GHOST ▪︎ [YiZhan]

By Teddy_bear04

21.2K 4.1K 575

Haber nacido con una habilidad espiritual, no era la cosa más bonita del mundo. Era una tortura y un fastidio... More

00
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
Final

28

621 127 26
By Teddy_bear04

Miraba confundido el lugar donde se encontraba parado, no había ido a ese lugar en años.
El lago, el verde cesped, las flores, los cálidos colores del cielo, la hermosa puesta de sol, el aire fresco y el silencio tan pacífico.
Al voltear, la casa en perfecto estado llamaba la atención. Su casa, la casa de vacaciones en el campo, el lugar donde vivió tanto momentos felices con su familia, el lugar por el que con su hermano esperaba ansiosamente las vacaciones para ir.

Estaba de vuelta en ese lugar.

Escuchó risas escándalosas, vio la puerta principal abrirse, y sus ojos se llenaron de lágrimas.

— ¡¿Yibo, te quedarás todo el día allí parado?!

Su madre, ella estaba allí. Se veía tan hermosa como siempre se había visto.

— ¡Yibo!

Con lágrimas en sus ojos se acercó mientras sus labios se curveaban en una sonrisa. Al llegar, lo primero que hizo fue abrazarla con fuerza.

Mamá — llamó en un hilo de voz.

— ¡Aiyo! — expresó la mayor mientras reía. — ¿Por qué haz llorando tanto ah?

Los extraño mucho — susurró.

— ¡Mamá, papá dice que-... ¡YIBO-GE!

Yibo al escuchar esa voz se separó volteándose rápidamente. HaoWei se acercaba a él corriendo, y cuando estuvo lo suficientemente cerca se lanzó encima abrazándose a él con brazos y piernas.

— ¡¿Qué haces aquí Ge?!

No respondió, y al igual que con su madre, lo abrazó con fuerza aferrándose a él para nunca soltarlo.

Hao... Lo siento tanto...

— Ge, no sé por qué te disculpas.

— Debí haberte cuidado mejor — dijo seperándose.

Su hermano se soltó alejándose un poco, y fue cuando vio a su padre acercarse. Con una brillante sonrisa lo abrazó.

— Haz crecido bastante mi muchacho...

Papá...

Fue lo que pudo susurrar antes de romper en llanto, sollozaba aferrándose a la camisa blanca de su padre mientras escondía su rostro en el cuello ajeno. Pero escuchó risas, la de toda su familia, luego sintió como su madre y hermano se unían al abrazó.

— ¿Por qué lloras hijo?

Me dejaron solo — reclamó En un murmullo.

— ¿Solo? Cariño nosotros no te hemos dejado solo.

— Gege, nosotros siempre estamos contigo.

Yibo se separó un poco sorbiendo su nariz, siendo sus lágrimas apartadas por las delicadas manos de su madre. El toque se sentía tan cálido sobre su fría piel.

— Hijo, nosotros estamos contigo, aquí - dijo señalando su pecho. — En este lugar nosotros no sufrimos, somos muy felices, así que no tienes porqué llorar por nuestra partida, estamos bien, estamos felices y te cuidaremos a dónde quiera que vayas.

— Hasta el momento en el que nos encontremos de nuevo Gege.

— Mientras tanto, vive felizmente y en calma cariño. No importa lo que suceda, sabes que siempre puedes encontrarnos si miras al cielo.

Yibo vio como su familia miraba hacia atrás, por lo que decidió mirar también, pero no vio nada.

— Tenemos que irnos — habló su madre.

— Quiero ir con ustedes — dijo con decisión, pero sus padres y hermano menor rieron.

— No puedes acompañarnos hijo. Aún tienes cosas que hacer, y tienes a alguien esperando por ti, no creo que quieras dejarlo solo - habló su padre mirándolo con una sonrisa.

— Pero yo-

— Yibo, aún te queda un largo camino por recorrer, tantas cosas por hacer. Aún no es tu tiempo cielo.

Ella tomó su mano, y Yibo solo optó por aferrarse a ella.
Nuevamente los tres volvieron a mirar hacia atrás.

— Nos están llamando, te amamos Yibo, nunca lo olvides.

También los amo.

Con eso último, sus padres dieron media vuelta para comenzar a alejarse.

— Gege — llamó le menor y Yibo bajó su mirada. — ¿Puedes decirle a Kenji que lo quiero y que... Que deseo que sea muy feliz y que viva sin rencor? Por favor Gege-

— ¡HaoWei!

— ¡Ya voy! Nos vemos Ge, te quiero mucho. ¡Y allá cuida a Kenji por mí!

Yibo no pudo decir nada, solo ver cómo su familia se alejaba caminando hacia el interior del bosque.

A la mañana siguiente despertó cona gran sensación de calma, solo se mantenía mirando el techo recordando lo que había soñado.

¿En realidad había sido un sueño o en realidad su familia lo visitó mientras dormía?
Pero cualquiera de las dos que haya sucedido, lo hizo sentir tranquilo. De paso había tenido un muy buen descanso, uno el cual no tenía desde hace mucho tiempo.

Se levantó de su cama y levantó su almohada, allí estaba su anillo y la roca. Una pequeña sonrisa adornó su rostro.

Se dirigió hacia el hospital con una tranquilidad un tanto extraña, porque, correcto, se sentía bien, pero... ¿En realidad estaba bien que se sintiera así? ¿No iba a sucederle algo malo o recibiría una llamada que no fuera algo que esperaba, verdad?

Con aquellas preguntas, y más, invadiendo sus pensamientos, llegó a la habitación donde Zhan se encontraba con su abuelo.
Tocó, y a los poco segundos la puerta fue abierta, Zhan estaba parado frente a él con una calidad sonrisa.

— ¡Buenos días! — saludó el pelinegro con un muy, y notable buen ánimo.

— Buenos días — respondió Yibo.

Y como si no fuera suficiente el sonreírle, puesto que no lo era; acercó su mano a la parte trasera de la cabeza del menor y acercó sus labios a la frente ajena para dejar un suave y pequeño besos de buenos días.

Está mi abuelo — susurró Zhan con evidente vergüenza, alejándose un poco.

Yibo rió bajo pasando su mirada al mayor quien los miraba con una sonrisa.

— ¡¿De que te avergüenzas?! ¡Yo solo estoy esperando a que Yibo me diga que se quiere casar contigo!

— ¡Abuelo! — llamó Zhan mirándolo con sorpresa, y nuevamente, vergüenza, demasiada.

El señor Xiao hizo chasquido volteando su ojo.

— Te dije que solo deseaba que tuvieras alguien a que te cuide. ¿Importa si ese alguien es Yibo? No importa.

— ¡Buenos días señor Xiao! — saludó el castaño con una sonrisa acercándose al mayor. — ¿Cómo está?

— Bien, bien. Aún sigo deseando buena comida — dijo bajando su mirada.

— Es lo que los doctores dijeron que debías comer de ahora en adelante.

El mayor chistó ante lo dicho por Zhan, y Yibo solo rió.

— Es por su salud.

Zhan suspiró negando cuando vio hacer malara cara a su abuelo.

— ¿Vas a trabajar?

— Sí, hoy tengo mucho trabajo y cosas pendientes — respondió ante la pregunta del señor Xiao.

— Por cierto, hoy tiene una cita co-

— Con el psicólogo. Lo sé, luego del trabajo iré. Solo vine a saludar y, a traerte el desayuno — dijo entregándole una bolsa de papel.

— Gracias — habló Zhan tomándola.

— Volveré en la tarde y- ah cierto — expresó comenzando a buscar algo en el bolsillo de su pantalón.

— Gracias por esto — extendió la piedra hacia el abuelo. — Después de todo, sí lo necesitaba.

— No te preocupes.

Zhan vio a su abuelo sonreír, a Yibo entregando la piedra y una de sus cejas se elevó.

Luego de un "Nos vemos" y un nuevo beso en la frente, Yibo se fue, y toda la atención de Zhan cayó en su abuelo.

— ¿Qué hacía Yibo con mi piedrita? — preguntó extrañado, aunque sabía que fue obra de su abuelo.

— Sobre lo que me contaste de su familia, quise ayudar. Después de todo, todos merecemos un poco de tranquilidad y no una tormenta eterna. Se veía cansado y pensé que sería bueno dejar que use tu piedra para que pueda descansar con un poco más de calma... Tú mismo lo viste, se veía mejor que ayer.

"Es cierto... Se veía mejor que ayer" pensó Zhan.

— Pero aún así, debiste decirme. Estuve buscándola y pensé que la había perdido. Y también debiste decirle para qué era porque conociéndote, esto casi cien por cierto seguro que no lo hiciste y los dejaste con la duda de para que servía.

— Pero viste lo animado que estaba — justificó el hombre haciendo que Zhan negara con una sonrisa.




Los días comenzaron a transcurrir, y por un momento el tema de quién era el asesino de HaoWei había quedado algo olvidado por parte de Yibo, ya no se sentía tan desesperado, empezaba a sentirse más calmado, dormía mejor, su ánimo de igual manera fue mejorando al punto de sonreír al llegar a su empresa, algo que no era una costumbre de ver para los empleados.

Pero prontamente el caso volvió a ponerse de primera prioridad en la vida del castaño gracias a una llamada.

"Tenemos toda la información y permisos para atrapar al asesino de tu hermano"

Fue lo que el detective comunicó.

Y nuevamente sintiendo como esa ira infinita volvía a recorrer su ser, se obligó a no ser débil en ese momento. Iba a poner la frente en alto, su semblante más serio y lo encararía.

El teléfono del castaño sonó despertando lo de su pequeño trance, al mirar el identificador de llamada su labio superior se levantó ligeramente con desagrado, y contestando.

— ¿Hola?

Hey, ya estoy llegando.

— Mhn. Estoy en la mesa de al fondo. Aquí te espero — respondió finalizando la llamada.

Miró la pantalla de su teléfono, suspiró y apartó la mirada dejándolo sobre la mesa.

Luego de algunos minutos, su atención se centró en la taza de café que estaba frente a él.

¿Por qué diablos demora tanto? — se preguntó en un susurró poco audible para los demás.

— ¡Yibo!

Volteó su cabeza en dirección a la voz que había escuchado, fue cuando pudo ver a MingTao acercándose.

— Lamento la demora, no encontraba lugar donde estacionarme — informó sentándose frente al castaño.

— Estaba a punto de irme... Ordena lo que quieras, yo invito.

— ¡De acuerdo! — expresó con una sonrisa. — Por cierto. ¿De qué querías hablar conmigo? — preguntó mientras revisaba la carta del café.

— Mmm, de hecho no es nada importante... Solo quería hablar contigo, como amigos. Eres mi amigo más confiable y... — Yibo suspiró y disimuladamente vio como el rubio desviaba un poco su mirada. - Creo que necesitaba hablar contigo.

MingTao sonrió mirándolo a los ojos.

— Entonces escucho — dijo dejando la carta a un lado.

— Gracias.

— ¿Gracias por qué?

— Por ser mi amigo. Fuiste el único que quiso ayudarme con el caso de mi hermano. Gracias por hacer tu mejor esfuerzo con el caso... Y te doy las gracias por lo que hiciste, al final te convertiste en mi amigo más confiable y solo quise agradecerte. Así que ordena todo lo que desees y si necesitas algo, no dudes en pedírmelo.

MingTao rió.

— Me estás diciendo que puedo pedirte lo que sea, no vayas a arrepentirte luego — señaló.

— No me arrepentiré — sonrió.

— ¡Está bien!... ¿Qué debería ordenar?

Yibo solo se quedó en silencio mirando a su "amigo" decidirse por qué ordenar.

— Yibo-ge.

MingTao y Yibo voltearon a mirar al mismo tiempo.

— Kenji — saludó con una sonrisa al menor. — ¿Qué haces aquí? Aparte de lo obvio — comentó en medio de una sonrisa.

— Estaba de paso y se me antojo comer algo dulce, entonces entré y lo ví.

— Ooh. Por cierto, Kenji el mi amigo Hao MingTao. Tao, él es Kenji, es alguien que conocí hace un tiempo.

— ¡Mucho gusto! — hablaron al unísono.

— ¿Quieres sentarte con nosotros?

— ¿No es molestia?

— ¡Claro que no! Vamos, siéntate con nosotros — dijo MingTao con una cálida sonrisa.


Luego de un rato, los tres se encontraban comiendo en silencio. Hasta que Yibo lo rompió.

— Kenji. ¿Ya encontraste a tu amigo? — preguntó y el menor negó.

— No. Nadie lo conoce, parece como si se hubiera esfumado de la faz de la tierra.

— Tal vez se cambió de identidad — comentó Yibo haciendo que Kenji riera.

— Puede ser, pero ya intenté de todo y no lo encuentro. Tenía la esperanza de que él nos acompañara en el aniversario de Hao.

Yibo volvió a mirar disimuladamente a MingTao, este miraba de reojo a Kenji para luego volver a su plato.

— Incluso fui a preguntarle al imbécil de Daniel y me dijo ni siquiera sabía quién era Minqi, cuando incluso habló con él un par de veces.

— ¿Minqi? — preguntó MingTao llamando la atención de Kenji y Yibo.

— Ku Minqi era un superior en nuestra escuela, formaba parte del equipo de basquetbol al igual que Hao. Quería invitarlo ya que Hao me decía que Minqi era muy amable con él siempre. Pero hasta la fecha y puedo localizarlo.

— Oh, ya veo.

— De hecho. Si te miro muy detenidamente, incluso te pareces un poco a como lo recuerdo — dijo acercándose para luego negar. — Pero tu nariz es un poco más fina, tus cejas son más rectas y tus labios son un más delgados, aparte de que eres rubio y muy atractivo.

— Tal vez y también se tiñó el cabello, aunque tal vez no de rubio sino de otro color, quizás castaño, rojo. Quién sabe — comentó Yibo con una sonrisa.

— Quería darle una sorpresa cuando lo viera, pero tendré que olvidarme de ello. ¿No lo crees? — preguntó Kenji dirigiéndose al rubio.

— Mhn. Tal vez se fue del país o algo parecido.

— ¿Tao, quieres acompañarnos al aniversario de mi hermano?

— Tengo que trabajar todo el día ese día, lo siento — informó un poco más serio.

— Pero cambiando de tema. ¿MingTao, puedo preguntar algo?

— Claro.

— ¿Porque siempre ves documentales de asesinos seriales?

— Soy policía Yibo. Ver ese tipo de cosas me ayuda mucho — respondió continuando con su comida.

— Pero... ¿Por qué siempre te ríes y dices que si lo hubieras hecho tú habrías sido más inteligente?

— Es una manera de pensar mejor al tratar de resolver casos hombre.

— Oh. Ya veo.

Kiss me once, them Kiss me twice, them Kiss me once again. It's been a long, long time...

Canto Kenji en un susurro lo suficientemente audible como para que Yibo y MingTao lo escucharan.

— Si me dijeran que hoy sería mi último día de vida, escucharía esa canción — comentó Yibo. — Es hermosa. ¿No crees? — esa pregunta fue dirigida al rubio, quien se quedó en silencio con sus ojos levemente abiertos, pero con una ligera expresión de enojo, y seriedad.

— ¿Yibo... Cómo sabías que veo ese tipo de documentales?





Continue Reading

You'll Also Like

421K 42.8K 109
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
74.8K 11.4K 29
Wang Yibo es un detective de 25 años y lo acaban de asignar al caso del "asesino de la orquídea". Siempre ha sido un chico serio que se compromete a...
53K 7.3K 19
Wonho era un hombre desconocido que desayunaba todos los días en la misma cafetería que Hyungwon. "Nunca me han regalado nada para el día de San Vale...
120K 12.6K 107
"¿Por qué 'Nosotros'? Porque es lo único que queda cuando hacemos a un lado la fama, las multitudes, las competencias, programas y presentaciones. S...