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Zhan miraba horrorizado la escena mientras intentaba mantener la cordura y ser el ancla a tierra de Yibo en ese momento, pero, el hombre no paraba de temblar, sus a manos sangraban debido a los cortes de haber roto el vidrio de la ventana, gritaba, lloraba, murmuraba cosas entre dientes manteniendo su cabeza escondida entre sus manos.

— ¡Yibo! ¡Yibo mírame por favor! — pedía sacudiéndolo del hombro para que lo mirase, pero el castaño simplemente no se dejaba y rehusaba a voltear.

No cambiaba de posición y solo se encontraba recostado en su auto mientras lloraba y su cuerpo temblaba al igual que su voz.

— ¡Mírame! — ordenó volteándolo de una vez por todas.

Su rostro era un completo desastre, bañado de lágrimas y habían algunas manchas de sangre. En ese instante, no supo de dónde sacó tanto valor para no derrumbarse al ver al castaño de esa manera.
Sus manos tomaron el rostro de Yibo haciendo que sus miradas conecten.

No te hagas daño — pidió en un susurro sintiendo como su voz comenzaba a quebrarse.

Y, esa frase fue suficiente para que Yibo, sin pensarlo un solo segundo, abrazara a Zhan con desespero, como si en cualquier momento se iría, como si en cualquier momento desaparecería de su lado.
Zhan correspondió al abrazo y cerró sus ojos dejándose llevar.

Tranquilo, estoy aquí contigo... Estoy aquí Yibo... Estoy aquí — habló en susurros mientras sus manos acariciaban el cabellos y espalda del mayor.

Pero aquellas frases solo hicieron que Yibo se aferrara más al secretario. Hundió su rostro en el cuello de Zhan apegándose un poco más a su cuerpo, necesitaba sentirlo cerca, incluso más cerca aún.
Y por otro lado, Zhan intentaba que Yibo se tranquilizara lo suficientemente como para hacerle saber que debían ir al hospital.

El mató a mi hermano — murmuró Yibo contra el cuello del pelinegro, lo que hizo que a este se le erizara la piel.

El maldito de MingTao mató a mi hermano — habló con un poco más de fuerza, algo que Zhan logró escuchar perfectamente.

— Yibo... Prime-primero debemos ir al hospital — Yibo negó separándose del abrazo.

Zhan tomó sus manos suspirando.

— Tus manos, debemos ir al hospital...  Por favor confía en mí... ¿Puedes confiar en mí?

Yibo lo miró atentamente, sus ojos brillaban y sus labios se separaron un poco para dejar salir un ligero suspiro.

¿Debía? ¿Podía confiar en alguien más luego de todo lo que estaba sucediendo?

El castaño lentamente fue alejando su manos de las de Zhan. Haciendo que el pelinegro abriera sus ojos un poco.

¿Por qué alejaba sus manos? 

— Yibo...

— Yo... N-no me siento bien.

El castaño pasó por un lado de Zhan chocando sus hombros de paso, se dirigía de nuevo al interior del edificio y sus pasos cortos y torpes, se convirtieron en largos y rápidos.

Zhan suspiró colocando sus manos en su cadera y mirando al detective y Kenji.

— Debería llevarlo al hospital.

— Y... Con un psicólogo — habló Kenji con algo de preocupación en su tono.

— Tenía una cita hoy en un par de horas pero... Debo ir a verlo ahora.

— Vaya. Yo me encargaré de todo — dijo el detective.

Zhan asintió caminando de nuevo hacia el interior del edificio, y lo primero que pasó en cuanto los demás lo vieron fue recibir el bombardeo de preguntas.

GHOST ▪︎ [YiZhan] Where stories live. Discover now