—¿Lo vas a hacer o no?— Preguntó Rimuru, te observaba aburrido mientras caminabas por toda la sala.
—¡Es que soy horrible cocinando!— Te lanzaste al sofá, rendida. —Odio la vida
El slime tomó su forma humana y te ofreció su mano. —Vamos, te ayudaré, así que deja de ser tan deprimente—
—¡Por eso eres mi mejor amigo!— Felíz caminaste a la cocina junto a Rimuru. —Espera, ¿Sabes cocinar un pastel?
—No debe ser tan difícil— Dijo Rimuru tomando un libro de cocina. —Yo te guío y tú preparas—
Varias horas más tarde:
Luego de muchas horas, por fin lograron hornear un pastel decente, bien decorado y que se viera comestible.
—Iré a llamar a Guy mientras se enfría— Dijiste y saliste de la casa, en busca del demonio que te provocaba tantos sentimientos.
Luego de un rato regresaste junto al pelirrojo. Al abrir la puerta de la cocina tu sonrisa se desvaneció, el pastel no estaba, solo Veldora con la cara manchada.
—Oh, hola— Saludó el dragón comiendo el último bocado. —Si buscan a Rimuru se fue a la oficina
—E-Ese pastel...era..lo hice para.. Guy—
Sin poder evitarlo lágrimas comenzaron a brotar de tus ojos, cayendo por tus mejillas, todo el esfuerzo para darle algo lindo a Guy fue en vano.
Si fuera antes de conocerte Guy pensaría que es tonto llorar por un pastel, pero conociendo todo el esfuerzo que haces y lo que sientes por el piensa diferente.
Miró con ojos amenazantes al dragón por hacerte llorar, nadie hacia llorar a su chica.
—____, no llores, no necesito un pastel para saber cuánto me quieres— Besó tu frente y limpió tus mejillas. —Podemos hacer un pastel juntos, será cien veces más delicioso y lindo
—Pero..no sabes cocinar—
—Puedo aprender de tí— Sujetó tus manos. —¿Quieres que hagamos un pastel juntos?
—Sí...si quiero— Una sonrisa se dibujó en los labios de Guy y te abrazó. —¿Q-Que sucede?
—Aprecio mucho tus pequeños regalos y detalles, tu sola presencia me alegra, es algo que nunca antes me había sucedido— Te miró a los ojos unos segundos antes de robarte un beso. —Ahora hagamos ese jodido pastel
Con el rostro más ruborizado que nunca pero alegre, te acercaste a Guy y comenzaste a preparar un delicioso pastel.