FORBIDDEN LOVE

By Lej_27

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Kim Taehyung solo quería olvidar y pasar un buen rato, por eso después de una acalorada discusión con su jove... More

ADVERTENCIA
PROLOGUE
ONE
TWO
THREE
FOUR
FOUR.2
FIVE
SEVEN
EIGHT
NINE
NINE.2
TEN
ELEVEN
ELEVEN.2
TWELVE
THIRTEEN
THIRTEEN.2
THIRTEEN.3
FOURTEEN
FOURTEEN. 2
FOURTEEN.3
FIFTEEN
FIFTEEN.2
SIXTEEN
SEVENTEEN
EIGHTEEN
EIGHTEEN.2
EIGHTEEN.3
NINETEEN
NINETEEN.2
TWENTY
TWENTY.2
TWENTY-ONE
END
EPILOGUE
CHARACTER SPOILERS
THANKS

SIX

350 50 10
By Lej_27


TAEHYUNG


Se había portado, como un completo cabrón con Hoseok, cuando lo había tenido frente él y era muy consciente de ello. Se había dicho así mismo, que lo trataría con respeto y terminaría con esto, de una buena vez. Pero cuando el menor negó directamente conocerlo, algo dentro de él se elevó y lo hizo enojar mucho, que no pudo evitar reaccionar de esa manera. Si. No era una excusa y había sido un gilipolla. Pero ya no había nada que pudiera hacer al respecto.

A pesar de que, al principio, el menor se vio bastante aturdido por su presencia y sus palabras sin filtro, logro ganar confianza y valor para enfrentarlo. Entonces, pudo ver al mismo chico listillo y contestón de AkBar. Y por alguna razón eso le gustó. Se obligó a apartar el pensamiento, justo al tiempo, que Hoseok hizo mención de sus padres. La idea de que el menor pudiera contarle a Lía y a los Jung, de lo sucedido, lo hizo inquietar y poner en alerta. Reaccionando de una manera cruel, ante el menor. Lo había prácticamente amenazado y después había jugado suciamente, metiéndose con un tema, que el menor le había confiado aquella noche. ¿Pero podías culparlo, cuando lo que estaba en juego, era su matrimonio?

— Aun no puedo creer, que Hoseok siga siendo tan inmaduro e infantil...— La voz de Lía, amortiguada desde el cuarto de baño, lo saco de sus pensamientos. La mujer había estado insistiendo en lo mismo, desde la noche anterior, cuando el menor no regreso a la sala de estar. Y una vez que, despidieron a Jungkook y sus padres, se había ensañado en tocar el tema de Hoseok una y otra vez. Es que. ¿Qué le pasa? Hoseok no cambio nada. El tiempo en París, lo ha hecho más rebelde e inmaduro. Fueron sus innumerables quejas, haciéndole poner los nervios de punta.

— Es que dejar plantados a los padres de Jeon de esa manera. No hay justificación para ello cielo... Solo espero, que padre no sea indulgente con él y se la deje pasar —Continúo saliendo del baño y parándose frente al espejo de cuerpo completo. Miro cuidadosamente su apariencia en el espejo y una vez satisfecha, con su elección de ropa para ese día, giro mirándolo cuidadosamente. —Cielo. ¿me has estado escuchando? Pareces... perdido en otro mundo.

Parpadeé, enfocando mi atención en Lía, que me miraba con el ceño fruncido y aclarándome un poco la garganta dije.

— Ummm. Si, lo siento cariño... Es que he estado pensado, en el motivo por el cual tu padre, me pidió que me presentara esta mañana en su oficina... Dijo que era muy importante.

Lía suspiro y se acercó a él, dándole un corto beso en los labios.

— No te preocupes por eso cielo. Sabes cómo es papa y como le gusta exagerar las cosas... No le des tanta importancia.

Le di una pequeña sonrisa y me levanté del borde de la cama, donde había estado sentado. Entonces acercándome a Lía, que, para entonces ya se había girado, parándose nuevamente frente al espejo, la tome por la cintura, pegando su cuerpo a el mío y plantando un beso en su cuello. Ella se estremeció.

— Taehyung... una risita abandono sus labios, cuando después, de dejar otro beso en su cuello, mordisqueo el lóbulo de su oreja.

— Estás hermosa.

Girando para encararlo. Ella dijo— Gracias cielo. — Le sonrió y le dio un beso en la mejilla —Pero tú y yo, debemos bajar, antes de que se nos haga más tarde—Dejo un último beso en sus labios, para tomar su bolso. —Te espero abajo cielo... Y salió dejándolo solo en la habitación.

Él sonrió viendo a su esposa salir de la habitación. Tan hermosa. Tan amable. Tan cariñosa con él. Tan ella. Y no pudo evitar que la culpa, por lo que había hecho hace ocho meses atrás, surgiera con más fuerza en su interior.

Sacudiendo la cabeza, ante el repentino malestar, que me causo el pensamiento, termine de arreglarme en tiempo récord. Tomé el teléfono, las llaves del auto y salí de la habitación, dirigiéndome por el pasillo. Bajé las escaleras y una vez en la planta baja, me dirigí al comedor. En la enorme mesa, se encontraban Lía y su madre. Cuando Kim Jisoo lo vio, le sonrió como siempre lo había hecho. Con amabilidad.

— Buen día. —dijo, moviéndose en la habitación. La mujer se levantó de la silla, que había estado ocupando y planto un beso en su mejilla

— Taehyung querido, porque no te sientas... enseguida llamo a Haneul, para que te traiga el desayuno.

Antes de la que mujer pudiera llamar a Sra. Haneul. Dije.

— No hace falta Sra. Jung. La verdad es que Lía y yo, ya vamos bastante retrasados.

— Por Dios Hijo, ya te dije que me digas Jisoo.

Le di una sonrisa amable.

— Lo siento. Aun no me acostumbro.

— Bueno, será mejor que lo hagas querido. Soy la madre de tu esposa y esa etapa de la formalidad ya paso.

— Mama, ya deja en paz a Taehyung. El pobre ya tiene suficiente, con la incertidumbre, de porque padre necesita hablar con él. —Intervino Lía, levantándose de su puesto y dándole un beso en la mejilla a su madre—Ahora será mejor que nos vayamos, antes de padre se ponga histérico.

— Por supuesto cariño. ¿Vienen a almorzar?

— Lo más seguro es que no madre. —Lía respondió, mientras salíamos por la puerta del comedor. Se detuvo en el marco de la puerta, y agrego— Y por favor, invita a alguna de tus amigas a tomar el té o que se yo. Pero no pases el resto del día, pensado en las rebeldías de Hoseok. Ya sabes como es. Te amo.

Con esas ultima palabras, y después de pronunciar un adiós para Jisoo, desde el marco de la puerta, donde Lía, ya me había arrastrado; tomo mi mano y me condujo al exterior de la casa. Nos dirigimos al garaje en silencio y no pude evitar pensar. Si quizás, había pasado algo más, entre Hoseok y su familia, para que la tensión entro ellos, fuera palpable. Sejun parecía adorar a su hermano. Y desde que él lo conocía, habían sido pocas las veces, que lo había visto sonreír. Pero al lado del menor, parecía salirle con bastante facilidad. Lo que sorprendía a Taehyung. Aun recordaba, cuando estaban en la universidad y se conocieron en primer semestre. Sejun, era un adolescente bastante reservado y aunque socializaba con los demás, nunca fue fan de los grandes grupos. Claro. Taehyung nunca fue fan tampoco, de estos grupos. Siempre evitándolos e intentando salir adelante, con su mera beca y el apoyo de su padre. Con el tiempo, Sejun y él se hicieron amigos, cuando en una clase de anatomía, el profesor dejo un trabajo en grupo de tres y el mismo escogió los equipos, alegando, que todos debíamos conocernos y aprender a trabajar con personas diferentes. Ese día, como si hubiese sido planeado por el Dr. Kang. El Fuckboy, mejor jugador de baloncesto de la universidad, con una buena posición económica y que siempre estaba rodeado de personas. El chico proveniente de una familia de médicos y rico de cuna, pero que evitaba a toda costa, los grandes grupos y el chico solitario, con una beca de soccer y un padre abogado, que no la había estado pasando muy bien, desde que su esposa había fallecido, dejándolo con un Taehyung de catorce años, coincidieron.

Recordaba que la mitad de la nota, dependía de ese trabajo, por lo que se habían visto obligados, a trabajar en él, durante todo el semestre. Muchos estuvieron inconformes, intentando convencer al Dr. Kang de que reacomodara los grupos, pero no lograron nada. Así que Jungkook, Sejun y el, empezaron a encontrarse dos días a la semana, para realizar el trabajo. Al principio fue incómodo y raro. Pero no por el hecho, de que alguno de ellos no trabajara. La verdad era que Sejun y el, eran personas que sabían lo que hacían y muy al contrario de lo que muchos pudieran creer, Jungkook no era simplemente, el chico bonito, rompecorazones y Fuckboy del instituto. Hay había mucho más, de lo que incluso el mismo Jungkook, hubiese querido admitir. Entonces, una tarde en la que Jungkook no pudo aguantar más el silencio, había dicho. —Ohh Dios vamos, esto es tan aburrido. Sejun y yo, le habíamos lanzado una mirada y posteriormente, habíamos vuelto a enterrar nuestros rostros, en la pila de libros de teníamos al frente. Eso pareció frustrar a Jungkook, quien suspiro y adopto una postura de aburrimiento en la silla. A los pocos segundos había dicho —¿Es enserio?... chicos, ¿ustedes no hablan o qué? Sejun había levantado la mirada, ante las palabras de Jungkook y después de unos segundos murmuro. —Me llamo Sejun. Y así como así, había vuelto a enfocar su atención en el libro de anatomía. No sé porque, pero una risa había querido escapar de mis labios. Jungkook había rodado los ojos para volver a insistir —Eso ya lo sé Sejun, gracias por el recordatorio... me refería, a porque no me cuentan algo de ustedes... el suspiro... Miren. Yo no sé ustedes, pero esto de venir a sentarnos aquí, prácticamente todos los días y no decir ni una palabra ya me está hartando...Silencio... Está bien. Entonces empezare yo... Me llamo Jeon Jungkook y mis padres están quedando en la quiebra ... eso había llamado la atención de ambos y de alguna manera, habíamos instando al menor de los tres, para que siguiera. Entonces él nos contó, de cómo su familia estaba pasando por un mal momento, debido a un mal negocio, que su padre había hecho. El siguiente que se animo fue Sejun, compartiéndonos, que su vida no estaba mal y que lo único que le molestaba, era que su madre, siempre viera sus defectos y no las cosas buenas que hacía. Y bueno. Si ellos habían compartido, partes de sus vidas conmigo, porque yo no podía intentarlo. Ese día me desahogue, como nunca lo había hecho. ¿Y lo mejor de ese día? La amistad que había surgido entre los tres.

Pocos años después, fue evidente que la relación entre ellos había cambiado, cuando había conocido a Lía por Sejun y se había enamorado de la chica. Sejun no le había gustado la idea y era muy entendible. Al principio, había creído que era por la edad, aunque Lía y yo solo nos llevábamos tres años, pero con el tiempo, Sejun me había dicho, que lo que no le había gustado, era que no hubiese Sido honesto con él y haberle contando. Al parecer, él nunca pudo perdonarlo por eso. Tenían una buena relación, pero el vacío había quedado.

De alguna forma, había logrado llegar al auto y conducir hasta el hospital. Agradeció mentalmente que Lía, no hubiese intentando tener una conversación con él, porque hubiese sido en vano. Cuando estacionaron en el parqueadero exclusivo del hospital y se dirigieron a la primera planta, se despidió de su esposa y tomaron caminos diferentes. Lía a la urgencia pediátrica y el al séptimo piso, donde se encontraba ubicada la oficina de su suegro.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron y él se dirigió al escritorio de la asistente de Jung. Mina. La chica le sonrió con amabilidad. —Buen día Dr. Kim. El Dr. Jung, lo espera en su oficina.

Asentí. —Gracias Mina. —Y me apresure por el pasillo. Una vez frente a las puertas dobles, de la oficina de Jung. Di dos suaves golpes y cuando la conocida voz del hombre, le respondió con un suave. —Adelante. —Empuje una de las puertas y entre en la habitación.

Jung Namjoon se encontraba detrás de su enorme escritorio, con una pila de papeles delante de él, y su computadora portátil aun lado. Levanto la vista de los documentos delante de él y le hizo un gesto con la mano, para que siguiera.

— Adelante Taehyung. Puedes tomar asiento.

— Gracias Dr. Jung—Comencé, sentándome en una de las sillas vacías, frente al escritorio, y queriendo obtener información rápida, de porque me había solicitado. Pregunte cuidadosamente — ¿Hay algún problema? ¿Es Sora?

Jung negó y haciendo la pila de documentos a un lado, para enfocar su atención en él. Dijo.

— No hijo. No... La situación con Sora, hemos logrado controlarla... Tuve una cita, con los familiares y el abogado de Choi y logramos, llegar a un acuerdo. —Hizo una pausa y entrelazo los dedos sobre el escritorio, adoptando una postura más seria y tensa. La misma que solo lo había visto adoptar, cuando estaba con Hoseok. Dejo escapar un suspiro y finalmente decidiéndose, por las palabras, Murmuro. — Necesito pedirte un favor. —Otra pausa— Cómo sabes, mi hijo Hoseok, se quedará en Corea por un buen tiempo. — Asentí sin entender, adónde quería llegar con tanto rodeo. —Y bueno, es de conocimiento que Hoseok, es un poco. —Silencio— Incontrolable... Y me gustaría pedirte, que lo aceptes en tu área de trabajo.

Trague grueso, removiéndome en mi asiento, mientras procesaba las palabras de Jung. ¿Aceptar a Hoseok, en su área de trabajo? Eso parecía ser una mala idea.

En estos días, había investigado más del menor, descubriendo que, aunque Hoseok era aún, una persona bastante joven, estaba muy bien preparado. A sus recientes veintidós años de edad, ya contaba con un diploma en medicina. Graduándose con buenas notas y excelentes recomendaciones de sus prácticas. También se encontraba, haciendo una especialización en cirugía, sorprendiéndome. Porque era mi especialización y me pregunte, si era causalidad o el Karma de la vida.

Pasando los dedos, por mi cabello. Musite.

— Creo que no estoy entendiendo muy bien, de que se trata esto.

Jung emitió un sonido frustrado y echo la cabeza hacia atrás, chocando con el respaldo de la silla.

— No quiero que Hoseok mal gaste su tiempo, estando en Corea... Por eso me parece pertinente, que elabore como médico, aquí en el hospital... Pero no puedo ponerlo con Sejun, porque es el hermano y sería muy indulgente con él... El Dr. Cha, es un hombre bastante mayor, que Hoseok podría hacer enojar con mucha facilidad. Jungkook, es bastante condescendiente y no tendría mano dura con él. Y Lía... Ummm. Su relación con Hoseok, no es muy buena y no quiero colocar a ninguno de los dos, en esa situación... Por lo que...

— Eso me deja a mí. —Finalice por él. Jung asintió, mirándome suplicante.

— Sé que sabrás manejar a Hoseok. Confió en tus capacidades y sé que no vas a permitir que mi hijo se salte las reglas... ¿Podrías ayudarme con eso? —El debió de ver la reticencia y duda en mis ojos, porque después de unos segundos en silencio, añadió. —Sé que te preocupa, lo que Lía pueda decir. Pero te aseguro que mi hija, es una mujer adulta, que lo entenderá. Hablare con ella si es necesario.

Desvié la mirada a un punto muerto, al fondo de la habitación. Jung me miraba expectante y sabía que necesitaba darle una respuesta. Pero ¿podía acaso decirle que no? Era un favor que me estaba pidiendo y la verdad, en el fondo era consciente que no podía negarme. Ya que, a pesar de que las cosas que he ganado en esta vida, han sido logradas por mis propios méritos. Jung me ha apoyado y ha sido como un segundo padre para mí. Pero ¿podría el, estar cerca del menor?

— Por supuesto. No se preocupe suegro. Cuente con ello.

Jung asintió, viéndose aliviado y perdiendo parte de la tensión, que había adquirido, cuando empezó con el tema.

— Gracias hijo. De verdad es un gran favor, que me estás haciendo. —En ese momento la puerta sonó y Jung se enderezo mejor en la silla. Sus ojos volando a la puerta y esa reacción, solo indicaba una cosa.

Jung pronuncio un adelante y segundos después, el sonido de la puerta siendo abierta, se hizo escuchar.

— Buenos días padre. —La voz titubeante de Hoseok, se escuchó a mis espaldas. —No... No quería interrumpir. Mina dijo, que me estabas esperando, Pero puedo regresar más tarde.

— No Hoseok, no interrumpes nada... adelante siéntate.

Pasaron unos segundos que parecieron una eternidad, hasta que logro ver al menor. Dio varios pasos dudosos, mirando hacia su padre y cuando volteo a mirarme. Sus ojos se abrieron de par en par y todo su cuerpo se puso rígido. Sin embargo, el chico logro disimular su sorpresa y lanzándole una mirada plana a su padre. Pregunto.

— ¿Qué pasa? ... Sus ojos azules eran tormentosos, y por un segundo, me lanzo una mirada aguda, antes de volver a enfocar su atención en Jung.

— No seas mal educado Hoseok. Saluda a Taehyung y toma asiento.

El menor se quedó viendo a su padre por unos segundos, para posteriormente tomar asiento a mi lado.

— Taehyung. —su saludo fue simple y lleno de acusación, que temí, que Jung se diera cuenta de algo.

— Hoseok. Es un gusto verte. —Respondí, asintiendo en su dirección, pero él no me miraba. Sus ojos eran puñales, mientras observaba con el ceño fruncido a su padre. La forma en la que lo miraba, mostraba sus pensamientos, con una claridad fotográfica. No aceptaba para nada mi presencia, mientras por alguna razón, yo me encontraba con el pulso acelerado.

El chico era, más que agradable a los ojos de cualquier persona y pensar en ello, me causaba de alguna manera, inquietud. Llevaba unos Jeans ajustados, que moldeaban sus maravillosas piernas y una camisa de botones blanca, semitransparente. No podía dejar de darle, miradas poco disimuladas y que me ponían en riesgo. Era precioso y simplemente no me cansaba de verlo.

— Como te informe anoche, me parece pertinente que empieces a trabajar... Y bueno, que mejor que aquí en el hospital. —Empezó Jung dirigiéndose al menor. Hoseok se mordisqueo el labio inferior, sin quitarle la mirada a su padre de encima. Jung continuo. —Taehyung. Muy amablemente y siendo considerado contigo, ha decidido aceptarte en su área de trabajo.

— ¿Qué?... Exclamo el menor, lanzándome una mirada asesina. Había acusación en sus ojos, como si creyera, que la idea hubiese sido mía. Le sostuve la mirada, hasta que finalmente Hoseok desvió la suya, mirando ahora a su padre de hito en hito.

— Lo que acabas de escuchar Hoseok. Deberías de estar agradecido, por la buena voluntad de Taehyung.

Negó con la cabeza y un musculo de su mandíbula se tensó. Entonces como una dinamita, exploto.

— Por supuesto que acabo Jodidamente de escuchar, lo que acabas de decir papa... Pero no lo entiendo, ¿sabes?... Eres el dueño de este hospital, podrías haberme puesto con quien tu quisieras. Porque eres tu quien toma las decisiones y aun así ¿decides ponerme con el...—hizo una breve pausa, como si no pudiese pronunciar las palabras, y con el labio inferior temblándole, continuo—el esposo de Lía? Por Dios papa, ¿En que estabas pensando?... Sabes que Lía me odia y sabes cómo se pondrá, cuando se entere de toda esta locura.

Jung miro a su hijo con el rostro serio y como era de esperarse, lo reprendió con su habitual calma.

— Compórtate Hoseok. Y no te expreses así de tu hermana. Mucho menos delante de su esposo. Ten más respeto por ambos.

Hoseok emitió una risita sin humor y escupió con odio.

— Pues a mí no fue, el que se le ocurrió esa idea de mierda.

— Hoseok.








(...)

HOSEOK

Me arrastre fuera de la cama mientras el sol me daba en la cara. Tenía poco tiempo, para asearme y desayunar. Así que después de desperezarme, me dirigí al baño y me di una ducha rápida. Posteriormente me vestí, tomando lo primero que encontré en la maleta y entonces bajé a desayunar. Cuando llegue al primer piso. Todo estaba misteriosamente solo y en un silencio sepulcral. Tanto que la caída de un alfiler, podría haberse escuchado, en el silencio de la enorme casa. Cuando llegue a la cocina, la señora Haneul muy amablemente, me preparo un rápido, pero rico y muy nutritivo desayuno, que tome en la cocina. Ya que no vi la necesidad, de irme a sentar solo en una enorme mesa. Así que desayune en la isla de la cocina.

Cuando le pregunte a la Sra. Haneul, por los integrantes de la familia. Me informo que padre, Lía y su esposo, ya se habían ido al hospital. Sejun, se había ido temprano también, porque tenía clases que dar en la universidad. Jimin había salido, para encontrarse con Jungkook e ir adelantando, cosas del matrimonio. Madre estaba en el jardín, tomando el té, con sus amigas. Y el abuelo Doyoung se encontraba en su habitación.

Me apuré en termina mi desayuno y entonces salí a toda prisa, con la intensión de buscar mi teléfono, que había dejado olvidado en mi habitación, para así poder llamar a un taxi. La noche anterior, padre había sido bastante insistente, cuando me pidió. No. Me exigió. Que fuese al hospital, al siguiente día. Así que quería llegar temprano, pero como se me habían pegado las sabanas, me había levantado un poco tarde. Ahora solo me interesaba, llegar a tiempo. Pero entonces, cuando salí de la cocina con ese pensamiento, me encontré con Bangchan, entrando en la sala de estar. Lo salude con una sonrisa, pero como siempre su rostro era serio y me dijo. Buenos Joven Jung. El Sr. Namjoon, me dejo encargado como su chofer. Por supuesto que él lo haría. Era una manera de controlar y saber, lo que hacía y a dónde iba.

Decidí no jugar con mi reciente suerte y solo asentí, dirigiéndome con Bangchan afuera. Había un auto, en todo el frente de la mansión y el tipo abrió la puerta para mí. Posteriormente rodeo el auto y subió, poniendo el auto en marcha. Como por un milagro, que se me fue concebido, después de tanta catástrofe en mi vida. La noche anterior, cuando padre había entrado a mi habitación sin tocar. Pensé que me regañaría, por no volver abajo, sorprendiéndome, cuando me pregunto si me encontraba bien. Lo que era un avance ¿no? Después de haber respondido a su pregunta, diciéndole que me dolía la cabeza, asintió y me miró fijamente. Entonces, me informo sobre los planes que había hecho para mí. Y de los cuales no podía protestar.

La verdad no me sentía con ánimos, para salir de mi habitación y mucho menos de casa. Anoche, había sido una noche llena de tormentos. Las palabras de Taehyung, sonando en un bucle interminable, mientras intentaba conciliar el sueño. Me conoces... No voy a permitir que le hagas daño a Lía con todo esto. Así que te sugiero que cuides tus palabras, a su lado...Dudo que decidas tomar un riesgo tan grande como ese, cuando sabes mejor que yo, que no van a creerte.

Había dejado entonces al descubierto, sus intenciones. Pero no iba a dejar que me afectara. Y bueno, quizás trabajar me ayudaría a despejar la cabeza y salir de esta casa. El problema era que, como la mayoría de las cosas, tenía su desventaba. Y ese era Kim. Estúpido y Sexi. Taehyung. Aunque dudaba que pudiese encontrármelo, en un lugar tan grande, como era el hospital de mi padre. Sin embargo, la vida me dio otro motivo, para pensar, que enserio yo estaba pagando, por los pecados de mi vida pasada. Porque cuando llegué a la oficina de mi padre y vi a Kim Taehyung en la habitación, mis ojos se abrieron de par en par. Me puse completamente rígido y mi pulso se disparó. ¿Qué hacia él, en la oficina de mi padre? Acaso el muy imbécil, se había atrevido a...

No. No era posible, él también tenía mucho que perder, si todos se enteraban de lo que había pasado entre nosotros. Algo fuerte y feo se instaló en mi pecho al punto de ahogarme, al punto de hacerme añicos, ¿acaso no era suficiente con la tortura de su propia mente?, ¿para que le siguieran sucediendo estas cosas?

Cuando logré disimular la conmoción, que me había causado encontrarme a Kim Taehyung, en la oficina de mi padre, le pedí una explicación, pero como siempre me ignoro, reprendiéndome por no ser educado y haber ignorado al mayor imbécil, que he conocido en mi vida. Me toco tragarme las palabras que tenía atoradas en la garganta y darle un saludo al mayor, que no pudo evitar, que saliera con odio y lleno de acusación. Taehyung me respondió y decidí ignorarlo, para fulminar a mi padre con la mirada y no le quedara duda, de lo que pensaba. No aceptaba para nada, la presencia de quien Kim Taehyung. Es que ni siquiera podía disimular y apartar la mirada de mí, haciéndome sentir incómodo y pequeño.

.

Agradecí inmensamente cuando mi padre decidió romper con el silencio y hablar.

— Como te informe anoche, me parece pertinente que empieces a trabajar... Y bueno, que mejor que aquí en el hospital. —Dijo, mirándome. Me mordisquee el labio inferior, sin quitarle la mirada de mi padre. El continuo. —Taehyung. Muy amablemente y siendo considerado contigo, ha decidido aceptarte en su área de trabajo.

— ¿Qué? —Exclame, más que horrorizado.

Pero ¿Qué carajo?

Mis ojos volaron a Taehyung sin poder evitarlo. Había acusación en mis ojos y por cómo me sostuvo la mirada, deduje que sabía, lo que estaba pensado.

Jesús. Era increíblemente difícil mantener el contacto visual con este hombre, especialmente cuando, lo tenía tan cerca. Así que decidí, desviar la mirada y concentrar toda mi ira en mi padre. Mirándolo de hito en hito.

El me respondió, con esa voz tan calmada y controlada suya, que me hacía helar la sangre. Negué con la cabeza, al mismo tiempo, que un musculo en mi mandíbula se tensaba. Explote.

— Por supuesto que acabo Jodidamente de escuchar, lo que acabas de decir papa... Pero no lo entiendo, ¿sabes?... Eres el dueño de este hospital, podrías haberme puesto con quien tu quisieras. Porque eres tu quien toma las decisiones y aun así ¿decides ponerme con el...—hice una breve pausa, de repente incapaz de que la palabra abandonara mis labios. Suspire temblorosamente y continúe—el esposo de Lía? Por Dios papa, ¿En que estabas pensando?... Sabes que Lía me odia y sabes cómo se pondrá, cuando se entere de toda esta locura.

Mi padre me miro con el rostro severo y como era de esperar, me reprendió, como si mis miedos, no tuvieran fundamentos. No quería tener nada, que tuviera que ver con Lía y Taehyung era de Lía. El pensamiento me hizo sentir incómodo y raro. Lo cual era, totalmente desconcertante e inquietante, pero aparte el pensamiento, mientras escuchaba las palabras de mi padre.

— Compórtate Hoseok. Y no te expreses así de tu hermana. Mucho menos delante de su esposo. Ten más respeto por ambos.

Por Dios.

Emití una risa sin humor y escupí con odio.

— Pues a mí no fue, el que se le ocurrió esa idea de mierda.

Debería haberme arrepentido de las palabras en cuanto salieron de mi boca, pero no lo hice. La rabia que lo invadía, era tan fuerte, que le temblaba el cuerpo y no podía retener las palabras. Aparte la mirada, apretando la mandíbula.

— Hoseok —musito su padre en tono de advertencia, mientras un escalofrió recorría mi columna vertebral, ante su tono de voz, fuerte y lleno de castigo. Un tic contrajo el musculo de mi mandíbula, sintiéndome totalmente cohibido.

Entonces lo siguiente que supe, era que me estaba levantando de la silla, como si una fuerza divina, me hubiese poseído, moviéndome en piloto automático y dirigiéndome a la puerta.

Padre grazno.

— Vuelve a tu puesto Hoseok. Aún no he terminado de hablar. —Me detuve y gire en mis talones, para encararlo.

— Pues ya, yo tuve suficiente. —dije, mirándolo planamente—Y me importa un bledo, que tengas para utilizar ahora en mi contra... No voy a trabajar, bajo el mando de Taehyung. —Y girando nuevamente, me precipite, saliendo por la puerta y asegurándome, de azotarla en el proceso.

Que se jodiera mi padre.

Que se jodiera Kim Taehyung.








(...)

TAEHYUNG

No sé qué me impulso, a levantarme de la silla, donde había estado sentado, como una completa estatua, presenciando el intercambio entre mi suegro y el menor. Y pronunciar firmemente.

— Tratare de hablar con Hoseok y hacerlo entrar en razón.

Ni siquiera escucho cual fue la respuesta de Jung, precipitándose por el pasillo, para tratar de encontrar a Hoseok. Cuando lo visualizo, hundiéndome furiosamente los botones del ascensor, para bajar, camino en grandes zancadas, logrando entrar, antes de que las puertas se cerraran.

La filosa mirada del menor, se posó sobre él, haciéndolo sentir mal de alguna manera, por la noche anterior. No lo culpaba. Desde que se había vuelto a encontrar con el menor, había sido poco amable con él y tenía más razones de sentirse molesto, por las cosas que le había dicho ese día.

Las puertas del ascensor se cerraron y el menor murmuro con los labios apretados, mirando hacia las puertas cerradas.

— Acaso no te cansas, de joderme la vida.

— Créeme. Si estoy aquí, no es porque me agrade exactamente la idea. —Comencé, mirando también, hacia las puertas cerradas, como si fueran, la cosa más fascinante del mundo— Pero creo, que en algo estamos de acuerdo... Y comportándote como lo has hecho allá, en la oficina de tu padre, no creo que nos dé la oportunidad, de mantener las apariencias. —El menor, me dio una mirada incrédula, con el ceño fruncido. Segundos después, pregunto con un tono de voz hosco.

— Sé más claro.

— Tienes razón... Anoche...Fui algo duro contigo... Y bueno, viendo la situación en que ambos, nos encontramos, creo que no hay necesidad de atacarnos los unos a los otros. — su ceño se profundizó mas y parpadeo varias veces confundido.

Posteriormente musito.

— ¿Me estas proponiendo una tregua?

— Si así lo quieres llamar. Si... creo que es lo más conveniente, para los dos. —Hice una pausa, esperando que el menor dijera algo, pero su expresión era sombría y su entrecejo estaba fruncido, como si lo estuviera pensando. Muy. Muy bien. Así que, decidí agregar. —Amo a Lía— Eso lo hizo llamar su atención, y mirarme fijamente. —Esa noche...Habíamos discutido. No sé qué me paso. Y sé que no existe, ni una excusa válida, para lo que hice... —Otra pausa—Jamás pensé, que yo pudiera engañar a Lía. Hacer algo tan bajo e inmoral...Es por eso que te pido Hoseok, que esto quede entre los dos...No... No quiero perder mi matrimonio y Lía es todo lo que anhelo y quiero en esta vida.

El menor me miró fijamente, por varios segundos, que parecieron una eternidad. Su expresión ilegible mientras sostenía la mía. Y cuando pensé que se negaría o incluso ni respondería. Desvió la mirada y murmuro bajito.

— Muy al contrario, de lo que todo el mundo piensa. Lía es mi hermana y aunque no, nos llevemos bien y nuestra relación, no sea buena. No tolero, ni acepto, tu engaño hacia ella... Pero también debo aceptar, que tenías razón... Anoche, cuando dijiste, que nadie me creería, si le contaba a alguien de la familia... Tenías razón. Nadie me creería... Especialmente Lía... A sí que no te preocupes. No diré nada.

Asentí. En ese momento las puertas del ascensor se abrieron, y el menor salió disparado a toda prisa, yendo por el camino, que conducía al parqueadero exclusivo del hospital. Me quede parado allí, sintiéndome de repente. Raro. Por alguna razón, el rostro afligido del menor, me hizo odiarme, por haber sido un completo cabrón con él, la noche anterior. Y desee entonces, haberlo conocido en otras circunstancias.





📢¡¡HOLA!!

Mis queridos lectores,hoy les traigo un nuevo capitulo. Espero,lo disfruten mucho. 

OJO: Quería informarles, que para esta historia, tengo pensado, realizar alrededor de 30 capítulos. Si. Lo se. Bastante larguita. Pero por favor no se impacienten. Y esperemos que no llegue hasta alla. 

Recordarles, que seguramente encontraran errores e incoherencias en la historia. Sin embargo espero, que con la ayuda de ustedes, pueda hacer, las pertinentes correcciones pronto, para una mejor y agradable lectura. 

Y por favor no se olviden de dejar, sus comentarios y votos.

Besitos.🌹

#FORBIDDEN_LOVE💜

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