____.
Observaba con atención como Tina y Nick se reían a carcajadas de Alex.
Había olvidado por completo lo que era ser feliz o, simplemente, cómo se podía sonreír sin ninguna falsedad. En realidad, echaba bastante de menos a Karl. Han pasado más de dos semanas. O tres. Había perdido la cuenta.
Hecho de menos su risa contagiosa y encantadora.
Hecho de menos sus preciosos ojos.
Hecho de menos su sonrisa.
Hecho de menos su cabello castaño y vivaz.
Hecho de menos su voz.
Hecho de menos verlo enfadarse de broma, se ve muy tierno.
Hecho de menos las veces que nos pintemos la uñas juntos.
Hecho de menos sus gustos.
Hecho de menos su amor a la Monster.
Hecho de menos su forma de hablar.
Hecho de menos ver como le brillan los ojos cando habla de algo que le gusta.
Hecho de menos como siempre me quitaba las coletas y se quedaba mis gomas.
Hecho de menos las peleas de broma que teníamos.
Hecho de menos las tonterías que hacía para hacer reír a la gente.
Hecho de menos su olor a su perfume favorito.
Hecho de menos apreciar sus uñas pintadas de colores.
Hecho de menos sus abrazos.
Hecho de menos todo de él.
Es, simplemente, perfecto. Para mi, claro.
Él era mi lugar seguro. Cuando estaba él me sentía segura, tranquila y, por alguna razón, protegida. Aparte de hacer despertar las mariposas de mi estomago también me hacia sentir protegida y segura pero, sobre todo, con confianza.
Con él tenia muchísima confianza. Más de la que tenía con mi hermana pequeña o con la confianza que tenía con Alex.
Estábamos en la casa de Tina, básicamente me obligaron a venir, no quería venir, ni siquiera quería salir de cas...
Auch.
Los miré tocándome la cabeza. Me habían tirado un móvil a la cabeza, dolía mas de lo que pensaba. Ellos me miraban sorprendidos y a la vez preocupados, pero Tina no tardo en levantarse de donde estaba sentada y venir donde estaba yo.
-¿Estas bien, ____?
-Sí, sí. Estoy bien, tranquila.
Pero, como siempre, Alex no tardo mucho en soltar una de sus famosas carcajadas que contagiaban más que un virus mortal.
Yo también reí por lo bajo: no pude evitarlo.
A lo que Nick y Tina también empezaron a reír. Y así acabamos todos riéndonos, yo con dolor de cabeza y ellos muriéndose de la risa.
Miré mis piernas, tenía el móvil que anteriormente me había dado en la cabeza sobre mis muslos. Lo cogí y lo observe sabiendo perfectamente de quien era. Alce las cejas y miré al propietario del móvil.
-Al parecer te encanta jugar con los móviles- pregunte irónica, sonriendo, refiriéndome a esa vez en la que él tenía mi móvil mientras yo lo buscaba y al final acabo Alex poniéndole de apodo roba móviles de chicas.
-Te juro que yo no he sido. Lo ha tirado Alex- se apresuró a decir Nick, a lo que Alex, en vez de quejarse o pedir disculpas, volvió a reír.
-Sí, lo he tirado yo. Pero se suponía que tenía que darle a Tina, por si te sirve de apoyo.
Lo miré con algo de rabia e incredulidad. Tina lo miraba sorprendida y diría que un poco de alivio por la mala puntería que tenia Alex.
-Y lo dices to' feliz- reclamé.
-¿Y por qué no?- esta vez lo dijo Nick, entrecerré lo ojos mirándolo.
-Me sacáis de mi casa a la fuerza y encima me tratáis mal- dije cruzándome de brazos.
-No te tratamos mal, mentirosa- bromeo Nick, cosa que no me dio mucha gracia.
Y sin darme cuenta, levante la mano que tenia su móvil y se lo lancé a la cabeza. Al darme cuenta de lo que había echo me tape la boca con las manos mientras Alex y Tina reían y Nick me miraba mal mientras se tocaba la cabeza adolorido.
-Lo siento, Nick- susurré y, sin poder evitarlo, empecé a reír.
-Eres muy mala- dijo Nick.
-¡Eso!- Le siguió el juego Alex.
-No les hagas caso a esos idiotas, nacieron sin cerebro, pobres- me susurró Tina, a lo que ambas reímos y los chicos nos miraron.
Alex abrió la boca para hablar pero mi móvil lo interrumpió. Me estaban llamando. Cogí mi móvil de la pequeña mesa que tenía enfrente y deslicé el dedo por la pantalla para descolgar la llamada y me puse el móvil en la oreja.
-Buenas tardes señor bestia, ¿Qué se le ofrece? A-Ah, claro... ¿Cuándo y dónde? Ah, vale. Me llamas, ok. Bye.
-Señor bestia- repitió Alex-. ¿Así llamas a Jimmy?
-No precisamente, o ¿es que acaso no puedo llamarlo así?- pregunte contra él.
-No, no puedes- dijo burlesco Alex.
Lo fulminé con la mirada y él me sonrió orgulloso.
-¿Vas a tener que irte?- pregunto Tina, mientras jugaba con sus dedos.
-No.
Nadie dijo nada más, quedando en un silencio algo incomodo. Noté como Nick seguía mirándome algo enfadado, a lo que no pude evitar soltar una leve risa.
(...)
Iba andando por las calles frías con Nick. Quiso acompañarme y pues yo acepte. Eran las ocho de la tarde y ya había anochecido.
Íbamos hablando de lo primero que se nos pasara por la cabeza o planeando algún streaming que hagamos juntos, cosa que no me apetecía mucho hacer. Pero tampoco quería quitarle la ilusión a Nick y, además, hace mucho que no prendo directo.
Estaba todo tranquilo hasta que le dio por sacar de nuevo ese tema, que ya había sacado varias veces en la casa de Tina, antes.
-Si algún día a Karl le da por perdonarte o intentar arreglar las cosas entre vosotros, ¿tú lo perdonarías?- Suspiré.
No sabía contestar bien esa pregunta, no en voz alta. Claro que lo perdonaría, me da igual cuanto tenga que costarme, siempre lo perdonaría.
Pero, ¿por qué me perdonaría? No ha hecho nada malo, que yo sepa. Fue mi culpa por pensar e imaginarme que lo que siempre soñé se volvería, un día de estos, realidad.
Él no tiene la culpa de que siga pensando en eso. Él no tiene la culpa de que siga siendo la misma chica incrédula de siempre. Él no tiene la culpa de que sea tan tonta a veces.
-Siempre lo perdonaría, da igual que tan grave haya sido el caso. Él siempre estuvo para mi y no puedo dejarlo ahora tirado por algo que no tiene casi importancia.- Duele decirlo así, aun que es la jodida verdad. No puedo obligarlo a que me ame como yo lo hago- Entiendo perfectamente que Karl no sienta lo mismo que yo, lo entiendo. Tampoco puedo obligarlo a que me ame, ¿sabes?
Me limite a tragar saliva, mis ojos empezaron a arderme. Nick no dijo nada y, entonces, seguí.
-Cuando amas a alguien siempre quieres lo mejor para esa persona, siempre querrás su bien cueste lo que cueste. Sufrí mucho cuando Karl estaba con Daphne, pero a la vez estuve feliz por él, porque era feliz y eso es algo muy importante cuando estas en una relación: ser feliz con esa persona, que te sientas feliz o contento con tan solo recordar que te ama, y que esa persona estará para ti el resto de sus días. Y, ¿sabes?- Miré el cielo azul oscuro y sonreí para después seguir- con recordar que amé y amaré a la mejor persona que conozco en esta mierda de vida me pone algo feliz y si no fuera por Karl nunca hubiese conseguido llegar a donde estoy ahora mismo. Él ha sido y siempre será mi mayor apoyo. Lo amo y me da igual que en un futuro ya no tengamos contacto, siempre lo amaré como lo hago ahora. Lo amo. Lo amo mucho. Y siempre lo hare.
Lagrimas limpias caían por mis mejillas, pero aún así, sonreí. Tenía un profundo dolor en el pecho. Cerré los ojos.
Noté que Nick me miraba así que yo también lo miré. Y Dios...
-¿Estas llorando?- dije con un tono divertido.
Nick se limpió rápido las lagrimas de las mejillas y con las mangas de su sudadera y miró a otro lado donde yo no pueda verlo.
Río y él, sin evitarlo, también río.
-Eres la mejor persona a que conozco, ____. Te quiero mucho.
Y me abrazó, en medio de la calle, y yo pues hice lo mismo, le correspondí el abrazo.
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Tngo completamente tdo planeado para el próximo cap.
Espero que les haya gustado.
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-¿Crees que me perdonará?-
-Claro que te perdonará. Solo... solo no pierdas la esperanza.