Ulbert observó cómo Kelart entraba en su oficina balanceando sus caderas en movimientos elegantes con una pila de informes en sus manos. El más mínimo signo de tinte rojizo apareció en su rostro cuando su mirada cayó sobre su pecho, que estaba vestido solo con una delgada camisa de seda.
"Je, usar una forma humana funciona como un encanto". Últimamente, estaba usando su forma natural de cabra demoníaca cada vez menos. Principalmente porque la mayoría de los miembros del gremio habían elegido permanecer humanos y tenían dificultades para adaptarse a la presencia constante de habitantes más monstruosos de Nazarick, pero también había otra razón. Sus intentos de seducir sutilmente a Kelart.
Por supuesto, él podría ordenarle que se metiera en la cama y ella lo haría, pero ¿dónde estaba la diversión en eso? Las pocas concubinas súcubos que tenía estaban ansiosas por cumplir todos sus deseos y con el tiempo había comenzado a volverse aburrido. Aquí es donde la hermosa sacerdotisa entró en escena, como un nuevo e interesante desafío. A pesar de que tenía veintitantos años, y a pesar de su impresionante belleza, como clérigo, había permanecido virgen.
Se había convertido en una especie de juego tentar a Kelart con coqueteos ligeros y toques no tan modestos. Evitó deliberadamente hacerle ofertas para ver cuánto tiempo le tomaría a ella ser la que mostrara iniciativa. No había suerte hasta ahora, pero su mente se estaba llenando lentamente de deseos. "Mi juguete es astuto y cree que tiene la ventaja, pero veamos cuánto tiempo puede mantenerlo".
Ella pudo haber creído que podía ocultar sus crecientes deseos, pero la lectura de la mente, uno de los trucos favoritos de Ulbert, lo reveló todo claro como el día.
Kelart se detuvo a su lado y se inclinó, poniendo la pila sobre la mesa. "Estos son los últimos informes sobre Roble mi Señor". Dijo con una sonrisa sutil. La túnica del sacerdote puede no haber mostrado ninguna piel, pero era lo suficientemente adecuada como para dejar que la imaginación llenara los vacíos. "La mirada del Señor es tan desvergonzada. Incluso el más atrevido de los nobles de Roble no era tan audaz".
"¿Te importa darme el resumen mientras esperamos a mi buen amigo?" Ulbert preguntó con voz suave.
Kelart se enderezó y respondió. "Por supuesto, mi Señor. A partir de ahora, alrededor del cuarenta por ciento de la población se ha convertido a la adoración del panteón, siendo Lord Touch el Dios más preferido. Neia y yo estamos aumentando ..."
"¿Dónde están mis modales?" Ulbert la interrumpió con una sonrisa. "No puedo permitir que una dama se pare mientras yo mismo estoy sentado" y le dio unas palmaditas en el regazo.
"¿Mi señor? ¿No es eso ... inapropiado?" Preguntó con una sonrisa astuta.
"Nunca le ofrecería a una joven adecuada algo que consideraría inapropiado". Dijo Ulbert, acariciando su regazo nuevamente.
Kelart se sentó sobre su pierna derecha y con una tos continuó. "Como decía, Neia y yo estamos aumentando nuestros esfuerzos en las provincias del sur para difundir la adoración de los verdaderos dioses. Aunque los lugareños todavía son reacios, la falta de lugares para la adoración de los cuatro dioses probablemente disminuirá el número de sus seguidores con el tiempo".
"Veo que mi confianza en ti no está fuera de lugar". Ulbert dijo y puso su mano en su cintura. Kelart jadeó en silencio, pero no mostró ninguna incomodidad con su acción descarada.
"Gracias, mi Señor".
"Solo llámame Ulbert en privado. Creo que te lo has ganado". Él apretó suavemente su cintura. Ainz probablemente lo regañaría por tales acciones poco profesionales y probablemente lo compararía con Pero, pero la mujer no era tan ingenua e inocente como le gustaba presentarse, con su mente vagando en lugares que incluso él no esperaba.
"Eso sería desagradable de mi parte como uno de sus adoradores". Dijo en tono burlón.
"¿Incluso si lo permito?" Preguntó con una ceja levantada.
"Se necesitaría mucho coraje para dirigirme a ti tan descaradamente, mi Señor, incluso con solo nosotros presentes".
"No puedo evitar alentar a mis subordinados a ser su verdadero yo a mi alrededor". Ulbert soltó una breve carcajada y continuó. "El toque debería llegar en cualquier momento y estoy bastante seguro de que sé quién lo acompañará. ¿Qué tal si permaneces sentado como está mientras hablo con él?"
"¿Es eso sabio?" Kelart preguntó en un tono mucho más serio.
"Se me permite divertirme un poco. Además, ¿pensé que querías mostrar tu estado actual a tu hermana?" Ulbert dijo mientras acariciaba suavemente su cintura.
Kelart guardó silencio por un momento. Una vez más estaba siendo arrastrada al conflicto entre Lord Ulbert y Lord Touch. Es cierto que su hermana se había convertido en una seguidora fanática de Lord Touch y probablemente perdería la cabeza en la escena actual de ella descaradamente sentada en el regazo de Dios. Conociendo su obsesión decidida, lo que seguiría sería que él se pusiera de los nervios de Lord Touch después.
Lord Ulbert quiere antagonizar a su rival una vez más. ¿Qué debo hacer? Oh, su toque es tan suave y...' Ella exaltó. 'Cálmate. Piensa con claridad'. Kelart se recordó duramente a sí misma. "Mi relación con mi hermana ya está en el fondo, pero si rechazo la petición del Señor, puedo perder su favor y él podría elegir otro objetivo para jugar".
"Cumpliré con tu petición, mi Señor". Ella dijo y se inclinó hacia él.
Ella era muy consciente de que era solo un juego para su maestro, quien veía su pureza como una especie de premio para consumir. Un premio que probablemente obtendría. Sin embargo, eso no significaba que ella se rendiría tan fácilmente, después de todo, dos podían jugar ese juego y ella sabía cómo ser una burla lo suficientemente bien, a pesar de nunca haber estado con un hombre.
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Touch se sentó en el sofá de su habitación bebiendo lentamente sake y revisando los informes sobre los últimos desarrollos de la orden Paladín que ahora era suya para comandar. Su apóstol, Gustav había expandido la organización más allá de las fronteras de Roble y el número de reclutas ansiosos se había disparado.
Miró hacia la puerta donde estaban dos mujeres; una doncella homúnculo y su guardia de honor Remedios. Todavía no estaba seguro de qué hacer con ella. Tan agresivamente antagónica como ella cuando la conoció por primera vez, ahora ella era igualmente obsesivamente devota.
La mujer seguramente era agradable a la vista y cuando no lo estaba molestando con fuertes divagaciones sobre lo que ella consideraba una herejía en un momento en particular, que era una lista que tardaría semanas en escribirse, su ética de trabajo y disciplina eran admirables. Además de eso, no podía negar que ella tenía un tipo de personalidad que dictaba que siempre sería decididamente fanática de algo y ahora ese fanatismo estaba dedicado a él.
Con muchos miembros del gremio eligiendo seguir siendo humanos, él también estaba usando una forma humana. Un hombre de unos cuarenta años con rayas plateadas en su cabello negro, su rostro tenía rasgos fuertemente cincelados, y su cuerpo reflejando su inmensa fuerza parecía fundido de acero.
"Ella me está mirando así una vez más. Para una mujer tan joven y atractiva, su atención estaría mejor empleada en perseguir a alguien de su misma edad". Reflexionó. "Si yo fuera veinte años más joven y... ¡No! ¿Cómo puedo siquiera pensar en esto? Mi Koto, ¿por qué no pudiste quedarte conmigo?"
Tomó otro sorbo de sake y volvió su atención al informe. Con la Orden Paladín teniendo fondos casi ilimitados, gracias a su participación directa, se planearon sucursales en todos los territorios principales del Imperio.
Un golpe en la puerta interrumpió el silencio. Touch levantó la vista y le indicó a Remedios que abriera la puerta. Para su sorpresa, Demiurge entró y con una profunda reverencia presentó un sobre. "Lord Ulbert tiene algo para ti, Lord Touch. Él espera una respuesta".
Touch abrió el sobre y leyó la carta que consistía en solo tres palabras: "Lo encontramos".
"¿Qué tipo de respuesta espera Ulbert de mí?" Preguntó Touch mientras se enderezaba y su expresión se oscureció.
"No me han dado ningún detalle, pero supongo que mi padre quiere saber si quieres involucrarte en el trato con esa persona". Demiurge dijo con un tono que no sonaba más que profesional.
"¿Cuándo está libre?"
Después de un momento de silencio, dijo Demiurgo. "Lord Ulbert está listo para recibirte en cualquier momento, mi Señor".
"Dile que quiero lidiar con ese pedazo de mierda personalmente". Touch dijo con un tono bajo mientras el vaso que sostenía se rompía en su mano.
"Por supuesto. Le informaré de su decisión". Demiurge dijo con una reverencia y se fue.
En el momento en que Demiurge salió por la puerta, Touch se levantó y comenzó a caminar silenciosamente de un lado a otro mientras Remedios lo seguía con los ojos, pero por lo demás estaba completamente quieta. Después de unos diez minutos de paseo, salió de su habitación para ir a Ulbert.
Mientras caminaba a paso ligero, Remedios lo alcanzó.
"No te dije que lo siguieras". Tocuh le dijo sin siquiera mirar.
"Es mi deber estar a tu lado, mi Señor, especialmente cuando se trata de eso..." Cuando Touch se detuvo y giró bruscamente la cabeza, Remedios tragó saliva. "con Lord Ulbert".
"¡A pesar de nuestras diferencias, él es mi amigo! ¡Recuerda eso!" Touch dijo con voz elevada, poniéndose en su cara.
Remedios dio un paso atrás sorprendida y dijo: "Me disculpo Lord Touch".
Touch solo suspiró y volvió a caminar con Remedios detrás. Ella pudo haber estado algo justificada en disgustar a Ulbert, pero él todavía era el segundo en el poder en el Imperio de Nazarick y, sobre todo, además de ser molesto a propósito, nunca había cruzado la línea. En todo caso, Ulbert ha sido muy respetuoso con la pérdida de su familia por parte de Touch.
En el momento en que llegó a la oficina de Ulbert, uno de los dos guardias archidemonios le abrió la puerta. Antes de caminar en Touch se detuvo por un momento, preparándose para cualquier molestia que Ulbert hubiera preparado esta vez.
La visión de la suma sacerdotisa de Roble sentada en el regazo de Ulbert no lo afectó tanto, pero sí llegó a Remedios, quien gruñó audiblemente detrás de él. 'Oh por el amor de...' Necesitaba que la detuvieran antes de decir algo fuera de lugar.
"¡No causes una escena!" Touch siseó, sin siquiera volverse para mirarla, y avanzó. "¿Era esto necesario?" Le preguntó a Ulbert, tratando de mantener la calma.
"¿De qué estás hablando?" Ulbert preguntó con voz inocente.
"Sabes..." Touch cerró los ojos y exhaló. "Olvídalo, solo dime cómo llegar a ese bastardo".
"Fácil en realidad. El equipo de Pandora ya se ha infiltrado en el edificio. Me tomé la libertad de llevar a sus padres al centro de reeducación, pero el niño es todo tuyo". Ulbert se rió entre dientes. "¿Quieres ir ahora mismo?"
Touch se contuvo de replicar y asintió. Un momento después, la puerta se abrió a la derecha de él y pasó sin dudarlo. Se encontró con un largo corredor que apestaba a la indulgencia de la sociedad superior de la Tierra. Al final del pasillo, un hombre estaba parado junto a la puerta, que Touch podía decir que era un doble. Al notarlo, el hombre se inclinó y dijo: "Lord Touch, el objetivo está adentro. Debo advertirte que está bajo una influencia y podría no ser tan receptivo como te gustaría".
"Eso no será un problema. Podemos tranquilizarlo". Dijo Ulbert, saliendo por la puerta y parándose a su lado. "¿Listo para vengarse?"
"Estás disfrutando esto, ¿no?" Preguntó Touch mientras sus manos temblaban.
"No me malinterpretes, verte actuar tu lado más oscuro es divertido, pero el hijo de puta más de lo merece. Si lo permites, me aseguraré de que entre en la lista de V.I.P de la granja". Ulbert dijo mientras ponía su mano sobre el hombro de Touch.
"Lo mataré". Toque gruñido.
"Lo sé, es por eso que tenemos a Pestonya con nosotros. Puedes matarlo tantas veces como quieras". Ulbert dijo y le indicó que avanzara.
"A veces no estoy seguro de si es un bastardo sádico de ese nivel o simplemente quiere ayudar a su manera retorcida". De vuelta en el juego, Ulbert era el que siempre ideaba las formas más creativas de vengarse de cualquiera que cruzara el gremio, pero esto ya no era un juego y el sadismo a menudo del demonio llegó a extremos que pocos podían soportar.
El tacto pateó las puertas cuando un hombre somnoliento levantó la vista de un sofá y balbuceó. "¿Qué estás haciendo, hombre?" Ni siquiera un segundo después, sus ojos se abrieron y se puso de pie señalando con el dedo al tacto. "No sabes con quién estás follando. ¡Soy importante!"
Touch ignoró la amenaza vacía y en un abrir y cerrar de ojos pateó la pierna del hombre en el área de la rodilla, rompiéndola instantáneamente. Se cayó y gritó. "¡Fuuuck! Eres un hombre muerto. No te vas a escapar ..." El puño de Touch aterrizó en su rostro, convirtiendo la mandíbula del hombre en polvo.
Si había algo que su largo servicio en la policía le había enseñado era a golpear a alguien con la cantidad justa de fuerza para infligir la cantidad exacta de daño que quería. Desafortunadamente, el hombre entró en shock después de solo un minuto del castigo.
"¡Cúralo!"
La mandíbula del hombre estaba solo medio reformada cuando Touch la pulverizó nuevamente.
"¡Otra vez!"
Como antes, golpeó el puño en la cara del hombre antes de que la curación hubiera tenido lugar por completo.
Pestonya, que fue la que lanzó la curación, simplemente la lanzó de nuevo con Touch golpeando al hombre.
Ulbert sacó un reloj de bolsillo y solo observó los segundos pasar con un silbido mientras el círculo de Touch golpeaba al hombre y Pestonya lo curaba, continuaba.
Después de seis minutos y diecisiete segundos, Touch se detuvo y dejó caer al hombre al suelo. Miró el desastre roto y luego sus manos ensangrentadas. Luego se dio la vuelta y dijo. "Ya no quiero tocar esa suciedad".
Mientras Ulbert, Pestonya y las hermanas Custodio observaban en silencio, comenzó a caminar de regreso al portal. Justo antes de pasar a Ulbert puso su mano derecha sobre el hombro del demonio y dijo. "No quiero saber ningún detalle".
"No sabrás nada, lo prometo". Ulbert dijo en voz baja.
"Bueno." Touch dijo y se fue con Remedios siguiéndole.
Sin pronunciar una palabra, regresó a su habitación y tomó la botella de sake tomando un gran trago. La bebida una vez intoxicante no tenía ningún efecto en él ahora, pero el hábito de beberla había permanecido.
Remedios retomó su posición junto a la puerta, mirándolo con una expresión ilegible.
"¡Si tienes algo que decir, dilo!" Touch dijo mientras dejaba la botella.
"¿Ese hombre merecía ser entregado a t... ¿Lord Ulbert?"
Touch miró hacia abajo y dijo a través de sus dientes. "Tal vez, no lo sé".
"Pero, mi Señor, tú eres el Dios de la Justicia, seguramente..."
"¿Y joder qué? Lo que hice allí no tenía nada que ver con la justicia. ¡Necesitaba mi venganza y la conseguí!" Touch gritó desplomándose de nuevo en el sofá. "Solo necesitaba llegar a ese bastardo".
Remedios se acercó silenciosamente a Touch, se arrodilló ante él, sacó un pañuelo e intentó limpiar la sangre ya seca de sus manos.
"¿Qué estás haciendo?" Preguntó.
"Las manos de mi Señor no deben contaminarse con esta inmundicia". Dijo mientras continuaba su trabajo.
Touch simplemente dejó que su intento inútil de limpiarle las manos continuara, ya que era más fácil de tratar. Su toque no fue de ninguna manera suave mientras trataba de limpiar la sangre con un celo contundente. La sangre de un hombre que probablemente ni siquiera recordaba lo que hizo y por qué ahora fue castigado no quería dejar sus manos manchadas sin importar cuánto intentara el paladín deshacerse de él.
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*N.A: Revisión por CreamY, Aterro y I AM THE STRING CUTTER*