La carpeta que Kenji había traído consigo, la estrelló sobre la superficie del escritorio.
— Ahí... Ahí está todo — posó sus manos sobre el escritorio y con su dedo comenzó a señalar la carpeta.
— Aquí adentro... Está el fin de todo... O me dices quién más estuvo contigo esa noche en la que HaoWei murió... O haré que te arrepientas por el resto de tu miserable y absurda vida.
Daniel miraba a Kenji con odio, mientras apretaba un bolígrafo con sus mano.
— ¿Qué es lo que quieres?
— Quiero escucharlo de tu propia boca... Porque quiero saber... Quién más, estuvo contigo esa noche.
Se enderezó en su lugar y ladeó un poco su cabeza. Pero Daniel no hablaba, por lo que Kenji suspiró en una sonrisa mientras asentía.
— Muy bien, entonces ceo que a la población le interesará esta noticia... Famoso psicólogo con menciones internacionales, es responsable de la muerte de dos personas en un accidente de tránsito, padre e hijo, el motivo, el señor Daniel Hsu se encontraba en estado etílico mientras conducía... Pero cómo es posible que nadie nunca se haya enterado, resulta ser que los padres del psicólogo son personas influyentes y usaron sus contactos para que esta noticia desapareciera, pero... ¿Tuvieron alguna cortina de humo? ¡Claro que sí! La tapadera de este incidente fue... Daniel Hsu se convierte en uno de los psicólogos en recibir una mención internacional debido a su investigación... Pero saben qué otra cosa sucedió, y sumándole a su lista de delitos... Se dice, que es uno de los involucrados en la muerte del hijo menor del difunto matrimonio Wang, hermano menor Wang Yibo, el cuál en ese entonces era menor de edad... También, que al igual que el hijo de los Wang, maltrata física y psicológicamente a su actual pareja.
Kenji sonrió.
— Debería hacerme periodista. ¿No crees?
— Eres un maldito — habló el hombre entre dientes y con evidente enojo.
— Lo sé... — sonrió. — Lo sé muy bien... Soy un maldito, al igual que tú — dijo borrando aquella sonrisa para apoyarse nuevamente en el escritorio.
— Ahora vas a decirme... ¿Con quién te viste esa noche cuando ocurrió el asesinato de HaoWei? Y pobre de ti, si llegas a mentirme... Por qué esta vez, es de mí, de quién tienes que cuidarte...
— Estaba en la azotea de un edificio cuando recordé algo de lo que estaba pasando cuando querían matarme, yo-
— Espera... — habló Zhan deteniéndolo. — Pero, dijiste que solo había una persona contigo esa noche y según lo que dijiste después, cuando Yibo habló de ti, luego llegaron las otras personas, pero lo hicieron cuando tú ya habías muerto... Eso quiere decir que esa noche no había solo uno contigo, había alguien más.
HaoWei frunció un poco su ceño, ¿Eso había dicho? Pero tenía sentido, porque en sus recuerdos, podía ver la silueta de dos personas.
— Pues, recuerdo que aparte de la personas que estaba mirándome, había alguien más... Y tengo muchos recuerdos mezclados así que no recuerdo quien dijo qué cosa, y no recuerdo muy bien sus voces, pero estaba diciendo preguntando qué era lo que había hecho... Fue ahí cuando sentí enojo con...
— Con tu hermano.
El fantasma asintió.
— Sí, con él... Creo que siempre quise ser igual de independiente y fuerte como él, me enojó no poder serlo en ese momento... — se quedó un momento en silencio, para luego asentir. — Sí, creo que es por eso.
Zhan suspiró.
— ¿Sabes que tienes que disculparte con Yibo verdad? También, sabes que nada de eso estuvo en el control de sus manos como para impedir que sucediera, ¿verdad?
— Lo sé. ¿Crees que es tan fácil pedir perdón después de lo que le dije?
— Es tu hermano, y él mismo lo dijo, aún sigues siendo lo más importante para él, aún te ama, y te ama tanto como para aceptar que lo odias si eso te hace descansar en paz... Últimamente y gracias a ti, he descubierto quién es Wang Yibo verdaderamente, y puedo asegurarte que, no estará ni mínimamente molesto contigo, así que tienes que disculparte.
— Ya lo sé.
— ¡¿Y entonces por qué-... — hizo una pausa tomando una profunda respiración. — ¿Entonces porqué diablos no te estás disculpando con el ahora?
— ¡¿Me dejas procesar esto?!
— ¿Cuánto tiempo más necesitas procesarlo?
— Solo... Dame algo de tiempo... No es fácil para mí tampoco, porque no tengo ni más mínima idea de cómo hacer para que el enojo se me baje o no enojarme con él cada vez que lo veo. ¿Entiendes?
Zhan asintió dejando salir un suspiro de sus labios. Se recostó en el sofá y se quedó allí, pensado.
Había cerrado los ojos y comenzado a relajarse, pero esto lo llevó al sueño, y supo que se había dormido porque ya se estaba despertando, soltó un quejido y extendió sus manos para estirarse.
— ¿Qué hora es?
Buscó con su mirada su teléfono y al encontrarlo a un lado en el piso, lo tomó. Eran las cinco de la tarde, levantó la mirada y mordió un poco su labio inferior.
— ¿Debería llamarlo?
《— No te preocupes, iré a casa. Nos vemos.
— ¿No se va matar, verdad?》
Y con ese recuerdo, algo en su cabeza hizo click.
— No, pero se va a ahogar en alcohol.
Dijo levantándose rápidamente del sofá, buscó en su lista de contacto el número del castaño y marcó, pero su llamada no fue contestada. Caminó hacia su habitación para cambiarse de ropa, cuando estuvo listo, salió del cuarto encontrándose con HaoWei.
— ¿Por qué tan apurado?
— Tu hermano.
— ¿Qué pasa con él?
— ¿Qué pasó con él? Pues acompáñame y míralo tú mismo — decía mientras caminaba hacia la salida.
— ¿Entonces sí se mató?
Ese comentario hizo que Zhan detuviera su paso, y girará lentamente, haciendo que HaoWei retrocediera poco a poco.
— Te escuchó decir otro comentario similar al que acabas de hacer... Y te juro que seré yo quien te envié al descanso eterno. ¿Entendido? — preguntó ladeando un poco su cabeza.
— S-sí, sí. No volveré... A hacerlo Ge.
— Bien.
Fue lo único que respondió para luego subir al auto.
Ambos iban sumidos en un silencio incómodo para el fantasma. Cuando iban juntos en el auto a veces le daba miradas por el retrovisor, pero ahora ni siquiera eso hacía.
- Zhan-ge...
- Mhn.
- Sobre lo que dije hace una rato... No-no tenía la noción de lo horrible que se escuchó... Lo siento.
Se escuchó en medio del silencio, el suspiro del mayor.
- No te disculpes conmigo, discúlpate con tu hermano.
- Ya lo sé... Y me siento mal por ello.
- Que bueno, me alegro de que te sientas mal.
- Wao Ge, tú enserio... Wao.
Exclamó sorprendido a lo que Zhan solo pudo voltear sus ojos.
- Me alegro de que te sientas mal, porque eso significa que tu enojo hacia Yibo está disminuyendo.
- Ah... No me había dado cuenta de eso. Creo que tienes razón.
- Mhn...
- Y... ¿Qué se supone que hace él ahora... Como para que estés tan preocupado?
El pelinegro suspiró en respuesta.
- Yibo bebe demasiado cuando necesita desahogarse con alguien y no puede, antes pensaba que solo bebía porque quería y le gustaba...
- Pero...
- Pero luego me di cuenta de que lo hacía para aliviar las fuerte emociones que sentía. Últimamente habla conmigo en vez de tomar, y ahora con lo que acaba de pasar no sé si haya vuelto a lo mismo, aunque espero y deseo que no.
- Ya veo... - habló HaoWei bajando un poco su mirada.
Luego de un par de minutos, Zhan y HaoWei llegaron a la casa Yibo. Bajaron rápidamente del coche y al Zhan tener las llaves de la casa, sin tan siquiera molestarse en tocar el timbre, abrió la puerta.
Zhan esperaba encontrarse con la típica escena que por años se había acostumbrado a ver, botellas vacías de alcohol, vidrios de algunos que otro baso de cristal y botellas, a Wang Yibo sentando en el piso de la sala bebiendo y hecho un desastre. Pero en su lugar, se topó con algo completamente diferente, Yibo sentado en su sofá más sobrio que nunca, con algunas latas de refrescos y dulces sobre la pequeña mesa de dentro, el televisor estaba encendido y estaba mostrando un vídeo, y por supuesto que su entrada no pasó por desapercibida.
- ¿Zhan, qué-qué haces aquí? - preguntó el castaño poniéndole pausa al vídeo y dejando el refresco que tenía en su mano sobre la mesa.
- Yo... - suspiró entrando completamente a la casa. - Estaba preocupado por ti, pensé que-
- ¿Que estaba bebiendo?
Asintió. Caminó hasta el sofá y se sentó a un lado del mayor.
- Recuerdo que ese día en el que te llevé con mis padre te dije que ya no iba a beber - dijo con una pequeña sonrisa.
- Lo sé, ahora lo recuerdo.
- Pero aún así, agradezco que te hayas preocupado por mí y agradezco aún más que te hayas tomado la molestia de venir a verme. No sabes cuánto aprecio que hagas esto por mí.
Y una sonrisa de parte de Zhan fue lo que aceleró un poco el triste corazón de Yibo.
- ¿Cómo no hacerlo? Eres importante, en muchos sentidos. ¿Qué hacías?
- Oh... ¿Quieres ver?
Zhan asintió, y Yibo se estiró un poco para tomar el control remoto del televisor para reproducir el vídeo.
- Ahora conocerás a tu hermano mayor cariño.
En el vídeo se podían ver a un HaoWei de al rededor de un año, a la madre de Yibo, y el que estaba grabando era su padre.
- Ya llegó.
- ¡Papá, ya vin-
Un Yibo de siete años se quedó de pie mirando atentamente a su madre quien sostenía a HaoWei.
- ¡No puede ser! ¡¿Es mi hermano?! - preguntó dejando caer su mochila y acercándose rápidamente a mirar.
- Dile hola a tu hermano mayor cielo.
- ¿Lo puedo cargar?
- Claro que sí cariño.
La sonrisa que Yibo mantenía en su rostro no podía negar la felicidad tan grande que sentía en ese momento.
- Hola pequeño.
- Yibo, mira aquí... ¡Saluden a la cámara!
Yibo tomó la manito de su hermano y saludó, siendo esa imagen el fin del video, para que luego se reproducirá otro de ellos en la fiesta de cumpleaños número diez de Yibo, quien sostenía a su hermano en brazos mientras soplaban las velas.
Los vídeos siguieron apareciendo, en más cumpleaños, navidad, año nuevo, la graduación de Yibo, los eventos de sus respectivas escuelas, partidos, viajes familiares, hasta que los vídeos de terminaron.
Durante todo este tiempo, Zhan solo se dedicó a observar, reír de vez en cuando gracias a las ocurrencias de los hermanos, y otras veces negar con la cabeza por, de nuevo; las ocurrencias de Yibo y HaoWei.
- ¿Estuviste, mirando estos vídeos desde que te fuiste de mi casa? - preguntó para comenzar a buscar un lata de su refresco preferido.
- Mhn... Quise dormir, pero no pude... Ah, está haciendo frío. ¿No tienes frío? - preguntó.
Zhan giró un poco su cabeza, y sonrió.
- Yibo, no está haciendo frío.
- Pero-... ¿O soy yo el único? - su ceño se frunció un poco.
- Yibo, te está abrazando.
- ¿Qué?
- Tu hermano. HaoWei te está abrazando.
Señaló, puesto que podía ver al fantasma abrazando por el cuello a Yibo.
- ¿E-es enserio?
Zhan asintió.
- Gege... Lo siento mucho.
El pelinegro, sonrió al escuchar esas palabras.
- Dice que lo siente... Por enojarse contigo... Porque fue él quien te dejó solo... Lamenta haberte hecho sufrir con su partida... Que no era su intención hacerlo... Si tan solo esa noche nunca hubiera salido de casa, aún estaría a tu lado... Dice que lo siente, que nada de lo que sucedió es tu culpa, así que deja de culparte... Que te ama... Que quiere que seas feliz y que ya no llores más por él... Gracias por todo, Beom... Te quiero mucho hermano...
Zhan escuchó a Yibo soltar un sollozo y suspiró. Tenía que hacer algo, HaoWei se estaba despidiendo
- Espera, Yibo... ¿Te gustaría... Te gustaría ver a tu hermano?
- ¿Pu-puedo? - preguntó con lágrimas en sus ojos.
- Puedes, ya lo he hecho antes.
Acercó su mano izquierda a al rostro de Yibo y tapó sus ojos, él también cerró sus ojos para segundo después, abrirlos.
- Yibo, cuando yo quite mi mano vas a ver lo que yo veo y tal vez, escuchar lo que escucho. ¿De acuerdo?
Yibo asintió sorbiendo su nariz. Zhan quitó su mano y el castaño lentamente fue abriendo sus ojos. Y al frente suyo, estaba su hermano menor.
Una sonrisa apareció en su rostro.
- Hola Beom.
Soltó un jadeo mientras más lágrimas rodaban de sus ojos.
- Hola ShengCai.
- Lamento haberme enojado contigo Ge, y también, todas las veces en las que me enojé contigo... Sé que solo querías cuidarme.
- ¿Lo recordaste todo?
HaoWei asintió con una pequeña sonrisa.
- ¿Qui-quién te hizo esto, ah? ¿Quién te hizo daño? Por favor dime todo.
- No te lo diré... Porque quiero que ya no sufras más por mí. Solo deseo que vivas bien de ahora en adelante, sin más tristeza, sin más dolor, sin más lágrimas. Y no te preocupes por mí, porque sé que estaré bien, y con mis papás te cuidaremos.
- HaoWei-
- Deja de vivir con culpa porque no lo es, y deja de preocuparte tanto, ya me aseguré de dejarte en buenas manos - dijo con una sonrisa volteando a mirar a Zhan.
- Por favor cuídate. Te quiero mucho Yibo-ge...
- Ta-también te quiero.
HaoWei sonrió, y tanto Zhan cómo Yibo, podían ver cómo el fantasma comenzaba a desaparecer mientras se despedía con su mano y una sonrisa plasmada en su rostro, hasta que solo quedaron ellos dos.
- Su última voluntad era hablar contigo.
Unos segundos pasaron antes de que Yibo empezará a deshacerse en llanto, y Zhan solo pudo acercarse para rodearlo con sus brazos.
Bien, HaoWei se había ido, recordó todo pero al final no dijo nada con la única intención de que su hermano mayor dejara de sufrir. Y si eso pasó así, entonces eso quería decir que solo estaba protegiendo a su hermano, porque quizás, el saber la verdad destrozaría a Yibo por completo.