part ii.
act vi. "stranger things"
Dustin se había sentido excesivamente solo desde que era un niño. En la escuela solía ser el blanco de varías burlas por su apariencia física y sus gustos peculiares.
No se sintió tan mal después de que encontró a tres mejores amigos que se sentían como una familia. A donde Dustin iba, sus amigos igual.
Luego llegaron las dos chicas y el círculo de pubertos de secundaria se sentía más que completo. No mucho después, una figura paterna.
Steve Harrington se había convertido en ese adulto amigablemente confiable que un chico de secundaria desearía tener. Alguien en que confiar y pedir consejos, alguien que enseñe y te escuche.
Con Steve llego Robin, otro adulto parcialmente confiable, y aún que los chicos comenzaban a distanciarse por problemas relacionados con el amor y la reciente mudanza de los Byers, el procuro mantenerse positivo.
Y al inicio de la preparatoria, ahí estaba él.
Otra figura paterna, tal vez más rebelde e irresponsable que la primera, pero se sentía particularmente a salvo debajo de la ala paternal y protectora de Eddie Munson. El metalero cuido de el menor de los Henderson, en especial por que una parte de él sabía cómo se sentía Dustin, llevándolo a la escuela a veces, acompañándolo a casa de vuelta, dándole unos dólares para que se comprara algunas golosinas, poniendo una firma falsa en las boletas de las calificaciones para que su madre no se enterara que había salido bajo en alguna y, sobre todo, escuchándolo en cada cosa que parecía inquietar a Dustin.
Pero para la sorpresa de él, ahora adolescente, no sólo Eddie lo protegería de los inminentes peligros de la sociedad, pues ahora eso también era trabajo de su nueva hermana mayor.
Angie no solo era un joven adulto, que a su gusto era mucho más inteligente y responsable que el resto, tal vez su única y perfecta comparativa era la ambiciosa Nancy Wheeler, también descubrió rápidamente que era una chica sumamente maternal y protectora.
Tener de hermana mayor a Angie significaban tres cosas: cariño, lealtad y protección.
La chica amaba a los suyos con intensidad, si tenía que dar la vida por uno de los suyos, ella lo haría sin pensarlo por demasiado tiempo.
Lo que lleva al siguiente punto, la lealtad. Ella nunca te daría la espalda si tú lo necesitarás, aunque ella se ahogara contigo en el proceso. Angie era parcialmente temida por una parte de la población estudiantil de Hawkins porque si algo le molestaba no esperes a que se quede callada y asienta con la cabeza haciendo como que todo está bien.
¿Te metiste con uno de sus amigos? Oh, prepárate por qué estará dispuesta a humillarte públicamente sólo para obtener su venganza.
Tal vez ser una persona vengativa no era lo mejor y terminaría pasándole factura un día de estos, pero ella era astuta e inteligente que lograría salirse con la suya como lo ha hecho toda su vida.
La admiraba por eso, por su capacidad intelectual de no parecer impulsiva y tomar las riendas del tren cuando una situación se salía de control.
- Dustin, te olvidas de tu lunch - Habló ella desde la cocina.
- Gracias - Respondió el menor metiendo la bolsa con su almuerzo en la mochila - ¿Eddie pasará por nosotros? -
- Si, así que ponte casco y unas rodilleras por que conduce como un maniático - Respondió de espaldas mientras lavaba los platos del desayuno, Dustin soltó una risa estando de acuerdo.
- Veremos Star Wars en la noche, ¿Verdad? Moveré unas cosas de la sala para acampar aquí - Llevó una uva a su boca del tazón de frutas.
- ¡Por supuesto! Después de Hellfire hoy - Angie limpio sus manos húmedas en el trapo de cocina - Eddie estaba un poco ofendido por que no fue invitado a la noche de Star Wars, pero le dije que era algo de hermanos - Hermanos, esa palabra resonó con fuerza en la mente de el chico.
Tal vez no eran hermanos sanguíneos, pero el amor y cariño fraternal estaba ahí presente.
- Hablando del rey de Roma - Dustin dijo al ver la camioneta de Eddie por la ventana. El metalero bajo descuidadamente de su furgoneta, pasó una mano por su cabello desordenándolo y caminó hasta la puerta estirando su brazo para tocar el timbre en el proceso. Los tres chicos no tardaron mucho antes de estar dentro del auto de Eddie con sus cinturones de seguridad puestos, pues Eddie tiene cero tacto a la hora de conducir y le da fondo al pedal del acelerador.
Eddie caminaba por los pasillos de la preparatoria de la mano de Angie, portaba su camiseta del Hellfire con orgullo y con una sonrisa socarrona en los labios.
- Tenemos una maldita asamblea hoy - Abrió su casillero y dejó su mochila dentro.
- Tenemos una maldita asamblea hoy - Repitió Angie y asintió - Una hora perdida de clases, mira el lado positivo - Paso los dedos por su cabello y lo peino un poco. Eddie la miró de reojo y sonrió leve.
- Hoy te miras hermosa - Se recargo contra el casillero cruzando sus brazos.
- Oh, eres un maldito adulador, Munson - El metalero se llevó una mano a su pecho completamente ''ofendido'' y reprimió un jadeo.
- ¿Ahora ya no puedo decirle a mi chica lo hermosa que se mira hoy? - Sé acercó hasta ella, serpenteando sus brazos alrededor de su cadera y la acerco lo suficiente para pegar sus pechos contra el pecho varonil de él.
- ¿Solo hoy? ¿O lo dices solo porque estoy rotundamente obligada a usar mi camiseta del Hellfire? - Preguntó sarcástica, Eds apretó su cadera y soltó un quejido.
- Osea sí, pero independientemente de que estes usando esa camisa con la que te miras tan sexy - Pasó la lengua por sus dientes recorriendo por sus ojos por todo el cuerpo femenino, Angie soltó una risita nerviosa y negó con la cabeza - Tu siempre estás hermosa -
- Muy bien, Eds - Besó con suavidad su mejilla y acarició sus rizos - Vamos, tenemos asamblea - Tomó su mano y lo jaló el gimnasio de la preparatoria. Buscaron unos asientos lo suficientemente lejos y libres, se sentaron y aborrecieron por completo todo lo que Jason tenía que decir. Su discurso se estaba volviendo muy aburrido en general, Eddie no dejaba de ver su reloj digital de su muñeca mientras hacía muecas raras para hacerse el gracioso con su novia.
Al salir, caminaron juntos por los pasillos para llegar a su segunda hora de clases, Eddie prácticamente arrastraba sus pies por el suelo recién limpió del lugar intentando retrasar su destino inminente de entrar a clase.
- Los niños ocultan algo - Declaró de pronto completamente seguro de lo que decía.
- ¿Qué te hace pensar eso? - Miró su rostro con una pizca de confusión.
- Verás, mi bella, preciosa y sexy novia - Angie rodó los ojos divertida - Desde que Sinclair fue arrastrado al lado oscuro por esos asquerosos vándalos sudorosos ha estado faltando a las sesiones de juego en el club y ya casi no hace acto de presencia - Se notaba más serio conforme contaba lo sucedido - Hoy es el culto de Vecna, sin embargo, también hay un partido para las finales esta noche y por supuesto que Jason no perderá la oportunidad de presumir y alardear sobre el nuevo jugar estrella de su equipo de baloncesto; Sinclair. Wheleer y Henderson saben que él no se presentará esta noche al Hellfire, pero, ¿Por qué no me han dicho nada? Tienen miedo de que yo me enoje y haga algo en contra de todo el equipo, ni siquiera me interesa el maldito equipo de baloncesto - Rodó los ojos con fastidio - De hecho, me molesta mucho más que Dustin y Mike esperen hasta el momento de hoy para contarme lo que ya se. Pero está bien, seguramente estarán esperando hasta la hora del almuerzo para tocar el tema, pero yo tengo un plan de venganza - Sonrío malévolo.
- No te excedas mucho con Dustin - Pidió la muchacha, el pobre había estado algo tenso porque había salido bajo en español y no quería agregar otro peso sobre sus hombros.
- No te preocupes, solo les generare un terror psicólogo y estrés inmenso que hará que no quieran ocultarme las cosas de nuevo - Le restó importancia al asunto como si fuera de muy poca importancia. Angie eligió no decir nada y simplemente negó con la cabeza, después de todo ella también tenía un insistinto propio de venganza.
A pesar de todo esto, lo más preocupante de ese día no fue el culto de Vecna, sino el repentino cambio de actitud que vio Angie en Chrissy una vez que salió del baño. Lucía aterrada, estaba pálida, evitaba el contacto visual y podría jurar que su cuerpo temblaba. Por un momento dudo en acercarse a la porrista, pero un amigo en estado vulnerable jamás se dejaba abajo. Se acercó a ella, casi corriendo a sus espaldas pues ella caminaba rápido, tomo su brazo y la gira.
- Hey, ¿Estás bien? - No recibía respuesta alguna, pero su lenguaje corporal detonaba cualquier sospecha - Cielos, Chris, estás pálida - Posó una mano sobre su mejilla - ¿No has comido nada de nuevo? Vamos, te puedo dar de mi almuerzo -
- Angie - Habló después de unos segundos - Eddie trae mercancía a la escuela, ¿Verdad? - La pelinegra frunció el ceño sintiéndose confundida, ¿Desdé cuándo a su amiga le importaban los negocios de su novio?
- Chrissy - Negó con la cabeza.
- Me estoy volviendo loca - Dice en voz baja - Por favor, solo será esta vez, habla con el - Angie sentía como Chrissy la perforaba con la mirada, tenía una mirada de terror. Trago saliva y asintió.
- Yo... Tal vez pueda hablar con el y - Habló en voz baja - Ver si tiene algo para ti, ¿Segura que estás bien? - Pero no obtuvo respuesta. Poco sabia ella que este sería el inicio de su más grande pesadilla.
Bueno, necesito aclarar ciertos puntos y el primero consiste en que esta historia será editada. Se que me tome casi un año para volver a escribir pero mi vida a estado patas arriba y créanme que lo último que quería era volver a wattpad.
Probablemente nadie lea esto y lo entiendo completamente, pero solo quería dar las gracias de nuevo por todo el apoyo que ha tenido la historia. Por lo mismo, es algo que no pienso eliminar de mi perfil ya que le tengo bastante cariño pero actualmente ya no siento esta historia mía o algo que yo hice.
muchas ideas han sido cambiadas y mis pensamientos no son los mimos de hace un año. no se cuando comenzaré a editar la historia y reesubire los caps, pero espero contar con el apoyo suficiente.
muchas gracias!! <3
NIRVANA.