____.
Cerré la puerta del baño de golpe dejando al pobre Karl fuera sin ninguna explicación y puse el pestillo lo más rápido que pude, y me baje los pantalones con rapidez. Y sí.
Mierda, mierda, mierda, me repetía mientras buscaba algo que ponerme en este baño.
Busqué en todos los cajones y no. Suspiré y me puse un papel para no mancharme más. Abrí la puerta delicadamente y caminé hacía mi habitación de puntillas, pero antes de abrir la puerta oí una voz femenina detrás mía.
Me di la vuelta lentamente, encontrándome a Cara y Katie mirándome con las cejas arqueadas.
-¿Por qué no bajas?- me preguntó Katie, dando dos zancadas acercándose a mi..
-Tengo que hacer algo- me apresuré a decir, mientras abría la puerta y forzaba una sonrisa.
-Karl ya ha bajado hace rato- comenta Cara, también acercándose.
-Sí, lo se. Pero yo tengo que hacer algo rápido. Si queréis podéis pasar a esperarme- digo mientras entro a la habitación.
Asintieron confundidas y entraron detrás de mi.
Ambas se sentaron en mi cama mientras yo buscaba ropa en mi armario.
-¿Qué buscas?- preguntó Cara.
Suspire y dejé de buscar, las miré.
-Me ha bajado la regla- admito, y sigo buscando.
-¿Ahora?- vuelve a preguntar.
Asiento.
Cojo ropa limpia y entro a mi baño.
-Me van a quemar la cocina- vuelvo a decir.
-Esperemos que no, bueno, no lo se. Chris sí que sabe cocinar algunas cosas, pero no se si los demás también- dice Katie.
-Oh, Dios... Me van a quemar la casa.
Cara ríe levemente.
-¿Dónde viviré entonces?- preguntó.
-Si quieres puedes venir a vivir con nosotros- me propone Katie, siguiéndome el juego-, pero dormirás con Tucker.
Y cuando abrí la boca para contestar la puerta se abrió revelando a un Chandler algo despeinado y a Jimmy.
-La comida esta lista- nos dice Chandler.
-Tengo miedo- le susurro a Cara.
-Tenemos- me contesta.
-¡Vamos! Que la comida se enfría- dice Jimmy, a lo que nosotras nos levantamos y empezamos a caminar.
Bajamos las escaleras y una vez abajo Chandler nos guía a la mesa para que nos sentemos. Y nos sentamos. Katie se sentó a mi lado y Cara enfrente de mi.
-No quiero morir ahora, soy muy joven aún- se queja Cara.
-No os vamos a matar. No exageréis. Sabemos cocinar como verdaderas chefs- respondió Chris.
Nunca pensé morir de esta forma: intoxicada por una comida hecha por cuatro chicos, los cuales jamás habían cocinado.
Cogí mi móvil y le mande un mensaje a todos mis amigos y a mi hermana pequeña. El cual decía: Adiós
Chris.
Miraba desde la cocina a ____.
Tenia la vista fija en su móvil, ignorando todo a su alrededor. Me giré y Karl estaba igual que ella: mirando su móvil prestándole escasa importancia a su alrededor.
¿Estarán hablando por el móvil?
Volví mi atención a ____ y esta sonrió, por instinto miré a Karl, pero este tenia un semblante algo serio. Y volví a mirar a ____, ahora estaba escribiendo con velocidad sin borrar su sonrisa.
-¿Me dejas?- dijo alguien a mi lado mientras intentaba abrir un cajón detrás de mi. Era Karl.
-Sí, sí- dije y me aparté.
Observe como sacaba algo del cajón y lo dejó en la encimera, y, entonces, volvió a coger el móvil. Pero esta vez me atreví a preguntar.
-¿Con quién estas hablando?
Me miró.
-Con nadie. Estoy viendo Twitter- aclaró, mientras me mostraba la pantalla del móvil.
-Ah.
Karl.
-Oye- llamé.
-Oigo- me contestó Chandler.
-¿Qué crees que pase cuando prueben lo que quiera que sea eso?- pregunté divertido, señalando lo que habíamos intentado preparar anteriormente.
-Creo que van a vomitar- aclaró-. Hay que grabarlo- agregó divertido y yo reí.
-Sin duda.
Y, sin querer, oí la conversación de Cara y ____.
-¿Con quién hablas?- oí preguntar Cara.
-Con Nick- oí contestar ____-. Esta intentando convencerme para hoy hacer un streaming juntos, pero lo único que esta haciendo es quedar en ridículo con sus propuestas patéticas.- agregó.
Nick es mi mejor amigo pero en ese momento lo estaba empezando a odiar. ¿Tenía que ser justamente hoy para pedirle prender directo? Vamos, ____ me prometió estar conmigo después.
-¿Vas a hacerlo?
-No, hoy no. Otro día.
Sonreí con alivio y note la mirada de alguien en mi. Me giré y me olvidé completamente de que estaba hablando con Chandler minutos antes.
-Deja de mirar a mi esposa- amenazó Chandler.
-¿Qué? ¡No! ¡No estoy mirando a Cara, idiota!
-Ah, vale. Ya se. Estas mirando al enanito ese - señaló a ____- que esta a su lado. Vale, vale, lo siento, me he confundido- bromeó Chandler, provocando que yo me carcajeara.
-Cállate, jirafa. No le digas así.
____.
-Que sí- volví a decir.
-¿Segura?
Suspiré y asentí con la cabeza exageradamente.
-¡Sí, Chris! ¡Sí!
-Vale. Si tardas más de cinco minutos ya no te confiaré a mi hijo.
Puse los ojos en blanco.
-Vale, más te vale no lleg- Y antes de que pudiera seguir hablando Katie lo interrumpió arrastrándolo fuera.
-Nos vamos. Ya te ha dicho que sí quinientas veces- regañó Katie y yo le saqué la lengua a Chris infantilmente.
-¡Eres una infantil!- me gritó ya lejos.
-¡Jódete!- le grité también, mientras entraba en casa y cerraba la puerta.
Chris me había pedido cuidar a Tucker mañana por la tarde. Al principio no acepte, porque tenia planeado estar todo el día en casa, haciendo lo que quiera que
Caminé hasta la sala de estar en la cual solo quedaban Karl y Jimmy hablando. Me quedé parado unos segundos observándolos. Y después, me di media vuelta y caminé hacia la cocina.
Tenía un poco de hambre. Me negué a comer lo que habían preparado los chicos anteriormente al ver como Cara lo escupió todo. Cogí una galletas y antes de salir me llevé una a la boca y, desde ahí, podía verlo a la perfección.
Podía ver como sus ojos se enchinaban al sonreír y como se cubría la boca con la mano cuando la carcajada se tornaba más fuerte.
Podía ver como hablaba con entusiasmo mientras hacia varios gestos.
Podía contemplar a la perfección su cabellera castaña y como se peinaba varias veces con las manos.
Podía ver sus luceros grises, los cuales brillaban con emoción. Brillaban como las estrellas.
Parecía feliz.
Desde ahí lo podía ver todo; su alegría al reír, su entusiasmo al hablar, sus ojos brillar como nunca.
Hacía tiempo que no lo veía tan feliz. Siempre esta sonriendo, pero no con tanta felicidad. No con tanto entusiasmo, como un niño pequeño al que le acaban de dar el juguete que siempre quiso. Y, así, Karl se veía más bonito de lo de costumbre, siempre esta bonito, pero, hoy... Se ve diferente.
A veces no puedo explicar lo que veo en Karl. Es simplemente por la forma que me hace sentir y que nadie más puede hacerlo.
Y, de repente, me miró. Sus ojos brillaron con más intensidad y su sonrisa se ensancho. Y sin evitarlo: yo también sonreí.
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Losientooooooo por no actualizar.
He estado muy ocupada.