Ambos estaban nerviosos, su cita había sido de la más genial pero ese momento de confianza al parecer se había ido temporalmente.
Tú movías tus manos nerviosa mientras agarrabas tu vestido blanco de flores, lo mirabas de reojo.
Él se rascaba la nuca.
Solamente querías que te besara y que pasara lo que tuviera que pasar.
—Eh...¿q-quieres algo? — oíste
Rápidamente lo miraste
Él sonreía nervioso
—Tengo de todo, café, cerveza, o incluso té, el que te gusta
—Mmm si quieres algo de agua solamente — dijiste sonriendo levemente
Leon asintió para después pararse del sillón e irse hacia la cocina.
Pudiste verlo.
Era de las pocas ocasiones que tenía ropa normal, ya que la mayor parte del tiempo tenía su uniforme de Policía de Raccoon City.
Aunque para ti, ambos estaban bien.
Agradeciste mientras tomabas el vaso y le dabas un gran sorbo.
Leon estaba tan nervioso que no se había dado cuenta de que casi te acababas el agua.
Era obvio que ambos querían lo mismo pero alparecer él no quería porque pensaba que se vería muy mal.
Es decir, era la primera vez que te invitaba a su departamento...aunque...creo que las intenciones se vieron desde un inicio viniendo de ti pero quizás él aún no captaba indirectas
—¿Quieres que te lleva a tu casa o...
—¿A tu departamento? — preguntaste mientras lo interrumpías
—Si quieres — respondió nervioso
—De acuerdo
Habías dejado el vaso de vidrio en la mesa de enfrente, después, volviste a poner tus manos en tu vestido.
—¿Puedo besarte? — oíste de repente
Estabas sorprendida
Tú no dijiste nada, asentiste para después acercarte hacia él.
Ambos se acercaron más, después, juntaron sus labios.
El comienzo estaba algo tranquilo, hasta que esa confianza que había desaparecido, finalmente volvió.
León quería acariciar tus piernas, pero no estaba seguro de si querrías.
Reíste un poco, hasta que tomaste su mano y poco a poco la dirigiste en tus piernas.
Leon despegó los labios un poco de ti
—No estaba seguro de si querrías — murmuró
No respondiste, sólo lo volviste a besar.
💮💮💮
Abriste tus ojos.
Los gemidos de él eran musica para tus oídos y más si tú eras lo que lo hacía provocar.
Con las respiraciones agitadas, ambos se acostaron en la cama.
—Eso fue...— murmuró — genial
Reíste un poco avergonzada para después darle un beso de pico.
—Debería irme, es algo tarde — dijiste para después tratarte de levantarte de la cama
Cosa que Leon impidió rápidamente, sólo sentiste su brazo cálido alrededor de tu cintura
—Quédate