Después de haber almorzado, se dedicó a hacer su tarea antes de ir a su salida para evitar deberes más tarde cuando regresara y también algún regaño, estaba emocionado por ir que hasta le echaba ganas y hacía más rápido su tarea de física, incluso le dió tiempo de practicar un poco de matemática ya que se aproximaban los exámenes. Luego vió la hora, era momento de escoger la ropa que usaría, quería verse bien. Se puso a imaginar las cosas que harían, la comida que probarían por ahí y demás, simplemente disfrutar de ésta salida de amigos, ojalá después de esto salgan más seguido. De tanto prepararse e imaginar creyó que ya era hora, pero al revisar vió que todavía faltaba media hora para que lo vinieran a buscar, sí que cuando quería que fuera ya algo los minutos pasaban tan lentos. Se recostó en su cama, viendo que en la mesita de noche estaba su celular que casi no usaba mucho porque hacía otras cosas y sólo a veces hablaba con sus amigas, así que lo agarró para pasar el rato, vió que tenía mensajes del grupo que tenía con sus amigos, se trataban de fotos de Nieves que fue a una tienda de mascotas con Rubén y compraron una cobaya juntos.
Quackity sonrió, seguro que al día siguiente en el colegio Nieves le mostraría mil fotos de su nueva mascota y alguna foto de Rubius tomada mientras está distraído, porque a veces eran chistosas. Bajó más en el chat, habían más fotos, era una coincidencia que sus amigos también salieran esa tarde, Akira se había al centro comercial con Samuel, Dulce y Mónica, porque habían imágenes de Vegetta y Dulce probandose ropa y sombreros mientras hacían poses graciosas. Lanita, Kristina y Alexa estaban en el cine, fue ahí que en una de esas fotos Quackity se quedó mirando con una sonrisa de bobo sólo porque Lanita se veía muy bonita con el cabello recogido. No duró mucho en ese estado de bobo cuando tocaron la puerta de su habitación, su mamá le avisaba que había llegado su amigo, así que tomó su gorra y su celular antes de ir.
En la entrada de su casa estaba el preceptor Willy hablando con Staxx, quién lo saludó al momento de verlo y avisarle que Luzu estaba en el auto esperando. Quackity se asomó a ver afuera y Luzu lo saludó desde el vehículo, después puso atención a su mamá cuando lo escuchó reírse, no sabría porqué se reía si el chiste que le dijo Willy era malísimo, pero cada quién tiene un humor diferente, supongo. Staxx se inclinó para abrazarlo, pidiéndole que se porte bien y que cualquier cosa lo llamara, y por último, un besito en la frente como despedida. Willy le prometió que mantendría vigilado a los dos, así que no tendría que preocuparse, también le dijo otras cosas que Quackity no escuchó porque se dirigió al auto y le pidió a Luzu que le abriera.
——Hola Quacks, me gusta tu gorra, el patito que tiene está muy bonito—. le comentó señalando el logo de patito amarillo, recibiendo un agradecimiento algo tímido por parte del otro. Luzu miró de nuevo hacia la entrada de la casa, viendo cómo su hermano seguía intentando hacerse el galán o algo así. ——lleva más de media hora hablando, espero no esté diciendo algún chiste malo—.
——creo que ya dijo uno, pero a mi mamá le hizo gracia—.
——qué pena, una disculpa por eso—.
——no, está bien creo, mientras mamá sonríe está todo bien—.
Ambos chicos volvieron a mirar hacia esa dirección, al parecer ya se estaban despidiendo, hasta que finalmente Willy se encaminaba hacia el automóvil y se volvía a despedir de Staxx luego de haber ingresado al vehículo. Entonces, se fueron en camino al parque de atracciones, Luzu y Quackity no hablaban por dos motivos; uno estaba avergonzado por lo que pasó y el otro estaba perdido en sus pensamientos, imaginando cómo se veía una rueda de la fortuna.
Luzu miró de reojo a Quackity, éste sonreía mientras miraba por la ventana, pero sentía que lo estaban observando así que se giró encontrándose con la mirada del chico y como la apartaba rápidamente.
——¿tienes más de una perforación en tu oreja?—. preguntó al notarlo, recién se daba cuenta que habían como tres aretes en la oreja de Luzu, en el colegio sólo le había visto un arete.
——ah sí, en la otra tengo un transversal—. Luzu se giró para que pueda verlo, Quackity se impresionó y sin pensarlo tocó aquella joya en su oreja, causando que el castaño se ponga nervioso. ——fu-fue más dolorosa que los otros—.
——si te traspasaste toda la oreja, obvio que dolería bien cabrón—. Quackity miró la perforación en su labio, preguntándose cuántas más se haría o esas serían las únicas.
Sin embargo, cayó en cuenta de que estaba extremadamente cerca y mirándole los labios, lo que podía malinterpretarse, Quackity se puso rojo de la vergüenza y se alejó encogiendose en su lugar, eso fué muy inapropiado, no debió acercarse y mucho tocar uno de sus piercings sin pedir permiso. Quackity enseguida se disculpó sintiéndose muy apenado por lo que hizo, Luzu le dijo que no pasaba nada y le siguió contando cómo se hizo las demás perforaciones, también pensaba hacerse otras perforaciones más.
Quackity daba su opinión sobre dónde podría ir alguno, se le hacía genial como le quedaban a él, pero había algo más que sentía y tampoco dejaba de mirarlo, ha de ser sus ojos o como peinaba su cabello hacia atrás para que no le molestara la vista. Luzu tenía algo que le llamaba la atención.
El parque de atracciones era cómo se lo esperaba, había muchos juegos a los que quería ir y se le antojaba demasiado el algodón de azúcar, aunque también las manzanas acarameladas, las palomitas de maíz, los hot dogs y demás comidas que había. Primero fueron por los juegos donde podías ganar premios, Willy también se entretenía mientras los cuidaba, sin embargo no era muy necesario porque Luzu conocía el lugar y no necesitaba estar detrás de él como si se fuera a perder, así que le pidió que Quackity no se separara de él. Luzu le enseñó algunos juegos, había uno de puntería con un rifle de juguete, quiso mostrarle ese primero y de paso ganar un premio –quizás también impresionarlo–, tenía buena puntería y logró atinarle a cierto cantidad de objetivos y ganándose un peluche a elección.
——elige tú, Quacks—. le dijo Luzu, señalando a los peluches que colgaban.
——¿por qué? Tú ganaste—.
——al siguiente juego me consigues un premio, así que elige uno—.
Quackity se acercó a mirar, todos eran lindos pero le gustaba más el pato amarillo y eligió ese, enseguida se lo entregaron sintiendose emocionado por tener entre sus brazos el peluche de pato más grande que haya tenido en su vida, se volteó a mirar a Luzu y le agradeció varias veces, prometiendo que iba a conseguirle el peluche que quiera en otro juego. Al siguiente puesto era para voltear pilas de botellas con pelotas, Quackity estaba decidido a ganar, le dió su peluche a Luzu para que lo sostenga y se acercó al puesto, iba a ser sencillo ganar, si tenía buena puntería para dar balonazos en medio de la cara, obviamente puede voltear todas esas botellas.
Si volteaba las tres pilas de botellas con tres pelotas, ganaba un peluche grande del puesto, se concentró imaginando que se trataba de la cara de alguien que le cayera mal y lanzó la primera pelota derribando la pila, hizo lo mismo con segunda y la tercera teniendo éxito, hasta impresionó un poco a Luzu.
——¿ya viste? ¡tres a la primera! ¡en tu cara!—. expresó Quackity contento y dando saltitos. ——Lusu, elige el peluche que gané para ti—.
——quiero el tigre—.
——ya vas, el tigre, por favor—.
Quackity sostuvo al peluche cuando se lo entregaron, volteando a mirar a Luzu y dando saltitos de emoción porque lo había conseguido. Luego pensaron en subirse al carrusel un rato, pero antes fueron con Willy para que cuidara sus premios sin siquiera preguntarle y sólo darle cuando se lo encontraron comiendo una manzana acaramelada. Quackity por primera vez estaba en un carrusel, tenía miedo de caerse y sostenía con fuerza, Luzu le dijo que no sintiera temor y que no estuviera tan pegado al tubo del caballito de mar en el que estaba montado, el azabache se intentó calmar y disfrutarlo. Las luces y colores lo ayudaron a estar más tranquilo, todo se veía tan llamativo y bonito, sonrió cuando miró a Luzu siendo el gesto devuelto y extrañamente su corazón se agitó, ha de ser el movimiento del carrusel y la nueva experiencia.
Anduvieron de un lado a otro, quisieron subir a la montaña rusa pero Quackity se aterrorizó con sólo verla, por poco le daba un desmayo cuando estaban en la fila y veían cómo iban las personas en esa atracción, supongo que sería para otra ocasión. Así que subieron a otro que era la rueda de la fortuna, aunque Quackity no pensó que también le tenía un miedo a las alturas y lo empezó a sentir cuando ya iban arriba. Luzu se preocupó mucho, aquello le recordó a la primera vez que se subió y también le daba miedo, esa vez su madre le sujetó la mano y le repetía que no habría nada que temer mientras ella estuviera ahí. Eso fué lo qué hizo, Luzu le pidió que sujetara su mano, Quackity le hizo caso pero lo apretaba fuerte y a su vez se aferraba de su chaqueta como si su vida dependiera de ello.
——Hey, Quackity... no pasará nada, está bien—. le murmuró, quizás con su tono de voz se calmaría un poco. ——tienes que mirar, el cielo se ve muy bonito desde aquí—.
Quackity abrió sus ojos, con miedo vió por la ventana de la cabina, tenía razón que el cielo lucía bonito debido al atardecer que parecía que las nubes tuvieran tonos algo rosados. Los atardeceres le gustaban mucho, porque le recordaba cuando su mamá preparaba algún postre y tomaban leche con chocolate, sus atardeceres se sentían dulces y agradables, era una tranquilidad pura.
Por otra parte, Luzu notó que estaba más calmado y ya no apretaba su mano, el chico de cabellos azabaches simplemente se perdió en la vista del bello atardecer que se les brindaba a esa altura, pero él se perdió más mirando al chico que contemplaba ese atardecer. Luzu no podía negarse que se le hacía lindo y adorable, tenía una de las sonrisas más bonita que haya visto antes, cada vez que sonreía se sentía embobado, su corazón latía rápido y sentía nervios por unos momentos, pasando después a sólo alegría con tenerlo cerca. Por eso tampoco iba a negar que se sentía tan bobo con ver sus manos sujetas y... oh, sus mejillas estaban algo acaloradas.
Entonces, Quackity miró a Luzu para mencionarle que el cielo se veía increíble desde allí, pero para ambos el chocar miradas provocó sensaciones nuevas, algunas de éstas siendo la causa de que Quackity bajara la mirada y se pusiera un poco colorado.
Su corazón retumba en su pecho, ¿qué le pasa?
Señoras y señores, le gusta un chico pero no sabe que le gusta.
¿qué procede?