nómada

By ninsafo

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Alba lleva una vida tranquila y estable, un trabajo, un hijo y una hija. Natalia nunca está demasiado tiempo... More

1. criminal.
2. pizza y Sherlock.
3. acento ruso.
4. (in)paciecia.
5. dos realidades.
6. llamame intensa.
7. el chubasquero fugitivo.
8. un piti o un polvo.
9. conflictos mañaneros.
10. control.
11. el pianista.
12. Shrek (p. 1)
13. Shrek (p.2)
14. el corazón delator
15. altibajos domingueros.
16. cicatrices.
17. polvo en el ambiente.
18. Un camino.
19. vestidos de tul.
20. una cita.
21. aquí y ahora.
22. carrera inversa.
23. siete de enero.
24. Plan B.
25. la sopa de ama.
26. frío diciembre.
27. condensación.
28. el baile de las hadas.
29. el regalo.
30. sitios.
31. Blaya Noel.
32. ¿me aconpañas a fumar?
33. cumpleaños³
35. madres

34. treinta y dos peliculas y media

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By ninsafo

La habían atrapado con las manos en la masa, literalmente.

- ¿quien es?- dijo del otro lado de la puerta, antes observar por la mirilla y ver a su novia, con la sonrisa cansada por volver del trabajo.

- ah, pasa.- dijo dando un par de pasos hacia atrás y observándose a sí misma, su pelo despeinado, la camiseta manchada y el delantal floreado repleto de harina. No esperaba que viniese hoy, pues se suponía que se iría directo a casa desde el trabajo para ducharse e irse con Blaya, pues era su último día en Madrid.

Por qué llamas a la puerta si tienes llaves- rió la rubia.

- pues por que es tu casa, a lo mejor quieres engañarme con otra o algo así, necesitas privacidad.

- eres más tonta...

- estas guapísima- le dijo la más alta con una sonrisa sincera.- alba soltó una risa nasal y negó con la cabeza.

- ¿no tenías que ir con Blaya?

- sí, vine a verte. Aunque sea cinco minutos.

Enseguida sintió su mano colándose por detrás de su cintura y pegándola a ella.

- Nat... que te voy a ensuciar.- movió los labios casi sobre los de la otra.

- da igual, es por una buena causa.- dijo cortando la tensión entre sus labios con un beso.- ¿galletas?

- mhm, ¿te guardo un par?

- solo una, es que no me fascinan, pero me recuerdan...

- ¿a tu hermana?

Natalia sonrió.

- te lo había dicho.

- ¿cuando vas a verle?- dijo volviendo a la pastosa masa de las galletas- ay, ¿me echas harina, baby?

- pues, no sé... tengo que hacerme un tiempo...

- oye, si quieres invitarla o a tus padres... se pueden quedar aquí, que yo no tengo problema.

- ¿y los niños?

- ¿que tienen?

- no, que donde están...

- ah, están arriba, no te han escuchado creo. ¿Las dejas en el horno mientras me lavo las manos?- dijo aproximándose al lavaplatos y dejando lugar para que la morena tome la fuente cin galletas crudas.

- claro... Blaya quiere daros un regalo, dice que para que tengáis un recuerdo.

- oye pero no se va apara siempre.

La más alta se encogió de hombros.

- es así de dramas, ya verás cuando se despida.

- ¿entonces mañana os pasáis por aquí?- volvió a acercarse a la morena, pasando sus manos por detrás de su cuello y erizándole la piel a la más alta, por el frío de sus manos recién lavadas.

- sí, seguro que sí. Si quieres puedes venir.- sacudió los hombros de forma automática por la sensación las yemas de los dedos de la rubia acariciando suavemente la piel de los costados de su cuello.- ay, que me da cosa- rieron.

- ¿NATI?- Olivia gritó desde la escalera, aún sin poder verla, le había reconocido la voz. La chicas se separaron rápidamente.

- ey, ¿a donde estabas tú?- dijo la más alta al ver a la niña cruzar la puerta de la cocina.

- arriba. ¿también has hecho galletas? Te has llenado e harina.

- ¿qué? Ah, sí. Me he echado harina sin querer- la rubia soltó una risilla mientras se secaba las manos.

- ¡ANDYYYY, ESTÁ NATI AQUÍ!

- VOOOY.

Natalia sonrió mirando como el niño bajaba rápido las escaleras mientras repetía su nombre en bucle. Nada quedaba del niño tímido que no quería ni mirarla, y nada quedaba de aquella Natalia que evitaba verlos a toda costa.
Alba sonrió viendo a Natalia abrir los brazos para recibir los del pequeño.

- mira, te muestro algo que me ha salido con la guitarra. No te muevas.- dijo volviendo a subir por las escaleras seguido por su hermana que también tenía algo para mostrar y no quería quedarse atrás.

...

- ...y no os olvides de hacerle travesuras a Nati y de echarme de menos ¿vale?- pidió Blaya con el mismo tono divertido y enérgico con el que le hablaba siempre a los más pequeños.

- vale.- dijeron los pequeños, recibiendo el abrazo y más bien enfocados en saber qué había dentro de la bolsa.

- ah, y hacedle caso a su mami con los chuches.- señaló la bolsa. Misterio resuelto.- Nada tiene lactosa- dijo a Alba.

Se despidió también de Miguel-Ángel pues habían decidido que los niños se quedarían con él mientras Alba acompañaba a Natalia y a Blaya, pues la furgo no tenía más asientos que los de adelante.

El camino hacia la estación de trenes fue alegre. Cantando las canciones de la radio y riéndose de las ocurrencias de Blaya y Natalia juntas. Alba solo esperaba que esa parte de Natalia no partiera junto con su amiga, porque la sentía genuina y libre. Quería pensar que su novia la consideraba un lugar lo suficientemente seguro como para que se dejase ser poco seria de vez en cuando...

Tras unos minutos alba notó que tal vez se metió de lleno en sus pensamientos, pues Natalia le tomó el mentón suavemente para que se girarse a verla y alzó las cejas.

Alba negó sonriendo y haciéndole saber que no era nada y dejó un beso corto en su mejilla para confirmarse.

- oye, oye. Que sigo aquí, eh. Que puedo ir conduciendo y veros a la vez- dijo la otra chica.

Llegaron justo a tiempo, casi que sobre la hora.

Blaya miró a ambas como si fuesen sus madres o sus hijas y dio el primer abrazo a Alba.

- oye... gracias por haber aparecido en su vida ¿sí?- dijo bajito y sin dejar de abrazarla.- eres buena.

Natalia la veía con una sonrisa que rozaba lo burlón.

- ¡y tú te portas bien! Quédate quieta que no quiero enterarme de que te has roto algo de nuevo... que tía...- y luego procedió a darle el abrazo más fuerte y movedizo que pudo, con ruido de estrujamiento y todo.- me la cuidas- dijo a Alba.- y tú, me la cuidas a ella.- ahira a Natalia.- cuidaros y contestadme los WhatsApps cabronas... que sois iguales. No voy a llorar.- dijo llorando y alejándose con su maleta con rueditas.

- puedes venir cuando quieras- le recordó Alba.

Esperaron a dejar de verla y se apresuraron a subir a la furgo escapando del frío.

- ¿que te parece si pasamos por el súper? ¿Tú necesitas algo...?

Natalia parecía no escucharla.

- Nat...

- dime.- dijo mirando a la nada y con cara de póker

La rubia sonrió y extendió el brazo.

- ven aquí, anda.

Tiró de ella hasta conseguir rodearla con sus brazos, al principio simplemente se dejó hacer y sonrió, luego no tanto.

- jo... es que sí la voy a echar de menos.- abrió camino entre los brazos de la rubia para abrazarla también.

Alba dejó besos chiquitos en su cabeza.

- ¿vienes a dormir a casa?

La morena asintió con la cabeza.

- oye... ¿quieres que vayamos al súper a comprar algo para comer?- preguntó despegando la cabeza de su pecho.

Alba dejó salir su risa contagiosa.

- ¿qué?- dijo sin entender qué pasaba pero riéndose igual.

- nada, venga. Vamos al súper

...

- SABÍA QUE ERA MALO, TÍO- la morena adelanto el torso apoyando los codos en las piernas para estar más cerca de la pantalla.

- ¿Como lo has sabido?- preguntó el pequeño Ander, muy asombrado por la capacidad de deducción de Natalia que rápidamente comprendió las verdaderas intenciones de aquél oso de peluche.

- no lo sé. Me ha dado las vibes.

- ¿el qué?

- que lo he intuido.

-Ah… ¿como cuando adivinas que va a llover?

- bueno, eso es porque me duele la espalda, pero más o menos- Alba intentaba aguantar la risa para no cortar el momento mientras Olivia no se enteraba de Nada, entre la película que estaba en su punto de máxima tensión y las palomitas, que estaban buenísimas...

Rápidamente volvieron, al igual que la niña a prestar toda su atención en la pantalla, pero una llamada que no esperaba distrajo a Alba que prefirió contestar desde la cocina.

Natalia repartió su atención en dos al ver que la rubia no volvía, y pasado un tiempo prudente fue a ver si algo iba mal con la excusa de traer más palomitas con mantequilla.

Alba seguía al teléfono, asintiendo y utilizando la voz que le sale cuando habla con gente desconocida en un ambiente formal.
Parecía estar a punto de terminar así que esperó en la puerta y en cuento Alba dejó el móvil sobre la mesa se aventuró a cruzar la puerta.

- ¿está tod...?

- era una editorial.- casi no podía pronunciar bien las palabras por lo mucho que sonreía.- les ha gustado el manuscrito que les envié y quieren reunirse conmigo la próxima semana.

- alba...- se miraron por unos segundos en silencio, sin salir de su asombro, tomadas de la mano  y como a punto de comenzar a dar saltitos cuál adolescentes emocionadas, pero sin hacerlo.

- no puede ser, susurró llevándose las manos a la cabeza. Dándose cuenta de que esto podría ser la puerta a algo que había soñado por años.

- claro que puede ser- le limpió la lagrimilla de felicidad. Sabía que pasaría.

- ¿que... qué hago?

- pues disfrutar y esperar a la próxima semana.- Le aconsejó, tomandole ambas manso y acariciando las mismas con sus pulgares.

- ¿Llamo a mis padres?

- ¿quieres?

- no sé... y si al final no les gusta o no termina...

- Lo hará, Albi. Eres buena. Has vendido todas las copias sin una gota de publicidad. Es que estoy segurísima.- se lo decía tan segura e ilusionada que hasta se lo creía. Igual que cuando sostuvo su mano mientras ella enviaba dicho manuscrito, e igual que el día que Alba le preguntó si sería buena idea enviarlo, tras leérselo.

Suspiró mordiéndose el labio y mirando a su novia desde abajo.

- ¿qué?- preguntó la más alta alzando las cejas con una sonrisa.

La rubia respondió poniéndose se puntitas y dejando muchos besos cortos sintiendo sobre sus labios, los de la morena arquear en una sonrisa.

- OIGAAAAAN.- una vocecilla lejana las separó de inmediato.- OS VAIS A PERDER EL FINAL.

- el deber llama.

Volvieron al sofá. Y durante el resto de la película, no hubo nada que pudiera borrar la sonrisa de la rubia, ni la triste historia de aquel bebé de juguete, ni la escena de aquel grupo aceptando una muerte inminente, ni siquiera el agridulce final que siempre le quitaba una lágrima.
Tuvo que esforzarse para conectar con la tristeza de la morena, que veía esta película por primera vez y no parecía estar de acuerdo con el final.

...

- no puedo creer que no se hayan quedado con Andy, ¿como Andy los dejó así como así...?- reflexionaba, tal vez por cuarta vez, muy indignada mientras cortaba una Zanahoria.

- pero tú nos regalaste tus muñecas de pequeña- Argumentó Ander.

- pero no es igual... Es el peor final de la historia del cine. Soltó muy exageradamente y obligó a la rubia a soltar una ruidosa risa con cabeza hacia atrás y golpe sobre la encimera incluido.

- Vale, cineasta.- la chinchó.- ¿cuantas pelis te has visto ya? ¿Cómo seis?

La morena le dió un suave codazo.

- treinta y dos... y media.- dijo con falsos aires de grandeza.

- ¿y media?- repitió Alba.

- la que estábamos viendo el sábado y nos distrajimos...

- ah... alba sonrió sin quitar la mirada de las papas que estaba cortando, pero recordando exactamente la distracción a la que se refería.

- Mamá siempre se distrae cuando vemos Sherlock- comentó Ander recordándoles que los niños estaban a un par de metros.

- ¿mamá no venía hoy?- recordó Olivia.

- Mamá, está retrasada. viene pasa por vosotros después de cenar.

...

- creo que ya no me gusta el puré de muchas cosas.

- ¿como que no? Si la semana pasada te gustaba.- comentó la madre ante la noticia del pequeño.

- ya, es que descubrí que no es puré, son verduras y las pones en la licuadora.- dijo señalandola con un dedo acusador.

- ¿y por eso te ha dejado de gustar?

El niño asintió.

- me gustaba cuando no sabía que era saludable.

- Pero tienes que comer saludable para crecer- dijo Olivia.

- es verdad, ¿No queréis ser tan altos como su mami?

- mhh, mejor como tú.- dijo el niño desde lo más sincero de su corazón, sin pretender matar de la risa a las dos adultas.

...

Alba despidió a sus pequeños y a Claudia junto con Natalia. Ambas fueron directo a empijamarse y Natalia se dispuso a buscar una película mientras Alba terminaba de vestirse.

- oye, preguntó la rubia detrás de la morena que estaba muy concentrada e los títulos de hbo.

- ¿y si volvemos a lo de la otra noche?

- dices la pelicula que dejamos por la... oh.- supo a qué se refería cuando vio que la tarea de vestirse también se le había quedado a Alba por la mitad...

bueno, bueno.

un capítulo soft (no se acostumbren, solo eso digo)

creo que nos vemos el próximo fin de semana. (Trabajar, estudiar, sacar adelante un fic y ser una persona funcional no me resulta posible de lunes a viernes)

Tengo varios capítulos a medio escribir, solo tengo que darles forma. Espero les gusten :)

buen finde.

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