• Extra navideño 2022 •
[Abre tu regalo ]
Leanne:
Habían pasado cinco meses desde la vez que había visto a James en la puerta de mi casa, fue una sorpresa tan grande y ahora estábamos juntos.
Las vísperas de navidad se encontraban en Brasil y aunque James me propuso hacer un viaje a Italia; su ciudad natal, no quise.
Yo quería conocer otro lugar, otro destino que nos conectara con la naturaleza, con la belleza de los árboles y el aire fresco.
« Costa Rica »
Le había propuesto a James viajar a la Suiza Centro americana, conocer su flora y fauna, recibir la navidad allá.
Él había aceptado gustoso y después de tomar un vuelo de São Paulo Brasil hasta New York USA para luego dirigirnos en vuelo directo a Costa Rica era tedioso, el tiempo que duramos viajando fue bastante y agradecía a la vida que en cada vuelo nos dieran un refrigerio pues eran varias horas en el aire.
— ¿Estás bien? — Me preguntó James cuando pisamos tierra costarricense.
— Si, solo estoy mareada. Fueron muchas horas de vuelo.
— Lo sé, iremos al hotel, comeremos algo y después saldremos a conocer lugares.
— Gracias por este viaje James — Sonríe, me sentía tan sentimental últimamente, la navidad era una época que se celebraba en familia y yo no tenía.
« Papá estaba muerto »
« Eliot se mató por mi culpa »
« Mi madre no me quería »
« ¿Qué más podría pedir? »
— Leanne deja eso, solo te lastimas si piensas en tu madre, esa mujer es ambiciosa, lo único que busca de ti es aprovecharse y no sigas pensando que la muerte de Eliot es tu culpa porque no lo es, él eligió eso.
— No tengo familia — Mi voz se quebró.
« ¿Por qué dolía tanto? »
— Me tienes a mí y yo te tengo a ti, mamá no me quiere tampoco y no iré detrás de ella. Si Carola no sabe apreciar la hija que tiene es porque está ciega.
— Gracias — Me lancé a sus brazos y lo abracé fuerte, el calor reconfortante de James me envolvió.
« Lo amaba »
— Te amo nena y si puedo hacer que esta navidad sea inolvidable para ti, lo haré.
— ¿Nos vamos caballero? — James asintió y subimos al taxi con destino a nuestro hotel.
Cuando llegamos a la provincia de Heredia y conocimos al lugar en el que nos íbamos a quedar quedé impresionada, no esperaba tanto lujo para un país tan pequeño.
El hotel se llamaba "Marriott Hotel Hacienda Belén" y era sumamente grande, contaba con piscinas privadas y públicas.
Mi español no era el mejor, pues llevaba casi dos años viviendo en Brasil y anteriormente había vivido en Estados Unidos, así que mi lenguaje español no era muy extenso.
Por suerte James había tomado un curso y podía comunicarse mejor.
Al llegar a la recepción del hotel y comprobar nuestra reservación para una semana, nos dieron un boletín en inglés con la información del hotel, en este boletín decía lo que cada habitación tenía y las áreas con las que el hotel contaba.
El boletín decía lo siguiente:
Características de la habitación:
•Aire acondicionado
• Cortinas blackout
• Batas de baño
• Escritorio
•Comedor
•Máquina de café/té
•TV por cable/satélite
•Ducha a ras de suelo
•Servicio de limpieza
•Habitaciones interconectadas disponibles
•Servicio a la habitación
•Caja fuerte
•Sala de estar
•Comedor separado
•Sala de estar separada
•Sofá
•Instalaciones de teléfono
•habitación VIP
•Botellas de agua
Y las áreas que disponía el hotel:
Servicios del establecimiento:
• Estacionamiento gratis
•Internet de alta velocidad gratuito (WiFi)
•Piscina
•Gimnasio/ Sala de entrenamiento
•Bar/Salón
•Campo de golf
•Patio de juegos para niños
•Cancha de tenis
Muchas de esas cosas estaban disponibles para el disfrute de los turistas y de verdad me impresioné, no esperé tanto por un buen precio, teníamos muchas opciones para pasar esa semana, pero por el momento James y yo subimos a nuestra habitación y descansamos, estábamos muy agotados por el viaje.
(.........)
Al amanecer al día siguiente, tomé un baño rápido mientras James me esperaba para ir a desayunar al restaurante del hotel.
— ¿Llevas todo Leanne? — Asentí hacia James y bajamos a comer, entramos a un restaurante precioso, nos dieron una mesa y nos atendieron rápido.
— Buenos días, bienvenidos al hotel hacienda Belén ¿Qué desean para ordenar?
— ¿Cuál es el plato más típico para desayunar? — James hablaba español y mi corazón empezó a latir fuerte, se escuchaba tan sexy pronunciando.
— Tenemos el gallo pinto y también las pupusas de queso o huevo.
— ¿Me podría explicar en qué consisten?
— Claro. El gallo pinto tiene arroz, frijoles, huevo, natilla una tajada de plátano maduro y queso mientras que las pupusas son tortillas fritas rellenas de queso o huevo.
— Suena muy delicioso — James tradujo un poco para mí de lo que consistían los platos y le dije que pidiera los dos.
— tráigame dos gallo pintos y dos pupusas de queso.
— Enseguida ¿Café o jugo de naranja?
— Café, gracias. — Respondió James y el mesero se fue.
— Es increíble lo bien que hablas español, no sabía que manejabas el idioma.
— No lo hago, aún sueno como un nativo italiano, lo importante es que entiendo lo que me dicen.
— La comida de acá suena deliciosa — James asintió y me besó, esperamos nuestro desayuno y cuando llegó quedamos encantados, todo estaba delicioso, recién hecho y caliente.
Amé las pupusas y como el queso se fundía entre la tortilla de maíz.
Después de nuestro desayuno salimos a conocer las instalaciones del hotel, estuvimos un rato en la piscina pública, pues no habían tantos turistas y cuando nuestro día terminó, regresamos a la habitación.
— Leanne — James habló una vez estábamos en la sala de la habitación, estaba en la alcoba terminando de vestirme, tenía una sorpresa preparada para James y él aún no la podía ver.
— ¿Dime? — Dije.
— ¿Cuándo vendrás a ver la película? ¿Pasa algo?
— Ya voy James, dame unos minutos.
— ¿Estás bien? — escuché que James caminó hacia mí por sus pisadas, así que corrí a la cama y me cubrí con la sábana.
— Me duele mucho mi estómago — La sábana cubría mi cuerpo completamente.
— Déjame ver — James quitó la sábana que cubría mi cuerpo y jadeó.
— ¿Quieres desenvolver tu regalo? — Pregunté sensual.
— ¿Este es mi regalo? — James acarició mis labios y suspiré, su caricia enviaba ondas a todo mi cuerpo.
— Sí ¿Te gusta? — Había hecho un conjunto de lencería en Brasil, era un secreto porque el boceto nunca se lo enseñé a James, pero lo llevaba puesto porque era para él.
« Mi hombre »
— Me encanta — James miraba mi cuerpo embobado, estaba usando un tanga estilo hilo muy delgado con encaje transparente que no dejaba nada a la imaginación, mis pechos estaban cubiertos por encaje que los hacía sobresalir.
James no esperó mucho, después de darle una rápida vista a mi cuerpo bajó por mis piernas y las separó.
— ¡Joder! — Exclamé.
— Esto apenas está empezando, guarda tus gritos para más tarde.
James besó mi cadera mientras que con sus ágiles manos bajaba mi tanga.
— Esta me la quedaré yo — La tomó y la guardó en el bolsillo de su pantalón.
Dejó un beso en mi centro y me agité, sabía lo que venía en camino, James lamió mis labios como si estuviera sediento de mí, como si no tuvieras un mañana.
Su lengua se adentró y solo pude gritar, James giraba en círculos y mis piernas se sentían como gelatina.
— Nena no tengo tiempo para las caricias, solo quiero sentirte.
— Hazlo ya — Susurré.
James dejó de lamer mi sexo, después subió por mi abdomen y fue dejando pequeños besos por mi cuerpo en el proceso.
« Me encantaba »
Al llegar a mi boca me besó y me dejó probar el sabor de mi excitación.
— Me encantas tanto Leanne.
— Tú a mí James.
Mi hombre se terminó de quitar su ropa y después de dejarme sin el sostén que no cubría nada, entró en mí.
Habíamos dejado de usar protección porque ya llevábamos tiempo juntos, nos habíamos hecho exámenes y estábamos limpios.
« Ahora había confianza »
«Tenía confianza con James »
Yo usaba un método anticonceptivo porque aún no queríamos tener un bebé.
James entraba en mí con hambre, con ganas intensas, besaba mis senos a la misma vez que no dejaba de penetrarme, pude sentir como su cuerpo empezaba a sudar y yo ya me estaba acercando a mi orgasmo.
— James....estoy cerca.
— Espérame — James aceleró el ritmo y antes de venirme, sentí como su orgasmo me llenaba por dentro.
— Te amo tanto pequeña — James salió de mí, besó mi cabello y de fue al baño a buscar una toalla para limpiarme.
« Amaba que fuera tan atento »
— Gracias por esta noche James.
— No tienes nada que agradecer, te esperan muchas noches más — Después de limpiarme, descansamos un momento y no sé a qué horas de la noche, pero nos recuperamos y seguimos en nuestra burbuja de lujuria.
« Nada importaba »
« Solo nosotros»
Nuestras ganas no se saciaban, aún existía esa pequeña llama que nos atraía, lo que nos atrapó el día que nos encontramos en el bar.
La chispa que brotó cuando nuestros ojos se encontraron y nuestros labios se juntaron.
« Lo amaba »
« Era lo que deseaba para mi vida »
— Leanne — James habló en la oscuridad.
— ¿Si?
— Feliz navidad pequeña.
— Feliz navidad James. — Lo besé una última vez y me dormí junto a su cuerpo, mañana veríamos los regalos.
(.........)
Nota de autora:
Hola gente hermosa 👋🏻 ¿Cómo están? ¿Cómo están pasando su noche?
Gente solo les quería traer este extra navideño de mis bebés porque aún los tengo en mi corazón ❤️
Les dejo imágenes del hotel en Costa Rica 🇨🇷 (Mi hermosa tierra) también les dejo una imagen de la lencería de Leanne.
Muchas gracias y besotes 💋
Leanne y James en navidad 🎄😍✨