Di un sorbo a mi vaso sin quitar la mirada de mi hermano. Llevábamos horas en aquel local alquilado para fiestas. Era el cumpleaños de Avery, y eso conllevaba una fiesta sorpresa. No era muy partidario de esas cosas, pero sabía que a esa morena le encantaría.
—Sigo pensando que deberías estar con ella ahora—comentó mi hermano colocando los altavoces.
—Amanecí con ella e hice tortitas.
Dejé el vaso sobre la blanca mesa antes de volver a la escalera; los focos no se conectarían solos. Era su pareja, lo tenía bastante asumido, y ser su novio no implicaba ser una lapa.
—Alice y ella están de compras. No pensaba hacer de percha, como comprenderás.
Mi hermano amplió su sonrisa.
El local no era excesivamente grande. Primero pensábamos proyectar en una de las paredes una película. Habíamos colocado hasta el proyector en el ángulo indicado. Harper y Justin habían ido a por comida basura mientras Ling, Cameron y Liv en busca de bebidas. El plan era hacerle una fiesta relativamente íntima, no queríamos a toda la universidad allí. Pablo se pasaría, o eso nos dijo. Para después de la película teníamos juegos y una lista de música para bailar o marcarse un karaoke. Quería que se la pasara bien.
—¿A qué hora vienen?
Bufé bajando las escaleras. Eché mi cabellera hacia atrás mirando cómo estaba quedando todo.
—A las cuatro, creo recordar.
—Está quedando bien—admitió colocándose a mi lado.
Pasó su brazo por mis hombros y se disculpó, como hacía cada vez que estábamos solos, por todo lo que me hizo. Me seguía doliendo, pero estábamos en buenos términos y de alguna forma me recordaba al Nury de antes del accidente.
—Se nota que eres perfecto para ella.
—Ella es perfecta para mí, no es lo mismo.
Estaba convencido de eso. Era perfecta para mí, su persona me hacía sentir desde la euforia máxima a la depresión absoluta tan solo con dos palabras. Había llegado a un punto en el que no podía dormir solo, cuando salía fuera con Alice o con el resto, me costaba horas conseguir conciliar el sueño. A veces tenía que recurrir al As bajo la manga y beber como un degenerado hasta quedarme completamente sopa. Otra opción era hacer ejercicio, sólo que eso me activaba más que dormirme.
—En unas semanas...
—En tres, lo sé.
El cumple de nuestra madre era en tres semanas, y dos semanas después el de nuestro padre. Habíamos pensado ver la película favorita de nuestra madre y hacer la comida favorita de nuestro padre; todo el mismo día. No queríamos estar tres días del año casi de luto, nos valía con dos.
—Terminemos esto, quiero tumbarme un rato antes de aguantar a Harper.
—En el fondo lo amas.
No lo negaría, su constante insistencia me recordaba a un odioso peliazul el cual seguía siendo buscado por la policía. Cuando me encontré completamente solo, no tardé en abrirme del todo con Avery; y no me refiero a verbalmente. Mi mente y mis metas se vieron afectados por su existencia de una forma colosal. Mis emociones pasaron a ser dependientes de los suyos y mi objetivo en la vida, que anteriormente era ser mejor que mi hermano, pasó a orientarse hacia la morena. Por eso, cuando quise darme cuenta, había olvidado por completo a Taehyung. No tuve que llorarle mucho, fue un gran amigo hasta todas las putas que realizó. Harper simplemente apareció con esa alegría que me recordaba a Avery y esa insistencia que necesitaba para que me sacaran de mi zona de confort. Harper era exactamente lo que necesitaba para despejar mi mente y sentirme de alguna manera acompañado. Avery era todo lo que necesitaba, no iba a mentir a nadie. Pero tener a Harper para comentar aspectos de Avery que me jodían o me fascinanan era justo lo que necesitaba. Porque era fácil pensar que tu chica es ideal, pero lo que yo quería era mostrar a los de nuestro alrededor que era una joya para que no la desperdiciaran como hizo Noah. Quería lo mejor para ella, sacar esa sonrisa todos los días. Incluso mi hermano fue de gran ayuda, saber que tienes un apoyo incondicional debido a los recuerdos pasados me hacían algo más aventurero; podía perderme completamente en Avery porque si algo iba mal tenía dónde volver para que me dieran una bofetada por estúpido.
—¿De nuevo divagando?
Abrí un ojo encontrándome esa molesta expresión en la cara de Harper. Volví a cerrar los ojos sobre la tarima, estaba exhausto de preparar todo. Me revolvió la cabellera riendo con esa grave y juguetono tono.
—Cada vez estoy más convencido de que eres molesto hasta respirando—murmuré sin despegar mis párpados.
—Eres un buen tío.
Eso sí que no venía a cuento, me esperaba sus empujones amistosos o sus palabras carácteristicas como: "Sé que me quieres", "Cabrón" u otras variantes. Abrí los ojos clavándolos en los suyos, parecía nostálgico, yo también me ponía así a veces, sólo que no decía nada de lo que pensaba...como ocurría segundos antes de su repentina aparición.
—Los rumores sobre los Jeon eran interesantes, lo mejor de la universidad y la residencia a decir verdad.
Se sentó empujándome ligeramente para tener más espacio en la tarima. No esperaba que comenzara literalmente por el comienzo.
—Primero decían que eras gay, luego asexual, que si eras vegano...eran cosas graciosas—hice una mueca, ¿Cómo deducieron que era vegano?—Nury era un sol, iluminaba por donde andaba y eso llamaba la atención, ¿Por qué los Jeon eran tan diferentes?
Miré como mi hermano peleaba con Yael por las luces. Realmente era una luz, antes ocultaba que la bombilla estaba rota pero ahora había cambiado el foco y había vuelto a ser la luz que perdió. Avery también era un sol, ilumina por donde pasa y por eso al principio vi normal que se acercaran tanto...me jodía ver como dos soles dislumbranan por doquier mientras yo me ahogaba en la oscuridad buscando una pizca de iluminación para continuar mi camino.
—Cuando de pronto apareciste con pintas de ex convicto, se rumoreaba que eras mafioso y que sobornaste a Avery.
Sonreí por el comentario, el momento en el que entré a la cafetería con la ropa real de mi armario, me miraron como si fuera una alucinación. Entre ellos susurraban y me señalaban, me sentí vivo de nuevo. Pasar desapercibido tenía sus cosas buenas, por algo nadie sabía de mis prácticas nocturnas, pero era solitario y eso no lo comprendí hasta que conocí lo que era tener un grupo de amigos, o al menos más de un individuo. Quería sentir lo que decía Avery sobre Alice y el resto. Por eso decidí ser yo mismo, porque, a pesar de que era cerrado, el primer paso hacia una amistad era la sinceridad.
—De pronto la morena era una prostituta, luego tú traficante...cada día era más loco; llegaron a decir que planeabas incendiar la universidad. Pero cuando ocurrió lo de Avery y Noah...—me observó sonriente—La defendiste con todos tus cojones, ahí supe que no eras un bloque de hielo y que lo que fuera que tuvierais, era ajeno a la mierda que contaban. Me llegaste a gustar, quiero decir—me señaló sonriente—eres guapo, misterioso y vistes llamativo. Pero ese no es el punto. Te conocí, y no superficialmente. Debo destacar que tus muecas cada vez que me acercaba me hacían sentir mal, pensaba que me odiabas y te obligaba a hablarme. Luego vi que esa era tu cara de: "me toca salir de nuevo" que de alguna forma sé que te gusta—me gustaba salir con él, cada día era una actividad diferente...nada repetitivo—Vi tu lado cómico, tu pensamiento objetivo e incluso conseguí oír tu opinión sobre algunas cosas, lo protector que eres con Avery y sobre todo, que hasta una roca puede mostrar cariño a su manera. Puede que no me traigas flores o me hagas una fiesta por ser el mejor amigo posible, pero...—asintió con orgullo mirando al frente— sólo con verte sonreírme sé que me estás diciendo: "qué puta suerte tengo de conocer a este loco pivonazo".
Golpeé su hombro, al final me había tocado la fibra sensible. Realmente me había descrito perfectamente, y esa sonrisa no era exactamente "qué puta suerte tengo de conocer a este loco pivonazo" pero sí era un claro: "Ojalá te hubiera conocido antes".
—Todo esto viene porque escuché a Alice hablar de lo desesperada que estaba Avery por tu poca expresividad. Y tiene razón, deberías abrirte algo más, pero tienes tu forma de comunicarte... quería que supieras lo que pienso de tí sin filtros porque tú tratas de hacer lo mismo con tus acciones.
—Harper, me vas a hacer llorar y eso no es muy Jungkook de mi parte.
—Ese era el plan.
Empujé fuera de la tarima a ese idiota. Tenía cosas que hacer antes que llorar por palabras bonitas de un bobo como Harper.
—Tu chica está de camino, ¿Preparado para aguantarme borracho?
Haroer borracho era literalmente un cataclismo, esperaba no tener que pagar de más por romper propiedad del establecimiento.
—No, ojalá pudiera huir.
Avery lloró, pero no era algo verdaderamente sorprendente. Ella era así, una persona sin filtros. Mostraba lo que sentía, sus pasiones y no tenía miedo a perder. Por eso me llamó la atención, verla enfrentarse a todo aquello de lo que yo huía me dio coraje. Necesitaba verla todos los días, porque verla cada vez más fuerte me daba ganas de trabajar en mí para llegar a ser así. Así que... sí, era una llorona a la que la vida le trató bastante mal para hacerla fuerte y realmente lo había conseguido. Me apoyé en la pared, sentado, moviendo mi llena copa de vodka sin quitar el ojo de su rostro iluminado cda vez de un color distinto debido a la pantalla. Todos estaban tan ensimismados por la película que ninguno se percató de que me levanté, me fui a por un vaso de vodka y me senté a dos metros de todos para observarlos. Tuve suerte, dentro de toda mi desgracia. Salí del hoyo, y no me refiero al que me metí por la muerte de mis padres; salí de mi caparazón, volví a sentir más que la libertad que me proporcionaba darle al acelerador en las carreras. Sentí lo que era la preocupación, el ansia, la amistad, la fidelidad a otros y a uno mismo...el amor. No sólo ese amor incondicional que me ha dado estar rodeado de estas maravillosas personas. Conseguí quererme a mí mismo, porque no era sólo un desgraciado sin padres que perdió a su hermano y mejor amigo en momentos difíciles...tuve mis circunstancias que me llevaron a ser el hombre que mis padres hubieran deseado. Mi hermano me lo había dicho antes de la fiesta, y eran palabras que no olvidaría en décadas:" Eres igualito a mamá y papá, si pudieran verte...sin duda estarían orgulloso de tí".
Avery sonrió y rió con Alice por una escena.
Todo mi mundo daba vueltas a su alrededor, y no porque estaba putamente enamorado de ella; es que mi mundo y Avery eran lo mismo. Ella me había sacado del hoyo, me había conseguido amigos, incluso diría que recuperó mi estabilidad mental. Lo que tengo ahora se lo debía a ella, y por eso estaba allí: en una de esas fiestas que odio tanto, bebiendo en un lado de la sala disfrutando toda la decoración que llevaba horas arreglando y sintiéndome en la cima del universo.
Escuché a Harper decir que el personaje que acababa de aparecer era idéntico a mí. Avery corroboró sin dejar de reír. Sonreí dándole un trago a mi vodka.
AVERY'S POV
Miré a mi izquierda y fue como ver un aura diferente en Jungkook. Me miraba dando vueltas al vaso, en un lado de la habitación. Podía identificar una leve sonrisa por la luz de la pantalla. No era como cuando quería largarse de los sitios, que hacía exactamente lo mismo.
Él había sido la decisión más segura de mi vida. Responder a esa pregunta me trajo la máxima felicidad y mi vida no hubiera sido ni la mitad de valiosa sin lo que conllevó su llegada a mi vida.
Me levanté para sentarme a su lado, miré a mis amigos como él hacía anteriormente; sentí una calidez dentro que supuse que era la razón por la que estaba allí. Sabía que estaba pensando, siempre se alejaba para eso. Miré de reojo a Jungkook, se veía bien, nada fuera de lo normal.
—Jungkook.
—Dime—susurró girando su cabeza.
—Nunca lamentaré haberte dado un seguro "I Will".
La película estaba en una parte oscura, la luz casi dejaba la sala en negro. El rostro de Jungkook se veía de forma leve, casi indestinguible. Miré de nuevo al resto, Harper y Yael se estaban dando mimitos, me encantaba esa pareja.
—Avery.
Volví la mirada a su rostro.
—Si digo que estoy completamente seguro de que me casaría contigo...
Él y yo, un dúo imparable. No me imaginaba nada sin él.
—Te diré que sí incluso si me lo pidieras ahora mismo Jungkook. Estoy completamente segura de que eres mi destino, si todos los caminos llevan a Roma...todos los míos me llevan a tí.
Sonrió ampliamente antes de darle un trago a su vaso. Por un segundo pensé que estaba borracho, sonreía más de lo normal y sus palabras no eran las frías que mostraban pocos sentimientos; todo lo contrario.
—Estuve mirando tu estantería y encontré un libro de...¿Cómo se llamaba? Salinas...
—Pedro Salinas —respondí riendo.
—Bueno, me lo leí, sorprendentemente. Y puede que buscara información en Google porque me gustó bastante.
Eso era raro, Jungkook leía poco. Prefería ponerse a hacer una maqueta mientras yo leía en el sofá.
—¿Cuál es el punto de esto?
Pedro Salinas me gustaba mucho, igual que Lorca o Cernuda.
—Pienso igual que él sobre el amor, Avery. Al enamorarte te pierdes a ti mismo, pero es para dejar...—se quedó pensando, se veía lindo tratando de encontrar las palabras exactas—de ser tú y yo y formar un nosotros. Para estar juntos renunciamos a varias cosas, pero el otro sacó lo mejor del contrario consiguiendo un "nosotros" perfecto.
—No volveré a dejarte investigar en mi estantería. Parece que te fumaste algo.
Rió dando un sorbo a su bebida. Me apoyé en su hombro sintiendo el calorcito que me proporcionaba.Allí abajo hacía demasiado fresco para ser verano.
—Te quiero, y quiero que sepas que siempre te daré un "I Will"—dije jugando con los dedos de su mano derecha.
—Entonces no hace falta preguntar.
Del bolsillo sacó una cajita que me dejó imaginarme a gusto qué había adentro. Lloré, siempre estaba llorando, pero esta vez tenía razón para hacerlo. Me subí sobre él para abrazarlo con fuerza...me había dado un puto anillo de compromiso.
—Es algo pronto, pero el I will que me das ahora será igual de válido dentro de unos años...¿Cierto?
—Completamente.
—Si no me dejaste tras saber de las carreras, de mi hermano, después de las peleas ilegales e incluso tras mi corto y último periodo en una celda...confío que no me dejarás en décadas.
Escuché un zumbido mientras mis amigos reían por la película y yo besaba delicadamente sus finos y lindos labios. Jungkook miró su teléfono antes de sonreírme. Salimos del local, estaba fascinada por el anillo ahora en mi dedo. Jungkook tenía uno idéntico en su mano, no podría explicar la felicidad del momento.
Al salir vi a mi padre apoyado en su coche. Estaba sonriente, demasiado. Al acercarnos me preguntó cómo me la estaba pasando, ya estaba anocheciendo, ¿No debería estar trabajando?
—Todo bien...¿Pasa algo?
Asintió mirando nuestras manos entrelazadas. Jungkook estaba serio, siempre lo estaba. Miraba a mi padre como si estuviera harto de ver su cara.
—Veo que ya estáis comprometidos, ahora toca mi regalo.
¿Ya lo sabía? Miré a Jungkook asombrada, ¿Habló con mi padre antes sobre eso y salió bien?
—¿Tu rega..?
¿Eso de la ventanilla es un cachorro de Doberman?
Miré con los ojos como platos a Jungkook señalando la ventanilla. Estaba eufórica. Él asintió soltando mi mano. Mi padre abrió la puerta dejando verse al pequeño cachorro mover su cola.
—¡Un Doberman!
Lo agarré entre mis brazos, era una cosita chiquitita y preciosa. Me lamió el rostro esbozándome una sonrisa.
—Bueno, cuídalo. Lo adopté hace unos días así que no me cogió mucho cariño—dijo mi padre sin quitar la vista de mí.
Di dos vueltecitas acariciando la pequeña cabeza del animal con mi dedo pulgar.
Jungkook hablaba con él sobre lo que le dijeron al adoptarlo; por lo que escuché eran cinco cachorros abandonados en la calle. Yo simplemente lo tenía en mis brazos tratando de no llorar; era el mejor día de mi vida. No sólo la sorpresa de cumpleaños, las palabras de Jungkook, el anillo, el perro...
Mi padre besó mi frente deseándome un feliz cumpleaños.
—Te estás haciendo mayor, y estoy orgulloso de tí. Jungkook es un chico curioso, y te quiere como un idiota...me recuerda a mí de joven. Cuídaos, ambos.
Antes de irse dejándome con Jungkook y aquel pequeño dio un apretón de manos a Jungkook.
—Bueno, ¿Cómo lo llamarás?
Sonreí viéndolo, se había dormido en mis brazos.
—Bam.
Me gustaba ese nombre. Besé sus labios antes de salir corriendo de nuevo a la sala, al entrar estaban todos confusos preguntando dónde narices habíamos ido. En cuanto me vieron con el cachorrito en los brazos se derritieron de ternura. Se acercaron a acariciarlo, el pequeño se despertó. Andaba balanceándose, era adorable. Miré como Alice y Harper peleaban por Bam mientras Justin y Cameron lo llamaban Bami tratqndo de que eligiera a uno de ellos. Me senté en el suelo viendo la escena de todos jugando con él. Jungkook se acuclilló.
—Me has hecho un chico afortunado...pero las mierdas las recoges tú.
—Sí, sí, gruñón.
—Este gruñón tiene un regalo de cumpleaños más —lo miré curiosa—Tú, yo, unas led rojas, una lista de música excitante y una noche en vela.
—Vaya, parece ser que mi cumpleaños se amplía una madrugada...
Pasé mi mano por su mejilla acercando sus labios a los míos.
—Reposa la espalda, porque te voy a dar contra la pared, Avery.
—Sólo si en la segunda ronda puedo montarte.
—Nunca me negaría.
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Hasta aquí el fanfic!!!
Lo que continúan son extras.
¿Alguno específico que queráis?