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ADVERTENCIA
EL SIGUIENTE CAPÍTULO PRESENTA ESCENAS SANGRIENTAS ALTAMENTE GRÁFICAS. POR FAVOR, PROCEDA CON PRECAUCIÓN.
―¡Shizun!
Tan pronto como sus ojos pudieron ver a Shizun, Luo Binghe no pudo evitar la felicidad en su corazón. Las varitas de canela se extendieron y florecieron como las hojas y las ramas de los abedules. Sus pasos fueron de inmediato hacia Shizun, como si fuera la marea y Luo Binghe quiso abrazarlo en ese justo momento.
Pero entonces se detuvo, sus manos que habían buscado instintivamente la figura de Shen Qingqiu se entrelazaron la una con la otra y ofreció un saludo cortés.
El momento fue incómodo para ambas partes, ninguno fue capaz de mirar al otro por unos segundos, hasta que recordaron que había algo más serio frente a sus ojos.
Shen Qingqiu preguntó volviendo al asunto: ― ¿Hay algún herido?
—Aparte de la ribera... esas Shimeis y los Shidis que murieron tras ser drenados, en este momento no hemos sufrido ningún otro daño —dijo Luo Binghe.
—Has pasado por muchos problemas —dijo Shen Qingqiu.
Luo Binghe sonrió, sus ojos brillando intensamente. —Este discípulo solo estaba cumpliendo con su deber.
Esmeralda con negro se encontraron, hubo un momento donde Shen Qingqiu no pudo escapar de la familiaridad de esa mirada, pero el significado tras esta le preocupaba, le aterraba.
Le hizo sentirse una escoria.
Shen Qingqiu apartó la mirada, era demasiado brillante para poder notar los sentimientos de Luo Binghe por más tiempo. Luo Binghe por su parte solo pudo sentir como la sonrisa desaparecía de sus labios.
Esto era muy difícil para ambos.
Tomando el liderazgo del grupo, Shen Qingqiu ayudó a enfrenar aquellos demonios con el fin de abrir el paso para regresar por el camino más apropiado. En cuestión de técnica Shen Qingqiu ya no tenía nada más que enseñarle al joven alfa que logró ser una gran ayuda para Shen Qingqiu-
Incluso cuando su energía comenzó a fallar por culpa de Sin Cura, sus meridianos fueron bloqueados y la carga de energía mal administrada chocó directamente contra Shen Qingqiu, quien cayó en los brazos de un muy preocupado Luo Binghe.
―¡Shizun!
Shen Qingqiu se apresuró a decir, —No es nada. Concéntrate en ti mismo.
—Superior Shen, ¿por qué esas bestias demoníacas estaban remisas a acercarse después de que llegamos aquí?
—¿Has olvidado qué tipo de flor mística crece en la Garganta Jue Di?
En realidad, el que lo olvidó fue él.
¡Perdónalo por no recordar el nombre de esa flor!
Luo Binghe lo recordó muy consideradamente por él, y enseguida pronunció el nombre, —¡Loto de Nieve Fresca de Mil Hojas!
—...Correcto, este es ciertamente el Loto de Nieve Fresca de Mil Hojas. Esta flor ha crecido en las profundidades de la Garganta Jue Di durante miles de años, su Qi espiritual es extraordinario, y además es el flagelo natural de las criaturas del Reino Demoníaco.
―Su entorno forma naturalmente una barrera que repele a las bestias demoníacas. Por lo tanto, siempre y cuando estemos dentro del territorio protegido, no habrá demasiados ataques de ellas.
Luo Binghe escuchó con atención cada palabra, hasta que algo cruzó por su mente. —¿El flagelo natural de las criaturas del Reino Demoníaco?
Shen Qingqiu le miró un momento, antes de contestar: ―¿Sí?
Espera...
Luo Binghe, tú...
Los ojos de Shen Qingqiu pasaron de inmediato a Qin Wanyue, la chica por la que en la novela original Luo Binghe buscó y recorrió los lugares más peligrosos para conseguir aquella flor.
Luo Binghe, no hagas esto. Este maestro aún está procesando que te fijaste en él, ¿y ahora estas intentando recoger esa flor por tu viejo y cansado maestro?
Luo Binghe, aun si hicieras eso y esa flor funcionara no corresponderé tus sentimientos porque no soy un viejo verde. Por favor, olvídame.
Shen Qingqiu dijo de inmediato, —Primero deberíamos ocuparnos de la crisis ante nosotros.
Sin embargo, Luo Binghe no lo dejó pasar. —Este discípulo pide la enseñanza de Shizun.
—No puede.
—¿Lo has intentado antes Shizun? —insistió Luo Binghe—. Shizun me ha enseñado que cuando se trata de la ciencia, si no lo intentamos, ¿cómo podemos saber si nuestras hipótesis pueden cumplirse o nuestras teorías estaban bien fundamentadas? ¡Este discípulo sabe que Shizun no quiere que me arriesgue, pero si no aprovechamos esta oportunidad, este discípulo nunca estará en paz!
Oh no.
Shen Qingqiu no debió enseñarle nada de su trabajo a Luo Binghe. ¡Shen Qingqiu había creado a un monstruo y aun no lo arrojaba al Abismo sin Fin!
No podía decirle la verdad detrás de la verdadera cura para Sin Cura.
¡Porque la cura para ese ridículo veneno solo era papapa con el protagonista!
―Luo Binghe, este no es el momento. Debes pensar en la seguridad de tus Shidis y Shidis sobre un tema que se puede resolver después.
―Pero Shizun.
―Sin discusiones.
Justo en ese momento alguien en especial apareció.
En guardia, Shen Qingqiu escondió con mayor fuerza cualquier sentimiento, sus colmillos fueron mostrados con en amenaza y el esmeralda brilló en medio de la noche como los ojos de un depredador.
Corriendo junto a un grupo de jóvenes discípulos de preocupados aromas, un hombre vestido en azul y plata como su corona apareció, su cabello yacía peinado en un moño alto, negro como el color de los ojos que le miraron con sospecha.
Aquella persona al igual que muchos podía considerarse atractiva, de apariencia adecuada y un poco bonita. No obstante, a diferencia de las personas a su alrededor, este hombre en particular no tenía aroma alguno, como si algo dentro de él estuviera lo suficiente muerto o jamás hubiera nacido.
Este beta en particular no era otro más que Shang Qinghua.
¡El culpable de todo esto!
—Así que es Shen-Shixiong. Poder encontrarme contigo tranquiliza mi corazón.
Tranquiliza tu corazón, mi culo.
¡Todo esto era su culpa, no hay manera de que Shen Qingqiu pudiera tranquilizarse con la persona que tenía frente a él!
Shen Qingqiu podría quejarse un sin fin de veces sobre la simple existencia de Shang Qinghua y como su traición terminó creando un gran problema para tantos discípulos.
Si no fuera porque la tierra comenzó a temblar con la ira de tres mil demonios luchando bajo sus pies con la misma ira de los cielos sobre ellos.
Y Shen Qingqiu solo pudo temer de lo que esto podría significar.
Porque este inconfundible temblor de una magnitud de 6.3 era la inconfundible señal de lo inminente.
¡El Abismo Sin Fin al fin se había abierto!
El llamado Abismo Sin Fin era un lugar en el límite entre el Reino humano y el Reino Demoníaco.
El Abismo Sin Fin, como espacio transitorio, estaba lleno de peligros y lo desconocido. En todas partes se encontraban vórtices que deformaban y rasgaban el espacio, llamas abrasadoras y magma ardiente.
Los discípulos que iban con ellos habían terminado separados, completamente alejados de la tierra "segura" en la que los discípulos quedaron.
Y ahora solo eran ellos tres. Luo Binghe, Shang Qinghua y Shen Qingqiu.
Como el Abismo Sin Fin se había abierto, esto significaba que algo demoníaco definitivamente aparecería del otro lado. Los tres contuvieron la respiración con expectación, esperando silenciosamente en plena alerta.
De entre la espesa neblina creada por el colapso salió un enorme leopardo de las nieves de dos metros de altura media, su pelaje era tan blanco como la nieve de las tierras del norte, sus ojos de un brillante azul como un glaciar.
Shen Qingqiu no pudo evitar el terror en su corazón al recordar quien aparte de ese demonio podía ser esta bestia de sangre pura. Y con odio sus ojos brillaron en esmeralda hacia Shang Qinghua.
Porque ese demonio leopardo no era otro más que Mobei-Jun.
Mobei-Jun era un hermoso leopardo de las nieves omega de sangre pura, era el heredero de la manada demoniaca Tang, los leopardos del norte. En el futuro, cuando Luo Binghe tuviera que pelear un duelo con él, tras su triunfo las tierras del norte pasarían a Luo Binghe y la unificación del Reino Demoniaco sería inevitable.
Además, Mobei-Jun trabajaría arduamente con Luo Binghe como su súbdito más leal y el único en quien Luo Binghe confiaría para tener el valor de algo tan simple como caminar tras él en el impresionante sendero del dominio absoluto.
Mobei-Jun era muy popular entre las fujoshis y fundashis con un gusto por los "Bottoms de mayor volumen" ―porque al parecer según estas personas, el simple hecho de que una persona tuviera una vagina o fuera simplemente un omega ya lo hacía por obviedades el bottom, aun cuando esa era una regla demasiado infantil y estúpida―.
Mobei-Jun sin dudar reveló su aspecto "humano", como si no sintiera que hubiera problema alguno de hacerlo.
Mostrando la hermosa apariencia de un hombre albino de cuerpo robusto, de músculos marcados visibles en las túnicas superiores por el escote revelador. Una espalda ancha cubierta con una capa negra, un largo y lacio cabello blanco y un par de ojos azules.
Claro, si omitías el detalle de que...
¡Él tipo tenía un par de orejas esponjosas y blancas sobre la cabeza y una larga y esponjosa cola moteada colgando detrás de su espalda y caderas!
¡Por los dioses inexistentes, Mobei-Jun. Deshazte de esas cosas de inmediato! ¡¿Cómo iba a tomar en serio a este tipo si se veía tan bizarro?!
No te rías, no te rías, no te rías.
¡Este no era el momento de reír por algo tan estúpido como esto!
Mobei-Jun como cualquier otro omega en ese mundo contaba con un par de caderas más anchas que los alfas y betas; denotando su fertilidad. Pero lo que hacía impresionante a Mobei-Jun era su helada mirada que había paralizado por completo a Shen Qingqiu, quien aún se aferraba a Luo Binghe, el mismo que lo había sujetado tan pronto comenzó el terremoto.
Te preguntaras entonces, ¿Por qué Luo Binghe no ingresó a una belleza como esta a su harem que dejaba en claro su gusto por muchas... variedades?
Simple, no funcionó.
Mobei-Jun era un amante casual que solo acompañaba a Luo Binghe cuando su ciclo de apareamiento era frustrante y Luo Binghe... ah... quería experimentar algo interesante.
Como pelear a muerte por montar al omega.
Luo Binghe tenía muchos omegas, alfas y betas, pero era raro el que le diera batalla. Luo Binghe quiso ingresar a Mobei-Jun a su harem, pero aunque le gustaban los gatos, no los amaba en realidad. Aquello no funcionó de forma "formal" y terminó siendo algo solo casual.
¿Qué si eso era infidelidad a sus esposos? El NTR era muy popular y no era como si Mobei-Jun fuera su único amante casual.
¿Qué si Shen Qingqiu se sentía aun incómodo recordando cuantas hojas de solo pornografía de esos dos se tuvo que saltar? Eso era algo que era mejor no recordar.
Bueno... volviendo al punto.
El problema no era que Mobei-Jun apareciera.
¡El verdadero problema era que había aparecido quinientos capítulos antes de su presentación oficial!
¡Producción, Producción, tenemos un error! ¡Esto no estaba en el guion!
Entonces Shang Qinghua hizo una actuación que era digna al peor actor del año: —¿Quién es este distinguido señor? ¿Por qué has venido a este lugar?
¿Cómo que quien es? ¡¿Acaso no es tu jefe por quien hiciste este desastre?!
Mobei-Jun inclinó la cabeza, incluyendo aquellas orejas esponjosas, sus rosados labios se abrieron y su nariz se movió olfateando con descaro. No había por que seguir reglas humanas, era claro para Shen Qingqiu que Mobei-Jun no vería por qué hacerlo, pero fue raro.
Tuvo que aferrarse a Luo Binghe para no reírse por como las orejas brincaron cuando los ojos azules se encontraron como su olfato con el protagonista.
Antes de fruncir el ceño al ver como este aferró con mayor entusiasmo a Shen Qingqiu.
Oh no, ¿acaso Mobei-Jun ya había considerado a Luo Binghe como un posible compañero y le molestaba que Shen Qingqiu estuviera en medio de los dos?
¡Suéltame, Luo Binghe. Mi vida me importa más de lo que parece!
Con un solo un movimiento de los dedos de Mobei-Jun, Shang Qinghua salió volando como si fuera una cometa, estrellándose contra una serie de ramas y hojas y se desmayó.
¡Pero que mala actuación, hasta parecía que esas hojas habían sido colocadas ahí a propósito!
¿Acaso un demonio como Mobei-Jun se preocupaba por sus subordinados? No lo creía, incluso se había sentido un poco mal por Shang Qinghua. Pero este no era el momento, la vida misma de Shen Qingqiu estaba en problemas.
―Binghe.―Susurró. ―Debes soltarme ahora mismo, creo que le molesta.
―No lo haré.
―Luo Binghe.
―Shizun, sé que las cosas entre nosotros no están bien ahora mismo, pero no te soltaré. Perdona mi atrevimiento, aceptaré el castigo que consideres correcto, pero no dejaré que ese demonio te haga daño.
Esto era incómodo.
Habían tenido que venir a este lugar después de una tensa situación tras el episodio vergonzoso de su celo, acaban de discutir y ahora este demonio aparecía de la nada. Shen Qingqiu no quería pelear más con Luo Binghe.
Pero recordando lo que debía hacer pronto, Shen Qingqiu no quería que se aferrara más a él o eso solo lo lastimaría más de lo que ya iba a hacer.
Pero en la cabeza de Luo Binghe las cosas no andaban bien.
Meng Mo aclaró: ―Chico, debes tener mucho cuidado, este demonio no es cualquiera, con el sello de tu marca demoniaca activado no podrás enfrentarle apropiadamente si sigues sujetando a tu maestro. Debes prepararte.
"¿Quién es él?"
―Mobei-Jun, una bestia del norte, al parecer ha detectado tu aroma y ha llegado hasta aquí. No tiene sentido que el Abismo sin Fin se abriera solo porque sí, a menos que...
"A menos que... ¿Qué?"
A menos que... él haya despertado.
Pero no tenía sentido, aun había rastro de su Gran Señor sobre estas tierras, y Meng Mo ya había comprobado que este joven, Luo Binghe no era en realidad la reencarnación o un cascarón para su Gran Señor.
Entonces solo quedaba una salida.
Él.
Tenía que ser él.
―3,333, recuerda, 3,333.
Sí, solo podía ser él.
―Chico, debes prepararte, este demonio puede que haya venido a pelear o aparearse, ha llegado a la edad hace tiempo y muestra interés. En cualquiera de los dos casos tanto tu omega como tu bestia interna están en peligro. Debes soltar a tu Shizun. El momento de poner en práctica lo que te enseñé tal vez ha llegado.
Luo Binghe tragó duro antes de soltar a Shen Qingqiu y levantarse, con pasos firmes se colocó en medio de Mobei-Jun y Shen Qingqiu, dispuesto a pelear por proteger al omega.
―Binghe, retírate.
Luo Binghe no respondió ni obedeció. Por el contrario mostró sus colmillos con agudeza, sus ojos brillaron con frialdad al enemigo y sus dedos se crisparon, deseosos de poder liberar al fin sus garras por si eran necesarias.
Mobei-Jun lo miró fríamente, sus orejas brincaron y su nariz olfateó y olfateó.
Ahí estaba lo que buscaba, pero había algo que estaba mal.
―¿Eres un discípulo de la Montaña Cang Qiong?
—Discípulo Luo Binghe de la Cumbre Qing Jing de la Montaña Cang Qiong, gracias a este distinguido por la guía —respondió Luo Binghe con frialdad.
―Un omega que ordena y un alfa que obedece en territorio humano, es interesante. Pero más cuando el omega solo es un humano común y el alfa un demonio que aún no rompe el cascarón. Qué relación más inusual.
Shen Qingqiu no pudo evitar mirar entre aquellos dos.
Algo aquí no andaba bien, no importaba cuanto lo pensara.
Algo no estaba bien.
―¿Quién eres en realidad? .―preguntó Mobei-Jun, confundiendo a Luo Binghe.
―Este ya se ha presentado al mayor, ¿podría ser que no me haya escuchado?
―No me refiero a eso, lobo... ¿Quién eres y porque hueles a Sangre de Dios?
Y Shen Qingqiu recordó.
¿Sangre de Dios?
¿Esos tipos en ese templo no habían dicho lo mismo?
¿Qué significaba eso?
Mobei-Jun soltó un bufido.―Tienes Sangre de Dios pero no sabes que es Sangre de Dios, eso significa que no sabes que eres compatible con el Corazón de Dios.
Y Luo Binghe se paralizó.
Sangre de Dios, el Corazón de Dios.
Había tenido sueños muy extraños respecto a eso, pero jamás pensó que alguien le preguntaría sobre esto alguna vez, menos que fuera un demonio quien lo hiciera.
Acaso... ¿esto tenía que ver con su verdadero origen?
Luo Binghe no lo sabía, pero tenía miedo que ese origen rebasara sus propias capacidades.
Sin poder evitarlo, sus ojos volvieron a Shen Qingqiu, quien se veía serio y parecía molesto. De forma inmediata Luo Binghe intentó justificarse: —Shizun, no dejará que ninguno de nosotros se vaya. Sería mejor apostar todas nuestras fuerzas y luchar juntos en esta batalla.
—Si te quedas aquí, perderás la vida en vano.
—Morir por Shizun, o morir con Shizun es algo que este discípulo con gusto está dispuesto a hacer —dijo Luo Binghe.
Mobei-Jun resopló. —¿Pelearás conmigo? Que lobo más audaz.
Cansado de aquello Shen Qingqiu rápidamente se levantó, desenfundando Xiu Ya se puso entre Mobei-Jun y Luo Binghe. Y la batalla contra aquel demonio comenzó con un solo golpe de Shen Qingqiu. Mismo que terminó siendo frenado por la mano de Mobei-Jun. Quien fácilmente sujetó su muñeca, apretó con fuerza e hizo que la espada cayera de sus manos irremediablemente.
―Tú no eres con quien tengo que tratar.
―¡Suelta a Shizun de inmediato! ―Ordenó Luo Binghe buscando pelear, siendo fácilmente detenido por la otra mano de Mobei-Jun, quien regresó su atención al humano.
Entonces los ojos de Mobei-Jun detectaron algo extraño.
Esmeralda.
Los ojos de esa persona eran de un hermoso esmeralda de tonos fríos.
Mobei-Jun no apartó la mirada. Sorprendido de encontrar algo así cuando se suponía que...
― ... Eres un Shen, imposible.
¿Qué?
―Creí que fueron extinguidos hace años atrás. Así que lograron sobrevivir.
Shen Qingqiu no comprendió nada.
¿Qué?
¿Extinción?
¡Por los dioses, Mobei-Jun! ¡Explica que demonios pasa por tu cabeza! ¡¿Cómo se supone que entienda algo de esta historia si no tengo el contexto de ello?!
―Interesante. Talentoso y capaz, un Shen de sangre pura. Pero eres un humano. Largo.
Sin mucho esfuerzo Mobei-Jun le dio un pequeño empujón alejándolo, antes de que Luo Binghe se lanzara contra él. Golpeando directamente el filo de la hoja de su espada contra su palma.
Luo Binghe peleó ágilmente, no le importó que el demonio rompiera su espada. La sola idea de que este ser pudiera lastimar a Shizun le aterraba mucho más que quedar en desventaja. Aun cuando el dolor sobre su cabeza comenzó a molestarlo como en las noches.
Aun cuando sintió que esta persona era particularmente familiar.
―3,333, recuerda, 3,333.
Ese número.
―3,333, recuerda, 3,333.
Ese número.
―3,333, recuerda, 3,333.
¡¿Qué significaba ese maldito número?!
Ese número que lo persiguió entre sueños. Como memorias perdidas que no le pertenecían. Sueños indescifrables, laberintos interminables. El peso de la culpa por crímenes que no eran suyos y la sensación de que estaba viviendo algo que ya había vivido antes.
3,333, ¿Qué significaba ese número y porque sentía que esta persona era el camino para descubrirlo?
Entonces una voz le regresó a la realidad.
―Puedes sentirlo, ¿no es así?
Este omega.
―Este cuerpo, esta piel no eres tú. Hay más en ti de lo que sabes y mucho más de lo que quieres descubrir. Ese omega no es tu mundo, solo es la razón que te llevó a pensar que tal vez los lazos valen la pena. Que expandir el universo de tu corazón no es una pérdida de tiempo. Pero más importante te hizo hacerte la misma pregunta por años.
Mobei-Jun sonrió. Sus ojos se encontraron.
―¿Que eres tú en realidad?
Luo Binghe lanzó un puño contra el omega, Mobei-Jun lo sujetó sin esfuerzo. Sus colmillos brillaron, sus ceños se fruncieron y Luo Binghe preguntó.
―¿Qué sabe el mayor sobre mí?
―Tal vez no demasiado, pero conozco el camino para que encuentres toda la verdad.
¿Qué significaba eso?
―Todo lo que eres, todo lo que estás destinado a ser. Puedo ayudarte a encontrar tu verdadero yo.
Luo Binghe se quedó estático en su lugar. Meng Mo tragó duro.
Esto era inesperado, pero no un sinsentido.
La sangre es más espesa que el agua y la sangre cuenta historias que van más allá de la historia que ha sido olvidada.
Mobei-Jun, este omega lo sabía.
Luo Binghe no era su Gran Señor, pero si era un heredero de la Sangre del único y verdadero Dios de este mundo que no fue forzado a tomarla de forma sucia como ese miserable traidor hizo con tantos hacía años atrás.
―Ven conmigo al Reino Demoniaco, Luo Binghe.
¿Qué?
Desde su lugar, Shen Qingqiu no supo que pensar.
¡¿Qué demonios estás haciendo, Mobei-Jun?!
¡Ese no era el guion!
¡ESTO NO DEBÍA PASAR ASÍ!
El dolor de cabeza de Luo Binghe se volvió más fuerte, como una punzada que atravesó su cráneo. Obligándolo a sostener su cabeza con ambas manos.
―Ya no puedes retenerlo por más tiempo. Llegó el momento en que tu bestia interna despierte.
No, aun no. Shizun...
―Si vienes conmigo puedo enseñarte a jamás lastimar a tu compañero.
Los ojos de Luo Binghe le miraron parpadeantes entre rojo y negro. Sus pupilas comenzaban a rasgarse, sus colmillos picaban con irritación mientras la sangre comenzaba a brotar de ellos ante el flujo de la misma por el crecimiento que había sido detenido por mucho tiempo.
Luo Binghe ya no podía más con esto. El momento había llegado.
―Debes romper el cascarón y librarte de esa piel humana si quieres proteger a tu compañero.
―¿Cómo sé que no está mintiendo?
―¿Qué ganaría?
―¿Qué ganarías al ayudarme?
Mobei-Jun se burló.
¿Qué ganaría?
Si tan solo este chico supiera lo que se podría ganar.
El momento había llegado.
¡El momento en que su especie pudiera vengar a su Gran Señor había llegado y este chico era la clave!
Esta vez no sería como la otra vez. Este hijo de la Sangre de Dios no sería vilmente asesinado como...
―Solo tienes un camino, tu despertar instintivo ha llegado. No puedes controlarlo por más tiempo. Puedo calmar el dolor y ayudarte. Ven conmigo.
Tenía razón. Luo Binghe ya no podía controlarlo.
Su alfa interno estaba despertando.
Sino aceptaba la ayuda de este demonio Shizun podría salir lastimado. Podía sentirlo en el fondo de su ser.
Lo quería, lo anhelaba.
Quería marcarlo ahora mismo.
―3,333, recuerda, 3,333.
―¡Binghe, no lo escuches!
Podía sentirlo, su lobo interno estaba enloqueciendo. Sus garras crecían, se clavaban contra su mente.
Dolía, dolía demasiado.
―3,333, recuerda, 3,333.
―Solo tienes una opción.
Ese omega tenía razón.
Aun si era una trampa o no si este omega le ofrecía una solución debía aceptarla por el bien de Shizun.
Ya no podía más.
Las raíces de sus uñas dolían. Como si sus uñas estuvieran enterradas y ahora pudieran emerger mientras el color parecía haberse oscurecido un poco.
Eso era... ¿garras?
¿Sus verdaderas garras estaban floreciendo?
―3,333, recuerda, 3,333.
―Chico, debes escuchar a este demonio. Las cadenas no resistirán más tiempo.
―No sabes lo que soy.
―Lo sé y puedo ayudar a que este dolor sea efímero.
Luo Binghe respiró pesadamente. Su pecho se sentía como si cargara mil toneladas.
―... ¿Cómo harías eso?
Mobei-Jun no dijo nada, solo soltó un bufido parecido a una risa y se acercó lentamente a Luo Binghe que ya estaba cansado de pelear. Por alguna razón extraña Luo Binghe se quedó en su lugar, sin temer ni hacer nada más. Aun cuando vio que ese omega levantó su mano izquierda y apuntó dos dedos contra su frente.
Y las pupilas de Shen Qingqiu se encogieron cuando entendió lo que estaba pasando.
Y con un solo golpe sutil sobre la frente de Luo Binghe una ola expansiva liberó la verdadera naturaleza de Luo Binghe.
Una inmensa luz roja acompañada de un viento procedente del mismo demonio se apoderó de la zona sin que nadie pudiera hacer nada para evitarlo. Shen Qingqiu tuvo que cubrir su rostro aterrado ante aquello.
¡Esto no era como la novela! ¡Esto no se parecía en nada a la novela!
¡¿Por qué demonios nada de esto estaba pasando como en la novela?!
Y entonces pudo escucharlo.
Los gritos de Luo Binghe.
"―Shizun"
No.
"―Shizun"
No.
―Binghe.
"―¡Shizun!"
―¡BINGHE!
Como si se tratara de una explosión la cabeza de Luo Binghe se llenó de memorias indescifrables que no eran suyas.
Un palacio sobre una montaña, una ceremonia, una sonrisa brillante como el sol.
Una bestia llena de sueños, un cachorro aferrado a su hermano, un emperador preocupado por su hijo igual que su emperatriz y su segundo hijo.
Una belleza pidiendo un deseo, la bestia le ha invitado a su casa, tres meses han bastado para que se enamoren.
Un traidor, una masacre, la bestia ha enfurecido.
Dos bestias peleando sobre el cielo, un eclipse, el lago de Yiling se ha secado.
Busca las partes de Dios, solo de esa forma lo romperás.
El Corazón de Dios debe volver al pecho de la bestia.
Cuando eso pase el inicio del fin comenzará.
Palabras y palabras que no comprendía.
―3,333, recuerda, 3,333.
Sus colmillos comenzaron a crecer, afilándose lentamente como cuchillas listas para desgarrar.
―3,333, recuerda, 3,333.
Sus uñas lentamente tomaron una forma cónica que fue creciendo mientras desde la raíz un tono oscuro comenzó a apoderarse de las garras hasta convertirse en negro absoluto.
―3,333, recuerda, 3,333.
El cabello de Luo Binghe creció y creció hasta llegar por debajo de sus caderas, rizándose aún más de lo que ya estaba.
―Esta es la Sangre de Dios y esta sangre nos convertirá en dioses.
―¿Cuánto tiempo más escaparás de ti mismo?
―Los humanos son asquerosos.
―3,333, recuerda, 3,333.
―Esta es una canción especial para ti. Sin importar cuando o donde, cuando la escuches sabrás que estoy ahí.
―Sea lo que sea que tenga que hacer esta vez lo haré bien.
―No lo olvides, no puedes olvidarlo. ¡Nunca puedes olvidar lo que hicieron!
―Quiero que me cuentes todo acerca de la humanidad.
―Shizun.
―Binghe.
―Bixia.
―¡Aaaaaah!
Los zapatos de Luo Binghe se rompieron ante el crecimiento de sus garras. Su columna vertebral comenzó a doler de forma inevitable hasta que del final de su espalda emergió una cola bañada en sangre por la piel que tuvo que atravesar.
Y esa cola creció hasta lograr llegar a un tamaño adecuado para un lobo del tamaño de Luo Binghe. Dejando las lágrimas que escurrían por su rostro como testigo de aquello.
La cabeza de Luo Binghe se echó hacia atrás, las facciones de su rostro se suavizaron en una expresión sorprendida mientras el rojo de sus ojos ardía como el fuego y sus pupilas rasgadas se encogían ante la luz que emergía de su propio cuerpo.
Sus orejas humanas desaparecieron en algún momento y entonces, sobre la cima de su cabeza un par de bultos rosados se abrieron paso, convirtiéndose en dos objetos puntiagudos que lentamente comenzaron a llenarse de pelaje negro hasta convertirse en dos hermosas orejas de lobo negro.
Entonces desde sus pies líneas rojas comenzaron a elevarse como sangre entre las venas marcadas en la piel, poco a poco por cada parte, cada línea y cada curva las líneas llegaron al rostro de Luo Binghe como miles de pétalos de dientes de león siguiendo un camino inverso a cuando se desprendían en el viento.
Y las líneas subieron hasta llegar a la frente de Luo Binghe, tomando formas extrañas y uniéndose a otras hasta que la forma de una llama brillante que se mantenía constante atravesó la carne, los músculos y la piel, marcando con orgullo el origen de aquel demonio sobre su frente como solo una bestia sangre pura podría ser.
Y ahí estaba, Shen Qingqiu lo sabía.
El futuro emperador del Reino Demoniaco había rotó su sello y su despertar instintivo había comenzado.
Y es solo llenó a Shen Qingqiu de terror.
Porque sabía lo que podría pasarle si eso había ocurrido.
Entonces aquella voz volvió a su cabeza como un mal presagio.
―¡Advertencia! Misión crucial: "Abismo Sin Fin y Odio Sin Fin, Un cielo lleno de escarcha de cristal y lágrimas de sangre", ¡ha comenzado oficialmente! ¡Si la misión no tiene éxito, -20000 puntos de Satisfacción del protagonista!
Shen Qingqiu no pudo pensar en nada más. Ni siquiera en lo absurdo del nombre de la misión o la jugarreta de mal gusto del sistema ante el aumento de disminución de puntos si no completaba la misión.
Solo podía ver como Luo Binghe había dejado de brillar y ahora, ante Shen Qingqiu estaba lo que más le aterraba.
Luo Binghe pareció hablar algo con Mobei-jun. No pudo escuchar bien, solo pudo ver a Luo Binghe asintiendo como si no le preocupara que estaba pasando en realidad. Una vez que el demonio pareció estar de acuerdo con algo se apartó un poco y pareció marcharse.
Pero Shen Qingqiu pudo olerlo.
No se había ido, solo estaba ahí. Como si...
Como si estuviera esperando que Luo Binghe...
Oh no.
El aroma de almizcle que había comenzado a fluir en el aire era molesto y aterrador, Shen Qingqiu no necesitaba pensar demasiado para saber que provenía de Luo Binghe. No era una buena señal considerando lo que había pasado y lo que esa persona dijo.
Debía escapar, sería mejor huir.
Y aun así, Shen Qingqiu se levantó tambaleante, sintiéndose un poco intimidado ante ese aroma y comenzó a caminar hacia Luo Binghe.
―Binghe.
No debía hacer esto. Debía escapar.
Pero...
―Shizun.
El Qi demoniaco de Luo Binghe era demasiado fuerte, sometiendo sin querer a Shen Qingqiu, quien solo pudo bajar la cabeza y toser sangre en el proceso.
Arrepentido de inmediato Luo Binghe intentó hacer todo para controlar su Qi. Corriendo hacia Shen Qingqiu cuando este no pudo sostenerse más de pie. Para su sorpresa fue demasiado rápido, logrando atrapar a Shizun entre sus brazos antes de que este cayera al suelo.
Con las orejas gachas Luo Binghe comenzó a disculparse.
―Shizun, lo siento mucho. Yo...
Entonces sus palabras se detuvieron cuando se encontraron con las esmeraldas frías de Shen Qingqiu.
―Luo Binghe, esa marca en tu frente...
Oh no.
Apartándose Shen Qingqiu se sentó frente al demonio, sus palabras fueron directas.
―¿Cuánto tiempo has estado practicando cultivo demoniaco?
―Shizun.
―¿Cuándo ibas a decirme que no eres humano?
―Shizun, yo...
―Habla ahora, Luo Binghe.
Luo Binghe no pudo evitar paralizarse. Su cola se escondió entre sus piernas y sus orejas bajaron avergonzadas. Shizun siempre se dirigía a él como "Binghe", Luo Binghe sonaba demasiado frío para que fuera doloroso y delatara que su mayor secreto ya había sido revelado.
Shizun.
Shizun.
―Shizun, este discípulo puede explicarlo. Yo... soy un demonio y sabía que Shizun podría despreciarme por eso, pero yo...
―¿Quién demonios dijo que te despreciaría por tu sangre?
¿Qué?
―Nunca te despreciaría por ser un demonio. Pero estoy decepcionado de que me hayas mentido sobre tu cultivo.
Shizun.
¿Shizun no lo despreciaba por ser un demonio?
―Te atreviste a cultivar ese camino en mi pico sabiendo que si te descubrían no habría manera en la que pudiera protegerte porque soy un omega. Te atreviste a ser arrogante y no pensar en lo peligroso que eso podría ser.
―Shizun.
―¡Silencio!
Tanto Luo Binghe como Shen Qingqiu se paralizaron ante su tono.
No había querido ser tan duro con Luo Binghe, jamás había querido hacer algo como eso. Desde el comienzo había buscado ser amable y comprensivo con el chico en consideración a todo lo que el producto original le había hecho.
En el camino Shen Qingqiu se había encariñado con él y fue inevitable apreciarlo lo suficiente para sentir ese grito como una reprimenda a si mismo por tratar así a Luo Binghe.
Sin embargo, aun si Shen Qingqiu se arrepentía de lo que había hecho, lo hecho, hecho está. Y la forma en la que Luo Binghe bajo la cabeza lo demostraba.
Shen Qingqiu apartó la mirada, esto era una tortura.―¿Cuándo comenzaste?
―... Hace tres años.
Tres, tres. Ese maldito número estaba por doquier.
Shen Qingqiu no supo que decir, la forma rápida en la que el chico contestó delataba su miedo, así que solo pudo guardar silencio.
Luo Binghe no tomó ese silencio como una buena señal.
―Tres años, no es difícil imaginar entonces como es que pudiste progresar tan rápido. Luo Binghe, como era de esperar de Luo Binghe, un talento sin igual.
En realidad aquellas palabras habían sido la pura admiración de Shen Qingqiu hacia ese chico. Después de todo, Shen Qingqiu había visto a este chico crecer cada día con orgullo al ver lo disciplinado y aplicado que era. A pesar de como estaban las cosas entre ellos, Shen Qingqiu jamás dejaría de admirar a Luo Binghe.
Pero para los oídos de Luo Binghe el significado fue diferente.
Sin poder evitarlo cayó de rodillas ante Shen Qingqiu, su cola estaba paralizada de la angustia y sus orejas tocaron el suelo cuando su frente chocó contra este en forma de disculpa.
Shen Qingqiu no pudo evitar aterrarse ante esa imagen.
―¡Levántate!
Aun cuando obedeció el temor en los ojos de Luo Binghe era mayor ante la idea de ser rechazado.
Shizun.
Shizun.
Si Shizun lo rechazaba al punto de no poderle permitir ser digno de arrodillarse para implorar perdón, ¿Qué podía quedarle a Luo Binghe en este mundo?
―Shizun, yo... hice algo muy malo. No debí esconderte nada, pero estaba aterrado de que me rechazaras por ser... por ser esto... Un día dijiste que... que así como había personas buenas y malas los demonios también podrían serlo... Si ha nacido en este mundo es por que merece vivir.
Lo hizo, no recordaba pero sentía que lo había hecho.
Y ahora esas palabras eran como cuchillas que se clavaban en su corazón como la culpa por el crimen que debía cometer deseara o no hacerlo.
―...Lo sé y no te desprecio por ello ni por nada... pero tú no eres un demonio normal, no eres una bestia común. Esa marca en tu frente es la evidencia de tu legado... aun si yo no te desprecio las otras sectas los alfas no nos escucharan. Esa es mi verdadera preocupación al respecto.
Los ojos de Luo Binghe se abrieron llenos de esperanza.
Shizun no lo despreciaba. Shizun estaba molesto, era cierto, pero no era porque fuera un demonio, sino porque se lo ocultó.
Shizun... Shizun estaba preocupado por él.
―Ellos no escucharan a un omega.
―Shizun.
Shen Qingqiu por su parte sentía que estaba enloqueciendo.
Y todo comenzó con esa voz.
―La cuenta regresiva para que Shen Qingqiu lance al Abismo sin Fin a Luo Binghe ha comenzado.
Calla.
―Ellos no escucharan.
La respiración de Shen Qingqiu se volvió más pesada, los latidos de su corazón se aceleraron sin poder hacer nada más que sentir la presión sobre su persona. Como si alguien hubiera sujetado su mano y hubiera sujetado su cuerpo astral, dirigiendo su mano a su espada y apuntando directamente contra Luo Binghe.
Luo Binghe.
"―Shizun"
Luo Binghe.
"―Shizun, hice pasteles de luna para Shizun. Espero que le gusten"
Luo Binghe.
"―Mi estrella favorita es la estrella de la mañana"
Cierto, nunca le contó eso a Luo Binghe.
Nunca le contó que le gustaba la estrella del este. Que uno de los sueños tontos de Shen Yuan fue llamar a uno de sus hijos... llamar a uno...
Dongxing.
―Shizun.
Shen Qingqiu no pudo evitar el terror dentro de su corazón.
En qué momento... ¿en qué momento había desenvainado a Xiu Ya para apuntar contra Luo Binghe?
Su cuerpo... ¿Por qué su cuerpo no respondía como él quería? ¿Por qué sentía como si alguien más estuviera controlando su cuerpo?
¡¿Por qué no podía gobernar sobre su propio cuerpo?!
Su corazón se detuvo en el acto y sus ojos miraron aterrados la escena, la expresión de Luo Binghe llena de sorpresa lo hirió profundamente y respirar se volvió más difícil cuando lo entendió.
Luo Binghe...
Luo Binghe había entrado en celo.
No ahora
¡No ahora!
―Shizun.
―No te acerques. Tu aroma...
Entonces Binghe lo comprendió.
Entró en celo, Shizun tenía miedo.
Miedo de él.
―Shizun, no te haré daño. Jamás haría eso.
―Por favor, no te acerques. No ahora...
Luo Binghe nunca había visto a Shizun tan aterrado por su persona como ahora. Sin poder evitarlo sus ojos pasaron al lugar en donde estaba Mobei-Jun mirando desde su lugar serenamente como si esto no fuera nada.
Tenía razón. Había llegado el momento.
―Shizun.
La mente de Shen Qingqiu era un desastre. Estaba aterrado, confundido, no podía recuperar el control sobre su cuerpo y por alguna extraña razón se sentía muy mal.
Esto...
Esto dolía.
Era como si...
Como si esta no fuera la primera vez que hiciera esto.
Como si no fuera la primera vez que apuntara su espada contra Luo Binghe.
No tenía sentido, no tenía lógica.
―El tiempo para que Shen Qingqiu lance al Abismo sin Fin a Luo Binghe se está terminando. El usuario debe apresurarse y cumplir con su tarea.
Cállate.
―3,333, recuerda, 3,333.
―Si el usuario no cumple con su misión recibirá un castigo.
Cállate.
―3,333, recuerda, 3,333.
―La cuenta regresiva ha llegado al segundo trece. El usuario debe terminar con esto ahora.
Tres.
Tres.
Tres.
Ese maldito número otra vez.
―3,333, recuerda, 3,333.
Cállate.
―Tus manos están destinadas a terminar con esa persona.
Cállate.
―No puedes escapar de tu destino.
¡Cállate!
―¡Tienes que acabar con esto ahora, Shen!
¡CÁLLATE!
―El usuario debe clavar su espada en el pecho de Luo Binghe, el tiempo se está terminando.
¡NO OTRA VEZ! ¡NO OTRA VEZ! ¡NO OTRA VEZ!
―El usuario debe dejar de perder el tiempo y matar a Luo Binghe. ¡No tienes derecho a desobedecer!
¡SHEN QINGQIU NO HARÍA ESTO NUNCA MÁS!
―¡SHEN YUAN, TERMINA CON TU TRABAJO DE UNA VEZ POR TODAS COMO SIEMPRE DEBE SER!
―¡Aaaaaaaahhh!
―Shizun.
Con un solo movimiento Xiu Ya cayó al suelo golpeando en seco contra la roca firme. Como si hubiera sacado la espada de su mismo corazón su pecho dolió intensamente. Un destello rojo fue visible por el rabillo de su ojo. Como una serpiente deshaciéndose en el viento y el fuego del Abismo sin Fin.
Las manos de Shen Qingqiu sujetaron su cabeza sin poder soportar el dolor en ella, como si miles de Xiu Yas atravesaran el cráneo y la misma escena que estaba actuando hace unos momentos se repitieran una y otra vez.
La espada atravesando el pecho de Luo Binghe, la discusión, el papel frío que tuvo que tomar y su diestra lanzando al joven demonio al Abismo sin poder evitar el arrepentimiento en su corazón.
Pero sobre todo la imagen de Luo Binghe cayendo lentamente hasta desaparecer se repetía una y otra vez.
―¡Aaaaaaaah!
―¡Shizun!
Algo en la mente de Shen Qingqiu se rompió sin que pudiera hacer nada más. Luo Binghe lo envolvió entre sus brazos temeroso de lo que estaba pasando. Las lágrimas de Shen Qingqiu se escurrían por sus mejillas y su ceño estaba fruncido como si estuviera enfrentando un dolor insoportable.
―¡Shizun! ¡Shizun, estoy aquí! Estoy aquí.
―El usuario ha fallado en la misión Abismo sin Fin Odio sin Fin. El usuario será castigado por ello.
Cállate.
―El usuario debe tomar nuevamente su espada y terminar con su misión o tendrá que enfrentar un cruel castigo.
ENTONCES HAZLO. NO ME IMPORTA.
―¡NO ME OBLIGUES A CASTIGARTE, SHEN YUAN!
¡AL DIABLO CON ESTA MIERDA!
―Shizun.
―Binghe, lo siento. Lo siento. Lo siento. No quiero hacerlo. No quiero. Nunca quise hacerlo.
Luo Binghe no pudo más que abrazarlo. No entendía que estaba pasando en la cabeza de Shizun, pero aunque deseaba tenerlo entre sus brazos de esa manera por siempre esto solo le hizo saber que solo había un camino.
Cuando Shen Qingqiu pareció calmarse un poco y Luo Binghe pudo olfatear a la distancia a la gente de Cang Qiong, decidió comunicarle su decisión.
―Shizun, este discípulo se disculpa por haberte escondido la verdad. Debí saber que Shizun no me odiaría por esto. Fui un mal discípulo.
Shen Qingqiu no dijo nada, parecía estar en una especie de trance. Aun así decidió continuar.
―Pero Shizun no tiene que preocuparse ahora. No dejaré que ellos te enjuicien por mi culpa, nadie te culpara por mi sangre porque me iré.
―Binghe.
―Ese demonio me ha prometido ayudarme a encontrar una forma de controlarme y nunca más estar entre el peligro de lastimarte, pero al parecer será un viaje largo. No sé cuánto tiempo me costara volver pero me esforzaré en volverme un demonio que Shizun no se preocupe en pensar que tenga que protegerme. Me encargaré en invertir nuestros papeles, Shizun.
La mirada desenfocada de Shen Qingqiu le miró como si hubiera entendido sus palabras. Luo Binghe tomó con gentileza sus manos y entonces tuvo el valor de preguntar.
―Shizun. Si puedo volverme un demonio fuerte, uno demasiado fuerte con la capacidad de protegerte y asegurarme de tener los medios suficientes para ayudarte a cumplir tus sueños... ¿me aceptarías, Shizun?
―... ¿Qué?
―No habló de matrimonio o vínculos. Sé que... no tienes una buena opinión sobre los matrimonios y los alfas, No tenemos que vincularnos ni casarnos o tener una relación en ese sentido si no quieres. Quiero apoyar tus sueños, como tu pareja o solo tu discípulo. No importa que camino me permitas tomar. Quiero ayudar, pero necesito hacer algo primero.
―Binghe.
―¿Me esperarías, Shizun? ¿Me darías la oportunidad de demostrarte que mis palabras no son mentiras?
Shizun aun parecía perdido y avergonzado. Su rostro sonrojado era hermoso. Luo Binghe sabía que lo que estaba haciendo no era bueno, era algo vil y despreciable.
Pero esta era la última vez que le vería en mucho tiempo. La única que podría preguntar algo así antes de ir al infierno mismo.
Si tuviera esto, esta esperanza... cruzar ese infierno no sería tan aterrador.
Entonces algo pasó.
Shizun asintió.
―¿Me esperarás?
―Hmn.
Y Luo Binghe no pudo evitar sonreír. Sus colmillos brillaron ante el rojo del Abismo sin Fin.
Sin poder evitarlo Luo Binghe depositó besos sobre los nudillos de cada mano de Shizun. Y uno más sobre la frente del omega. Shen Qingqiu se veía perdido, como si no entendiera nada de lo que pasaba, sus ojos delataban que estaba quedándose dormido.
Pero entre el celo y la conmoción de la despedida Luo Binghe no lo notó.
Solo abrazó a Shen Qingqiu una última vez. Olfateó su cabello sintiendo como lágrimas comenzaron a caer de su rostro.
No quería irse. Luo Binghe no quería irse.
Pero debía hacerlo.
Cuando se dio cuenta Shizun ya estaba dormido entre sus brazos. Era mejor así. No quería que Shizun lo viera irse.
Con gentileza lo depositó sobre el suelo, colocando su capa de discípulo como una manta para que la cabeza de Shizun no tocara el suelo. Entre sueños el omega se aferró a la capa, abrazándola entre lágrimas. Aquella escena fue dolorosa.
Tras levantarse Luo Binghe le dio una última vista, una sonrisa triste se posó sobre sus labios y sin más se marchó.
Todo estaría bien.
Todo estaría bien.
Esto era por el bien de Shizun y el propio.
Ante cada paso los zapatos de Luo Binghe se rompían con fuerza, la velocidad aumentó como los latidos de su corazón. Mobei-Jun tomó su forma bestial y lo siguió cada vez más veloz como Luo Binghe aumentaba el ritmo.
La sangre se derramaba y las capas se destrozaban como la carne y las capas de piel humana.
Y como si se tratara de un cascarón la piel humana de Luo Binghe se desvaneció, como cenizas que se esparcieron y se perdieron en el Abismo sin Fin hasta que lo único humano que le quedaba en ese mundo, regalo de su madre simplemente desapareció.
El cascarón se quebró por completo.
Y cuando la firme pata de aquel lobo negro de dos metros de altura media se posó sobre el risco, los ojos negros de aquella bestia miraron al risco frente él. Aquella persona durmiente era tan hermosa como siempre, pero la sensación de tener que abandonarla fue desgarradora. Tanto que el deshacerse de su piel humana fue menos doloroso que tener que marcharse.
Todo estaría bien.
Shizun estaría bien.
Todo esto era por Shizun, por el futuro.
Por el mismo Luo Binghe.
―¿Estas listo, chico?―Preguntó Meng Mo.
Y con un solo paso Luo Binghe marchó para buscar las pistas de su pasado.
Cuando Liu Qingge llegó solo encontró dos maestros de Cang Qiong inconscientes.
Y uno de ellos abrazaba una capa de discípulo como si fuera su vida misma.
Ese día todos lo entendieron. Cada discípulo que había ido en ese grupo no había logrado sobrevivir.
Y entre el número de fallecidos destacaba el nombre de Luo Binghe.
Pensaste que este sería el típico fic que seguiría el arco del Abismo sin Fin tal como todos lo hacen pero no, estas en la saga de El Omega y el Emperador.
¡Hola de nuevo!
¿Qué tal ese capítulo?
Honestamente esperaba con emoción llegar a esta parte que cambia varios factores del futuro que nos esperan. De la misma manera nos presenta como funciona la Presentación Instintiva/Despertar Instintivo para los mismos Demonios Celestiales. Algo que deseaba contarles desde hace tiempo.
Ahora, con todo lo que pasó.
¿Qué creen que pase con Shen Yuan?
¿Qué habrá sido todo eso que pasó en su cabeza cuando decidió no lastimar a Luo Binghe y lanzarlo al abismo?
¿Cuál creen que sea el castigo del Sistema para Shen Qingqiu?
Ahora en el caso de Luo Binghe.
Sueños extraños persiguen a protagonista al igual que sospechas que le han llevado a aceptar una sospechosa oferta.
¿Habrá hecho bien en seguir a Mobei-Jun?
¿Cuáles serán los planes de este demonio?
¿Qué le deparara a Luo Binghe en su trayecto?
Agradeciendo infinitamente sus votos, comentarios y todo el amor y paciencia que le han dado a este proyecto, me despido informándoles que el aviso de cómo funcionaran el nuevo sistema de actualización será subido pronto tanto en este libro, mi tablero de Wattpad y en el grupo de Facebook.
Recuerden que si no están en el grupo y desean entrar pueden buscarme en mis redes sociales para que les envié una invitación o buscarlo directamente con el buscador de Facebook como: El Omega el Emperador/Teorías, fanarts, datos curiosos y demás.
Sin más que decir, nos vemos pronto.
¡Gracias por leer!