(2)
"Clap - clap -"
Su Yuzhou estaba tumbado en el alféizar de la ventana... escuchando el ruido de las olas, con los ojos aturdidos mirando el mar azul y negro.
A un kilómetro de la orilla, eran el único yate, en la creciente oscuridad de la noche.
Las olas rompían y el yate se balanceaba con fuerza.
Se mordió el labio con el ceño fruncido, finalmente no pudo resistirse a gruñir; los ojos granate claro del joven se empañaron.
Cerró los ojos. Sus pestañas estaban manchadas de lágrimas. Brillaban débilmente, como estrellas cayendo sobre ellos.
Al cabo de un rato, el joven volvió a abrir los ojos, sus párpados caídos se levantaron, sus ojos seguían empañados, mirando a través de la ventana de cristal las vistas al mar.
El cielo nocturno estaba cubierto de estrellas. La luz era tenue al caer, haciendo el mar tan oscuro como si no hubiera fronteras.
Se sentía como un barco solitario en el mar, zarandeado por las olas, En cualquier momento, podría ser tragado por las profundidades del océano. El pánico que surgió del fondo de su corazón no tenía explicación, hasta que...
Los brazos del hombre lo rodearon... Luego le dio un beso detrás de la oreja.
"¿Qué pasa?"
La suave voz del hombre era grave y profunda, y tenía un poder tranquilizador en la noche.
Su Yuzhou dio lentamente un suspiro de alivio, sacudió la cabeza, apartó los ojos de la ventana y se dio la vuelta para tumbarse en la bacinilla, mirando hacia el interior.
El cálido resplandor daba la sensación de estar en un horno caliente y, aunque hacía calor, el frío que estaba a punto de envolver el océano desapareció de repente sin dejar rastro.
Se relajó, sus pantorrillas cayeron hasta el borde de la cama, incluso los dedos de sus pies estaban flácidos y débiles.
Su Qian lo miró y alzó la mano para acariciarle la mejilla, presionando con las yemas de los dedos las comisuras de los ojos antes de bajar finalmente la cabeza para besarlo en sus labios brillantes y relucientes.
"¿Quieres descansar?" preguntó muy considerado.
¿Considerado?
Su Yuzhou se erizó, olfateando el espeso aroma de castañas y coco entrelazados en el aire, simplemente no podía calmarse.
Estirando los brazos alrededor del cuello del hombre y mirándolo a los ojos oscuros y profundos, Su Yuzhou inhaló y dijo en voz baja con cierta suavidad: "Quiero verte..."
Su Qian sonrió, volvió a bajar la cabeza y le picoteó los labios, y dijo suavemente: "Bien".
No sabía cuánto tiempo tardó, pero un gemido bajo salió lentamente de la cálida cabina, pero pronto fue roto por el sonido de las olas y se disipó en las agitadas olas.
El mar no se calmó ni un momento por la noche.
Al día siguiente, el sol brillaba a través del cristal del camarote, y Su Qian se puso la ropa que le había enviado su ayudante, se abrochó los gemelos y se acercó a sentarse junto a la cama.
"ZhouZhou, me voy a trabajar."
Estiró la mano y frotó el pelo del joven, el corto cabello castaño claro desgreñado, suave y esponjoso.
Su Yuzhou volvió la cara de lado y abrió los ojos aturdido.
Era obvio que ambos dormían más o menos a la misma hora, así que ¿por qué podía estar tan radiante mientras él se sentía como si le hubieran dado una paliza?
Estaba un poco descontento, pero el hombre ya le había dicho con voz cálida: "Le diré al cocinero que empiece a preparar el desayuno cuando baje del barco, así que puede levantarse y comer cuando esté casi listo".
Su Yuzhou gruñó, indicando que lo sabía.
Su Qian continuó: "He dispuesto que tengas una guía que habla chino, así que, si quieres salir a divertirte, puedes pedirle que te lleve".
"El programa de buceo aquí es bueno, hay corales submarinos y puedes ir a pescar erizos de mar tú solo, pero si aún te duele la mano, no deberías acabar jugando a esto".
Su Yuzhou lo escuchó y le pareció estupendo, así que siguió asintiendo con la cabeza.
"Muy bien, me voy, intentaré terminar pronto hoy, no dudes en contactar conmigo si surge algo".
Volvió a frotarle el pelo, se inclinó y le besó la frente; entonces se oyó el sonido de unos zapatos de cuero golpeando la borda del barco y, cuando los pasos desaparecieron, el camarote quedó en silencio.
En realidad, no era muy tranquilo.
Su Yuzhou se dio la vuelta, se sentó con la manta entre los brazos y volvió a inclinarse sobre el alféizar para mirar hacia fuera.
La luz brillante que entraba y la sensación del barco meciéndose con las olas, no era un buen lugar para dormir.
Su Yuzhou se frotó los ojos y volvió a tumbarse para quedarse un rato en la cama, sólo cuando percibió el olor a comida que venía de fuera se incorporó por fin.
Su estómago estaba vacío, el festín de marisco era delicioso, pero no resistente al hambre, después de sólo una noche, ahora estaba famélico, claro que también podía ser porque...
El joven se rascó el pelo, dio la vuelta a las sábanas y se arrastró hasta el borde de la cama, buscando sus zapatos.
Sólo llevaba puestos unos pantalones cortos, y la parte superior de su cuerpo tenía impresas algunas marcas.
Al ver la "lesión" en su cuerpo, Su Yuzhou no pudo evitar curvar los labios.
Cuando iban a la playa, por supuesto tenían que ir a hacer surf, era una parte habitual del programa de verano de la familia Su: todos los veranos, Su Lan llevaba a su marido y a sus hijos a la playa.
Pero, ¿cómo iba a surfear en este estado?
Su Yuzhou se calzó las zapatillas y vio la camisa a cuadros de manga corta que tenía a su lado.
Parece que el Sr. Su se lo había dejado.
Con unos pantalones cortos adecuados para salir, se sentía como si estuviera de vacaciones en la playa.
Fue al baño y se miró en el espejo y se sentía bien, así que se sintió mejor.
Tras un lavado rápido, salió a la cubierta a comer.
El cocinero colocó una pequeña mesa redonda en la proa, extendió el mantel y le tendió una fuente con platos.
Su Yuzhou le dio las gracias en idioma S, y sólo entonces tuvo tiempo de mirar su desayuno.
Seguía siendo un plato de marisco, con gambas al horno con queso, pasta de marisco, vieiras asadas al ajillo, sopa de gambas frescas con setas de cangrejo, fiambres de marisco y ensalada de bogavante y almejas.
Estaba exquisito y suntuoso, excepto la pasta, las raciones eran todas un poco pequeñas.
Después de una noche de descanso, las manos de Su Yuzhou han bajado, sólo...
Los músculos están aún más doloridos.
Es como correr dos mil metros durante una prueba física, y cuando te levantas al día siguiente, te encuentras con que no puedes ni subir las escaleras, ¡dolorido!
Su Yuzhou hizo una mueca y se apretó el brazo, luego cogió una cuchara y tomó un difícil sorbo de sopa.
(NT: Pensé que estaba adolorido por otro tipo de ejercicio)
Estaba dolorido, pero al menos no temblaba tanto.
Volvió a coger el tenedor y se comió una vieira al ajillo, que habría preferido servir enseguida si no hubiera estado aún un poco caliente.
La brisa marina de la mañana soplaba enérgica, no tan fuerte como por la tarde.
El sol tampoco calentaba tanto.
Su Yuzhou se sentó en la proa del barco, desayunando a solas, sintiendo la tranquilidad y el confort del momento, y al mismo tiempo no pudo evitar pensar: "¿Sigue el Sr. Su de camino ahora? ¿O ya ha llegado a la oficina? "
¿Como acabará el día? ¿Tomaría después un avión de vuelta a casa?
Mientras pensaba en ello, no pudo evitar sacar su teléfono móvil y colocarlo sobre la mesa para conseguir un buen ángulo y hacer una foto normal.
Justo cuando terminó de filmar, se envió un nuevo mensaje.
[Ye Yilang: ¡Ah Yu, he llegado a la Universidad C! Se siente muy bien, ¡es una pena que no hayas podido venir!]
[Ye Yilang: Parece que hay una Academia Omega separada aquí. Acabo de ver a muchos Omega salir de clase y pasar junto a nosotros]
[Ye Yilang: ¡Esa escena, no sabes lo impactante que es!]
Su Yuzhou quería poner los ojos en blanco, pero después de pensarlo, decidió olvidarlo y luego envió casualmente la foto del paisaje marino que acababa de tomar.
[Ye Yilang: Vaya, ¿hay una vista al mar tan bonita cerca del Hotel S? Tenemos que ir a verlo algún día]
Sólo entonces recordó Su Yuzhou que aún estaba en su retiro por su celo, y que Ah Lang no sabía que se había escapado para quedarse en casa de Su Qian y siempre había pensado que se alojaba en un hotel.
Tuvo que lidiar con él vagamente, y luego lo amordazó durante unos minutos antes de dar por terminada la conversación.
A continuación, abrió la plataforma de juego que hacía tiempo que no miraba.
Aunque el funcionamiento en segundo plano no era tan cómodo como el del ordenador, las funciones básicas de navegar por los comentarios todavía se podían hacer, además de que éste era originalmente un juego de mano para él, por lo que se sentía mejor usando el teléfono para ver en primer plano.
Su nuevo juego está marcando tendencia, y ahora ha subido al número siete de la lista de novatos, atrayendo una oleada de tráfico, y la sección de comentarios ha seguido el mismo camino, con varias identificaciones que aparecen por primera vez.
Su Yuzhou estaba contento, le gustaba interactuar con los demás y hablar con los fans en la sección de comentarios de vez en cuando le inspiraba nuevas ideas.
Continuó refrescándose.
En ese momento, se añadió otro comentario a la sección de comentarios.
[Yo soy el que cuenta el dinero]: recompensa [Paseo en Barco Real] con una Estrella de Fantasía.
Su Yuzhou miró débilmente.
Esta plataforma de juego tenía una función de recompensas, y aparte de comprar el juego, los jugadores también podían dar recompensas a sus diseñadores favoritos, variando la cantidad de recompensas, pero no era una cantidad enorme. Al igual que la cantidad más alta de Estrella Fantástica, era sólo 488 Yuan, pero... ¡esta era la primera vez que Su Yuzhou recibía una recompensa!
Pero lo que realmente le hizo echar espumarajos fue esta identificación.
Es 'Estoy contando el dinero'...
Esto es demasiado prepotente, ¿verdad?
Y parecía que había bastantes que pensaban lo mismo que él, sólo para ver que, bajo este comentario suyo, alguien respondía rápidamente.
[Lavado: ¡Sorprendido de ver a un magnate!
[Un pequeño limón: El tío es prepotente]
Entonces, un nuevo mensaje llegó desde el teléfono de Su Yu Zhou.
[Ye Yilang: ¡Ah Yu Ah Yu, ve a ver, algún hermano mayor te ha recompensado por tu nuevo juego!]
El "pequeño limón" es Ye Yilang.
Se arrepintió de su nombre nada más elegirlo, pero por desgracia esta plataforma no permite cambios de nombre.
[Su Yuzhou: ¡Sí, lo vi!]
[Ye Yilang: ¡Ahhhhh, vas a estar caliente! ¡Qué bien! ¡Te dije que podías hacerlo!]
Al ver la emoción de su amigo, Su Yuzhou sonrió, luego abrió de nuevo las bambalinas de la plataforma y respondió para agradecer la recompensa.
Sea como sea, sigue siendo agradable recibir una recompensa por primera vez, y...
Estrellas de fantasía, ¡este simbolismo también es muy bueno!
La otra parte se mostró muy altiva y fría y no le contestó.
Su Yuzhou desayunaba mientras revisaba su teléfono, esperando a que terminara de desayunar, la otra parte seguía sin contestar.
¿Quizás es indiferente, o quizás estaba ocupado y no lo vio?
También guardó su teléfono, luego se calzó las chanclas y bajó del barco, paseó un rato por la playa y recogió unas cuantas conchas bonitas antes de ponerse en contacto con el guía para ir a bucear con él.
La guía era una chica local, pero hablaba chino con fluidez y era muy entusiasta.
Bajo su dirección, Su Yuzhou se puso el equipo y luego fueron juntos a bucear, a observar los corales y a pescar erizos de mar en el fondo del mar, y al mediodía, fueron a almorzar a un restaurante cercano bajo su dirección.
Sin embargo, después de esta comida, Su Yuzhou no quería volver a comer cocina marinera por el momento.
Aunque estuviera delicioso, ¡era demasiado para comerlo todo el tiempo!
Después de comer, volvió al yate para tomarse un descanso y, cuando ya no hacía tanto calor, se lanzó de nuevo a los brazos del mar con su tabla de surf en los brazos.
Por la tarde, Su Qian terminó toda la agenda de este viaje de negocios al mediodía, rechazó cortésmente el banquete de la otra parte y se dirigió a la playa en busca de Su Yuzhou.
En ese momento, Su Yuzhou ya estaba fuera de contacto.
No contestaba a su teléfono móvil ni a sus mensajes de texto.
Pero Su Qian no se preocupó demasiado, después de llamar a la tripulación y al guía del yate para confirmarlo, fue a una tienda de ropa para cambiarse y ponerse ropa ligera y cotidiana, y luego se fue a la playa.
Ni siquiera tuvo que buscarlo, sólo tuvo que mirar por la playa durante un segundo antes de ver la figura familiar de un joven.
A lo lejos, una ola de diez metros de altura caía sobre el mar azul.
El joven Alfa, vestido con camiseta de manga corta y pantalones cortos, se subió a una tabla de surf azul y blanca, abrió los brazos y se inclinó ligeramente para mantener el equilibrio mientras navegaba por la ola hasta su punto más alto.
Fue un momento muy emocionante, pero él tenía una gran sonrisa en la cara.
A la luz del sol de la tarde, el joven, que montaba perfectamente en su tabla, tenía un aspecto tan apuesto y encantador, mientras que su cuerpo delgado y poderoso estaba lleno de energía juvenil.
Probablemente nadie podía dejar de sentirse atraído por él, y la multitud que se agolpaba en la playa, gritando y haciendo fotos, era buena prueba de ello.
Pareció divisar a Su Qian e inclinó la cabeza hacia allí antes de girar en la punta de la ola y descender en picado sobre el enorme oleaje, precipitándose al mar entre un estruendo de vítores.
Luego, abandonando la tabla, pisó el mar y el sol y corrió hacia Su Qian con la cara llena de emoción.
"¡Hermano Su"
Finalmente, ante la mirada de la multitud, lo abrazó.
Su Qian le tendió la mano y le devolvió el abrazo, sintiendo que aún no había superado el shock de la escena que acababa de presenciar.
Abrió la boca y estaba a punto de hablar cuando oyó unos pasos y una figura que le resultaba algo familiar salió corriendo del montón de gente que había a su lado-.
Andy corrió hacia allí con una cámara en los brazos y una cara de felicidad, gritando mientras corría: "¡Vaya, Su, eres realmente genial! Te he hecho tantas fotos".
Su Qian lo miró con cara fría.
Al encontrarse con su mirada, Andy recordó su postura heroica de ayer en el campo de tiro y no pudo evitar detenerse.
Y en ese momento, Su Yuzhou finalmente salió de su mente febril y soltó su mano.
Estaba a punto de hablar con Andy cuando Su Qian ya había desatado la chaqueta que acababa de comprar y la cubrió sobre el joven empapado, y tiró del dobladillo hacia el centro.
El autor tiene algo que decir.
Sr. Sú: ¡El guía turístico no es bueno!
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¡Cuántos de vosotros, amigos!