Amnesia (#1 OELS)

By estef_ahs22

354 114 6

Casie ha perdido la memoria en un trágico accidente "automovilístico" que según sus padres un pequeño desequi... More

Dedicatoria
Prólogo
1. La mansión Lincer
2. El fantasma de la mansión
3. La muerte de Camil
4. Casandra Onisse
5. El acantilado
6. ¿Quién es Henry Banner?
7. El cuarto piso
8. El hermano de Ajax
9. Las Hamadríades
11. Hidra de Lerna
12. El poder de Casandra
13. Nerea
14. El beso
15. El incendio
16. Confesiones
17. El lado oscuro de la luna
Extra - El bosque sobrehumano
Los 12 Olímpicos
El pasado del Rey.

10. La desaparición de Eleanor Mikre

10 3 0
By estef_ahs22

CASIE

- ¿Estás dispuesta a no ver a tu familia y quedarte aquí? - fue lo primero que me preguntó Alesandro apenas verme.

- ¿Por cuánto tiempo?

- Eso tendrás que decidirlo tú.

- Si, estoy dispuesta.

- Bien - comenzó a sentarse en la silla que se encontraba en la cabecera del gran comedor - Al estar con nosotros debes procurar hacer las cosas bien y sin buscar problemas, aprender de nuestros antepasados y de las cosas que se te pueden presentar... No somos una familia común y corriente, Casandra y como ya habrás notado en el lugar donde vivimos no es un bosque normal. 

- Si, de eso ya me di cuenta.- murmuré, él me vió con mucha seriedad y luego siguió con su discurso.

- Todas las criaturas que viven en el bosque no son como las ninfas que conociste... hay más cosas aquí que la humanidad allá afuera no va a comprender, criaturas hermosas pero que también son malvadas y que no dudarán en matarte. 

- ¿Y qué se supone que debo hacer? - no me contuve en preguntarle.

- Prepararte física y mentalmente.- dictaminó. Nadie más en la mesa habló.- A partir de hoy eres parte de nuestra familia y vivirás aquí como una más de nosotros. - hizo una pausa para evaluarme con la mirada.- Cada miembro de esta familia te enseñará nuestras costumbres y defensa personal. Debes saber que todo lo que te rodea tarde o temprano termina siendo una distracción y sobre todo...- dijo levantándose y cruzando los brazos tras la espalda - Debes saber que nuestras guerras no se pelean por sí solas...

- ¿Qué trata de decir?

- ¿Has escuchado sobre la guerra de Troya, Casandra?

- Si, una guerra fría que duró aproximadamente diez años en donde dicen que los Dioses eligieron bandos.

- Veo que no eres una completa inútil entonces.

- Oiga...- y cuando quise ponerlo en su lugar Ajax me tomó del hombro.

- ¿Ves esto? - en tanto lo dijo una especie de niebla comenzó a cubrir su cuerpo, dejando ver solamente sus ojos que de ser azul cielo cambiarón a un amarillo intenso.

- ¿Qué demonios? - grité, tomando con mucha fuerza la mano de Ajax que soltó un quejido.- ¿Qué es usted?

- No puedo decirte qué soy.- dijo retomando su aspecto normal y devolviendo el aire a mis pulmones - pero sí puedo enseñarte lo que hago... lo que hacemos.- se corrigió - si vas a estar en esta casa, debes saber a lo que en realidad te enfrentas y para eso debemos crear un lazo de confianza.

- ¿Por qué está haciendo todo esto?

- Porque la bruja más temida de todos los tiempos quiere encontrarte.

- ¿Cómo lo sabe? - me giré hacia Ajax con una mirada acusatoria, él negó con la cabeza.

- Yo no le dije nada.- me susurró.

- Sé lo que habita en mi propia casa.

- Por eso es imposible colarse aquí sin que este torpe no lo sepa.- dijo el hombre que estaba al otro lado de la mesa, Felipe.

- ¿Algo más que deba saber? - pregunté en cuanto noté que nadie más iba a aportar nada.

-  Si me ocultas algo lo descubriré.- tragué fuerte.

- Déjala en paz.- le dijo Ajax con fastidio.

- Tenemos reglas.- respondió él.

-Creo que está muy cansada como para escucharlas, hermano - comenzó a decir Felipe - yo creo...

- No - dijo con autoridad haciéndolo callar con una mueca de disgusto y brazos cruzados fuertemente sobre su pecho - Primero, tienes que obedecer lo que se te dice. Segundo, no nos enfrentamos entre nosotros y he escuchado que has tenido varios encuentros poco amistosos con mi hijo Cyril. Tercero, si se trata de torturar, torturamos. Si se trata de matar, matamos y si se trata de sobrevivir, sobrevivimos juntos.

- Qué motivador.- comentó Felipe con sarcasmo. Alesandro lo miró por tercera vez con molestia.

- ¿Qué son ustedes? ¿Una especie de asesinos?

- Algo mucho peor, niña.- dijo en tono duro.

Ajax con más fastidio del que aparentaba anteriormente se levantó.- La vas a volver loca, ya déjala en paz.

Y cuando creí que Alesandro le diría algo por haberlo interrumpido, me sorprendí al notar que se había quedado callado.

- Como prefieras, hermano.

Y mucho después de eso, me encontraba en la habitación mirando el techo.

¿En qué se supone que me había metido? En una familia normal no dirían algo como "de ser necesario torturar, torturamos. Si se trata de matar, matamos y si se trata de sobrevivir, sobrevivimos juntos." Cualquiera pensaría que estaba loco ¡Diablos! Yo lo estoy pensando justo ahora.

 Y lo peor de todo es que aún no lograba recordar qué fue lo que vi en el cuarto piso para comprobar si tenía relación con lo que él había dicho.

 Además, no quería arriesgarme a subir de nuevo y quedar como la última vez.

Sobre todo teniendo al líder de la casa en este lugar, posiblemente vigilando cada paso que yo pudiera dar.

Si había creído darle fin a mis problemas...

Más equivocada no pude estar.

*-†-*-*-*-*-†-*-*-*-*-†-*

- Tanto tiempo sin verte, Casandra Onisse - fruncí el ceño al escuchar mi nombre desde el otro lado de la cafetería del pueblo. Me levanté apenas la vi.

- ¿Co-como sabe mi nombre? - pregunté en cuanto la mujer se detuvo frente a mí.

- No te asustes. Fuiste una de mis alumnas estrellas.

- ¿Lo fui?

- Efectivamente.- dijo con una sonrisa y tomando asiento en la mesita cuadrada.- Cuando ocurrió aquel accidente nos enteramos que habías perdido la memoria, tus padres retiraron todo, sacaron todas tus pertenencias y el papeleo. Aunque no creíamos posible que durara tanto, según teníamos entendido, la amnesia no dura tanto. ¿No te han hecho ningún estudio? 

- Me temo que no - dije de pronto de mal humor - Esa fue la última vez que fui a ver a un doctor... Mis padres decidieron que era lo mejor.

- ¿Y te sirvió de algo? - preguntó con curiosidad viéndome fijamente.

- No me sirvió de nada.

- Ya veo.- comentó borrando definitivamente su pequeña sonrisa - Tus padres fueron muy complicados Casandra, pero no son malos.

- Lo sé perfectamente bien.

- Pero debo reconocer que esto... parece haberse salido de sus manos ¿No te contaron nada de tu niñez, no te enseñaron fotos, no...?

- No han dicho ni una sola palabra.- lo único que me habían dicho que fuera de utilidad era "Fenómeno" y no era un adjetivo muy hermoso que digamos.

- ¿Y tus cosas? No lo sé, algo sobre la escuela o tal vez informes médicos...

- Leah quemó todo.- sentí como mis ojos retenían las lágrimas.- Ya no queda nada.

Ese comentario le sacó una sonrisa llena de nostalgia a la mujer. Se recostó más en su silla detrás de la mesita - Oh cariño, entonces hay mucho que contarte.- dijo con un suspiro invitándome a sentarme - Eras una niña muy dulce y llena de vida - dijo con aire meditabundo - Llegaste a la escuela donde había trabajado por años, estabas muy pequeñita e inmediatamente te ganaste el corazón de todos tus maestros.- soltó una risita llena de nostalgia - Decías que no querías estar con niños que solo pensaban en jugar con Barbies y carros, que preferías estudiar para ser una científica y explorar cada parte del mundo. - la sonrisa de la señora Alana flaqueó - Cuando cumpliste quince años comenzaste a actuar muy extraño y tus padres no se quedaban atrás... Todos creímos que habían problemas en tu casa, pero tú nunca hablaste nada con nadie, así que todo quedó en anonimato para nosotros.- suspiró - la directora de ese entonces llamó a tus padres porque tus notas comenzaron a bajar, ya no hablabas con nadie, ni con tus maestros ni con tus compañeros, ni siquiera para dar la hora, para preguntar algo u opinar, solo dejaste de hablar.- se limpió una lágrima rebelde que corría por su mejilla - Llevabas la misma ropa colorida de siempre, Casandra pero en tu rostro se veía una especie de agonía que cada día me rompía un poco más el corazón... y Eleanor Mikre iba a la oficina de la antigua directora para meterte en problemas - mencionó su nombre con fastidio -Pero nadie le creía por las condiciones en las que te encontrabas.

- ¿Por qué quería meterme en problemas?- me aventuro a preguntarle.

- No tengo idea. Nunca dijiste nada al respecto - maldije mentalmente. - Eleanor siempre ha sido... un tanto envidiosa y creí que se le iba a pasar su capricho con el tiempo, pero unas semanas antes de... tu accidente, ella desapareció.

- ¿Desapareció? 

- Si.

De pronto, un grito desesperado se instaló en mis oídos. Pude recordar a una chica delgada y rubia golpeándome, señalándome y... Un callejón, una pelea, mucha sangre. 

Cerré los ojos con mucha fuerza borrando las horribles imágenes que habían en mi cabeza.

Esa chica era Eleanor.

Y yo tuve que ver con su desaparición.

De eso estaba segura.

*-†-*-*-*-*-†-*-*-*-*-†-*

26 de Noviembre, 2019

Una manera magnífica de despertar era escuchar el hermoso canto de los pájaros. 

Lástima que para mí en vez de escuchar a los pájaros, lo que escuché fue un grito proveniente de un megáfono junto a mi oreja y fue tan fuerte que me caí de la cama. 

- Deberías... haber... visto... tu... cara...- decía Helena entre risas.

- Buenos días a ti también.- saludé con mal humor, pero las dos chicas seguían desternillándose de la risa sin siquiera haberme escuchado refunfuñar. 

Me levanté del suelo y al recuperar la compostura vi como Irene y Helena se quedaron perplejas y con la boca abierta. 

- ¿Te sientes bien? - preguntó Helena dando un paso hacia mí.

- Estupendamente.- respondí mirándome los pies y pegué un brinco al darme cuenta que mis pies estaban manchados de barro... y sangre.- Sé que no van a creerme - comencé a decir con voz lúgubre, una voz que repentinamente pareció dejar de ser mía, pero seguramente estaba exagerando. Las miré con determinación - pero les juro que no salí de aquí.

- ¿Y entonces cómo se supone que estás así? - señaló Irene hacia mis pies.

- No tengo idea.

No recuerdo siquiera haber salido de la habitación.

- ¿A dónde fuiste? - preguntó Helena entre dientes, observando de pronto con una mueca de disgusto mientras que sus ojos habían perdido cierto brillo y ahora estaban más sombríos.

- No fui a ninguna parte.- logré decir en un hilo de voz

- Tus pies demuestran todo lo contrario - señaló lo mencionado.

- Lo sé - ¿ahora cómo salía de ésta? - pero tienes que creerme, yo no he salido de la habitación.

- Podrás mentirle a todos aquí Casandra, pero tratamos de protegerte.- dijo Irene con nerviosismo.- ¿A dónde fuiste?

- Te he dicho que no he salido de aquí.

¿Pero y si no era del todo cierto? ¿Por qué mis pies se veían tan magullados?

A mi parecer, había más cosas que debían salir a la luz pero que ya no sabía si las quería saber.

*-†-*-*-*-*-†-*-*-*-*-†-*

- Todas las tardes iba a sentarme allí - Ajax rompió el silencio espeso que había estado en mi habitación y señalando hacia el inmenso árbol que se veía desde el ventanal se sentó a mi lado - Cada vez que quería estar solo (que era bastante a menudo, debo confesar) iba y me refugiaba en ese árbol sintiéndolo como si el mundo alrededor no existiera.

- ¿Por qué hacías eso? - por primera vez estuve extremadamente emocionada de que Ajax se entrometió en mi habitación sin haber avisado y ya hasta me encontraba más animada que unas horas atrás. Desde que Helena e Irene habían venido a la habitación no quise salir y aunque se disculparon, no era por ellas que me había mantenido encerrada, era por mí. No había parado de darle vueltas al porqué de mis pies llenos de barro y sangre cuando se suponía que la noche anterior había estado aquí, durmiendo.

- No podía volver a mi casa - respondió él - No quería.- recalcó - Así que prefería estar allí y esperar hasta que el último rayo de sol se escondiera.

Me lo imaginé sentado mirando el atardecer hasta que el cielo estuviese completamente oscuro y con estrellas parpadeantes, con la luna que parecía una rodaja de queso y me ruborizo al percatarme de que seguramente él se vería muy hermoso solo mirando el cielo.

- ¿Por qué lo hacías? - él me miró dubitativo - Estar solo, es decir ¿No te abruma pasar toda una tarde o toda una noche sin conversar con nadie? 

- En ocasiones la soledad es el elemento perfecto para el ser humano aunque éste no se quiera dar cuenta.- suspiró con alivio - es como sentir la verdadera calma.

Sentí envidia.

Porque cada vez que yo estaba sola, algo en mi interior me molestaba hasta el punto de no poder luchar más contra mis demonios.

- ¿A qué te refieres con que no se dan cuenta?

- Nadie se dedica a admirar lo que no quiere ver, Casandra.- dijo encogiéndose de hombros.

- ¿Por qué?

Él cerró los ojos de ese color hermoso e intenso, aspiró con fuerza y los abrió de nuevo.- Las personas solo buscan a su amor incondicional sin detenerse a pensar de que probablemente no exista, por eso es que casi nadie acepta acabar solo.- parecía molesto al dar la explicación, pero sabía que no lo estaba. Seguramente podría hacerme la ilusión de creer comenzar a conocerlo.- La mayoría de las personas se rehúsan a permanecer sin alguien a su lado y cuando menos se dan cuenta comprenden que algunas veces hay que permanecer aislados de todos para poder pensar con claridad.- bufó arrugando la nariz.-Por esa razón hay muchas clases de ciegos en esta vida.

- ¿Cuáles son? 

- Los que tienen miedo de enfrentarse al mundo sin apoyo - Ajax bajó la cabeza evadiendo mi mirada - Y los que solo van en busca de algo más sin darse cuenta que mucho antes encontraron su propósito y lo dejaron marchar.

- ¿Cuál de los dos eres tú? - inquirí mirándolo fijamente.

Se encogió de hombros, sin darme aún la cara y dijo en un susurro - Tal vez sea los dos.

- Tal vez yo también lo sea.- admití.

Y juntos miramos el cielo que había comenzado a oscurecer.

- Se siente horrible ¿verdad? - habló después de un gran silencio.

- ¿Qué es horrible?

- Tener que ir a un lugar en el que se supone que es tu hogar pero por alguna razón, muy dentro sabes que no lo es y que ese "hogar" nunca fue tuyo.- soltó fríamente.

- ¿Te refieres a la mansión?

- Me refiero a todo.

- Odio saber que en mi "hogar" me han llamado fenómeno más veces de las que podría contar - hablé con sinceridad - Es muy fácil pretender que en dónde estás parado tienes las respuestas a todo y engañas a los demás diciendo que estás bien con lo que te enfrentas día tras día solo por miedo a como vayan a reaccionar o a lo que te dirán.- me miró con mucha atención y esta vez me sentí expuesta de verdad, como si dejara salir algo que me había estado consumiendo desde hacía mucho tiempo - A nadie le gusta tener a personas tristes a su alrededor pero lo realmente difícil es que cuando tienes la impresión de que algo ya no va bien y cuando ya no puedes seguir mintiendo de tu estado emocional solo quieres escapar... y ese sentimiento se hace tan fuerte hasta el punto que ya no puedes más. - hice lo posible en tragarme las ganas de llorar - Y luego entiendes que ya fingir no es lo que quieres hacer.

- ¿Has fingido todo este tiempo?

- Odio hacerlo, pero si.

- Yo también.- admitió y esta vez lo miré... pero verdaderamente lo miré con la esperanza de que en verdad se estuviera abriendo conmigo con pocas palabras.

Se sintió tan bien.

- Durante estos años me he engañado que lo que hay en mi pasado es algo simple pero ya veo que no es así... es como si algo oscuro quisiera salir a relucir y... tal vez Stephen tenía razón - dije con un manojo de nervios - Si soy un fenómeno.- eché la cabeza hacia atrás, sin detenerme a pensar en lo que iba a decir - Si tuve que ver con la desaparición de Eleanor.- confesé.

- ¿Estás segura de eso?

- Absolutamente.- murmuré - Eleanor era una chica muy fastidiosa y por alguna razón me molestaba mucho en la escuela... un día cuando habíamos salido de clases ella me encontró en un callejón con... mis manos envueltas en fuego que ni siquiera sentía que me quemara y al decirme fenómeno... fue como si algo se hubiese activado en mí.

- ¿Y qué sucedió?

- Está muerta.

- Eso lo sé, Casandra pero tal vez no fuiste tú y solo estés confundida... tal vez... tal vez...

- No creo que mis recuerdos sobre ella sea solo una mala jugada. No creo ser inocente en este Ajax y si es así... seguramente también tuvo que ver con la muerte de Camil.

- A Camil le tocaba morir ese día.- susurró sin mirarme a mí.

- ¿De qué hablas? - él suspiró como si estuviera a punto de decir algo que cambiaría cualquier cosa en este momento.

- Camil tenía los días contados y aunque era muy joven, ese era su destino y ya estaba marcado.

- ¿Qué estás tratando de decir?

- Yo... no la maté y tampoco tuve que ver con los hechos... Como los policías dijeron no habían huellas en su cuerpo aparte de las de Bradley y esa otra chica, tampoco hubo alguna prueba de que hubiera sido envenenada, simplemente a Camil le tocaba morir y tú corriste con la mala suerte de estar ahí.

- ¿Por qué no me lo dijiste?

- Lo que soy me impide contar este tipo de cosas.

- ¿Estás relacionado con la muerte?

- Algo así.

- ¿Qué eres?

- No te lo puedo decir.

- ¿Cuándo me lo dirás?

- Probablemente nunca.

- Eres un idiota.- le sonreí, él también lo hizo y con una mirada juguetona me enseñó las manos.

- Siete.

Me reí más fuerte dándole un manotazo en el hombro pero la felicidad que nos inundó desapareció cuando otro recuerdo vino a mí, esta vez mucho más corto que los anteriores y un lugar en donde parecía que yo no estaba allí ¿Era una visión tal vez?

Ojos negros, alto, moreno, sonrisa aterciopelada.

Su mirada juguetona puesta en mí.

- Eres como mis pequeños fragmentos de esperanza.

Y entonces se acercó a mí.

Y todo se desvaneció.

Volví a la realidad.

Respiré con fuerza y boté aire por la nariz. Parpadeé varias veces hasta enfocar a Ajax mirándome con mucha preocupación ya que no creía capaz de él.

- ¿Qué sucedió?

- No... no estoy segura, solo vi... no importa.

Y cuando él iba a volver a preguntar, se escuchó una explosión.

Continue Reading

You'll Also Like

23.3K 2.3K 40
Claire Brouss ya no era la misma chica de hace tres años, el dolor y experiencias la habían cambiado. Tras luchar con su madre enferma de cáncer se v...
94.3K 6.5K 56
Liah, princesa de Evigheden, próxima monarca del reino más grande y poderoso conocido hasta la fecha. Luna, princesa de Calanthe, próxima esposa de l...
19.9K 627 9
Para Zedd Anderson, todo lo que tuviera que ver con Jules Miller -su autoproclamada mejor amiga-era un misterio que no estaba dispuesto a resolver pe...
127K 8.7K 56
𝗕 ❙ Unos adolescentes asisten a un campamento de aventuras en el lado opuesto de Isla Nublar y deben unirse para sobrevivir cuando los dinosaurios c...