Antes de que el reloj de las cinco escuchamos sonar el timbre con conexión a la calle. Eri se asoma por la ventana, y con los ojos abiertos como platos, anuncia que es Liam quien espera.
Yo corro al baño solo para asegurarme de que mi cabello y maquillaje están en perfectas condiciones, tomo el pastel de encima de la mesa, me despido con un beso de Eri y salgo del apartamento.
Hoy me levanté a las siete y media de la mañana para preparar el pastel, se suponía que iba a ser solo para Eri, pero ella insistió en que no podía ir a merendar a casa de Liam con las manos vacías. De todas formas pienso prepararle uno para ella en cuanto vuelva.
Al salir del edificio no veo a Liam por ningún lado, su auto está al otro lado de la calle, pero de él no hay ni rastro. Me acerco al Audi intentando ver algo a través de los vidrios polarizados, pero no hay caso, es imposible.
Entonces, en el reflejo de los vidrios, veo un tipo con una cámara detrás de mí y maldigo.
¡Son como la mugre, están en todos lados!
La ventanilla del auto comienza a bajar poco a poco y Liam me sonríe desde el lado del conductor.
—Sube, fenómeno.
Liam se estira por arriba del asiento del acompañante para abrir la puerta y dejarme entrar.
Con cuidado me siento, poniendo el pastel encima de mis muslos mientras sus ojos no se me quitan de encima, claramente poniéndome nerviosa.
—¿Qué pasa? —le pregunto bajando el parasol para verificar que mi maquillaje no se ha corrido.
Casi nunca llevo maquillaje, pero cuando lo hago el maldito tiende a correrse a cada rato.
—Te quedan lindos los piercings —apunta hacia mi nariz y baja la mirada a mis pezones para después subirla otra vez a mis ojos—. Perdón, no debí hacer eso.
Mis piercings volvieron, y esta vez sí van a quedarse.
—¿Pides perdón por haberme ojeado las tetas? —el metal de los piercings se marca por encima de mi blusa, no puedo culparlo porque le llame la atención.
—No, te pido perdón por lo que se me cruzó por la cabeza cuando lo hice.
Mis mejillas rojas como tomate delatan lo que sus palabras me ocasionan, pero él no parece notarlo, y si lo hace no lo menciona, cosa que agradezco.
—Hay paparazzis —comenta haciendo una seña hacia ellos con las cejas.
—He visto solo a uno —intento girar mi cuello hacia donde estaba el tipo, pero Liam acuna mi mejilla y antes de que pueda moverme me atrae hacia él.
—Se supone que estamos saliendo, fenómeno.
Me da un beso corto y sonríe al apartarse.
—Pero, van a tomar fotos... —entonces lo entiendo—. Quieres que tomen fotos.
—Ese es el punto —guiña un ojo y nos ponemos en marcha dejando atrás al tipo de la cámara.
—¿Cómo es que saben donde vivo?
—Deben de haberme seguido anoche después del show —comenta él ecogiéndose de hombros—. Acostúmbrate a tenerlos por aquí, porque para ellos eres primicia y desde ahora no van a dejar de tomarte fotos incluso cuando estés en tu casa.
—Ni que fueran a entrar —río.
—No, pero pueden meterse en cualquiera de los otros edificios de la vuelta y tomarte fotos a través de las ventanas, lo digo por experiencia.
—El mundo de la fama es raro.
—Y eso que aún no estás metida del todo en él, luego la gente comienza a reconocerte cuando vas por la calle y a pedirte cosas que nadie en su sano juicio lo haría, entonces sí eres consciente de lo raro que puede llegar a ser todo esto.
—¿Qué es lo más raro que te han pedido?
—Una vez una chica me pidió que le firmara la frente y lo hice, unos días después mi manager me mostró una foto de la misma chica con mi autografo tatuado justo donde lo firmé.
—Definitivamente está loca.
—O sea, no me parece loco que se tatúe mi autografo, sino...
—El lugar donde lo hizo —termino por él—. Sabes la influencia que tienes sobre las personas ¿No?
—A veces no soy del todo consciente de que cada cosa que hago tiene un peso sobre los demás.
—Yo no podría con tanta carga...
—Te acostumbras —se encoge de hombros.
Minutos después estamos estacionando frente al edificio de Liam. No voy a negar que los nervios por volver a ver a la nonna me están matando. Desde pequeña que me llevo demasiado bien con ella, mis abuelos fallecieron antes de que yo naciera, por lo que ella es lo más cercano a uno que tuve en toda mi vida.
—¿Crees que me recuerde? —pregunto mientras subimos al ascensor.
—Esos ojos no son fáciles de olvidar, fenómeno.
Posa su mano en la parte baja de mi espalda y una vez que las puertas del ascensor se abren, él me dirige a través del pasillo.
—Estoy nerviosa —admito.
—La nonna también, cree que no está lo suficientemente bonita, así que en cuanto la veas dile que está hermosa y que los años no parecen pesarle.
Lo miro sonriente recordando cómo era él quien le decía que con cada día que pasaba se volvía más vieja y arrugada, la nonna solía decir que no le importaba, pero más de una vez la ví contemplándose al espejo con preocupación ante la aparición de alguna línea de expresión.
—¿Crees que le guste el pastel?
Sé que siempre fue fan de lo dulce, pero en cinco años muchas cosas pueden cambiar.
—Seguramente no me deje siquiera probar un poco a mí o a Theo.
—¿Theo es tu hermano? —pregunto y él asiente con la cabeza—. ¿Crees que le caiga bien?
—A ese niño no le cae bien ni su madre, no esperes mucho.
—¿Tú sí le caes bien? —él lleva la mano al pestillo de la puerta y la abre hacia atrás.
—Yo le caigo bien a todo el mundo, fenómeno.
—¡Liam! —un enano castaño corre hacia él y salta a sus brazos ni bien pone un pie dentro del apartamento—. Hola, Sam.
Miro a Liam alzando las cejas, algo sorprendida por su actitud y digamos que también por el parecido que tiene con el hombre que ahora está a mi lado sonriendo como idiota.
—Creí que era más linda —comenta el niño mirándome de arriba a abajo—. ¿Por qué tienes los ojos diferentes? ¿A tus padres no les alcanzó la puta pintura para el otro maldito ojo?
—Theo, pídele perdón —Liam lo mira serio.
—¿Cómo siquiera habla? ¿No que tenía tres años?
—Tengo casi cuatromalditos años —alza su mano mostrando dos dedos—. Ya soy grande.
Liam toma el pastel en sus manos y se dirige a una mesa de vidrio a lo lejos deñandome con el niño en la entrada al apartamento.
—Los niños lindos no dicen palabras feas —comento apoyándo mis manos en mis rodillas para bajar hasta su altura.
—Liam dice malas palabras y ninguna chica le ha dicho jamás que es feo...
—Tiene lógica, fenómeno —dice él en voz alta para que podamos escucharlo.
—¡¿Yo también puedo decirle" fenómeno"?! —grita Theo con voz chillona.
—¡No, ese apodo es solo mío, búscate otro!
Theo se cruza de brazos y vuelve a barrerme con la mirada.
—Creo que te diré bicolor...
—Así tampoco —dice Liam acercándose a nosotros.
Pasa un brazo por encima de mis hombros y tras cerrar la puerta me dirige hacia la sala. La primera vez que estuve aquí no había siqueira muebles, todo estaba ocupado por los equipos de las maquillistas y el personal.
—¿Y entonces cómo le diré? —Theo se toca el mentón como si eso lo hiciera pensar más rápido.
—Puedes decirle "cuñada" —sugiere Liam—. Es mi novia, así que eso la convierte en tu cuñada ¿sabes?
—¡Me gusta! —chilla—. ¡Serás mi cuñada!
Sin prestarnos mucha más atención sale corriendo y se mete en la primera habitación del pasillo.
—¿Ellos saben que estamos fingiendo salir por publicidad para mi nombre?
—No, les dije que salíamos porque estoy enamorado de tí desde siempre. La nonna se alegró tanto cuando le dije que te había encontrado que cuando me preguntó si estábamos saliendo no pude decirle que no.
—O sea que debemos fingir también delante de tu familia.
—Si no te molesta, entonces sí.
—Claro que no, Liam —sonrío—. ¿Alguna historia o algo que deba saber para seguirte el juego?
—No le dí muchos detalles por miedo a meter la pata, así que nada, no hay trafondo a nuestro reencuentro.
—Puedo contarle como fue —ruedo los ojos—. "Eres insignificante"
—Lo dije por estúpido, tú significas más para mí que muchas cosas en mi vida, fenómeno.
—Eso es lindo.
—Yo soy lindo —guiña un ojo—. Iré a ver qué hace la nonna, es raro que no haya aparecido aún.
Entonces, como si la hubiera invocado, la nonna aparece con Theo de la mano.
—¡Tanto tiempo, Sammy! —su boca se ensancha en una sonrisa radiante que se asemeja a la mía.
—¡Nonna! —camino hacia ella con los brazos abiertos y nos fundimos en un abrazo.
—¡Pero mira lo grande que estás! —exclama al apartarse—. ¡Y también muy hermosa!
—Tú igual, nonna, los años ni se te notan.
Se acomoda el cabello encima de sus hombros y me sonríe algo sonrojada.
—No estoy como hace unos años, pero tampoco nada mal. Mi espalda es la única que no coopera.
—Hoy en día la mitad de los adolescentes tienen problemas de espalda, así que después de los veinte eso debería considerarese como requisito para seguir creciendo —suelto yo y ella carcajea.
—Liam nos ha hablado mucho de tí, Sam. Lo tienes tonto y enamorado como siempre...
Yo lo miro a él sonriendo y noto como se sonroja un poco, lo que me hace gracia y me da ternura a la vez. Me acerco a él y paso mi brazo por detrás de su espalda para abrazarlo.
—A mi me tiene igual —admito y no sé qué porcentaje de mentira tienen mis palabras, o si siquiera hay un porcentaje en ellas.
La nonna se lleva ambas manos al rostro y noto como su mirada se ilumina mientras nos observa.
—Que loca la vida como volvió a unirlos después de tanto —comenta ella yendo hacia la cocina.
—Mamá tenía miedo de que Liam se quedara solo por esperar a la chica del álbum —Theo se acerca a mí y rodea mis piernas con sus brazos.
—Hablando de álbumes...¿Crees que puedas mostrarme el álbum que guardas con fotos de Liam y mías? —me dirijo a la nonna arrugando la nariz.
Ella frunce el ceño y cuando abre la boca para hablar no es su voz la que suena.
—La próxima vez que venga le haré acuerdo para que lo traiga, fenómeno —suelta Liam—. Nonna, Sam trajo pastel de frutillas...
—¡Ya lo probaremos!
Sin decir más sale caminando hacia la cocina, con Theo detrás gritando que él también quiere pastel. Abre los ojos como platos al verlo a la vez que Theo se relame los labios.
—Tiene buena pinta —comenta ella—. Liam, cariño, pon agua a calentar para el té y comamos esta delicia.
Así nos pasamos toda la tarde y hasta entrada la noche conversando, riendo y matormente, recordadno viejos tiempos. Theo nos abandonó al cabo de media hora de empezada la merienda porque según él no tenía nada que aportar y prefería estar jugando en la consola a tener que estar escuchando historias viejas.
De verdad me sorprende lo maduro que es ese niño, el léxico que utiliza para referirse a las personas y admiro como, a pesar de que le encanta decir malas palabras, mientras estuvimmos con su abuela no se le escapó ni una.
Cuando dije que debía irme la nonna insistió en que me quedara y por un momento lo pensé, pero luego recordé que Eri está sola en el apartamento y las ganas de pasar la noche aquí se esfumaron tan rápido como llegaron.
Liam no ha terminado de estacionar y ya nos rodean unos cuantos tipos con cámaras enormes en sus manos.
—Sigo sin entender por qué les importa tanto. ¿Qué fue lo que dijiste en la entrevista?
Mi idea era ver cada una de las entrevistas que le han hecho estos años ¡pero hay más de docientas! Mi curiosidad no es más fuerte que mis ganas de saber chisme, eso déjesenlo a alguien más.
—Que no me interesaba volver a estar con nadie más —me mira por el rabillo del ojo—. Y que si en algún momento me veían en una relación sería porque había vuelto a encontrar al primer y único amor de mi vida.
—¿A mí? —frunzo el ceño.
Sé que fui su primer amor, pero creer que también el único me parece bastante egocéntrico y ese es él, no yo.
—Tú —confirma—. Te extrañé demasiado cuando me fui del pueblo, de verdad, quería volver, pero había firmado un contrato con una disquera y si llegaba a romperlo hasta ahora tendría que estar pagando. Cuando terminé de grabar mi primer álbum, volví, volví a buscarte, pero ya no estabas. Nadie, ni tú, ni Grace ni el Capitán.
—¿Volviste por mí?
—Volví por ti, fenómeno, y sin duda lo haría mil veces más —toma mi mano y deja un beso suave en el dorso de esta—. Ahora salgamos a demostrarles el amor que nos tenemos y démosles una buena tapa de revista.
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Hola fe@@@s
Tamos casi casi a la mitad de UCNFS y, aunque falta, yo ya me estoy gozando con el final. En mi cabeza es todo tan lindón que seguramente llore mientras lo escribo (#dramaqueencomoKlara) y luego ustedes también tendrán que llorar porque sino no es justo.
También voy a decir que encontré una piba en fyp de tik tok que me da muchas vibes de Eri, así que acá se las dejo pa ke vean.
https://vm.tiktok.com/ZMFPYTPQk/
Ya, fin del comunicado, nos vemos en unos días brodiss 💗