Cuando entramos al súper el aire acondicionado nos recibió de golpe, estaba haciendo más frío ahí adentro que afuera y yo estaba vestida con un short, asi que sentía mucho más el frío.
Mi hermana tomo un carrito y comenzamos a andar por los pasillos con la lista en mano, íbamos a empezar por los cereales, luego con los detergentes, el aseó personal, jugos y bebidas y por último la carne, así que mi hermana me indico hacia donde dirigirme.
Mientras caminamos comenzamos a hablar para que no fuera tan aburrido.
Estefanía: Oye Bella, ¿Te está gustando estar aquí?
Arabella: Pues llevo dos días aquí pero creo que si, de hecho si me gusta, es muy cómodo y tranquilo.
Estefanía: Realmente me da gusto, y creo que además me gusta tener una hermana mayor que se preocupa por mi.
Reí y la abrace.
Arabella: Me haces sentir especial Fany, y escucha algo, siempre estaré para ti Fany, siempre lo estuve, se que no siempre estuve físicamente presente, pero cada vez que hablaba con mama le preguntaba por ti, para saber como estabas, que hacías, si estabas bien, siempre me preocupe por ti y ahora que te tengo cerca, lo haré aún más.
Ella solo sonrió y seguimos en busca de lo que nos hacía falta.
Llegamos al pasillo donde estaban todas las carnes y comenzamos a elegir la que mamá nos había encargado, no éramos muy buenas en eso pero para nuestra suerte llegó un empleado a prestarnos ayuda.
Recorrimos la lista entera para asegurarnos de que todo estuviera en el carrito, y al asegurarnos caminamos hacia la caja para poder pagar, había un poco de fila como de 5 personas mayores así que esperamos hasta que una cajera libre nos pasó y al verla bien, era ella, Joyce Byers.
Joyce: Pero mira nada más, eres tan grande y hermosa Bella.
Arabella: Señora Byres me da mucho gusto verla, no la había visto por ningún lado y tampoco a los chicos, pensé por un momento que se habían mudado.
Estefanía: Creo que es normal Bella, llevas poco tiempo aquí.
Joyce: ¿Cuando llegaste cariño?
Arabella: Antier creo.
Joyce: ¿Crees? Siempre fuiste muy despistada.
Lo dijo mientras comenzaba a cobrarnos las cosas.
Ella me preguntaba cosas y yo le respondía amablemente, siempre la vi cómo otra madre, era muy buena persona, hasta que alguien que conocía se formó detrás de nosotras.
Billy: Pero mira nada más, ¿Será coincidencia encontrarte en todos lados?
Voltee porque reconocí esa voz y lo mire de la cabeza a los pies, no podía creer que hasta en el súper lo viera, pero era algo obvio, era un pueblo pequeño.
Arabella: Bueno Billy es un pueblo pequeño y verás mi cara casi todo el tiempo.
Joyce: ¿Es tú novio cariño?
Arabella: N... No, claro que no, es... Un amigo de la escuela y eso es todo.
Lo dije tartamudeando y ni siquiera sabía el porque y Billy solo reía.
Billy: Sí, muy buenos amigos de hecho, mi nombre es Billy, Billy Hargrove, ¿Usted es familiar de Bella?
Joyce: No, soy una amiga de su madre y de Bella fui como su otra madre.
Billy: Ya veo, Bella tiene ganado el corazón de todos por aquí, o al menos eso me ha dejado ver.
Joyce: Si, siempre fue una linda chica.
Joyce termino de cobrarnos todo mientras Estefanía le ayudaba a guardar las cosas en bolsas de plástico y solo me miraba fijamente y luego a Billy en señal de que no hablara con el.
Le di el pago a Joyce, sobraban 13 dólares así que decidí que se los quedará, sabía lo trabajadora que era y realmente era poco para lo que se merecía.
Joyce: Muchas gracias Bella y cuando puedas saludame a tu madre.
Arabella: Así lo haré señora Byers, adiós Billy.
Billy: Nos vemos mañana Bella.
Lo dijo mientras me miraba de esa forma en la que solo el sabía, salimos y comenzamos a caminar en dirección a casa.
Estefanía: No me agrada para nada.
Arabella: Oye tranquila, ¿Te hizo algo?
Estefanía: No pero a Max si.
Arabella: ¿Que le hizo?
Estefanía: Es una mierda con ella Bella, Max siempre hubiera querido a un hermano que la cuidara y la quisiera y el solo sabe... Molestarla.
Arabella: Para eso nos tiene a nosotras Fany, seremos como sus hermanas de hoy en adelante, aparte cuídare de ella la mayor parte del día así que no permitiré que Billy le haga algo, tranquila.
Estefanía: Hablando de eso, al principio pensé que sería buena idea pero, ¿Y si Max gana mi puesto contigo?
Arabella: ¿De qué hablas?
Estefanía: Pues, yo la quiero y siempre espero que la pase bien y que la traten bien pero, ¿Y si la quieres más a ella, que pasará conmigo?
Arabella: Ya entiendo, tienes celos.
Estefanía: Pues un poco sí.
Arabella: Eso no pasará tontita, eres mi hermana y Max será como mi hermana postiza, tu eres la real Fany.
Estefanía: Bueno, creo que puedo estar más tranquila.
La abrace de los hombros y recargue mi cabeza junto con la de ella mientras caminábamos, había silencio, pero era cómodo, igual de cómodo que con Billy.
Y al pensar en el, fue como si lo hubiera invocado, apareció su lindo Camaro a un lado de nosotras y bajo la ventanilla del copiloto.
Billy: ¿No tienen frío?
Arabella: Pues un poc...
Estefanía: No, puedes irte.
Arabella: Oye Fany tranquila, no tienes porqué ser grosera, no está haciendo nada malo.
Billy: Mira nada más, tiene mas carácter que tú Bella.
Arabella: ¿Que haces aquí, no deberías ir en dirección a tú casa?
Billy: Si pero te vi la piel de gallina en el súper, indicando que tenías frío, y a tu hermana igual, aunque lo niegue. Puedo llevarlas si gustan.
Arabella: Que observador eres Billy pero nuestra casa queda cerca, podemos ir caminando.
Billy: Vamos suban, no muerdo.
Estefanía: Ya te dijo que no, podemos ir caminando, muchas gracias.
Arabella: Mi hermana tiene razón Billy, además, que nos dice que no estaremos sentadas en el mismo lugar donde tuviste un orgasmo.
Billy rio y soltó una carcajada.
Billy: ¿De qué hablas mujer?
Arabella: Sales con muchas chicas, no sabemos que hacen ni donde, así que mejor nos vamos a pie, gracias Billy.
Billy: Bien, cómo tú quieras Bella.
Lo dijo riendo mientras arrancaba más rápido hasta que ya no lo vimos por la carretera, se había metido a una calle.
Estefanía: Gracias Bella, no quería ir con el.
Arabella: Ni yo, no te preocupes.
Caminamos hasta llegar a casa y cuando al fin llegamos pudimos sentir como el calor de hogar nos abrigaba.
Olivia: ¿Cómo les fue chicas?
Estefanía y yo respondimos al mismo tiempo diciendo que muy bien.
Arabella: Solo que hacía mucho frío.
Elmer: Yo les dije que debían irse en el auto chicas, se los dije.
Estefanía: Creo que para la otra te haremos caso papá.
Arabella: Mamá la señora Byers te mando saludos.
Olivia: Joyce siempre tan cordial, creo que iré a visitarla pronto.
Arabella: Bueno, me iré a dormir, buenas noches, los quiero.
Olivia: Pero no haz cenado cariño.
Estefanía: Si lo hizo mamá, de hecho yo igual, nos preparó unos sandwiches.
Olivia: ¿Nos preparó? Ah pero claro, tu amiga estaba en casa, bueno si es así, descansa cielo.
Arabella: Mamá, hablando de eso, creo que ya tengo trabajo.
Elmer: ¿Trabajo? Pero no hay necesidad de eso Bella, no ahora.
Olivia: No le hagas caso cielo, siempre será buena idea trabajar por tus propias cosas y que entiendas el valor del dinero, pero si me gustaría saber en qué específicamente.
Arabella: Seré niñera de Max, la amiga de Estefanía.
Elmer: ¿La que estuvo hoy en casa?
Arabella: Esa misma, me darán 15 dólares por cuidarla el medio día ya que es cuando sus padres trabajan, su padrastro dijo que después me daría más, pero para mí creo que está bien.
Olivia: Pues si cielo, está muy bien, y me encanta la idea de que trabajes, te harás mucho más independiente.
Arabella: Bueno, ahora sí me iré a dormir mamá, adiós Elmer.
Estefanía: Creo que yo igual me iré a dormir, buenas noches.
Olivia y Elmer contestaron al mismo tiempo deseando buenas noches.
Ya en mi cuarto solo me puse mi linda pijama de satín color vino y me recosté a leer nuevamente un poco de mi libro, para después recordar que no había hecho mis útiles para mañana.
Yo siempre quería tener todo listo para el día siguiente no tardar tanto y llegar a buena hora a la escuela.
Todos mis libros de la escuela estaban en un pequeña repisa y cuando me acerque mire una caja envuelta en papel de regalo, lo cual se me hizo sospechoso ya que al irme no estaba eso ahí.
Lo agarre y me senté en la cama y al comenzar a abrirlo ví lo que siempre había querido que papá me diera pero nunca pudo ya que siempre se le olvidaba, un precioso Walkman.
Salí corriendo hacia la sala de estar y vi a mamá viendo la tele y rápidamente fui a abrazarla.
Arabella: Muchas gracias mamá, me gustó mucho.
Olivia: ¿De qué hablas nena?
Arabella: Del Walkman que dejaste en mi cuarto madre.
Ella solo sonrió y volteo a verme.
Olivia: Fue parte de Elmer querida, deberías agradecerle a el.
Me sorprendí pero fui a buscarlo y cuando lo encontré le agradeci y lo abrace muy fuerte.
Elmer: Solo cuídalo bien Bella y todos los casetes que tal vez quieras usar están debajo de tu cama, si acaso quieres más puedes decirme, te quiero hija.
Hija... No puedo explicar lo que sentí al escuchar eso, ni siquiera papá me llamaba así, y de la emoción lo abrace nuevamente aún más fuerte.
Arabella: No te preocupes Elmer, creo que podré comprarmelos yo después, pero igual muchas gracias, de verdad te aprecio mucho.
Nos despedimos y me fui nuevamente a mi habitación y ya ahí comencé a sacar la gran caja llena de casettes que había ahí, y vi uno que realmente me intereso mucho, un casete con canciones de Blondie, lo tome me senté en la cama y estrene mi Walkman con ese casette.
Disfrute mucho ese momento, realmente me encantaba la música y no entendía como había personas que vivían sin escuchar música cada que podían.
Al final lo deje en el buro cerca de mi cama y me acosté lista para dormir, porque aunque había dormido por la tarde, aún me quedaba algo de sueño.
Ya estaba quedando dormida hasta que escuche que tocaron la puerta y me desperté de golpe.
Arabella: ¿Quién es?
Estefanía: Bella, ¿Puedo entrar?
Arabella: Claro Fany.
Me levanté rápidamente y la abrace y ella comenzó a sollozar.
Arabella: ¿Que paso Fany? ¿Estás bien?
Estefanía: Es que estaba hablando por teléfono con el chico que me gusta y dijo que le gustaba otra persona ya que yo era fea.
Arabella: Pero que le pasa a ese idiota, no le tomes importancia Fany, chicos hay demasiados y tú todavía tienes mucho que vivir, apuesto que conoceras demasiados, y claro que no eres fea.
Prendí la luz y la puse frente a mi espejo de cuerpo completo.
Arabella: Solo mírate Fany, eres hermosa, tu cara es tan fina y tan alineada, casi perfecta, tu cuerpo es hermoso, digno de una chica de tu edad, tienes un cabello hermoso, largo y cenizo, y tu carisma, tu escencia, la persona que eres. Eres completamente hermosa Fany, no puedes dudarlo, no a tu edad, además, ¿Que haces llorando por un niño? Ese idiota no merece que le llores, nadie merece tus lágrimas, mañana me dirás quién te dijo eso, ¿Me entendiste?.
Ella solo asistió, y la abrace muy fuerte, sabía lo que se sentía ser insegura porque otra persona te lo haya dicho, y para mi mala suerte, nunca fue solo una persona, casi toda mi infancia me atormentaban con comentarios ofensivos.
Me despegue de ella y con cuidado limpie sus lágrimas.
Arabella: ¿Por qué no te quedas a dormir conmigo?
Ella solo dijo que si suave y nos acostamos, la cobije muy bien y la recosté junto a mi pecho reposando mi cabeza en la suya mientras le hacía cariños en el pelo.
Arabella: Recuerda lo linda que eres Fany, descansa y sueña lindo, cualquier cosa aquí estaré a tu lado.
Quedamos profundas en una pose muy linda, abrazadas y acurrucandonos con mucho amor.