivas a Loona. Dos parejas comenzaron a susurrar entre ellos señalando a Octavia. Blitzø se cruzó de brazos y siguió a las niñas con la mirada y se encontró con Octavia dando pequeños pasos hacia atrás, alejándose de los juegos donde había demasiado niños. En contraste, Loona estaba mirando a todos atentamente, su cola elevada y recta, mostrando que estaba alerta, a pesar de que su actitud era visiblemente indiferente.

Poco a poco.

Octavia necesitaba acostumbrarse a estar con otros niños. Blitzø no esperaba que hiciera amigos ese día pero el simple hecho de estar ahí ya era una gran victoria. Maldita sea, él ya era un adulto y estar rodeado de tantos extraños pretenciosos tenía sus espinas elevadas y alerta. La mayoría ahí eran demonios Ars Goetia, principalmente aviarios. Pero Blitzø también se percató de los sirvientes imps y niñeros que estaban ahí. En realidad, era un milagro que Paimon no hubiese designado a un imp para que se encargarse de la casa de Stolas. Ese tipo tenía en tan baja estima a su propio hijo que era muy probable que creyese que Stolas no sabía cómo respirar por su cuenta, mucho menos criar a una niña. Pero, como siempre, Paimon estaba equivocado.

Y con toda sinceridad, Blitzø no era necesario en esa ecuación. Stolas era un tipo listo y culto, eventualmente hubiese descubierto cuál era el problema con Octavia. Técnicamente Blitzø estaba aprovechándose de su hospitalidad y haciéndolo pasar como un favor. Tampoco es que se arrepintiese.

Un aullido de dolor lo hizo salir de su cabeza.

— ¡Loona! —Blitzø sintió su corazón acelerarse cuando notó que su hija estaba cubriéndose la cara con una mano mientras gruñía a un grupo de niños. Uno de esos mocosos tenía un balón en la mano y sonreía con fingida burlando, ocultando su miedo.

Él comenzó a correr en su dirección y sintió mayor pánico cuando Octavia avanzó protectoramente frente a Loona. Ella era muy pequeña y esos niños parecían encontrar divertido molestarlas. Tal vez el hechizo podía protegerla físicamente ¿Pero qué pasaba si esos bastardos decían algo horrible? Loona tomó del overol a Via para que no se alejara pero algo ocurrió. Blitzø no pudo oír que fue. Pero el líder de los niños dijo algo que alteró más a Loona y este atentó con lanzarle el balón otra vez.

Y Octavia gritó como una banshee a la par que sus ojos magenta se encendieron con mayor fuerza y dos putos rayos salieron de los ojos de la niña.

— Oh no... —Blitzø esquivó a los niños que comenzaron a correr por todas direcciones intentando llegar a sus niñas.

Loona estaba agachada en el suelo, cubriéndose los oídos ante el grito agudo y Octavia comenzó a moverse en absoluto pánico, quemando todo a su alrededor. Algunos juegos colapsaron con facilidad cuando los rayos los cortaron y árboles se comenzaron a incendiar en un intenso color magenta. Blitzø se deslizó por el suelo, llegando hasta los juegos y rodó a un costado para que las patas de tantas aves en pánico no lo aplastaran vivo. Él pateó a una mujer que intentó lanzarle su cartera a Octavia, porque ¿sinceramente? ¿Quién hacía eso? Y tuvo que saltar sobre algunos juguetes abandonados hasta llegar con las niñas.

Tal vez no era el método más ortodoxo.

Y seguramente era una horrible idea.

Pero nadie le había enseñado qué hacer cuando una bebé demonio poderosa tenía una crisis de poderes.

Así que Blitzø anuló primero el grito, cubriendo la boca de Octavia y movió la pequeña cabeza de la niña para que apuntase al cielo y dejara de incendiar todo.

— ¡Estás asustándola! —Loona se levantó e intentó hacer que la soltara.

— ¡Loona, no! Mantén la distancia, puedes salir lastimada. —Blitzø le dio la espalda y cayó de rodillas, cubriendo con su cuerpo a Octavia y guiando su cabeza para que apuntase los ojos a la arena en el suelo— Oct, soy yo...

Loona lo sacudió desesperadamente pero él se mantuvo firme. Él cubrió todos los sentidos de Octavia con su presencia. Ya no había parque, ni ruido. Blitzø comenzó a moverse de adelante hacia atrás, como solía hacer su hermana en la infancia cuando él tenía una pesadilla y lo abrazaba. Octavia dejó de luchar pero los rayos en sus ojos seguían incendiando la arena. El agarre de Loona en su brazo dejó de ser violento pero sus garras estaban bien aferradas a él.

— Eso fue increíble, Tavy. —Blitzø susurró y lentamente fue quitando su mano del pico de la niña y en su lugar la abrazó por la cintura— Defendiste a Loony de esos... —Él se cortó a tiempo— ...niños.

Octavia se aferró a su mano. Ella estaba temblando visiblemente y todo su cuerpo parecía un gran pulmón inflándose y desinflándose ridículamente rápido. Blitzø respiró hondo, exagerando el gesto para que Octavia pudiera sentirlo y dejó ir el aire por su boca. En esa posición hacía calor. Técnicamente él estaba mirando directamente a una hoguera o un rayo láser. Pero no la soltó.

— B... —Octavia sollozó— ¿Papi...? —Ella quiso mirar a su alrededor para buscar a Stolas pero Blitzø la sostuvo en su lugar, partiéndole el alma al oírla llorar con más fuerza— Por favor...

— Lo sé... Lo sé... —Él siguió moviéndose suavemente— Pero necesito que apagues las luces bonitas ¿Crees poder hacerlo?

— No... —Octavia susurró y su voz estaba temblando— Papi...

El sonido de sus lágrimas evaporándose ante el contacto de los rayos magentas que salían de sus grandes ojos era demoledor. Él la abrazó con mayor protección.

— Respira hondo, dulzura. —Blitzø la guio en su movimiento— Estoy seguro de que tu papá va a estar impresionado con lo que hiciste hoy. Su pequeña niña usando sus increíbles poderes por su cuenta ¿Quién lo diría? Tan lista ¿Qué tal si vamos por helado después de esto? ¿Cuál es tu favorito? Yo suelo probar diferentes, ahora ando obsesionado con uno café con menta por alguna razón. La heladería no está lejos y los precios son razonales.

Octavia rio bajito al oírlo balbucear tan rápido y él sonrió victorioso. Por unos segundos los rayos perdieron intensidad.

— ¿Crees que tu papá quiera helado? Apuesto a que querría algo saludable, como mora o calabaza. —Blitzø un sonido exagerado de desagrado— O de agua.

Octavia volvió a reír y esta vez los rayos perdieron su intensidad.

— ¿Cuál es tu favorito? Uno genial ¿verdad? —Él la abrazó más contra su cuerpo— ¿Chocolate? Via tienes cara de amar el chocolate.

— ¡Sí! —Octavia rio y los rayos desaparecieron— ¡B! ¡B! ¡Se fue!

— ¡Sí! —Blitzø celebró, agradeciendo a cada rey en cada Círculo porque podría jurar que tenía quemaduras en la cara por exponerse tan cerca al calor— Oh, mira esto... —Él intentó tocar el lugar donde ella había estado mirando pero tuvo que apartar la mano por el calor mágico. Blitzø buscó en su bolsillo y sacó un pañuelo, tomando de entre la arena un patillo de vidrio transparente con hondas magentas y rosas— ¡Genial! Mira nada más esta belleza.

— ¿Blitzø...? —Loona jaló su brazo— Creo que deberíamos irnos.

Él levantó la mirada y notó que un pequeño tumulto de demonios se había formado alrededor de ellos.

Sin contar el incendio y destrucción total del parque.

O el humor elevándose al cielo.

Y el sonido de los bomberos a la distancia.

Blitzø lanzó una mirada a Loona y esta asintió. Él cargó a Octavia contra su cuerpo, ocultando su cabeza en el espacio entre su hombro y cuello. Ellos comenzaron a caminar, Loona mostrando desafiante sus colmillos a la gente y Blitzø con su mano firmemente descansando sobre su revolver. Nadie dijo nada. Pero las miradas de total desprecio eran suficiente para poner a llorar a Octavia otra vez si es que pudiese verlos. Ella no se merecía esa reacción. Blitzø escoltó a las niñas de regreso a la van y las ayudó a subir antes de correr al asiento de conductor. Él comenzó a manejar y decidió salir de esa estúpida urbanización llena de demonios pomposos.

Ellos se merecían un helado.

— Fuiste muy valiente.

Él alcanzó a escuchar a Loona hablarle a Octavia en un susurro. Blitzø sintió su corazón encogerse al ver a las dos niñas acurrucadas entre ellas. Octavia se subió al regazo de Loona y se tocó los ojos, como si quisiera confirmar que ya no estaban saliendo rayos de ahí. Ambas estaban cubiertas de arena pero sin ninguna visible herida. Ni siquiera el golpe del balón había dejado alguna marca más allá que en el orgullo de Loona. Pero eso no había detenido a Octavia a la hora de defender a su hermana mayor.

¿Qué iba a decir Stolas cuando se enterase de lo ocurrido?

¿Se enojaría con él?

Nadie había salido herido pero los vecinos seguramente estarían molestos.

— Muy valiente. —Loona repitió— Como una superheroína.

— ¿Super? —Via parpadeó lentamente.

— ¡Alguien con superpoderes! —Loona sonrió con orgullo y comenzó a hablar de una serie de televisión que le gustaba donde un grupo de siete amigos, que actuaban más como una familia, luchaban contra humanos y ángeles para proteger el Infierno con los poderes que los reyes cada Círculo les había otorgado.

Era obvio que Octavia no entendía absolutamente nada pero aun así estaba prestando absoluta y devota atención a Loona en todo lo que ella decía. Él jamás había oído de ese programa y ni siquiera sabía que era el favorito de Loona pero seguramente Vox lo había producido. Blitzø parqueó la van frente a la heladería que le había mencionado a Octavia y compró dos helados para las niñas y otros dos para llevar. Él volvió y sonrió al notar que ni ella siquiera se habían percatado que él se había ido, tan involucradas en su pequeño juego inspirado en el programa de televisión. Así que Blitzø subió, les dio servilletas y les entregó sus helados. Uno en vaso para Octavia otro en cono para Loona. Esta última inmediatamente se concentró en ayudar a Via a que no se manchara tanto mientras comía su helado.

— ¿Y para ti? —Loona preguntó.

— Comeré el mío con Stolas. —Blitzø respondió encogiéndose de hombros— No puedo conducir y disfrutar de mi bien merecido helado al mismo tiempo.

— Sí, claro... —Loona giró los ojos.

Pero antes de que él pudiese defenderse, su hija se acurrucó contra su costado y Octavia se presionó contra ella.

— Allá en el parque... supiste qué hacer. —Loona susurró.

— Estoy haciendo mi mejor esfuerzo, Loony. —Él admitió porque no creía que correría con la misma suerte siempre.

— Tienes bien merecido tu helado.

Blitzø sintió una enorme sonrisa formarse en sus labios pero no dijo nada. No quería arruinar el momento diciendo algo ridículo que fastidiase a su hija. En especial porque Loona retomó su juego de superhéroes con Octavia y seguí ahí, junto a él, porque ella quería.

La idea de conducir por horas fue tentadora. Aun cuando las dos niñas llenaron de manchas de helado los asientos de su van. Pero el helado de Stolas iba a terminar derretido y no todo el mundo disfrutaba de sopa de helado. Así que condujo de regreso y cuando pudo ver la casa, silbó sorprendido.

— Oh, que aburrido. —Loona se quejó.

— ¡Lindo! —Octavia saltó sobre el asiento.

El jardín lucía increíble. Arbustos con flores, pequeños árboles y el césped era perfecto. Había suficiente espacio para que las niñas corrieran y tantas plantas como para que Stolas se entretuviese. Y hablando del expríncipe, este estaba sentado en una de las cuatro sillas blancas que rodeaban una pequeña mesa de jardín y bebiendo lo que debía ser té. Blitzø giró los ojos y parqueó la van.

Stolas saludó con las niñas, mencionó que ellas debían lavarse las manos y Loona se ofreció a ayudar a Octavia, dejando que ellas corrieran al interior. Blitzø tomó los contenedores de helado, avanzó a la mesa y los dejó frente al otro demonio.

— Escoge tu veneno. Aunque podemos comer de ambos. —Blitzø se sentó a la izquierda de Stolas— Porque tengo mucho que contarte.

— ¿Sobre el incendio? —Stolas espió los contenedores y sonrió al notar el contenido.

— ¿Te enteraste?

Stolas señaló la humarada magenta a la distancia.

— Me enteré.

— ¿Por qué no me llamaste? —Blitzø tomó una cucharada de uno de los contenedores y disfrutó el rico sabor a café.

— Porque confío en ti. —Stolas tomó una de las cucharas plásticas y probó del otro helado, pistacho y chocolate— Oh, esto es delicioso.

— Yo siempre escojo cosas deliciosas. —Blitzø guiñó un ojo y puso sobre la mesa el vidrio que Octavia había creado. Aún irradiaba poder.

— Fascinante. —Stolas dejó su cuchara y tomó el objeto— Puedes sentir la magia de nuestra familia aquí... Es... —El demonio apoyó contra su pecho el vidrio y cerró los ojos— Es... una huella de Octavia.

— Es rayos mágicos sobre arena en un parque infantil. Rayos muy poderosos. —Blitzø lo apuntó con su cuchara— Te ves muy relajado.

— Admito que entré en pánico cuando vi el incendio y casi corro a buscarlos. —Stolas acarició el cristal— Pero... Tienes razón, debemos confiar en el otro para poder criar a nuestras hijas y Octavia tiene sus sellos de protección. No oí disparos así que... —Stolas rio contra la palma de su mano— Concluí que uno de los poderes de Octavia se desató y tenía curiosidad de si podrías o no manejarla.

Astuta cara bonita...

— ¿Esto ha ocurrido antes y no se te pasó por la mente darme un maldito manual de instrucciones? —Blitzø acusó pero estaba sonriendo.

Por alguna razón se sentía bien que Stolas confiase en él y lo creyese capaz de poder manejar los poderes de Octavia.

— ¡Oh! Querido, no. Jamás había pasado eso. Asumo que fue su visión mágica la que se activó debido a que hay fuego involucrado. Yo pude acceder a ese poder muchos años después y bajo horas de entrenamiento. —Stolas sonrió con orgullo— Debes contármelo todo.

— Solo demonios superpoderosos reaccionarían como si fuese absolutamente nada del otro mundo que sus hijos destruyesen cosas. —Blitzø negó y probó del otro contenedor— Joder, esto es muy bueno.

— Lo es. —Stolas probó del helado de café y suspiró con deleite— Oh, Blitzø... Esto es delicioso.

Y esos sonidos fueron directo hacia sus pantalones. Él se aclaró la garganta para no hacer tres insinuaciones y un par de bromas subidas de tono.

Amigos.

Ellos eran amigos.

— ¿Estás seguro de que no vas a enojarte?

— Loona y tú están a salvo. —Stolas agitó su mano en el aire— El resto son daños colaterales de una curva de crecimiento sana.

A veces Blitzø se olvidaba que el demonio frente a él, capaz de crear hermosos jardines y cocinar deliciosa comida también era un ser poderoso y capaz de destruir cientos de vidas sin remordimiento. Blitzø simplemente estaba en del lado correcto de un demonio Ars Goetia.

— ¿Listo para oír cómo tu pequeña hija defendió a Loony y arruinó su primera propiedad pública?

— Definitivamente estás influenciando en ella. —Stolas bromeó.

— Crecen tan rápido, lo sé. —Blitzø le guiñó un ojo y comenzó a hablar, sin ocultar nada, sin mentir ni omitir detalles porque Stolas lo oyó, hizo las preguntas correctas, en especial sobre el bienestar de Loona y Blitzø y habló terriblemente mal de los otros adultos que osaron juzgarlos cuando no era culpa de Octavia que sus poderes fueran superiores a los de los otros niños. Blitzø se encontró riendo ante la soberbia tan curiosa de Stolas.

Su primera excursión fuera del hogar no había sido un desastre tan grande.

Y...

Stolas confiaba en él.

Blitzø podía vivir con eso.

Saludos criaturitas diurnas y nocturnas: Les traigo una orden de Daddy Issues.

Dato curioso, la idea para este capítulo la escribí como "Atrás, tengo una bebé y no sé cómo usarla" y Blitzo apuntando a Octavia a la gente a su alrededor. 

Espero que les haya gustado.

Nos leemos.

Nocturna IV

Continue Reading

You'll Also Like

19.5K 2K 6
🌹•.* - ,' [La Port Mafia y la Agencia de Detectives estan en problemas y necesitan trabajar juntos esta vez para cumplir el mismo objetivo que tiene...
26.5K 1.8K 9
Creo que la portada lo dice todo este será un trabajo inspirado en una semana dedicada principalmente a Stolitzø, gracias a qué hablaron sobre este r...
2.7K 286 9
Angel es castigado por Valentino quién lo obliga a grabar porno de la peor clase. Él teme que después de todo el daño que sigue haciendo a otros, su...
1.5K 83 4
Dos especies en conflicto..... Dos alfas dispuestos a defender su territorio... Zokar. Los lobos reinarán el bosque Mephiles. Esos lobos... unos mald...