Mil gracias como siempre por leer este capítulo nuevo y quiero ofrecerles una enorme disculpa porque debido a muchísimos problemas, simplemente no podre escribir como me gustaría, así que tendre que hacer una pausa por dos semanas, es decir, subiré el siguiente capítulo hasta el 15 de diciembre.
Lo siento!!!!!!
Las advertencias siguen en este capitulo.
Anteriormente:
El hombre comenzó a reír y su mano sangrante me manchaba la cara cuando la puso en mi frente para peinar mi cabello hacia atrás.
Las náuseas que sentí antes, se presentaron de nuevo con más intensidad.
—¿Sabes? Eres la perra más interesante que he conocido en años. Yo no me había divertido tanto en mucho tiempo. —Declaro con diversión y su mirada, era... completamente desquiciada.
Trate de insultarlo, pero mi voz solo sonaba como gruñidos sin sentido debido al arma en mi boca. Seguí luchando debajo de él, pero su sonrisa solo se hizo más grande mientras me observaba a los ojos.
Recibí un puñetazo en mi ojo izquierdo con tanta fuerza que solté un grito ahogado.
—Mi familia es importante y tendré mi venganza, pero no tengo porque apresurarme. Después de todo, están vivos, se recuperaran tarde o temprano y hay otras formas de encontrar a tu noviecito, así que... mientras tanto... nada me impide jugar contigo hasta que te rompas o mueras. Ahora... ¡Sígueme entreteniendo!—demando abriendo mi ojo herido y volvió a golpearme en el mismo lugar para después pegarme en el estómago con fuerza mientras reía con diversión.
El dolor de mi ojo y estómago, me hicieron perder el conocimiento.
Mientras todo estaba oscuro a mí alrededor, volvía a ver a Mikey, él y Emma fueron corriendo por las calles, gritando, hablando y Mikey, se metía en pelea tras pelea con diferentes personas en lugares bastante desolados y peligrosos. Mikey solo se veía cada vez peor, era como... si estuviera al límite de su cordura.
Su cuerpo temblaba y sus ojos estaban afilados todo el tiempo.
Él no hablaba casi nada y dejo muy heridas a muchas personas, prácticamente... los dejaba al borde de la muerte, pero cuando faltaba un golpe final, el miraba la pulsera en su mano, se detenía y se alejaba.
Me dolía el cuerpo, pero me dolía más ver a Mikey así. Se veía tan desesperado, tan triste, tan solo, tan... asustado y sobre todo... tan lleno de ira.
Takemichi pov.
Deje de verlo cuando desperté, debido a que fui golpeado, de nuevo. El hombre de la cicatriz parecía disfrutar golpeándome y me hacía mirarlo de cerca todo el tiempo mientras lo hacía, me hacía gritar algunas veces, se reía y preguntaba lo mismo.
Quería información de Mikey, le decía que se fuera al diablo y yo intentaba golpearlo o morderlo para no tener éxito y volver a ser noqueado.
No sé cuántas veces se repitió eso, pero me parecieron días.
No podía ver si era de noche o de día y siempre me noqueaba. Así que sin ninguna forma de saber cuánto tiempo había dormido, yo... sentí que estuve atrapado una eternidad.
Me moría de hambre y sed.
El único sabor en mi boca era el de mi sangre.
Cuando el sentido del tiempo se me estropeo por completo, solo pude suplicar una y otra vez.
Tenían que dejarme ir, tenía que ver como estaba Mikey.
El me necesitaba y... yo a él.
La preocupación me estaba matando y no había tenido esas alucinaciones o visiones otra vez, sin importar cuantas veces me desmayara.
El dolor por todo mi cuerpo era terrible, el simple hecho de respirar era tan agotador y lo peor, era el dolor de mi ojo, que no paraba de punzar como si estuviera a punto de explotar.
Rogué, trate de negociar, suplique, pero nada funciono, él siempre se reía, me golpeaba y cuando me insinuaba sus planes con Mikey, algo se encendía en mí y me hacía tratar de asesinarlo de nuevo, para volver al ciclo en que perdía el conocimiento.
Me sentía tan mal y tenía tanto frio.
Las cuerdas con las que estaban amarradas mis muñecas y pies, se incrustaron en mi piel por la fuerza con que forcejeaba cada vez.
No sé cuánto tiempo paso, pero cuando volví a tener una alucinación o especie de visión acerca de Mikey, fue tan reconfortante, que solo con ver su cara sentí que mi dolor y todo lo que me aquejaba se aliviaba un poco.
Desafortunadamente esa sensación agradable, desapareció en cuanto pude verlo bien y solo sentí dolor de nuevo, pero esta vez... la opresión en el corazón y el nudo en la garganta se sumaron a mis malestares.
Mikey estaba caminando por una calle, era de noche, se encontró con el chico de cabello largo y cubre bocas. Ambos entraron a un edificio abandonado en donde Mucho estaba atado de manos y pies. Mucho estaba por completo cubierto de sangre.
Mikey se acercó con una mirada vacía y comenzó a golpearlo.
El rostro de Mikey se cubrió de su sangre y solo siguió golpeando.
Sus ojos se veían tan fuera de sí y parecía que la mirada suave que tanto me había gustado hace poco, había desaparecido por completo.
Este Mikey... era despiadado, frio y tan... desesperado.
Desperté cuando me movieron ligeramente del hombro.
Fue un gran cambio despertar tan suavemente comparado con las últimas veces, pero no agradecí ese trato, porque aunque odiaba ver a Mikey de esa manera y me retorcía el corazón, yo... no quería dejar de verlo, no quería despertar y sentir la realidad.
...
Mikey...
Yo lo añoraba tanto y estaba cada vez más angustiado por regresar con él.
No sé qué este pasando por su mente, no se... que tan mal está en realidad y... fuera de mi enorme preocupación por su bienestar, yo... quiero besarlo de nuevo, quiero jugar con su cabello y verlo dormir, yo... quiero abrazarlo y sobre todo... hacerlo sonreír. Yo... me siento tan mal ahora y ese pensamiento, es lo único que me hace resistir y pensar que no todo está perdido, que aun puedo arreglarlo.
...
Si ... puedo hacer esto, puedo... salir de esto.
Mikey... no esta tan mal aún, si me apresuro, todo debería estar bien, así que no debo rendirme, debo seguir buscando una oportunidad de escapar.
No me importa el dolor insoportable en mi ojo o el que siento en todo mi cuerpo, yo... solo quiero regresar con Mikey, tengo que hacerlo.
Porque fuera de la tortura y el hambre, lo que de verdad me estaba matando... era su sufrimiento.
Sin mencionar que estas... visiones, son demasiado... reales para ser solo mi imaginación, yo... ahora estoy convencido de que puedo ver lo que está pasando ahora o lo que pasó. Todo es demasiado elaborado para ser algo que mi mente inventa, porque yo no soy tan creativo o listo.
...
Sin tener el tiempo para pensar más, por fin mire a quien me despertó.
Fruncí el ceño y estaba dispuesto a intentar desgarrarle el cuello, pero me relaje un poco cuando note que no era el hombre de la cicatriz. Era el chico delgado que me delato.
Él se estremeció ante mi mirada y con miedo, acerco un tazón grande con lo que parece agua.
Justo ahora... el agua se veía como la mejor bebida del mundo.
—Dijeron que un plato para perras es adecuado para un degenerado como tú—Comento el chico tratando de parecer valiente y confiado, pero sin lograrlo en absoluto.
...
Es curioso... en otras circunstancias, ese insulto me haría sentir algo, pero lo único en mi mente es salir de aquí y regresar con Mikey.
Además, me parece aburrido y estúpido que solo por el hecho de que ame a un hombre, ya todos asumen que me iré sobre cualquiera o que joder es lo único que está en mi mente. ¡Aun soy virgen, maldita sea! Y debo decir que eso es culpa de estos malditos, porque si estuviera con Mikey yo...
...
...
Mikey...
Lo extraño tanto...
Quiero regresar...
...
Sentí mis ojos picar por las lágrimas que estaban a punto de salir y el nudo en mi garganta que se estaba empezando a formar.
No. No puedo dejarme llevar, no puedo.
Debo ser fuerte, Mikey dijo que lo soy, así que... yo puedo hacerlo.
Por ahora debo enfocarme en lo que necesito y lo que necesito, es beber algo para tener energías y seguir luchando, así que tomare lo que me den, sin importar cuan insultantes y denigrantes se comporten conmigo.
Tome el agua inclinando el rostro porque mis manos estaban atadas y estaba tan sediento que cada gota sabia exquisita.
Las visiones de cómo lo estaba pasando Mikey, me quitaron el miedo, ahora solo tenía determinación.
Porque por lo que vi, Mikey... no había roto su promesa conmigo, él aún no había matado a nadie y seguía con Emma, así que yo... tenía que apresurarme antes de que eso cambiara. Porque su mirada me dice, que es cuestión de tiempo y ese tiempo es cada vez más corto.
Tome casi toda el agua y mire al chico quien se estremeció de nuevo.
—¿Puedes decirme cuanto tiempo llevo aquí? —Cuestione sin esperar respuesta realmente.
...
—Dos días. Duermes mucho entre golpizas porque el jefe está ocupado y solo viene en sus ratos libres—explico.
¡Dos días!
Mis ojos se abrieron por sorpresa y la angustia se presentó como un peso enorme en mi corazón. Dos días lejos de Mikey y ya parece que él está a punto de derrumbarse.
Y dos días, que se sintieron como una semana para mí.
Yo no puedo seguir aquí, no puedo.
Estaba entrando en pánico, cuando en el reflejo de un vidrio, vi una tenue luz roja que venía de mis muñecas.
Era la pulsera de Mikey.
...
Yo...
Debo estar tranquilo, puedo hacerlo, puedo hacerlo.
...
Respire profundo para suprimir la ansiedad y la desesperación.
...
Bien... de acuerdo a lo que dijo este chico, el tipo de la cicatriz no está.
Así que es mi oportunidad.
Ignore todo el dolor de mi cuerpo y di un último esfuerzo.
Empuje al chico tomándolo por sorpresa y el cayó con brusquedad, corrí hacia la puerta y la encontré... cerrada.
Parece... que no puedo tener tanta suerte.
El chico grito y la puerta se abrió, dos grandes hombres me golpearon y sometieron en el suelo de inmediato, intente defenderme mordiéndolos de nuevo y pateándolos, pero me amordazaron.
De nuevo todo se volvió oscuro.
Y para bien o para mal, logre ver a Mikey de nuevo. Esta vez, él estaba con los demás de la Toman. Ellos lo estaban rodeando, pero no era la imagen habitual de una reunión, ya que todos se veían bastante golpeados y maltratados, incluso sangraban.
¿Mikey lo hizo?
—Tienes que calmarte. Hablamos con su familia y dicen que se fue con unos parientes por un tiempo para ayudarlos. Dijeron que volvería en un mes y eso explica por que no encontramos ni rastro de él—Comento Draken escupiendo un poco de sangre.
¿Ahora puedo escuchar lo que pasa?
—Él no se fue, se lo llevaron. ¡Su familia miente! ¡Me lo arrebataron! ¡De nuevo!—grito Mikey molesto.
Draken dio un paso atrás al igual que todos, pero después de tragar saliva volvió a verse firme.
—¡Escúchate! Estas perdiendo la razón. ¿¡Por qué su familia mentiría!? —replico Draken y parecía que las personas alrededor estaban de acuerdo.
Chifuyu también estaba ahí, pero solo estaba en silencio como si estuviera pensando.
...
Mi familia dijo eso...
Bueno... no hablo mucho con ellos, podrían haber sido engañados también para que no me busquen. Y de hecho, eso no sería complicado, una nota con mi firma y no les importaría investigar si es cierto o no, así que... sorprendentemente, no se me hace tan extraña esa parte.
Además... cuando me fui en mi futuro original... a ellos, no les importo y ni siquiera me hablaron o buscaron. Y obviamente sabían dónde estaba y tenían mi teléfono, pero simplemente... no quisieron verme de nuevo
....
—No sé por qué mienten, pero quien sea que esté detrás de esto, está muerto—Aseguro Mikey con una mirada peligrosa.
...
Todos se tensaron y se veían cada vez más nerviosos. Quizás, saben que Mikey no está bromeando.
—Creo que deberías tomar todo con calma, quizás... estas exagerando un poco—Aconsejo Mitsuya.
—¿Exagerando? —Cuestiono Mikey y Mitsuya retrocedió un poco.
—¡Argh! Ya sabía que tenías una obsesión con Takemicchi últimamente, pero esto es demasiado. El solo se fue con su familia ¡Contrólate! No es como si te perteneciera—Aconsejo Draken
Los ojos de Mikey se afilaron, tomo a Draken por el cuello y comenzó a asfixiarlo mientras todos se alteraban.
Draken se mantuvo firme y solo lo observo directo a los ojos.
—Takemicchi es mío ¡Mío! —Dijo amenazante y después bajo la mirada unos segundos.
Los demás se querían acercar, pero Draken les hizo un gesto con las manos para que no lo hicieran.
Ellos se mantuvieron inmóviles, pero muy preocupados.
—El me lo dijo, lo dijo... y tú... ¿Por qué siempre me lo quitas? ¿Por qué Kenchin? ¿Por qué me quitas mi única luz? Se... supone que eres mi corazón... entonces... ¿Por qué quieres dejarme vacío otra vez?—interrogo con tristeza y los ojos de Draken se abrieron aún más de lo normal con confusión y sorpresa.
Mi corazón se partió en pedazos, sentí un nudo en la garganta y mis ojos picaban por las lágrimas que caían por mi rostro.
El tono de voz devastado de Mikey, la tristeza en sus ojos, la forma desesperada en que estaba y las ojeras en su rostro que me indicaban que paso toda la noche sin dormir. Todo era una visión que me desgarraba más que cualquier cosa y se asentaba como una piedra en mis entrañas.
Mikey ... Oh, Mikey, lo lamento tanto.
Prometí que lo haría feliz y estoy haciéndolo sufrir más que nunca, todo por culpa de estas personas y... nuestros amigos... ellos no lo quieren apoyar, no le creen.
¿Por qué? ¿¡POR QUÉ!?
Y no me enfada que no me busquen, me entristece y me indigna, que no lo animen, que no lo hagan sentirse mejor, que no estén para él, tal... y como el afirma que paso en el futuro, tal y como yo... le asegure que no pasaría.
...
— ¿Siempre? ¿O-Otra vez?—Pregunto Draken antes de que el agarre en su cuello incrementara y comenzara a desmayarse.
Chifuyu por fin, dio un paso al frente.
—Mikey... detente, esto no le gustara a Takemicchi, lo sabes—Dijo tranquilo, pero se veía nervioso.
Mikey soltó de inmediato a Draken, quien comenzó a toser y recuperarse.
Ahora la atención de Mikey estaba en Chifuyu y parecía ignorar por completo el estado de Draken como si no fuera nada importante.
—Tú si me crees ¿Verdad? Sabes que se lo llevaron, porque... solo así me dejaría. Yo escuche por teléfono cuando paso y Sanzu me lo dijo. Incluso Koko e inupi lo confirmaron, él los ayudo a escapar—aseguro Mikey.
Chifuyu trago saliva y desvió la mirada un momento.
—Sí. Yo... creo que él no te dejaría...—Respondió titubeante Chifuyu y aunque fue casi imperceptible vi la esperanza y el alivio en los ojos de Mikey.
—Eso es... si fuera él, así que tal vez... No es verdaderamente él. Quizás... él que buscas regreso a... tu sabes dónde y él que se quedó en este tiem... aquí, es diferente. El de aquí... es más desapegado, así que no sería raro que se fuera sin decirnos porque no le dio importancia. En cuanto a Koko e inupi, ellos eran de otra pandilla, no podemos confiar en su palabra y Sanzu... bueno, eso no puedo explicarlo, pero... tampoco el asunto de su familia. Y es que si él no hubiera regresado... ellos obviamente lo habrían notado ¿No? Y aunque no fuera así, definitivamente no mentirían al respecto. Así que... creo que la palabra de su familia tiene más peso que la de Sanzu—Declaro Chifuyu y con cada palabra, esa chispa de esperanza se destrozaba en Mikey, haciendo que sus ojos se volvieran cada vez más oscuros y fríos.
Chifuyu es el mejor compañero y amigo que podría pedir, es quien me aconseja y no sé dónde estaría sin él, pero en estos momentos... lo único que quería era golpearlo.
Mikey no dijo nada y nadie más hablo por varios segundos.
Mikey comenzó a caminar hacia Chifuyu y aunque Chifuyu se tensó, no se movió.
Mikey se detuvo a su lado y lo miro de reojo mientras Chifuyu tragaba saliva nervioso.
—Si no fueras importante para Takemicchi...—Dijo haciendo una pausa y dejando de mirarlo para solo observar al frente.
—Te mataría otra vez...—Afirmo con un tono helado y todos lo escucharon.
Vi como todos reaccionaron antes sus palabras con miedo y confusión, en los ojos de Chifuyu... vi la comprensión, el temor y otros sentimientos que no sé identificar.
Mikey retomo su camino, alejándose sin decir nada más y antes de que tomara demasiada distancia, Chifuyu lo miro con preocupación.
—¡Mikey! ¡Espera! ¿Qué vas hacer? ¡Estoy seguro de que Takemicchi volverá pronto y no le gustara que...!—Chifuyu parecía querer advertirle algo, pero Mikey lo miro de inmediato y el dejo de hablar de golpe.
—No tientes más tu suerte. No menciones a Takemicchi, no tienes derecho a hablarme de él y si vuelves a meterte con él o conmigo, no te tendré más consideración. Sabes... de lo que soy capaz Chifuyu—Amenazo y Chifuyu se veía tan pálido. Nunca lo había visto así, fue como si estuviera congelado por el miedo.
—¡M-Mikey, espera! Aun no nos has dicho que haremos con Tenjiku, ellos están cazando y mandando al hospital a cualquiera de la Toman que se cruce en su camino, no podemos no hacer nada y abandonarlos a su suerte. Muchos de los nuestros ya están muy mal— Declaro Draken con dificultad.
Mikey se tensó aún más. Se detuvo abruptamente y sin mirarlos. Su voz se escuchó más tenebrosa y peligrosa que antes.
—Dices... ¿No podemos abandonarlos?... Pero quieres abandonar a la única persona que yo...— Mikey dijo la última parte en un susurro y por el rostro de las personas a su alrededor, me parece que nadie escucho.
Draken asintió a la primera parte y reafirmo lo que dijo.
—Sí. No podemos abandonarlos.
Mikey dejó caer sus hombros como si un gran peso lo estuviera aplastando y yo solo pude sentir como si estuvieran arrancándome el corazón.
Él se veía... tan solo, tan triste y desesperado.
Lo siento tanto...
En verdad lo siento Mikey.
Debí ser más cuidadoso, debí... pelear más, debí... arrojarme a la calle con Koko e inupi cuando tuve la oportunidad.
—Que se jodan.
—¿Eh? —Draken no podía creer lo que Mikey acababa de decir.
—Ya me escuchaste. Si son tan débiles para caer por algo así, entonces no me sirven. Odio a las personas débiles y no los necesito. —Declaro Mikey con frialdad.
Escuche algunos jadeos y sonidos de sorpresa que no identifique, y sinceramente no me importaron.
Todos veían a Mikey con incredulidad y Draken frunció el ceño con molestia, sin percatarse del ligero temblor en el cuerpo de Mikey o el cómo sus manos estaban fuertemente cerradas como si dependiera de ello para controlar sus emociones.
—¿Qué estupideces estas diciendo? —Draken le recrimino con furia.
—Tampoco los necesito a ustedes.
—¿C-Como? —Cuestiono Mitsuya impactado tanto o más que los demás.
—Si quieren quedarse conmigo, bien, pero si no... lárguense de mi vista. Yo solo necesito a una persona y la recuperare cueste lo que cueste—Declaro Mikey con firmeza mientras se alejaba y esta vez, no importa cuánto o quien lo llamo, él no se detuvo y ni siquiera los miro.
Cuando estuvo bastante lejos, entro en un callejón, se sostuvo con una mano de la pared y con la otra, presiono su pecho como si le doliera, mientras respiraba agitadamente.
El destruyo los botes de basura que encontró en ese callejón y golpeo la pared con fuerza para luego solo dejarse caer en el suelo, mientras volvía a presionar su pecho fuertemente con los ojos cerrados.
Lo último que vi, fue su cuerpo tembloroso y el cómo mordía su labio con fuerza, pero tan discretamente que era casi imperceptible.
Ese gesto, esa forma en que se cuerpo se ve tan pequeño y frágil, sin mencionar lo mucho que parece estar sufriendo, solo me rompe el corazón.
Hace poco, cuando estábamos juntos, él estaba sonriendo tan alegremente, el... en verdad se veía tan feliz y disfrutaba de nuevo cada día ¿Por qué todo se arruino? ¿Por qué?
Abrí los ojos de golpe y estaba triste, me dolía el cuerpo y el corazón, mis lágrimas salían sin parar, pero más que nada, la furia me estaba consumiendo.
No había nadie en la habitación en donde me retenían.
Mire alrededor y no encontré nada que pudiera ayudarme a escapar.
No había nada que pudiera hacer. Mis manos y pies estaban atados y ahora mi boca estaba amordazada con fuerza.
Yo... no podía ver por mi ojo izquierdo, pero sí que lo sentía, porque me ardía, y punzaba más que nunca, pero no deje de llorar y sobretodo no deje de sentir esta impotencia, esta... desesperación y esta inmensa presión en el pecho que estaba asfixiándome junto a la furia.
¡Tengo que salir de aquí!
¡Tengo que salir!
La habitación tenía unos grandes vidrios que estaban cubiertos de algo oscuro, no lo había notado antes, pero sinceramente, eso era lo menos importante en mi mente.
Mi corazón estaba acelerado al igual que mi respiración y en mi mente solo pasaban una y otra vez las visiones de Mikey, visiones que se mezclaban con lo que paso en Manila.
Yo... no puedo esperar hasta que llegue a su límite, yo... no sé qué haría si de repente tuviera una visión de el... suicidándose.
El... simple pensamiento me destruye el corazón.
Sentí que tenía que moverme, tenía que hacer algo ya. La ansiedad me devoro como miles de insectos subiendo por mi cuerpo.
Seguí mirando alrededor una y otra vez, aunque ya sabía que no encontraría nada útil.
Abrumado por todo, no pensé, solo actué.
Corrí hacia el vidrio y estrelle mi frente con tanta fuerza que por un momento la vista se me nublo.
Dolió, pero no tanto como todo lo que estaba sintiendo.
Dio otro golpe y otro.
El vidrio se empezó a estrellar y aunque mi vista se volvió roja por el líquido cálido que escurría de mi frente, no me detuve. Si mi cabeza se destroza o lo hace el vidrio antes, es lo que estoy a punto de averiguar, sea como sea... al menos estoy haciendo algo, al menos... lo estoy intentando.
Escuche unos gritos afuera y algunas maldiciones.
—¡¿Que diablos?!
—¿¡¡Esta loco!!?
—¡Abre la puerta! ¡Se matara si sigue así!
Cada golpe me dejaba más aturdido, pero no deje de hacerlo con más fuerza cada vez.
Cuando el vidrio por fin se rompió, sentí un ardor bastante fuerte en mi barbilla, pero no le di importancia.
Mi vista era por completo nublada y me costó mucho trabajo mantenerme despierto.
Use cada gramo de fuerza en mi para romper el vidrio y ahora no tenía forma de saltar.
Todo me daba vueltas y mis ojos se cerraban.
Con mis últimas fuerzas, me lance de cabeza por la ventana rota.
Obviamente este era un plan de mierda, pero tenía que hacer algo, tenía que... volver con Mikey de una forma u otra. Porque ver cómo se va deteriorando por mi ausencia, ver como sufre de nuevo, es algo que está acabando conmigo tan lentamente que simplemente no puedo soportarlo ni un segundo más.
Estas... visiones están siendo una maldición y no una bendición.
Alguien me sostuvo del cuello de la ropa y me arrojo al suelo frio de la habitación antes de que pudiera caer de cara en los vidrios rotos.
No vi quien era, mi vista era borrosa, así que solo note una silueta delgada frente a mí.
No puedo escapar, soy tan inútil que no puedo hacer nada aunque lo prometí, aunque... prometí no dejarlo... aunque prometí... hacerlo feliz, yo simplemente no pude hacerlo porque soy tan inútil.
La ira se volvió una tristeza abrumadora.
Soy tan estúpido... Haciendo esto no saldré de aquí, pero... estoy tan desesperado.
Extraño tanto a Mikey, que ese poco tiempo que pase con él, besándolo y sintiéndolo, ahora más que nunca, parece un sueño lejano.
Mis lágrimas se mezclaron con mi sangre.
La silueta delgada se acercó.
—Por favor...—Suplique y esa silueta se congelo.
Tengo tanto frio, tanto dolor y tanta preocupación por él.
—Por favor, déjame volver con él... yo haré lo que pidas..., pero por favor, te lo... suplico... d-déjame ir... t-te lo suplico... tengo que regresar a su l-lado—Implore con las ultimas energías que me quedaban mientras mi ojos se cerraban y las lágrimas no paraban de salir.
Lo último que sentí, fue un agarre brusco en mi cabello y un inmenso dolor en el estómago cuando alguien me golpeo.
Mikey...
Lo siento...
...
La próxima vez que desperté, fue porque el hombre de la cicatriz entro gritando con una sonrisa y me observo con diversión.
Creo que me hablo acerca de mi intento por escapar, pero francamente no me importa.
Y sé que... me perdí hace un momento, sé que hice una estupidez y francamente me sorprende que aun pueda pensar con algo de claridad después de tanto, pero quizás, el dolor constante que me aqueja o el no ver a Mikey de nuevo en una visión, me ayudo a que me tranquilizara un poco. Aunque claro, aun siento esa ansiedad y desesperación acechando en mi mente, pero... puedo controlarla.
Esta vez estaba en un cuarto diferente, uno sin ventanas y yo estaba encadenado al suelo. Mis pies estaban atados juntos y mis manos a mi espalda.
Jale las cadenas.
La persona de la cicatriz hizo las mismas preguntas de siempre y se burló de mí, pero lo ignore por completo, mientras tiraba de las cadenas con todas mis fuerzas.
Eso debió enfadarle porque aunque pelee con todo lo que pude, al final termine de nuevo en el suelo, con el encima de mí y golpeando mí ojo izquierdo repetidas veces.
El dolor es demasiado y aunque trato de no hacer ruido porque eso es lo que él quiere, al final, el dolor me supera y termino gritando tan fuerte que siento como si mi garganta se desgarrara.
Tuve una visión nueva cuando perdí el conocimiento, pero... esa visión no era de Mikey, el que estaba en mi visión... era ese hombre de la cicatriz y estaba conmigo en la misma habitación en la que estoy ahora.
Estábamos demasiado cerca...
Mi sangre se congelo y deje de respirar al ver eso...
Yo...