Narra Arabella Scott.
Era el día siguiente y como de costumbre fui al baño al despertarme, mi día era muy normal, no había escuela, era fin de semana lo cual significaba DESCANSO.
¿De qué, se podrán preguntar? Creo que desde que estoy aqui hay problemas, Gary, Tina, tareas, maestros, chicos molestos, etc...
Este día quería pasarlo haciendo absolutamente nada, tal vez estar en mi cama viendo un poco la tele mientras comía palomitas, así que lo pensé y no quería arreglarme, ¿Para qué lo haría? Estaría en mi cama todo el día desde luego, ¿Oh no?
Solo me puse un short y una camisa algo normal por si recibía visitas inesperadas, no sabía si a Dryan se le revolvían los pensamientos y volvía a venir, solo lo hice por precaución.
Después de vestirme con algo muy sencillo y cómodo para estar en casa ordene un poco mi cuarto, aún tenía 2 cajas de adornos que aún no acomodaba, así que hoy era el día, hasta que mi hermana entro emocionada a mi habitación sin avisar.
Estefanía: ¡Bella! ¡Bella! ¡Bella!
Lo decía mientras saltaba y gritaba aún más.
Fui hasta ella y la tome de las mejillas.
Arabella: ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan emocionada?
Ella puso sus manos sobre las mías que estaban en sus mejillas y sonrió.
Estefanía: El chico que me gusta me invitó a salir, ¿Puedes creerlo? Bella no se que ponerme, no se absolutamente nada, nunca he salido con alguien, ¿Podrías ayudarme?
Arabella: Te ayudaré solo si no es el idiota que te hizo llorar, además, necesito saber quién es, no puedo dejar que salgas así como así, ¿Qué tal y le pasa algo a mi bella bebé?
Le apreté un poco el cachete y ella se apartó haciendo puchero.
Arabella: Vamos a tú habitación, yo te ayudaré, sabes que para eso me tienes.
Me tomo de la mano y me llevo corriendo a su habitación.
Comencé a revisar su closet y encontré algo perfecto, era algo básico, pero no importaba, mi hermana lo iba a lucir como si fuera lo último en la moda.
Fany fue a cambiarse mientras yo buscaba con que peinarla, y al final lo encontré, digamos que lo tome prestado de mamá, solo un poco.
Estefanía: ¿Te gusta?
Camine hasta ella y la abrace, me sentía como una madre viendo a su hija crecer, tenía muy poco de conocer a Fany, pero desde el momento en el que la vi, supe que sería mi mayor tesoro al igual que mi mayor debilidad.
Arabella: Te ves muy linda Fany, sea lo que le pongas a tu cuerpo te quedará bien, pero tienes que aprender que yo solo te ayudaré a verte mucho más linda de lo que ya eres, para que te sientas genial contigo misma, no para que tengas aprobación de ese niño idiota que se atreve a invitar a salir a mi bebita.
Ella sonrió y me abrazo muy tiernamente, ella me llegaba al pecho, así que cada vez que me abrazaba se recostaba en él.
Arabella: ¿Quieres que te peine? Encontré eso en el cuarto de mamá, puede ayudarnos.
Estefanía: ¿Podrías hacerme dos trenzas? Solo quiero eso, lo siento Bella.
Arabella: No te preocupes Fany, por eso te pregunté primero.
Me puse detrás de ella y tomé las gomas para el cabello que había encontrado en la habitación de mamá.
Arabella: Listo.
Se giro y fue a verse al espejo, sonrió y me miró.
Estefanía: Gracias por ayudarme Bella.
Arabella: ¿Quieres que te ponga colorete?
Estefanía: ¿Podrías?
Arabella: Claro, vamos a mi habitación.
Comencé a ponerle rubor, después le rize las pestañas, le cepille las cejas y le puse un poco de labial.
Estefanía: El pasará por mí, ¿Eso es correcto?
Arabella: Siempre, si de verdad quiere verte tiene que luchar por eso, y con eso me refiero a que debe venir a verte, llevarte y traerte.
Estefanía: Creo que iremos al Arcade, por si necesitas saberlo.
Arabella: Muy bien, llévate un suéter, no quiero resfríos.
Estefanía: Gracias hermana, en cuanto llegue a casa te contaré absolutamente todo.
Esa palabra me tocó el corazón, "hermana" me consideraba su hermana en poco tiempo, me puse feliz al darme cuenta que no solo yo la quería, si no que había amor mutuo.
Arabella: Eso espero, tiene que ser un cabellerito contigo, ¿Me entiendes? Te quiero demasiado Fany, procura cuidarte mucho.
La tome de la mano y le di un ligero apretón.
Estefanía: Me cuídare, te lo prometo.
Después de esa plática sentimental, bajamos a la sala, el niñito había llegado puntual.
Hablamos sobre la hora en la que Bella estaría en casa, a dónde irían y todos los datos que necesitaba, solo me quedé parada en la puerta viendo cómo mi pequeña tenía su primera cita, tímida pero muy feliz, solo sonreí ante eso y después me metí a casa.
Estaba sola, así que mi plan seguia en pie, no tenía nada mejor que hacer, así que me subí a mi habitación y después de acomodar todo mi cuarto, baje a la cocina a prepararme algo de comer para después ver la tele ampliamente.
Comer para mí era algo fabuloso, era lo que más disfrutaba hacer en el día, no podría dejarlo nunca y por supuesto tampoco haría alguna dieta en mi vida, despues de mi trauma con la comida y acerca de mi cuerpo, aprendí que la comida era fundamental y que era demasiado buena, comia absolutamente todo, nada era un obstáculo para mí, era comida y no la desperdiciaría.
Acabe mis palomitas junto con mi emparedado y de la nada se me vino a la mente la imagen de un rico y delicioso hot dog, dios mío, que rico se miraba, pero interrumpiron mis antojos ya que escuche como tocaban la puerta.
Abrí sin preguntar y era Billy, con un ramo de margaritas blancas, las cuales no sabía si extender a mi o no, era obvio que jamás lo había hecho, pero al fin, me lo dió.
Billy: Espero que te guste, las corte yo mismo de un jardín que ví, digamos que fue sin permiso pero lo hice yo, ¿Eso cuenta no?
Me reí un poco pero asenti.
Arabella: Cuenta bastante Billy, muchas gracias, son mis favoritas, ¿Lo sabías?
Billy: Leí tú mente, así como también leí que te gustaban los chocolates con relleno de cereza.
¿CÓMO LO SABÍA? ESO NI SIQUIERA MI PADRE LO SABÍA.
Arabella: Gracias Billy, son de mis chocolates favoritos pero, ¿Cómo lo supiste?
Billy: Si te soy honesto, no tenía ni idea, solo los tome por instinto, aunque tenía miedo de que mi plan fracasara y no te gustaran en absoluto.
Reí ante su respuesta, pero que buen instinto tenía.
Billy: O tal vez estoy destinado a amarte.
Reí nerviosa pero lo abracé, ¿Por qué hacia todo esto? Robó plantas para mí y me trajo una de mis golosinas preferidas en el mundo, solo pude agradecerle, porque así me sentía, agradecida.
Sus detalles me hacían sentir bien, sin importar que fuera.
Yo me tenía que parar un poco de puntas por la altura de Billy, lo abrazaba por el cuello mientras él metía su cabeza en el hueco de mi hombro.
Nos apartamos y lo tome con ternura de la mejilla.
Arabella: ¿Quieres entrar?
Billy: ¿Puedo?
Me aparte de la puerta y me hice a un lado, indicando que entrará.
Billy: Quería...
En ese momento le puse máxima atención a lo cual el no terminó su frase y después carraspeó la garganta.
Billy: Quería invitarte a salir.
Arabella: ¿Ah sí?
Billy: Podríamos ir a comer, si quieres.
Arabella: Pero tendría que vestirme adecuadamente, ¿Me esperarías?
Billy: Sí, claro.
Acomodo una manga se su chaqueta y se sentó en mi sofá, pero que tonto, era obvio que esperaría en mi habitación, así que lo tome de la mano y lo jale para que se levantará.
Arabella: Vamos arriba, me esperarás en mi cuarto, solo tendrás que ignorar el desorden que hay en mi cama.
Subimos hasta mi habitación y Billy miro mi cama a detalle.
Billy: ¿Qué comías?
Arabella: Palomitas.
Le sonreí un poco para después ir a mi cómoda y dejar los chocolates junto con las flores, después me encamine hasta la puerta del baño/closet.
Arabella: No tardó.
Entré y abrí mi closet para comenzar a buscar que ropa ponerme, quería ir cómoda pero muy linda.
Me puse una camisa de manga larga color blanca, y también una falda a rayas negras y rojas, me puse unas zapatillas tradicionales blancas y en mi pelo solo hice volumen con mis propias manos, no quería tardarme.
Después fui hasta el espejo del baño y comence a sacar mi bolsa en dónde tenía todo lo que usaba para "maquillarme", hasta que escuche un ruido que provenia de afuera, preste atención y ya no lo volví a escuchar, así que no le tome importancia.
Comencé a maquillarme y cuando estuve lista me puse perfume y al final salí.
Billy solo me admiraba y me miraba con detenimiento.
Arabella: ¿Me veo bien?
Billy: Te ves muy bien Bella.
Yo sonreí ante su halago y camine hasta el.
Arabella: ¿Nos vamos?
Billy: Vámonos.
Salimos de la habitación y bajamos hasta la sala.
Billy: ¿No le dirás a tú hermana?
Lo mire haciendo un poco de puchero.
Arabella: Mi pequeña tuvo su primera cita, ¿Puedes creerlo? A mí nunca me invitaron a salir a su edad, mi primera "cita" fue a los 15, y con un chico demasiado idiota, yo solo espero que a Fany le vaya muy bien.
Billy: ¿Qué te hizo?
Arabella: Fue un idiota Billy, fuimos a comer y después el muy imbécil me dijo que tenía que hacerle un favor por invitarme a salir, ¿Y sabes qué fue lo peor? Que como no quise acostarme con él, comenzó a decir que me gustaban las mujeres, así que después de eso lo golpee y desquite todo lo que tenía, me ocasionó problemas por sus estúpidos chismes.
Billy: ¿No te a ido muy bien con los chicos?
Arabella: Para nada Billy, todos solo querían acostarse conmigo después de invitarme a salir una vez, pero poco a poco perdí el interés en buscar "el amor" sabría que llegaría solo, hasta que el destino lo quisiera.
Billy: No supieron que hacer, eres y eras demasiado para ellos.
Sonreí ante su comentario, me había hecho sentir bien, después camine hasta el y lo tome del brazo para caminar a su lado.
Abrí la puerta y salimos, cerré con llave y caminamos hasta su auto, muy cordialmente me abrió la puerta para poder subirme, después llegó hasta su lugar y se subió.
Fue un camino normal, solo platicábamos, escuchábamos música, hacíamos chistes malos, etc...
Al final llegamos a un lugar que no conocía, pero se veía muy lindo.
Entramos al lugar y nos sentamos en una mesa.
Arabella: ¿Qué venden aquí?
Billy: Lo descubriremos juntos, yo tampoco había venido aquí.
Tomamos nuestra orden y al poco tiempo estaba en nuestra mesa, obviamente había ordenado un hot dog con papás, tenía muchas ganas de eso, mientras Billy pidió una carne con una salsa rara.
Arabella: Deberías probarlo.
Extendí mi hot dog hasta el y le mordió algo serio, después el cortó un pedazo de su carne y lo sumergió en esa salsa rara, para después llevarlo hasta mi boca, lo probé y la verdad era que no estaba nada mal.
Arabella: ¿Qué tiene? Sabe muy rico.
Billy: No lo sé, ¿Tú hot dog acaso tiene queso amarillo?
Sonreí muy felizmente y asentí.
Comimos en paz, felices y sin problemas.
Mi día estaba saliendo perfecto en compañía de Billy, no se que hacía el tiempo con el, pero cada minuto lo hacía especial, era muy lindo, o al menos conmigo, me iba demostrando poco a poco su lado blando, pero creo que adoraba cada parte de él, su lado arrogante y su lado noble, ¿Estaría enamorada de Billy? ¿Me gustaría Billy? Claro que me gustaba, no podía evitarlo, pero no sabía si estaba enamorada de él, tal vez solo decía tonterías, por dios es solo mi amigo, y así será siempre.
¿Oh no?