Los dos estábamos tranquilos, no decíamos nada, solo mirábamos las nubes, mientras Billy me acariciaba el cabello, hasta que decidí hablar.
Arabella: ¿Y ahora?
Billy dejo salir un suspiro y después habló.
Billy: Podría llevarte a casa si así lo quieres.
Arabella: ¿Si no a dónde me llevarías?
Billy: La verdad es que no quiero llevarte a ninguna parte, en Hawkins ni siquiera podemos ser amigos.
Arabella: Llévame a California.
Lo dije seria, no sabía si lo decía enserio, pero quería ver la reacción de Billy.
Billy se levantó y después se sentó para mirarme.
Billy: ¿Lo dices enserio?
Arabella: Sí, creo que sí.
Billy me tomo de la barbilla para vernos fijamente.
Billy: Bella, si yo me iría a California, ¿Irías conmigo?
Me sorprendí de golpe, ¿Esto era una invitación? ¿Era una prueba? No tenía ni idea, y tampoco sabía si quisiera dejar a mamá, pero pensándolo bien, podría ser muy lindo conocer un lugar del que no se nada, junto con alguien que aprecio.
Arabella: Sí, te acompañaría Billy.
Billy sonrió rápidamente ante mi respuesta, yo al verlo sonreír, hice lo mismo.
Arabella: ¿Por qué no vamos a casa? No sé si mi hermana ya esté allá.
Apenas iba a levantarme cuando Billy me dijo que esperara un poco más.
Billy: Si tú hermana está en casa no creo que te deje besarme, ¿Un beso más?
Arabella: ¿Uno?
Billy: Uno, dos, tres o hasta 10.
Me tomó de la mejilla y suavemente me recostó en el pasto, después comenzó a besarme, y la verdad es que no me quejaba, quería seguir saboreando sus labios hasta el último día.
Estuvimos pegados un buen rato, y la verdad es que ninguno de los dos quería terminar con aquel beso, ahora no sabía si quería volver a Hawkins, Billy tenia razón en algo y es que ahí ni siquiera podemos ser amigos, besarlo sería imposible.
Arabella: Ya no quiero volver a casa, me haces cambiar de opinión muy rápido.
Billy río ante lo que le dije pero seguía besándome, ¿Lo ven? No queríamos terminar con nuestra lindo y apasionado beso.
Arabella: Pero lo querramos o no, tenemos que hacerlo.
Al fin Billy se separó de mí y me miró directamente a los ojos.
Billy: Me gustan mucho tus ojos.
Arabella: Y a mi los tuyos, me recuerdan mucho a Miami por ese color azul, característico del mar, por eso me gusta verte a los ojos.
Billy: Deberías ser poeta o algo así Bella, ¿Lo haz considerado?
Reí ante su comentario, la verdad es que muchas veces me pasaba de cursi.
Arabella: Una que otra vez.
Billy se levantó y me extendió su mano para ayudarme a levantar.
Arabella: Gracias.
Billy: ¿Por qué?
Arabella: Por traerme aquí y por ayudarme a levantar.
Billy: De nada Bella, creí que eras la indicada para traerte aquí, las otras chicas solo me piden que las lleve a hoteles para...
Le puse mi dedo índice en los labios, indicando que se callará, me importaba una mierda saber para que o si tenía muchas citas en hoteles asquerosos.
Arabella: No me interesa en absoluto saber a que van a los hoteles Billy, puedes omitirlo.
Indignada me fue hacia el auto y abrí la puerta del copiloto para después subirme, Billy se subió poco después y el idiota tenía una sonrisa en la cara.
Arabella: ¿Qué te causa risa Billy?
Billy: Nada, recordé algo gracioso solamente.
Arabella: ¿Que momento tan oportuno para recordar cosas no crees?
No sé porque el hecho de que Billy haya dicho eso me puso tan de malas, no podían ser celos, ¿De qué estaría celosa? Es mi amigo y no puedo celarlo, tal vez sea la incomodidad que me dió que dijera eso después de haberme besado, como si me hubiera dicho que ya ha besado a muchas chicas, y después se me vino a la mente la imagen de Tina besándole el cuello en las malteadas, ¿Que era eso? Por dios era un establecimiento público.
Pero algo era cierto y es que yo jamás estaría al nivel de las otras chicas, y me refiero a lo sexual, yo jamás había tenido intimidad con alguien, por lo cual no tenía experiencia en nada y además me aterraba la idea de que algo estuviera dentro de mí, mis amigas en Miami decían que eso dolía, a unas más que a otras, así que solo me aleje de la idea de tener intimidad.
Mi mente comenzó a cavar en mi cerebro y de ahí me surgieron muchísimas preguntas, ¿Quien habrá sido la primera vez de Billy? ¿Cómo lo hará Billy? ¿Sería rudo o suave? ¿Billy sería masoquista? Pero dios mío Bella, ¿En qué piensas? ¿No acabas de decir que te aterraba la idea de tener intimidad?
Me aterraba, pero solo era la curiosidad, y por obvias razones evitaría preguntarle todo eso a Billy, solo lo mire una vez más de pies a cabeza, ¿De qué tamaño estaría su... Mejor dejo de hacerme preguntas estúpidas.
Para evitar esas preguntas sin respuesta, hablé.
Arabella: Billy, ¿Qué harás cuando me dejes en casa?
Billy me miró rápidamente y luego siguió mirando la carretera.
Billy: No lo sé, ¿Por qué la pregunta?
Arabella: Curiosidad.
Billy me miró nuevamente pero con una expresión confusa.
Billy: Podría quedarme contigo, solo si quieres.
Arabella: ¿Y si llegan mis padres?
Billy: No estaremos haciendo nada malo Bella, ¿A qué le temes?
Arabella: Lo sé pero, ¿Los saludarias?
Billy: Me encantaría conocer a mis lindos suegros, ¿Cómo me presentarás?
Arabella: No lo sé, ¿Cómo quieres qué te presente?
Billy parecía que si lo pensaba, pero después habló de otra cosa totalmente diferente.
Billy: Bella, ¿Cómo puedes llamar a tú padrastro padre?
Arabella: ¿Cómo que cómo Billy?
Billy: Yo ni siquiera puedo llamar hermana a Maxine, y mucho menos mamá a Susan.
Arabella: Billy, pasa que no piensas igual que yo, y nuestras vidas son han sido muy distintas también, pero creo que quiero a Elmer, es obvio que jamás lo querré como a mi padre, pero le tengo aprecio, el no es malo conmigo y nunca me ah tratado mal.
Billy estaba pensativo después de lo que le había dicho, no decía nada, hasta que llegamos a mi casa.
Billy solo apagó el auto, pero no salía ni se movía, solo veía hacia el frente.
Arabella: Oye Billy, ¿Todo bien?
Billy: Solo estoy pensando.
Me quedé callada y solo salí del auto, no quería interrumpir sus pensamientos.
Pero cuando salí me impresionó ver a Tina en la calle, dirigiéndose a mí, pero estaba vestida rara, era como si se hubiera disfrazado de algo.
Tina: ¿Qué piensas Bella? ¿Soy una zorra como tú? Me vestí como tú, tal vez así pueda quedarme con Billy, ¿No crees?
Cuando se acercó a mí, pude detectar como el alcohol la invadía.
Arabella: ¿Tina estás bien?
Tina: Claro que sí, ¿No me ves? Estoy perfecta.
Dió una vuelta indicando que estaba bien, pero se tropezó y cayó en el pasto, al escuchar el golpe Billy volteó y la escena que vieron sus ojos fue como trataba de levantar a Tina.
Arabella: Tina, estás demasiado ebria, ¿Te lastimaste?
Tina: ¿Por qué no vas y te cojes a Billy eh zorra? Por tú culpa eh perdido la oportunidad de estar con él.
Comenzó a sollozar y darle pequeños puñetazos al pasto.
Pase el brazo de Tina por mis hombros y la levanté, me costó mucho ya que no me ayudaba, pero al final la levanté.
Billy llegó deprisa hasta nosotras y tomo a Tina del antebrazo apretándola con odio.
Billy: ¿Qué mierda te pasa por la cabeza? ¿Venir a la casa de Bella a hacer un escándalo? ¿Eres tonta?
Con su dedo índice comenzó a clavarle la frente a Tina, como si así ella fuera a entender algo.
No sé en qué momento Billy tomó a Tina y la comenzó a jalonear para llevársela, en ese momento reaccione y fui hasta ellos dos, tomé a Tina y la puse detrás de mí, Tina podrá hacer cosas "malas" pero jamás dejaría que tratarán a una mujer así y menos ebria.
Arabella: ¿Qué es lo qué te pasa Billy? Tina está ebria y está loca por ti, es normal que haga esto, deberías irte a tu casa, yo me encargaré de ella.
Tina lloraba y yo solo la tome de la mano y la guíe hasta mi casa.
Billy: ¿Ahora la vas a defender? Por dios no seas tan hipócrita Bella, solo damela y ya.
Antes de que su brazo la tocará, lo tome y lo quite bruscamente.
Arabella: Vete ahora sí no quieres que llame a la policía Billy.
Billy hizo expresión de enojo y tensó la mandíbula pero después solo camino hasta su auto.
Yo solo me dedique a sentar a Tina en el escalón que había en la puerta de mi casa, y ya sentada me senté enfrente de ella, le pase el pelo que tenía en la cara detrás de la oreja.
Arabella: ¿Estás bien?
Tome su brazo y al verlo, tenía las manos de Billy marcadas, yo solo la sobe.
Arabella: ¿Quieres entrar a mi casa?
Ella solo comenzó a llorar mientras agachaba la cabeza, yo la tome y la acurruque en mi hombro mientras le sobaba la espalda.
Arabella: ¿Te das cuenta de lo imbécil que es? Mereces cosas mucho mejores Tina, mira como te dejo el brazo.
Tina se apartó de mí y se comenzó a limpiar las lágrimas, después me miró a los ojos, y yo no puedo describir lo que sentí al verla, en sus ojos podía ver cómo estaba perdida, no la conocía mucho, y no sabía lo que vivía día a día, pero estaba segura que no era fácil.
Tina: Lo siento Bella, hice un escándalo y me veo horrible, perdóname.
Le tome la mano y le sonreí.
Arabella: Pasemos a mi casa, ahí hablaremos tranquilas.
Tina: No Bella, no quiero ser una carga, solo me iré.
Arabella: No creo que sea buena idea que vayas así, estás ebria y cualquiera puede aprovecharse de eso, ven aquí.
La ayude a levantarse, saque las llaves de mi bolso y abrí mi casa, con cuidado pase a Tina y prendí la luz, después solo la recosté en el sofá.
Arabella: Te traeré agua, espera aquí.
Fui a la cocina y comencé a prepararle la misma bebida que le había hecho a Billy aquel día, eso le bajaba lo ebrio a cualquiera.
Después fui hasta la sala con el vaso y lo puse delante de Tina, ella solo veía el techo perdida.
Arabella: Es agua mineral con unas gotas que te ayudarán a sentirte mejor.
Ella solo me sonrió y tomo el vaso.
Comenzó a beberlo lentamente, pero al poco tiempo lo terminó.
Me pare por el control de la tele y la prendí, puse un canal que tal vez la entretuviera y subí a mi cuarto por el desmaquillante y las banditas para remover el maquillaje.
Cuando baje me senté a un lado de Tina y con cuidado le puse la bandita en la cara para comenzar a desmaquillarla, cuando estaba libre de maquillaje sonreí, tenía la piel muy bonita.
Arabella: Vamos a qué te enjuagues la cara, ¿O prefieres bañarte?
Ella lo pensaba pero no decía nada.
Tina: Me da mucha pena abusar de tí.
Arabella: ¿De qué hablas boba? No estás haciendo nada malo, yo te estoy ofreciendo mi ayuda, ¿Quieres bañarte? Dormirás muy fresca.
Tina: La verdad es que si quiero hacerlo, huelo mal y estoy pegajosa.
Reímos un poco y yo solo le extendí mi mano, ella la tomó y subimos hasta mi cuarto, al entrar ella solo lo observo a detalle.
Arabella: En esa puerta está mi ducha, ahí tengo un acondicionador increíble, puedes probarlo.
Fui hasta mi cajón para sacar una toalla limpia pero me encontré con mi mochila algo movida y mi libro de dibujo se asomaba, pensé que le tomaría importancia después, así que saque la toalla y la lleve hasta Tina.
Tina: Gracias Bella, nunca pensé estar aquí y menos así.
Arabella: ¿Así cómo?
Tina: Que me ayudarás a sentirme mejor.
Arabella: Anda, entra ya.
Yo solo le sonreía mientras ella caminaba hasta mi baño, cuando estuvo adentro solo cerró la puerta, ya después solo me senté en mi cama y prendí la tele, vería algo en lo que Tina salía.
A los minutos ella salió y estaba con una sonrisa en el rostro.
Tina: Tú baño es precioso Bella, y el acondicionador del que hablaste me dejó el pelo muy bonito, muchas gracias.
Arabella: De nada Tina, ¿Cómo te sientes?
Tina: Bien, pero creo que estás marcas duran unos días.
Lo dijo mientras me mostraba su antebrazo.
Arabella: Fue un imbécil contigo Tina, deberia odiarlo por eso.
Tina camino hasta mí y se sentó a un lado de mí en la cama.
Tina: No tienes que hacerlo, esto fue mi culpa, yo provoque que se enojara de esa manera.
Arabella: Fue el amor que sientes por el, el que te hizo hacer esto, pero no pasa absolutamente nada, el que estuvo mal fue él.
Tina: ¿Sabes qué es lo peor Bella? Que creo que aún lo amo.
Arabella: Mereces algo mejor Tina, no puedes estar con alguien que te trate de esa manera, que te humille cómo lo hizo afuera.
Tina: Tienes suerte, ¿Sabes? Porque el jamás te trataría como me trata a mí, o como trata a las demás chicas.
Arabella: ¿Suerte? Es dignidad humana el que una persona te trate bien, el tiene problemas y creo que ese es su modo de sacarlos, pero como sea, no es correcto.
Tina: Nunca pensé que estaría en tú habitación, hablando de mis problemas amorosos, como si fuéramos grandes amigas.
Arabella: Tal vez fue Billy y Gary los que nos convirtieron en "enemigas" ¿No lo crees?
Ella sonreía al igual que yo.
Tina: O tal vez es la ironía, o el destino.
La ironía o el destino, claro, podría ser.