Con el lanza garfios que le habías quitado (o pedido prestado, según tú, a tu novia) subiste al edificio donde se verían.
Después de arduos meses de trabajo y desapariciones, al fin habían coincidido en China.
La viste de espaldas, mirando toda la ciudad y cruzada de brazos. Sonreiste.
—Éste pequeño regalo de Wesker resultó ser muy útil después de todo — comentaste, haciendole llamar tu atención
Ella volteó
—Tienes suerte de que hallé uno igual — murmuró — quedatelo
—Deberías de darme el otro, éste que tengo lo tienes desde hace años
—No importa, es sólo un objeto y al parecer, lo manejas bastante bien
Tú solamente asentiste mientras lo volvías a acomodar en tu cintura, lo atoraste bien para después acercarte junto a ella.
—¿Cómo supiste que estaba aquí?
—Leon
Reíste.
De tan sólo acordarte de la reacción de él al saber que Ada era lesbiana te causaba gracia, aunque, también te había dado pena en su momento, es decir, él estaba enamorado de ella.
Y al parecer ahora Leon es más maduro y las cosas de enamoramiento no le importa mucho ahora.
—Te extrañé — murmuraste mientras tomabas su mano tímidamente
Cuando se trataba de algo romántico, siempre eras tímida porque, desde un inicio, Ada siempre había sido muy cerrada en cuanto a...TODO.
Pero siempre que hablaban sobre trabajo u otras cosas, siempre eras normal, como si platicaras con un colega.
Pero cuando se trataba de algo físico, ya sea tomar su mano, un beso en la mejilla o en la boca, te sentías con miedo o eso, ser tímida.
—Y yo a ti — respondió mientras tomaba tu mano
Sonreiste un poco sin que ella se diera cuenta.
—Mi agenda está vacía — comentó de repente
—Que raro, siempre tienes trabajo
—No aceptaré por el momento — te miró — me gustaría que fuéramos de...vacaciones, ya sabes, no nos vimos por casi medio año
Estabas sorprendida. Jamás te imaginaste que Ada te hiciese una propuesta como esa.