—Hace tiempo que no nos mirábamos — le digo.
Es Stiles, el mismo Stiles que conocí en Beacon Hills en la secundaria y que no he vuelto a ver por un par de años desde que se fue a estudiar como agente de FBI.
—Si, mucho tiempo ¿Cómo están tus padres?
—Muy bien — le digo —Escuche que por fin estas con Lydia.
Decir esas palabras estrujaron dolorosamente mi corazón, mi amor platónico mi primer beso aun que realmente no significo nada para el ya que lo hice para calmar su ataque de ansiedad. Se que pudimos a llegar a ser mucho pero nunca hubo nada.
—Si, que loco verdad — el ve sus manos distraído casi ignorándome.
Desde que Scott me conto de que Lydia al fin acepto salir con Stiles se me paralizo el mundo por varios días. Tuve que aceptar que el ya no era una posibilidad, pero siempre estaré alegre de que él sea feliz.
Al parecer ya no quiere seguir hablando así que me levanto viendo que su mejor amigo se aproxima en su motocicleta.
—Nos vemos luego Stiles salúdame a Scott tengo algo pendiente.
No le doy mucho tiempo de despedirse mientras camino lejos de él. Suspiro ignorando el nudo en mi garganta. Tengo que aceptar la realidad aun que me duele por ahora en un futuro se pondrá mejor.
...
Pasa el día y llego la hora de ir a la casa de Scott para celebrar que casi todos nos estamos reuniendo después de la universidad. Llegar y ver a los demás de la manada y a Melisa fue satisfactorio lo que mejoro mi día. Sin embargo, no pude evitar el bajón al ver a Stiles junto a Lidia en el sillón. Los quede viendo repitiéndome mentalmente que ellos se ven felices.
Los ojos de Stiles encuentran los míos parece que quiere decirme algo.
—T/N podrías ver si están los vasos reciclables en la bodega de la cocina — volteo a ver a Scott, asiento sin decir nada mas para ir a la cocina.
Entro al cuartito pequeño donde se almacenan un montón de cosas que huele incluso a chocolate.
Encuentro el paquete de los vasos y me doy media vuelta para salir, pero alguien entra a la vez que cierra la puerta detrás de él.
—T/N
—¿Stiles?
Esta bodega esta un poco oscuro así que no lo puedo ver claramente, sin embargo, siento el toque de su mano en mi mejilla.
—¿Qué haces Stiles?
—Dime si es verdad
—¿El que? — tiemblo con cada roce de su toque, pasa por mi mejilla a mi cabello peinándolo por detrás de la oreja.
—Malia me dijo que estabas enamorada de mi en secundario — me paralizo ante sus palabras.
Nota mental: Matar a Malia.
—Yo-
—¿Sí?
—Stiles no debemos estar aquí y menos solos
—No hay un cartel en la puerta que prohíba nada de eso
Intento no reírme puedo sentir su mirada en mi lo que me pone cada vez mas nervioso mientras espera una respuesta que quiero evadir.
—Tienes a Lydia, no sé a qué viene esto.
Su toque se pone en pausa por unos segundos como si analizara la gravedad de lo que estamos haciendo estaba convencida de que iba a recapacitar y saldríamos de aquí como si nada. Pero en cambio su mano viajo cerca de mi boca tocando con su pulgar mi labio inferior.
—Lydia... Lydia y yo realmente no funcionamos. Ella pelea demasiado conmigo y yo-
Permanecí quieta disfrutando de su toque mientras espero a que continue.
—Yo había ignorado mis sentimientos por ti convencido que todo este tiempo por quien pensaba estar enamorado esos sentimientos se esfumaron y florecieron unos nuevos todos estos años... por ti.
Olvide como hablar
—Todo este tiempo que estuve con ella en la universidad había muchas ocasiones en que me preguntaba y pensaba en ti y me confundía, y cuando te volví a ver hoy todo dio vueltas en mi interior porque no entendía por qué sentía mariposas al verte.
—Stiles
—Déjame besarte
—No podemos
—Al carajo eso
Sus labios tocaron los míos y aunque sabia que eran prohibidos el sabor de su boca me hizo sentir invadida de placer, de ... no se una manera lógica de explicarlo, pero sentí una felicidad sorprendente que me derritió en su boca.
Stiles Stilinski está enamorado de mí.