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Cuando la princesa recibió por fin una respuesta de su padre aceptando su solicitud de reunión no pudo sentirse mas aliviada ya que le urgía mucho que el Emperador aprobara su viaje a Xek ya que este seria el primero de muchos porque si planeaba tomar el trono para protegerlo de Ariana entonces necesitaría mas aliados y este viaje de prueba serviría como una demostración de lo que podía hacer para poder afianzar las alianzas.
Camino por los pasillos acompañada de Alice que no se quiso separar de ella hasta que llegaron a la oficina de su padre. La mujer miraba el caminar de su dulce niña, aun recordaba cuando apenas le llegaba a la cintura y ahora estaban en la misma altura además de que el cabello de la princesa estaba ahora mucho mas largo y eso alegraba a su viejo corazón porque así podría hacerle peinados mas hermosos.
—No te pongas nerviosa mi niña —le dijo Alice sobando la espalda de la princesa que solo la miro un poco inquieta— Domina la situación como solo tú sabes hacerlo, sé que podrás conseguirlo
—...—la joven solo asintió con la cabeza con una sonrisa cálida agradeciendo mudamente las palabras de aliento de la mujer mirar la puerta frente a ella y tocar con sus nudillos la madera—
Adelante
La fuerte voz del emperador sonó con firmeza, Yvie no se demoro en tomar el pomo de la puerta y abrirla dejando a Alice atrás que junto sus manos rezando en silencio que a su niña le fuera bien.
—Con permiso —dijo Yvie haciendo una reverencia nada mas entrar y cerrar la puerta detrás de ella— Saludo al emperador de Arbezela, El sol del Imperio, gracias por aceptar mi solicitud para esta reunión
El hombre miro a su hija aun parada frente a la puerta con la cabeza gacha sacándole una sonrisa leve al ver como su hija hizo cada protocolo sin algún error.
—Pasa Yvie, te estaba esperando
Yvie alzo la cabeza y se acerco mas al escritorio de su padre para pararse al frente de el hasta que su padre hizo el ademan con su mano para que ella se sentara en la silla que estaba a su lado a lo que la joven lo hizo sin dudarlo.
—Me sorprendió mucho que solicitaras una reunión si te soy honesto —dijo Jaider mirando fijamente a su hija—
—Se que mi actitud pudo ser algo sospechosa porque no soy de solicitar este tipo de privilegios, pero me temo que el tema que quiero tratar con usted es de suma importancia para mí, siento mucho si eso le ha causado algún inconveniente Padre —dijo con seriedad manteniendo la mirada fija en su padre, no bajando la cabeza para nada pero siempre teniendo presente el respeto—
—No hablaba de eso Yvie —le aseguro el Emperador extrañando a la joven— Tu no necesitas pedirme permiso para hablar conmigo, puedes venir a esta oficina cuando quieras, siempre te atenderé con todo el gusto del mundo
—«Ahora es asi...»
La joven princesa apretó su vestido con fuerza con una de sus manos enguantadas, pero mantuvo la compostura de su rostro al escuchar palabras tan amables y ver esa sonrisa recordando amargamente su infancia con el hombre que estaba delante de ella. ¿Cuántas veces no vino aquí de niña muy ilusionada cuando era niña junto a sus hermanos para mostrar distintos logros y fueron expulsados? ¿Cuántas veces no fueron rechazados por el Emperador y dejados de lado por Ariana en esas mismas ocasiones? ¿Cuántas veces no fueron ignorados por el...? Decidió no pensar mas en eso para no nublar su mente, no estaba aquí para eso.
—Muchas gracias Padre, aprecio mucho sus palabras y le prometo que lo tendré en cuenta la próxima vez —le aseguro bajando un poco la cabeza en señal de respeto, esto claramente era mentira, pero el no tenia que saberlo—
—Me alegra mucho oírlo hija mía —aseguro el hombre con una sonrisa complacida — Ahora dime, ¿Qué necesitas de este viejo Emperador?
—Padre, si no es mucho el atrevimiento me gustaría tener su permiso para poder viajar al Reino de Xek —al decir estas palabras vio como el rostro de su padre borro la sonrisa de su cara por lo que rápidamente siguió su monologo— Por supuesto que el imperio no tendrá que financiar este viaje, todo correría de mi propio tesoro que eh ahorrado con mi trabajo en la guerra y en el hospital y no seria un periodo muy largo
—¿Por qué quieres viajar a Xek? ¿Qué necesitas hacer haya? —pregunto el Emperador con seriedad mirándola fijamente, casi como si ya estuviera pensando decirle que no—
La segunda princesa se calmo lo mejor que pudo para ordenar sus ideas para poder convencer a su padre.
—Como usted bien sabe Padre, Xek esta pasando por una guerra muy importante en estos momentos y me gustaría poder ir para colaborar con ellos en este momento tan complicado —explico brevemente, vio como el rostro de su padre ahora estaba mas atento y menos arisco por lo que siguió— Usted sabe que parte de lo que fue mi proceso para graduarme como medico y obtener experiencia para la guerra que libramos contra el ejército de Orian fue por mi internado en Xek, me lleve mucho conocimiento y hasta diría que amistades muy valiosas de ese bello lugar y ahora que tengo mas fuerza y experiencia quiero devolverles el favor hasta donde llegue mi capacidad para que puedan pasar esta crisis lo mejor posible
El emperador se levantó de su asiento para caminar hacia el enorme ventanal que había a su espalda, parecía estar meditando sus palabras cuidadosamente evaluando los pros y contras Yvie sabia que su padre no era estúpido, al menos en los asuntos políticos y militares no lo era, estaba casi segura que llegaría a la conclusión de que su viaje traería no solo buenas relaciones políticas si no también haría quedar bien a la Familia Real, estaba contando con eso.
—Hm me parece muy noble tu pensamiento hija mía —dijo el Emperador girándose para verla con una sonrisa— De ser así y visto que has pensado en todo autorizare tu viaje, apuesto que el Rey Carlos aceptara tu ayuda visto de esta manera ¿Cuándo planeas partir?
—De ser posible partiré en menos de dos días —le aseguro la joven princesa parándose de su asiento para dar una reverencia a su padre—Muchas gracias por atender mi pedido su majestad, le estaré eternamente agradecida
—No tienes que agradecerme por algo así Yvie yo-!
¡Padre!
El grito seguido de estruendo de la puerta resonó en toda la habitación dejando a ambos congelados, aunque las reacciones después de la sorpresa fueron muy diferentes. Yvie no necesitaba tener ojos en la espalda para reconocer a la persona que entraba de esa forma tan estruendosa a una habitación y menos cuando vio como el rostro del emperador se ilumino con amor y felicidad por ver su hija favorita.
Yvie se giro para ver como el Emperador abrazaba a su hija que correspondía el gesto ignorando por completo su existencia, ya estaba acostumbrada a esto así que simplemente comenzó a ojear un libro cercano que su padre tenia en el escritorio con aburrimiento ignorando todo hasta que una oración la hizo alzar la cabeza del libro.
—Padre escuche que estabas aquí con mi hermana Yvie y quería unirme ¿No sería bonito pasar el día los tres juntos? ¡Algo así como un día de padre e hijas! —dijo Ariana con una sonrisa alegre y tono infantil—
—Perdona hermana, pero yo me tengo que retirar ahora mismo —dijo Yvie tomando la atención de ambos— Necesito retomar mis deberes ahora mismo y no dispongo del tiempo suficiente para tomar tal invitación, espero que sepan disculpar el tener que rechazar tan linda oferta
—No te preocupes Yvie lo entiendo, atiende tus deberes para que cuando te vayas no dejes anda pendiente y hazme saber si necesitas ayuda con lo que sea —dijo Jaider bastante compresivo—
—¿Vas a ir a algún lado hermanita? —pregunto Ariana curiosa— ¿A dónde va mi hermana, Padre?
—«Que no le diga...»
—Tu hermana partirá pronto a Xek para ayudar al Rey Carlos de Xek en la crisis que esta teniendo ahora mismo
—«Puta madre»
—¿A Xek? ¡Hace mucho tiempo que no voy haya! ¿Puedo ir yo también? Se que también puedo ser de ayuda para ayudar a mi linda hermanita, no quiero que le pase nada malo —dijo Ariana con una preocupación tan fingida que casi hizo vomitar a Yvie pero su padre no se dio cuenta—
—No, no puedes hermana —dijo Yvie con dureza poniéndose con la firmeza de un militar—
Ariana la miraba como si le acabara de salir una segunda cabeza en el cuerpo y no era para menos, en el pasado jamás hizo esto frente a su padre, pero por nada del mundo podía dejarla ir con ella ¡Solo sería un estorbo!
—Me temo que yo no voy de vacaciones o porque me hayan invitado, si voy haya es porque voy a ofrecer mis servicios como médico experimentado de guerra a nuestros aliados para ayudarlos a atravesar esta crisis y tú no cuentas con el conocimiento competente para ayudarme y si, sé que cuentas con una fuerza extraordinaria y usas la espada mejor que nadie pero lo que necesitan haya no es fuerza bruta para causar más heridos si no atenciones médicas para evitar más bajas además, tu no cuentas con la experiencia en campos militares mientras que yo si —explico Yvie contundentemente viendo como Ariana la miraba con demasiado desconcierto, parecía no creer lo que estaba pasando y sabía que eso era una ventaja muy fuerte porque así no podria argumentar contra ella para convencer al Emperador—
—Me temo que tu hermana tiene razón mi estrellita —dijo el Emperador mirando a su hija mayor, la cara que tenia Ariana ahora mismo le recordaba a un pez muerto por como abría la boca— Seria una tarea muy dura y no contarías con la protección necesaria, pero estoy seguro que cuando todo sea mas seguro podrás ir sin problemas ¿no es así Yvie?
—Por supuesto que sí, cuando todo sea más seguro y no corras algún peligro estoy segura que podrás disfrutar mas el viaje —le aseguro Yvie con una sonrisa amable— Es más, estaré encantada de enseñarte sitios maravillosos de Xek que estoy segura que no has tenido la oportunidad de ver cuando llegue el momento
La segunda princesa vio como su hermana apretaba su vestido con ira mientras que su padre seguía hablando sobre como seria una gran experiencia y que pasado el tiempo podría ir a Xek sin problemas y demás cosas que ella no quiso seguir escuchando ya que por ahora esto bastaría, no quería ir a Xek con ella porque no seria mas que un estorbo para las cosas que tenia pensada y ahora que tenia al Emperador de su lado sobre el asunto Ariana no se atrevería a hacer de las suyas y desobedecerlo.
Por ahora se daba por satisfecha, solo quedaba terminar los detalles finales de su viaje, dejar todo en orden y prepararse para lo que seria una etapa muy dura pero que valdría la pena.
[...]
Caluroso y seco, justo y tal como recordaba al reino de Xek que no había cambiado para nada desde que vino la ultima vez y eso de cierta forma tranquilizo a la segunda princesa de Arbezela que iba ahora mismo a caballo mirando todo. No había querido llegar en una gran comitiva o con mucha escolta porque no lo vio necesario, si pasaba de forma discreta no habría peligro alguno así que solo se dedico a mirar todo el lugar hasta que llego al enorme palacio, le gustaba mucho el diseño que tenía, tan diferente a los palacios ostentosos de Arbezela, era como un soplo aire fresco.
—«Extrañaba este lugar»—pensó con una sonrisa bajando su capucha para ver todo de mejor manera—
Cuando llego a la entrada del palacio fue recibida por un pequeño grupo de guardias reales que la comenzaron a guiar por el enorme palacio hasta que llegaron a la sala del trono de Xek que tenia al Rey Carlos sentando en él, su hijo mayor parado a su lado derecho seguido de la princesa Tetra mientras que el lado izquierdo permanecía vacío.
—Princesa Yvie, bienvenida nuevamente —dijo el viejo Rey con una sonrisa alegre parándose de su trono—
—Saludo al venerable Rey Carlos de Xek, muchas gracias por tomarse el tiempo de recibirme con esta cálida bienvenida —dijo Yvie haciendo una reverencia propia de la cultura de Xek —
Desde que estuvo aquí años atrás se tomo el tiempo de leer y aprender lo mas que pudo sobre las costumbres de Xek para no faltarle el respeto a nadie y eso incluía el protocolo de la nobleza de ese país.
—Y no seria para menos Princesa, después de todo usted vino hasta aquí para ayudarnos en la crisis que estamos pasando de forma desinteresada, sin duda el Emperador Jaider la ha criado con mucha bondad en su corazón —dijo el Rey visiblemente complacido —
Yvie contuvo una mueca ante esto ultimo y solo mantuvo su expresión seria y postura respetuosa ante los gobernantes de Xek.
—Princesa Yvie —la voz de la princesa Tetra tomo su atención— Ha madurado mucho desde la ultima vez que la vi, se ha vuelto más hermosa
—«¡AAAAAAAAAAAAAAH ME HABLO, ELLA ME HABLO Y ME HALAGO!» —la princesa contuvo su expresión de felicidad lo mejor que pudo, como admiraba a esta mujer—Muchas gracias Princesa Tetra pero mi belleza palidece ante su sola presencia
La futura Reina de Xek amplio su sonrisa ante las palabras de la joven princesa que estaba hablando con el Rey sobre el breve descanso que tomaría antes de ponerse de una vez en los deberes que se le asignarían en su estadía. Miro el rostro de la joven y confirmo lo que había pensando, la pequeña aspirante a medico había madurado mucho desde la ultima vez que la vio, ahora se veía con una postura mas firme, dura y definida que no bajaba la cabeza al conocer su valor y eso la hizo sentirse ligeramente orgullosa de ella por lo que solo se giró para ver al príncipe Akelade que parecía muy aburrido con todo el protocolo de recibimiento de la princesa Yvie.
—Príncipe Akelade, lleve a la princesa Yvie a sus aposentos —dijo el Rey tomando la atención de su hijo y de la princesa Tetra que casi se rio al ver la expresión breve de espanto del hombre— Hablaremos de todo lo que respecta a sus funciones aquí mas tarde, por ahora descanse
—Sigame por favor princesa —dijo el príncipe Akelade caminando hacia la princesa—
Yvie se despidió brevemente del Rey Carlos y la princesa Tetra antes de comenzar a seguir al primer príncipe que solo iba por delante de ella sin dirigirle la palabra, esto no le extraño para nada y hasta le dio algo de gracia la actitud del futuro monarca.
—Espero que sepa disculparnos Princesa Yvie —la voz del hombre la hizo despertar de sus pensamientos— No pudimos preparar un banquete de bienvenida para su llegada debido a la situación actual de reino, espero que entienda que ahora mismo no contamos con el tiempo para un recibimiento ostentoso
Yvie no pudo evitar un leve tono de altanería en el príncipe cuando dijo estas palabras, como si le estuviera diciendo que ella no era lo suficientemente importante para recibir algo que francamente no le importaba. Podía imaginar de donde venia este comportamiento "hostil" del príncipe hacia ella ya que en su tiempo aquí no tuvieron el trato mas cordial y sumado a que ella no encajaba para nada en el tipo "ideal" del príncipe, ósea una persona con la apariencia de su hermana que a su vez era una hija legitima mientras que ella era una bastarda.
—No se preocupe Príncipe Arkelade, créame que aprecio más las palabras sinceras y el recibimiento de su majestad el Rey y de la princesa Tetra que un recibimiento ostentoso que el reino no puede manejar ahora mismo —miro al príncipe fijamente que solo seguía caminando delante de ella sin voltear a mirarla— Soy solidaria con el reino que me ofreció tanto y espero que con mi labor aquí pueda devolver un poco de todo el aprendizaje y experiencia que obtuve aquí, créame que para mi no hay mejor hospitalidad que esa, la oportunidad
No se dijo nada mas en el camino, pero Yvie se rio un poco al ver que como el puño del príncipe temblaba, de seguro estaba indignado o algo así pero no le dio importancia. El príncipe la dejo en su habitación sin siquiera despedirse cosa que la alivio mucho y se tiro en su cama quitándose la capa que la protegía del polvo y la arena para mirar el techo. Se daría un baño y se arreglaría un poco antes de comenzar sus deberes porque ahora que había llegado a Xek tendrías muchas cosas que hacer.
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