Siento no haber subido capítulo estos días, vine a Canadá a casa de mi primo y no he tenido tiempo de escribir porque salimos un montón así que tratare de actualizar mas entre semana prometo subir otro cap esta noche porque se que este esta un poco corto, por cierto es mi cumpleaños 😁😁
En el próximo cap prometo ponerle algo más de emoción
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Una semana había pasado desde aquella salida al cine, no habían conversado sobre lo ocurrido sin embargo Camila seguía con aquel mismo comportamiento.
Para Lauren era algo incomodo en realidad, no sabia que debía hacer o como debía actuar.
Camila se abrazaba a ella de vez en cuando o la besaba sin razón alguna, simplemente lo hacia y luego se alejaba sonriendo. Lauren en el fondo lo disfrutaba pero se sentía mal porque la castaña ni si quiera sabia quien era en realidad, ahora estaba ahí mirándola como dormía, todos sus cabellos castaños enmarañados cayendo sobre su rostro y sus facciones relajadas, su pecho subía y bajaba delicadamente y su boca estaba ligeramente abierta.
La ojiverde no terminaba de entender el comportamiento de la castaña, no entendía el porque de un momento a otro había comenzado a comportarse de aquella manera, mentiría si decía que nos disfrutaba de los besos o las muestras cariñosas pero también se sentía mal y eso era aún mayor.
Lauren no supo cuanto tiempo estuvo así hasta que la soñolienta voz de la más pequeña llamo su atención
-Que miras tanto Michelle- dijo tallándose los ojos con su puño derecho- se que soy horrible al despertar pero deberías disimular un poco
-No seas tonta- dijo riendo la ojiverde- solo no se, te veías muy calmada
-Es porque estaba dormida Einstein, es normal- dijo molestando
-Eres insoportable, te prefiero dormida
-Claro porque así me acosas durmiendo - respondió Camila jugando
-No te estaba acosando- chillo defendiéndose
-Lo estabas Michelle pero no te preocupes no te denunciare por eso
-Idiota- dijo Lauren acomodándose en la cama para darle la espalda
Dos segundos después la ojiverde sintió como un par de brazos la rodeaban por atrás y la empujaban ligeramente contra la pared.
-Que...que haces Camila?- preguntó Lauren nerviosa
-Dándote vía libre para que me acoses- dijo aun divertida
Lauren sintió el brazo de Camila sobre su costado, se sentía tan bien tenerla así pero su conciencia dolía aun mas.
-Por qué haces esto Camila?- dijo volteándose para mirarla de frente
-Acaso te incomoda? - preguntó
-No es eso, solo que...que- Lauren soltó una bocona da de aire- no lo entiendo, ¿por qué lo haces?
Camila debatió mentalmente que debía decir pero optó por la respuesta más fácil y con la que daría menos explicaciones
-Lo haces con muchas de tus amigas- dijo sonriendo- creo que podía hacer lo mismo
Lauren no sabia que responder ante eso, su mente quedo en blanco por un momento y sólo atinó a asentir con la cabeza
-Te molesta que lo haga? Puedo parar si quieres- dijo suavemente sin dejar de sonreír
-Yo..yo- Lauren no sabia como responder aquello- no me molesta, solo no lo se
-Deberías dejar de pensar tanto las cosas Michelle
-Tratare - dijo para acabar con el tema
Camila beso suavemente los labios de la ojiverde disfrutando del contacto
-Vamos a desayunar, levántate floja suficiente llevas espiándome debes tener hambre
-Que no te estaba espiando- gritó Lauren frustrada
Las semanas comenzaban a avanzar lentamente y la relación entre Camila y Lauren mejoraba cada vez mas, la castaña hacia lo que quería sin si quiera preguntar, Lauren un poco mas dura al momento de actuar siempre dejaba que Camila fuera quien diera el primer paso, siempre era la castaña la que armaba las salidas al cine o alguna feria cercana, ella era quien la besaba, ella era quien algunas noches se desvelaba a su lado esperando que terminara de estudiar sin importar que tuviera clases o día siguiente, Camila para Lauren se estaba volviendo todo y aquello le comía la cabeza.
Lauren había prometido que acabaría con todo aquello porque mentir estaba muy mal y la hacía sentir culpa pero a esas alturas era ella ahora quien disfrutaba todas aquellas atenciones que tenía Camila con ella.
Lauren se encontraba estudiando para un examen que tenía al día siguiente eran pasada las dos de la mañana y aún tenía un par de páginas que repasar.
Estaba sentada en su escritorio, su espalda estaba encorvada debido a la posición y comenzaba a dolerle al igual que su cuello que estaba rígido.
Sintió un olor a café recién preparado, hora tenían una pequeña maquina que lo preparaba al instante, aquel había sido regalo de la castaña para la habitación o eso era lo que decía siempre sin embargo la única que lo bebía era la ojiverde y mas cuando estaba estudiando como en aquel momento.
Una taza llego hasta su lado llamando su atención, el liquido negro hervía dentro de aquella taz tal como le gustaba, tan cliente hasta que quemara su lengua.
-Michelle ya es muy tarde vete a dormir- hablo Camila colocándose detrás de ella hundiendo una de sus manos en su cabello y acariciando lentamente su cabeza
-Aun debo estudiar dos páginas más- dijo sin si quiera voltearse
-Pero puedes hacerlo mañana en la mañana, no tienes el examen hasta la tarde
-Quiero acabar ahora
-Vamos a dormir ya tengo sueño y no quiero que te quedes aquí hasta sabe que hora
-No te he pedido que te quedes a cuidarme vete a dormir tu- le grito de malhumor
Camila retiró su mano de la cabeza de Lauren lentamente y se metió a su cama sin decir nada, la ojiverde se volteó para verla y sabia que había echo mal al gritarle pero cuando estudiaba su actitud era una mierda.
Estaba tan estrenada que todo lo que estaba tratando de estudiar no se quedaba en su cerebro, cerró su libro de golpe pero antes colocando una hoja justo en la parte en que se había detenido, le dio un sorbo a su café y caminó hasta su cama.
Camila estaba de espaldas a ella y sabia que estaba realmente enojada a veces podía ser realmente odio y ay hacer cosas como aquella.
La ojiverde se levanto de su cama en silencio y Camila escucho perfectamente como el piso crujía con sus pasos, pensó que tal vez volvería a dormir pero para su sorpresa la ojiverde se metió en su cama
-Lo siento, estoy un poco estrenada- fue lo primero que dijo a modo de disculpa
Camila simplemente asintió sin que su enojo bajara
-Puedes voltearte?- preguntó la ojiverde pero al ver que no tenía respuesta comenzó a hacer cosquillas en los costados de la ms pequeña- vamos ya no estés enojada
Camila entre risas se giró y quedo de frente a Lauren
-Eres una imbecil- fue lo primero que le dijo- no vuelvas a gritarme
-Tu eres una cabeza dura ya te he dicho que no te desveles conmigo
-No me gusta dejarte ahí sola, la primera vez que me dormí primera te encontré al siguiente día en ese escritorio no te había movido ni un centímetro
-Debo estudiar- dijo susurrando, comenzaba a tener sueño y su voz sonaba adormilada
-Si pero no tanto
-Me disculpas por lo de hace un momento?- preguntó
-Si, ahora duérmete- dijo abrazándola
Lauren se disponía a levantarse para volver a su cama pero los delgados brazos de la castaña se lo impidieron, Camila le pedía que durmiera pero era ella misma quien no se lo dejaba, la miro fijamente tratando de entender que debía hacer
-Duerme conmigo- le dijo Camila - quédate aquí
-Camila...-la ojiverde iba a tratar de buscar una excusa para volver a su cama
-Es como amigas lo juro
-Te he dicho que no...-iba a hablar pero la castaña la interrumpió
-Si lo se que no podemos confundir las cosas, que esto no podemos llevarlo para ninguna lado y que no es una relación- hablo la castaña- lo se, solo somos amigas Michelle no espero nada mas
La ojiverde asintió complacida, no podía tener nada con Camila y mucho menos cuando esta creía que era alguien mas.
Lauren se acomodo hasta quedar con su cabeza recostada sobre el pecho de Camila mientras esta le acariciaba el cabello, enredo sus manos en su cintura y se durmió dos segundos después. Camila la miro dormir durante varios minutos, la ojiverde se veía hermosa de aquella manera tan tranquila y relajada, Camila sentía que debía hacer algo para que lo que tenían cambiara, tenía que hacer que Lauren dejara de huirle tanto y volviera a quererla, pero no tenía ni idea como podrían reparar aquel juego de mentiras en el que ellas mismas se habían enredado.