Mañana será una vida diferente
Su padre dijo esta última palabra con impotencia y enojo. Bian Nan lo miró y quiso decir algo, pero al final no lo hizo.
Los dos simplemente se quedaron cara a cara por unos segundos. Su padre suspiró profundamente, se retiró pasando a un lado de él, saliendo del estudio y subiendo hacia la terraza.
Bian Nan permaneció en el mismo lugar durante mucho tiempo. Fue incapaz de entender los sentimientos de padre, y probablemente, su padre jamás entenderá sus propios sentimientos.
Lentamente se dio la vuelta y salió del estudio.
Bian Hao estaba sentado en las escaleras, dándole la espalda a la puerta del estudio. Bian Nan bajó la escaleras, pasando a su lado.
El ambiente era muy rígido, muy pesado, y la presión el aire en toda la casa era tan baja, que le dificultaba respirar.
Por su culpa.
De detuvo en pasillo del segundo piso, regresó a su habitación y abrió la puerta de su armario.
Su padre lo dejó ir.
Lo que lo confunde, es que no sabe si debería quitarse del camino de esta manera o no hacerlo.
Pero al final, sacó su bolso, metió algunos conjuntos de ropa. Juntó la pequeña figura de arcilla y los cerditos que Qiu Yi le había dado en una bolsa aparte, también guardándolas.
Usualmente sus conjuntos de ropa no eran mucha. Cuando iba y venía, solo usaba unos pocos conjuntos de ropa deportiva y al sentir que se había llenado, todo estaba listo.
Cerrando la puerta de su armario, se paró junto a la cama y pensó durante mucho tiempo.
¿Qué más debo tomar?
Parece que no había nada más que tomar.
Tocó la billetera y su teléfono que estaba en su bolsillo. Tomó su bolso, se dio la vuelta y salió de su habitación, cerró al puerta y bajó las escaleras.
No había nadie en la sala de estar, y la televisión estaba apagada. Todo parecía muy desierto.
Bian Nan miró hacia el comedor, la tía estaba sentada en la mesa, mirando de manera aturdida los platillos humeantes.
Cuando escuchó sus pasos, no se movió.
Bian Nan se mordió el labio y se cambió de zapatos. Abrió la puerta lateral del pasillo de la sala, y entró al garaje.
Estuvo de pie en el garaje durante varios minutos, habían algunas importantes que resolver primero.
Qiu Yi todavía lo estaba esperando en esa cafetería. Si llevaba con él su bolso y le decía a Qiu Yi que lo habían echado, fácilmente podría irse con Qiu Yi.
Pero no sabría como se sentiría Qiu Yi, o qué pensaría cuando vea que se ha ido de casa debido a este incidente. Esto, lo más seguro es una situación que Qiu Yi probablemente no esperaba.
Salió del garaje y dejó su bolso junto a la puerta del patio, se quitó su chaqueta y la arrojó sobre su bolso. Tomó un hondo respiro y dio unos saltos en su lugar, y luego salió corriendo por la puerta del patio, en dirección a la cafetería que estaba a lo largo del camino.
Qiu Yi no estaba dentro de la cafetería, en cambio, estaba de pie al costado de la calle. Con un cigarrillo en la boca, y mirando hacia aquí.
Al verlo correr desde la distancia, apagó su cigarrillo y agitó la mano.
—¿Qué sucedió? ¿Estás bien? —Qiu Yi lo tomó del brazo y miró su rostro, con la luz de la calle.
—No te preocupes, —Bian Nan se tocó la cara, y se rió dos veces: —¿Crees que se expandirá?
—¿Qué fue lo que te dijo? el tiempo fue mucho más corto de lo que calculé —Qiu Yi apretó su hombro: —¿Hubo una pelea?
—No —Bian Nan sonrió y agitó la mano: —Mi papá no fue capaz de comprender y todavía está muy enojado, pero no me avergonzó demasiado. Eso fue todo lo que hizo hasta este momento.
—¿De verdad? —Qiu Yi todavía lo miraba, estiró los brazos y lo abrazó: —Es difícil para una persona mayor aceptar tal cosa, pero tienes que mantenerte firme y procura no volver a discutir con tu padre.
—Mm, lo sé —Bian Nan se frotó las manos: —No te preocupes, puedes volver en paz.
Qiu Yi sonrió: —¿Tienes frío? ni siquiera estás usando una chaqueta.
—No me importó, salí corriendo para decirte esto. Dije que vendría por una taza de café de chocolate caliente y vine aquí apresurado —Bian Nan sonrió: —Tampoco hace mucho frío, la noche está agradable.
—¿Entonces quieres beber algo de chocolate caliente? —Qiu Yi lo abrazó y frotó varias veces su espalda: —La verdad, ¿no solo podías llamarme y decírmelo? pero después que no tuviste una buena conversación con tu familia, saliste corriendo otra vez.
—¿No solo quería verte? —Bian Nan rió: —Las reuniones secretas son tan emocionantes.
—Que tonto —Qiu Yi se divirtió.
Bian Nan entró a la cafetería para comprar una taza de chocolate caliente y le dio una mirada al menú. No había leche de arroz y chasqueó la lengua: —Oye, ¿Cuándo me harás leche de arroz?
—El fin de semana, no tengo clases de recuperación programadas hasta solo el sábado por la tarde, así que podrás ir a probarlo —dijo Qiu Yi.
—Estos padres son realmente increíbles, el día 30 es domingo, y aún así le programan clases de recuperación el día 29 —Bian Nan chasqueó la lengua nuevamente, y le dio su taza a Qiu Yi: —¿Reanudarás las clases recuperación después del día de Año Nuevo?
—Por el momento no hay arreglos, tengo que comenzar con mi pasantía en unos días. El restaurante estará ocupado con el Año Nuevo y además, renunciaré en estos días —Qiu Yi tomó un sorbo:—Pero está bien, regresa rápido, ¿no están a punto de comer?
—Mm, los platillos ya están puesto —Bian Nan asintió, recordando cómo su tía estaba sentada sola en la mesa llena de platillos y aturdida.
—Comprendo, yo también tengo hambre —Qiu Yi sonrió y se frotó el estómago.
—Qiu Yi... —Bian Nan pensó por un momento: —no dejes que tu papá sepa sobre nuestra relación.
—¿Eh? —Qiu Yi quedó atónito.
—Antes pensé que era un asunto demasiado simple, que no era nada y fui capaz de comprenderlo cuando lo dije. Y ahora que lo dije... —Bian Nan susurró: —pude ver cuanto movimiento habrá. Tu padre no está muy bien de salud, es mejor que no lo sepa todavía o estaré muy preocupado.
Qiu Yi no dijo nada, solo colocó su brazo alrededor de sus hombros.
Ambos se quedaron en la cafetería durante unos minutos antes de salir. Qiu Yi estaba bastante preocupado y le dijo un par de palabras más. Tomando su chaqueta y dándose media vuelta, caminó hacia las puertas de la comunidad.
Bian Nan regresó corriendo después de haber bebido chocolate caliente y se colocó de pie fuera de la puerta del patio. No fue capaz de ver a Qiu Yi parado desde el patio, por lo que entró, se colocó su abrigo, tomó su bolso y cerró la puerta del patio, y se encaminó hacia la puerta trasera de la comunidad.
Mientras caminaba, sacó su teléfono y llamó a Wan Fei.
—Ay, Nan-ge, fuiste capaz de llamarme —Wan Fei respondió rápidamente el teléfono: —¡Ya me estaba sintiendo triste no haber tenido noticias tuyas en estas vacaciones!
—¿Dónde estás? —preguntó Bian Nan con una sonrisa.
—En la casa de mi abuela, pasaré el Año Nuevo con mi abuela —Wan Fei probablemente estaba comiendo, su boca estaba llena y hablaba con dificultad: —¿Cómo has estado? ¿Estás yendo a trabajar?
—Mm, me ha ido bien —dijo Bian Nan. Dado que Wan Fei en realidad había ido a la casa de su abuela, se sintió un poco deprimido: —¿Cuándo vas a regresar?
—Para el décimo quinto día, ¿Qué sucede? —Wan Fei inmediatamente reaccionó: —¿No estás en tu casa?
—No sucede nada, solo llámame cuando regreses —dijo Bian Nan.
—¿No tienes a dónde ir? ¿Ni siquiera a la casa de Qiu Yi? —Wan Fei sonaba ansioso: —¿Por qué no vas a mi casa? conoces a la tía que vive frente a mi casa, ella tiene una llave de repuesto de mis casa, puedo llamarla...
—Oye, ¿acaso he dicho que no tengo a dónde ir? —Bian Nan lo interrumpió: —¿De dónde viene toda esa buena imaginación? es solo que acabo de tomar un descanso de dos días y quería ver esas marcas que tienes.
—Joder, ¿me estás diciendo la verdad? —Wan Fei estaba muy divertido: —Entonces espérame, cuando regrese, podrás verme, darle la vuelta, una y otra vez, las veces que quieras.
—Que provechoso —dijo Bian Nan: —ya estoy seguro de que dejaste que Xu Rui te revisara por todas partes.
—¡Maldita sea! ¡Ten un poco de conciencia! —Gritó Wan Fei, y bajó la voz: —Ni siquiera una vez, soy una persona decente.
Bian Nan no pudo evitar reírse, y después de conversar con Wan Fei unas cuantas palabras más, colgó el teléfono.
De pie, junto a la cabina de guardia de la puerta trasera de la comunidad, Bian Nan reflexionó durante mucho tiempo y abrió la puerta de un taxi que estaba estacionado a un costado.
—Es un día bastante frío para salir —el conductor se estremeció por el frío viento que sintió: —¿A dónde vas?
Bian Nan mencionó la dirección de "Tan aburrido".
Según la situación actual, a excepción de los hoteles, el único lugar que le quedaba era "tan aburrido".
No quería ir a un hotel.
Por la extrañeza y soledad.
Quiere al menos encontrar un lugar donde al menos tuviera un conocido, y que mejor donde era conocido como un gato.
La calle de "tan aburrido" era muy desierta de noche, pero no era comparable a la cantidad que se veía al mediodía. En este momento, no se veía siquiera un cabello.
Bian Nan miró hacia arriba y parecía haber algo de luz, por lo que subió las escaleras.
La puerta de la tienda estaba cerrada, y a través de la tenue luz de la calle, pudo ver un letrero en la puerta que decía "Es 'tan aburrido' estar cerrado"
—¡Tío! —Bian Nan golpeó la puerta y gritó: —¡Yang-ge!
No hubo movimientos desde el interior.
Sacó su teléfono y encendió la linterna para alumbrar la puerta, y como no fue capaz de ver un timbre, tuvo que seguir golpeando la puerta: —¡Yang-ge! ¡Yang Xu! ¡abre la puerta! ¡Si no la abres, la patearé!
Le tomó dos minutos golpear y gritar, para que Bian Nan finalmente escuchara pasos que venían desde el interior y respiró aliviado.
Pudo ver que las luces se encendieron por debajo de la rendija de la puerta, y luego esta se abrió. Yang Xu estaba de pie con impaciencia, y tan pronto como lo vio, quitó el letrero de la puerta y lo acercó frente a él: —¿Acaso no sabes leer?
—No sé —Bian Nan se aferró a la puerta—¿Pero qué hora es? el café qué esta cerca de mi casa aún está recibiendo clientes, pero el tuyo está cerrado.
—Entonces ve al café que está cerca de tu casa y te quedas ahí —Yang Xu quiso cerrar la puerta y lo miró: —¿Qué estás haciendo aquí?
—Solo vengo a dormir aquí —Bian Nan entró a la habitación que estaba en el fondo, el mismo que estaba junto a la ventana, el mismo que a Qiu Yi y a él les gustaba sentarse cada vez que venían.
Yang Xu encendió la luz de la habitación trasera, lo miró fijamente durante mucho tiempo y finalmente sonrió: —¿Ustedes dos pelearon?
—¿A quién te refieres? —preguntó Bian Nan: —¿Tienes pastelillos? aún no he comido.
—No tengo pastelillos —Yang Xu pensó por un momento: —¿Quieres bolas de masas?
—¿Ah? ¿Bolas de masas? ¿No solo vendes aquí café y pastelillos? —Bian Nan estaba un poco sorprendido, pero cuando pensó en esto, su estómago gritó.
—Lo hice para mi, y todavía queda algo, pero aún está sin cocinar —Yang Xu señaló el refrigerador que estaba afuera: —¿De verdad pelearon?
—¿De quién hablas? —Bian Nan se colocó de pie, se apresuró a abrir la puerta del refrigerador y vio una bolsa de bolas de masas congeladas a primera vista.
—De tu pequeño novio —Yang Xu se apoyó contra el marco de la puerta trasera, y diciendo esto con una sonrisa.
Bian Nan se congeló y giró bruscamente la cabeza para mirarlo: —¿Qué?
—Qiu Yi, ¿no? —dijo Yang Xu.
—Mierda —Bian Nan se sorprendió y luego se avergonzó un poco: —¿Cómo lo supiste?
—¿De qué otra manera se sabría? Ustedes dos parecen un par de gatos, viniendo y como diciendo, mírenos, venimos aquí para sentir cosquillas del sol —Yang Xu estiró la cintura, caminó hacia el sofá y se acostó en él: —Es demasiado obvio.
Bian Nan abrió la boca sin saber qué decir. Solo bajó la cabeza y sacó las bolas de masas, y luego miró nuevamente a Yang Xu: —No sientes disgusto por esto, ¿verdad?
—¿Disgusto? —Yang Xu apoyó los brazos perezosamente, y sonrió, luego de estar en silencio por un momento: —No acabas de salir del armario y recibiste una paliza por eso, ¿verdad?
—Iré a cocinar las bolas de masas primero —Bian Nan caminó por la casa con las bolas de masas y luego se detuvo: —¿Dónde está la cocina?
—Oh, eres tan molesto —Yang Xu señaló hacia la cabina en donde solía dormir: —Ahí, hay un pequeña cocina dentro.
Cuando Bian Nan entró la pequeña cabina, descubrió que no era para nada pequeña, era bastante grande y se sentía más bien como una cueva.
Había un escritorio, con estantes, ordenador y una cama, todo muy completo. Además de haber una cocina, había también un baño bellamente decorado. Por lo que no pudo evitar gritar: —¡¿Vives aquí?!
—Mm —Yang Xu entró, tomó una olla y hirvió el agua: —De lo contrario, sería demasiado problemático correr de un lado a otro.
. . .
Bian Nan se apoyó contra la pared. Después de adentrarse a la casa y estar por bastante tiempo, finalmente se calentó. Mirando el fuego frente a él, su corazón lentamente se tranquilizó: —Gracias, Yang-ge.
—¿Te echaron de casa? —Yang Xu no parecía estar dispuesto a detenerse en algún segundo, con estas pocas palabras, acercó una silla y se sentó.
—Eso es correcto —Bian Nan susurró.
—¿Por qué no te fuiste donde Qiu Yi? —Yang Xu se reclinó en la silla y colocó las piernas sobre el escritorio.
—No le dije que me fui de casa —Bian Nan miró la olla de agua.
—¿Por qué no se lo dijiste? —Yang Xu lo miró.
—Temo que sea difícil para él, pronto será la víspera de Año Nuevo. Como también, que él sienta lástima por mi y que esté bajo mucha más presión —Bian Nan frunció el ceño: —No me atreví a decirle sobre esto, ni mucho menos verlo a la cara.
—Ah... —Yang Xu suspiró: —No planeas quedarte aquí para siempre, ¿verdad?
—¿Es buena idea? —Bian Nan sonaba divertido.
—No —dijo Yang Xu.
Cuando el agua hirvió, Bian Nan vertió la bolsa de bolas de masas y la revolvió con un cucharon: —Yang-ge.
—No me ruegues, no sirve de nada que me ruegues —dijo rápidamente Yang Xu.
—¿Sabes dónde puedo alquilar una casa? —Bian Nan le preguntó: —Han pasado dos meses y ahora no puedo regresar a los dormitorios de la escuela durante las vacaciones. En cuanto a Zhan Fei, puedo hacer los arreglos solo después de la pasantía, y también dudo que haya un arreglo.
—Sí, mi casa —dijo Yang Xu.
—Dame un precio barato —Bian Nan se detuvo de inmediato y lo miró junto con el cucharon.
—Será gratis, —Yang Xu se levantó y caminó lentamente hacia la cama, abrió el cajón, sacó un manojo de llaves y se las arrojó: —mientras me ayudas a limpiar la casa, y después de eso, comenzaré con el alquiler.
Bian Nan miró las llaves y luego a él: —¿Cuánto tiempo ha pasado desde que lo limpiaste? ¿Puedo limpiarla por dos meses...?
Yang Xu se rió: —Eso es todo, limpia mientras te quedas y gracias.
Bian Nan guardó las llaves. Ignorando el hecho de limpiar una casa, su propia habitación siempre ha estado limpia, ya que era limpiada por la ama de llaves y su tía. También eran rara las veces que se iba a casa, por lo que no había mucho que limpiar.
No sé qué tipo de desastre puede haber en la habitación, y si realmente no era capaz, puede pedir un servicio de limpieza para que lo limpie, ya que era mucho más barato que el alquiler.
—Ni siquiera pienses en pedir un servicio de limpieza, —Yang Xu colocó un poco de agua fría en la olla: —No aceptaré esa clase de servicios.
—Maldita sea —Bian Nan no pudo evitar suspirar.
Después de cocinar las bolas de masas, Bian Nan encontró un plato para colocarlas, para luego sentarse en el asiento habitual de Qiu Yi y él, y comer sin sentir sabor alguno.
Antes de que terminara de comer, Qiu Yi lo llamó, y Bian Nan levantó el teléfono, gritando hacia afuera: —¡Yang-ge! ¡No hables! ¡Atenderé una llamada!
—¡Quién estaría tan mal como para gritar mientras hablas! —Yang Xu también gritó.
—¿Hola? —Bian Nan contestó el teléfono: —¿Llegaste a casa?
—Mm, ¿has terminado de comer? —Preguntó Qiu Yi con una sonrisa.
—Estoy comiendo —Bian Nan miró las bolas de masas que estaban frente a él, pero estaban muy calientes. Pero al escuchar la voz de Qiu Yi nuevamente, fue él quien se sintió cálido: —¿Comiste?
—Comeré en un rato, la abuela del vecino está haciendo bollos al vapor hoy, trajo un montón y aún están calientes —Qiu Yi hizo una pausa por un momento y luego con impotencia, dijo: —Oye, Erbao quiere hablar contigo.
Antes de que terminara de hablar, la voz de nítida de Qiu Yan llegó: —¡Gran tigre!
—Oye, Erbao, ¿me extrañaste? —La nariz de Bian Nan se sintió adolorida por alguna razón.
—Así es —Qiu Yan probablemente estaba corriendo y su voz todavía era jadeante: —¿No dijiste que ibas a venir a mi casa? El Año Nuevo llegará pronto, ¿así que cuándo vendrás?
—Cuando el fin de semana llegue. Tu hermano me dijo que hará leche de arroz y vayamos también a comprar los productos de Año Nuevo Chino —dijo Bian Nan.
—¿Se considera el yogur como un producto de Año Nuevo? —preguntó Qiu Yan.
—Olvídalo, solo tienes en mente el yogur —Bian Nan se sentía muy divertido: —Entonces, te compraré una caja, bébela lentamente y no uses tus puntos para canjearlo.
—Los puntos deben cajearse, debo canjearlos —dijo Qiu Yan con seriedad: —Los puntos no se canjean por dinero.
—¿Cómo es que ganas esos puntos? no haces cuentas, no eres igual que tu hermano —Bian Nan se sintió impotente, y se llevó a la boca una bola de masa.
—Mi hermano dijo que yo era tu hermano —dijo Qiu Yan.
Bian Nan estuvo feliz durante mucho tiempo: —Tu hermano realmente está herido.
Qiu Yan habló mucho, habló con Bian Nan sobre la casa y luego de la escuela. Después de que escuchó que los bollos al vapor estaban listos, aún no fue capaz de terminar de hablar, por lo que Qiu Yi le tuvo que quitar el teléfono: —Ya está bien, comamos primero. Te llamaré mañana.
—Mm —respondió Bian Nan: —yo también iré a comer.
Después de colgar la llamada, Bian Nan se acostó en la estera, sintiéndose mucho más cómodo.
Realmente le era difícil de describir cómo se estaba sintiendo esta noche. Incómodo, deprimido, relajado, confuso, intranquilo, aprensivo y un poco emocionado, y no sabiendo si es por esta "liberación" en cierto sentido, o por aquellas inexplicables expectativas sobre su futuro.
Se acostó por un rato, luego se sentó y se comió el resto de las bolas de masas. Luego se apresuró hacia la pequeña cueva: —Yang-ge, usaré tu computadora.
—Lava primero los platos —Yang Xu lo miró.
Bian Nan se rió y corrió hacia su lado. Yang Yang estaba viendo un partido de tenis mientras tomaba el mouse: —Usaré tu computadora.
Bian Nan se rió dos veces, y corrió hacia su lado. Yang Yang estaba viendo un partido de tenis mientras tomaba el mouse: —Usaré tu computadora.
Yang Xu estiró perezosamente las piernas y pateó debajo de la mesa, deslizando la silla hacia atrás: —¿Qué quieres hacer?
—Revisar mi cuenta de dinero —Bian Nan le sonrió.
Bian Nan no tenía mucho dinero, pero cada vez que su padre le decía que le iba a transferir, no lo revisaba, y por otro lado, no sabía cuánto lo transfería su padre.
Antes no le importaba estas cosas, pero ahora primero debe tener una idea general de su propia situación financiera. Si dependiera de tan solo su propio sueldo de pasantía de menos de 2.000, se habría muerto antes de fin de año.
Cuando vio el saldo de la tarjeta, se quedó atónito. Aunque no había un número en especifico, recordó que tenía un diccionario que no le había llevado a Qiu Yi, por lo que debería tener alrededor de 100.000, pero ahora el balance le mostraba que había alrededor de 200.000.
Hizo clic con el mouse y verificó los detalles.
Se encontró que hubo una transacción de 80.000 hace media hora.
Cuando volvió a ver la información de la transferencia, se quedó atónito.
De Bian Hao.
—¿Lo has comprobado? —Yang Xu golpeó su trasero con su pie desde atrás.
—Mm, ya acabé —Bian Nan salió de la página. Y después de dejar todo a un lado, no fue capaz de todavía reaccionar. ¿Por qué Bian Hao le transfirió dinero? ¿Lo hizo él mismo o fue por parte de su padre?
De pronto tuvo una sensación indescriptible. Si este dinero fue entregado por Bian Hao o por su padre, se le hizo difícil explicar aún más sus sentimientos.
—Escuché de Shi Jiang que juegas muy bien —Yang Xu volvió a la computadora, para continuar viendo el juego: —¿Por qué no seguiste? ¿Por qué te postulaste para ser un asistente?
—Oye, ¿Por qué me preguntas eso tú también? —Bian Nan suspiró.
—¿Muchas personas te lo preguntan? —Yang Xu sonrió: —Shi Jiang también jugó muy bien, pero no jugó más después de eso.
—¿Es verdad sobre lo que dijo nuestro entrenador? sobre que se lesionó y después no pudo jugar más —preguntó Bian Nan.
—Mm —La sonrisa de Yang Xu desapareció repentinamente: —Sé lesionó.
Bian Nan originalmente quería hacerle un par de preguntas más. Pero cuando vio la expresión en el rostro de Yang Xu, cerró la boca, así se dio la vuelta y salió de esa cueva.
—Hay un edredón en el armario de al lado, puedes tomarla y buscar un lugar para dormir —Dijo Yang Xu, cerrando la puerta de la cueva.
Bian Nan encontró un edredón y salió. Lo lanzó sobre la habitación trasera, se fue a lavar la cara al azar en el fregadero que estaba detrás de la barra.
"Tan aburrido" era tranquilo, sin ruidos. Bian Nan se envolvió en el edredón y se acostó junto a la ventana, apoyándose en un cojín y mirando la luna fuera de la ventana.
No sabía qué estaba pasando en casa. Él suspiró.
Ya sea las palabras de su padre, ya sea actuando por sinceridad o por enojo. Que se haya ido, hará a su padre aún más infeliz.
Pero si no se iba, no sabría realmente cómo quedarse en casa.
Se dio la vuelta.
Olvídalo.
Aunque no era de agradable dejar aquella casa con la que jamás contó, era mejor no pensar demasiado sobre eso.
Mañana será una vida diferente.
Mm
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