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En la soledad de su habitación la segunda princesa del imperio no podía concentrarse en su lectura después de que la reunión con sus hermanos terminara, tenia su cabeza hecha un lio. Jamás en su vida había pensando en tomar el trono, desde pequeña su madre la primera concubina del Emperador, Benela Verdi le había dicho a lo que tenia que aspirar.
—Escúchame muy Yvie —la tomo por sus pequeños hombros con fuerza mirándola a los ojos— Tu tienes que ser la señorita perfecta, tienes que ser elegante, correcta y aspirar a solo ser la mas hermosa dama, todos los hombres estarán detrás de tu belleza y los encantaras con tu inocencia y dulzura
—¿Por que? —pregunto inocentemente, a esa tierna edad no sabia la magnitud de las palabras de su madre—
Sintió como su madre apretaba mas su agarre casi llegando a magullar su tierna piel infantil mientras temblaba, pero su rostro aun estaba impasible.
—Amas a tu hermano mayor ¿No es así? Y me amas a mi, amas a Mama ¿No es así...? —le pregunto a lo que ella asintió sin pensarlo dos veces—Entonces harás lo que te digo, tu hermano tiene que subir al trono y tu lo ayudaras de esa manera, te encontraremos el mejor esposo para que tu te cases con el y asegures su posición, eso es todo... ¡Así harás a Mama y a tu hermano muy felices!
Fue ahí cuando su pequeña cabeza inteligente comprendido lo que su madre le estaba pidiendo que fuera...un trofeo...un animal para intercambiar por poder y estatus...Es cierto, ama a su hermano y ama a su madre...nunca dejo de hacerlo, pero ella no quería ser un trofeo, por eso desafío al mundo.
Desde que tuvo suficiente edad empezó sus estudios de forma rigurosa para poder aplicar el examen de ingreso para la Academia más importante del Imperio de Arbezela llamada "Eden" y era una escuela para varones pero eso no la detuvo, analizo cada pagina del reglamento de ese lugar y pudo encontrar un agujero en sus normas del examen que le permitían hacerlo, aunque fuera una niña en las reglas de Academia jamás estuvo estipulado que las mujeres no podían aplicarlo y entrar, así que aprovecharia esa laguna, pero su plan jamás hubiera podido haberse llevado a cabo si no fuera por su padre, el Emperador que por una vez hizo algo bien para variar, aun recordaba ese día.
Era una cena "familiar normal" dentro de lo que cabía. Llevaba en su vestido con bolsillos (Cortesía de Alice) el documento de registro para aplicar el examen, todo estaba completado y solo faltaba la firma de su padre.
—Jaider, el cumpleaños numero 10 de Yvie se acerca —dijo su madre interrumpiendo el momento de fascinación de su padre por Ariana, algo muy normal— Nuestra pequeña se esta convirtiendo en una bella señorita y quiero celebrar su cumpleaños de una forma muy especial
Su padre ni siquiera la volteo a ver por mucho tiempo, pero no le molestaba, sabia que nunca ha sido ni será Ariana y lo había aceptado.
—Mi pequeño capullo ¿Tu que quieres de regalo de cumpleaños? —le pregunto su madre acariciando su cabello rojo—
Sintió las miradas de todos sobre si, no supo como la conversación la llevo a que le hicieran esa pregunta, pero este era su momento. Sin dudarlo empujo su asiento y se levanto rápidamente para ir al lado de su padre parándose frente a el intentando disimular su vergüenza porque todos la miraban y saco el papel de su bolsillo para tendérselo al emperador.
—Su majestad, no quiero una fiesta o regalos para mi cumpleaños —afirmo con seguridad sin bajar el papel— ¡Lo único que quiero este año es su firma y bendición para poder hacer el examen de ingreso a la Academia Eden para poder cumplir mi sueño de ser medico!
No abrió los ojos, sus manos temblaban mucho aun sosteniendo el papel en alto, pero sentía la mirada de todos sobre ella, pero la mas dura era la de su propia madre.
—Benela ¿Tu sabias de esto? —le pregunto su padre a su madre tomando el papel de sus manos—
—N-no su Majestad...le juro que yo no sabia que ella...—tartamudeo en completo shock—
Pensó que la conocía, pensó que la crio adecuadamente pero claramente se equivoco y ahí se dio cuenta. El Emperador leyó todo el documento, estaba todo lleno correctamente y con una caligrafía impecable que no parecía ser hecha por una niña de 9.
—Yvie ¿Tu llenaste esto? —pregunto el emperador con dureza—
—Si su majestad, yo lo hice —afirmo con seguridad, pero sin abrir los ojos aun—
No supo cuanto tiempo estuvo ahí parada con su padre leyendo todo y juzgándola con la mirada, pero solo supo que cuando sintió el papel devuelta en sus manos ya estaba firmado. Miro la firma de su padre con ilusión y alegría, estuvo a punto de agradecerle, pero sintió una presión muy fuerte por parte de su padre que la miraba fijamente...como si la estuviera juzgando en silencio, pero no se dejo intimidar. Con la firma de su padre logro hacer el examen y los vejestorios no pudieron hacer nada, pero se pusieron condiciones especiales.
El Emperador solicito que todo fuera cuidadosamente vigilado para evitar que ella hiciera trampa o que la Academia saboteara su examen para no aceptarla. Cuando Bavilo se entero de esto se molesto ya que su padre dudaba de ella, pero a ella le pareció justo y no lo cuestiono, acepto todas las condiciones sin dudarlo.
Fue un proceso tortuoso y agotador, su padre le dio una habitación en el mismo palacio donde estaba el alojado junto con la emperatriz y Ariana para tenerla vigilada, como si fuera una criminal. Esos meses no salió casi nada de su cuarto, solo con asuntos de fuerza mayor que no podía evitar, pero de ahí era regresar y seguir sin parar, prácticamente dormía en su escritorio.
—¡Tu estas loca por pedir semejante locura y aun mas por aceptar esas condiciones! —exclamo Ariana alterada caminando de un lado al otro en su habitación mientras ella intentaba seguir estudiando—
—Ariana, si solo vas a estar cacareando sal de aquí ahora —me pidió intentando no lanzarle un libro a la cabeza para ver si le entraba algo inteligencia a su cabeza hueca—
—¡Es que aun no me lo creo! —afirmo quitándole el libro de las manos para que la mirara—Tu no puedes ganar ese examen, serás la humillación de todo el imperio y no podrás casarte con un hombre apuesto jamás
La pequeña princesa sin pensarlo le arrebato el libro a su hermana de las manos para mirarla a los ojos, encarándola de frente conteniendo las ganas de golpearla.
—Hay mas cosas en la vida que casarse con un hombre apuesto Ariana, yo no quiero eso para mi y tu deberías respetar mi decisión —le dijo con firmeza— No te pedí tu opinión y francamente me importa mas la opinión de un cerdo, lo que haga o deje hacer pertenece a MI VIDA QUE ES SOLO MIA así que deja de estar interrumpiendo mis estudios y lárgate de una vez
Vio como el rostro de Ariana se ponía rojo, como si quiera llorar, pero ella sabia que solo era una actuación.
—¡Cuando falles ese examen y llores me reiré mucho de ti, no eres mas que una niña tonta que no llegara a ser alguien!
Salió de su habitación cerrando la puerta de un portazo dejando un silencio sordo en la habitación.
—Mi niña...—la llamo Alice que estuvo presente todo el tiempo, se acerco a ella para arrodillarse y ver a la niña a los ojos— ¿Quieres que te traiga leche con miel? Para que descanses un poco de tanto estudio
No dijo nada...solo la abrazo con fuerza conteniendo las lagrimas en sus ojos mientras que la sirvienta la abrazaba con fuerza contra su pecho y la tomaba en brazos. Alice sabia que en el fondo le dolieron no solo las palabras de Ariana si no las de todos los demás que decían exactamente lo mismo... ¿Por que no solo podían tenerle un poco de fe? Les tocaría aprender a la mala...
Los días antes de que le entregaran los resultados casi no podía dormir de lo ansiosa que estaba, sentía las miradas de todos sobre ella, pero ella tenia que ser fuerte ante todos y no flaquear. El día que le comunicaron que habían llegado los resultados fue llamada a la oficina del emperador, el hombre pidió la presencia de toda la familia real.
Desde su esposa la emperatriz y su hermana Ariana, su madre y la otra concubina y sus hermanos.
—«Hace esto para humillarme en caso de que haya fallado»—ese fue su primer pensamiento cuando estuvo ahí parada, en medio de la habitación—
No le dijo nada, solo abrió el sobre con escepticismo puro sin dignarse a mirarla ni un segundo mientras que todas las miradas de los demás estaban sobre ella. Por un segundo miro a su hermano Bavilo que solo la animo con una sonrisa leve cosa que la hizo sentirse mas tranquila. Regreso la vista a su padre que leía todo con desinterés hasta que poco a poco su mirada se fue deformando.
—Querido esposo ¿Que sucede? —pregunto la emperatriz al ver el rostro del hombre tomando la atención de Ariana que hasta entonces estaba muy desinteresada con la situación—
—...—no dijo nada, no podía, estaba anonadado así que solo mostro el puntaje a los demás alzando la hoja—
500/500
100% Acertado
En ese momento no pudo sentir mayor felicidad ¡Había logrado su objetivo y les demostró a todos que si pudo!
—¡Lo hiciste, hermana lo hiciste! —grito Bavilo con una amplia sonrisa abrazándola sin dudarlo—¡Estoy tan orgulloso de ti!
Abrazo a su hermano apenas conteniendo las lagrimas de felicidad ¡Esto era grandioso y lo mejor es que no se podía argumentar trampa o sabotaje alguno porque el mismo emperador se hizo cargo de todo!
Recibió las felicitaciones de todos, de la segunda concubina y su hermano Haveron junto con el pequeño Kamal que no entendía muy bien la situación, pero igual con sus pequeñas piernitas camino hacia ella y la abrazo por la pierna, sintió como un peso se le iba de encima, pero lo mejor fueron las miradas de la emperatriz, Ariana y su madre.
La Emperatriz la felicito con una sonrisa, mirándola con aparentemente dulce, pero estaba llena de frialdad en el fondo, Ariana estaba MUY shockeada y estuvo tentada a decirle algo, pero se contuvo, no era el sitio ni el lugar, pero sin duda la reacción que mas disfruto fue la de su propia madre.
Si tuviera que definirla en una palabra seria DESTRUIDA, todos sus planes con ella se vinieron abajo porque cuando esto se supiera ningún noble querría desposarla, pero claramente ante el emperador tuvo que disimular y decir que estaba orgullosa de ella y hasta abrazarla.
—Yvie —la voz del emperador enfrió todo en la habitación, la miro a ella, directamente a ella— Buen trabajo, felicitaciones
—...—se enderezo correctamente para encararlo— Muchas gracias Su majestad, le agradezco todos los recursos, esfuerzo y atención que puso en mi capricho, le estaré eternamente agradecida y prometo no decepcionarlo
Ese día quiso celebrar a lo grande con sus hermanos, pero no todo terminaría bien para ella ese dia. Aun a día de hoy sentía las bofetadas que le dio su madre cuando estuvieron solas en su habitación esa noche.
No paro de gritarle y maldecirla como loca destrozando incluso su ropa, Bavilo intento defenderla saliendo también herido en el proceso mientras que Kamal lloraba al ser aun muy pequeño, cuando por fin se detuvo le dijo unas palabras que jamás olvidara.
—A partir de este momento ya no eres hija mía, te desconozco Yvie —lo dijo con tanto odio y rencor y la miro con tanto asco—
Se paro como pudo del suelo y la encaro de frente sin dudarlo poniéndose frente a sus hermanos.
—Pues yo no te desconozco Madre —le aseguro con voz firme recuperándose aun de la golpiza— Yo soy tu hija y nunca dejare de serlo...Jamás podrás negarme, así como yo jamás podre negarte porque las dos, aunque lo niegues por mil años incluso...Somos iguales
Esa fue la ultima vez que hablaron sin usar monosílabos en privado. En publico las dos aparentaban que todo estaba de maravilla y hasta su madre presumía sus logros en la Academia, pero Yvie sabia que en la intimidad quería que fracasara, pero jamás le dio el gusto.
A pesar de comentarios machistas y desprecios por parte de los profesores mas viejos ella logro adelantarse años de estudio y graduarse con honores siendo la mejor estudiante además de la mas joven en toda la historia del Eden y todo culmino un dia en la misma oficina de su padre el mismo día de su graduación.
—Yvie, ven a la guerra conmigo y sirve como medico en la milicia —le ordeno mirándola fijamente—
Fue hasta gracioso para ella, pero acepto, él no podía negar que ella era útil para el imperio sin estar siquiera comprometida y eso lo puso en jaque en muchos aspectos como en la búsqueda de prometido. Los nobles de Arbezela la respetaban y hasta diría que le temían, por eso no proponían compromisos porque los burros de sus hijos no eran suficientes para ella y seria hasta un insulto imaginarlo y tampoco podía ser con extranjeros porque estaría dejando ir a un pilar demasiado importante para el imperio que podía caer en malas manos.
Si, ella puso la vara muy alta y eso era innegable, pero de eso a tomar el trono...jamás se le paso por la cabeza, necesitaba tomar una decisión y por eso ahora estaba ahí...parada delante de la puerta de la habitación de su hermana Ariana.
—Ariana ¿Puedo pasar? —le llamo mientras tocaba la puerta —
¿Que? ¡Ah si, pasa!
La segunda princesa del imperio paso sin pensarlo mucho y como se esperaba, la habitación de su hermana no cambio para nada. Era blanca y hermosa, llena por completo de lujos y de revistas de hombres hermosos por todo el piso.
—«Si, no ha cambiado nada» —pensó Yvie viendo como su hermana estaba recostada en su cama sin siquiera prestarle atención—Ariana ¿Cómo has estado? Vine hablar contigo porque rechazaste mi invitación para pasar tiempo de calidad entre hermanos
—Ah si eso, estaba ocupada —afirmo con los ojos llenos de emoción, Yvie juraba que le salían corazones y hasta un poco de baba por la revista que estaba leyendo— ¡Ay mira hermana! ¿¡No son hermosos!?
Yvie se sobresalto un poco cuando la mayor le puso la revista casi en la cara, pero logro alejarse para tomarla en sus manos y verla bien. Si, eran apuestos, pero ¿Qué tenían de especial?
—Pues sí, supongo que si —dijo cerrando la revista para devolvérsela —Ya sabes que este tipo de cosas no me interesan
—¡Ay por favor! ¿¡Sigues igual de aburrida!? Pensé que ir a la guerra con tantos hombres fornidos y hermosos te haría despertar un poco pero ya veo que no, que desilusión —dijo haciendo un puchero dejándose caer en la cama —
A la segunda princesa le desconcertó mucho tal afirmación de su hermana mayor, no esperaba que fuera tan desubicada para pensar tal tontería cuando ella estaba en medio de una guerra a la que no fue por un gusto caprichoso, fue a cumplir el deber que le correspondía como medico al servicio de la milicia.
—Ariana, la guerra no es el mejor escenario para despertar cosas así —afirmo con seriedad—
—Si si lo que digas, yo siendo tu no desaprovechaba esa oportunidad —dijo con desinterés dejando su revista a un lado— Aunque ten por seguro que tendrás que acostumbrarte a ver hombres hermosos rondando los pasillos por aquí muy pronto
—¿Por qué lo dices? —pregunto Yvie haciéndole la tonta —
—¡Creare mi propio joyero de hombres hermosos y capaces para así poder llegar a ser emperatriz!
Yvie parpadeo un poco sorprendida por las palabras de su hermana ya que no esperaba que se lo dijera tan abiertamente, pensó que tendría que hacer mucho para que ella le soltara la información, pero parecía que no iba a ser necesario cosa que le alivio mucho ya que no estaba juegos mentales ahora.
—Y exactamente ¿Cómo crees que eso te ayudara? ¿Dependerás del poder de otros hombres para poder ser la heredera? ¿No es eso algo peligroso y denigrante? —pregunto la segunda princesa— Sin mencionar que tiene un prometido
— ¿Cómo es eso algo peligroso? Tendré a hombres hermosos y sexys bajo mi protección para ser la primera emperatriz en todo el imperio, es más ¡Ellos dependerán de mi por completo! —exclamo mientras mordía una almohada—¡Y no me lo recuerdes a mi prometido, es tan injusto! ¿¡Por que debo quedarme con un hombre cuando hay miles tan hermosos!?
—...—Yvie se contuvo de fruncir el ceño y recupero rápidamente la compostura—Según tu ¿Como ellos dependerán de ti? ¿Qué les puedes dar para que te sean leales?
—Ay querida hermana puede que no lo entiendas porque no eres tan hermosa y realmente no te interesa, pero la belleza es un factor clave ¿Quién podría rechazarme? —afirmo señalándose a si misma con una sonrisa algo engreída—Cualquiera mataría por mi amor y atención
—«No estes tan segura»—pensó Yvie mantenido su expresión serena—Pero ¿Qué te llevo a querer ser la emperatriz? ¿Por qué te nació ese repentino deseo?
—¿Tengo que tener una razón importante? —pregunto Ariana— Si me convierto emperatriz podría casarme con un segundo esposo y tener concubinos para mí, justo como tu madre lo es —remarco esto último, como si le recordara de forma indirecta que era una hija ilegitima o, en otras palabras, una bastarda— Además ninguno de nuestros hermanos es mejor que yo, ni siquiera tu lo eres con tu titulito de medico
Ariana siguió hablando, pero a este punto Yvie no escuchaba, se desconecto del mundo por completo y fue ahí mismo cuando tomo una decisión. Su hermana de verdad creía que no había nadie que la superara, estaba confiada que con su belleza y seducción podría conseguir a todas las joyas necesarias para hacerse con el trono e incluso que nunca la traicionarían...eso estaba por verse.
No sabe cómo, pero logro librarse de la diatriba de Ariana una vez que ella se desvió del tema central y la invito a ver sus revistas junto con ella, cosa que por supuesto negó. El camino a su habitación fue silencioso, cuando entro a su habitación que solo era iluminada por la luz nocturna que se filtraba por las ventanas se dejo caer en su cama ya sin sus guantes puestos que se había quitado apenas entro.
—Lo siento mucho por ti hermana pero...de mi cuenta corre que no seas la emperatriz porque si eso sucede sumirás a este imperio y sus ciudadanos a la desgracia
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Ahi me disculpan el capitulo tan largo pero me gano la inspiracion.
Hice estos memes a ultimo momento y los quise poner al final del capitulo. Espero que les gusten XD