La calamidad en búsqueda de L...

By MitzAbi

2.5K 340 38

AU Xie Lian como calamidad y Hua Cheng como Oficial Celestial ▲•▼•▲ALERTA SPOILER LIBRO 4▲•▼•▲ La historia in... More

Ocho siglos atrás
Los restos de un ser amado.
Lluvia carmesí
Aprendiendo a ser calamidad.
Doble identidad.
Bruma Blanquecina en búsqueda de Lluvia Carmesí

La novia desaparece, una calamidad aparece

280 37 2
By MitzAbi

La joven Xiao Ying no estaba feliz ante la integración de tres hombres. En realidad la incomodidad ante las personas del sexo masculino era tan grande que apenas podía permitirse estar cerca de alguien en esa categoría, ademas de que era consciente que linda no era.

Sin embargo, la noche anterior había conocido a un joven bastante guapo y amable, tan perfecto que solo podría ser inmortal. El hombre le había salvado ante humillaciones y ahora se encontraba ayudándolo a fingir ser una novia.

Xiao Ying pudo negarse, pero la idea de vestir y maquillar a tal belleza era demasiado atractiva. 

Y ahora se encontraba pretendiendo ser dama de compañía para esa "novia".

La situación ya era pesada estando a lado de diversos guardias, el añadir más hombres de dudosa procedencia empeoraba todo. Poco podía opinar pues el joven inmortal había aceptado que se integrasen.

No era divertido, dos de ellos traían a la procesión en total prisa, el otro parecía buscar la mínima oportunidad para ingresar al sedán y robarse a la prometida.

Nang Feng y Fu Yao caminaban casi trotando, peleando casi todo el camino tratando de adivinar quién había sido mayor escoria siglos atrás, Hua Cheng permanecía callado, pero claramente molesto, pues esos imbeciles querían esquivar la culpa que tenían de abandonar a cierta persona especial.

El camino se extendió hasta que el bosque era tan denso que la noche era aterradoramente oscura, como si no pudiese penetrar un rayo de luz a través de todos esos arboles. A pesar de todo, los guardias y la novia dentro del sedán permanecían calmados.

De repente, una leve risa se escuchó, disolviéndose con el viento. 

Hua Cheng sentía sus oídos retumbar, ¿era eso posible? la presión de la sangre era inexistente pues estaba muerto. Los zumbidos aumentaban, distinguiendo con dificultad la voz infantil que llegaba y desaparecía. 

Nueva novia, nueva novia, nueva novia en el sedán rojo de matrimonio...—

Hua Cheng giró la mirada intentando comprobar si los demás podían oír lo mismo, todos estaban serenos, al parecer solo él podía escuchar la canción.

Los ojos llenos de lágrimas pasando el montículo de la montaña, bajo el velo no...sostienen la sonrisa creciente...novia fantasma...

La persona dentro del sedán se movió inquieta, al parecer también podía escuchar la canción.

—Alguien está cantando— dijo la novia con un tono de voz bajo y suave.

Xiao Ying levantó la mirada hacia el sedán, saliendo claramente de sus pensamientos.

—¿De verdad? No puedo escuchar nada.—

—Umm— asintió la persona. —Es una voz infantil.—

Hua Cheng caminó en dirección de las dos mujeres, intentando escuchar a mayor detalle de lo que hablaban.

—Está hablando sobre una novia fantasma.—dijo la mujer, Xiao Ying giró sobresaltada.

—Um, tal vez nos estamos limitando a pensar que se trata de un "novio".—Una cabeza cubierta por un velo rojo logró asomar la cabeza a través de la puerta del sedán. —Esa canción no creo que sea buena.—

Justo cuando la novia terminó de hablar, comenzaron a escucharse diversos aullidos alrededor.

—¡Mierda!— chillaron Nang Feng y Fu Yao al mismo tiempo.

Decenas de lobos aparecieron de la nada, atacando casi de inmediato a la procesión. Poco después centenares de Esclavos Base se unieron a la pelea.

—¡Maldita sea!- dijo Mu Qing/Fu Yao, lidiando con un grupo de Esclavos Base —Todos ustedes, ¡Retírense!— los guardias que resguardaban el sedán de repente dejaron su faceta de hombres fuertes e invencibles, y huyeron despavoridos sin dudar, dejando a las únicas dos "damas" solas junto a los tres hombres que se unieron de la nada.

—Feng Xin, llévate a la joven— Feng Xin asintió, tomando a Xiao Ying como si de un juguete se tratase, comenzando a correr fuera.

—¡Suéltame!— gritó Xiao Ying, intentando librarse, —¡Inmortal, ayuda!— dijo en dirección al sedán.

—Xiao Ying, lo mejor es que te retires.— dijo la voz desde dentro —Yo estaré bien.—

La pequeña mujer suspiró resignada, permitiendo que la otra persona pudiera llevarla.

—Vete Mu Qing— dijo Hua Cheng, molesto ante la invasión.  —Puedo con esto—

Mu Qing rodó los ojos claramente molesto por ser retirado, sin embargo poco le costó retroceder y salir del lugar pues las criaturas que le rodeaba eran demasiado molestas.

Mu Qing se fue alejando poco a poco hasta desaparecer.

—Bien...—la mujer de rojo intentó salir del sedán, ya había mostrado mitad de su cuerpo cuando otra silueta carmesí le detuvo.

—Espera— dijo Hua Cheng, sujetando levemente la cintura de la novia para poder retrocederla hacia su lugar —Es muy peligroso, aguarda por un instante.—

El rostro bajo el velo titubeó por un instante, claramente impactado ante la actitud de ese Oficial Celestial.

No, no, nadie era amable con tanta facilidad y sin esperar algo a cambio. Tal vez ese hombre era igual que el idiota que el dios coqueto del norte.

Xie Lian estaba impaciente por continuar y terminar con su propósito lo más pronto posible, ¿Quién esperaría tener que toparse con las tres personas que más aborrecía?: El par de idiotas que le abandonaron más un extremo acosador.

En realidad, tenía que reunirse con Shi Qingxuan para dar con el fantasma que tanto revuelo y molestia le causaba y por el que sus devotos oraban y suplicaban, no esperaba que el imbécil de su compañero le delatara por adelantado.

Hace unos cuantos días, Niebla Blanquecina y Viento Estremecedor de Mares habían acordado dar su jugada a los cielos. Para ello Xie Lian iba a fingir aparecer y regresar a los cielos mientras al mismo tiempo seguía con su rol de calamidad. Sin embargo, ese anuncio (que estaba a manos de Shi Qingxuan) había sido adelantado de improviso.

¡Xie Lian debía ascender la noche de las linternas!

—Maldito viento ruidoso— murmuró la calamidad, desenredando lentamente una gran tira de tela de su muñeca. El pedazo de seda de repente se levantó y serpenteó emocionado ante su llamado, mostrando signos de vida.

—Estrangúlalos hasta la muerte.—

Ruoye salió desprendido a gran velocidad, rompiendo y destrozando todo a su paso. Decenas de criaturas fueron cayendo completamente destrozadas, sin tener permitido siquiera regenerarse o incluso defenderse. En un par de segundos todo quedó en silencio.

Xie Lian suspiró de alivio, ahora podía continuar.

Quien diría que se vería interrumpido por nueva cuenta cuando una mano ingreso al sedán nupcial.

Hua Cheng extendió la palma hacia la "dama", esperando con paciencia para revisar si era posible que la novia saliera sin mucho esfuerzo, posiblemente estaba asustada.

Como si esa "dama" no hubiese arrojado una criatura de dudosa procedencia con el fin de asesinar a todas las bestias que se cruzaban en su camino.

Silencio, no se escuchó ruido alguno.

Después de un lapso de incomodidad donde Lluvía Carmesí estaba a punto de retirarse, su mano fue tomada por otra más pequeña.

Escalofrío.

La mano era delgada y delicada, demasiado elegante como si esta perteneciera a una persona fuera del alcance mortal. Si embargo esta claramente era una mano masculina, con articulaciones marcadas .

Hua Cheng contuvo su respiración inexistente.

La novia bajó los escalones apoyándose en el hombre que le sostenía. Su visión estaba bloqueada casi por completo por lo que solo podía mirar hacia abajo, aún así en algún punto tenía que tropezar.

Iba a caer, por lo menos antes de que sujetaran su cintura.

Ambos, vestidos de rojo, lucían como una pareja perfecta camino al altar. Mientras la novia se movía con elegancia, el novio caminaba con cierto aire de jovialidad.

Y comenzaron su recorrido.

Hua Cheng se deslizó acoplándose al caminar de la otra persona, alentando sus pasos como si ambos no quisieran llegar a su destino final. El roce de plata con las telas era evidente y se escuchaba constantemente como el tintinear de una campana. 

En todo el lapso, la novia parecía estar alerta de quien le acompañaba, apretando el puño libre mientras Ruoye se enredaba emocionado a la espera de un ataque. Por el otro lado, el Oficial Celestial se sentía extrañamente en calma total, una comodidad que no había experimentado en siglos.

El camino comenzó a ser infestado por maldiciones y malos olores, pero al parecer a ambas personas les importaba poco el alrededor, por lo menos hasta que comenzaron a caer gotas.

Xie Lian sacó asomó levemente la palma de su mano libre, permitiéndose palpar la lluvia que caía del cielo.

Rojo, era sangre.

—Este idiota de Qi...— pensó Xie Lian, antes de que la lluvia fuese bloqueada de la nada.

—¿Qué..?— susurró. 

Hua Cheng había dudado demasiado en sacar ese objeto que era demasiado especial para él, pero la situación lo demandaba. La escena frente a sus ojos podría describirse como horrible para un simple mortal; decenas de cadaveres colgando por medio de las ramas de los arboles, goteando lentamente y drenando su sangre, causando una ligera llovizna carmesí. La situación era demasiado grotesca, todo el ambiente olía a hierro y putrefacción.

Pero la dama pareció no darse cuenta y, siguió avanzando junto a su acompañante.

Unos minutos después el hombre de joyas extravagantes bajo el brazo plegando en silencio el paraguas que les había resguardado el camino. El monte parecía tener una vereda natural que conducía a las personas hasta el nivel más algo.

Cada cierto tiempo llegaban a toparse con lobos furiosos, o cadaveres que exhumaban peste y mala energía, pero ambos prestaban poca importancia lo que podría acontecer.

Hasta que llegaron a un sitio en especifico.

Las edificaciones se veían viejas, pero bien conservadas. Un templo se elevaba majestuoso en medio de todos los arboles como si se tratase de un espacio privado al que no cualquiera podía acceder. 

Hua Cheng intentó avanzar y subir por los escalones, pero pronto se percató que la persona a su lado no podía ver con facilidad.

—Disculpa, tal vez lo más adecuado es que te quites el velo.— dijo intentando sonar suave.

Xie Lian repentinamente sintió pánico, una sensación de nervios que hace demasiado tiempo no sentía. Por alguna razón temía asustar al individuo a su lado. 

La novia negó con entusiasmo, intentando ir por otro camino.

—No pasa nada, es solo para que puedas moverte con más facilidad. —

Hua Cheng sostuvo a la mujer por los hombros, con el fin de detenerla. De alguna manera existía una expectativa ante lo desconocido, saber quién era la persona a su lado. Sostuvo las orillas del velo y comenzó a elevarlo poco a poco.

Un zumbido se escuchó y una luz brillante cegó durante unos instantes al hombre, la novia se desintegró en miles de mariposas plateadas, tan hermosas y traslúcidas que podrían ser admiradas durante horas sin perder el aburrimiento. La persona a su lado se había evaporado apenas sin permitirle ver a detalle el rostro.

Sin embargo, esos ojos eran demasiado familiares.

Hua Cheng sintió una opresión en el pecho al comenzar a idearse una serie de posibles teorías.

—Él jamás...—susurró.

Sí, lo haría.




Continue Reading

You'll Also Like

95.4K 9.2K 66
👁️⃤ 𝘖𝘯𝘦-𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴, 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘴, 𝘏𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 𝘦 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴 con los personajes de la serie: «🇬 🇷 🇦 🇻 🇮 🇹 �...
503K 36.1K 71
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
304K 26.2K 73
Agustina Ortiz,hermana menor de Valentina Ortiz es una Omega recién ingresante a la secundaria,ser Omega no es fácil menos a esta edad (historia crea...
127K 6.7K 16
Lee Felix es un adolescente común de 18 años, apunto de acabar la preparatoria y obsesionado con los dulces. Un dia el y su mejor amigo llamado "Han...