Jeongyeon cocinaba con los utencilios algo viejos que poseía la isla, si bien en el barco no había mucha diferencia, el simple hecho de tener que tallar para sacar el óxido, la había cansado.
— Jeongyeon, me preguntaba ¿Cuántos platos podrías hacer para la manada?.- Mina llevaba un buen tiempo mirando a la alfa, simplemente fue una atracción de primera vista.
— Creo que hay más que suficiente, el problema serán en los próximos 3 días.- Mina asintió y se levantó de su sitio.— N-No es necesario que busques, yo puedo inventarme algo.
— Tengo ganas de caminar, así que solo prepara la comida por favor.- La omega salió de la cueva mientras la alfa sólo agarraba el cuchillo algo tosco que le habían dado.
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Por otro lado, Chaeyoung levantaba un pico mientras su amiga Tzuyu levantaba una pala de hierro algo oxidado.
— Ya que ustedes son alfas, tendrán que ayudarnos a crear la cueva de reservas, antes solo era Tzuyu y Mina, pero ahora que tenemos otra alfa y que si quiere hacerlo, es mucho más fácil.- Jihyo sonrió y salió casi saltando hacia otra dirección que Chaeyoung no pudo identificar.
— Hay que terminarlo antes de la cena, quiero estar con Sana.- La primera en empezar el trabajo fue la alfa más alta, Chaeyoung aún no sabía muy bien qué es lo que quería hacer o más bien, como hacerlo.— Solo retira las piedras y ponlas en otro lugar, las moveremos cuando termine para poder hacer lodo y cubrir todo, sencillo.
La alfa pequeña asintió y comenzó a escarbar con la pala constantemente, si bien no era lo que planeaba ese día, que sus músculos se estiraran era una oportunidad de oro.
— Vaya, nunca pensé verlas trabajar juntas. Generalmente los alfas que vienen solo se ponen a tontear con la pala y dejan a Tzuyu con todo.- La alfa alta asintió molesta y Chaeyoung bajó un poco el ritmo ante lo dicho por Nayeon.— Me alegra que no seas así, sino tendría que golpearte.
— Generalmente, no llegan muchos alfas de esta isla.- Chaeyoung vio la oportunidad y la uso.— ¿Qué hacen con ellos?
— Nosotras no hacemos nada, ellos escapan en el barco de los Jeon, incluso ví que unos trataban de llevarse omegas pero terminaban muertos.- La omega llegó su mano detrás de la cabeza, tratando de recordar eso.— Por eso, creo que hicieron el mito de que tenias que ser un elegido, una mierda.
— Entonces los alfas terminan escapando...- La alfa volvió a moverse rápido mientras pensaba que tal vez, esa creencia la cual siguió toda su vida, no era la realidad absoluta.
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Dahyun miró por los arbustos la gran comunidad y como se movían como pequeñas hormigas. Le hacía recordar un poco el barco de los Hirai, aunque en ese trozo de madera todos los que se movían estaban lastimados por los latigazos.
— Me gustaría sacar a todos de ahí y que vengan aquí... Al menos podría cuidar de alguien o algunos de los que cuidaron de mi.- La mente de la beta divagaba en sus recuerdos cuando una mano la tocó débilmente en su espalda.
Los ojos de Dahyun mostraron terror cuando Momo, la miraba fijamente. Antes de que se pudieran decir algo, la beta corrió al campamento sin pensarlo.
— ¡E-Espera!.- Momo no esperó nada y corrió hacia la pequeña beta, sin embargo su paso fue frenado por los guardias omegas de turno.
Iba a gruñirles, cuando recordó la promesa que se hizo. Sólo miró a los omegas con suavidad.
— Lo lamento mucho, pero ella es una beta con la que quiero hablar. Por favor, me gustaría que la trajeran, prometo no hacer nada violento, solo he venido yo.- Momo se comportaba y hablaba políticamente.
Al menos hasta que Mina llegó con el rostro de un demonio.— Más te vale tener una escusa, no me gusta que los idiotas alfas lleguen a interrumpir mi tierra y encima se crean merecedores de derechos.
— Solo quiero hablar con la Beta Kim Dahyun, si yo hablo con ella yo me iré en son de paz, o tal vez me quede y yo misma trabajaré para ustedes.- Momo se veía decidida y los ojos de la omega lo leyeron, solo asintió para que los omegas la dejaran pasar, no sin antes amarrar sus manos con lianas de durabilidad fuerte.
— Dahyun, yo estaré aquí contigo si es que ella te intenta hacer algo. Por favor, habla con ella para poder juzgarla como la intrusa que es.- Dahyun asintió con miedo, mirando la sonrisa sorprendida de Momo.
— Mi hermosa...- Momo trató de besar las manos de la beta pero Mina gruñó, haciendo que se arrepienta.— Esperé mucho para verte...
— Yo no, no se como eres tan descarada de querer quedarte aquí. No voy a acostarme contigo...- Dahyun agitó su rostro con fuerza, el miedo la recorría pero trataba de volverlo un combustible a su furia.
— No... No quería hacer eso.- Momo bajó la cabeza.— Solo fue por mi celo, y mis pensamiento de imbecil... Quise pedirte perdón desde el momento que volví a consciencia.
Dahyun solo seguía mirándola con algo de incredulidad. La alfa se dio cuenta y levantó la cabeza, mirándola fijamente.
— Muy bien, creo que escuché lo suficiente.- Mina se acercó con una mirada asesina y Momo solo asintió.— Escucharé algo más...
— Voy a quedarme aquí trabajando, les ayudare en todo lo que necesiten e incluso les traje algunas carnes y verduras con frutas para librar el invierno.- Mina seguía desconfiada pero Jihyo se acercó con una sonrisa.
— Muy bien, supongo que podremos ponerte con Chaeyoung, no creo que le moleste tener una compañera. Además, la temporada de frío va a comenzar y, los alfas tienen algo más de resistencia.- Mina miró a su lider con sorpresa y Momo solo asintió, estaba dispuesta a servir a los omegas con tal de estar de nuevo con su hermosa Kim Dahyun.
— Consideren todo hecho, me encargaré de todo.- Momo parecía muy emocionada, haciendo que Chaeyoung y Tzuyu la miraran confundida.
— Esa bastarda de Hirai debe tener un problema para venir aquí como si nada pasara.- La más pequeña de las alfas mordió sus labios con enojo, aunque luego solo suspiró. No valía la pena pelearse en frente de la manada.
— Si lo tiene, entonces la mataremos nosotras.- Tzuyu recostó sus armas en una roca cerca.— No te preocupes, ella no es más que una pequeña alfa que no sabe en donde se metió.
Chaeyoung asintió, aunque no estaba muy convencida por la repentina manera de actuar de la alfa Hirai.
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Momo no se consideraba una persona paciente y mucho menos servicial con esos omegas. De hecho, si hubiera venido con su armada, hubiera matado a todos y conseguir a esa beta pero sentía que no eran las formas de hacerlo.
Si quería tener a Dahyun como esposa, enamorarla era lo mejor, pues ella no podía marcarla, se podía ir apenas la descuidara.
Eso no lo permitiría por lo que, mantener una imagen baja y llena de sumicion era parte de su día.
Dormir en el mismo cuarto de Chaeyoung sin duda, era lo peor que podría pasar. Prefería pasar la noche en la calle o en un barco, pues los alfas no soportaban sus aromas y menos cuando se tenían tanto recelo.
— Estoy segura que quieres dañar a Dahyun, así que lo único que te diré es que no lo harás.- Chaeyoung habló en medio de la noche, se nota a molesta y eso Momo lo tomó como una invitación a hablar.
— No la quiero dañar, sino hubiera venido con toda mi tripulación.- La alfa Hirai solo se acomodó boca arriba y siguió.— Quiero conquistarla, así que mejor aléjate si sientes algo por ella, Son.
— Dahyun es una beta, aún si de verdad me enamorara de ella, no creo intentar nada por ese hecho. Mi madre fue una omega y salí como una alfa fuerte y saludable, nuestros niños mueren por lo mal que son las betas para los cachorros.
— Eso no me detendrá a querer estar con Dahyun.- Momo se ladeó, dejando su cabeza descansando en su antebrazo.— Quiero estar con ella hasta que me muera, aún si es beta o lo que sea, ella es el amor de mi vida.
— Nunca pensé oírte hablar así, tal vez te juzgué mal pero no dejaré de observarte. Dahyun no tiene porque sufrir más por una idiota que no sabe como hablar con una beta sin asustarla con su lujuria insaciable.
Momo se calló, lo que detuvo la conversación de esa noche.
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La brisa invernal atacó los adormecidos ojos de Jeongyeon. Se había quedado dormida en una roca cerca a la cocina y su cuerpo se sentía en la misma mierda, aunque debido a la esclavitud que sufrió, no fue más que un pequeño contratiempo en su misión de la comida para los omegas.
Jeong llevó su dedo al labio y comenzó a contar los platos, dando como resultados más de los deseados. Caminó por toda la entrada de la tribu y escarbó con sus manos en la cueva que las alas se encontraban haciendo, dejando los platos sobrantes y volviendo a la cocina con un sonido tranquilizante de la noche oscura.
— Hey...- Jeongyeon volteo asustada, pero solo era Chaeyoung mirándola seriamente.— No hagas eso, aun no terminamos.
— Los platos... Comida... Terminé los platos de comida, para mañana, solo necesitaba un lugar donde dejarlo.
— Igual, solo pide permiso la otra vez que vengas.- Chaeyoung iba a irse cuando Jeong le gritó.
— ¡¿Porque me odias?!.- La alfa más pequeña volteó con furia, dispuesta a acabarla de un golpe, pero antes soltó.
— ¡Por ser tan sumisa, no pareces una alfa!.- Chaeyoung levantó el puño.— ¡Por hacer que Mina me viera como una inútil!
Jeong solo se asusto más y, esperando la paliza, solo se acurrucó en el pecho. Aunque, un sonido de manotazo le dio esperanzas.
Era Momo, quien miraba a Chaeyoung con una mirada seria.— Pelea conmigo, no con una delgada alfa y de apariencia simpática.
Jeongyeon supo que era su fin cuando ambas comenzaron a gruñir como amenaza.