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La sala del trono estaba llena de personas de alta cuna que estaba presente para celebrar la reciente victoria del actual emperador de Arbezela, Jaider de Secremise pero había algo que estaba inquietando a sus tres vástagos. Tanto Bavilo, Kamal y Haveron no dejaban de mirar a la puerta a la espera de que una figura concreta cruzara esa puerta.
Desde que esa misma mañana se les dio el anuncio de que el emperador junto con todo su ejército volvería después de una fascinante victoria en la guerra esperaban poder volver a su hermana que se fue a la guerra junto al emperador como una pieza clave en el ejército.
La segunda princesa del imperio desde muy joven demostró una gran inteligencia para el uso de la magia curativa y sanadora lo que le permitió estudiar e innovar el campo de la medicina dándole el puesto de ser no solo la persona mas joven si no la primera mujer doctora de todo el reino lo que le dio un puesto importante por sus grandes conocimientos e ideas para revolucionarlo todo.
Bavilo no podía estar mas orgullos de su hermana pequeña. Para el, ella era la persona más dulce, valiente e inteligente del mundo, mas de una vez la vio dormida sobre una pila de libros de medicina y casi rebanándose los sesos no solo para sus complicados exámenes teóricos que los estúpidos profesores hacían cien veces mas complicados para ella si no también en el área de la magia para poder sanar a cualquier persona con métodos viejos, actualizados o creados por ella misma, fue justo esto lo que le dio su lugar en esta guerra y por mas que el rogo ir para poder protegerla ese derecho le fue negado brutalmente lo que lo dejo totalmente preocupado y devastado por su hermanita ¡El debería estar ahí para protegerla! Pero no pudo hacer nada y ahora que sabia tan cerca lo hacia casi temblar de la emoción.
Haveron era una historia similar, su hermana mayor siempre lo alentó a estudiar y a hacer grandes mejores en el reino para ayudar a las personas y siempre trato muy bien a su madre, eso la hizo admirarla y por eso puso su máximo empeño en hacerla sentir orgullosa y no podía esperar para poder verla otra vez y poder contarle todo lo que había conseguido en el tiempo que estuvo fuera, apenas podía evitar llorar de la emoción por saber que su amada hermana estaba de vuelta.
Kamal, que era el mas pequeño de los hermanos sentía las emociones a flor de pie propias de un niño de su edad que no podía ni matar una mosca, desde que supo que su hermana iría a la guerra no se separo de ella ni para dormir, quería que ella lo mirara, le contara cuentos, le ayudara con sus tareas y robaran postres de la cocina juntos todos los días hasta que ella se fuera para poder así recordarla en todo el tiempo de su ausencia como una especie de refugio en su mente para poder sobrellevar todo el calvario que era su madre, con ella se sentía libre de ser un niño dulce y totalmente pegado a su hermana mayor.
¡ARIANA DE SECRAMISE, PRIMERA PRINCESA DE ARZEBELA, HA LLEGADO!
Las trompetas sonaron acompañando la apertura de la gran puerta blanca que daba paso a una joven de largos cabellos blancos y ojos amatistas que estaba vestida con un bello vestido blanco brillante con una tiara sobre su cabeza y un collar con una gema azul mientras mantenía una sonrisa suave en la cara, pero con sus ojos llenos de egocentrismos al saber el efecto que tenia sobre todos los presentes en la sala del trono que no dejaban de mirarla.
—Su majestad, El sol radiante del gran imperio de Arbezela —dijo la hermosa joven haciendo una elegante reverencia ante el monarca— Acepte mis felicitaciones, escuche que el ejercito real gano hace poco una batalla importante en la guerra, ahora tiene que cuidar de más ciudadanos Padre
—...¡Ah, Ariana, mi querida! —exclamo el monarca totalmente feliz y amoroso hacia su hija que lo recibió con dulzura—
—Pero, sobre todo, estoy feliz de que haya vuelto sano y salvo
—¡No caben dudas de que mi pequeña princesa es la mejor!
La primera princesa del imperio esperaba que su tonto hermano Bavilo saltara a decir algo para tomar la atención de su padre y hacerse notar mas se sorprendió al ver que el ni siquiera parecía estar prestando atención al igual que sus otros hermanos, solo estaban mirando fijamente a la misma puerta por la que ella había entrado hace instantes.
¡ATENCION, YVIE DE SECRAMISE, SEGUNDA PRINCESA DE ARZEBELA, HA LLEGADO!
Las trompetas y la enorme puerta comenzaron a abrirse haciendo que ella se girara para ver la entrada de su hermana menor que hace tanto tiempo no veía, pero jamás pensó en ver algo extraño en los ojos de su padre cuando hicieron el anuncio, era admiración, cariño y respeto lo que ellos reflejaban ¿Acaso era por su hermana? ¡Pero si antes se olvidaba de su sosa presencia, ni siquiera la volteaba a mirar!
Sus ojos enfocaron a la figura entrante dejándola completamente espantada ¿¡Que era esto!? Desde su corte de cabello que la hacia parecer un hombre hasta sus ropas militares que no estaban para nada a la moda y sus dichosos guantes grises oscuros ¿Es que acaso sus manos son alérgicas a la libertad o algo parecido? ¡Y su piel estaba mas oscura por el sol y visiblemente reseca! ¿Es que acaso no era consciente de eso?
—«¿Qué es ese corte de cabello y ropa? De seguro la guerra le mato las pocas neuronas que le quedaban porque nadie con un poco de juicio se vestiría así, no esperaba nada de ella y aun así...¡Esta horrible!»—pensó la primera princesa al ver como esa figura de cabello rojo se acercaba—
Bavilo, Haveron y Kamal miraban a su querida hermana con una felicidad radiante en el rostro que no pudieron controlar como dictaba el protocolo, pero no les importo en absoluto, solo querían abrazarla.
—Saludo y muestro mi profundo respeto al sol radiante del imperio de Arbezela —exclamo la segunda princesa haciendo una reverencia, mantenido la cabeza baja—
—Yvie, querida hija —exclamo el emperador soltando a la primera princesa para acercarse a la segunda— No tienes que arrodillarte de esa manera, te dije que no hacía falta, anda levántate
Tanto Bavilo, Haveron y Kamal parpadearon sorprendidos ante el escenario que estaban presenciando ¿Su padre le estaba mostrando afecto y respeto a alguien que no era Ariana? ¿¡Acaso estaban soñando!? Ariana estaba que no se podía creer lo que sus ojos estaban viendo ¿¡Como fue esto posible!?
—Antes de ser mi Padre usted es mi Emperador, le debo mostrar mi debido respeto Majestad así que, por favor, no me haga levantar —exclamo sin dejar de hacer la reverencia—
Cuando la joven de cabellos rojos levanto la vista vio que su padre le tendía la mano para que se pusiera de pie correctamente. Este gesto no lo desprecio y acepto la mano de su padre para verlo a la cara con los mismo ojos amatistas que le había heredado.
—Majestad —dijo Kamal visiblemente tímido tomando la atención del monarca y su hija— Disculpe si interrumpo, pero si me lo permite, no he abrazado a mi hermana en mucho tiempo y me gustaría poder hacerlo
El emperador parpadeo un poco sorprendido por tal petición mas no lo dudo y dejo a su hija libre para pudiera ser abrazada por su hermano menor ante la mirada de todos los presentes que estaban conmovidos por la escena. La segunda princesa abrazo a su hermano con fuerza mientras acariciaba su cabello con dulzura y delicadeza, muy propia de ella con su pequeño hermano que era la luz de sus ojos y eso todos lo sabían.
Ambos hermanos se separaron del abrazo levemente para dejarle lugar a Bavilo en el abrazo, estrujo a su hermana con fuerza sin pensarlo dos veces refugiándola en su pecho con sumo cariño para risa leve de la misma que fue como música para sus oídos haciendo que el sonriera mas y hasta la tomara en brazos para hacerla girar.
—¡Bavilo, recuerda tus lecciones! —exclamo Yvie entre risas mientras su hermano la hacia girar y la alzaba justo como un bebe —
—¡Eso no importa ahora, mi hermanita ha vuelto y estoy muy feliz! —exclamo el príncipe con una sonrisa radiante—
—Her-hermano para, puedes marear a nuestra hermana que de seguro esta muy cansada —dijo Haveron preocupado intentando también abrazar a su hermana mayor que no bajaba de los brazos de su hermano—
Mientras los dos hermanos discutían por el afecto y la cercanía de su hermana que no sabia como salir de tal apuro provocado por su hermano mayor que no quería dejarla ir, Kamal noto dos miradas sobre ellos muy distintas. Por un lado, estaba la mirada de su Padre que parecía feliz y conmovido por tal escenario que hacían sus hijos, algo poco visto ya que el solo tenia ojos para Ariana y fue justo ese pensamiento lo que lo hizo mirar a la primera princesa.
Su mirada era oscura, llena de envidia e ira por no ser el centro de atención en la corte que se había llenado de murmullos.
Los príncipes tienen una hermosa relación, se nota que aman a su hermana
¿Por qué será que no son así con la Princesa Ariana? Después de todo, ella es la favorita del Emperador ¿No debería ser también la favorita de sus hermanos?
La princesa Yvie tiene una hermosa risa, pocas veces se le ha oído reír o sonreír y sus hermanos la aman
Parece que el Emperador la respeta mucho, quizás ella se convierta en su nueva favorita.
—«Vaya vaya...Parece que habrá una batalla entre mi hermana Yvie y Ariana...me pregunto cuál de las dos ganara» —pensó el joven príncipe con una sonrisa torcida junto con una mirada juguetona de solo pensar en tal escenario—
¿Quién ganaría en tal competencia?
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