—¿Confías en nosotros?
—En este momento no
La venda de mis ojos es retirada y al fin puedo ver a donde estos dos me han traído. Lo primero que veo es la gran ventana que da una hermosa vista y al lado de esta esta una cama muy grande y a simple vista parece muy cómoda.
—Perdiste una apuesta pastelito — la voz de Derek me causa un escalofrió al recordar esa maldita apuesta.
Pensé eso se les había olvidado.
El toma mis brazos y me los lleva a mi espalda, con la misma tela con la que tapo mis ojos comenzó a amarrar las muñecas. Stiles camino a la cama de este Hotel y puedo fácilmente que vinieron mucho antes ya que de una gaveta saca un vibrador.
—Esperen un momento
—No podemos esperar nena, eh esperado demasiado. Stiles ayúdame a desvestirla.
Cuatro manos se deshacen de mi ropa y son acostada en la cama con los nervios a mil.
Tal vez no debí haber dicho que me podía tener más de diez orgasmos seguidos, no debía aceptar cualquier termino si perdía.
—¿Arrepentida amor? — pregunta Stiles
Veo la expresión de los dos y hay burla en sus miradas. Tengo un orgullo que cuidar.
—Solo emocionada
Ambos comparten una mirada y sonríen.
Soy puesta en cuatro aun que mi cabeza recostada en la cama ya que mis manos están atadas en mi espalda. Ambos se colocan al lado donde puedo verlos desvestirse y comenzar a masturbándose lentamente mientras miran mi desnudes y disfrutan el hecho que no puedo moverme ya que así es la apuesta.
Tal vez suene muy mal, ser la muñeca sexual de dos tipos la cual solo aceptaron llevarse bien para tenerme así. Es degradante tener que dejarme utilizar por ellos. Pero a decir verdad no creo pasarla nada mal.
—¿Disfrutando la vista cariño? — la voz de Derek comenzó a ponerse ronca.
—Creo que ustedes son quien disfrutan la vista
—No puedo negar eso — los movimientos de Stiles se vuelven más rápido.
Joder ya puedo sentir mi humedad muy evidente en mi entre pierna.
—Creí que yo iba a ser quien tuviera el mayor numero de orgasmos — me burlo intentando mover mis muñecas ya que esta posición esta empezando a incomodar.
—Tiene una boquita sucia, ¿es mejor que la callemos no crees?
—No podría estar más de acuerdo.
Derek camina al frente mío con su mano aun moviéndose en su eje dejándome lo gruesa y venosa que la tiene. Stiles en cambio va detrás mío y lo primero que hace es darme un azote en mis glúteos descubiertos. Reprimo el gemido mordiendo mis labios.
—Que hermosa te ves así pastelito
La mano de Derek toma mi rostro y me acerca su boca, puedo oler su aliento mentolado. Se toma un momento para ver mi ojos y luego se besa, de manera hambrienta como si estuviera apunto de morir de hambre.
Los dedos de Stiles juegan con mi clítoris y es donde no puedo ocultar mi lujuria a lo que me dejo ir y gimo en la boca de Derek.
Ahora es donde por fin entran en acción, Derek rompe el beso y acerca su masculinidad a mi boca a la vez que Stiles mete dos dedos preparándome para él. Al recibir a Derek puedo saborear su sabor salado y dulce, los dedos de Stiles se mueven dentro y fuera de mi de manera exquisita dando en los lugares que me hacen débil mis piernas.
—Tu boquita debería ser criminal pastelito
Disfruto ponerlo, así como puedo hacerlo gruñir y que me hable así tan solo con mi boca. Subo la mirada y sus ojos están brillando azules. Ese es el lado de el que quería ver en la cama.
Al estar concentrada en él, no veo venir a Stiles que me penetra en una estancada. La cama se mueve con cada movimiento que hace al entrar en mí, pueda que Stiles sea humano, pero se mueve como un animal y la cama crujiendo lo demuestra.
Alejo a Derek al sentir mi orgasmo arrasarme con todo, el parece disfrutar verme tener mi orgasmo ya que sigue masturbase mientras me mira.
No logro recuperarme del todo cuando soy tomado en los brazos de él.
—Yo quiero sentirla
Derek se coloca en sobre la cama y me monta en el introduciéndose en mí, Stiles no tarda y se coloca detrás mío sus manos acarician mis caderas y acerca su rostro a mi oído.
—¿Puedo?
Asiento
Derek espera a que Stiles entre poco a poco por mi trasera, acariciando mi rostro mientras soporto la intrusión. No es mi primera vez, pero siempre es diferente.
Una vez me acostumbro a Stiles ambos comienzan a moverse, uno entra otro sale. Un vaivén sin frenos. Estoy limitada a recibir cada una de sus penetraciones. Stiles jala de mi cabello tirando de mi cabeza hacia a tras a lo que me obliga a mirarlo. Ver las expresiones llenas de lujuria solo me debilitan más.
—Córrete para nosotros nuestro bello pastelito — las palabras de Stiles me llevan a mi explosión. Todo mi cuerpo tiembla combinado con la sensación de la boca de Derek en uno de mis pechos vuelve más intensa la sensación.
—Van dos, faltan ocho.
De nuevo sin tiempo de recuperación soy cambiada de posición.