Adele Steve.
Veía a un hombre caminar, tenía a una niña al lado, pero solo podía ver su espalda, mientras caminaba para acercarme, para intentar hablarle o simplemente pedir instrucciones de donde me encontraba para intentar saber cómo había llegado a este lugar, ellos simplemente avanzaban más, era como si por cada cinco pasos que diera ellos dieran diez, no importa cuando intentara correr ellos cada vez se alejaban más, pero si no intentaba correr estábamos a una distancia tal vez de diez o quince metros, aunque no estaba segura del todo, miraba toda la escena con el ceño fruncido y un poco agotada por estar corriendo para alcanzarlos aunque siempre fue inútil.
Me detengo, es como si estuviésemos caminando en círculos, así que me gire y camine en sentido contrario, pero no sucedió lo que creí que sucedería, en vez de acercarme más me aleje mucho mas de ellos, me gire nuevamente y corrí en su dirección, al cabo de unos minutos había vuelto al mismo lugar, a estar a unos metros de ellos, pero sin poder avanzar ni un paso más.
Les grité lo más fuerte que pude, pero ellos no se inmutaban, me resultaba demasiado frustrante, así que decidí mirarlos con atención, la chica era pequeña, debía tener cinco años máximo, tenía el pelo negro largo, trae puesto un vestido azul claro que le llegaba a la rodilla y en su mano izquierda tenía un peluche era blanco, pero parecía tener puntos azules.
El hombre por otro lado parecía ser muy intimidante frente a la niña, debía medir cerca de un metro noventa, aunque quizás media más, no soy experta en medir con la vista, pero podía hacerme una idea, su pelo es negro como el de la niña, pero, tenía la sensación de que ese no era su color natural, quizás castaño, rubio, pelirrojo (este es muy raro en Gratfoll, mucho más que el rubio), estoy a unos cuantos metros así que no podía asegurar que no fuera su color natural, pero tenía la sensación. Su espalda era recta, como se les ven a los modelos cuando están en alguna pasarela. Aunque solo lo miro de espalda luce como un hombre rígido y meticuloso, los mínimos gestos que lograba captar me decían eso.
Mire a mi alrededor tratando concentrarme en cada cosa que pasábamos, pero solo parecía que estábamos caminado por el centro de la ciudad sin un rumbo definido. En un segundo el hombre levanto a la niña y la puso en sus hombros, que a pesar de estar de traje parecía que se ejercitaba un poco, aunque no en exceso, quizás solo cuando tenía tiempo.
Miro las mesas de las cafeterías, las tiendas, los vehículos a la orilla de la calle, pero no hay más personas a excepción del hombre, la niña y yo, todo estaba abandonado, el pueblo se me hacía conocido, pero estaba casi segura que no era Neilfoll, sé que está abandonado, pero, no sentía que fuera ese lugar, quizás sea mi mente haciéndome una jugada y en verdad ellos no estaban en ese lugar, solo me mostraban lo que hicieron así que esto es solo un recuerdo, solo son ellos.
El sol y todo el ambiente en general parecía molestarme, pero aun así continuaba siguiéndolos, pero tenía la sensación de que mientras más lo seguían peor me sentía, llego un punto en el que emití un fuerte quejido que hizo que me doblara, cuando levante el rostro nuevamente, estábamos frente a una casa rodeada de árboles, como un poco oculta, parecía que el escenario había cambiado por completo en un segundo, el hombre y la niña entraron en la casa, la puerta se quedó abierta como si me estuvieran invitando a entrar con ellos.
Los veía dentro de la casa, parecían estar esperándome, pero en cuanto entre en la casa sentí que me desvanecía, cuando el malestar paso veía todo diferente, yo era diferente, en un espejo que estaba en el pasillo pude verlo, ahora la niña que estaba con el hombre era yo. Tomé su mano por instinto y lo seguí escaleras arriba.
Cuando estuvimos en la segunda planta me llevo hasta una habitación rosa con azul y un poco de negro, había una pequeña cama en la que me ayudo a recostarme, al mirar al hombre casi suelto un fuerte chillido, pero se quedó ahogado en mi garganta, era confuso de definir como su rostro, es como si no tuviera, en el lugar que debía estar su rostro estaba como un gran remolino.
—Descansa, pequeña— dijo el hombre acercándose y dándome un beso en la frente, aunque no sabría decir si era un beso, no tiene boca, pero sonó como el contacto de los labios con una persona.
—Gracias, papa— dije, aunque no era lo que quería decir, pero supongo que el guion ya está escrito y esto no se puede cambiar.
Estaba segura de que no era Andrés, lo sabía, Andrés no tenía el pelo así, no era tan alto ni tan rígido, así que me llene de dudas sobre quien era.
Cerré los ojos automáticamente y cuando los abrí estaba en una especie de pasillo.
Escuche como alguien lloraba, así que me gire, detrás de mi estaba yo, una versión más pequeña de mí, tenía unos trece o menos, pero no dejaba de llorar, era un llanto de dolor, pero al mismo tiempo de arrepentimiento.
—No debimos ver eso— dijo cuando me intente acercar.
Tenía los ojos rojos e hinchados como si tuviese horas llorando seguido.
—¿A qué te refieres con "no debimos"? Se supone que debes saber todo lo que está aquí, yo no — contesto confundida.
—Soy tu, y aunque una versión más pequeña, pero tú, ahora lo has visto y sabes las verdades, sabes casi todo lo que has querido saber— dice mientras más lagrimas caen por sus mejillas.
Sentí un fuerte dolor de cabeza, así que intenté sostenerme la cabeza, pero el dolor era tan intenso que mis manos no llegaron a tocar mi cabeza, solo sentí como una gran línea de sangre salía de mi nariz antes de quedar inconsciente.
🔪 🔪 🔪
Sentía como alguien me estaba llamando, era una voz desesperada, abrí los ojos mirando un rostro borroso frente a mí que poco a poco se fue aclarando, casi con un acto sobrenatural me levanté de la cama en un movimiento rápido, corrí al baño de la habitación. Mi cuerpo se estremeció antes de vomitar todo lo que había comido la noche anterior, era como si no hubiese digerido la comida, mire con asco el inodoro antes de darle a la palanca.
Me senté en el piso de baño con la respiración agitada, sentí como mi interior quemaba, me levante del piso de inmediato y tome el frasco de pastillas, tome unas cuatro al mismo tiempo esperando que eso calme rápido el fuerte dolor que estaba sintiendo.
Caminé de regreso al baño, pero al verme en el espejo me estremecí un poco, había una línea de sangre que estaba cayendo de mi nariz, parecía que incluso de hace minutos antes de que vomitara, pero con el malestar no pude notarlo. Aunque lo que me estremecía no era la sangre como tal, en el recuerdo sentí un fuerte dolor que hizo que me estremeciera y una línea de sangre bajaba por mi nariz, eso me hacía preguntarme que tan grande era la línea entre mis recuerdos y la realidad, parecía que lo del recuerdo se había manifestado.
Limpie la sangre de mi nariz, por suerte el sangrado se había detenido, en los minutos que estuve ahí parada sentí como cada vez me sentía mejor, tome varias veces agua en mis manos y la eche en mi rostro en repetidas ocasiones tratando de refrescar mi rostro. En momentos sentía una pequeña punzada en la cabeza, pero no creo que sea algo de lo que deba preocuparme.
Regresé a la habitación y me senté en la cama, Andrew estaba al otro lado de la cama con una expresión de preocupación en su rostro, le mostré una tímida sonrisa buscando calmarlo un poco.
—¿Cómo supiste que estaba en problemas? — pregunto con curiosidad.
—Gritabas, muy fuerte, parecía que lo que fuera que estuvieras soñando era grave, se notaba mucho que te dolía— respondió.
Me quede pensando un momento, quizás fue la voz de Andrew que me saco de ese lugar de mi mente, el dolor era muy fuerte e insoportable, sentía como me martillaban la cabeza y me golpeaban todo el cuerpo.
Mire a Andrew, su rostro aún tenía una expresión de preocupación, también parecía estar pensado en algo.
—Quizás no debimos sacarte del psiquiátrico— menciona aun con la mirada perdida.
La molestia dentro de mi comenzó a encenderse, no me había sentido realmente molesta desde que había huido con él, pero justo ahora sentía como cada parte de mi se estremecía al escuchar lo que estaba diciendo, lo mire con molestia, su mirada por fin se conectó con la mía, veía duda en sus ojos, pero estaba segura que el veía furia en los míos.
—No puedo creer que te atrevas a decir eso sabiendo como ellos son, vi como incluso le taladraban la cabeza a un hombre, le daban electroshock a otro, son monstruos y piensas que debía quedarme con ellos, sabían que yo recordaba todo, la última vez que ellos supieron que sabía del proyecto y de ellos lo que sugirieron fue encerrarme— solté molesta algunas palabras chocaron entre sí por la rapidez con la que las había pronunciado.
—Mírate, no luces muy bien, te he visto meterte más pastillas que un adicto— menciona.
—Como dijiste uso pastillas, cuando surjan efecto todo estará bien, yo estaré bien, mucho mejor de lo que hubiera estado con ellos— digo con el ceño fruncido.
—¿Qué harás cuando se terminen? — cuestiona, aunque no creo que quiera una respuesta — No quiero que ninguno de nosotros muera, nadie más allá, nadie a fuera de estás cuatro paredes pasa por lo que pasamos, pero si mueres todo será en vano, sé que ellos te quieren por algo, pero ellos tienen todo para que estés bien, lo sabes — dice.
Tenía razón en lo que estaba diciendo, aun así, no podía evitar enojarme al escuchar lo que decía, porque mientras más recuerdo más los odio, más me duele todo lo que nos han hecho, por no solo fue a mí, fue a miles de personas las que lastimaron e hirieron, incluso murieron, me podría estar muriendo y ellos serían la única solución, pero aun así no sería capaz de volver a ellos, antes moriría, sería mejor.
La mirada de Andrew era firme sobre la mía, pero no la aparte en ningún momento, realmente en gran parte de lo que me dijo me dejo sin palabras, el habría pasado por lo mismo de nosotros y mucho más, pero aun así estaba resignada.
Andrew aparto la vista y se levantó de la cama, salió de la habitación sin decir ninguna palabra, me levanté y cerré la puerta de un portazo que debió escucharse en toda la casa.
Los del proyecto Darkness podrían salvar a cualquiera de nosotros quizás de cualquier cosas, pero también nos lastimar cuando quieren, son como la cura y el virus al mismo tiempo así que prefiero alejarme de ellos, la imagen de mi versión más pequeña siendo cortado llega a mi mente, solo unas personas malas y podridas son capaces de hacerle daño a una niña, recuerdo su mirada como si lo que estaban haciendo fuera algo bueno y normal, cuando ellos sabían que solo experimentaban con una niña como si fuera una rata de laboratorio, ahora lo sé.
Me levanto de la cama y me deshago de la ropa lanzándola a una esquina de la habitación, camino hasta el baño y entro en la ducha, el agua estaba helada, pero al menos hizo que mis pensamientos desaparecieran un poco, realmente para lo alejada que está esta casa de la sociedad me sorprende que tan siquiera tenga electricidad, además de agua potable, el pueblo más cercano está abandonado aunque mientras escapaba Andrew tuvo que pasar mucho tiempo arreglando estaba casa para convertirla en su refugio personal, eso es, aunque las circunstancia lo han obligado a compartirlo conmigo.
Salgo del baño y me coloco un pantalón de hombre deportivo por lo cual me ajusta al menos en la cintura y una camiseta que era muchas tallas más de las que usaba normalmente, con la ropa de Andrew puesta puedo notar que quizás es un poco más grande de los que pensaba, aunque si lo pensaba bien, los chicos que están en el proyecto son altos a excepción de Christian, él era casi de mi estatura.
Al decir "era" siento un nudo en la garganta, en estos meses solo le he pasado encerrada y cuando logro escapar me encierro en otro lugar así intentar saber que ha pasado con mi quizás, único amigo ha sido imposible, además de obviamente recordar a mi madre, esperaba con ansias verla, que este bien, en este punto con tantas mentiras no me importaría que no sea mi madre verdadera o lo que sea, su persona representa un lugar seguro para mí, me siento protegida con ella, aunque este más indefensa que yo, ella lograra que este bien, no importa lo que tenga que hacer.
Cuando me percato ya tengo los ojos llenos de lágrimas, no podía ver, pero pensar en las únicas personas que realmente me han apoyado es doloroso, mi mente me dice que debería prepararme para que cualquiera de ellos este muerto, pero mi corazón me grita que no pierda la fe en que todo estará bien, pero mientras las cosas avanzas solo siento más dolor, más lagrimas me comienzan a ahogar, pero en mucho tiempo me permito llorar sacando todo el sentimiento que tengo, todo el temer que he retenido, aunque no siquiera ha sido por mí ha sido por la incertidumbre, no saber nada me destroza, hace que me sienta tan expuesta tan vulnerable a todo, aunque no quiera, no importa lo mucho que hayan experimentado conmigo siempre seré humana, siempre. Quizás al final sea lo que más me diferencie de los demás, soy humana, soy una persona, sin importar nada al final es lo que soy, no soy un simple experimente creado, soy alguien real, las personas me duelen, me duele su sufrimiento, me duele verlos ser abusados en diferentes formas.
Como si no fuera suficiente que estuviera ahogándome con mis lágrimas en mi mente aparecieron los recuerdos de cada vez que estuve con mi madre, aunque solo nos sentemos a ver la televisión, cuando llamábamos, cuando sin saber lo que ocurría me entrego con Angelina confiando en ella, al final ella siempre estuvo alejada de lo que sucedía, por más que supiera ella sabía lo que significaba y el daño que me provocaba.
Hago un ovillo en la cama como si me estuviese protegiendo de todo a mi alrededor, pensando incluso en la traición de Cristina, aunque me había prohibido mencionar su nombre en mi mente, traer recuerdos de ella se me hacía imposible, todo había sucedido muy rápido, había perdido a todos en los que un momento me importaban algunos para siempre y otros ni siquiera sé, pero en definitiva ella siempre permanecerá en mi mente, ella fue mi mejor amiga, estuvo ahí cuando nadie más estuvo, me cuido, aunque me hizo daño al igual que yo a ella, al final solo fue manipulada por los de Darkness, me duele mucho que nuestra relación ahora sea inexistente, pensar solo lo hacía más horrible, aunque reparara lo mejor que pudiera las cosas y mi madre este viva, nunca podre repararlo todo, nunca volverá a ser igual, todo se rompió, las piezas no encajan y no lo harían.
Mis lagrimas se habían detenido, mis ojos dolían mucho, al parecer no me quedaban o quizás solo estaba tan cansada que ni siquiera podía llorar, eso no me sorprendería.
En mi mente repase los rostros tanto de mi madre, como el de Christian, Alec, James, Paul, Emma e incluso el rostro de Cristina, pero principalmente hice mucho hincapié en las imagines de mi madre y James, James, cada día tenía miedo de despertar y no recordar quien era, obviamente no dolería porque no sabía quien seria, pero sé que sentiría un gran vacío.
Ese vacío se hacía más real e incluso palpable cuando pensaba en Alec, mi extraño chico, con el cual nunca supe en realidad si fuimos amigos tan siquiera, no tuvimos mucho tiempo, pero aun así siempre sentiré una extraña atracción a él, es como si algo me dijera que estuviera con el incluso cuando sabía que podría estar muerto, no creo entender a que se deba en general, pero sé que todo este experimente tiene mucho que ver.
Repasar cada imagen traía consigo diferentes sentimientos, incluso en las fotos de Emma y Paul con los que tuve poco contacto siento como si los hubiera conocido desde siempre y los extrañara.
A medida que el tiempo pasaba sentía como mi respiración también, sé que las lágrimas que me quedaban esparcidas por el rostro y me levante.
Escuche como la puerta de la habitación de Andrew se cerró como si hubiera salido de ella, justo ahora me sentía mal, Andrew arriesgo su vida para ir a ayudarme, aun sabiendo que no sacaría a su madre, una desconocida, volver a donde ellos, quienes lo habían arruinado de diferentes formas, ahora viendo todo más calmada y sin ánimos para pelear he sido una malagradecida aun sin estar de acuerdo con lo que dijo al menos pude controlar mi reacción un poco.
Salí de la habitación tan rápido como puede parar seguirlo, pero cuando salí él estaba en la cocina sirviéndose un poco jugo, su expresión se endureció al verme, pero luego su expresión cambio, coloco el vaso en la nevera y camino en mi dirección.
—Lo siento— Digo en un hilo de voz.
El un movimiento rápido siento como me abraza y más lagrimas bajan por mi rostro, es como si después de tanto tiempo sin nadie que me pudiera consolar, aunque sea un segundo al fin pude tenerlo, me sostuvo contra su cuerpo durante unos minutos en los que me sentí mejor.
Nota del Autor:
Hola Darkness.
Uyyy Adele y Andrew han sufrido mucho, son personajes completos con los que más se ha experimentado, han jugado con su mente y demás, necesitan mucho amor y como dijo Andrew en el capítulo anterior, solo los del proyecto saben lo que están pasando.
Quiero actualizar más rápido, pero estoy asegurándome de que todo esté bien, también hoy wattpad se aloco y no me quería dejar entrar a mis historias publicadas.
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